"Cada día debemos comenzar..."

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos foreros, Luciana Belén, Conchita, Genoveva catalanas; Rosanna romana, Isaura portuguesa, Ivone brasileña, Dionisia castellana, Conchita santanderina, Magdalena madrileña, Faustino tortosino, Michel Aubli suizo, ayer quería haber añadido aquí, para todos vosotros el número 7 del decálogo salesiano del Castillo de Allinges, adonde iba San Francisco de Sales, no pude entonces, por la noche, y ahora os lo transcribo porque pienso que es interesante:
Aquí está:

Comenzad de nuevo cada día: "Cada día debemos comenzar nuestro progreso espiritual, y pensando bien en él, no nos extrañaremos de encontrar en nosotros miserias. No hay nada que ya esté totalmente concluido; es necesario volver a empezar y volver a empezar con buen ánimo".

Me viene a la mente el dicho latino, amigos educadores, padres, compañeros de quien "viaja" por su historia personal, amigos del alma, es aquel: hic et nunc coepi, o sea aquí y ahora empiezo.

Naturalmente con el ánimo alegre, pensando que el día de ayer pasó, que sólo tengo este momento presente, que ignoro cuando será el último momento en que seré capaz de pensar en los demás, de ayudar, de pronunciarme. Mirad, conozco a un religioso, sacerdote con muchísimas y estupendas cualidades, que cantaba de maravilla, y ahora, sin ser muy mayor, tiene una enfermedad que, por lo visto, le va degradando físicamente cada vez más, no puede hablar con claridad, cuando era una persona que llamaba a escucharle espontáneamente.
Cuando me viene a la mente pienso... ¡eh! atenta, porque no sabes qué te puede suceder.
Y, esto que digo muchas veces y otras muchas lo pienso, parece que no acabo de creérmelo.
Amigos, no pensaba deciros esto me ha venido a la mente al pensar en "comenzar..." de nuevo, siempre.

No nos entristezcamos porque tenemos ejemplos de hombres y mujeres santos, sencillos que han cumplido con su deber, que han amado, que se han dado a los otros y han sido felices, algunos ya no están aquí, pero los tenemos en el corazón y nos acompañan en el espíritu: padres, hermanos, parientes, amigos, quizás algunos se han ido hace poco tiempo. ¿Los olvidaremos? o quizás ¿no sería estupendo que empezáramos nuestra jornada recordándoles y procurando imitarles?

Perdonadme, me he alargado y no me gusta, para nada.

Orpam Saretnoc Laverz