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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Mie Dic 06, 2006 3:44 am Asunto:
Tema: Terminó el suplicio |
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Querida Scarlett, hermanos en Cristo:
La esperanza la tengo solo en Dios.
A veces me pregunto si, definitivamente, sea voluntad de Dios que mi esposo no regrese. ¿Por qué no? Dios sabe lo que necesitamos, sabe lo que nos hace bien, lo que nos lleva al Cielo.
Yo no puedo pedirle a Dios algo diferente de "Hágase Tu Voluntad".
Confío en Él, plenamente, pero las cosas están tan rotas que, francamente, la esperanza me hace más daño.
Es decir: esperar que Carlos regrese me deja en una lamentable situación emocional. Vivir pensando en ese amor que tanto daño hace es un martirio autoconsentido. ¿Será que actuando así me estoy amando realmente?
Jesús dijo: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Y yo no me estoy amando lo suficiente.
Ver, en retrospectiva, la infelicidad a la que estaba sometida, la sequedad de Carlos, sus desplantes, la forma como me menospreciaba aún delante de las niñas... me genera esta pregunta: ¿Me estaba amando a mi misma?
Mis hijas estaban aprendiendo un modelo femenino muy complicado: sumisión, dignidad por el suelo, amargura, tristeza... Y un modelo de padre no menos apropiado: prepotencia, mal humor, intolerancia, maltrato.
¿Tenía acaso que llegar a los golpes para que yo reaccionara? ¡Gracias a Dios jamás ocurrió! Aunque en sus crisis rompió puertas y aventó objetos.
Aún así me culpó a mi de este fracaso y lo acepté. Consentí ir al psiquiatra porque, de repente, yo también pensé que estaba loca.
Solo con los días, viviendo este dolor en compañía de tantos ángeles que el Señor me ha presentado, pude aceptar mi inocencia.
¿Imaginan ustedes? Estaba tan lesionada que tuve que pedir ayuda para aceptar mi inocencia!
Creo que Dios me ama, si, realmente me ama.
El dolor ha cedido mucho. No odio a Carlos. Jamás podría. Tampoco le tengo rencor pues él es producto de muchas cosas anteriores a nuestro matrimonio. Está desorientado, confundido, su poder de destrucción es enorme... pero no lo juzgo. Antes bien, rezo por él, porque el Señor lo reconstruya como lo ha hecho conmigo, porque un día cercano pueda ser verdaderamente feliz y recuperar la paz de su alma en Dios, NUestro Señor.
Pero el amor, el inmenso amor, también ha comenzado a mudarse, a convertirse en un recuerdo plácido. Ya no duele tanto, ya no me produce erdadera desesperación este amor no correspondido. Ahora, simplemente, le doy gracias a Dios porque pude entregarme entera hasta que Carlos lo permitió, porque me dio dos hermosas hijas que son mi uz, mi motivo de vivir. Le doy gracias a Dios por el tiempo que fuimos felices y me alegro de haber dado tanto. ¿Recompensa? No es importante cuando el amor se ha entregado con el alma. Dios lo sabe, siempre he actuado de cara a Él.
Dejaré de martirizarme con el dolor del fracaso. Yo no he fracasado en nada. Mis hijas tendrán un hogar Cristiano. Yo seré lo que he sido siempre para ellas: guía, compañera, amiga, maestra, modelo...
Y me tomaré, día a día, de la mano de Cristo, mi esposo. Le daré los buenos días y le consagraré mi vida entera. ¿Qué podré temer si tengo a Dios? |
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scarlett Veterano
Registrado: 07 Jun 2006 Mensajes: 3963 Ubicación: México
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Publicado:
Mie Dic 06, 2006 3:54 pm Asunto:
Tema: Terminó el suplicio |
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Paz y bien.
Por éso precisamente te lo digo: porque yo viví lo que tú estás viviendo. Se llama presión psicológica y se da en muchos matrimonios, sin ser culpables ni el esposo ni la esposa.
Sino responsables los dos. La culpa es una cosa: tan fea, tan fea que nadie quiere cargar con ella. La responsabilidad es otra cosa.
El ser responsable es aceptar mi parte de responsabilidad en no hacer las cosas como debiera y el que el otro acepte su parte de responsabilidad. Si empieza uno a culpar, entonces lógicamente el otro se defiende.
Para defenderse hay muchas formas: desde el atacar hiriendo con palabras, incluso con golpes hasta la "sumisión" total que no es otra cosa que el ocultar nuestros sentimientos y llenarnos de rencor y resentimientos, cosa que a la larga es más perjudicial porque guardamos todo ésto en nuestro corazón, acabando con todo lo bueno que pueda haber.
Una persona resentida es bastante peligrosa para ella misma y para los demás, porque no tiene un control sobre ella misma. Es por éso que el ventilar nuestros problemas, el hablarlos siempre es bueno.
Yo viví lo que tú estás viviendo por muchos años, pero nunca fuí sumisa en el sentido en que se acepta hoy: callada, sin protestar, aceptando todo por aceptarlo. Yo luché no con golpes ni insultos. Jamás metí en nuestras discusiones a la familia por ejemplo. Al contrario, traté de atraerme a su familia.... o ellos trataron de atraerme a mí, no lo sé bien, pero el caso es que quiero mucho a sus papás, a sus hermanos, a sus sobrinos. Eso ayuda.
Tampoco fuí callada: siempre le decía lo que pensaba. Me costaron lágrimas, me costaron desilusiones, me costaron plantones, pero nunca me callé. Sólo que pedía a Dios me indicara el momento adecuado para hablar. No lo hacía cuando lo veía muy enojado, ni cuando daba de portazos, ni cuando se salía muy enojado. Muchas veces temí que me golpeara. Lo hacía cuando estaba calmado, hablaba con él. No le echaba fuego al fuego.
Mi suegra fué de mucha ayuda, la verdad. Mi hermana también. Eran mis "paños de lágrimas" y yo el de ellas.
Tenemos 25 años de matrimonio, dos hijos ya jovenes. No ha sido fácil, pero ahi la llevamos. Alguna vez a los 10 años de casados, o algo así, llegamos a decir :"vamos a divorciarnos" "vete tú de la casa", pero ni uno ni otro daba un paso para dejarla. Cuando nos calmábamos, hablábamos.
Hasta que me dí cuenta que muchas de sus reacciones tienen que ver con su forma de ser educado que de alguna manera fué diferente a la mía. Sin embargo, siempre tratamos de hacer crecer nuestras coincidencias, en vez de hacer valer nuestras diferencias.
Ha habido muchas cosas, muchas. Desde momentos en los que tomaba y perdía el control. Afortunadamente no era seguido, sino cuando ahora lo veo, sentía que estallaba porque guardaba muchas cosas, él era muy callado, muchos problemas que él ha tenido que resolver dentro de 2l mismo.
Pero no lo he dejado sólo en su batalla. Las he luchado junto a él. Sólo así se puede.
Por éso te digo que Dios es grande, El hace milagros, si uno pide su guía, si uno se hace fuerte en la oración y deja que El haga su voluntad en uno, todo sale bien.
El que Haga su voluntad. Dios no quiere matrimonios separados, Dios no quiere hijos regados por aquí y por allá. Dios no nos hizo para ser infelices, somos nosotros los que no hacemos su voluntad.
El sólo nos da libre albeldrío para decidir qué camino tomar. El de hacer su voluntad o el de hacer la nuestra. _________________ ***¡ Dulce Jesús, dad descanso eterno a las benditas almas del Purgatorio !
San José, patrono de la buena muerte, ruega por los que van a morir hoy ***
http://viviresunaaventura.blogspot.com |
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AURORA Invitado
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Publicado:
Mie Dic 06, 2006 6:11 pm Asunto:
Tema: Terminó el suplicio |
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María Esther escribió: | Querida Scarlett, hermanos en Cristo:
La esperanza la tengo solo en Dios.
A veces me pregunto si, definitivamente, sea voluntad de Dios que mi esposo no regrese. ¿Por qué no? Dios sabe lo que necesitamos, sabe lo que nos hace bien, lo que nos lleva al Cielo.
Yo no puedo pedirle a Dios algo diferente de "Hágase Tu Voluntad".
Confío en Él, plenamente, pero las cosas están tan rotas que, francamente, la esperanza me hace más daño.
Es decir: esperar que Carlos regrese me deja en una lamentable situación emocional. Vivir pensando en ese amor que tanto daño hace es un martirio autoconsentido. ¿Será que actuando así me estoy amando realmente?
Jesús dijo: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". Y yo no me estoy amando lo suficiente.
Ver, en retrospectiva, la infelicidad a la que estaba sometida, la sequedad de Carlos, sus desplantes, la forma como me menospreciaba aún delante de las niñas... me genera esta pregunta: ¿Me estaba amando a mi misma?
Mis hijas estaban aprendiendo un modelo femenino muy complicado: sumisión, dignidad por el suelo, amargura, tristeza... Y un modelo de padre no menos apropiado: prepotencia, mal humor, intolerancia, maltrato.
¿Tenía acaso que llegar a los golpes para que yo reaccionara? ¡Gracias a Dios jamás ocurrió! Aunque en sus crisis rompió puertas y aventó objetos.
Aún así me culpó a mi de este fracaso y lo acepté. Consentí ir al psiquiatra porque, de repente, yo también pensé que estaba loca.
Solo con los días, viviendo este dolor en compañía de tantos ángeles que el Señor me ha presentado, pude aceptar mi inocencia.
¿Imaginan ustedes? Estaba tan lesionada que tuve que pedir ayuda para aceptar mi inocencia!
Creo que Dios me ama, si, realmente me ama.
El dolor ha cedido mucho. No odio a Carlos. Jamás podría. Tampoco le tengo rencor pues él es producto de muchas cosas anteriores a nuestro matrimonio. Está desorientado, confundido, su poder de destrucción es enorme... pero no lo juzgo. Antes bien, rezo por él, porque el Señor lo reconstruya como lo ha hecho conmigo, porque un día cercano pueda ser verdaderamente feliz y recuperar la paz de su alma en Dios, NUestro Señor.
Pero el amor, el inmenso amor, también ha comenzado a mudarse, a convertirse en un recuerdo plácido. Ya no duele tanto, ya no me produce erdadera desesperación este amor no correspondido. Ahora, simplemente, le doy gracias a Dios porque pude entregarme entera hasta que Carlos lo permitió, porque me dio dos hermosas hijas que son mi uz, mi motivo de vivir. Le doy gracias a Dios por el tiempo que fuimos felices y me alegro de haber dado tanto. ¿Recompensa? No es importante cuando el amor se ha entregado con el alma. Dios lo sabe, siempre he actuado de cara a Él.
Dejaré de martirizarme con el dolor del fracaso. Yo no he fracasado en nada. Mis hijas tendrán un hogar Cristiano. Yo seré lo que he sido siempre para ellas: guía, compañera, amiga, maestra, modelo...
Y me tomaré, día a día, de la mano de Cristo, mi esposo. Le daré los buenos días y le consagraré mi vida entera. ¿Qué podré temer si tengo a Dios? |
que bueno que digas y sientas esto que dices !!!
y si es asi , si no te amas a vos misma como te amo CRISTO , que le daras a tus hijas?
todo va a salir bien o sea VOS vas a salir de este dolor , y ya no creo que sea tu firma ...........
no seria ..........
Maria Ester del Amor Resucitado ?.........
besos y bendiciones |
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