34. Formación permanente

[Hini]

http://es.catholic.net/sacerdotes/841/3078/articulo.php?id=41949

[Ricardo Tribin]

En qué campos consideras más importante que un sacerdote se mantenga en permanente estado de formación? ¿qué medios le pueden ayudar?


En Teologia, Liderazgo, Organizacion; manejo de Grupos; y en todo lo que contribuya mejor a su aproximacion social y espiritual en su grupo humano.
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http://ricardotribin.blogspot.com

[MCDelgadillo]

- Seminaristas y otros participantes
¿En qué campos consideras más importante que un sacerdote se mantenga en permanente estado de formación? ¿qué medios le pueden ayudar?

El sacerdote es llamado y elegido por Dios… para una entrega total, auténtica y sin reservas… para dar servicio en todos los planos, caminos, misiones y circunstancias en que se encuentre. Por lo tanto, le obliga mantener una formación permanente y actualizada en todos los aspectos implicados en la vida sacerdotal…

pero es indispensable cultivar y desarrollar prioritariamente; el campo espiritual e intelectual,… porque la Iglesia necesita que sus sacerdotes sean santos y sabios… solo así podrán mantener el sentido que tiene su vida, como elegidos por Dios, para que su respuesta hacia El será sincera, de oración profunda, y su apostolado tenga los frutos necesarios, de ahí que la elección que haga el obispo del aspirante sea con absoluto sentido de responsabilidad y conocimiento del futuro sacerdote y así verdaderamente se conviertan en sal de la tierra y no en la podredumbre que lamentablemente esta sufriendo en la actualidad la misma Iglesia. Es preferible detener una ordenación a tiempo y no lamentar a futuro, que un sacerdote lleve una doble vida.

“La Iglesia… siente con creciente urgencia el deber de dar mayor eficacia a su sana vitalidad y de promover la santificación de sus miembros, así como el de aumentar la difusión de la verdad revelada y la consolidación de sus instituciones”.

Que medios le pueden ayudar?.
El sacerdote debe;

Asumir con responsabilidad la autoformación permanente, sin descuidar ningún aspecto de su vida como humano y sacerdote que es.
Esforzarse por trabajar en si mismo, las virtudes necesarias que le darán su identidad y semejanza con Cristo, especialmente la humildad.
Conocer la espiritualidad de los grandes santos, para que según su personalidad, encuentre el camino espiritual y fortalezca su desarrollo bajo la dirección y guía de un sacerdote religioso capaz de ayudarlo en su formación espiritual según la escuela de espiritualidad que elija; benedictina, dominicana, franciscana, agustiniana, carmelitana, ignaciana, salesiana, entre otras.
Como lo pide la renovación de la doctrina espiritual el Concilio Vaticano II: “renovación de la vida cristiana volviendo a las fuentes genuinas de la espiritualidad evangélica”, para que viva su espiritualidad con profunda autenticidad y esta se refleje en su vida.
Que los encargados de coordinar actividades para impulsar el desarrollo permanente del sacerdote trabajen en unión estrecha con el obispo, para que su apoyo sea eficaz y eficiente y el obispo conozca; quién, cómo y dónde viven sus miembros y pueda prestar el apoyo, asesoría y ayuda necesaria, adecuada y oportunamente a sus sacerdotes, para que ni uno más se pierda.

[Galdino Pérez]

Sacerdotes ¿Qué medios de formación permanente se han implementado en su diócesis? En mi diócesis hay un plan de formación permanente para diez años. ¿Qué comprende este plan? Comprende los cuatro ámbitos que se menciona en Pastores dabo bobis n. 71-72: dimensión humana, espiritual, intelectual y el aspecto pastoral. Plasmado en un plan y con fechas concretas hemos querido abarcar estas cuatro dimensiones de la formación permanente. Claro, esto en lo que es posible hacer a nivel presbiterio, lo demás cada sacerdote tiene que ser responsable de su formación permanente. Lo que la diócesis nos ofrece puedo afirmar que haya una buena respuesta de parte del presbiterio, pero las dificultades que se encuentra a menudo es la formación permanente a nivel personal. Creo que las soluciones están en las convicciones personales y el no conformarse lo que nos dio el seminario. La conciencia de no estar terminado es una gran ventaja para seguir buscando la manera de mejorar para bien de nuestras comunidades.

[JULIAN RAMIRO JOVEN CADEN]

Sacerdotes

¿Qué medios de formación permanente se han implementado en su diócesis? ¿cuáles son las dificultades principales y las posibles soluciones para que los sacerdotes no descuiden su formación permanente en los cuatro ámbitos que se mencionan en Pastores dabo vobis?


Considero que para la formación permanente contamos con la reuniones mensuales. Son planeadas, organizadas y desarrolladas. Reunión de clero, de comisiones y de vicarías. Son oportunidades concretas y accesibles para la formación permanente.

Por otra parte, se promueven los cursos de actualización. Se están enviando sacerdotes para realizar especializaciones.

Pero creo que si no hay pasión y mística por el estudio, de nada valen los esfuerzo externos. Si por nosotros no corre el terro de la ignorancia, seguiremos siendo medianos intelectualmente.

[Ronald La Barrera Villarr]

En mi Diócesis tenemos algunas actividades de formación permanente. Los sacerdotes con menos de 5 años de ordenado, tienen una reunión mensual con el Vicario del Clero donde tratan puntos de la espiritualidad sacerdotal.
A nivel de todo el presbiterio tenemos una reunión mensual con una duración de 3 horas. En la primera parte es doctrinal, con algún tema que se nos da y la segunda parte es pastoral.
Una vez al año tenemos los ejercicios espirituales que duran 5 días. Además tenemos también 4 días de confraternidad, es un paseo que hacemos a un lugar fuera de la Aquidiócesis.
Tres veces al año particpamos de un almuerzo juntos, el día de la renovación de las promesas sacerdotales, en el aniversario de la ordenación episcopal de nuestro Obispo y días antes de Navidad.
Una vez al año tenemos también lo que denominamos la Semana Teológica, pero en verdad son 3 días donde se invita a un ponente con un tema de actualidad teológica.
A esto tenemos que añadir que la Diócesis estpa dividida en Vicarías territoriales y las Vicarías en Decanatos. Asi también hay reuniones 3 veces años de los decnatos y 3 veces al año de las Vicarias Territoriales. Estas reuniones son netamente pastorales y siempre culminan con un almuerzo juntos.
Como se pueden dar cuenta nos encontramos con frecuencia los sacerdotes y compartimos nuestras experiencias pastorales.
En lo que estamos fallando es en la caridad, pues no nos preocupamos de las necesidades de algunos y si alguien no llega a la reunión por enfermedad no lo visitamos.
La asistencia a las reuniones no es el 100% pero si es la gran mayoría, en la que participamos pocos son en los paseos y almuerzos.

[Ronald La Barrera Villarr]

En mi Diócesis tenemos algunas actividades de formación permanente. Los sacerdotes con menos de 5 años de ordenado, tienen una reunión mensual con el Vicario del Clero donde tratan puntos de la espiritualidad sacerdotal.
A nivel de todo el presbiterio tenemos una reunión mensual con una duración de 3 horas. En la primera parte es doctrinal, con algún tema que se nos da y la segunda parte es pastoral.
Una vez al año tenemos los ejercicios espirituales que duran 5 días. Además tenemos también 4 días de confraternidad, es un paseo que hacemos a un lugar fuera de la Aquidiócesis.
Tres veces al año particpamos de un almuerzo juntos, el día de la renovación de las promesas sacerdotales, en el aniversario de la ordenación episcopal de nuestro Obispo y días antes de Navidad.
Una vez al año tenemos también lo que denominamos la Semana Teológica, pero en verdad son 3 días donde se invita a un ponente con un tema de actualidad teológica.
A esto tenemos que añadir que la Diócesis estpa dividida en Vicarías territoriales y las Vicarías en Decanatos. Asi también hay reuniones 3 veces años de los decnatos y 3 veces al año de las Vicarias Territoriales. Estas reuniones son netamente pastorales y siempre culminan con un almuerzo juntos.
Como se pueden dar cuenta nos encontramos con frecuencia los sacerdotes y compartimos nuestras experiencias pastorales.
En lo que estamos fallando es en la caridad, pues no nos preocupamos de las necesidades de algunos y si alguien no llega a la reunión por enfermedad no lo visitamos.
La asistencia a las reuniones no es el 100% pero si es la gran mayoría, en la que participamos pocos son en los paseos y almuerzos.

[Juan Carlos Soto Siovil]

Sacerdotes:
En este momento frente a la formacion permanent, hay 2 opciones importantes, la primera es la posibilidad de ir al extrangero a hacer cursos y estudios mas avanzados que se yo Dogmatica, Mariologia, Cristologia, Derecho, etc, y por tanto es una gran oportunidad para quienes nos llama la atencion la formacion.
La otra posibilidad es la de cursos dentro de las jursdicciones eclesiasticas cercanas en la s universidades pontificias donde tenemos la mgran mayoria de sacerdotes el acceso y ademas de ello la formacion permanente de la diocesis que se realiza cada mes por medio de charlas y retiros con personas bien ilustradas en teologia y a veces sacerdotes o teologos.
Hoy hay grandes dificultades en este sentido de la formacion pero antes de las dificultades las soluciones y oportunidades estan al dedillo.
Supongamos a un sacerdote que este alejado de un poblado o de la misma ciudad donde no existan ni hayan llegado medios de comunicacion como telefono fax internet etc, si se quiere formar es facil conseguir unos libros de buenos teologos u otros autores que ayuden a su formacion integral y permanente, y esto pienso es necesario porque no nos podemos quedar con lo que el seminario nos brindo puesto que fueron simplemente bases si bien es cierto bases solidas pero que necesitan de mas refuerzo. Es bien importante hacer circulos de estudio sacerdotal en la diocesis o entre los parrocos cercanos y amigos lo cual ira ayudando a que esta formacion tenga un sentido cada vez mas eclesial y es por lo que la iglesia siempre se preocupa y sugiere tambien para formarse permanente mente y llegar a expresar en nuestra vida lo descrito por el papa JuAN PABLO II EN LA PASTORES DABO Vobis
Hno Juan Carlos Soto Siovil. mbp

[Hilario Cedeño Chávez]

¿Qué medios de formación permanente se han implementado en su diócesis? ¿cuáles son las dificultades principales y las posibles soluciones para que los sacerdotes no descuiden su formación permanente en los cuatro ámbitos que se mencionan en Pastores dabo vobis?

En mi Congregación, cada seis años se organiza un mes de Formación Permanente para todos los integrantes. Con un plan realizado hace años, se ha implementado en varias diócesis (con su respectiva adecuación).

En estas varía la forma: cada año un valor; realizar la experiencia por edades de ordenación; varias sesiones al año.

Yo mismo he participado por varios años dirigiendo el "mes de renovación sacerdotal" en Colombia.

De las dificultades encontradas, especialmente que lso sacerdotes puedan sacar el tiempo para su Formación Permanente.

En oacasiones otros sacerdotes han suplido al que va a su Formación Permanente o simplemente se explica a la comunidad cristriana su necesidad de ausencia. Curiosamente algunos dicen que no hay tiempo para la FP, pero sí en ocasiones se saca ese o más tiempo para vacaciones, tour, etc.

Hilario msps.

[MARCELO M]

¿Qué medios de formación permanente se han implementado en su diócesis? ¿cuáles son las dificultades principales y las posibles soluciones para que los sacerdotes no descuiden su formación permanente en los cuatro ámbitos que se mencionan en Pastores dabo vobis?

En la diócesis se formó una comisión de formación permanente la cual se encarga primero de animar la formación, a través de comunicados, llamadas telefónicas encuentros mensuales, etc. Segundo organiza los cursos de actualización en tres áreas: la humana, la cristiana y la sacerdotal. Estos cursos son programados al inicio de cada año, para que todos los sacerdotes puedan participar.
Así también esta comisión, analizando las necesidades de la diócesis y del seminario envía periódicamente sacerdotes a estudiar en el exterior.
Se organizan los encuentros de sacerdotes por edades, ha sido una experiencia muy rica pues se reencuentran compañeros y se lleva temas más afines con la edad cronológica .
Sin embargo falta mayor concientización de la necesidad de la formación permanente, pues como en todo sitio, creo, faltan hermanos que se interesen por estas iniciativas, y participen de ellas. En fin se sigue buscando medios para lograrlo.

[Juan José Rodríguez Mesa]

- Sacerdotes
¿Qué medios de formación permanente se han implementado en su diócesis? ¿cuáles son las dificultades principales y las posibles soluciones para que los sacerdotes no descuiden su formación permanente en los cuatro ámbitos que se mencionan en Pastores dabo vobis?

En la Orden religiosa a la que pertenezco surgió la iniciativa de hacer del encuentro anual de neosacerdotes una variación para que se extendiese a otros religiosos que quisiesen participar y trabajar por su formación permanente. En efecto, el año pasado 2008 se efectuó el primer encuentro de formación permanente como un momento de gracia para privilegiar dicha formación.

Adicionalmente, a nivel general se organizan encuentros de renovación con representantes de cada país. Por otra parte, las iniciativas en orden al estudio son favorecidas por el gobierno provincial siempre y cuando no vayan en detrimento de las demás responsabilidades.

Hoy más que nunca gracias a los medios de comunicación es más fácil atender a la formación permanente por ejemplo a través de la virtualidad como por ejemplo este curso que hemos venido realizando. Sin embargo como plantea la lectura: “La formación permanente es tarea personal del mismo sacerdote. El principio de "autoformación" sigue siendo válido fuera del seminario. Si los seminaristas no entienden y valoran ya desde el seminario el sentido y la necesidad de la formación continua, será difícil que le den luego su debida importancia una vez que se encuentren absorbidos por el vértigo del trabajo pastoral diario. Debe ser cada sacerdote quien se mantenga día a día en la búsqueda de su santidad personal y en el esfuerzo por hacer más fecundo su apostolado; debe ser él quien siga buscando los medios de santificación que le ayudaban en el seminario: confesión frecuente, dirección espiritual, lectura espiritual...; debe ser él quien aparte algunos ratos diarios o semanales para leer y estudiar”.

Paradójicamente, se ven descuidos en el compromiso personal por la formación permanente argumentando falta de tiempo para ello. Personalmente pienso que este tipo de argumento o algunos semejantes se convierten en excusas porque en realidad todos tenemos tiempo, lo que debemos hacer es aprender a organizarlo o administrarlo.

[Pbro. Francisco Rodríguez]

Estando ya por concluir este interesante curso, comparto mi gratitud a Dios que me ha permitido perseverar hasta llegar al final, participando en todos los foros. Como sacerdote me he visto beneficiado con este curso por la oportunidad de profundizar en mi formación permanente.

¿Qué medios de formación permanente se han implementado en su diócesis?

Existe una comisión diocesana de formación permanente del clero, que se encarga de animar y organizar la formación de los sacerdotes.
Los medios con los que contamos son: Ejercicios espirituales anuales, retiros espirituales mensuales, momentos de convevencia sacerdotal, no sólo diocesana sino incluso provincial (llegamos a reunirnos sacerdotes de 4 diócesis), encuentros de sacerdotes según sus edades y cursos de actualización doctrinal.

¿Cuáles son la dificultades princiaples y posibles soluciones para que los sacerdotes no descuiden su formación permanente en los cuatro ámbitos que se mencionan en PDV?

1. Ante todo considero que todo parte de una profunda convicción personal para valorar la propia formación como una necesidad constante.
2. Tener siempre presente el sentido sobrenatural de toda nuestra vida, de tal manera que tengamos la conciencia de que en todo lo que hacemos debemos reflejar al mismo Cristo y para ello necesitamos la profunda experiencia de "encuentro personal" con él.
3. Reavivar el don recibido, viviendo con estusiasmo e interés nuestro ser sacerdotal.
4. Animarnos entre nosotros sacerdotes a foementar la formación con el ejemplo y con iniciativas como reuniones de grupos pequeños, etc.
5. Aprovechar todas las reuniones que se tengan con hermanos sacerdotes, ya sea en comisiones ya sea en decanatos y ahí formarnos.

P. Paco R.

[Padre Jairo Yate R.]

Interesante la propuesta de la formación permanente en la vida ministerial. La propuesta debe ir encadenada entre los dirigentes de la Diócesis y el mismo presbiterio. La Diócesis debe animar a los sacerdotes para que gusten de estar en un continuo aggiornamento. Los sacerdotes deben recibir una formación en su época de seminaristas para que en el futuro vean la formación permanente como un medio extraordinario de cualificación en su vida ministerial. El problema gravita en que la formación Permanente es entendida y confundida con la intelectualidad, con el título universitario, con la licencia, con el doctorado. Noto que muchos piensan que los estudios universitarios dan una escala dentro del presbiterio y no a lo que debería ser: un sacerdote mejor preparado debería ser un mejor pastor, un hombre al servicio de la Iglesia y de la humanidad. Luego el ambiente que se tiene es más importante para la misma persona que lo posee que para la misión que está cumpliendo.
Bien difícil entender la formación sólo desde lo intelectual. Y en la realidad en eso andamos actualmente. Nos parece que el campo espiritual, pastoral, personal, eclesiástico, no es importante como formación permanente. Creo profundamente que la idea de formación debe residir en primera instancia en el mismo ministro, una persona que no se forma que no se prepara, da muy poco para la vida eclesial. O al contrario termina contentándose con lo mínimo. La formación permanente en su amplio sentido fortalece la misión y la identidad del ministro, lo ubica fácilmente en la Iglesia y le permite aportar mucho más para la misma pastoral, espiritualidad y vida de la Iglesia. E incluso lo sostiene vocacionalmente, le permite ver con claridad y disfrutar de su misión en el pastoreo de las comunidades. Eso depende de la personalidad de cada cual, porque donde no existe un hombre virtuoso, no hay posibilidades de tener un sacerdote entregado y disponible para la misión.
Curiosamente, algunas personas que gustan de la formación permanente desde el punto de vista intelectual, no producen para sus diócesis o para sus gentes. Eso me llama mucho la atención, como que gozan hablando del título que tienen o de los idiomas que hablan pero esa riqueza no aparece en su pastoreo, parece ser que la formación es un lujo y no una parte integral del sólido ministro de Dios. Es necesario replantear ese punto en la Iglesia, hasta dónde la parte intelectual sea la más importante para un ministro o la calidad en su vida del mismo ministro. Se escucha hablar con mucha frecuencia en los corrillos de buenos seminaristas y uno pregunta por qué buenos y la respuesta que obtiene es porque es sobresaliente en todas las materias. Pasa el tiempo y esa misma persona sobresaliente vive en un mundo aparte de las necesidades de la Diócesis y de la misma misión eclesial.

Existen unas razones teológicas para la formación sacerdotal. “Razones Teológicas de la Formación Permanente

"Te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti" (2 Tim. 1, 6).

Las palabras del Apóstol al obispo Timoteo se pueden aplicar legítimamente a la formación permanente a la que están llamados todos los sacerdotes en razón del "don de Dios" que han recibido con la ordenación sagrada. Ellas nos ayudan a entender el contenido real y la originalidad inconfundible de la formación permanente de los presbíteros. También contribuye a ello otro texto de san Pablo en la otra carta a Timoteo: "No descuides el carisma que hay en ti, que se te comunicó por intervención profética mediante la imposición de las manos del colegio de presbíteros. Ocúpate en estas cosas; vive entregado a ellas para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Vela por ti mismo y por la enseñanza; persevera en estas disposiciones, pues obrando así, te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen" (1 Tim. 4, 14-16).

El Apóstol pide a Timoteo que "reavive", o sea, que vuelva a encender el don divino, como se hace con el fuego bajo las cenizas, en el sentido de acogerlo y vivirlo sin perder ni olvidar jamás aquella "novedad permanente" que es propia de todo don de Dios, -que hace nuevas todas las cosas (cf. Ap. 21, 5)- y, consiguientemente vivirlo en su inmarcesible frescor y belleza originaria.

Pero este "reavivar" no es sólo el resultado de una tarea confiada a la responsabilidad personal de Timoteo, ni es sólo el resultado de un esfuerzo de su memoria y de su voluntad. Es el efecto de un dinamismo de la gracia, intrínseco al don de Dios: es Dios mismo, pues, el que reaviva su propio don, más aún, el que distribuye toda la extraordinaria riqueza de gracia y de responsabilidad que en él se encierran.

Con la efusión sacramental del Espíritu Santo que consagra y envía, el presbítero queda configurado con Jesucristo Cabeza y Pastor de la Iglesia y es enviado a ejercer el ministerio pastoral. Y así, al sacerdote, marcado en su ser de una manera indeleble y para siempre como ministro de Jesús y de la Iglesia, e inserto en una condición de vida permanente e irreversible, se le confía un ministerio pastoral que, enraizado en su propio ser y abarcando toda su existencia, es también permanente. El sacramento del Orden confiere al sacerdote la gracia sacramental, que lo hace partícipe no sólo del "poder" y del "ministerio" salvífico de Jesús, sino también de su "amor"; al mismo tiempo, le asegura todas aquellas gracias actuales que le serán concedidas cada vez que le sean necesarias y útiles para el digno cumplimiento del ministerio recibido.

De esta manera, la formación permanente encuentra su propio fundamento y su razón de ser original en el dinamismo del sacramento del Orden.

Ciertamente no faltan también razones simplemente humanas que han de impulsar al sacerdote a la formación permanente. Ello es una exigencia de la realización personal progresiva, pues toda vida es un camino incesante hacia la madurez, y ésta exige la formación continua. Es también una exigencia del ministerio sacerdotal, visto incluso bajo su naturaleza genérica y común a las demás profesiones, y por tanto como servicio hecho a los demás; porque no hay profesión, cargo o trabajo que no exija una continua actualización, si se quiere estar al día y ser eficaz. La necesidad de "mantener el paso" con la marcha de la historia es otra razón humana que justifica la formación permanente.

Pero estas y otras razones quedan asumidas y especificadas por las razones teológicas que se han recordado y que se pueden profundizar ulteriormente.

El sacramento del Orden, por su naturaleza de "signo", propia de todos los sacramentos, puede considerarse -como realmente es- Palabra de Dios. Palabra de Dios que llama y envía es la expresión más profunda de la vocación y de la misión del sacerdote. Mediante el sacramento del Orden Dios llama ´coram Ecclesia´ al candidato al sacerdocio. El "ven y sígueme" de Jesús encuentra su proclamación plena y definitiva en la celebración del sacramento de su Iglesia: se manifiesta y se comunica mediante la voz de la Iglesia, que resuena en los labios del Obispo que ora e impone las manos. Y el sacerdote da respuesta, en la fe, a la llamada de Jesús: "vengo y te sigo". Desde este momento comienza aquella respuesta que, como opción fundamental, deberá renovarse y reafirmarse continuamente durante los años del sacerdocio en otras numerosísimas respuestas, enraizadas todas ellas y vivificadas por el "sí" del Orden sagrado.

En este sentido, se puede hablar de una vocación "en" el sacerdocio. En realidad, Dios sigue llamando y enviando, revelando su designio salvífico en el desarrollo histórico de la vida del sacerdote y de las vicisitudes de la Iglesia y de la sociedad. Y precisamente en esta perspectiva emerge el significado de la formación permanente; esto es necesaria para discernir y seguir esta continua llamada o voluntad de Dios. Así, el apóstol Pedro es llamado a seguir a Jesús incluso después de que el Resucitado le ha confiado su grey: "Le dice Jesús: ´Apacienta mis ovejas´. ´En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará a donde tú no quieras´. Con esto indicaba la clase de muerte con que iba a glorificar a Dios. Dicho esto, añadió: ´Sígueme´" (Jn. 21, 17-19). Por tanto, hay un "sígueme" que acompaña toda la vida y misión del apóstol. Es un "sígueme" que atestigua la llamada y la exigencia de fidelidad hasta la muerte (cf. Jn. 21, 22), un "sígueme" que puede significar una "sequela Christi" con el don total de sí en el martirio[214].

Los Padres sinodales han expuesto la razón que muestra la necesidad de la formación permanente y que, al mismo tiempo, descubre su naturaleza profunda, considerándola como "fidelidad" al ministerio sacerdotal y como "proceso de continua conversión"[215]. Es el Espíritu Santo, infundido con el sacramento, el que sostiene al presbítero en esta fidelidad y el que lo acompaña y estimula en este camino de conversión constante. El don del Espíritu Santo no excluye, sino que estimula la libertad del sacerdote para que coopere responsablemente y asuma la formación permanente como un deber que se le confía. De esta manera, la formación permanente es expresión y exigencia de la fidelidad del sacerdote a su ministerio, es más, a su propio ser. Es, pues, amor a Jesucristo y coherencia consigo mismo. Pero es también un acto de amor al Pueblo de Dios, a cuyo servicio está puesto el sacerdote. Más aún, es un acto de justicia verdadera y propia: él es deudor para con el Pueblo de Dios, pues ha sido llamado a reconocer y promover el "derecho" fundamental de ser destinatario de la Palabra de Dios, de los Sacramentos y del servicio de la caridad, que son el contenido original e irrenunciable del ministerio pastoral del sacerdote. La formación permanente es necesaria para que el sacerdote pueda responder debidamente a este derecho del Pueblo de Dios.

Alma y forma de la formación permanente del sacerdote es la caridad pastoral: el Espíritu Santo, que infunde la caridad pastoral, inicia y acompaña al sacerdote a conocer cada vez más profundamente el misterio de Cristo, insondable en su riqueza (cf. Ef. 3, 14 ss.) y, consiguientemente, a conocer el misterio del sacerdocio cristiano. La misma caridad pastoral empuja al sacerdote a conocer cada vez más las esperanzas, necesidades, problemas, sensibilidad de los destinatarios de su ministerio, los cuales han de ser contemplados en sus situaciones personales concretas, familiares y sociales.

A todo esto tiende la formación permanente, entendida como opción consciente y libre que impulse el dinamismo de la caridad pastoral y del Espíritu Santo, que es su fuente primera y su alimento continuo. En este sentido la formación permanente es una exigencia intrínseca del don y del ministerio sacramental recibido, que es necesaria en todo tiempo, pero hoy lo es particularmente urgente, no sólo por los rápidos cambios de las condiciones sociales y culturales de los hombres y los pueblos, en los que se desarrolla el ministerio presbiteral, sino también por aquella "nueva evangelización", que es la tarea esencial e improrrogable de la Iglesia en este final del segundo milenio.” (Juan Pablo II. Pastores Dabo Vobis 70)

Padre, Jairo Yate. Ibagué Colombia
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Hacer la voluntad de Dios es fundamental para ser un buen ministro

[jguerras100]

¿Qué medios de formación permanente se han implementado en su diócesis? ¿Cuáles son las dificultades principales y las posibles soluciones para que los sacerdotes no descuiden su formación permanente en los cuatro ámbitos que se mencionan en Pastores dabo vobis?

Considero que la formación permanente en los ámbitos de formación humana, intelectual, espiritual, y pastoral, no se debe dejar únicamente a un encargado o alguna comisión sino mas bien a cada sacerdote le corresponde la responsabilidad de tener una formación continua en cada ámbito, si bien es cierto aprovechando lo que ya la Diócesis ha determinado o brindado, o por la asistencia de personalidades a la Diócesis para lograr seguir aprendiendo cada día más.
Se han tenido intentos tanto en los propios Decanatos de la Diocesis, como en los Secretariados decanales, diocesanos, zonales o nacionales para tener una propuesta más seria y formal de contar con institutos Diocesanos de formación continua tanto para sacerdotes, como para laicos que pertenezcan a Movimientos y Apostolados, para tener gente más eficaz y eficiente para el servicio de la Iglesia, se tienen también semanas de Formación Permanente para Sacerdotes, Retiro anual para crecimiento y oración, etc.
Pero creo que uno de los factores que impiden su correcto funcionamiento es el tiempo disponible de sacerdotes, tanto para ser formados como para compartir sus conocimientos a los demás, se tiene mucho activismo y juntas de grupos parroquiales, de Decanatos, de la Diócesis, de Secretariados como Evangelización y Catequesis. Liturgia, etc, que si se toma en cuenta que se tiene en algunas parroquias a un solo sacerdote no le queda tiempo para mas, después de la celebración litúrgica diaria, la visita a enfermos, la atención parroquial, etc. Además los planes pastorales aun están en pañales en muchos lugares y no existe una unificación de criterios, aun cuando se tenga un Sínodo para contar con un anteproyecto y de ahí partir para alcanzar el Plan Pastoral y Misionero Orgánico de Conjunto Diocesano y el Plan Pastoral y Misionero Orgánico de Conjunto Parroquial.
Otro obstáculo sería la unidad en la pluralidad, puesto que incluso los que tienen mayor tiempo y recursos para apoyar esta formación continua serían los colegios y universidades católicas de la Diócesis, pero generalmente están trabajando en forma aislada y sin contar con el mismo sentir y plan Diocesano de Pastoral.
Pero si es cierto también que la educación se tiene en el ámbito intelectual al contar con herramientas tan valiosas como el internet para tener un amplio criterio del mundo actual y superar lo aprendido en las aulas, además se tiene en el rubro de lo espiritual el estar en comunidad o formar una verdadera fraternidad en las parroquias y Decanatos para que se tengan intercambios de materiales y de experiencias para el crecimiento espiritual, pastoral.

¿En qué campos consideras más importante que un sacerdote se mantenga en permanente estado de formación? ¿qué medios le pueden ayudar?

Considero que todos son importantes dado que Cristo mostro ser integro y que la unidad de mente, espíritu y alma es el ser humano y gracias a haber sido formado a la imagen y semejanza de Dios y contar con la ayuda del Espíritu Santo debemos crecer armónicamente todos, puesto que el sacerdote es un hombre al servicio de los demás debe estar más preparado en el todo que en lo mismo que el seglar, lo humano o intelectual solamente. Pero es indudable que el lado espiritual debe ser privilegiado para que este en contacto íntimo, directo y continuo con Dios, puesto que entre más se parezca a Cristo mas será Alter Christus.
La ayuda ideal sería de 2 formas, primero y básico e indispensable el ORAR por el constantemente, la segunda sería brindarle apoyos para su debida formación permanente y continua y no solo a Él sino a la Diócesis, ¿pero cómo?, pues dándoles ayuda económica, o si ud es un especialista en las áreas de humanística o intelectual ofreciendo sus servicios gratuitos para darles un apoyo en la formación adecuada al Plan y Programa Diocesano. O becándole para que si el tiempo lo permite y el Obispo le autoriza y es útil para la Diócesis realice estudios técnicos o humanísticos para profesiones que le darán un crecimiento no solo a Él sino a su parroquia y a su Diócesis en el servicio adecuado, tanto de asesoría o prevención como en la aplicación de esos estudios en el bien común.

[Jorge Batista]

¿En qué campos consideras más importante que un sacerdote se mantenga en permanente estado de formación? ¿qué medios le pueden ayudar?

creo que en las cuatro etapas de formacion que hemos estudiado se tiene que seguir la formacion permanente, no olvidando que el sacerdote debe auto formarse todos los dias y corresponde a el obispo y toda la comunidad cristiana prestar el apoyo y el cariño que necesitan los pastores para seguir cumpliendo su mision.

[verónica ana]

34 Formación Permanente
- Seminaristas y otros participantes
¿En qué campos consideras más importante que un sacerdote se mantenga en permanente estado de formación? ¿qué medios le pueden ayudar?

Como ya hemos visto es necesario que el sacerdote se mantenga en estado de formación permanente en las cuatro áreas que hemos venido mencionando, es decir la humana, la intelectual, la apostólica y la espiritual y darle a esta última especial importancia dado que constituye, como dice la presente entrega, el núcleo fundamental de la esencia sacerdotal. Actuar como Cristo, ser Cristo mismo es la meta a la que ha sido llamado y esto es lo que espera del sacerdote el Señor, la iglesia y toda la comunidad eclesial.
Pienso que la llamada Divina a la santidad, y a la perfección y la tarea de permanecer unidos al Señor, identificándose con Él, haciéndose uno con Él, en muchos casos, salvo raras excepciones, parece haber sido olvidada, y la falta de espiritualidad parece caracterizar el momento sacerdotal actual. Por eso nos encontramos que muchas veces no se sabe dar orientación adecuada y responder a las inquietudes de los laicos, se lleva el ministerio como una pesada carga donde reinan la monotonía, la rutina, el desánimo y el desaliento. La administración de los sacramentos y la Santa Misa se asemejan a trámites burocráticos con los que hay que terminar lo más rápidamente posible. Las homilías son algo que se dice pero no se siente, ni se está convencido, y lo que es más grave tampoco se vive y todo suena a hueco y vacío de contenido.
Por eso como se recalca en el presente documento la parte espiritual constituye el núcleo fundamental ya que el tiempo que se dedique a tener un encuentro personal con el Señor nunca será tiempo perdido, por el contrario le servirá al sacerdote para saciarse de los frutos con los que después podrá saciar a los demás. Para dar en abundancia hay que estar provisto en abundancia. Hay que tomar la precaución de no desabastecerse nunca para poder tener asegurada la entrega y la calidad de lo que se está entregando. Es preciso tomarse el tiempo necesario para estar a los pies del Maestro para recibir Sus directivas, Sus enseñanzas y Su Luz. De esta manera podrá luego entregarlo convenientemente y convincentemente.
Creo que los laicos debemos colaborar con nuestros pastores rezando y ofreciendo por ellos, apoyando a los que se sienten solos y no apoyados por sus compañeros en el ministerio (hay celos, rivalidades, mucha falta de caridad) para que se puedan superar esas instancias y todos podamos “ser uno” (Jn 17,21) y la iglesia pueda brillar en todo Su esplendor y ser Faro del mundo y Luz de las naciones.
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El Señor los bendiga a todos y les conceda la Paz

[René Héctor Martíinez Mez]

- Seminaristas y otros participantes
¿En qué campos consideras más importante que un sacerdote se mantenga en permanente estado de formación?
En todos, y para ello es importante recordar la cita: Mateo 25, 1 – 13, de las diez vírgenes, las cinco prudentes que se mantuvieron vigilantes y con la provisión adecuada de aceite para la espera.
Es importante que el la formación se le despierte el interés al futuro sacerdote por las autoformación, y que se mantenga siempre vigilante abracando esta no solo aspectos religiosos, Teología, Escolástica, Liturgia, etc. Sino también una formación profesional. Tal vez esto último no sea posible por la ubicación o situación económica de la parroquia, pero por lo menos interesarse en sacar pequeños cursos.
Realizar ejercicios espirituales, por lo menos una vez al año o cuando sienta que algo está fallando o cuando nazca una inquietud en su vida.
Es necesario que el sacerdote este consientes de que la realidad no es permanente que hay dinámica en ella, mas sin embargo el objetivo de hacer realidad el plan de Dios es permanente, los objetivos para llegar a su realización deben de ser dinámicos y la forma en que afrontemos esta dinámica depende de lo bien preparado que estemos para ello, recordemos Mateo 7, 24 – 25, como sacerdotes debemos estar cimentados en roca, pero esta cimentación debe de estar reforzándose continuamente, no debe de ser estática.
La embestidura sacerdotal no nos vuelve invulnerables, muy al contrario es cuando más vulnerabilidad, mas tentación, mas fragilidad podemos enfrentar y la superación a ello depende de lo debidamente preparados que estemos para enfrentarle.

¿Qué medios le pueden ayudar?
Hay muchos medios, pero posiblemente no todos estén al alcance del nuevo sacerdote, hay parroquias sumamente pobres, y la peor pobreza que puede enfrentar el nuevo sacerdote es su incapacidad para poder enfrentar la realidad de su comunidad y transformarla. Se pueden organizar pequeños intercambios parroquiales, creo que las diferentes órdenes religiosas pueden hacer a un lado sus diferencias y límites geográficos e integrar pequeñas comunidades interparroquiales, se habla mucho de la integración interreligiosa, pero considero que aún nos hace falta mucho para integrarnos como Ecclesia, esa gran casa común, donde cada quien tenga un lugar y a la que todos estamos invitados.
Esto conllevaría a una mayor participación y a aumentar la riqueza en lo que a experiencia de vida toca al sacerdote y a un apoyo intercomunitario.
Espacios como el abierto por Catholic.net, son muy buenos y ayudan al crecimiento y la formación, pero implican tener una computadora y acceso a internet, lo cual puede ser resuelto como expuse anteriormente con un apoyo interparroquial.
Bibliografía, revistas, etc.
Y talvez el mas importante, el deseo y la entrega por dar un verdadero servicio que transforme nuestra comunidad de una manera desintereza con una entrega plena de corazón y manos.

[P. Tobias Murillo Gil]

Foro 34 Sacerdotes
¿Qué medios de formación permanente se han implementado en su diócesis? ¿cuáles son las dificultades principales y las posibles soluciones para que los sacerdotes no descuiden su formación permanente en los cuatro ámbitos que se mencionan en Pastores dabo vobis?

En todas las Diócesis nuestras, hay hoy una gran preocupación por la formación permanente de los Sacerdotes, mi Diócesis no se queda atrás. Tenemos la reunión mensual en la que la primera parte se dedica al crecimiento Sacerdotal, hay también encuentros de formación para los más jóvenes y hay preocupación del Señor Obispo por la formación de sus Sacerdotes.
Pero pienso lo siguiente: Bien podemos tener todos los medios de formación posibles, y si no los aprovechamos. Yo creo que medios indiscutibles de formación y crecientito, está en el mismo ejercicio Sacerdotal cuando lo hago para darle gloria a Dios, la Eucaristía diaria, la Oración que no tiene vacaciones, la lectura y meditación de la palabra de Dios, mi entrega generosa a mis fieles, mis Ovejas que pastoreo y mi mismo amor a Jesucristo con quien tengo experiencia de Resucitado; me darán una formación permanente. Y si le uno esta maravillosa oportunidad de los medios de comunicación como en este curso, tendré formación permanente.

Hoy más que nunca gracias a los medios de comunicación es más fácil atender a la formación permanente por ejemplo a través de la virtualidad como por ejemplo este curso que hemos venido realizando. Sin embargo como plantea la lectura: “La formación permanente es tarea personal del mismo sacerdote. El principio de "autoformación" sigue siendo válido fuera del seminario. Si los seminaristas no entienden y valoran ya desde el seminario el sentido y la necesidad de la formación continua, será difícil que le den luego su debida importancia una vez que se encuentren absorbidos por el vértigo del trabajo pastoral diario. Debe ser cada sacerdote quien se mantenga día a día en la búsqueda de su santidad personal y en el esfuerzo por hacer más fecundo su apostolado; debe ser él quien siga buscando los medios de santificación que le ayudaban en el seminario: confesión frecuente, dirección espiritual, lectura espiritual...; debe ser él quien aparte algunos ratos diarios o semanales para leer y estudiar”.

Que buen Dios los bendiga.




_________________
Jesus:"Me amo y se entego por mi"

P. Tobias

[P. Tobias Murillo Gil]

Foro 34 Sacerdotes
¿Qué medios de formación permanente se han implementado en su diócesis? ¿cuáles son las dificultades principales y las posibles soluciones para que los sacerdotes no descuiden su formación permanente en los cuatro ámbitos que se mencionan en Pastores dabo vobis?

En todas las Diócesis nuestras, hay hoy una gran preocupación por la formación permanente de los Sacerdotes, mi Diócesis no se queda atrás. Tenemos la reunión mensual en la que la primera parte se dedica al crecimiento Sacerdotal, hay también encuentros de formación para los más jóvenes y hay preocupación del Señor Obispo por la formación de sus Sacerdotes.
Pero pienso lo siguiente: Bien podemos tener todos los medios de formación posibles, y si no los aprovechamos. Yo creo que medios indiscutibles de formación y crecientito, está en el mismo ejercicio Sacerdotal cuando lo hago para darle gloria a Dios, la Eucaristía diaria, la Oración que no tiene vacaciones, la lectura y meditación de la palabra de Dios, mi entrega generosa a mis fieles, mis Ovejas que pastoreo y mi mismo amor a Jesucristo con quien tengo experiencia de Resucitado; me darán una formación permanente. Y si le uno esta maravillosa oportunidad de los medios de comunicación como en este curso, tendré formación permanente.

Hoy más que nunca gracias a los medios de comunicación es más fácil atender a la formación permanente por ejemplo a través de la virtualidad como por ejemplo este curso que hemos venido realizando. Sin embargo como plantea la lectura: “La formación permanente es tarea personal del mismo sacerdote. El principio de "autoformación" sigue siendo válido fuera del seminario. Si los seminaristas no entienden y valoran ya desde el seminario el sentido y la necesidad de la formación continua, será difícil que le den luego su debida importancia una vez que se encuentren absorbidos por el vértigo del trabajo pastoral diario. Debe ser cada sacerdote quien se mantenga día a día en la búsqueda de su santidad personal y en el esfuerzo por hacer más fecundo su apostolado; debe ser él quien siga buscando los medios de santificación que le ayudaban en el seminario: confesión frecuente, dirección espiritual, lectura espiritual...; debe ser él quien aparte algunos ratos diarios o semanales para leer y estudiar”.

Que buen Dios los bendiga.




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Jesus:"Me amo y se entego por mi"

P. Tobias

[MCDelgadillo]

Ante las noticias y escándalo de la conducta de Alberto Cutié con Ruhama Canellis; ¿Qué postura debemos adoptar y que argumentos podemos dar los católicos para responder al llamado que la Iglesia nos hace de amarla y respetarla como Insitución fundada por Jesucristo y para saber dar respuesta como testigos del Reino de Dios?.

Sabemos que:
El sacerdocio es un llamado de Dios al cual se responde con decisión libre y madura para ser sacerdotes con todo lo que la Iglesia requiere para esa vocación.

S.S. Benedicto XVI nos dice: "Ser vírgenes y saber practicar periódicamente el ayuno es atestiguar que la vida eterna nos espera; más aún, que ya está entre nosotros. Sin virginidad y sin ayuno, la Iglesia no es ya Iglesia; se hace intrascendente, sumergiéndose en la historia".

El P. Jordi Rivero en (www.corazones.com); Se considera normal que el hombre mundano, que vive dominado por las pasiones, vea el celibato como una represión y hasta como un peligro. Pero el celibato vivido santamente es una donación total de nuestro amor por Dios y por todos. Sin fe y sin gracia no se puede vivir el celibato, pero sin estas tampoco se debe ser sacerdote.

[MCDelgadillo]

Ante las noticias y escándalo de la conducta de Alberto Cutié con Ruhama Canellis; ¿Qué postura debemos adoptar y que argumentos podemos dar los católicos para responder al llamado que la Iglesia nos hace de amarla y respetarla como Insitución fundada por Jesucristo y para saber dar respuesta como testigos del Reino de Dios?.

Sabemos que:
El sacerdocio es un llamado de Dios al cual se responde con decisión libre y madura para ser sacerdotes con todo lo que la Iglesia requiere para esa vocación.

S.S. Benedicto XVI nos dice: "Ser vírgenes y saber practicar periódicamente el ayuno es atestiguar que la vida eterna nos espera; más aún, que ya está entre nosotros. Sin virginidad y sin ayuno, la Iglesia no es ya Iglesia; se hace intrascendente, sumergiéndose en la historia".

El P. Jordi Rivero en (www.corazones.com); Se considera normal que el hombre mundano, que vive dominado por las pasiones, vea el celibato como una represión y hasta como un peligro. Pero el celibato vivido santamente es una donación total de nuestro amor por Dios y por todos. Sin fe y sin gracia no se puede vivir el celibato, pero sin estas tampoco se debe ser sacerdote.

[bonny]

¿En qué campos consideras más importante que un sacerdote se mantenga en permanente estado de formación


Como mencionan en el tema,


El progreso debe continuar en todo lo que define la identidad del sacerdote y constituye la base del desarrollo de su misión. Por tanto, habría que considerar las cuatro áreas de la formación, y dar especial importancia a lo que constituye el núcleo fundamental de la esencia sacerdotal, es decir su vida espiritual como búsqueda permanente de la santidad en la identificación con Cristo sacerdote.

Ademas el Sacerdote debe estar atento a las necesidades que surgirán en cada etapa de su vida, no descuidarse, para que en base a ello busque estar bien preparado y que cada una de estas etapas se convierte en una oportunidad para crecer como ser humano y fortalecer su esencia sacerdotal y no todo lo contrario.



¿Qué medios le pueden ayudar


Que la diócesis establezca algunos medios que puedan ayudar a sus sacerdotes,

Trazar un plan concreto, de acuerdo con las necesidades y circunstancias del propio clero.

Organizar cursos de actualización doctrinal o de metodología pastoral; se puede establecer retiros periódicos, ejercicios espirituales, períodos de renovación sacerdotal más amplios, convivencias y reuniones sacerdotales, etc.



Lo que importa es que este elemento, tan claramente propuesto y pedido por el Vaticano II, y tan necesario para la vida de los sacerdotes, no se quede en la teoría. Animo


Dios los Bendiga, Gracias a todos

[Alan Josué Saldaña García]

¿En qué campos consideras más importante que un sacerdote se mantenga en permanente estado de formación? ¿qué medios le pueden ayudar?

Debe tener una constante preparación durante toda su vida en la teología, en la vida y ejercicios espirituales, en la oración, en el servicio. Realmente la formación nunca termina, proque el día que termine, el sacerdote puede quedar atrás,d esconocer, o eprder su vida espiritual.
_________________
DIOS es AMOR y ha creado al Hombre por AMOR y para AMAR. He aquí la formula de la PAZ que el MUNDO busca AMAR A DIOS Y AL PROJIMO

www.EducarEsAmar.tk www.Videos-Katholikos.tk

[Ma Socorro A. Reyes López]

- Seminaristas y otros participantes
¿En qué campos consideras más importante que un sacerdote se mantenga en permanente estado de formación? ¿qué medios le pueden ayudar?
El sacerdote, semejante a Cristo y en Cristo, se casa místicamente con la Iglesia con amor exclusivo. La formación sacerdotal debe ser progresiva y permanente, el progreso en la formación no puede detenerse el día de la ordenación, para su fidelidad con el Magisterio de la Iglesia, con una vida espiritual fortalecida, en oración y una fe consolidada, siempre con el compromiso en la búsqueda de la santidad con Cristo sacerdote y Cristo Eucaristía, como discípulo de Jesucristo y dentro del trabajo diario de su vida pastoral. Considerando que el obispo elabore y lleve a cabo plan o programa concreto con las necesidades y circunstancias del lugar, ciudad o sitio en que desarrolle el ministerio, para una renovación y realización de una verdadera vocación y misión. Con una metodología pastoral que fortalezca y cuente con retiros periódicos, ejercicios espirituales, períodos de renovación sacerdotal, convivencias, reuniones sacerdotales, con extensión a las comunidades católicas, que lleven de manera contínua a un encuentro nuevo y personal con Dios y el don del Espíritu Santo. "Los sacerdotes son, por la ordenación, ministros calificados de Cristo para continuar la obra del Señor en el mundo, en la historia, hasta el final de los tiempos, o sea, mandados al mundo para llevar el Evangelio de Jesucristo a todas las creaturas. En un ministerio profundo que representa a Cristo Cabeza de la Iglesia".

[luis94]

- Seminaristas y otros participantes
¿En qué campos consideras más importante que un sacerdote se mantenga en permanente estado de formación? ¿qué medios le pueden ayudar?
Como bien se dice en el texto del foro, es importante que la formación permanente se dé en las cuatro áreas ya vistas en el curso. Pero creo que la fundamental es la espiritual, porque es base para las otras. Dentro de la formación permanente en el área espiritual, sin dudas tiene preeminencia, a mi juicio, la oración como encuentro personal con Aquél que nutre y vivifica la vida del sacerdote. La presencia “viva” de Cristo en el alma del sacerdote obra como el motor fundamental de toda su actividad, y en definitiva, en su camino de santidad. En un clima así, el sacerdote sabrá dejarse conducir por el Espíritu Santo y buscar los medios más adecuados para formarse permanentemente –en las cuatro áreas aludidas- siempre en orden a su misión de ser testigo de Cristo en el mundo.

[paisaschp]

¿Qué medios de formación permanente se han implementado en su diócesis? ¿cuáles son las dificultades principales y las posibles soluciones para que los sacerdotes no descuiden su formación permanente en los cuatro ámbitos que se mencionan en Pastores dabo vobis?

La Formación Permanente es todavía una tarea pendiente entre nosotros. Hay iniciativas de Formación Permanente, pero no se puede decir todavía que sean algo sistemático, orgánico y extendido.

Normalmente predomina la autoformación, en el sentido indicado. El sacerdote tiene que tomar iniciativa para su propia formación. Y considero que es bueno, en cuanto que si eso falta difícilmente las otras iniciativas darán resultado.

Sin duda, cualquier iniciativa tiene que venir “de arriba”, tiene que ser propuesta por algún organismo superior, y tiene que ser algo de calidad: que conecte con las necesidades reales que sienten los sacerdotes, o abra nuevos caminos. No puede tampoco limitarse al típico año en el que te dedicas a una serie de estudios o a descansar. Tiene que aportar a la persona los elementos necesarios para revitalizar su sacerdocio en cada etapa de su vida.

[peedson]

En mi diocesis todos los años acontece un curso de reciclage para el clero (en la semana pasada tivemos el de este año, sobre la vida afectiva de los sacerdotes), con duración de 3 dias completos. También hacemos nuestras reuniones ge nerales del clero 3 veces al año e tenemos un ratito de formación.
Algunos de nosotros nos encontramos una vez por mes para una pequeña chala formativa (cada mes uno trae el tema) e un poco de lazer conjunto. Aun tenemos el retiro anual, que , alla de la espiritualidade, es también una ocasión para nuestra formacíon.
As veces la principal dificuldad para la formación permanente es la falta de interesse del propio presbitério, que no comparece m asivamente a estes encuentros. Pero, continuamos insistindo e buscando que todos se abran a estas oportunidades, visto que es cada uno e toda la Iglesia quien gaña con esto.
Por mi parte, también busco estar sempre con una buena lectura en manos.

[MANUEL HERNÁNDEZ PUJADAS]

Yo creo que se ha de formar en todos los campos, según las necesidades personales que se vaya observando. Cada persona ha de procurar formarse en aquello que nota que le falta más, según las indicaciones de otras personas, de su director espiritual, etc.

Existen muchos medios a su alcance. Medios presenciales: cursos, convivencias, seminarios, etc; o medios virtuales: cursos por internet, etc.

MANUEL HERNÁNDEZ