Evangelizar la Política

[acmargalef]

El obispo emérito de Viedma, monseñor Miguel Esteban Hesayne, instó a los laicos católicos a “vencer el miedo o la apatía con relación al ‘vasto y complejo campo’ de la política, porque es el campo propicio para la actividad evangelizadora”, y les sugirió que pidan a sus pastores una “seria y actualizada catequesis socio-política”, para poder ser desde el laicado “fermento evangélico en partidos, y para que la ciudadanía sea capaz de elegir gobernantes servidores del bien común”.

“Para terminar con miedos y equívocos sobre la dimensión socio-política de la fe Cristiana, los bautizados han de recuperar la conciencia de ser el nuevo pueblo de Dios con misión de impregnar las estructuras con el Evangelio de Jesús. Esto significa evangelizar la política: recrear espacios de sociedad humana con lucidez y fuerza evangélica”, subrayó en su reflexión semanal.

Tras insistir en que es “preciso recrear una nueva sociedad en verdad y justicia, en libertad y amor solidario, recreando corazones nuevos convertidos a los valores del Reino anunciado por Jesús”, instó a “entrar en un proceso de cambio de mentalidad que forme conciencia impulsora del compromiso transformador desde las bases de la sociedad humana con criterios y actitudes de Jesús”.
Monseñor Hesayne reconoció que su afirmación en cuanto a que “un cristiano tanto tiene que saber lo que recibe en cada sacramento como saber a quién tiene que votar para el bien de la sociedad, y de ser gobernante ha de estar capacitado para servir al bien común”, podría resultar para algunos un escándalo ó exageración idealista, y para otros podría provocar “hasta enojo como cuando se sienten atacados porque los obispos advierten a los cristianos que no se puede votar al margen del Evangelio”.

“No se afirma que el Evangelio sea un manual de política. Lo que se afirma es que en la ‘res-pública’, la fe cristiana tiene ‘su’ Palabra ética que genera el voto ético”, aclaró, aunque consideró que puede sonar “a locura para quienes la política no tiene nada que ver con la ética ni con valores morales, tal cual aparece en algunas notas periodísticas al respecto”.

“La decadencia ciudadana ha llegado a tal punto que cada vez más lo que cuenta es la ‘imagen” y no propuestas realistas y fehacientes. Importa más un personalismo light que programas serios de gobierno. Esta decadencia de la dimensión política argentina crea un desafío prioritario para Iglesia-pueblo de Dios- consciente de la ciudadanía del Reino. Es hora de mostrar que Jesús es el Salvador de la humanidad en todas las dimensiones humanas”, concluyó.