María Elena Bribiesca Nuevo
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Publicado:
Jue Jul 31, 2008 3:06 am Asunto:
5. Formación Espiritual y Virtud de la Piedad.
Tema: 5. Formación Espiritual y Virtud de la Piedad. |
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Formar a los hijos o a los alumnos en la Virtud de la Oración, significa llevarlos a la comprensión de la divina Escritura, para saborear toda la belleza del Evangelio de Jesús, llevarlos a la Adoración de Jesús que vive en la Eucaristía, ayudarlos a vivir la experiencia de Pentecostés, llevarlos a amar a la Iglesia, y junto con María prepararlos para recibir la luz del Espíritu Santo que encienda en ellos el fuego del amor de Dios, para que vivan su fe, con esperanza y caridad, en comunión de los santos.
En particular la oración que yo prefiero es la que María ha venido a pedirnos desde el cielo, la oración del santo rosario, oración que nos lleva al silencio y a la contemplación, recuerdo con gran amor la invitación de Juan Pablo II en su carta Rosarium Virginis Mariae: “El Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que María se hace madre, maestra, guía”. “María vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras: « Guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón » (Lc 2, 19; cf. 2, 51).
María es la reina de la paz, orando con ella y con los santos del cielo como aquel día en el monte Tabor, cuando los apóstoles (símbolo de la Iglesia) vieron a Cristo resplandeciente, a pesar de su cansancio estaban en oración y el Espíritu Santo los cubrió con su sombra y escucharon la voz del Padre Celestial que decía “Este es mi hijo muy amado en quien me complazco” .
Es María que está atenta a nuestras necesidades y las presenta ante el Padre Celestial, es ella quien nos enseña a hacer siempre la voluntad de Dios: “Hagan lo que Jesús les diga”, es ella la Puerta del Cielo por la que podemos entrar para ver a Dios, es ella quien nos lleva a la adoración de Jesús: “Los recuerdos de Jesús, impresos en su alma, la han acompañado en todo momento” (JPII RVM),Es ella quien nos lleva a contemplar el misterio de Cristo, quien nos lleva a “recorrer con el pensamiento los distintos episodios de su vida junto al Hijo. Han sido aquellos recuerdos los que han constituido, en cierto sentido, el 'rosario' que Ella ha recitado constantemente en los días de su vida terrenal.” (JPII RVM).
Es ella la Inmaculada Concepción que nos invita a huir del pecado para vivir siempre en la gracia y en el amor de Dios.
Mi experiencia más hermosa de oración, es a través de los Cenáculos de Oración, en los que se reza con el santo rosario, invocando junto con María Santísima al Espíritu Santo, escuchando la voz de María Santísima a través de sus mensajes y entrando en su Corazón Inmaculado. Los nuevos misterios de luz nos llevan a la comprensión de los sacramentos, en especial de la Reconciliación y a Santa Misa, y a la comprensión del Evangelio de Jesús a través de la acción del Espíritu Santo.
María “llena de gracia” nos ayuda a permanecer siempre fieles, a caminar en la santidad.
El Papa Juan Pablo II en el año de 1984 consagró el mundo entero al Corazón de María, es así como ella sigue nuestro camino durante esta tierra hasta que algún día nos reunamos con los santos del cielo “En la hora de nuestra muerte”, es en su corazón que vivimos la experiencia de la comunión de los santos.
“Son conocidas las distintas circunstancias en las que la Madre de Cristo, entre el siglo XIX y XX, ha hecho de algún modo notar su presencia y su voz para exhortar al Pueblo de Dios a recurrir a esta forma de oración contemplativa. Deseo en particular recordar, por la incisiva influencia que conservan en el vida de los cristianos y por el acreditado reconocimiento recibido de la Iglesia, las apariciones de Lourdes y Fátima,[11] cuyos Santuarios son meta de numerosos peregrinos, en busca de consuelo y de esperanza”. Juan Pablo II7 RVM |
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