Foros de discusión de Catholic.net :: Ver tema - Oseas y el amor de Dios
Foros de discusión
El lugar de encuentro de los católicos en la red
Ir a Catholic.net


Importante: Estos foros fueron cerrados en julio de 2009, y se conservan únicamente como banco de datos de todas las participaciones, si usted quiere participar en los nuevos foros solo de click aquí.


Oseas y el amor de Dios

 
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Diálogo Ecuménico
Ver tema anterior :: Ver tema siguiente  
Autor Mensaje
jabes
Nuevo


Registrado: 15 Feb 2006
Mensajes: 23

MensajePublicado: Mar Abr 25, 2006 6:01 pm    Asunto: Oseas y el amor de Dios
Tema: Oseas y el amor de Dios
Responder citando

¿Me ama Dios y si me ama cuánto es que me ama? Tal vez usted se haya hecho esta pregunta una decena de veces. Tal vez haya pedido también un ejemplo palpable, claro, contundente, acerca de ese amor para su vida. Quizá, en el fondo de una conciencia que le acusa y culpa de no ser merecedor de esa compasión divina, deje de interrogarse y diga: para qué pregunto si ya sé la respuesta: no soy dign@ del amor de Dios.

Esto mismo se preguntaba un joven campesino israelita que vivió entre los años 710 – 780 antes de Cristo. Él se hacía esta pregunta de modo personal a la vez que en relación con su pueblo: una sociedad que había roto el pacto hecho con Dios y se había dedicado a corromperse con otros dioses y definitivamente había olvidado la Palabra del Señor. Dios, por su parte, había dado carta de repudio al pueblo y dejado que se abandonaran en la adoración y culto a Baal. ¿Podría Dios seguir amando a este pueblo después de todo esto? ¿Qué tan grande es el amor de Dios? ¿Es más grande que la desobediencia y la corrupción de la gente y la mía propia?


No se hubiera preguntado eso el joven Oseas. Porque entonces Dios lo tomó como ejemplo vivo, para que él, el pueblo mismo, y usted y yo, entendiéramos cuál es la dimensión del amor divino. Encarnar ese amor, hacerlo visible, ofrecer una ilustración satisfactoria a nuestros ojos, llevó a Dios a pedir al joven profeta algo inusual: que se casara con una prostituta (Oseas 1:2a). Pocas veces en la Biblia se ve que Dios utilice métodos como éstos para enseñarnos de Él. Lo hizo con el profeta y éste obedeció.

Aquí uno se podría preguntar: ¿cómo es posible que Dios pida esto a uno de sus hombres, sobre todo que la petición parece ir en sentido contrario al mismo carácter divino?. La respuesta no es fácil. Lo que sí se ve claro es que desde aquel lado de la barrera, y con un inconveniente social en su contra, Oseas asume bien su papel y se dispone a mostrar al pueblo acerca del amor, la justicia de Dios, y lo que la gente misma (sucia y corrupta) representa para Él. ¡Y Dios lo mostrará con un ser de carne y hueso en la vida del propio Oseas!


Por otro lado, este matrimonio extraño, estas nupcias del joven quien pudo haber elegido a una mujer virtuosa en vez de Gomer la fornicaria, es la forma en que Dios quiere decir al pueblo que se vean en ese espejo: así como ves a Oseas, pasearse y dormir con una prostituta, individualmente y como pueblo estás haciendo lo mismo: has dejado a Dios para unirte a dioses y prácticas paganas.

El ejemplo siguió adelante de forma trágica para el profeta: se le pide ahora que tenga “hijos de fornicación” (1:2b) Al parecer, de los tres que se mencionan en este libro, sólo uno de los chicos le pertenece; los otros dos nacen fuera de su matrimonio (1:6, Cool. Cada uno de los hijos ofrece un mensaje de juicio tanto a Israel como para Judá. Pero lo peor está aún por venir.


Un acto propio de alguien que practica la prostitución excesiva, Gomer, la mujer de Oseas, se cansa de la vida en familia y abandona el hogar; deja al profeta con los tres hijos y va a entregarse a los extraños. ¿Qué hacer? ¿Qué dicta el sentido común, la justicia humana, las buenas maneras y la justicia propia? Dice que el marido es el ofendido y tiene todo el derecho de cerrarle para siempre las puertas a aquella mujer; señala que el justo es el marido y por lo tanto nadie tomará a mal si se niega a recibir a la malvada.


Contrario a este acto, ejemplo de la sensatez humana, ocurre algo insólito. Cuando el profeta pregunta a Dios qué hacer con la mujer que lo ha abandonado, Dios le dice que vaya y traiga a la mujer de nuevo a casa. Absurdo, dirán algunos. Todo lo contrario al sentido común, al actuar sensato, a la cordura mesurada. Oseas no entiende. El hombre común no entiende. Yo no entiendo. Pero eso es lo que Dios quiere para ese pueblo... y para cada uno de nosotros. Dios se pone en el lugar del profeta: va y busca a quien no merece absolutamente se le busque. Misericordia en hebreo tiene esa connotación excesiva de amor en donde se traduce como “el favor de Dios a los hombres en una situación triple: 1) la persona es incapaz de pedirla 2) no hace nada por recibirla y 3) la recibe pero no la merece.


Después de un período de enojo normal que muestra la ira de Dios contra el pecado, el mismo Dios entra en el lapso conmovedor de Su infinita compasión. Refiriéndose a la esposa fornicaría, dice Dios en boca del profeta : “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón (...) Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová. (2:14,19,20)

Oseas cumplió un papel tremendo como hombre de Dios quien usó su vida para mostrarnos las dimensiones de Su amor. La cúspide de esta demostración de amor infinito, tuvo que ser llevada a cabo por Dios en la persona de su Hijo. Como esposas que abandonamos el hogar en busca del placer del mundo y la satisfacción de los sentidos, Jesucristo vino a buscarnos cuando no lo merecíamos y toda justicia señalaba que el premio para nosotros eran la muerte y el repudio. En su maravilloso amor Dios , a través de Jesucristo, ha desposado nuevamente con Él para siempre; en justicia, juicio, benignidad y misericordia.


Tal vez algún día Él demande entonces de nosotros un llamado tan extraño como el asignado a ese profeta que obedeció y prestó su vida para uno de los más grandes propósitos de Dios: mostrar Su amor a quienes no lo conocen.
.
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado Enviar email MSN Messenger
Mostrar mensajes de anteriores:   
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Diálogo Ecuménico Todas las horas son GMT
Página 1 de 1

 
Cambiar a:  
Puede publicar nuevos temas en este foro
No puede responder a temas en este foro
No puede editar sus mensajes en este foro
No puede borrar sus mensajes en este foro
No puede votar en encuestas en este foro


Powered by phpBB © 2001, 2007 phpBB Group
© 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados