Tomasmk Asiduo
Registrado: 15 Abr 2006 Mensajes: 105
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Publicado:
Lun May 22, 2006 9:58 pm Asunto:
Demostraciones de la existencia de Dios de Santo Tomás
Tema: Demostraciones de la existencia de Dios de Santo Tomás |
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Creo que es muy importante que todos los católicos las conozcamos bien.
Son 5, todas muy breves, y aunque emplean lenguaje filosófico complejísimo, Santo Tomás ejemplifica cada una de ellas de manera muy simple para que todos podamos entender a qué se refiere.
Son obtenidas de la página [url]www.e-aquinas.net[/urñ] en la cual pueden encontrar toda su Summa Teológica.
S. Th. I, q. 2 a. 3 co.
Responderemos, que la existencia de Dios puede demostrarse de cinco maneras. La primera y más evidente prueba es la que se deduce del movimiento; porque es cierto por la experiencia que en este mundo hay cosas, que se mueven. Pero todo lo que se mueve recibe el movimiento de otro; porque ningún ser puede moverse, sino en tanto que tiene poder para ello con relación al objeto, hacia el cual sea movido. Una cosa no mueve a otra, sino en cuanto existe en acto, porque mover no es otra cosa que hacer pasar un ser de la potencia al acto; y un ser no puede pasar de aquélla a éste, sino por medio de otro, que está en acto. Así es como lo cálido en acto, cual es el fuego, hace que el combustible, que es cálido en potencia, sea cálido en acto; y por esto lo mueve y modifica. Mas no es posible que el mismo ser esté a la vez en acto y potencia, sino en conceptos diferentes; porque lo que es cálido en acto, no puede serlo al mismo tiempo en potencia, y sí frío simultáneamente en potencia. Por consiguiente es imposible que el mismo ser mueva y sea movido bajo el mismo concepto y del mismo modo, o que él se mueva a sí mismo; y por lo tanto es necesario que todo lo que se mueve sea movido por otro. Si pues el que da el movimiento él mismo está en movimiento, es preciso que lo reciba de otro, y este de otro; pero no procediendo hasta el infinito, porque en este caso no habría primer motor, y por consecuencia tampoco habría algo que moviese a otro; porque los segundos motores no mueven, sino en cuanto son movidos por un primero. Así un bastón no se mueve, sino cuando le mueve la mano que se sirve de él. Por consiguiente es preciso remontarse a un primer motor, que no sea movido por otro, y este primer motor es el que todo el mundo llama Dios. – La segunda prueba se deduce de la naturaleza de la causa eficiente. En efecto: en las cosas sensibles hallamos cierto encadenamiento de causas eficientes. No se encuentra, sin embargo, ni es posible, que una cosa sea causa eficiente de sí mismo; porque entonces sería anterior a sí misma, lo que repugna: ni es posible que para las causas eficientes se remonte uno de causas en causas en serie infinita; puesto que en todas las causas eficientes ordenadas la primera es causa de la intermedia, y esta de la última; ya sea que las causas intermediarias sean muchas, o que solamente haya una. Pero quitada la causa, se quita también el efecto: luego, si en las eficientes no se admite una primera causa, no hay ni puede haber última ni intermedia. Ahora bien: si por medio de las eficientes se remonta uno de causa en causa hasta el infinito, no habría causa eficiente primera, y por consecuencia no habría ni último efecto, ni causas eficientes intermediarias: lo que evidentemente es falso. Luego es necesario admitir una primera causa eficiente, y esta es la que todo el mundo llama Dios. – La tercera prueba está sacada de lo posible y de lo necesario, y se expone de este modo. En la naturaleza hallamos cosas, que pueden ser y no ser, toda vez que hay quien nace y quien muere, y que puede por consecuencia ser y no ser. Ahora bien: es imposible que tales seres existan siempre: porque lo que es posible que no exista, alguna vez no existe. Por consiguiente, si todos los seres han podido no existir, ha habido un tiempo, en que nada existía. Si así hubiera sido, nada existiría ahora; porque lo que no existe no puede recibir el ser, sino de lo que existe.
Por consiguiente, sino hubiese existido ningún ser humano hubiera sido imposible que ninguna cosa empezase a existir; y por lo mismo nada existiría ahora: lo que a todas luces es falso. Por lo tanto no todos los seres son posibles, sino que es preciso que en la naturaleza haya un ser necesario. Pero todo ser necesario o tiene la causa de su necesidad en otra causa, o no: y, como no es posible que se proceda hasta lo infinito en las cosas necesarias, que tienen en sí la causa de necesidad, como tampoco en las causas eficientes, según lo dicho en este artículo; se deduce que es preciso admitir un ser, que sea necesario por sí mismo, que no tome de otra parte la causa de su necesidad, sino al contrario que él sea la causa de necesidad respecto de los demás; y este ser es el que todo el mundo llama Dios. – La cuarta prueba está tomada de los diversos grados, que se notan en los seres. En efecto: se observa en la naturaleza algo más o menos buenos, más o menos verdadero, más o menos noble, y así en todo lo demás. El más y el menos se dice de los objetos diferentes, según que se aproximan de diversa manera a un tipo el más elevado: así un objeto es más caliente, a medida que se aproxima más a lo más cálido por excelencia. Por consiguiente hay algo, que es lo verdadero, lo bueno, lo noble por excelencia, y por tanto el ser por excelencia: porque lo que es verdadero por excelencia, es ente por excelencia, como lo dice Aristóteles Met. l.2, text. 4. Ahora bien: lo que lleva por excelencia el nombre de un género, es causa de todo lo que contiene este género: así el fuego, que es lo que hay de más caliente, es causa de todo lo cálido, como lo dice el mismo filósofo Met. l.2, text. 4; hay pues algo, que es causa de lo que hay de ser, de bondad y de perfección en todos los seres: y a esta causa es la que llamamos Dios. – La quinta prueba está tomada del gobierno del mundo. En efecto: vemos que los seres desprovistos de inteligencia, como los cuerpos naturales, obran de un modo conforme a un fin; pues se los ve siempre, o al menos muy a menudo, obrar del mismo modo, para llegar a lo mejor: de donde se deduce, que no es por casualidad, sino con intención deliberada, llegan de este modo a su fin. Los seres desprovistos de conocimiento no tienden a un fin, sino en tanto que son dirigidos por un ser inteligente, que lo conoce; como la flecha es dirigida por el arquero. Luego hay un ser inteligente, que conde todas las cosas naturales a su fin; y este ser es al que se llama Dios. _________________ Miembro del Regnum Christi en Argentina.
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Tomasmk Asiduo
Registrado: 15 Abr 2006 Mensajes: 105
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Publicado:
Mar May 23, 2006 9:18 pm Asunto:
Tema: Demostraciones de la existencia de Dios de Santo Tomás |
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Lo que dijo ese ateo es mentira, evidenetemente vio que perdia y mandó eso y se fue, como vos dijiste.
Las investigaciones de la ciencia física solo refuerzan los argumentos de Sto Tomás, por ejemplo se descubrio que el universo tuvo un principio, llamado Big Bang. Claro está que Sto Tomás ya habia descubierto esto por vias filosoficas mucho antes.
Lo que suelen decir ateos es que el 1º motor no tiene por qué ser Dios. Yo casualmetne justo estoy discutiendo sobre esto en otro foro, y me argumentaron esto, esta fue mi respuesta:
Te respondo a este en nombre de todos los demás:
a ese primer motor comunmente se le llama Dios, no es que Santo Tomás le haya puesto ese nombre, sino que ya esta establecido llamarlo así. Solo algunas pocas "terias" como las de fuerzas y demas ridiculeces new age no lo llaman Dios. Sin embargo, que es una fuerza? Nadie conoce lo que es una "fuerza", es nada mas un nombre engañoso que se invento para no llamarlo Dios. De hecho la fuerza segun la fisica no pudo haber sido el primer motor, ya que no existe por si sola sino que exige de algo que la libere, ya sea una explosion o lo que fuere. En cambio en la palabra Dios nosotros abstraemos nuestras mayores ideas de la perfeccion, la infinidad, la belleza, y todas las cosas buenas. Claro que no conocemos ninguna de estas en su manera plena: por eso nadie dice conocer totalmente a Dios, incluso los mas grandes santos de la Iglesia se entristecían de lo grande que debía de ser Dios sin ellos poder verlo en todo su explendor. A esto se lo llama cielo, a ver a Dios tal cual como es.
Saludos,
Tomas _________________ Miembro del Regnum Christi en Argentina.
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