Orpam Saretnoc Laverz Veterano
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Publicado:
Mie May 06, 2009 9:41 am Asunto:
Eduquemos con el corazón de Don Bosco
Tema: Eduquemos con el corazón de Don Bosco |
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Amigos todos, siendo hoy la fiesta litúrgica de Santo Domingo Savio, adolescente alumno de San Juan Bosco, creo oportuno citar unas líneas que nos recuerda el Aguinaldo 2008 de su sucesor hoy día, mexicano, por cierto.
Aquí hay muchos amigos foreros que son sus compatriotas en esta tierra nuestra tan querida. Dice, pues:
Os recuerdo la llamada significativa del P. Duvallet, durante veinte años colaborador del Abbé Pierre en el apostolado de reeducación de los jóvenes, dirigida a nosotros salesianos: '... En un mundo en el que los muchachos son traicionados, agotados, triturados, instrumentalizados, el Señor os ha confiado una pedagogía en la que triunfa el respeto del muchacho, de su grandeza y de su fragilidad, de su dignidad de hijo de Dios. Conservadla, renovadla, rejuvenecerla, enriquecedla con todos los descubrimientos modernos, adaptadla a estas criaturas del siglo veinte (hoy ya veintiuno) y a sus dramas, que Don Bosco no pudo conocer... construid en millares de corazones la manera de amar y de salvar a los muchachos, que es la herencia de Don Bosco'.
Lo que me gusta es que D. Pascual Chávez cita a un sacerdote no de los suyos, diríamos, sino ajeno a la obra propia, pero lleno del amor a los jóvenes.
Anoche recordando la fiesta del santo del día una chica dijo que le gustaba lo ya muy conocido "hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres" que decía Domingo Savio, pero que, a continuación decía: "para ello hay que quitar del medio todo lo que pueda enturbiarla, todo el mal".,
¡Ah amigos míos! eso es otro cantar. Con la conciencia sin la gracia de Dios la alegría de dentro no puede existir.
Y la exterior, la de la carcajada ¿nos llena el corazón?
Un programa radiofónico de ayer recordaba a un misionero (no recuerdo el nombre) que trabaja con los niños soldado, esclavizados, tanto niños como niñas y procura rehacer sus vidas. Era algo espeluznante.
Esperemos que las personas que tratamos no tengan un pasado reciente escalofriante, pero sí puede haber situaciones conflictivas. Para un educador, una educadora, no puede haber descanso por eso todo lo anterior puede darnos un empuje hacia el bien y la mejora en nuestra acción ¿no os parece amigos míos?
Orpam Saretnoc Laverz |
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