Mi distancia y mi reencuentro con Dios

[Rosaura S. Ceceña]

Me alejé de Dios de los 12 a los 27 años, periodo en el cual pasé de una fe sincera a un agnosticismo racionalizante y luego a un ateísmo anticlerical.

De niña rezaba, acudí por un tiempo al coro de la Iglesia. Cuando mis padres anunciaron que se divorciarían, le pedí con fervor que no ocurriera, luego pedí que volvieran a estar juntos, cuando mi madre se casó con alguien más, lo confieso, estaba muy molesta con Dios y en mi impotencia decidí que si no se ocupaba de mi yo tampoco me ocuaparía de él. Luego vinieron Nietzsche, Stirner, Ciorán, el tan cacareado escepticismo, ese orgullo racional que acompaña al agnosticismo. Ser "intelectual", "mujer de mundo", "libre".

Durante este periodo, siempre procuré orientarme bajo conceptos como la verdad, la justicia, la generosidad, pero negando la fuente. Hoy creo que fue un error. Mi vida tuvo una serie de cambios fuertes el último año y medio, que provocaron entre otras cosas una profunda crisis emocional, que perdiera casi diez kilos, dos cambios de casa, distanciarme de algunas personas y acercarme a otras, pero sobre todo muchas reflexiones personales, una toma de conciencia.

Hace cosa de seis meses "perdoné" a Dios (sé que suena bobo, pero así lo pensé entonces) por haberme desatendido entonces. Nadie me ha convencido de nada, yo sentí la necesidad de acercarme.

De dos meses a la fecha he entendido que era él quien tenía que perdonarme, que todos esos años que no creí en él, él sí creyó en mi y que bastó con que lo aceptara, con que volviese a hablarle (tuve que pedir a un amigo que me dijera cómo orar), para que mi vida cambiase sustancialmente. Desde que empecé a orar ya no siento ese "a fin de cuentas todos estamos solos" que tan bien sonaba en las diserciones nihilistas en el café, ya no busco, me siento amada, acompañada y recuerdo con sonrisa irónica ese vacío interno que tenía porque así lo había decidido.

Hoy por la mañana fui a la Iglesia tras tantos años (había ido, a ceremonias, pero como hubiera ido al salón de fiestas). Temía que me viesen como intruso en la casa, pero lo que encontré fue un paño bordado al frente, cerca del atrio, que decía: Conviértete y ora.

A veces, al leer los mensajes de algunos aquí, me siento extraña, hay tanto que no sé. Lo que sé, es que no dejaré perder de nuevo esa fe que reencontré. Que Dios no tendrá que llamarme de nuevo.

Saludos, Dios los bendiga.

[Francisco Duran Tobias]

Lo que pones es muy bello y muchos nos sentimos identificados. El camino de conversión. La invitación de Cristo a seguirle y amarle.

Habrás sentido mucha paz al entrar en la Iglesia y verás como las palabras que se pronuncian cobran vida y te sentirás identificada .

Sabes que debes confesar , si hace tiempo que no fuiste a la Iglesia y mi consejo si es que no lo has hecho ya es que no lo demores. Te explico :

A mi me pasó no hace mucho y se que Dios me perdonaba por desobedecerle a pesar del sufrimiento causado , pero Dios quiere que confesemos con cierta frecuencia a pesar de que el perdona pues para eso dejó es joya de sacramento el de la Reconciliación.

Si tienes dudas , mejor que hables antes con el sacerdote con toda sinceridad.

Después de la confesión la paz aumenta y aumenta también las ansias de hablar con Dios con confianza , El nos da la gracia para restablecer la relación si obedecemos y cumplimos sus sacramentos.

También a través de la Gracia que nos dá , vivimos con más Fe la Eucaristía que es Jesús mismo.

El hombre es creado por Dios y por Dios es diseñado para el amor. Si el hombre camina solo , su camino es un camino de tinieblas y no tenemos fuerzas suficientes para andar solos.
Caminar por la vida al lado de Dios , nos da fuerzas , nos da optimismo , ganas de vivir y esperanzas para una vida eterna. La vida cobra el auténtico sentido y todos los sucesos que nos pasan , son entendidos desde la luz y desde la amistad con Cristo nuestro Redentor.

La sociedad nos quiere apartar de esta voluntad , y cuando alguien vuelve a la Iglesia y sus sacramentos , no se tarda en escuchar por ahí que somos fanáticos y hasta peligrosos , no hagas caso , la vida te pondrá a prueba , ya sabes .

Por cierto , me alegro mucho de tu decisión voluntaria de volver a Cristo y te deseo las mejores bendiciones , sabes que volviendo , alegras mucho a Dios , hasta el punto que se celebra una fiestecilla en el cielo para darte fuerzas y para darte lo que necesites para seguir amando a Dios y crecer en ese amor.

Que Dios te Bendiga.