La belleza de la gratuidad

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos foreros; Olga Botto, Raquel navarra, Raúl, Rebeca, Remigio catalán SC., Renata, Rina, Rita italianas; Ricard, Rocío andaluza, Rogelio con este párrafo que os cito nos despedimos de las aportaciones de Ayery Hoy del artículo, pero no de la "vida" que cada una de ellas nos ha aportado.

"AYER de Piera Ruffinatto
Francisco Besuco:
La belleza de la gratuidad
Ciertamente a Francisco no le faltaba nada. Tenía un ánimo suave y bueno, inteligencia precoz, voluntad tenaz. Originario de Argentera, sus padres y el párroco se habían cuidado de él con amor y entrega. Educado en una fe sencilla pero profunda él era realmente el “predilecto del Señor”.
Una característica de Francisco impresionó enseguida a Don Bosco y fue su sensibilidad al reconocer los beneficios recibidos por la familia y por el párroco. La gratitud en los muchachos – afirmaba él -, hacía esperar para ellos un porvenir feliz porque era señal de un corazón abierto a los avisos y dócil para dejarse guiar.
Cuando Francisco llegó a Valdocco estaba seguro de que en aquel lugar encontraría todo lo que podía hecerle feliz. Y fue así realmente. Francisco encontró en el oratorio la presencia de un educador que le indicó el camino para crecer en sabiduría y santidad. Don Bosco no le propuso metas imposibles y niveles no controlables, su secreto estaba en la capacidad de hacer accesible el ideal sin con todo eso disminuir su valor: “Si quieres hacerte bueno practica sólo tres cosas y todo irá bien. Son éstas: alegría, estudio, piedad".

Ni que decir tiene, amigos de hoy, que las enseñanzas y las vivencias del santo educador, padre de los jóvenes, Juan Bosco, calaban y pueden calar hoy también, y que aprendiendo de él podemos también tú y yo ser acompañantes, educadores, en el propio sentido de la palabra. De
educere, sacar, hacer crecer al otro, a la otra.

¿No os parece amigos?

Orpam Saretnoc Laverz