Ainur Asiduo
Registrado: 23 Mar 2007 Mensajes: 157
|
Publicado:
Mie Sep 05, 2007 3:52 pm Asunto:
Tema: Decepciones |
|
|
Hola a Todos
EmEry, la causa de por qué mucha gente no es sincera todo el tiempo, es simple, tiene miedo de ser rechazado. Por lo tanto utiliza tácticas de acercamiento, la más común es tener una posición que se adapte progresivamente al gusto de la otra persona.
Pero muchas veces sucede, que en esta estrategia humana no se crean lazos lo suficientemente fuertes como para crear una amistad o una relación. Entonces a la hora de la verdad, es decir, cuando esta “relación” es puesta a prueba por una causa externa, queda al descubierto el pensamiento y la verdadera forma de ser del individuo. Así ocurren las decepciones, las “sorpresas”, las desilusiones, y naturalmente sentimos que nuestra confianza o nuestras buenas intenciones fueron traicionadas. Y esto es real, sea que la otra persona lo hizo intencionalmente o no (muchas veces estas cosas ocurren a un nivel de inconciencia, es decir, es una actitud muy natural y común que no siempre esta planeada).
Pero el sufrimiento ocurre, y el dolor es evidente. Dicen que de nuestros enemigos podemos esperar de todo, pero no así de nuestros amigos. Por eso si nuestro enemigo nos golpea no nos sorprende y de alguna forma lo esperábamos, pero el golpe de un amigo es lo mas doloroso que nos puede ocurrir, incluso aunque no golpee tan fuerte como nuestro enemigo. Simplemente no estábamos preparados para ese “puñal por la espalda”.
Por es eso, es entendible que después de estos “ataques” o “traiciones” el corazón de una persona se cierre, se resguarde con todo lo que pueda, se amuralle, con la intención de no volver a sufrir. Como dije es una actitud natural, pero a la hora de la verdad poco eficiente. No porque realmente no nos proteja y nos resguarde, sino porque no soluciona el problema de raíz. Es una actitud inmediata, pero que no tiene en cuenta al futuro.
Naturalmente nos brinda cierta protección, nos sentimos seguros, pero aceptarlo como forma de vida no nos permite madurar, no nos permite crecer ni tomar experiencia. En otras palabras, en el corto plazo puede llegar a cumplir una necesidad real y totalmente comprensible de nosotros, pero en el largo plazo es muy autodestructiva. Incluso nos puede llevar a cometer injusticias con personas realmente buenas, priorizando siempre nuestro bienestar. Pero como dije, un bienestar que no es real, que no lo deseamos, por eso de alguna forma nuestro encierro nos esclaviza a nosotros mismos, a las seguridades inseguras, nos ata, nos domina y no nos deja ser libres.
Nuestros miedos internos pasan a ser nuestros amos, y muchas veces nuestros opresores, porque hace que no podamos ver o esperar algo bueno. A la larga nos transforma en pesimistas inconformes con todo, y egoístas patentados. Por eso nos destruye, porque no nos deja ver las cosas buenas que ocurren. En vez de estar esperando cosas buenas, en vez de enseñarnos a tener esperanzas, nos limita a que el otro siempre es un enemigo hasta que se demuestre lo contrario, nos educa a que los demás son siempre malos que quieren dañarnos y aprovecharse de nosotros. Nos convertimos en esclavos de nuestros miedos.
Por eso considero que es muy importante mantener como sea, primero la apertura al perdón, y segundo, la apertura al amor. Es natural que se necesita tiempo para perdonar, no todas las situaciones son iguales, pero perdonar siempre es importante y necesario. Nadie es perfecto, por lo tanto esta sujeto a errores (que insisto, muchas veces son intencionales, pero errores al fin y dolorosos muchas veces). Debemos aprender a ser comprensivos con los demás, pero también intentar cambiarlos (en la medida de lo posible claro está). El perdón tiene mucho de esto, aprender a perdonar y aprender a pedir perdón.
En cuanto a la apertura al amor, debo decir que si uno no esta dispuesto a amar (sea a su pareja, a un amigo, a un pariente, etc.), poco a poco perderá una de las condiciones humanas que nos diferencian del animal. El amor, el cariño, el afecto, son cosas que permanentemente nos dan motivos para ser mejores, para hacer felices a los demás y a nosotros mismos. Perder esta condición de apertura, o no desarrollarla, es de alguna forma deshumanizar la vida misma. Porque permanentemente estaremos buscando una utilidad, un beneficio para “amar” o demostrar cariño. Y esto muchas veces lleva a justifica r y cometer errores más grandes, como el egoísmo, que por un lado no nos ayuda en las cosas importantes, simplemente nos dan utilidad y satisfacción, pero no necesariamente bienestar o felicidad; y por el otro no hace ningún bien a los demás, es más los impulsa a ser también egoístas, creando un ambiente sumamente competitivo, en otras palabras un circulo vicioso muy difícil de parar.
Obviamente estas cosas llevan su tiempo, nunca es fácil perdonar y mucha veces no es simple amar o demostrar ese amor; pero vale la pena intentarlo. Por los demás y por nosotros mismos.
Un abrazo
Hasta Pronto |
|