LAS CEGUERAS DEL CORAZÓN

[FERNANDO GARCIA MUENTES]

Somos muchos los hombres de hoy que creemos ver todo a la perfección, vivimos simulando los temores con la preponderancia sin distinguir la presencia de Dios en el mundo que nos rodea. Muy a menudo somos asediados por las inseguridades internas que nos hacen fingir ante los demás que somos capaces de percatarnos de las cosas y ver por donde van.
En lo profundo de nuestros corazones existe sombra por las dudas y temores, pero, por querer aparentar, tratamos de existir barajando con habilidad el bien por el mal.

No queremos enfrentarnos a lo que nos obligaría a cambiar y no nos gusta reconocer nuestras equivocaciones y pecados pasando de largo ante aquello que cuestiona nuestro ser y pensar.
Necesitamos vivir con más lealtad ante nosotros mismos y ante Dios teniendo unas actitudes sinceras y transparentes que permita vernos como somos.

Es necesario pues recapacitar y proceder con prontitud ante las cegueras de nuestros corazones y ha fijar nuestras miradas en Jesús de quien procede nuestra fe, haciéndolo modelo de nuestras vidas. Él es quien las perfecciona.

Se nos hace importante ahondar como Él asumió la cruz y, haciendo un acto de voluntad personal, aceptar las consecuencias las que nos hacen vencer el dolor y el sufrimiento ante las apariencias; asumiendo con entereza las dificultades de la vida siendo coherentes consigo mismo y lo más importante de todo, confiando en la misericordia de Dios para actuar con transparencia.

Dejemos atrás las desesperanzas como les ocurrió a los discípulos de Emaús y vivamos atentos notando la presencia de Dios a nuestro lado, quien nos acompaña de manera permanente en nuestras vidas. Profundicemos en su Palabra la que nos abre los ojos para ver con su claridad y es la que ayuda a destruir las cegueras del corazón.

Renueva tu vida con la luz de Cristo, quien lo sigue no andará en tinieblas, sino que tiene la luz de la vida.

SEÑOR, PERMITE QUE TE RECONOZCAMOS EN MEDIO DE LOS AFANES DEL MUNDO.

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[marcela manqui]

Es cierto que a veces el corazón se ciega y a veces lo hace por pura conformidad; estamos tan bien en donde nos encontramos que para qué arriezgarnos a algo más. Me ocurre a mi por ejemplo, me siento católica comprometida, dispueta y bien clara que la evangelización lo puedo hacer en el trabajo y recién volviendo a la actividad parroquial como parte del grupo de lectores, sin embargo hoy en la mañana, viendo el video de Pescador de Hombres del padre Jony me preguntaba a mi misma cuanto estaba sirviendo al Señor en lo concreto, pensaba que a lo mejor podía desarrollar algun tipo de voluntariado pero de mi misma salia el pero: el tiempo del que dispongo, es muy poco jaja claro sólo todo el fin de semana. Ven? solita cierro el corazóna lo nuevo poniendo trancs y peros por montón. Tengo ganas de encabezar algún tipo de formación para laicos en mi parroquia pero no lo hago por no tener el apoyo de dos de mis amigo que me podrían ayudar con el proyecto.
Después de esta reflexión espero no pasar de largo por ese deseo de mayor compromiso.
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Mi Padre en tu Corazón encuentro mi sintonía, mi sintonía.
Y quiero Consagrar ahora a mi Pueblo todo a María...todo a María.