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Sierva de Dios Chiara Luce Badano

 
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Autor Mensaje
Gemma de Jesus
Esporádico


Registrado: 17 Dic 2007
Mensajes: 26

MensajePublicado: Dom Ene 13, 2008 12:17 pm    Asunto: Sierva de Dios Chiara Luce Badano
Tema: Sierva de Dios Chiara Luce Badano
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Chiara Luce

Encantadora, vital, deportiva. Una joven como muchas, una cristiana, una gen.
De pronto, la enfermedad, la agonía y la muerte. Una rápida escalada al Cielo. Se ha abierto el proceso para su beatificación.

Por Michele Zanzucchi

«Chau. Sé feliz, porque yo lo soy». Así nos dejó, hace diez años, Chiara Luce Badano, cuenta la madre. Algún escrito suyo, el recuerdo permanente que dejó entre quienes la conocieron, su vida hablan de alguien muy especial y, al mismo tiempo, normal. «Los santos no están en un catálogo. Con seguridad, todos los días, nos cruzamos con algunos» escribía el Abbé Pierre.

Para cruzarnos con Chiara Luce empecemos por trasladarnos, virtualmente, a Sassello, el pueblito de Italia donde nació en 1971. Hija única de Ruggero, camionero, y María Teresa, obrera, su nacimiento trajo una inmensa felicidad al coronar una espera que duró once años. Se trata de una familia muy unida, en cuyo seno la niña vive una infancia serena. Cuidan mucho su educación. «Una tarde –recuerda María Teresa- apareció con una hermosa manzana roja. Se la había sacado a la verdulera, sin pedirle permiso. Le expliqué que eso no se hace y que la tenía que devolver de inmediato, pidiendo perdón. Ella no quería. Pero me mantuve firme: decir la verdad es mucho más importante que comer una buena manzana, le dije. Chiara Luce fue hasta la verdulera y aclaró todo. Por la noche, la mujer nos trajo un canasto de manzanas para la nena que "hoy aprendió algo muy importante"».

Crece en este clima. De vez en cuando, algún choque. Pero la ruptura dura poco. Un día tiene que levantar la mesa. «No, no tengo ganas» y se va. Vuelve al ratito arrepentida: «Mamá, me ponés el delantal?». Y levanta la mesa.

Es el fruto de la educación cristiana, que la prepara para el encuentro con el ideal de la unidad. Tiene 9 años. Al año, también los padres adhieren a esta espiritualidad. El amor mutuo y la unidad se instalan en la familia fortaleciendo los lazos entre los tres.

Chiara Luce vive una adolescencia normal. Es una chica agradable. Las fotos revelan una personalidad bien definida. Sobre todo atrae la mirada, ni sumisa ni agresiva. Simplemente transparente. En 1985 se trasladan a una ciudad más grande donde hay un bachillerato humanístico. Los estudios no le resultarán fáciles. Pese a sus esfuerzos, tuvo que repetir el primer año, cosa que le dolió mucho. En la relación con los padres prevalece el afecto, aunque surgen las incomprensiones típicas de la edad: como le gusta salir con los amigos, no es infrecuente que el horario de regreso debe ser "negociado", hasta encontrar una solución aceptable.

Siempre rodeada de amigos, le apasiona el deporte: tenis, natación, montañismo. Nunca está quieta. Le gustaría ser azafata. Le encanta mucho bailar y cantar. Sin lujos, sabe vestirse en forma apropiada, peinarse con cuidado, darse algún toque de maquillaje.

A los varones no les pasa desapercibida. Cada tanto confiesa: «Ese me gusta». Pero nada más. En lo sentimental sabe ir despacio. Con un muchacho nace una amistad privilegiada. Por lo menos hay mucha simpatía. Poco tiempo después decide alejarse. Pese al afecto, siente que hay algo en la relación que no la convence. Inútil insistir, pues está resuelta.

El verano de 1988 será inolvidable. Acaba de enterarse que no aprobó matemática y está por acompañar a las más chiquitas, las gen4, que tienen su congreso en Roma. Viaja igual. Desde allí escribe a los padres: «Ha llegado un momento muy importante: el encuentro con Jesús abandonado. No fue fácil abrazarlo. Pero esta mañana Chiara (Lubich) explicó a las gen4 que él debe ser el esposo de su alma».

Un día, jugando al tenis, advierte un fuerte dolor a un hombro. Como se reitera, deciden ir a fondo. El diagnóstico es duro: sarcoma osteogénico con metástasis, uno de los tumores más graves y dolorosos. En silencio, sin llantos ni rebeliones, Chiara Luce recibe la noticia con valentía: «Lo lograré, soy joven».

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Comienza en ella una profunda transformación, una rápida escalada espiritual.

La internan varias veces. En una de esas, se toma a pecho la situación de una drogadicta, gravemente deprimida. Descuidando su reposo, la acompaña por todos lados pese al dolor que le provoca un grueso callo óseo que tiene en la espalda: «Ya tendré tiempo para dormir», dice.

La someten a intervenciones muy dolorosas. La quimioterapia le hace perder su querida cabellera. Por cada mechón que cae, repite un simple pero intenso: «Por ti, Jesús». Cuanto más ama, más apunta su vida a lo esencial. A un amigo que parte por una misión humanitaria en Africa le entrega sus ahorros: «No los necesito, ya lo tengo todo».

De ese período se conserva una grabación en la cual cuenta acerca de una dolorosa experiencia con los médicos: «Cuando comenzaron esta muy pequeña pero molesta intervención, llegó una persona, una señora, con una sonrisa luminosa, muy hermosa. Se me acercó, me tomó la mano y me dio animo. Desapareció tal como llegó: no la volví a ver. Pero me sentí invadida por una alegría enorme y el miedo desapareció. Cuántos signos nos enviaría Dios si siempre estuviéramos dispuestos a todo. Eso fue lo que comprendí en esa oportunidad».

Pierde el uso de las piernas. «Entre caminar o ir al Paraíso –comenta- elegiría lo último». Para los médicos no hay esperanzas. Chiara Lubich la ayuda a vivir esta prueba y le escribe: «Dios te ama inmensamente, quiere penetrar en lo íntimo de tu alma y hacerte experimentar gotas de cielo».

Rechaza la morfina: «Quita lucidez –dice-. Yo sólo puedo ofrecer a Jesús el dolor. En este poco tiempo, quiero compartir la cruz con él». Palabras que no tienen edad. Le escribe un médico: «No estoy acostumbrado a ver jóvenes como vos. Siempre pensé en tu edad como el tiempo de las emociones, de las alegrías intensas, de los grandes entusiasmos. Me has enseñado que es también la edad de una madurez absoluta».

Verano de 1989. La salvan a tiempo de una hemorragia terrible. «No lloren por mi –dirá-. Me encontraré con Jesús. En mi funeral no quiero gente que llore, sino que cante fuerte».

Está con suero. Cada gota se transforma también en un «Por ti». La visita un Cardenal. «Tienes unos ojos estupendos, una luz maravillosa. De dónde viene?» Y ella: «Trato de amar muchos a Jesús».

Cada tanto algo insólito. Pide a los padres que no dejen pasar a la habitación a los amigos. Más tarde explicará: «No es que sentía menos cariño o tristeza. Sino que me costaba bajar desde donde habitaba para luego volver a subir». Escribe a sus amigos: «Otro mundo estaba esperándome y no había más que abandonarse. Pero ahora siento que soy parte de un plan maravilloso, que de a poco se me va revelando».

Dice, uno de los últimos días: «Ya no le pido a Jesús que venga a buscarme para llevarme al Paraíso; no quiero darle la impresión de que no quiero sufrir más... Solo quiero ser capaz de hacer la voluntad de Dios».

Con la madre prepara su «fiesta de bodas», su funeral. Le explica cómo quiere el vestido, elige cantos, flores, lecturas. "Mamá, mientras me estés preparando deberás repetir "Ahora Chiara Luce ve a Jesús"».

Y así, hasta el encuentro definitivo con su "esposo", en un clima de paz, se diría, natural. Dos mil personas presencian el funeral. Los comentarios hablan de Paraíso, de alegría. Pasa el tiempo, pero quien se entera de su historia se siente impulsado a vivir más radicalmente el Evangelio, por "inducción", por contagio. El obispo toma la iniciativa de declararla "sierva de Dios". En pocos meses el proceso de beatificación pasará al Vaticano.

Desde su nacimiento, ser gen siempre significó adherir a un ideal altísimo: se proponen ser una generación de santos. Si santo es aquél que refleja la única santidad de Dios, a través de sus virtudes, de una caridad sin límites y una confianza total en Dios, parece que Chiara Luce alcanzó esa meta.

¡Preferirlo!
Fragmentos de cartas enviadas a Chiara Lubich

«He descubierto que Jesús abandonado es clave de la unidad con Dios y quiero elegirlo como mi primer esposo. Prepararme para cuando llega. ¡Preferirlo! (27.11.83)

«He vuelto a descubrir el Evangelio bajo una luz nueva. Me di cuenta de que no era una cristiana auténtica, porque no lo vivía a fondo. Ahora quiero que este libro magnífico sea mi objetivo. No quiero y no puedo quedar como una analfabeta de un mensaje tan extraordinario. Tal como me es fácil aprender el alfabeto, así debe ser vivir el Evangelio». (29.11.85)

«La medicina ha bajado los brazos. Sólo Dios puede. Al interrumpir las terapias, los dolores en la espalda, debido a las dos intervenciones y a la inmovilidad, son más intensos y casi no logro estar de costado. ¿Lograré ser fiel a Jesús abandonado? Me siento tan pequeña y es tan arduo el camino a recorrer. A menudo me siento vencida por el dolor. Pero es el esposo que me visita ¿no es cierto? Sí, también yo repito contigo "Jesús, si tu lo quieres, yo también lo quiero"». (19.7.90)

Quise poner su biografia para apoyar su caso de beatificacion. Ella es un buen ejemplo de santidad en el tiempo que hoy vivimos. Ella supo ser santa en en este tiempo de pompas modernas. Ella es una santa de nuestros tiempos!!





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Gemma de Jesus
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Mensajes: 26

MensajePublicado: Dom Ene 13, 2008 12:26 pm    Asunto:
Tema: Sierva de Dios Chiara Luce Badano
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Una correccion que hago del texto, ella murio en 1990, osea mas de 10 años... Very Happy solo eso.
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Gemma de Jesus
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Registrado: 17 Dic 2007
Mensajes: 26

MensajePublicado: Dom Ene 13, 2008 12:38 pm    Asunto:
Tema: Sierva de Dios Chiara Luce Badano
Responder citando

La fama de santidad acerca de ella es grande y viva. Atrae a miles de jóvenes de todo el mundo, no siempre católicos, que en su honor escriben poesías, preparan espectáculos, piden continuamente su intersección...
Su vida, especialmente en estos dos últimos años, ha sido extraordinaria, orientada a amar concretamente. Estaba tan acostumbrada a hacer tantos actos de amor, que cuando estaba enferma, podía decir que estaba contenta porque tenía una “maleta” llena de amor. Y por esto podía “partir” e irse con su Esposo, Jesús.
Ya desde pequeña, Clara había descubierto a Jesús Abandonado, llave de la unidad. Lo encontraba en los más alejados, en los no creyentes…Lo descubría en sus fracasos, lo amaba en sus dolores personales. Su único amor, su único Esposo, era Jesús Abandonado.
Había comprendido que los dolores eran perlas preciosas que debían ser recogidas con predilección durante su jornada.
Chiara Lubich

Clara Badano con un grupo de niños


Entrevista a Monseñor Livio Maritano Obispo Emérito de la Diócesis de Acqui Terme:
- ¿Qué lo empujó a iniciar el proceso de beatificación de Clara Badano?
- Su forma de vivir, especialmente el ejemplo extraordinario que ofreció en el último tramo de su vida. La vi varias veces durante su enfermedad y me han llegado muchos testimonios de personas que la visitaban en el hospital o en la casa. Y todos confirmaban su altura espiritual y su amor a Dios, que le daban la fuerza para afrontar la prueba con una serenidad que la llevaba a animar a todos los que iban a visitarla con la intención de consolarla. Y ¿de dónde provenía toda esa serenidad? Evidentemente, de su unión con Jesús, de la certeza de saberse amada por Dios y que todo lo que Él establece es para nuestro bien.
”He comprobado que la presentación del testimonio cristiano de Clara constituía un mensaje muy fuerte, una forma de evangelización, por lo que me preguntaba si era justo mantener escondida en una pequeña diócesis un tesoro tan grande como para ponerlo al alcance de toda la Iglesia. Por eso no tuve ninguna duda en decidir promover esta causa.
”En la investigación diocesana hemos recogido setenta y dos testimonios distintos, y aunque no se conocían entre sí, estaban plenamente de acuerdo en lo que afirmaban. Así quedó constancia de que su santidad no comienza el día de su enfermedad, sino que fue desarrollándose paulatinamente desde su infancia. Así maduró en ella, con tenacidad, una fortaleza y una confianza tal en Dios que le permitieron superar las situaciones límite que la esperaban. Sin una gracia de Dios no se puede explicar el tipo de respuesta que ella dio en la prueba a la cual el Señor la había llamado. Un modelo fascinante, y no sólo para los jóvenes”.




Voces de reconocimiento y de súplica

En Italia y en el extranjero, especialmente en Francia, muchas revistas han publicado algún artículo sobre la sierva de Dios Clara Badano.
En la Web del Santuario de Lourdes se pueden ver distintos testimonios sobre Clara Badano, y en ella hay un enlace con su propia página Web. Varios jóvenes han dejado escritas sus impresiones:
“Esta adolescente aún no ha sido canonizada, pero lo será” (Jean Louis).
“La vida de esta joven me parece emocionante” (Jean-François).
“La página Web y la historia de esta chica son emocionantes; es una hermosa lección de vida. Gracias Jean-Louis, por haberla compartido con nosotros” (Stéphanie).

– Durante un encuentro de jóvenes en San Giovanni Rotondo, el prof. Luigi Accattoli, vaticanista del periódico italiano Corriere della Sera y moderador de la mesa redonda “Caminad por el camino de la santidad”, impresionado por la figura de esta joven sierva de Dios, Clara Badano, se expresó así: “La fascinación de la luz que Clara irradiaba con sus ojos me trae a la memoria las palabras con las que Dante se dirige a San Francisco en el Paraíso: ‘Amor, maravilla y dulce mirada’”.

– Como se lee en el periódico de la diócesis de Acqui, el 3 de junio, vigilia de Pentecostés, se presentó el tema de la caridad: “A mí me lo hicisteis”.
Las aportaciones recogidas en la “cena de ayuno” se destinaron al Proyecto Benin de Chiara Luce Badano.
Clara, “levadura” de la civilización del amor, que desde pequeña había aprendido a descubrir el rostro de Jesús en el otro, siempre había ayudado a los niños africanos durante su breve vida.
Ésta es una breve oración elevada al Señor por los jóvenes de la diócesis:
“Para que el ejemplo de la sierva de Dios Clara Badano, iluminada por el Espíritu Santo, al que invocaba desde pequeña, pueda ser una guía preciosa en nuestro camino espiritual. Y para que, nutridos diariamente de la Eucaristía, podamos transformarnos, como ella, en testimonios creíbles del Evangelio ante nuestros hermanos”.

– Desde una parroquia de Filipinas recibimos: “El domingo pasado, 2 de julio, dediqué unos minutos en la homilía a mis feligreses para presentar la vida de Chiara Luce, especialmente su amor por la Iglesia. Los fieles agradecieron muchísimo este testimonio y quieren conocerla mejor para rezarle e imitarla. ¡Alabado sea Dios!
Fr. Dave Ceasar De la Cruz – Quezon City



– Escribe un joven de Narbona: “He traducido al francés un resumen de la vida de Chiara Luce y la he puesto en la página Web. Si puedo darla a conocer en dos parroquias de mi ciudad, me sentiré feliz. Cuando leí por primera vez algo de ella, me quedé muy impresionado, como fulminado por un rayo. La amé inmediatamente”.
Jean-François Escourrou

-Fray Onofrio Antonio Farinosa, que está a punto de irse a Mozambique, nos comenta: “Me llevaré a Clara conmigo a África para que me enseñe a amar incondicionalmente a los pobres y a entregarme a ellos según el designio de Dios”.

- El padre Mauro Giallombardo ha presentado la vida de Clara Badano en el liceo de ciencias de San Pedro Patti (Messina, Italia). También la ha dado a conocer en las parroquias de Librizzi y de Galato Mamertito y en la iglesia de San Cosme, en Scala di Prati. Y con ocasión de la celebración de la Pascua de los estudiantes, en el centro de formación profesional de Pratti, presentó mediante un vídeo la experiencia cristiana de Clara con los momentos más significativos de su vida.

- Las “Hijas de la Madre de Jesús”, que forman parte de la GAM (en italiano, Juventud Ardiente Mariana), comprometidas en llevar a cabo misiones populares en las parroquias, también tienen a menudo charlas en los colegios con los estudiantes durante la hora de religión. Según afirman, en estos encuentros han podido constatar que la vida de la sierva de Dios cala profundamente en los chicos. “El testimonio de Clara suscita en los jóvenes oyentes reflexiones, interrogantes y entusiasmo. La perciben como un modelo, elevado pero no lejano de su vida cotidiana”.

- Los jóvenes de las parroquias de Riccione, a los que en el mes de marzo les fue presentada ampliamente la vida y la espiritualidad de Chiara Luce, inaugurarán un nuevo proyecto el próximo mes de octubre: el Punto Joven, como centro de referencia para la pastoral juvenil y actividades de los grupos juveniles de la ciudad. En dicha ocasión han decidido dedicar todo el mes a ilustrar una serie de vidas de santos, como modelos de referencia para la formación de la juventud.

El libro es una maravilla, es verdad que empiezas a leerlo y no puedes parar.
Impresiona mucho como Chiara Luce vivió, sobre todo como afronta el dolor. A partir de leer esto que nos cuentan de Clara es imposible temer. Dios está en todo también en el dolor y es muy importante saber amarlo y saber aceptar lo que Dios quiere de nosotros.
Llegó a mis manos por casualidad y me alegro muchisimo, he entendido que ella es mi ejemplo a seguir, tengo que aprender a vivir como ella, a amar como ella!! SIEMPRE.
Gracias Chiara Luche por dar tu vida de esta manera. Los padres también son unos santos,la educación que recibió es ejemplar.
Estoy muy contenta por haber tenido la gracia de leerlo.
Ahora quiero regalarlo a un familiar que está pasando por una situación dificil, y espero que sea una gracia para ella, para poder ver la vida con otro sentido.
Gracias a Ciudad Nueva por la edición publicada.
Mar, Granada

Esta mañana antes de ir al trabajo he cogido precisamente el libro de Clara Badano. Me lo he leído entre los dos trayectos y... ha sido increíble... yo conocía el libro ya en italiano, lo leí en su momento y me hizo impresión... pero esta vez creo que aún más. Así que deciros que ¡¡¡gracias por el acierto de haberlo traducido!!!
Araceli, Madrid

Ruego a Clara que me ayude a seguir su proyecto: ser médico para ayudar a los niños de África con su misma alegría y amor por los demás.
Maria Lagazzi

Soy un joven sacerdote de la edad de Clara Badano, fascinado desde siempre por la “frescura de su santidad”.
Muchas veces he presentado este “gigante” de la vida espiritual a los chicos y a los jóvenes con los que he tenido contacto a causa de mi ministerio. No escondo que en momentos de dificultad he invocado la ayuda de Clara y he encontrado la fuerza y la esperanza interior para seguir adelante y avanzar en el camino que Dios me ha trazado. Confío mi vida y vuestro trabajo a “nuestra” Clara, que nos mira desde el cielo. ¡Su gran testimonio es realmente una “clara luz” para nuestra vida!.
Un sacerdote

Chimbote (Perú), 3 de enero de 2006
Me siento muy feliz de recibir la revista Creer en el Amor y de cómo ilumina la vida de los jóvenes. Este año formaré un grupo de jóvenes llamado “La clara luz del Señor, Chiara Luce, un ejemplo de vida para la juventud”, porque eso ha sido Clara, con todos sus sufrimientos. También en la enfermedad supo ver la voluntad de Dios. Es la gran visión que tienen los santos de poder “ver” con los ojos del alma la presencia del Señor en todas las cosas y gozar de todo lo que constituye una manifestación de su amor. Tengo la esperanza de poder compartir momentos de espiritualidad que lleven “a la luz por la cruz”, como nos enseña Clara.
P. César Osvaldo Vasquez del Carpio, osj

Asmara, 7 de enero de 2006
Clara se ha convertido para mí en el regalo más bonito de esta Navidad. He recibido todas la publicaciones sobre ella, ahora puedo saberlo todo de ella, para rogarle y que otros le recen. Voy a repartir su foto al grupo de nuestras postulantes (son 6), a los chicos y a las chicas de segundo y tercero de secundaria a los que estoy preparando para la confirmación. Y otra hermana hará lo mismo con otro grupo de jóvenes que se preparan para ser catequistas.
La personalidad de Clara, confiándose conscientemente a Jesús abandonado, cautiva. ¡Es verdaderamente heroica!
Rezo con vosotros para que la luz de Jesús ilumine muchos corazones.
Sor Rita Borghi, misionera

Sufriste mucho durante la vida terrena antes de subir al cielo con tu Esposo; pero ahora tocarás de verdad la mano de Jesús, estarás inmersa en la inmensa felicidad que te mereces con todo el corazón. Espero que también puedas darle la mano a mi hijo Enrique y abrazar a todos los del Paraíso, y así dar serenidad a vuestros padres y demás seres queridos. Espero que seas beatificada pronto... Gracias, Chiara Luce Badano.
(Una madre)

Nos han impresionado varios aspectos de la espiritualidad de Chiara Luce. En primer lugar, la disponibilidad a la acción de la gracia: Clara dejó que Dios cumpliese en ella su obra; en ella el Evangelio se convirtió en vida –su vida– y así ella misma pudo ser evangelio, anuncio del amor de Dios al prójimo.
Clara ha hecho resplandecer ante nuestros ojos una gran verdad: que quien construye la unidad entre las personas, quien crea la unión de los corazones, es Jesús. Amarse quiere decir intercambiar el amor de Dios, o mejor aún, donar una Persona, y ella quería dar siempre a “Jesús en medio”.
Sentimos que está muy cerca y que es nuestra hermana en el deseo de vivir en un nivel sobrenatural altísimo. “Más alto, más alto” le decía a su madre, y nos lo repite también a nosotros: “La morada está en los cielos”.
Cercana y hermana, porque en algunos rasgos nos acercaba a la figura y a las enseñanzas de nuestra santa Teresa del Niño Jesús, con una fidelidad heroica en las pequeñas cosas, con su no negarle nunca nada a Jesús.
Hay palabras de Chiara Luce que resuenan a menudo en el corazón de cada una: “¿Es justo morir a los 18 años?” y que nos sirven de estímulo ante cada una de las pequeñas muertes cotidianas de nuestro yo, necesarias para vivir según el Espíritu. El ejemplo de Clara nos es de gran ayuda para entregarnos a Jesús y olvidarnos de nosotras mismas, diciéndole siempre que sí.
Nos ha impresionado el que esta chica fuese tan joven y al mismo tiempo tan decidida a no conformarse con la mentalidad del mundo; tan firme en rechazar situaciones comprometidas y mediocres, a las que tan fácilmente se entregan muchas chicas de su edad escudándose en la falsa apariencia de la inconformidad. Ella, dejándose guiar por la única luz del Evangelio, permaneciendo escondida y con humildad, supo ir a contracorriente.
Retorna al corazón, con una luz especial, lo que Jesús le dijo a Marta antes de resucitar a Lázaro: “Yo soy la resurrección y la vida; quien cree en mí, aunque muera, vivirá; y el que cree en mí, no morirá para siempre”.
Clara creyó en la promesa de Dios porque se sentía siempre muy amada. Creyó en una Persona y fue capaz de ver los signos de su amor en cualquier acontecimiento de la vida; incluso supo acoger el sufrimiento y hasta la muerte como dones que la acercaban cada vez más a Él, y que ella deseaba amar cada vez más.
Del Monasterio de las Carmelitas Descalzas de Génova

Querida Clara:
Gracias por haberme hecho saborear y cantar mejor el cántico de las criaturas; por la alegría de servir al Señor; por la fuerza para llevar a cabo el ministerio a pesar de las dificultades. A ti te confío mi vida, mis afectos y mis preocupaciones. A ti te pido que escuches las dificultades de muchos jóvenes y de otras personas que me han pedido que te las confíe.
Con devoción en Cristo Resucitado.
P. Aldo

Clara, a ti te confío mi futuro y mi proyecto de vida.
Ester

Queridísima Clara, gracias por todo lo que has hecho en mi vida. Te pido por todos los jóvenes que viven en el infierno de la calle. Sé tú la “Luz” para ellos y llévalos a Jesús a través del corazón inmaculado de María.
Angela

Quisiera ser como ella, amar a todos y todo lo que me rodea, pero estoy segura de que, inspirándome en ella, podré ser un pequeño Jesús.
Anonimo

¡Hola a todos!,
Yo era un compañero del instituto de Clara. No puedo decir que haya sido un gran amigo suyo, pero sí compañero del instituto.
Pero esto poco importa; lo que me urge decir es que, aunque nunca había profundizado en el conocimiento de Clara y sabía poco o nada de su gran fe, de ella misma, de todos modos en estos años he tenido un recuerdo significativo de ella.
No soy muy creyente, pero tampoco esto importa mucho.
Siento una gran admiración de cómo vivió Clara su enfermedad y cómo se comportó con las personas que tenía a su alrededor.
Hace poco descubrí esta página y quiero expresaros esta pequeña impresión.
Permanecerá siempre en mi corazón.
Gracias.
Lucas

También yo era compañera del instituto de Clara.
Junto con Daniela y Alessandra, formábamos un grupo unido y vivaz.
Clara era una chica simpática. Después de su muerte he descubierto una parte de ella que desconocía pero que no me ha sorprendido; tenía algo distinto, algo especial…
Su imagen y su recuerdo me acompañan todos los días. Hablo con ella y de ella a menudo, de su increíble serenidad al afrontar su terrible enfermedad, de que era ella la que nos preguntaba a nosotras, a sus amigas, cómo estábamos, qué hacíamos: quería compartir nuestros sueños, nuestros proyectos. En medio de aquel sufrimiento encontraba la fuerza para sonreír, rezaba siempre por nosotras y no se quejaba nunca.
He tenido mucha suerte de encontrarme con Clara en el camino de mi vida, que me acompañará siempre, me ayudará y reconfortará. Su ejemplo me ayudará a tener la fuerza y el valor de aceptar todo lo que la vida me reserva.
Debora

Querida Clara, desde que conocí tu historia no hago otra cosa que pensar en lo estupendo que hubiera sido poder conocerte. Ahora quiero darte las gracias desde lo más hondo de mi corazón por tu testimonio cristiano de fe. Espero seguir tus enseñanzas durante mi vida. Gracias por haberme mostrado el camino de la santidad y del amor hasta el extremo con el prójimo, un amor que te ha acompañado toda tu vida. Estoy seguro de que, si alguna vez vuelvo a perderme en la oscuridad y en el frío, con tu ayuda podré encontrar siempre el buen camino.
Gabriel

Al oír la experiencia de Clara he comprendido que para ser cristiano de verdad no basta con ir a misa todos los domingos y amar a unos pocos, sino que hay que amar a todos y aceptar siempre la voluntad de Dios, como vivió Clara. Trataré de vivir así. Le doy las gracias por haberme abierto los ojos.
Máximo, 14 años

Tengo una relación muy directa con Clara: le hablo, le pido consejos.
En Sassello he descubierto la gracia inmensa del hermano: el tener cerca personas con las cuales compartirlo todo. He reanudado relaciones; las viejas se han revitalizado e iluminado con la luz de Clara. Ahora puedo ver a los hermanos con ojos nuevos. Y por eso siempre le estaré agradecido.
Corrado

Ahora Clara es mi mejor amiga. Cuando rezo durante el día, hablo con ella y le cuento cosas. Siento que tengo que cambiar: ser más tolerante y amar más a todos.
Roberta, 14 años

Merece la pena conocer a Clara, aprender de su generosidad y de su adhesión plena a la voluntad de Dios. Pidámosle que nos ayude a hacernos santos a pesar de todas nuestras dificultades.
Ángela – Mortara

Nos dirigimos a ti para pedirte que nos ayudes a comprender lo que quiere decir: “Fíate de Dios”. Tu afirmación: “Lo tengo todo” nos hace reflexionar sobre nuestras opciones, y desgraciadamente tenemos que admitir que aún no hemos llegado a ese todo que te llenó de alegría y de esperanza, tu Jesús. Ayúdanos con tu intercesión para obtener la gracia de una verdadera conversión al amor de Jesús.
Los parroquianos de Bergeggi

Estamos aquí mi hijo y yo para pedirte que intercedas por mi hija, que se está perdiendo cada día más. Es hija de este mundo, dedicada a los vicios y enferma de depresión. Nosotros nos sentimos impotentes. Pídele a Jesús la gracia de su conversión y la de toda la familia.
Una madre

Yo no conocía a Dios. O mejor dicho, lo había perdido en mis años de adolescencia y la vida me llevaba dando tumbos, sin ideales ni objetivos. Pero Jesús llamó a la puerta de mi corazón y, después de una etapa de acercamiento, me llevó a conocerte, Clara, para que fueras un ejemplo en mi vida. Desde que estás conmigo mi fe ha aumentado, siento que me guías día a día, te siento viva a mi lado, ¡eres una verdadera amiga! Te hablo y me das consejos, si estoy triste me consuelas. Mi vida ha cambiado muchísimo: yo era uno de los “alejados” a quienes tú diste la mano y me llevas al Amor.
M. Z.

Clara, eres como un faro en la noche, un rayo de luz en un temporal, un ejemplo al que imitar. Tengo 32 años. Me estoy acercando a Jesús, quisiera hacerlo, pero pasan los días y me doy cuenta de que no soy digno de su consideración. Soy el clásico chico superficial, vanidoso y soberbio, como muchos de hoy. Pero me doy cuenta de que mi vida no puede seguir así. No puedo pasarme días enteros buscando la admiración de los demás, debo hacer algo más.
Te dejo, Clara, esta petición mía de transformarme en un hombre. No me importa no ir a la última moda, no me importa dejar de gustar a los demás. Sólo quiero estar orgulloso de mí mismo, hacer algo que haga sentirse bien ante los que tengo cerca. Te pido que me des a conocer el amor, el verdadero, y no esas porquerías que me ofrece la televisión y los que me rodean.
Te pido fuerzas, muchas fuerzas para poder dedicarle a Dios algo bueno. En definitiva, te pido parecerme un poco a ti. Yo sólo puedo rezar por ti y esperar que muchos jóvenes te tomen como ejemplo. Gracias por ser así, por el ejemplo que nos has dejado.
Máximo

Casualmente me tropecé contigo hace unos meses y, casi sin darme cuenta, entraste en mi vida. Me entraron ganas de conocerte más a fondo. En mi caso, la incredulidad religiosa no frenó mi sensibilidad de hombre, y tus vicisitudes humanas me han conmovido. Un gran testimonio de vida, ante el cual nuestros avatares cotidianos parecen insignificantes y mezquinos. Delante de tu tumba siento una profunda paz y serenidad.
Luciano

Gracias, Clara, por haberme acompañado durante la enfermedad. Mientras esperaba que me operasen te di a conocer a los que me rodeaban. Tu mensaje de amor y confianza llegó a los médicos, enfermeros, enfermos y familiares.
Te has transformado en el punto clave en mis largos días de hospital, he pensado en tus ingresos y en tus intervenciones quirúrgicas, tan dolorosas.
Quiero dar gracias al Señor porque eres un regalo precioso para nuestra vida
Milly

Desde que conocí la historia de Clara, mi vida ha cambiado.
Alejandro – Craibas (Brasil)

Desde que conocí la historia de Clara he encontrado mi verdadero ideal. Clara es un ángel en mi vida.
María – Craibas (Brasil)

Procuro contar a los demás la historia de Chiara Luce porque su vida me ha hecho encontrar la verdad en mi vida, me ha hecho comprender lo que significa ser cristiano de verdad.
Verónica – Craibas (Brasil)

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