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Los Sueños de San Juan Bosco
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Luciana Belén
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MensajePublicado: Vie Dic 14, 2007 2:51 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

La atención que prestaban los jóvenes a sus palabras
causaba sorpresa e imponía en gran manera.
Entretanto [San] Juan Don Bosco, haciendo gala de una
prodigiosa memoria y de una extraordinaria lucidez mental,
al ser interrogado sobre el particular reservadamente,
sabía indicar el nombre del interesado y el oficio que en el
campo de trigo desempeñábamos muchísimos de nosotros,
dando al mismo tiempo la oportuna explicación.
Empleó el [Santo] en contar este sueño tres noches
consecutivas, sirviendo su relato para nuestros comentarios
generales y dando pie para frecuentes conversaciones
entre los jóvenes del Oratorio y nuestro buen padre,
quedando todos persuadidos de que en él se le había
manifestado, no sólo el porvenir del Oratorio, sino también
de toda la Congregación. [San] Juan Don Bosco se
complacía en repetir a sus íntimos las descripciones del
campo cubierto de mieses ondulantes, de las diversas
actitudes de los segadores y de los que distribuían las
herramientas.
Aseguraba entonces que nuestra Pía Sociedad, tan
combatida y obstaculizada, sería aprobada a pesar de
todas las probabilidades en contra y que contra el parecer
de muchos, considerados como personas doctas y
prudentes, subsistiría, progresaría grandemente
alcanzando un gran incremento; cosas todas que yo oí a mis
compañeros y repetidas veces al mismo [Santo].»

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Luciana Belén
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MensajePublicado: Vie Dic 14, 2007 2:52 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

*****************************************
Respecto a los tres jóvenes que tenían el monazo
sobre las espaldas, Don Francisco Dalmazzo atestiguaba
con juramento: «Recuerdo muy bien que [San] Juan Don
Bosco, hablando de éstos, añadía que si deseaban saber
algo más concreto, se apresurasen a entrevistarse con él.
Más de cincuenta muchachos del Oratorio se presentaron
al buen padre, temerosos de tener en la conciencia alguna
cosa oculta; pero [San] Juan Don Bosco dijo a cada uno de
ellos:
***************************************
—No eres tú.


Arrow

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MensajePublicado: Dom Dic 16, 2007 4:17 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Habiéndose encontrado después, casualmente, en el
patio, en ocasiones distintas, con aquellos tres infelices, les
advirtió de la realidad del desgraciado estado en que se
encontraban. Uno de ellos era condiscípulo mío y me lo dijo
a mí confidencialmente, manifestándome su admiración de
que [San] Juan Don Bosco pudiese conocer aquellas cosas.
Por otra parte, yo también tuve algunas pruebas
personales sobre la facilidad con que [San] Juan Don Bosco
escudriñaba los corazones, pues repetidas veces me reveló
el estado de mi conciencia sin que yo le hubiese
preguntado nada. La misma impresión tenían algunos de
mis compañeros, los cuales confesaron ingenuamente que,
a pesar de haber callado en la confesión pecados graves,
[San] Juan Don Bosco había sabido ponerles de manifiesto
con toda precisión, el estado en que se encontraban.»
De uno de los cuatro encadenados tuvimos noticias por
el teólogo Borel.
Habiendo ido dicho teólogo en 1866 a ejercer su
ministerio a las cárceles, al regresar al Oratorio traía a
[San] Juan Don Bosco un encargo de parte del joven Bec...
di...; condenado por desertor del ejército. El prisionero
pedía al [Santo] "El joven instruido" y al mismo tiempo le
mandaba a decir: Arrow

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MensajePublicado: Dom Dic 16, 2007 4:20 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

—¿Recuerda que me dijo que en el sueño de la rueda
me había visto encadenado? Ciertamente yo era uno de los
cuatro; pero he de comunicarle para su consuelo, que me
encuentro en la prisión, no por haber cometido un delito,
sino por haber huido del cuartel por serme insoportable la
rigidez de la vida militar.
[San] Juan Don Bosco fue a visitarlo llevándolo al
mismo tiempo el libro que le había pedido.
Además de la prisión, el [Santo], después de aquel
sueño, le pronosticó que sufriría otras vicisitudes. Al
terminar sus estudios se había despedido del buen padre,
diciéndole que tenía intención de entrar en una
Congregación religiosa.
—¡Quédate con nosotros!, —le aconsejó Don Bosco,
queriéndole inducir a formar parte de la familia del
Oratorio—. No te alejes de mí; aquí tendrás lo que deseas.
Pero el joven estaba resuelto a marcharse.
Si es así, márchate —concluyó el [Santo]—. Te harás
jesuita, pero te mandarán a tu casa. Entrarás en los
Capuchinos y no perseverarás. Finalmente, acuciado por el
hambre y después de varias peripecias, volverás al Oratorio
en demanda de un trozo de pan.
Todo esto parecía poco verosímil, pues el joven en
cuestión disponía de un patrimonio de unas 60,000 liras y su
familia era la más acomodada del pueblo. Mas a pesar de
todo, sucedió al pie de la letra cuanto [San] Juan Don Bosco
le había predicho.

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MensajePublicado: Jue Ene 03, 2008 2:59 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Habiéndose encontrado después, casualmente, en el
patio, en ocasiones distintas, con aquellos tres infelices, les
advirtió de la realidad del desgraciado estado en que se
encontraban. Uno de ellos era condiscípulo mío y me lo dijo
a mí confidencialmente, manifestándome su admiración de
que [San] Juan Don Bosco pudiese conocer aquellas cosas.
Por otra parte, yo también tuve algunas pruebas
personales sobre la facilidad con que [San] Juan Don Bosco
escudriñaba los corazones, pues repetidas veces me reveló
el estado de mi conciencia sin que yo le hubiese
preguntado nada. La misma impresión tenían algunos de
mis compañeros, los cuales confesaron ingenuamente que,
a pesar de haber callado en la confesión pecados graves,
[San] Juan Don Bosco había sabido ponerles de manifiesto
con toda precisión, el estado en que se encontraban.»
De uno de los cuatro encadenados tuvimos noticias por
el teólogo Borel.
Habiendo ido dicho teólogo en 1866 a ejercer su
ministerio a las cárceles, al regresar al Oratorio traía a
[San] Juan Don Bosco un encargo de parte del joven Bec...
di...; condenado por desertor del ejército. El prisionero
pedía al [Santo] "El joven instruido" y al mismo tiempo le
mandaba a decir:
—¿Recuerda que me dijo que en el sueño de la rueda
me había visto encadenado? Ciertamente yo era uno de los
cuatro; pero he de comunicarle para su consuelo, que me
encuentro en la prisión, no por haber cometido un delito,
sino por haber huido del cuartel por serme insoportable la
rigidez de la vida militar.

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MensajePublicado: Jue Ene 03, 2008 3:02 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

[San] Juan Don Bosco fue a visitarlo llevándolo al
mismo tiempo el libro que le había pedido.
Además de la prisión, el [Santo], después de aquel
sueño, le pronosticó que sufriría otras vicisitudes. Al
terminar sus estudios se había despedido del buen padre,
diciéndole que tenía intención de entrar en una
Congregación religiosa.
—¡Quédate con nosotros!, —le aconsejó Don Bosco,
queriéndole inducir a formar parte de la familia del
Oratorio—. No te alejes de mí; aquí tendrás lo que deseas.
Pero el joven estaba resuelto a marcharse.
Si es así, márchate —concluyó el [Santo]—. Te harás
jesuita, pero te mandarán a tu casa. Entrarás en los
Capuchinos y no perseverarás. Finalmente, acuciado por el
hambre y después de varias peripecias, volverás al Oratorio
en demanda de un trozo de pan.
Todo esto parecía poco verosímil, pues el joven en
cuestión disponía de un patrimonio de unas 60,000 liras y su
familia era la más acomodada del pueblo. Mas a pesar de
todo, sucedió al pie de la letra cuanto [San] Juan Don Bosco
le había predicho.

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MensajePublicado: Lun Ene 07, 2008 2:18 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Habiendo entrado primeramente en los jesuitas y
después en los Capuchinos, no pudo adaptarse a las reglas
siendo despedido tras un breve lapso de tiempo. Gastó el
dinero de que disponía y después de algunos años apareció
en el Oratorio en un estado de la más extrema miseria. Fue
amablemente acogido, permaneció en él un año y se volvió
a marchar, pues era muy amante de la vida bohemia. El
mismo interesado contaba el cumplimiento de esta profecía
en el año 1901.
Entretanto, clérigos y alumnos habían comenzado a
asediar a [San] Juan Don Bosco desde el cuatro de mayo,
preguntándole en qué parte del campo les había visto, si
entre los que cavaban o entre los segadores y la ocupación
que desempeñaban. El buen padre satisfizo a todos. Al
exponer el sueño hemos dado a conocer algunas de sus
respuestas; no pocas de ellas, como se pudo constatar
después, fueron verdaderas predicciones.
[San] Juan Don Bosco había visto a¡ clérigo Molino,
ocioso, con la hoz en la mano, observando cómo trabajaban
los demás; después pudo apreciar cómo se acercaba al
foso que rodeaba el campo y después de saltarlo y arrojar
el sombrero, le vio salir corriendo. Molino pidió a [San] Juan
Don Bosco explicación de todo aquello y escuchó de sus
labios esta respuesta:
—Tú cursarás, no cinco, sino seis años de teología y
después dejaras la sotana.

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MensajePublicado: Sab Mar 01, 2008 4:39 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Molino quedó estupefacto al escuchar estas palabras,
que le parecieron extrañas y lejos de la realidad; pero los
hechos comprobaron que [San] Juan Don Bosco tenía razón.
Dicho joven cursó cuatro años de teología en el Oratorio y
otros dos en Asti y después de hacer los ejercicios
espirituales para la ordenación, habiendo ido a San Damián
de Asti, que era su pueblo natal para pasar solamente un
184
día y poner en claro cierto asunto, dejó la sotana y no volvió
más.
El clérigo Vaschetti era considerado con toda razón
como una de las columnas del Colegio de Giaveno. Cuando
[San] Juan Don Bosco le dijo que lo había visto salir del
campo y saltar el foso, le respondió con despecho:
—¡Se ve que ha soñado!
En efecto, por entonces no pensaba abandonar a [San]
Juan Don Bosco. Habiendo salido del Oratorio, pues era
libre de hacerlo, y como visitase a [San] Juan Don Bosco
siendo ya joven sacerdote, el siervo de Dios le recordó su
respuesta brusca pero filial.
—¡Me recuerdo, es cierto?—, replicó Vaschetti.
Y [San] Juan Don Bosco:
—Era aquí al Oratorio adonde Dios te llamaba. Por lo
demás espero que el Señor te dará sus gracias; pero
tendrás que luchar.
Y en efecto, Dios ayudó a Vaschetti, el cual hizo mucho
bien como párroco.

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MensajePublicado: Sab Mar 01, 2008 4:40 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

El clérigo Fagnano no quería preguntar a [San] Juan
Don Bosco el lugar que ocupaba en el sueño, bien por
cortedad, bien porque habiendo llegado al Oratorio hacia
pocos meses del Seminario de Asti, no creía mucho en
aquellas revelaciones. Acuciado, sin embargo, por los
compañeros, se acercó al siervo de Dios y le preguntó qué
había visto a través de aquella lente relacionado con él.
185
—Te vi en el campo, pero tan distante que apenas si te
podía reconocer. Estabas trabajando en medio de hombres
desnudos.
El clérigo Fagnano no dio demasiada importancia a
aquellas palabras, pero las recordó cuando en un día de
María Auxiliadora se vio en una playa en el Estrecho de
Magallanes comiendo moluscos durante dos días y con el
barco a la vista que no se podía aproximar a causa de la
tempestad. Y vio a los hombres desnudos de la Tierra del
Fuego, lugar en que plantó la Cruz y levantó su misión.
A Don Ángel Savio, [San] Juan Don Bosco le aseguró
que le había visto en países muy lejanos.
A las preguntas de Domingo Belmonte, contesto:
—Tú darás gloria a Dios con la música.
Y seguidamente añadió una palabra que causó en el
joven profunda impresión; pero después que se hubo
alejado unos pasos se borró por completo de su memoria, y,
por mucho que recapacitó, no volvió a recordarla. [San]
Juan Don Bosco lo había visto conduciendo un carro tirado
por cinco mulos. El fruto de sus fatigas sería prodigioso.
Maestro y asistente general en el Colegio de Mirabello,
profesor en el de Atassio, primeramente prefecto y después
director en Borgo San Martino; director y párroco en
Sampierdarena, con todos estos cargos también
desempeñó el de maestro de música, contribuyendo al
esplendor y decoro de las funciones religiosas. Finalmente,
fue prefecto general de la Sociedad y director del Oratorio
de Turín, contando siempre con el afecto y la confianza de
los hermanos y de los alumnos.

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MensajePublicado: Sab Mar 01, 2008 4:42 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

[San] Juan Don Bosco —leemos en la Crónica— dijo
también a Avanzino el oficio que desempeñaba en el sueño;
después añadió:
—Dios quiere que hagas eso.
Avanzino, que no manifestó a nadie el oficio o misión a
que según el sueño estaba destinado, porque no quería
someterse a ella, decía después confidencialmente a
algunos de sus íntimos:
—[San] Juan Don Bosco me descubrió cosas que yo no
había dicho a nadie en el mundo.
A Go... le dijo también [San] Juan Don Bosco:
—Tú serías llamado al estado eclesiástico, pero te
faltan tres virtudes: humildad, caridad, castidad.
Añadió que la hoz no se la proporcionaría Don Provera.
El joven Ferrari, que decía querer abrazar el estado
eclesiástico, no fue a preguntar el porvenir que le
aguardaba según el sueño; por el contrario, seguía
tomándolo a broma a pesar de que muchos le insistían para
que se presentase al [Santo]. Al fin, se encontró en
circunstancias tales que no pudo evitar el encuentro con
[San] Juan Don Bosco, el cual le dijo que lo había visto en el
campo de trigo y que a despecho de aquellos que lo habían
enviado a coger flores, comenzó a segar con entusiasmo,
pero que al final volvió la vista atrás y pudo comprobar que
no había hecho nada.
—¿Qué quiere decir esto?—, preguntó entonces el
joven.
—Pues, quiere decir —replicó [San] Juan Don Bosco—
que si no cambias de estilo, esto es, si sigues obrando
según tu capricho, llegarás a ser un sacerdote negligente o
un religioso despreocupado.

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MensajePublicado: Jue Mar 27, 2008 11:33 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Pero los jóvenes del Oratorio no se contentaban con
las noticias dadas a cada uno en particular. Deseaban
tener más amplias explicaciones del sueño, que se les
resolviesen ciertas dificultades que no habían comprendido,
que se les satisficiese plenamente la curiosidad que
sentían, cosas todas que les mantenía en cierto estado de
nerviosismo.
Había algunos dotados de gran ingenio, inteligencia y
tan listos que habrían puesto en un gran aprieto a otro que
no hubiese estado tan seguro de la realidad de su relato,
como el [Santo].
[San] Juan Don Bosco, por su parte, no temía caer en
contradicción y en la noche del cuatro de mayo —dice la
Crónica— habló dando facultad a cada uno de los alumnos
para que preguntaran cuanto quisieran, pues él mismo
deseaba aclarar algunas cosas referentes al sueño, que no
hubieran entendido bien.
En la noche del cinco de mayo muchos manifestaron
sus dificultades.
—En primer lugar: ¿qué representa la noche?,
preguntaron algunos.
[San] Juan Don Bosco respondió:
—La noche representa la muerte que se acerca: Venit
nox quando nemo potest operari, ha dicho Nuestro Señor.

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MensajePublicado: Jue Mar 27, 2008 11:34 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Los jóvenes entendieron que estaban próximos los
últimos días del buen padre y, después de unos minutos de
penoso silencio, requirieron de él que les dijera los medios
que tenían que poner en práctica para que aquella noche
se alejase lo más posible.

Hay dos medios para conseguirlo —replicó [San] Juan
Don Bosco—. El primero sería no tener más esta clase de
sueños, pues me arruinan extraordinariamente la salud. Y el
segundo, que los empedernidos en el mal no obligaran en
cierta manera al Señor a obrar de una forma violenta para
librarlos del pecado.
—Y los higos y las uvas, ¿qué simbolizan?
—Las uvas y los higos, que en parte estaban maduros y
en parte no, quiere decir que algunos hechos que
precedieron a la noche se cumplieron ya y que otros se
cumplirán. A su tiempo les diré cuáles son los hechos ya
cumplidos. Los higos indican grandes acontecimientos que
tendrán lugar muy pronto en el Oratorio. A este respecto
tendría muchas cosas que decirles, pero no es conveniente
que se las comunique por ahora, lo haré más adelante. Les
puedo añadir que los higos, como símbolo de los jóvenes,
pueden significar también dos cosas: o maduros por
haberse ofrecido a Dios en el sagrado ministerio, o maduros
para ofrecerse a Dios en la eternidad.
Séanos permitido —comenta Don Lemoyne— exponer
una idea nuestra personal, a saber, que entre los higos
ciertamente habría algunos amargos al paladar, por eso
[San] Juan Don Bosco no los quiso escoger aunque se
excusase de hacerlo aduciendo un pretexto diferente.

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MensajePublicado: Jue Mar 27, 2008 11:49 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Que el Valle de Valcappone representase el Oratorio
nos parece muy lógico, pues en él tuvo origen, o al menos
en la región en que está enclavado, la Obra de [San] Juan
Don Bosco. Lo mismo representan el carro del hermano José
que fue siempre un generoso bienhechor del siervo de Dios
y la rueda con la lente a través de la cual el siervo de Dios
vio todo lo anteriormente descrito.
***************************************
Los alumnos continuaron haciendo sus preguntas.
***************************************
Prosigue Don Ruffino:
—¿Y los que tenían los monos sobre las espaldas, qué
quiere decir?
—Representa —respondió [San] Juan Don Bosco— el
demonio de la deshonestidad. Este demonio, cuando quiere
arrojarse encima de alguno, no se presenta por delante,
sino por la espalda, esto es, oculta la fealdad del pecado,
no la deja ver, lo hace aparecer como cosa de nada. Estos
monos gigantescos aprietan el cuello de sus víctimas,
ahogando la palabra cuando los tales desgraciados
quisieran confesarse. Aquellos infelices tenían ¡os ojos
desorbitados para indicar que, quien es victima de este
pecado, no puede ver las cosas del cielo. Mis queridos
jóvenes: No olviden aquellas tres palabras: Labor, sudor,
fervor, y podrán alcanzar la más completa victoria sobre
todos los demonios que les vengan a tentar contra la virtud
de la modestia.
—¡Y qué medios hay para quitar el candado de la
boca?
[San] Juan Don Bosco respondió las misma palabras
que le había dicho aquel amigo misterioso: Auferatur
superbia de cordibus eorum.

Le hicieron otras preguntas respecto el trabajo que
cada uno realizaba, pidiéndole las correspondientes
explicaciones:
—¿Qué más nos puede decir sobre el campo de trigo?
—Los que en el trabajan son ¡os llamados al estado
eclesiástico; de forma que sé quién se hará sacerdote y
quién no. Mas no piensen que los que estaban cavando
eran los excluidos absolutamente del ministerio. ¡Oh, no! Vi
a algunos artesanos segar el trigo con los demás. A los
tales los reconocí y los dedicaré a estudiar. Algún otro iba a
coger la hoz, pero el que las distribuía no se la quiso dar,
porque le faltaba alguna virtud. Si la adquiere, el Señor le
llamará si no se hace indigno de la vocación. Pero, tanto los
que cavaban como los que segaban, cumplían la voluntad
de Dios y estaban en el camino de la salvación.
—¿Qué significaban los bocados de comida y las
flores?
—Había quienes iban al campo y deseaban segar,
pero Provera no les quería proporcionar la herramienta,
porque no estaban aún capacitados para trabajar y, en
cambio, les decía:
—A ti te falta una flor. O bien: te faltan dos flores.
Debes tomar todavía un par de bocados.

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MensajePublicado: Sab Mar 29, 2008 4:00 am    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Debes tomar todavía un par de bocados.
Estas flores simbolizaban, bien la virtud de la caridad,
bien la virtud de la humildad, bien la pureza. Los bocados
de alimento significan el estudio y la piedad. Al oír esto, los
jóvenes iban a coger las flores indicadas o a comer los
bocados que les habían dicho y después volvían en busca
de la hoz.
También le preguntaron sobre las escenas que había
visto cada vez que daba diez vueltas a la rueda,
relacionadas con el desarrollo de la Pía Sociedad.
[San] Juan Don Bosco respondió:
—Un largo intervalo de tiempo separaba a cada diez
vueltas de la rueda, para que yo pudiera examinar
tranquilamente todos los detalles de las escenas que se
ofrecían a mi vista. Desde el principio, después de las
primeras vueltas, contemplé a la Congregación ya formada
y bien ordenada y a un buen número de hermanos y de
jóvenes ocupando las distintas casas. Al sucederse las
vueltas, apreciaba vez por vez un nuevo espectáculo. Ya no
veía a muchos de los que había contemplado
anteriormente; después aparecían otros individuos para mi
completamente desconocidos, y los que una vez viera
jóvenes, los veía más tarde viejos y decrépitos. El número
de los muchachos crecía cada vez de una manera más
rápida y desorbitada.
Los alumnos le recordaron también que el personaje
del sueño le había dicho:
—Verás cosas que te servirán de consuelo y otras que
te llenarán de angustia. Por eso le preguntaron si a cada
diez vueltas había visto a sus hijos en la misma condición,
en el mismo oficio, siguiendo una misma línea de conducta
o si habían cambiado a peor en las escenas sucesivas Arrow

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MensajePublicado: Sab Mar 29, 2008 4:02 am    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

[San]
Juan Don Bosco no quiso decirlo; con todo, exclamó:
—Causa pena y llena el alma de desolación el ver las
muchas vicisitudes a que uno ha de someterse en el curso
de la vida.

Les aseguro que si en mi juventud hubiera
previsto las peripecias que habría tenido que soportar
desde hace algunos años a esta parte, me habría dejado
ganar por la desanimación.
Los alumnos se mostraban también maravillados por el
número de casas y colegios que el [Santo] aseguró tendría
en el futuro, ya que al presente sólo contaba con el
Oratorio de Valdocco. Pero el buen padre repetía:
—¡Ya verán, ya verán!
[San] Juan Don Bosco hablaba de esta forma tan
familiar a toda la comunidad, pero se reservó algunas cosas
para decirlas solamente a sus clérigos. En efecto, les
manifestó que entre los que estaban trabajando en el
campo de trigo, había visto a dos que llegarían a ser
obispos. Esta noticia cundió por el Oratorio en un abrir y
cerrar de ojos. Los alumnos comenzaron a hacer cabalas,
intentando adivinar los nombres de los candidatos. [San]
Juan Don Bosco no había querido ser más explícito,
mientras los muchachos pasaban revista a los nombres de
todos los clérigos. Al fin se pusieron de acuerdo en que el
primer obispo sería el clérigo Juan Cagliero, y manifestaron
sus sospechas de que el segundo fuese Pablo Albera. Estas
voces corrieron por la casa durante mucho tiempo. Hasta
aquí Don Ruffino.

Nosotros podemos añadir que nadie pensó en el
estudiante Santiago Costamagna, ni sospechó lo más
mínimo que a él le reservaba el Señor una mitra.

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MensajePublicado: Sab Mar 29, 2008 4:04 am    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

[San] Juan Don Bosco, entretanto —continúa la
Crónica— dijo que pondría a estudiar a algunas artesanos
que había visto segando o recogiendo espigas en el campo,
y, en efecto, desde el día que contó el sueño el joven
artesano Craverio comenzó a estudiar. Very Happy Otro artesano, a la
sazón encuadernador, pasó también a la sección de los
estudiantes. Very Happy
El [Santo] no dio a conocer su nombre.
El cuarto fue un alumno que había entrado en el
Oratorio como artesano y que estaba aprendiendo el oficio
de sastre; a este lo vio [San] Juan Don Bosco en el sueño
arrancando la hierba nociva. El mismo joven manifestó
confidencialmente al clérigo Ruffino que su conducta
pasada había dejado algo que desear, pero que en poco
tiempo demostró tal espíritu de piedad que fue propuesto
como modelo y se le vio practicar actos de virtud difíciles
de olvidar, sobresaliendo especialmente por su profunda
humildad. Estando en los estudiantes sucedió por dos veces
que habiendo otro joven que llevaba el mismo nombre, en
la nota semanal del estudio, por error del encargado,
recibió un bene y un fere optime. Cuando se dan estas
casos de equivocación, sucede casi siempre que los
jóvenes, incluso los mejores, suelen reclamar contra la
injusticia involuntaria, y si no se lamentan, al menos
procuran hacer reconocer su inocencia y la rectificación de
la nota.
Pero nuestro jovencito, sin inmutarse por nada, a los
que le manifestaban su extrañeza, pues el error había sido
manifiesto, induciéndole, por tanto, a reclamar, les decía
simplemente:
—¡Me lo mereceré!
Y nada hizo para que se rectificase aquella nota;
estando dispuesto a someterse a la privación del premio
prometido a quienes a largo del año hubiesen sacado
óptime todas las semanas.
Como complemento de cuanto nos brindan las
Memorias Biográficas y ¡as Crónicas particulares sobre el
sueño que acabamos de exponer, ofrecemos a continuación
algunos datos biográficos sobre los personajes más
importantes que intervienen en él. Arrow Arrow Arrow

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MensajePublicado: Sab Mar 29, 2008 4:07 am    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Idea El profesor Oreglia, de San Esteban, profesó en la
Sociedad Salesiana el 14 de mayo de 1862. Habiendo
hecho los Ejercicios Espirituales según el método Ignaciano
en 1860, abrazó el estado religioso, permaneciendo con
[San] Juan Don Bosco hasta 1869, en que entró en la
Compañía de Jesús.

Idea Don Francisco Provera, natural de Mirabello, entró en
el Oratorio el 14 de octubre de 1858. [San] Juan Don Bosco,
al recibirle entre sus jóvenes, exclamó: "El Señor nos ha
mandado otro [Santo] Domingo Savio".
El año que tuvo lugar el sueño de la rueda era simple
clérigo, ocupando el cargo de Consejero del Capítulo
Superior dos años antes de su muerte, ocurrida el 13 de
abril de 1874.

Idea Figura destacada en el campo literario fue el clérigo
Juan Francesia. Emitió su primera profesión el 14 de mayo
de 1862. Al erigirse las tres primeras inspectorías de ¡a
Congregación, Don Francesia se encargó de ¡a Piamontesa,
permaneciendo en el cargo de Inspector durante
veinticuatro años.
El 29 de octubre de 1865 fue nombrado Director
Espiritual de la Congregación. Murió el 17 de enero de
1930, a la edad de noventa y un años. Asistió, en 1929, a la
Beatificación de [San] Juan Don Bosco. Y en esa ocasión
varios Antiguos Alumnos, colombianos y argentinos
especialmente, le presentaron varios retratos del Beato,
rogándole les dijera cuál era el más parecido. El se decidió
por el de Rollini. Y, entretanto, se cumplía al pie de la letra
el pronóstico de cómo lo había visto en el Sueño. El
Cardenal Cagliero había muerto poco antes.

Idea Don Francisco Cerrutti entró en el Oratoria de
Valdocco el 11 de noviembre de 1856 hizo los votos
perpetuos en manos de [Beato] Miguel Don Rúa el 11 de
enero de 1886. Fue Prefecto General de la Congregación
desde el 7 de noviembre de 1886. Murió en Alasio el 25 de
marzo de 1917, a los setenta y tres años de edad. Estuvo
dotado de extraordinaria cultura y esclarecido ingenio.

Idea Don José Bongiovani ingresó en el Oratorio en 1854;
fue contemporáneo de [Santo] Domingo Savio, con el que
trabó estrecha amistad. Fue, además, uno de los primeros
en dar su nombre a la Compañía de la Inmaculada, siendo
fundador de la del Santísimo Sacramento y del Clero
Infantil. Ordenado sacerdote, murió a la temprana edad de
treinta y tres años.

Idea Don Domingo Belmonte nació en Genola el siete de
septiembre de 1843, ingresando en el Oratorio a ¡os
diecisiete años de edad. Hizo la profesión perpetua el 29
de octubre de 1871. Al celebrarse el IV Capítulo General de
la Congregación Salesiana sucedió a [Beato] Miguel Don
Rúa en el cargo de Prefecto General el 1º de octubre de
1871. Murió el 18 de febrero de 1901.

Idea Don Pablo Albera fue recibido por el mismo [San] Juan
Don Bosco en el Oratorio, a la edad de trece años. Sucedió
a Don Francesia en el cargo de Director Espiritual de la
Congregación en 1869. En el año 1892 es elegido
Catequista General, visitando las Casas de América desde
el 1900 al 1903. En 1910 es nombrado segundo sucesor de
[San] Juan Don Bosco, visitando las Casas de Europa de
1911 a 1915.
Ocupando el cargo de Rector Mayor, fue elevado a la
Púrpura Cardenalicia Mons. Cagliero.

FIN SUEÑO 30 Exclamation

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MensajePublicado: Dom Abr 13, 2008 3:00 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

LAS DOS CASAS
SUEÑO 31 .—AÑO DE 1861.
(M. B. Tomo VI, pág. 947)



En él mes de mayo de 1861 se hizo una vez más
palpable la protección de María Auxiliadora sobre el
Oratorio.Very Happy


Arrow Carlos Buzzetti estaba ultimando las últimas
construcciones que le habían sido confiadas y llevaba los
trabajos con tal rapidez que, en el mes de noviembre, las
obras estaban terminadas. Con todo, había que dar los
últimos retoques al subterránea que serviría de cantina;
estando en estos trabajos, uno de los arcos cedió. Era pleno
día y los albañiles estaban quitando la armadura del
mismo. Uno de los obreros quedó suspendido en el aire por
un travesaño, pero deslizándose sobre el mismo pudo llegar
al vano de una ventana. Otro quedó sostenido por un trozo
de arco que no llegó a desprenderse. Un tercero estuvo a
punto de ser alcanzado por una viga, pero esta, al caer,
quedó apoyada en el muro a poca distancia del afortunado.
El cuarto quedó sepultado bajo un montón de escombros. Al
oír el ruido producido por el derrumbamiento acudió
personal de todas partes de la casa. Se temía que uno de
los albañiles estuviese malherido o muerto bajo el peso de
los ladrillos. Sad Con gran inquietud se comenzó el
desescombro. ¡Gracia singular de María! Very Happy El obrero fue
extraído sin herida grave alguna. Las pocas contusione
sufridas desaparecieron pronto y su salud no sufrió
quebranto alguno.

Según cuenta Anfossi, también [San] Juan Don Bosco al
oír lo ocurrido acudió inmediatamente, pero al encontrarse
con Buzzetti; que venía a comunicarle que no había
sucedido desgracia alguna, sonriendo, según su costumbre,
dijo:
—El demonio ha querido meter el rabo una vez más,
pero ¡adelante!, nada hay que temer. Very Happy

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MensajePublicado: Mie Abr 16, 2008 4:03 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Algunas noches después de este incidente, [San] Juan
Don Bosco tuvo un sueño que le recordó otro habido en 1856
cuando se derrumbó parte del edificio en construcción.
********************************************
Le pareció encontrarse en su habitación preocupado
por aquella catástrofe, cuando vio entrar al Canónigo
Gastaldi, que le dijo:
—No se aflija porque se le haya caído la casa.
[San] Juan Don Bosco lo miró fijamente, extrañado de
aquellas palabras, y el canónigo, después de mirarle a él,
continuó:
—No se aflija porque se le haya caído la casa; surgirán
dos: una para los sanos y otra para los enfermos.
********************************
El [Santo] recordó siempre este sueño y esta promesa,
persuadido de que con el tiempo se levantaría cerca del
Oratorio una Casa hospital, grande o pequeña, no importa,
provista de todo lo necesario para atender a los salesianos
y a ¡os alumnos enfermos.

Carlos Buzzetti comenzó a frecuentar el Oratorio en
1842, era entonces peón de albañil y con el tiempo llegaría
a ser maestro de obras.

Era natural de Caronno Ghiringhello y en ese mismo
tiempo llevó a su hermano José a Turín para que
aprendiese también el oficio de albañil; pero el muchacho
se aficionó tanto con [San] Juan Don Bosco y a su Oratorio
que, a veces, prefería quedarse con el [Santo] en vez de ir a
pasar los primeros días del invierno con su familia, como
hacían sus hermanos y sus amigos.

El Canónigo Gastaldi nació en Turín e¡ mismo año que
[San] Juan Don Bosco. Habiendo sido elevado a la Sede
Arzobispal de San Máximo a propuesta del [Santo], este
nombramiento fue causa de una de las más dolorosas
pruebas con que la Providencia quiso acrisolar la virtud de
[San] Juan Don Bosco.
Murió el 25 de marzo de 1883.

FIN SUEÑO 31 Idea

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MensajePublicado: Mar Abr 29, 2008 1:15 am    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

[b]LOS DOS PINOS
SUEÑO 32.—AÑO DE 1861.



(M. B. Tomo VI, págs. 954-955)
Don Ruffino nos dejó consignado en su Crónica
personal, entre otros, el siguiente sueño:
Por aquellos días —escribe—[San] Juan Don Bosco nos
habló así:
*****************************
Parecióme encontrarme en Castelnuovo, en medio de
unos prados, en compañía de algunos jóvenes esperando
algo con qué obsequiar a [Beato] Pío Pp. IX en su fiesta
onomástica, cuando he aquí que vemos venir por el aire de
la parte de Buttigliera un gran pino de un grosor imponente
y de una altura extraordinaria. Exclamation
El pino se acercaba a nosotros en posición horizontal,
después se enderezó, adoptando la vertical, osciló y
pareció que iba a caer encima de los que lo
contemplábamos. Asustados, quisimos huir e hicimos la
señal de la cruz, cuando he aquí que soplo un viento
impetuoso que transformó a aquel árbol en un temporal de
relámpagos, truenos, rayos y granizo.
Poco después vimos otro pino menos grueso que el
anterior, avanzando en la misma dirección, y que se
colocaba encima de nosotros; después, siempre en posición
horizontal, comenzó a descender. Nosotros huimos
temiendo ser aplastados, mientras tanto hacíamos la señal
de la cruz. El pino descendió casi a ras del suelo,
permaneciendo suspendido en el aire; sólo sus ramas
tocaban la tierra. Mientras estábamos observándolo, he
aquí que sopló un vientecillio que lo transformó en lluvia.[/b]
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MensajePublicado: Mar Abr 29, 2008 1:17 am    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

No comprendiendo el significado de aquel fenómeno, nos
preguntábamos unos a otros:
—¿Qué quiere decir esto? Question
Y he aquí que uno, a quien no conocía, dijo:
Haec est pluvia quam dabit Deus tempore suo.
Después, otro desconocido, añadió:
Hic est pinus ad ornandum locum habitationis meae.
Y me citó el lugar de la Sagrada Escritura en el que se
lee este versículo, pero no lo recuerdo.
***********************************************
Arrow Yo creo que el primer pino era símbolo de las
persecuciones, de las tempestades que caen sobre aquellos
que permanecen fieles a la Iglesia.
Arrow El segundo representa a la misma Iglesia, que será
como lluvia fecunda y benéfica para aquellos que le sean
fieles.
El siervo de Dios no añadió más explicación —continúa
Don Lemoyne— y nosotros no vamos a discutir si el sueño
admite o no otro sentido, limitándonos a hacer una
comparación.
El pino de tamaño colosal y de un diámetro
excepcional que se levanta erguido en medio de la tierra
¿no se asemeja al árbol que vio Nabucodonosor y que
describe el profeta San Daniel, cuya altura llegaba al cielo,
tan rico en ramas verdes y frondosas que desde lejos
parecía una floresta? ¿No es símbolo de un poderío
extraordinario, de una actitud de desafío y de rebelión
contra Dios y de una amenaza de exterminio dirigida a sus
siervos? Pero desaparece de la tierra herido por la ira del
Señor: Un viento ardiente e impetuoso seca sus ramas, lo
envuelve en la tempestad y lo consume con el fuego.
El pino segundo, que también era alto y esbelto, pero
no en tanto grado como el anterior, representaba tal vez,
no tanto a la Iglesia en general cuanto a una porción
elegida de la misma, como sería una congregación
religiosa, por ejemplo, la Sociedad de San Francisco de
Sales. Esto parece indicar el lugar que sirvió de escenario a
este espectáculo. La posición horizontal de este árbol en
contraposición con la vertical del primero, es símbolo de la
humildad, virtud fundamental. El versículo a que alude [San]
Juan Don Bosco es el 13 del capítulo LX de San Isaías:
Gloria Libani ad te veniet, abies et buxus et pinus simul, ad
ornandum locum sanctificationis meae; et locum pedum
meorum glorificabo.

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MensajePublicado: Dom May 18, 2008 5:18 am    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

EL PAÑUELO DE LA VIRGEN
SUEÑO 33.—AÑO DE 1861.


(M. B. Tomo VI, págs. 972-975)
En la noche del 18 de junio, [San] Juan Don Bosco contó
a los jóvenes la siguiente historia o sueño, como lo definió
en otra ocasión.

Su forma de narrar era siempre tal que
bien pudo decir el clérigo Ruffino al recordarla lo que
Baruch de las visiones de San Jeremías: «Pronunciaba con
la boca estas palabras como si las estuviese leyendo y yo
las escribía en el libro con la tinta» (Baruch XXXVI).

[San] Juan Don Bosco, pues, habló así:
«Era la noche del 14 al 15 de junio. Después que me
hube acostado, apenas había comenzado a dormirme,
siento un gran golpe en la cabecera, algo así como si
alguien diese en ella con un bastón. Me incorporé
rápidamente y me acordé de seguida del rayo; miré hacia
una y otra parte y nada vi. Por eso, persuadido de que
había sido una ilusión y de que nada había de real en todo
aquello, volví a acostarme.

Pero apenas había comenzado a conciliar el sueño
cuando, he aquí que el ruido de un segundo golpe hiere mis
oídos despertándome de nuevo. Me incorporo otra vez, bajo
del lecho, busco, observo debajo de la cama y de la mesa
de trabajo, escudriño los rincones de la habitación; pero
nada vi.
Entonces, me puse en las manos del Señor, tomé agua
bendita y me volví a acostar. Fue entonces cuando mi
imaginación, yendo de una parte a otra, vio lo que ahora os
voy a contar.

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MensajePublicado: Dom May 18, 2008 5:19 am    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Me pareció encontrarme en el pulpito de nuestra
iglesia dispuesto a comenzar una plática. Los jóvenes
estaban todos sentados en sus sitios con la mirada fija en
mí, esperando con toda atención que yo les hablase. Mas
yo no sabía de qué tema tratar o cómo comenzar el sermón.

Por más esfuerzos de memoria que hacía, esta permanecía
en un estado de completa pasividad. Así estuve por espacio
de un poco de tiempo, confundido y angustiado, no
habiéndome ocurrido cosa semejante en tantos años de
predicación. Mas, he aquí que poco después veo la iglesia
convertida en un gran valle. Yo buscaba con la vista los
muros de la misma y no los veía como tampoco a ningún
joven. Yo estaba fuera de mí por la admiración, sin saberme
explicar aquel cambio de escena.
—Pero ¿qué significa todo esto?, —me dije a mí
mismo—. Hace un momento estaba en el pulpito y ahora me
encuentro en este valle. ¿Es que sueño? ¿Qué hago?
Entonces me decidí a caminar por aquel valle.
Mientras lo recorría busqué a alguien a quien manifestarle
mi extrañeza y pedirle al mismo tiempo alguna explicación.

Pronto vi ante mí un hermoso palacio con grandes balcones
y amplias terrazas o como se quieran llamar, que formaban
un conjunto admirable. Delante del palacio se extendía una
plaza. En un ángulo de ella, a la derecha, descubrí un gran
número de jóvenes agrupados, los cuales rodeaban a una
Señora que estaba entregando un pañuelo a cada uno de
ellos.

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MensajePublicado: Dom May 18, 2008 5:21 am    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Aquellos jóvenes, después de recibir el pañuelo subían
y se disponían en fila uno detrás de otro en la terraza que
estaba cercada por una balaustrada.
Yo también me acerqué a la Señora y pude oír que en
el momento de entregar los pañuelos, decía a todos y a
cada uno de los jóvenes estas palabras:
—No lo abran cuando sople el viento, y si este los
sorprende mientras lo están extendiendo, vuélvanse
inmediatamente hacia la derecha, nunca a la izquierda.
Yo observaba a todos aquellos jóvenes, pero por el
momento no conocí a ninguno. Terminada la distribución de
los pañuelos, cuando todos los muchachos estuvieron en la
terraza, formaron unos detrás de otros una larga fila,
permaneciendo derechos sin decir una palabra. Yo continué
observando y vi a un joven que comenzaba a sacar su
pañuelo extendiéndolo; después comprobé cómo también
los demás jóvenes iban sacando poco a poco los suyos y los
desdoblaban, hasta que todos tuvieron el pañuelo
extendido. Eran los pañuelos muy anchos, bordados en oro
con unas labores de elevadísimo precio y se leían en ellos
estas palabras, también bordadas en oro: Regina virtutum.
Cuando he aquí que del septentrión, esto es, de la
izquierda, comenzó a soplar suavemente un poco de aire,
que fue arreciando cada vez más hasta convertirse en un
viento impetuoso. Apenas comenzó a soplar este viento, vi
que algunos jóvenes doblaban el pañuelo y lo guardaban;
otros se volvían del lado derecho. Pero una parte
permaneció impasible con el pañuelo desplegado. Cuando
el viento se hizo más impetuoso comenzó a aparecer y a
extenderse una nube que pronto cubrió todo el cielo.

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MensajePublicado: Dom May 18, 2008 5:22 am    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Seguidamente se desencadenó un furioso temporal,
oyéndose el fragoroso rodar del trueno; después comenzó a
caer granizo, a llover y finalmente a nevar.
Entretanto, muchos jóvenes permanecían con el
pañuelo extendido, y el granizo, cayendo sobre él, lo
agujereaba traspasándolo de parte a parte; el mismo
efecto producía la lluvia, cuyas gotas parecía que tuviesen
punta; el mismo daño causaban los copos de nieve. En un
momento todos aquellos pañuelos quedaron estropeados y
acribillados perdiendo toda su hermosura.
Este hecho despertó en mí tal estupor que no sabía
qué explicación dar a lo que había visto. Lo peor fue que
habiéndome acercado a aquellos jóvenes a los cuales no
había conocido antes, ahora, al mirarlos con mayor
atención, los reconocí a todos distintamente. Eran mis
jóvenes del Oratorio. Aproximándome aún más, les
pregunté:
—¿Qué haces tú aquí? ¿Eres tú fulano?
—Sí, aquí estoy. Mire, también está fulano, y el otro y
el otro.
Fui entonces adonde estaba la Señora que distribuía
los pañuelos; cerca de Ella había algunos hombres a los
cuales dije:
—¿Qué significa todo esto?
La Señora, volviéndose a mí, me contestó:
—¿No leíste lo que estaba escrito en aquellos
pañuelos?
—Sí: Regina virtutem.
—¿No sabes por qué?
—Sí que lo sé.
—Pues bien, aquéllos jóvenes expusieron la virtud de
la pureza al viento de las tentaciones. Sad

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MensajePublicado: Dom May 18, 2008 5:23 am    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Los primeros, apenas
se dieron cuenta del peligro huyeron, son los que guardaron
el pañuelo; otros, sorprendidos y no habiendo tenido tiempo
de guardarlo, se volvieron a la derecha; son los que en el
peligro recurren al Señor volviendo la espalda al enemigo.
Otros, permanecieron con el pañuelo extendido ante el
ímpetu de la tentación que les hizo caer en el pecado.
Ante semejante espectáculo me sentí profundamente
abatido y estaba para dejarme llevar de la desesperación
al comprobar cuan pocos eran los que habían conservado la
bella virtud, cuando prorrumpí en un doloroso llanto.
Después de haberme serenado un tanto, proseguí:
—Pero ¿cómo es que los pañuelos fueron agujereados
no sólo por la tempestad, sino también por la lluvia y por la
nieve? ¿Las gotas de agua y los copos de nieve no indican
acaso los pecados pequeños, o sea, las faltas veniales?
—Pero ¿no sabes que en esto non datur parvitas
materiae? Con todo, no te aflijas tanto, ven a ver.
Uno de aquellos hombres avanzó entonces hacia el
balcón, hizo una señal con la mano a los jóvenes y gritó:
—¡A la derecha!
Casi todos los muchachos se volvieron a la derecha,
pero algunos no se movieron de su sitio y su pañuelo
terminó por quedar completamente destrozado. Entonces vi
el pañuelo de los que se habían vuelto hacia la derecha
disminuir de tamaño, con zurcidos y remiendos, pero sin
agujero alguno. Con todo, estaban en tan deplorable
estado que daba compasión el verlos; habían perdido su
forma regular. Unos medían tres palmos, otros dos, otros
uno.

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MensajePublicado: Dom May 18, 2008 5:24 am    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

La Señora añadió:
—Estos son los que tuvieron la desgracia de perder la
bella virtud, pero remedian sus caídas con la confesión. Los
que no se movieron son los que continúan en pecado y, tal
vez, tal vez, caminan irremediablemente a su perdición.
Al fin, dijo: Nemini dicito, sed tantum ádmone.
*************************************
La desgracia a que alude [San] Juan Don Bosco en el
sueño es el rayo que cayó en el dormitorio de San Luis del
Oratorio, en el que descansaban unos sesenta jóvenes
artesanos, en la noche del 15 de mayo de 1851.

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MensajePublicado: Mie May 28, 2008 10:21 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

Gracias Luciana por introducir este texto, has tenido mucha paciencia. Pero mira el número de visitas que has hecho, estoy seguro de que has realizado un gran bien. Por cierto, ¿de donde las copiaste?
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Visitad la web www.tenesperanza.org, y rezad por que la misericordia de Dios, se derrame sobre los moribundos y las ánimas del Purgatorio.
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MensajePublicado: Jue May 29, 2008 6:09 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

HermandadAnimas escribió:
Gracias Luciana por introducir este texto, has tenido mucha paciencia. Pero mira el número de visitas que has hecho, estoy seguro de que has realizado un gran bien. Por cierto, ¿de donde las copiaste?


Holas!

Bajè en versiòn digital los sueños, de una pàgina web..lamentablemente no la conservo...pero sì tengo todos los escritos de los sueños en mi PC.

A medida que los voy leyedo, los voy posteando en èste espacio.

En unión de oraciones! Luciana

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MensajePublicado: Jue May 29, 2008 6:12 pm    Asunto:
Tema: Los Sueños de San Juan Bosco
Responder citando

LAS DISTRACCIONES DE LA IGLESIA
SUEÑO 34.—AÑO DE 1861.



(M. B. Tomo VI, págs. 1060-1061)
En la noche del 24 de noviembre de 1861, según refiere
Don Ruffino. [San] Juan Don Bosco contó un sueño o
apólogo, comenzando así:
****************************************
Los sueños se tienen durmiendo; por tanto, yo estaba
durmiendo. Mi imaginación me llevó a la iglesia donde
estaban reunidos todos los jóvenes. Comenzó la Misa y he
aquí que vi a muchos criados vestidos de rojo y con cuernos,
esto es, a numerosos diablillos que daban vueltas entre los
jóvenes como ofreciéndoles sus servicios.
A unos le presentaban el trompo; delante de otros la
hacían bailar; a éste le ofrecían un libro, a aquél castañas
asadas. A quién, un plato de ensalada o un baúl abierto en
el que había guardado un trozo de mortadela; a algunos le
sugerían el recuerdo del pueblo natal, a otros les
susurraban al oído las incidencias del último partido de
juego, etcétera, etcétera.

Algunos eran invitados con los hechos a tocar el piano,
los cuales accedían a la invitación; a otros le llevaban el
compás de la música; en suma, cada joven tenía su propio
sirviente que le invitaba a realizar actos ajenos a la iglesia.

Algunos diablillos estaban también encaramados sobre las
espaldas de ciertos jóvenes y se entretenían en acariciarles
y lisarles los cabellos con las manos.

Llegó el momento de la Consagración. Al toque de la
campanilla todos los jóvenes se arrodillaron
desapareciendo los diablillos, a excepción de los que
estaban sóbre los hombros de sus víctimas. Unos y otros
volvieron la cara hacia la puerta de la iglesia sin hacer acto
alguno externo de adoración.

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"Aspira a lo celeste que siempre dura, fiel y rico en promesas Dios no se muda."
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