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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Dom Nov 19, 2006 9:50 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Sin embargo, después de todas sus travesuras, el pajarillo, en vez de ir a esconderse en un rincón para llorar su miseria y morirse de
arrepentimiento, se vuelve hacia su amado Sol, expone a sus rayos
bienhechores sus alitas mojadas, gime como la golondrina; y, en su dulce canto, confía y cuenta detalladamente sus infidelidades, pensando, en su temerario abandono, adquirir así un mayor dominio, atraer con mayor plenitud el amor de Aquel que no vino a buscar a los justos sino a los pecadores...
¡Qué feliz, Jesús, es tu pajarito de ser débil y pequeño! Pues ¿qué sería de él si fuera grande...? Jamás tendría la audacia de comparecer en tu presencia, de dormitar delante de ti...
Sí, ésta es también otra debilidad del pajarito cuando quiere mirar
fijamente al Sol divino y las nubes no le dejan ver ni un solo rayo: a pesar suyo, sus ojitos se cierran, su cabecita se esconde bajo el ala, y el pobrecito se duerme creyendo seguir mirando fijamente a su Astro querido.
Pero al despertar, no se desconsuela, su corazoncito sigue en paz. Y
vuelve a comenzar su oficio de amor. Invoca a los ángeles y a los santos, que se elevan como águilas hacia el Foco devorador, objeto de sus anhelos, y las águilas, compadeciéndose de su hermanito, le
protegen y defienden y ponen en fuga a los buitres que quisieran
devorarlo.
Aguila eterna, tú quieres alimentarme con tu sustancia divina, a mí, pobre e insignificante ser que volvería a la nada si tu mirada divina no me diese la vida a cada instante.
Sí, lo sé muy bien, y te conjuro a que lo hagas. Te suplico que hagas
descender tu mirada divina sobre un gran número de almas pequeñas...
¡Te suplico que escojas una legión de pequeñas víctimas dignas de tu
AMOR...!
¡Por qué caminos tan diferentes, Madre, lleva el Señor a las almas! En la vida de los santos, vemos que hay muchos que no han querido dejar nada de sí mismos después de su muerte: ni el menor recuerdo, ni el menor escrito; hay otros, en cambio, como nuestra Madre santa Teresa, que han enriquecido a la Iglesia con sus sublimes revelaciones, sin temor alguno a revelar los secretos del Rey, a fin de que sea más conocido y más amado de las almas.
Y entonces fui, adivinando que había encontrado lo que buscaba. Y
queriendo saber, Dios mío, lo que harías con el que pequeñito que
responda a tu llamada, continué mi búsqueda, y he aquí lo que encontré:
Como una madre acaricia a su hijo, así os consolaré yo; os llevaré en mis brazos y sobre mis rodillas os meceré.
Nunca palabras más tiernas ni más melodiosas alegraron mi alma ¡El
ascensor que ha de elevarme hasta el cielo son tus brazos, Jesús! Y para eso, no necesito crecer; al contrario, tengo que seguir siendo pequeña, tengo que empequeñecerme más y más.
Yo gozaba por entonces de una fe tan viva y tan clara, que el pensamiento del cielo constituía toda mi felicidad. No me cabía en la cabeza que hubiese incrédulos que no tuviesen fe. Me parecía que hablaban por hablar cuando negaban la existencia del cielo, de ese hermoso cielo donde el mismo Dios quería ser su eterna recompensa.
Durante los días tan gozosos del tiempo pascual, Jesús me hizo conocer por experiencia que realmente hay almas que no tienen fe, y otras que, por abusar de la gracia, pierden ese precioso tesoro, fuente de las única alegrías puras y verdaderas.
Permitió que mi alma se viese invadida por las más densas tinieblas, y que el pensamiento del cielo, tan dulce para mí, sólo fuese en adelante motivo de lucha y de tormento...
Las tinieblas, ¡ay!, no supieron comprender que este Rey divino era la luz del mundo... Pero tu hija, Señor, ha comprendido tu divina luz y te pide perdón para sus hermanos. Acepta comer el pan del dolor todo el tiempo que tú quieras, y no quiere levantarse de esta mesa repleta de amargura, donde comen los pobres pecadores, hasta que llegue el día que tú tienes señalado...
¿Y no podrá también decir en nombre de ellos, en nombre de sus hermanos: Ten compasión de nosotros, Señor, porque somos pecadores...? ¡Haz, Señor, que volvamos justificados...! Que todos los que no viven iluminados por la antorcha luminosa de la fe la vean, por fin, brillar... |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Mie Nov 22, 2006 10:54 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Pero de pronto, las nieblas que me rodean se hacen más densas, penetran en mi alma y la envuelven de tal suerte, que me es imposible descubrir en ella la imagen tan dulce de mi patria. ¡Todo ha desaparecido...!
Cuando quiero que mi corazón, cansado por las tinieblas que lo rodean, descanse con el recuerdo del país luminoso por el que suspira, se redoblan mis tormentos. Me parece que las tinieblas, adoptando la voz de los pecadores, me dicen burlándose de mí:
«Sueñas con la luz, con una patria aromada con los más suaves perfumes; sueñas con la posesión eterna del Creador de todas esas maravillas; crees que un día saldrás de las nieblas que te rodean. ¡Adelante, adelante! Alégrate de la muerte, que te dará, no
lo que tú esperas, sino una noche más profunda todavía, la noche de la nada».
Madre querida, la imagen que he querido darle de las tinieblas que
oscurecen mi alma es tan imperfecta como un boceto comparado con el modelo. Sin embargo, no quiero escribir más, por temor a blasfemar...
Hasta tengo miedo de haber dicho demasiado...
Que Jesús me perdone si le he disgustado. Pero él sabe muy bien que, aunque yo no goce de la alegría de la fe, al menos trato de realizar sus obras.
Cuando canto la felicidad del cielo y la eterna posesión de Dios, no
experimento la menor alegría, pues canto simplemente lo que quiero creer.
Es cierto que, a veces, un rayo pequeñito de sol viene a iluminar mis
tinieblas, y entonces la prueba cesa un instante. Pero luego, el recuerdo de ese rayo, en vez de causarme alegría, hace todavía más densas mis tinieblas.
Nunca, Madre, he experimentado tan bien como ahora cuán compasivo y misericordioso es el Señor: él no me ha enviado esta prueba hasta el momento en que tenía fuerzas para soportarla; antes, creo que me hubiese hundido en el desánimo... Ahora hace que desaparezca todo lo que pudiera haber de satisfacción natural en el deseo que yo tenía del cielo... Madre querida, ahora me parece que nada me impide ya volar, pues no tengo ya grandes deseos, a no ser el de amar hasta morir de amor...
Al empezar la novena, yo le decía, Madre, que la Santísima Virgen tenía que curarme o bien llevarme al cielo, pues me parecía muy triste para usted y para la comunidad tener que cargar con una joven religiosa enferma. Ahora acepto estar toda la vida enferma, si eso le agrada a Dios, y me resigno incluso a que mi vida sea muy larga. La única gracia que deseo es que mi vida acabe rota por el amor.
No, no temo una vida larga, no rehuso el combate, pues el Señor es la
roca sobre la que me alzo, que adiestra mis manos para el combate, mis dedos para la pelea, él es mi escudo, yo confío en él (Sal CXLIII). Por eso, nunca he pedido a Dios morir joven, aunque es cierto que siempre he esperado que fuera ésa su voluntad.
¡De cuántas inquietudes nos libramos, Madre mía, al hacer el voto
de obediencia! ¡Qué dichosas son las simples religiosas! Al ser su única brújula la voluntad de los superiores, tienen siempre la seguridad de estar en el buen camino. No tienen por qué temer equivocarse, aun cuando les parezca seguro que los superiores se equivocan.
Yo me dedicaba sobre todo a amar a Dios. Y amándolo, comprendí que mi amor no podía expresarse tan sólo en palabras, porque: «No todo el que me dice Señor, Señor entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de Dios». Y esta voluntad, Jesús la dio a conocer muchas veces, debería decir que casi en cada página de su Evangelio.
Pero en la última cena, cuando sabía que el corazón de sus discípulos ardía con un inefable misterio de la Eucaristía, aquel dulce Salvador quiso darles un mandamientos nuevo. Y les dijo, con inefable ternura: os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros, que os améis unos a otros igual que yo os he amado. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros.
¿Y cómo amó Jesús a sus discípulos, y por qué los amó? No, no
eran sus cualidades naturales las que podían atraerle. Entre ellos y él la distancia era infinita. El era la Ciencia, la Sabiduría eterna; ellos eran unos pobres pescadores, ignorantes y llenos de pensamientos terrenos.
Sin embargo, Jesús los llama sus amigos, sus hermanos. Quiere verles reinar con él en el reino de su Padre, y, para abrirles las puertas de ese reino, quiere morir en una cruz, pues dijo: Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Sí, ahora comprendo que la caridad perfecta consiste en
soportar los defectos de los demás, en no extrañarse de sus debilidades, en edificarse de los más pequeños actos de virtud que les veamos practicar.
Pero, sobre todo, comprendí que la caridad no debe quedarse
encerrada en el fondo del corazón: Nadie, dijo Jesús, enciende una
lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el
candelero y que alumbre a todos los de la casa. |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Mie Nov 22, 2006 10:56 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Sí, lo se: cuando soy caritativa, es únicamente Jesús quien actúa en mí. Cuanto más unida estoy a él, más amo a todas mis hermanas. Cuando quiero hacer que crezca en mí ese amor, y sobre todo cuando el demonio intenta poner ante los ojos de mi alma los defectos de tal o cual hermana que me cae menos simpática, me apresuro a buscar sus virtudes y sus buenos deseos, pienso que si la he visto caer una vez, puede haber conseguido un gran número de victorias que oculta por humildad, y que incluso lo que a mí me parece una falta puede muy bien ser, debido a la recta intención, un acto de virtud. Y no me cuesta convencerme de ello, pues yo misma viví un día una experiencia que me demostró que no debemos juzgar a los demás..
La verdad es que en el Carmelo una no encuentra enemigos, pero sí que hay simpatías. Se siente atracción por una hermana, mientras que ante otra darías un gran rodeo para evitar encontrarte con ella, y así, sin darse cuenta, se convierte en motivo de persecución. Pues bien, Jesús me dice que a esa hermana hay que amarla, que hay que rezar por ella, aun cuando su conducta me indujese a pensar que ella no me ama: «Pues si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman». San Lucas, VI.
Por ejemplo, en el oficio de pintura nada es mío, lo sé muy bien. Pero si, al ponerme a trabajar, encuentro los pinceles y las pinturas en completo desorden, si ha desaparecido una regla o un cortaplumas, ya me pongo en un tris de perder la paciencia y tengo que armarme de todo mi valor para no reclamar con aspereza los objetos que me faltan.
A veces, ¿cómo no?, hay que pedir las cosas indispensables; pero si se hace con humildad, no se falta al mandamiento de Jesús, al contrario, se obra como los pobres, que tienden la mano para recibir lo que necesitan, y, si son rechazados, no se extrañan, pues nadie les debe nada. |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Mie Nov 22, 2006 11:04 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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No siempre es posible en el Carmelo practicar al pie de la letra las
enseñanzas del Evangelio. A veces una se ve obligada, en razón de su oficio, a negarse a hacer un favor. Pero cuando la caridad ha echado hondas raíces en el alma, se manifiesta al exterior. Hay una forma tan elegante de negar lo que no se puede dar, que la negativa agrada tanto como el mismo don. Es cierto que cuesta menos pedir un favor a una hermana que está siempre dispuesta a complacernos.
Pero Jesús dijo: «Al que te pide prestado, no lo rehuyas». Así pues, no debemos huir de las hermanas que tienen la costumbre de estar siempre pidiendo favores, con el pretexto de que tendremos que negárselos.
Ni debemos tampoco ser serviciales por parecerlo, o con la esperanza de que en otra ocasión la hermana a la que ahora ayudamos nos devolverá el favor, pues Nuestro Señor nos dice también: «Y si prestáis a aquellos de los esperáis recibir,
¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestar a otros pecadores con intención de cobrárselo. No, vosotros prestad sin esperar nada, y tendréis un gran premio».
Cuando alguien viene a decirnos con aire muy sincero: «Hermana,
necesito tu ayuda durante unas horas; pero no te preocupes, que ya tengo permiso de nuestra Madre, y en otra ocasión te devolveré el tiempo que me dediques, pues sé lo ocupada que estás», como realmente sabemos muy bien que ese tiempo que prestamos nunca se nos devolverá, preferiríamos decir:
Te lo regalo
Esto satisfaría nuestro amor propio, pues dar es un acto más generoso
que prestar, y además así hacemos saber a la hermana que no contamos con sus servicios...
¡Qué contrarias a los sentimientos de la naturaleza son las enseñanzas de Jesús! Sin la ayuda de su gracia, no sólo no podríamos ponerlas por obra, sino ni siquiera comprenderlas.
Si alguna vez me ocurre pensar y decir algo que les gusta a mis
hermanas, me parece completamente natural que se apropien de ello
como de un bien suyo propio. Ese pensamiento pertenece al Espíritu
Santo y no a mí, pues san Pablo dice que, sin ese Espíritu de amor, no
podemos llamar «Padre» a nuestro Padre que está en el cielo. El es, pues, muy libre de servirse de mí para comunicar a un alma un buen
pensamiento.
Si yo creyera que ese pensamiento me pertenece, me
parecería al «asno que llevaba las reliquias», que pensaba que los
homenajes tributados a los santos iban dirigidos a él.
No desprecio los pensamientos profundos que alimentan
¡Qué gran verdad es que sólo Dios conoce el fondo de los corazones...! ¡Y qué cortos son los pensamientos de las criaturas...! Cuando ven un alma con más luces que las otras, enseguida sacan la conclusión de que Jesús las ama a ellas menos que a esa alma y de que no las llama a la misma perfección.
¿Desde cuándo no tiene ya derecho el Señor a servirse de una de sus
criaturas para conceder a las almas que ama el alimento que necesitan?
En tiempos del faraón el Señor aún tenía ese derecho, pues en la Sagrada Escritura le dice a este monarca: «Te he constituido rey para mostrar en ti mi poder y para hacer famoso mi nombre en toda la tierra». Desde que el Todopoderoso pronunció estas palabras han pasado siglos y siglos, y su forma de actuar sigue siendo la misma: siempre se ha servido de sus criaturas como de instrumentos para realizar su obra en las almas. |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Mie Nov 22, 2006 11:07 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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El pincelito
Si el lienzo que pinta un artista pudiera pensar y hablar, seguramente no se quejaría de que el pincel lo toque y lo retoque sin cesar; ni tampoco envidiaría la suerte de ese instrumento, pues sabría que la belleza que lo adorna no se la debe al pincel sino al artista que lo maneja.
El pincel, por su parte, no puede gloriarse de haber hecho él la obra de
arte. Sabe que los artistas no se atan a un instrumento, que se ríen de las dificultades, que a veces les gusta escoger instrumentos débiles y
defectuosos... Madre querida, yo soy un pincelito que Jesús ha escogido para pintar su imagen en las almas que usted me ha confiado. Un artista no utiliza solamente un pincel, necesita al menos dos.
El primero es el más útil, con él da los colores comunes, y cubre totalmente el lienzo en muy poco tiempo; del otro, del más pequeño, se sirve para los detalles. Madre querida, usted representa el precioso pincel que la mano de Jesús toma con amor cuando quiere hacer un gran trabajo en el alma de sus hijas; y yo soy el pequeñito del que luego quiere servirse para los detalles menores.
La primera vez que llamo la atención a una hermana por sus faltas :
Reconoció con gran humildad que todo lo que le decía era verdad, me
prometió comenzar una nueva vida y me pidió, como un favor, que le
advirtiese siempre sus faltas. Al final, en el momento de separarnos,
nuestro afecto se había vuelto totalmente espiritual, no había ya en él nada de humano. Se hacía realidad en nosotras aquel pasaje de la Sagrada Escritura: «Hermano ayudado por su hermano es como una plaza fuerte».
A mi pobre compañera la prueba le pareció muy amarga, pero la firmeza que usted usó con ella acabó por triunfar. Y entonces fue cuando yo, tratando de consolarla, pude explicarle a quien usted me había dado por hermana entre todas las demás en qué consiste el verdadero amor.
Le hice ver que era a sí misma a quien amaba, y no a usted. Le conté cómo la amaba a usted yo, y los sacrificios que me había visto obligada a hacer en los comienzos de mi vida religiosa para no encariñarme con usted de manera puramente material, como el perro se encariña con su dueño. El amor se alimenta de sacrificios; y de cuantas más satisfacciones naturales se priva el alma, más fuerte y desinteresado se hace su cariño.
Nota : Esto sirve para todos los que tenemos la vocación del matrimonio.
¡Cuanto me alegro ahora de todas las renuncias que me impuse desde el comienzo de mi vida religiosa! Ahora gozo ya del premio prometido a los que luchan valientemente. Siento que ya no necesito negarme todos los consuelos del corazón, pues mi alma está afianzada en el Unico a quien quería amar. Veo feliz que, amándolo a él, el corazón se ensancha y que puede dar un cariño incomparablemente mayor a los que ama que si se encerrase en un amor egoísta e infructuoso.
Madre, desde que comprendí que no podía hacer nada por mí misma, la tarea que usted me encomendó dejó de parecerme difícil. Vi que la única cosa necesaria era unirme cada día más a Jesús y que todo lo demás se me daría por añadidura. Y mi esperanza nunca ha sido defraudada. Dios ha tenido a bien llenar mi manita cuantas veces ha sido necesario para que yo pudiese alimentar el alma de mis hermanas.
Le confieso, Madre querida, que si me hubiese apoyado lo más mínimo en mis propias fuerzas, pronto le hubiera entregado las armas...
De lejos, parece de color de rosa eso de hacer bien a las almas, hacerlas amar más a Dios, en una palabra modelarlas según los propios puntos de vista y los criterios personales. De cerca ocurre todo lo contrario: el color rosa desaparece..., y una ve por experiencia que hacer el bien es algo tan imposible sin la ayuda de Dios como hacer brillar el sol en plena noche...
Se comprueba que hay que olvidarse por completo de los propios gustos y de las ideas personales, y guiar a las almas por los caminos que Jesús ha trazado para ellas, sin pretender hacerlas ir por el nuestro. |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Mie Nov 22, 2006 11:17 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Preferiría mil veces ser reprendida que reprender yo a las demás. Pero entiendo que es muy necesario que eso me resulte doloroso, pues cuando obramos por impulso natural, es imposible que el alma a quien queremos hacer ver sus faltas entienda sus errores, ya que no ve más que una cosa: la hermana encargada de guiarme está enfadada, y pago los platos rotos yo, que estoy llena de la mejor voluntad.
Le he dicho, Madre querida, que yo misma había aprendido mucho
instruyendo a las demás. Lo primero que descubrí es que todas las almas sufren más o menos las mismas luchas, pero que, por otra parte, son tan diferentes las unas de las otras, que no me resulta difícil comprender lo que decía el P. Pichon: «Hay mucha más diferencia entre las almas que entre los rostros».
¡Qué grande es, pues el poder de la oración! Se diría que es como una
reina que en todo momento tiene acceso libre al rey y que puede alcanzartodo lo que pide.
Para ser escuchadas, no hace falta leer en un libro una hermosa fórmula compuesta para esa ocasión. Si fuese así..., ¡qué digna de lástima sería yo...! Fuera del Oficio divino, que tan indigna soy de recitar, no me siento con fuerzas para sujetarme a buscar en los libros hermosas oraciones; me produce dolor de cabeza, ¡hay tantas..., y cada cual más hermosa...! No podría rezarlas todas, y, al no saber cuál escoger, hago como los niños que no saben leer: le digo a Dios simplemente lo que quiero decirle, sin componer frases hermosas, y él siempre me entiende...
Para mí, la oración es un impulso del corazón, una simple mirada lanzada hacia el cielo, un grito de gratitud y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra, es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús.
La Santísima Virgen me demuestra que no está disgustada conmigo.
Nota : Esto lo dice porque le costaba concentrarse al rezar el rosario sola , pero la Madre se alegraba de ver su voluntad en ello y por supuesto en ver quien era .
Nunca deja de protegerme en cuanto la invoco. Si me sobreviene una
inquietud o me encuentro en un aprieto, me vuelvo rápidamente hacia ella, y siempre se hace cargo de mis intereses como la más tierna de las madres. ¡Cuántas veces, hablando a las novicias, me ha ocurrido invocarla y sentir los beneficios de su protección maternal...
Con frecuencia me dicen las novicias: «Tú tienes respuesta para todo.
Creía que esta vez iba a ponerte en un apuro... ¿De dónde sacas lo que nos dices?» Hay incluso algunas tan cándidas, que creen que leo en sus almas porque me ha sucedido anticiparme a decirles lo que pensaban.
No puedo decir que Jesús me lleve externamente por el camino de las
humillaciones. Se conforma con humillarme en lo hondo del alma. A los ojos de las criaturas todo me sale bien, sigo el camino de los honores, en cuanto es posible en la vida religiosa. Comprendo que si tengo que marchar por este camino que parece tan peligroso, no es por mí, sino por las demás. En efecto, si pasase por ser una religiosa llena de defectos, inepta, poco inteligente y alocada, usted, Madre, no podría dejarse ayudar por mí.
Por eso Dios ha echado un velo sobre todos mis defectos,
exteriores e interiores.
A veces ese velo me vale algunos cumplidos por parte de las novicias. Yo sé que no me los hacen por adularme, sino que son una expresión de sus sentimientos inocentes. Y la verdad es que no me producen la menor vanidad, pues traigo siempre presente en la memoria el recuerdo de lo que soy.
Y ésta es la conclusión que yo saco: en la recreación y en la licencia, debo buscar la compañía de las hermanas que peor me caen y desempeñar con esas almas heridas el oficio de buen samaritano. Una palabra, una sonrisa amable bastan muchas veces para alegrar a un alma triste. |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Sab Nov 25, 2006 7:30 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Nos vemos este domingo en el encuentro de oración .
Deben saber que a distintas horas posiblemente nos estaran acompañando personas de otras religiones .
Como era la idea primera nos juntamos con nuestros hermanos con el fin de orar juntos .
Para ello este encuentro tiene un hermanito en diálogo interreligioso.
Hay quedo abierto el primer encuentro para este mismo dia aunque no a una hora exacta como nosotros .
Se a iniciado a pasos tímidos y espero la ayuda de nuestro Señor por si es voluntad suya que siga por buen camino.
Dejo el archivo de mañana :
Ya quedó listo y destacado el artículo para el domingo 26:
http://es.catholic.net/laicos/771/2510/articulo.php?id=25256 |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Sab Nov 25, 2006 7:34 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Quieren ver los horarios del mundo a tiempo real .
Me pasaron de Catholic Net esta web con los horarios . Es increible.
Mira que buen enlace para buscar los horarios mundiales:
http://www.buscarportal.com/miniportales/zonas_horarias_mundiales.html
Dios les bendiga y bendiga a Catholic net . |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Sab Nov 25, 2006 7:37 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Nota :
La web de los horarios mundiales da como hora local la hora que tiene su ordenador .
Si la hora del ordenador esta mal , estará mal todo.
Deben regular entonces la hora local en su ordenador ( computadora ).
Saludos . |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Sab Nov 25, 2006 10:49 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Una tarde de invierno estaba yo, como de costumbre, cumpliendo con mi tarea. Hacía frío y era de noche... De pronto, oí a lo lejos el sonido
armonioso de un instrumento musical. Entonces me imaginé un salón muy iluminado, todo resplandeciente de ricos dorados; unas jóvenes
elegantemente vestidas se hacían unas a otras toda suerte de cumplidos y de cortesías mundanas. Luego mi mirada se posó sobre la pobre enferma a la que estaba sosteniendo: en vez de una melodía, escuchaba de tanto en tanto sus gemidos lastimeros; en vez de ricos dorados, veía los ladrillos de nuestro austero claustro apenas alumbrado por una lucecita. No puedo expresar lo que pasó en mi alma.
Lo que sí sé es que el Señor la iluminó con los rayos de la verdad, que excedían de tal forma el brillo tenebroso de las fiestas de la tierra, que no podía creer en mi felicidad...
No, no cambiaría los diez minutos que me llevó realizar mi humilde servicio de caridad por gozar mil años de fiestas mundanas...
Doy un testimonio que es muy conocido de Santa Teresita :
Durante mucho tiempo, en la oración de la tarde, yo me colocaba delante de una hermana que tenía una curiosa manía, y pienso que también... muchas luces interiores, pues rara vez se servía de algún libro. Verá cómo me di cuenta.
En cuanto llegaba esa hermana, se ponía a hacer un extraño ruido,
parecido al que se haría frotando dos conchas una contra otra. Sólo yo lo notaba, pues tengo un oído extremadamente fino (demasiado a veces). Imposible decirle, Madre, cómo me molestaba aquel ruidito. Sentía unas ganas enormes de volver la cabeza y mirar a la culpable, que seguramente no se daba cuenta de su manía.
Era la única forma de hacérselo ver. Pero en el fondo del corazón sentía que era mejor sufrir aquello por amor de Dios y no hacer sufrir a la hermana. Así que seguía quieta y trataba de unirme a Dios y de olvidar el ruidito...
Todo inútil. Me sentía bañada de sudor, y me veía forzada a hacer
sencillamente una oración de sufrimiento.
Pero a la vez que sufría, buscaba la manera de hacerlo sin irritarme, sino con alegría y paz, al menos allá en lo íntimo del alma. Trataba de amar aquel ruidito tan desagradable: en vez de procurar no oírlo (lo cual era imposible), centraba toda mi atención en escucharlo bien, como si se tratara de un concierto maravilloso, y pasaba toda la oración (que no era precisamente de quietud) ofreciendo aquel concierto a Jesús. |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Sab Nov 25, 2006 10:50 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Que gran frase :
El Señor es tan bueno conmigo, que no puedo tenerle miedo. Siempre me ha dado lo que deseaba, o, mejor dicho, me ha hecho desear lo que quería darme.
Nota :
Si, Santa Teresita lo dice muy bien . Es imposible tenerle miedo a Jesús sino amarle con profundidad.
Si bien es verdad que de todo amor aparece un temor. Pero ese temor , es un temor a dañar ese amor.
Nuestros pecados nos alejan de Jesús pero a través de la confesión y del propósito de enmienda se recupera la gracia preciosa de seguir amándolo sin condiciones .
Y he aquí que Jesús no sólo me ha concedido la gracia que deseaba, sino que me ha unido con los lazos del alma a dos de sus apóstoles, que se han convertido en hermanos míos...
Quiero contarle detalladamente, Madre querida, cómo Jesús colmó mi deseo, e incluso lo superó, pues yo sólo deseaba un hermano sacerdote que se acordase de mí a diario en el altar santo.
Fue nuestra Madre santa Teresa quien, en 1895, me envió como ramillete de fiesta a mi primer hermanito. Estaba yo en el lavadero, muy ocupada en mi faena, cuando la madre Inés de Jesús me llamó aparte y me leyó una carta que acababa de recibir. Se trataba de un joven seminarista que, inspirado por santa Teresa -decía él-, pedía una hermana que se dedicase especialmente a la salvación de su alma y que, cuando fuese misionero, le ayudase con sus oraciones y sacrificios a salvar muchas almas.
Por su parte, él prometía tener siempre un recuerdo por la que fuese su hermana cuando pudiera ofrecer el santo sacrificio. Y la madre Inés de Jesús me dijo que quería que fuese yo la hermana de ese futuro misionero.
Nota : He visto un libro de las cartas que se escribían Santa Teresita con un misionero , debe ser una auténtica joya , pero como sería imposible poder aportar algo mas por falta de tiempo no lo compre. Pero lo digo para que sepan que existe y quien quiera pueda comprarlo.
El mes que viene tendremos otro invitado lleno de Santidad y no podré leer otro libro que no esté referido a su vida .
Cuando sea deseo de Dios , ya podré leer otros libros que amplíen los conocimientos de las personas Santas que tanto estamos queriendo.
Dios le reservaba a usted, Madre querida, la consumación de la obra comenzada. Es muy cierto que a los misioneros podemos ayudarlos por medio de la oración y el sacrificio. Pero a veces, cuando Jesús quiere unir dos almas para su gloria, permite que de tanto en tanto puedan comunicarse sus pensamientos y animarse así mutuamente a amar más a Dios.
Pero para ello se requiere la voluntad expresa de la autoridad, pues me parece que de lo contrario esa correspondencia haría más mal que bien, si no al misionero, sí al menos a la carmelita, llamada de continuo por su género de vida a vivir replegada sobre sí misma. Y entonces esa correspondencia (incluso esporádica) pedida por ella, en vez de unirla a Dios, ocuparía su espíritu; imaginándose el oro y el moro, no haría otra cosa que buscarse, bajo color de celo, una distracción inútil.
Nota : La vida de los misioneros se me a revelado como una vida muy dura y áspera . Debemos unirnos a ellos en oración para que sus obras y sus vidas reflejen con exactitud las promesas de Dios a los hombres .
Por falta de tiempo no pude escribir una carta que unos misioneros salesianos remitieron en el año 2004 . En ella se leía que unos soldados creyendo que estaba ocultando un enemigo del estado estuvieron golpeando a estos misioneros . Uno de ellos lo contaba y decía que lo que había visto no lo olvidaría jamás ,
¿ Como se puede dar golpes con la culata de un arma en la cabeza a un hombre de setenta años ( misionero ) y como éste fortalecido por Dios no decir nada en absoluto ?.
Por la noche , estando en los calabozos veía como este misionero rezaba por ellos . |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Sab Nov 25, 2006 10:50 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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De la misma manera, cuando hablo con una novicia, procuro hacerlo
mortificándome y evito hacerle preguntas que puedan satisfacer mi
curiosidad. Si ella empieza a hablar de una cosa interesante y luego, sin terminar la primera, pasa a otra que me aburre, me guardo muy bien de recordarle el tema que ha dejado a un lado, pues creo que no se puede hacer bien alguno cuando uno se busca a sí mismo.
Nota : Buscarse a uno mismo, esta siendo el gran reto de nuestros tiempos . Las consecuencias de ello ( buscarse a uno mismo ) nos están dejando un mundo cargado de egoísmo y bajeza humana , donde el hermano deja de serlo a no ser que lo sea por interés propio.
Cuando pienso que le estoy escribiendo pormenorizadamente tantas cosas que usted conoce tan bien como yo, no puedo evitar la risa. En fin, Madre querida, no hago más que obedecerla.
Nota : Detrás de esta frase se esconde la persona que tanto se hace querer .
Nunca había visto antes una pequeñez mas linda y bella.
Como habréis comprobado esta muy justificado que le dijera “ encantadora “ a esta santidad . No es un atributo pequeño para mi pues con la misma palabra he presentado alguna vez a mi propia Madre , la Virgen maría . “ encantadora “ , Madre del encanto y de la dulzura , Flor de todas las flores , Belleza sin fin , Amor libre y grande del cielo.
En el fondo, Madre, yo pensaba igual que usted. Es más: ya que «el celo de una carmelita debe abarcar el mundo entero», espero, con la gracia de Dios, ser útil a más de dos misioneros y nunca me olvidaré de rezar por todos, sin dejar de lado a los simples sacerdotes, cuya misión es a veces tan difícil de cumplir como la de los apóstoles que predican a los infieles.
En una palabra, quiero ser hija de la Iglesia, como nuestra Madre santa Teresa, y rogar por las intenciones de nuestro Santo Padre el papa, sabiendo que sus intenciones abarcan todo el universo.
Esta es la meta global de mi vida. Pero esto no me habría impedido rezar y unirme de una manera muy especial a la actividad de mis angelitos queridos si ellos hubiesen sido sacerdotes. |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Sab Nov 25, 2006 10:54 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Lo entiendo, Señor. Cuando un alma se ha dejado fascinar por el perfume embriagador de tus perfumes, ya no puede correr sola, todas las almas que ama se ven arrastradas tras de ella. Y eso se hace sin tensiones, sin esfuerzos, como una consecuencia natural de su propia atracción hacia ti.
Como un torrente que se lanza impetuosamente hacia el océano
arrastrando tras de sí todo lo que encuentra a su paso, así, Jesús mío, el alma que se hunde en el océano sin riberas de tu amor atrae tras de sí todos los tesoros que posee...
Oración :: Jesús mío , caminaré hacia Ti . Pero no solo , vendré con mis hermanos .
Pero, finalmente, también para mí llegará la última noche, y entonces quisiera poder decirte, Dios mío: «Yo te he glorificado en la tierra, he coronado la obra que me encomendaste. He dado a conocer tu nombre a los que me diste. Tuyos eran y tú me los diste. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido y han creído que tú me has enviado. Te ruego por éstos que tú me diste y que son tuyos.
Nota : Estas palabras me recuerdan las que también dijo el Padre Pio y observo con mucha alegría como todos los Santos parecen estar conectados a través de Dios . – Por sus obras los conoceréis .
El Padre Pio decía que en la era de la muerte debemos decir las mismas palabras que Jesús ... Padre , toda esta consumado para tu Gloria . Esto no son las palabras exactas pues las estoy diciendo de memoria .
El amor llama al amor. Por eso, Jesús mío, mi amor se lanza hacia ti y
quisiera colmar el abismo que lo atrae. Pero, ¡ay!, no es ni siquiera una gota de rocío perdida en el océano... Para amarme como tú me amas, necesito pedirte prestado tu propio amor. Sólo entonces encontraré reposo. Jesús mío, tal vez sea una ilusión, pero creo que no podrás colmar a un alma de más amor del que has colmado la mía. Por eso me atrevo a pedirte que ames a los que me has dado como me has amado a mí.
Si un día en el cielo descubro que los amas más que a mí, me alegraré, pues desde ahora mismo reconozco que esas almas merecen mucho más amor que la mía. Pero aquí abajo no puedo concebir una mayor inmensidad de amor del que te has dignado prodigarme a mí gratuitamente y sin mérito alguno de mi parte.
Un sabio decía: «Dadme una palanca, un punto de apoyo, y levantaré el mundo». Lo que Arquímedes no pudo lograr, porque su petición no se dirigía a Dios y porque la hacía desde un punto de vista material, los santos lo lograron en toda su plenitud.
El Todopoderoso les dio un punto de apoyo: El mismo, El solo. Y una palanca: la oración, que abrasa con fuego de amor. Y así levantaron el mundo. Y así lo siguen levantando los santos que aún militan en la tierra. Y así lo seguirán levantando hasta el fin del mundo los
santos que vendrán.
Sí, estoy segura de que, aunque tuviera sobre la conciencia todos los
pecados que pueden cometerse, iría, con el corazón roto de
arrepentimiento, a echarme en brazos de Jesús, pues sé cómo ama al hijo pródigo que vuelve a él.
Fin de libro .
Nota : Hace tiempo que no conseguíamos acabar un libro . Dedico este trabajo a nuestra amiga Santa Teresa de Jesús , pues de ella solo pude dar una pincelada muy pequeña de su larga obra . Esta es la historia de una de sus florecillas .
A través del tiempo que estoy en los foros he visto varias veces como las personas nos hemos preguntado ¿ Cual es la voluntad de Dios hacia mi ? ¿ Que misión tengo que hacer yo ?
Creo poder responder que existe una misión común a todos los hombres y es misión primera.
Amar a Dios sobre todas las cosas y bajo ese amor hacer el bien a todas las almas .
Esta es sin duda la misión primera y la primera voluntad de Dios para todos nosotros .
Para los que tenemos la vocación del matrimonio también hay una preciosa misión que cumplir .
Caminamos hacia Dios , pero a veces en los matrimonios y dadas las circunstancias de cada uno , unos se acercan mas a Dios que otros .
Es nuestro deber y un gran acto de amor , recordar siempre a nuestras parejas de donde viene la luz , de donde el amor .
Se podría decir de manera poética que uno resucita al otro a la vida , no le deja morir ni dormir para estar pendiente cada día de las bendiciones que Dios reparte entre todos los matrimonios que le entregaron su promesa de amor.
Esto me hace recordar una canción que me gusta . Como no la puedo poner dejo su letra y recuerden , despierten a sus parejas a Dios , esto es voluntad de Dios .
Mandamiento primero : Amarás a Dios sobre todas las cosas .
Artista: Amaral
Album: Pájaros en la cabeza
Canción: Resurreción
Siento que mi alma se encuentra perdida
que se juntan la noche y el día
siento que si te veo
terremotos recoren todo mi cuerpo
Haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida
Antes de llegar siquiera a conocerte
mucho antes ya te quería
como lo inalcanzable
sí, así, así te quería
Haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida
tú haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida
haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida
Quiero un mundo nuevo
mi corazón no lo compra el dinero
quiero palmas que acompañen a mi alma
Haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida
tú haces que se vaya mi melancolía
me devuelves de nuevo a la vida
me devuelves de nuevo a la vida
Resurreción |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Lun Nov 27, 2006 10:38 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Pio XI había reconocido que " por orden de su superiora " Teresa había escrito para edificación y salvación de un gran número, la Historia de su alma con el fin de mostrar el camino que lleva a la plenitud del Amor. |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Mar Nov 28, 2006 11:37 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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SENTIDO EVANGÉLICO DE LA ESPIRITUALIDAD
DE TERESA DE LISEUX (P. Liagre)
EL DESEO DE AMAR
"Amemos pues a Dios, puesto que Dios nos amó el primero".
¿Qué efecto producirá en un alma sincera la fe en el Amor Misericordioso de Dios?
Respondo: "el deseo de amar". En la doctrina de Sta.Teresa del Niño Jesús, es elemento tan
esencial como su fe en el Amor. Cuando un alma se persuade de que Dios Nuestro Señor, en
su Amor Misericordioso, la ama infinitamente, a pesar, a causa de su miseria; cuando lo cree
con una fe interna, inquebrantable, brota en ella un deseo; amarle, entregarse sin reserva a la
acción Misericordiosa del Amor.
No puede ser de otro modo; en el alma humana hecha para amar, e impotente para
hacerlo cual quisiera, el deseo, precede y despierta el amor. ¿No es éste precisamente el
mensaje Evangélico a las almas degeneradas por el pecado? "Señor, dame de ese agua".
Todo el Evangelio está contenido en esas palabras. Y es maravilloso ver de qué manera tan
sencilla y eficaz ha conseguido el Señor inspirar al alma pecadora el deseo, la confianza de
alcanzar el amor. Es el Evangelio vivo.
Así lo entendió Teresa al leer en San Juan el pasaje de Jesús y la Samaritana. "Dios
Nuestro Señor que no necesita de nadie, no teme hacerse mendigo del amor de su criatura . Y
dice la Santa abriendo de par en par su alma: "La palabra de Jesús moribundo, "Tengo sed”,
resonaba constantemente en mi corazón y lo encendía en un ardor desconocido. Anhelaba
calmar la sed de mi Amado" . En los tratados de espiritualidad se observan dos tendencias o
escuelas. La una considera el amor como término de la perfección; la otra como principio o
punto de partida. Teresa pertenece, sin género de duda, a esta segunda escuela. Tan clara es
en ella esta tendencia, que al principio, no pocos partidarios de la tendencia opuesta se
escandalizaron.
El amor es en ella el motor que impulsa al alma y la fortalece en la vía del
renunciamiento. En este sentido puede decirse que fue antes mística que asceta. Su ascética
está enteramente orientada hacia la mística. En realidad todas las escuelas, todos los autores
espirituales coinciden en considerar el "deseo de la perfección" como propio de principiantes;
pero pocos son los que dan a ese deseo su verdadero nombre; ¡amor!
Más bien dan a entender que el amor es el término; lo presentan como una
recompensa a los esfuerzos del alma. Eso equivale a conducirla por caminos rudos y
trabajosos; la ascensión es lenta, a veces triste, con frecuencia estéril y deprimente. Teresa por
el contrario, sintió que la confianza dilataba su alma, y llena de santa audacia quiso amar
desde el principio. De ahí su alegría, su valor y fortaleza en medio de su miseria.
Su pensamiento se traduce en una carta a su prima María Guérin: "Me pides un medio
para llegar a la perfección; no conozco más que uno; el Amor". No pudo expresar su idea con
mayor claridad. El Amor es el único medio. En su tendencia hacia la santidad - nos dice en su
Historia de un alma- sólo conoce un camino: "Lo único que deseo es agradar a Jesús". Es
decir, amarle. Es el secreto de Teresa; deseo humilde y confiado de amar a Dios. Humilde,
porque reconoce la propia nada. Confiado, porque todo lo espera de Dios que es Amor
Misericordioso.
Aquí se ve con la mayor evidencia la necesidad de la fe en el Amor Misericordioso. Se
palpa al mismo tiempo su eficacia omnipotente que convierte en motivo de confianza la
consideración de la propia miseria, causa no pocas veces de depresión o desaliento. Este no
tiene lugar en el alma que cree en la incomparable bondad de Dios. Creer en su Amor y
esperarlo todo de El, es tributarle la gloria que espera de nosotros. Repitámoslo: esto es puro
Evangelio.
El Amor atrae hacia Sí a los que están lejos de El, el hijo pródigo, la mujer adúltera, la
Samaritana, María Magdalena. Las páginas de ese libro divino no son otra cosa que un
llamamiento del Amor que invita al amor, a los miserables, a los pobres, a los impotentes y
débiles, es decir, a los hombres todos. Invitación que implica una gracia particularísima;
despierta en el alma el deseo de entregarse sin reserva al Amor Misericordioso, y la confianza
gozosa de vivir en El y para El.
¿Quién es Aquel que atrae a la joven religiosa? Es el Amor Infinito, infinitamente
amable, que tiene sed del amor de su criatura, pobre e impotente. Ante ese Amor infinito,
¿cómo poner límites al amor humano?
Notemos de paso, que en la misma proporción en que crecen sus deseos, crece
también el sentimiento de su miseria, de su impotencia, de su debilidad, de su pequeñez.
Teresa es el modelo del alma que, sincera y sencillamente, se entrega al deseo de amar,
deseo que llega a ser ilimitado. Esto se explica fácilmente. Dios Nuestro Señor, sediento del
amor de su criatura, enciende en el alma que se le entrega, un fuego divino que la consume,
acrecentando en ella hasta lo infinito esos santos deseos. Lo que nos enseña la Teología de
nuestra participación en la naturaleza divina, divinización del alma humana por la gracia, y su
transformación en Dios, no son sino fórmulas que expresan la acción del Dios Amor en orden a
la transformación del alma. Somos transformados en su misma imagen, conforme al Espíritu
del Señor.
La vida de Teresa del Niño Jesús es la enseñanza viva de esta profunda teología,
enseñanza que está al alcance de todos. Su vida es una prueba palpable de que las almas
pequeñas pueden alcanzar el amor en una vida ordinaria sin éxtasis ni revelaciones. No por los
actos heroicos, sino por su fe en el Amor Misericordioso.
Creamos en la palabra de Teresa: "No he dado Dios más que amor" . Y recojamos
celosamente la respuesta ya citada a una de sus hermanas que, la víspera de su muerte, le
pedía una palabra de despedida: "Lo único que vale es el Amor". He aquí una síntesis del
Evangelio. |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Mar Nov 28, 2006 11:57 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Esto para mi esta bastante generalizado.
Quien busca la perfección normalmente se encuentra con su inteligencia.
En cambio quien busca el amor se encuentra con el corazón .
Para mi el principio del camino también es el amor . No es de extrañar pues nosotros los humanos estamos hechos de amor , por amor , para amar y para dejarnos amar.
El camino del amor es camino de perfección .
También es verdad que algunos buscando la perfección se encontraron con el corazón pero éstos fueron sinceros y abiertos en sus caminos.
Los caminos de perfección cuando se toman de inicio muchas veces se separa de nuestra fe católica porque el catolicismo es el que ampara al humilde , al sencillo y no todas las personas son así .
Los que se alimentan de vanidad y orgullo muchas veces se ven desterrados por ellos mismos del catolicismo. Que gran error pues los caminos del amor , el camino de los sencillos llegan a la perfección y ésta es Dios mismo.
Si me preguntaran Teniendo la Santa Biblia en la mano ¿ Como puedo comprenderla mejor ?
Diría que teniendo en cuenta que esta escrita por Tu Padre y consumada por Su Hijo que nació de Tu Madre .
Si estos misterios son entendidos en el corazón con la ayuda del Espíritu Santo su lectura te abrirá a un mundo nuevo .
Me resulta muy curioso al conocer la vida de algunos Santos ( nuestros amigos ) que ellos nacieron mucho antes de que yo naciera .
Cuando nací ya estaban sus libros y es ahora a estas alturas cuando me he dado cuenta de la gran riqueza que durante este tiempo a estado oculta por mi culpa.
Las palabras estaban ahí , sus vidas ya existieron pero estaba desaprovechado por mi parte.
La Beata Ana Catalina decía que cada día bajaban del cielo muchas bendiciones de los Santos y de nuestra Madre pero estas caían eran desperdiciadas por nosotros .
Ahora estoy mas atento a ello , solo ha sido posible al reconocer que Mi Padre siempre a estado ahí amándome y al compartir ese amor es cuando uno despierta definitivamente a la verdad .
La verdad eres Tu . Dios Padre . Creador de todo lo visible e invisible . Tu , Padre .
Dios les Bendiga . |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Mie Nov 29, 2006 7:39 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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HUMILDAD
Jesús, llamando a Sí a un niño... dijo: "El que se hiciere pequeño como este niño, es el mayor en el reino de los cielos".
Estas palabras en boca del Salvador, parecen una revelación de la santidad de Teresa.
Se cuenta que un día una Religiosa de la Visitación, dijo a San Francisco de Sales: "Yo quisiera llegar al amor por la humildad". Y yo, respondió el santo, "deseo llegar a la humildad por el amor". Palabras profundas que muestran la afinidad de alma existente entre el Santo Obispo y la Carmelita de Lisieux.
Representémonos a esta alma, profundamente Impresionada, casi sobrecogida, al considerarse objeto del Amor Misericordioso de Dios. ¿Qué efecto producirá en ella la vista de su pequeñez, de su miseria, de su nada?
No podrá menos de comprender que si Dios se inclina hacia la criatura para manifestar en ella su Amor Misericordioso, es precisamente a causa de su miseria. Lejos pues de desanimarse se alegrará de reconocerse ante el Señor tal cual es.
Ese conocimiento será el medio, la condición necesaria para recibir las comunicaciones del Amor Misericordioso. Olvidar, ignorar la propia pequeñez equivaldría a hacerse indigna del Amor Misericordioso de Dios. Viéndose por el contrario envuelta en la infinita Misericordia, descansará humildemente en el conocimiento de su miseria que considera a la luz de la fe.
Tal consideración le produce una alegría inefable. Este es el espíritu de Teresa. La luz de la verdad
divina inunda su alma. La vista de su miseria no es sino un medio para comprender mejor la Bondad del Amor Misericordioso. Para ella descansar en su pequeñez es descansar en Dios.
La humildad, en frase de la gran Santa Teresa de Ávila, es la verdad. Palabra exacta. Pero Teresa del Niño Jesús ha sabido proyectar una nueva luz sobre esa frase de su Madre. El alma de Teresa es el mejor tratado de la humildad. Paréceme que los tratados sobre esta virtud, en especial los que pretenden explicarla con cierta profundidad, fácilmente ocasionan equívocos en materia de humildad.
De tal manera complican la teoría, que inevitablemente dificultan la práctica. Y nada más sencillo que la humildad; complicarla es deformarla. Señalar procedimientos, proporcionar fórmulas, escalonarla por grados equivale a fomentar la ocupación propia, siendo así que la humildad consiste precisamente en el olvido de sí mismo
¿Cómo conseguirlo? Cada vez que comprobemos nuestra imperfección y pobreza,
volver la mirada a Dios dulcemente. La confianza plena en su Amor Misericordioso, es el mejor
homenaje al Padre de las Misericordias, homenaje que le es infinitamente agradable. Fe en su
Amor, y confianza en su Misericordia, es en realidad el único medio verdadero de unirnos a
Dios en la verdad.
El deseo de amar, si es sincero, ha de ser humilde, pues lo que pretende es, no encontrar al Amor por sus propios esfuerzos, sino atraerlo hacia sí por la exposición de sus necesidades El deseo de amar al Amor Misericordioso, implica el reconocimiento de la propia nada y supone una actitud humilde que glorifica a Dios y despierta el amor. Así y solo así se puede amar la propia pequeñez.
Se comprende pues, que los Santos, y muy particularmente nuestra Santa, se hayan gozado en la contemplación de su pobreza y pequeñez. "Sí, Dios mío, me siento feliz de comprobar mi debilidad en vuestra presencia, y mi corazón permanece en paz" .
"Quien conoce su miseria no se mira a sí mismo, sino al Amado" Este es el verdadero desprecio de sí, el auténtico olvido propio. Teresa lo experimentó y siente una necesidad creciente de sumergirse en él. No se hace ilusiones: con toda sinceridad confesará en los últimos días de su vida: "Qué feliz me siento de verme tan imperfecta, tan necesitada de la Misericordia divina en la hora de mi muerte". Y añade: "Tengo muchas flaquezas, pero no me sorprendo... Es tan dulce sentirse débil y pequeña"
¡Cuánto sabor encierra esa palabra, "es tan dulce!" Es la satisfacción de quien vive la verdad, de quien se reconoce ante Dios tal cual es. Teresa sabe que para acercarse a Dios, para pensar como Dios, para unirse a Dios, ha de permanecer tranquila y gozosa en el desprecio y olvido de sí.
¿Qué hacer en las caídas que se repiten con frecuencia? "Una mirada a Jesús -¡siempre esa mirada de confianza y de amor!- reconociendo la propia miseria, es la mejor reparación". Que borra las faltas y las convierte en motivos de amor. Teresa es un alma de luz; ama sinceramente su pequeñez y debilidad porque lejos de ser obstáculo al amor de Dios, le ayudan a olvidarse de sí, condición necesaria para amar a Dios solo.
No hay que confundir la humildad con la pusilanimidad: Comprendiendo que a los ojos de Dios "lo único que vale es el amor", fomenta en su alma los deseos de acrecentarlo más y más en el ejercicio de las pequeñas virtudes, los pequeños sacrificios, las mil naderías de la vida ordinaria. "Las obras extraordinarias -dice- no están a mi alcance. ¿Cómo demostraré a Dios mi amor, si éste se prueba en las obras? Por mis pequeñas acciones y sacrificios. ¡Como niña, sembraré de flores su camino! -Y añade-, y Jesús las mirará complacido".
El amor engendró y perfeccionó la humildad. El amor de Dios entra libremente en el corazón que a El se entrega y devora, consume, arroja fuera todo resabio de estima y de amor propio. La luz expulsa las tinieblas. Teresa sabe lo que dice cuando trata de convencer a las almas deseosas de amar, de que sólo aceptando su pequeñez y pobreza podrán hacerlo cual quisieran. Para pertenecer a Jesús hay que ser pequeña. He ahí la perfección. Esto no deja de ser un privilegio, pero ¡cuánta humildad se necesita para aceptarlo! ¡Y qué pocas almas aspiran a ser desconocidas!
Casi inconscientemente, en nuestros deseos de perfección, alimentamos la secreta pretensión de ser algo; tal pretensión es un obstáculo para el Amor. No puede el Señor realizar en el alma su obra, sin abolir la preocupación propia que se opone al desarrollo y a la consumación de la humildad.
El amor sólo se alcanza en la humildad o por la humildad. Poco antes de morir, Teresa, consumada en el amor divino y abismada en las tinieblas de una noche oscura decía: "Lo único que veo es mi propia nada". No tenemos pues dificultad en corroborar el juicio que de sí misma se había formado nuestra Santa. "La obra más grande que el Todopoderoso ha realizado en mí, es el haberme mostrado mi pequeñez y mi impotencia para todo bien" .
El Amor Omnipotente hizo el vacío en aquella alma, que le estaba enteramente entregada; esta fue su obra, su verdadera obra maestra. |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Mie Nov 29, 2006 8:13 pm Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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AMANECER.
Es verdad , no es correcto ver una flor o una nube y decir he visto a Dios en ello . Pero si es correcto decir “ he visto la Gloria de Dios en .... “.
Tampoco es cierto que Dios se ponga a pintar el amanecer , pero El creo los vientos , las luces , el sol , todo lo creo y le dio un poder tan sublime que mezclándose forman cada día un bello amanecer .
El es nuestro pintor , nuestro gran diseñador .
Cada día se forma en torno nuestro un nuevo amanecer , si nos fijamos cada día es distinto, Nunca desde la formación del universo ni en un lugar determinado del planeta se a podido ver un amanecer repetido.
Por eso la invitación para amar a Dios se renueva cada día , parece como que el Padre no desea otra cosa que preguntarnos a diario si le estamos amando. Porque El si se acuerda cada día , no se olvidó ni un solo día.
Cada mañana , especialmente estos últimos días que me toca viajar para ir al trabajo cuando circulo por la carretera y veo los distintos amaneceres de varios pueblos parece que Dios se dirige a nosotros y nos dice “ HOLA , Buenos días . Te amo . ¿ Me amas tu ?.
Amaneceres : unos con gran luz como las brillantes soluciones que a veces damos a nuestros problemas o cuando en la iglesia miramos a la Virgen María con ojos de amor y parece que ella contesta ..... Yo también a ti .
Otros tristes , que nos producen melancolía , que nos recuerdan aquellas ideas nuestras que se convirtieron en polvo porque no fueron voluntad de nuestro Padre .
Luces , nubes , sombras , en fin un gran cuadro del gran pintor que diseño este mundo.
Cuando estemos derrotados , hundidos , cargados de problemas pensemos que mañana será un nuevo día y como siempre nuestro Padre nos volverá a regalar un nuevo amanecer único e inimitable .
Padre , nos uniremos a Tu amanecer y en el despertaremos de todos nuestros problemas para entregártelos a Ti y ser Tu nuestro guía , nuestra luz y nuestra única verdad fuente de vida y esperanza .
En Ti confiamos .
Enséñanos a caminar y dinos cuál es el camino para volver a nuestro hogar , de donde salimos. ,- enséñanos a volver a tus dulces manos .
Fotos de María Calzada y Jose.
Ajalvir ( Madrid )
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Vie Dic 01, 2006 1:02 am Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Escrito por el Padre Liagre .
CONFIANZA
"Humildad que produce desaliento, es falsa humildad", decía el Cura de Ars. Pero,
¿cómo es posible no desalentarse a la vista de la propia debilidad e impotencia? "La santidad
consiste en una disposición del corazón que nos hace humildes y pequeños en manos de Dios,
conscientes de nuestra debilidad y con una confianza casi audaz en la Bondad de nuestro
Padre". Esto es puro Evangelio.
La confianza equilibra el alma. ¿Habrá que llamarla correctivo de la humildad? No, la
humildad no necesita corrección, digamos más bien "contrapeso". Humildad y confianza; a
estas dos palabras se puede reducir toda la espiritualidad de Santa Teresa del Niño Jesús. De
hecho esas virtudes son el desarrollo normal de su alma; de toda alma que tiene fe en el Amor
infinito de Dios hacia la criatura. Desde este punto de vista, humildad y confianza se
compenetran, casi se confunden; en efecto, el alma no podría alegrarse en la consideración de
su debilidad y miseria, si no tuviera la seguridad de ser objeto del Amor Misericordioso.
Pero la certeza de ese Amor le mueve a gozarse tanto más cuanto mejor conoce su
pequeñez y su nada; no puede menos de alegrarse sabiendo que el Amor Infinito de quien lo
espera todo, es el Omnipotente. Si "la humildad que descorazona es falsa humildad" no es una
virtud. No lo es porque no tiene el contrapeso de la confianza en el Amor; no lo es porque no se
ha enraizado en la fe, en el Amor Misericordioso, base y fundamento de la confianza.
¡Humildad y confianza! Dos virtudes inseparables en la perfección cristiana;
inseparables porque son complementarias. La humildad sin confianza lleva a la pusilanimidad,
al desaliento. La confianza sin humildad conduce a la presunción y a la temeridad.
La vida de Teresa está como impregnada de confianza, ¡confianza de niña! Esto
explica el matiz verdaderamente infantil de su humildad, su predilección por todas aquellas
expresiones, imágenes y comparaciones que conducen al alma a la infancia espiritual. Toda
ella está penetrada de confianza filial.
En la vida espiritual de Santa Teresa de Lisieux, el punto de partida, lo hemos dicho,
son los deseos; deseos inmensos, ilimitados. ¿Cómo explicar tales deseos en esta niña tan
consciente de su pequeñez? Evidentemente, por la confianza; confianza filial en la bondad de
Dios, su Padre. Sabe que el amor de Dios a la criatura es enteramente gratuito; sabe y cree
con fe firmísima, que ese Dios que es Amor, desea comunicársele.
Según eso, limitar sus
deseos de amar sería indicio de desconfianza; desconfianza, no de sí misma sino de Dios. No
limitará pues sus deseos, porque tampoco tiene límites su confianza en el amor de Dios hacia
ella. Reconociéndose como un átomo insignificante, pero con capacidad para amar, se deja
atraer y se sumerge en la hoguera del Amor Infinito que quiere llenarla de El, sumergirla en El,
y transformarla como El en amor...
La confianza que se fundamenta en esta fe, en esta seguridad, no puede tener límites;
de ella brotan los deseos, también ilimitados de perfección, de santidad, de amor. Cuando
considero el espíritu de nuestra Santa, me viene a la memoria una profunda reflexión del P.
Faber; "la virtud menos cultivada en la vida espiritual es la esperanza".
La vida de Teresa es,
como por contraste, una confirmación clara y decisiva de esa frase. La esperanza, es decir, la
confianza, dilata su alma y la lleva a la cima de la santidad.
Esta virtud desempeña un papel de primer orden en la santidad de la Santa Carmelita.
Ante este género de santidad tan sencilla y atrayente, no pocas almas se detienen dando oídos
a esta reflexión desalentadora: "Teresa fue favorecida por gracias verdaderamente
extraordinarias". ¿De dónde viene esta idea? Supone un desconocimiento de lo que significa
en la vida y en la doctrina de Teresa la virtud de la confianza.
Puesta esta virtud como base
esencial e insustituible de la santidad, deja de ser inverosímil que un alma, por pequeña y
pobre que sea, quiera elevarse a la vida de intimidad con Dios. Es evidente por el contrario,
que sin la confianza basada en el Amor Omnipotente de Dios, fallará por su misma base todo
esfuerzo, todo deseo. La confianza es, pues, la llave del "Caminito" de Teresa del Niño Jesús.
Sólo la confianza podrá conciliar la incompatibilidad existente entre dos extremos; la
debilidad de las almas y la fortaleza que les es necesaria; esta virtud es el puente
imprescindible entre la humildad y la magnanimidad.
El alma confiada sentirá que en la medida de su debilidad aumenta su fortaleza. Solo la
confianza explica esta paradoja. La confianza es la fortaleza de Dios, la Omnipotencia de Dios
al servicio del alma; el alma verdaderamente confiada obliga a Dios, en virtud de la gratuidad
de su amor, a realizar en ella su obra santificadora. Teresa tiene la convicción profunda de que
Dios es el autor de la santidad. Viéndose débil e impotente hace suya la Omnipotencia divina,
mediante la confianza en el amor infinito y gratuito de Dios. Y con él se siente fuerte; de ahí sus
deseos, sus resoluciones, sus obras que alcanzan limites extremos.
¿Tendremos que citar los textos en que la Santa nos descubre su confianza? Son
numerosos pues tanto sus palabras como sus escritos abundan en esos sentimientos. "Jesús
todo lo puede; la confianza hace milagros". Oigamos su llamamiento, sin atribuir estas palabras
a los excepcionales dones de Teresa:
"¡Oh si las almas débiles e imperfectas como la mía,
sintiesen lo que yo siento, ninguna desconfiaría de llegar a la cima de la montaña del Amor!" .
¿Qué es pues lo que siente? Que la confianza hace posible lo imposible. "La confianza hace
milagros". "El recuerdo de mis faltas me humilla... pero me habla más aún de misericordia, de
amor. Cuando llena de confianza filial arrojo esas faltas en la ardiente hoguera del amor, no
pueden menos de ser consumidas para siempre" .
La vista de sus defectos, de sus debilidades, es para ella motivo de confianza. "No
siempre soy fiel pero jamás me desanimo; me abandono en los brazos de Jesús y en El
encuentro con creces lo que había perdido". "Confío en Jesús y le cuento mis infidelidades".
Piensa ingenuamente, "adquirir por ese medio mayor influencia sobre su Corazón y atraerse su
Amor". "He encontrado el medio de ser feliz y de sacar partido de mis miserias". "Nuestro
Señor mismo me conduce por ese camino" .
Y cuando lleguen en las pruebas más desconcertantes, sequedades, oscuridades y
hasta tentaciones... "nada podrá espantarme, ni el viento, ni la lluvia, ni los negros nubarrones
que pudieran ocultar el astro del Amor; antes bien, entonces extremaré mi confianza, sabiendo
que por encima de esas oscuras nubes, sigue brillando el sol".
Fe en el amor, a ultranza.
"¿Quién me separará de la caridad de Cristo? Nada me podrá separar de la caridad de Dios
que está en Cristo Jesús".
Su hermana la Madre Inés se afligía viéndola sufrir. "¡Oh, no se aflija! Si me ahogo El
me dará fuerza. ¡Le amo! El nunca me abandonará" La confianza que es su punto de apoyo en
su ascensión hacia la santidad, le da firmeza en las obras. La confianza en el valor apostólico
del amor y del sacrificio por amor es la gran fuerza de la Santa. ¿Quién podrá sospechar la
influencia de esta acción oculta, tanto más eficaz cuanto más escondida? Dice San Juan de la
Cruz que un solo acto de amor puro es más provechoso a las almas y a la Iglesia que todas las
obras exteriores.
La vida de Teresa es una confirmación de que la debilidad es nuestra fuerza. Pero
insistimos en la idea no bastante conocida, de que sólo la confianza pudo realizar tal milagro:
confianza invencible, obstinada, heroica. La fe en el amor y, como consecuencia, la confianza,
dilataba su alma y la impulsaba a entregarse al Todopoderoso; de este modo los obstáculos,
incluso su debilidad, se convertían en medios. Lo que para muchas almas es motivo de
desaliento y dificultad en sus relaciones con Dios, era para Teresa el medio de elevarse sobre
sí misma hasta el Corazón de Dios. Precisamente porque se veía débil se fiaba del Amor. |
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Francisco Duran Tobias Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 2222 Ubicación: Barcelona
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Publicado:
Vie Dic 01, 2006 1:05 am Asunto:
Tema: XV Encuentro de oración . 26/11/06. |
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Reflexion :
Nacidos del AMOR , y entregados por nuestro Padre en la tierra caminamos con CONFIANZA en El y en su voluntad por los senderos de gloria entregándonos con HUMILDAD a nuestros hermanos y con la ESPERANZA de regresar un día a nuestro verdadero hogar .
Dios les bendiga . |
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