Sesión 4 "El Adolescente y Su Mundo"

[juandonatto]

A VECES CUANDO UNO PLANTEA PREGUNTAS A LOS ADOLECENTES COMO :¿QUIEN ERES?¿PARA QUE EXISTIMOS? :ELLOS NO ENCUENTRAN RESPUESTAS A ESTAS INTERROGANTES .Y NOS DAMOS CUENTA QUE EL PROBLEMA DEL SER HUMANO ES QUE NO HA ENCONTRADO RESPUESTAS A ESTAS PREGUNTAS FUNADAMENTALES DE SU PROPIA EXISTENCIA .
EN LA ESCUELA EL PROFESOR CATOLICO NO SOLO DEBE DE IMPARTIR UN CUMULO DE CONTENIDOS DOCTRINALES ,ETICOS Y RELIGIOSOS SINO TAMBIEN ACOMPAÑAR A LOS ALUMNOS A QUE DESCUBRAN LA TRASCENDENCIA DE SU EXISTENCIA , SOLO ASI PODREMOS IR FORMANDO GENERACIONES CONCIENTES Y RESPONSABLES DE SUS PALABRAS, DE SUS ACTOS Y APERTURARLOS A LA ENTREGA DE SU AMOR GENEROSO ASI MISMOS Y ALOS DEMAS.
























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para construir una cultura de paz,hay que compartir experiencias y propuestas

[German Nossa O]

No es facil para el educador asumir una actitud decididamente confesional católica, pero considero desde mi modesta opinion, que teniendo una vida espiritual y sacramental activa, y experimentando en la cotidianidad esa vida se puede llevar a que los laumnos se interesen por esas verdades, que a la luz de los jovenes no es tan llamativa.
Los jovenes son criticos y desde su experiencia de vida nos cuestionan por este mundo de adultos tan desigual que hemos creado, pero a veces nuestras respuestas son demasiado ingenuas o tal vez poco comprometidas con nuestra Fé.

[Hna. Teresa Urioste]

No podemos plasmar nuestro estilo de educadores en otro que no sea Cristo, solo Él puede darnos la clave para abrir los horizontes a nuestros alumnos. Él es el camino y vida, es el Dios vivo y fuente de la Vida. Sabemos muy bien que el camino es duro, pero todo lo podemos en Aquel es nuestro Redentor, no podemos dirigirnos a otro que no sea Cristo. Él nos da la fuerza que necesitamos. Con Cristo la santidad, proyecto divino para cada bautizado es posible. Jesús camina con nosotros, nos renueva el corazón y nos infunde valor con la fuerza de su Espíritu. Ahora bien, para llegar a tener esta transformación en Cristo es necesario ser orantes, debemos permanecer en la escucha de la Palabra, tenemos que cultivar un espíritu de oración, así como también sacar fuerza en los sacramentos, en especial en la Eucaristía y la Penitencia. “Quien abra el corazón a Cristo no sólo comprende el misterio de la propia existencia, sino también el de la propia vocación, y recoge espléndidos frutos de gracia. Primero, creciendo en santidad por un camino espiritual que, comenzando con el don del Bautismo, prosigue hasta alcanzar la perfecta caridad (cfr ibid, 30). Viviendo el Evangelio "sine glossa", el cristiano se hace cada vez más capaz de amar como Cristo, a tenor de la exhortación: "Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto" (Mt 5, 4. Se esfuerza en perseverar en la unidad con los hermanos dentro de la comunión de la Iglesia, y se pone al servicio de la nueva evangelización para proclamar y ser testigo de la impresionante realidad del amor salvífico de Dios.” (Siervo de Dios Juan Pablo II)
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Hna. Teresa,sctjm

[Rosluz]

[Ana Julia Flores]

La clave para plasmar en nosotros el estilo de educador, comprometido y congruente que necesitan nuestros jóvenes está, para mi, en el ejemplo de Jesucristo, "El Maestro".
San Marcos cuenta que en la sinagoga de Cafarnaum Jesús "se puso a enseñar", es decir, Él toma el papel de maestro, para transmitir a los demás una serie de doctrinas nuevas en su momento. A lo largo del Nuevo Testamento encontramos un sin fin de ejemplos en los que Jesús actúa como maestro.
Santa Teresa del Niño Jesús decía que Jesús enseña sin ruido de palabras e instruye interiormente a las criaturas que saben escucharlo, para mi esto significa que como maestros muchas veces no necesitamos de palabras, sino de actitudes, de acciones, de testimonio y que como Él, debemos dirigirnos a todos los que necesitan de nuestra atención.
Si nosotros imitamos la humildad, la paciencia, la magnanimidad, la benevolencia, y el amor de Jesucristo en nuestra vida y en nuestra labor como maestros, estaremos en el camino adecuado para llevar a esos jóvenes que Él ha puesto en nuestras manos, a convertirse en adultos de bien.

Ana Julia Flores
Querétaro, México

[Julio Cesar Davi]

Creo firmente que el educador debe ser un testigo de algo mucho mas grande, debe abrir los corazon y la mente a la transcendencia, romper con una cultura del sin sentido, de la desesperanza, debe ser en fin testigo.
Pero para ser testigo debe ser primero ejemplo para que no se produzca la incoherencia que tantas veces son la causa de la falta de aprendizaje, no le decimos nada con nuestra persona con nuestro comportamiento y en lo que estamos tratando de educar.
Pero para ser ejemplo tiene hay que prepararse y mucho, hay que rezar y mucho porque los chicos son misterios que se nos presentan, son cariños de sus padres, son un misterio.
Hay que conocer a Cristo y esto seria lo primero es lo unico que realza y da trascendencia, nos da esperanza.
Hay que ir aprendiendo en transcurso de lo cotidiano a vivir las virtudes humanas que permitiran un mejor desempeño de nuestra labor y facilitara muchas cosas.
En fin al alumno u al educando hay que traerles la vida, hay que mostrarles lo que a nosotros nos hace felices, el porque de nuestras vidas, a que aspiramos y a que cosas no aspiramos. Hay que ser uno mismo, con defectos y virtudes autentico y respetueso de ellos.
Hay que trabajar mucho con los padres escucharlos, esto de educar compete a todos.
Hay que en fin enseñar, acompañando asi los chicos creceran como seres sociales, ellos buscan referentes a quien imitar y si tenemos la posibilidad
en nuestros sitios educativos, tenemos tiempo algo pueden sacar de nosotros, no hay que perder la posibilidad.
Tambien hay que educar sabiendo que los chicos son libres y que de ellos depende ser sociables u no, solidarios u no, nosotros sembramos las herramientas, promovemos buenos pensamientos y porque no habitos pero al final ellos elgiran pues ellos son libres.
Me gusto mucho el discurso del Cardenal Poupard alli esta todo.

[silvina trillini]

La clave para ser un educador católico dispuesto a formar a un adolescente creo que tiene que ver con nuestra disposición a querer ayudarlo, a la caridad como primera virtud fundante de una posible relación cercana y constructiva.
Es fundamental tener siempre presente que una vez yo también fui adolescente, que yo también tuve inquietudes, sufrimientos e incomprensiones y que la soledad era parte del mundo circundante.
Para un adolescente sentirse comprendido y respetado puede ser el punto de partida en la formación óptima que debe recibir del educador.
Para éste ,a su vez, es el inicio que promete idas y venidas con adelantos y altibajos pero con la certeza que está haciendo todo con el amor que ese joven se merece.

[daniela cuno paranco]

Si a una parcela de la vida cuesta ponerle una etiqueta concreta, una definición precisa o unos límites netos, ésta es, sin lugar a dudas, la adolescencia. Sin embargo, alguna definición tendremos que dar si queremos tener una idea aproximada de esta franja vital en que nos moveremos a lo largo de estas páginas. Obviamente, no se puede entrar en materia desconociendo lo que llevamos entre manos.


La realidad es que entre la inmadurez de la niñez y la deseable madurez del adulto se encuentran un puñado de años -¡y qué años!- que hemos dado en llamar adolescencia. Por lo menos, desde los tiempos de Aristóteles se acepta que la adolescencia constituye una etapa de transición desde la "irresponsabilidad" hasta la "responsabilidad". La adolescencia, pues, no es un problema, sino un proceso.


Muchos padres aguardan con lúgubres presentimientos la adolescencia de sus hijos. Este período es considerado como una fase del desarrollo que hay que soportar y no que disfrutar, y que es preciso enfrentar pero no compartir... Cuando en realidad para muchos padres puede ser también una oportunidad de renovación, una fértil y maravillosa etapa de la vida.»


¿Cómo se entra y se sale de la adolescencia? Más de uno indicará que la adolescencia se inicia con la pubertad, es decir, con la transformación sexual del cuerpo que permite la procreación. Y acertará en fijar este comienzo, ya que los cambios corporales de la pubertad son bien visibles, pero lo que le costará es definir el punto y final de la adolescencia.


Desde una visión puramente didáctica, la transición adolescente puede ser agrupada de manera esquemática en tres fases o subetapas que duran, cada una de ellas, un promedio de tres años, aproximadamente: la adolescencia temprana, de los 10 a los 13 años; la adolescencia media, desde los 14 a los 16, y la adolescencia tardía, de los 17 a los 19.


Nosotros proponemos considerar la pubertad como un fenómeno netamente biológico, y la adolescencia como la adaptación psicosocial a dichos cambios corporales, que culmina cuando se llega a establecer la independencia, anuncio del comienzo de la etapa de adulto joven (de ahí se desprende el concepto de "adolescencia prolongada" cuando dicha etapa se demora).

[Carolina Barth]

[MICHISAGIT]

La clave está:_Ante todo solicitar a Dios la iluminación del Espiritu Santo para poder ser cada vez más sabios en nuestras respuestas y camino de fe.
-Estar dispuestos de corazón a compartir con los jóvenes su camino de crecimiento en la fe y en sus valores.
-Tener oidos siempre listos para escuchar sus necesidades y aconsejarlos con palabras y nuestro ejemplo.
-Realizar tareas en dónde se sientan valorados como personas y aprendan a quererse como son.
-Respetar los aportes de los jóvenes e ir orientándolos al servicio de la vida. Para que al sentido de placer y al sentido del poder, se le sume le sentido del valor de la existencia humana.
-Estar vigilantes a los lugares que acuden y con quienes lo hacen, para protegerlos de las posibles caidas.
Miriam De Los Santos

[maria teresa ortega]

Me parece que el Card. Poupard en este texto expresa de una forma muy bella que lo más importante no son las disciplinas impartidas sino las personas a las que van dirigidas. Lo importante no es crear sabios sino formar personas con ilusión y con deseos de ayudar a los demás; con un corazón generoso dispuesto a amr sin condiciones.
Las claves para conseguir esta meta las podríamos resumir:
1.- Una fuerte vida interior del profesor, para que sea dócil al Espíritu Santo en el trato y en la formación de los alumnos.
2.- Una coherencia de vida. A los jóvenes les llega de una forma mucho más directa el testimonio que las palabras.
3.- Una buena formación intelectual en la materia impartida. No vale tener solamente buena intención, es también necesaria una buena preparación profesional.
4.- Amar a los alumnos y demostrarlo en los momentos oportunos.

[Noelia Riposati]

Uno como educador debe estar dispuesto a todo, debemos ser ejemplo de nuestro alumnos, debemos provocarles la inquietud, el asombro de las cosas bellas de la vida, debemos caminar con ellos de la mano y no dejarlos solo ser su apoyo y lo mas importante lograr convertirnos en su amigo asi podra aceptar nuestras opiniones y tomarlas como un consejo y no como una imposición. Debemos estar preparados muy preparados pedirle a Dios que nos ayude y nos de aliento para no demostar debilidad ante ellos, debemos creales sueños que puedan ser cumplidos, debemos sembrar la esperanza en ellos y mostrarle que todo lo que hacen no es malo que solo hay que corregir ciertas cosas que podrian tener mejores frutos y mucho mas de lo que ellos piensan.
Debemos acompañarlos en todo momento ofrecerles nuestro corazón y lo mejor de nosotros.

[Norma Patricia Aragón V.]

En lo particular pienso que realmente es muy importante poner gran enfsisi en el gran compromiso que como educadores tenemos, ya que no solo estamos comprometidoa a dar testimonio con nuestra vida y ejemplo, sino que además tenemos que tenemos que tener el valor de defender los valores fundamentales dentro del mas estricto marco de la fe en la que vivimos y nos movemos, todo este actuar debe sin luagar a duda ir acompañado por un gran amor y servicio, la labor de un educador catolico es muy amplia, ya que según nos vean los demas, así desearan ser ellos tambien, en la actualidad la infinidad de distractores de los jóvenes no les permite ser dociles a la enseñanza en la fe, mas bien estan prestos a la duda y el sordo comentario mordas, es muy dificiles despertan en ello la fe y el amor a Dios, es por demas comprometida y difícil la labor que nos proponemos pero no imposible si lo hacemos con amor.
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Estoy entusiasmada de poder participar en esta nueva era de la información y formación por internet, aunque no tengo mucho tiempo libre voy a tratar de hacer mi mejor esfuerzo.

[Consuelo Portillo Cano]

La clave es ponernos siempre en la presencia del divino maestro Jesucristo, siguiendo sus enseñanzas. Ser dociles al Espíritu Santo y estar en permanente preparación y apertura para dar respuesta a sus preguntas e inquietudes.

En el tema de Dimensión Social:

Las relaciones interpersonales:
1.- Dificultadpara relacionarse con personas del otro sexo
2.- Dificultad para relacionarse con personas adultas
3.- Son muy sensibles a los estímulos sociales
4.- Desea apoyarse en alguien semejante a él
5.- Abandona la seguridad de las relaciones familiares
6.- en la amistad hay un fuerte elemento de selección
7.- tienden a aislarse

La riqueza de conocimientos que he adquirido en estos temas me ha abierto los ojos a que quizas aveces por desconocimiento se cometen grandes herrores que lejos de apoyar a el adolescente lo empujamos a que se le haga más complicado este proceso que está viviendo. Hoy he recordado cuando en algún momento mis padres se sentían desesperados porque la niña tímida, callada, introvertida, de la nocha a la mañana había cambiado tanto en una constante rebeldía bueno todos los cabios psicológicos, y sociológicos que se presentan y que en su momento me costó sentirme culpable por ser diferente por ser rebelde por no cumplir con las expectativas de mis padres.

Hoy le doy gracias a Dios porque al tener una hija adolescente puso en mi vida este curso que me permite conocer y apoyar no sólo a mi hija sino a todos los adolescentes con los que tengo la oportunidad de trabajar.

[ROCÍO SOTO NARVAEZ]

Queremos abrir los horizontes a nuestros alumnos, deseamos fomentar la generosidad y dar orientaciones certeras a sus inquietudes... pero ¿dónde está la clave para plasmar en nosotros este estilo de educador?

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La clave para plasmar en cada uno de nosotros este estilo de educador, de maestro, está en JESÚS, MAESTRO DE MAESTROS, quien nos enseña a vivir su estilo especial:
• Toda su vida es oración, nosotros también debemos orar mucho por nuestros alumnos, ofrecerlos en la Santa Misa, pedir la ayuda de Nuestra Madre Santísima.
• Enseña con autoridad (habla lo que vive, vive lo que predica), es decir el testimonio de vida, el ejemplo que podemos impartir a nuestros alumnos. Si vivimos los valores ellos aprenderán a practicarlos.
• Tiene una misión: salvar al hombre en su totalidad, nosotros tenemos también nuestra misión, de la que reflexionamos en la primera sesión, esta la realizamos dando orientaciones a nuestros alumnos buscando formarlos. Debemos recordar en cada momento que son “almas que el Señor nos ha confiado”
• Tiene una meta: Instaurar el reino de Dios, nosotros también nos trazamos metas a lo largo del proceso enseñanza-aprendizaje, metas traducidas en cada alumno para formar una sociedad diferente a la actual, la meta que los adolescentes también tienen.Tenemos que buscar la forma de encauzarla esta a través de acciones concretas con ellos mismos trabajando para lograrlo.
• Tiene un método: Escoge a sus Apóstoles para formarlos y así ellos puedan formar a otros. Nosotros nos debemos orientar como dice el texto de esta sesión a captar a los líderes de los grupos para que ellos sean co-formadores de sus compañeros.

Dentro de su metodología , Nuestro Señor,
 Parte de la realidad, esto es el ver, constatamos como es nuestra realidad.
 Efectúa un diálogo con preguntas, ahora nosotros hacemos participar a nuestros alumnos, existe una comunicación horizontal con ellos, dando confianza para que expresen sus dudas, inquietudes.
 Usa imágenes y comparaciones, para que la enseñanza sea objetiva y fácil de entender
 Utiliza frases claves, para interiorizar el mensaje
 Repite sus enseñanzas, lo que nosotros solemos hacer la retroalimentación.
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ROCÍO SOTO

[renzo paredes gallegos]

Aunque la adolescencia puede ser percibido como una época difícil, el proceso de maduración que implica puede dar lugar a cambios positivos en la persona que faciliten la superación de los problemas del pasado.

La preocupación de los padres se suele asociar con los períodos de incertidumbre, confusión e infelicidad experimentados por los adolescentes. Pero, a pesar de todo esto, es importante no olvidar que, aunque pueden venir tiempos difíciles, la mayoría de los adolescentes no desarrollará problemas graves.

La mayoría de las dificultades en la adolescencia, por tanto, no son ni graves ni duraderas, aunque esto es de poco consuelo para aquellos que tienen que afrontarlas. Los padres pueden llegar a sentir que han fallado. Sin embargo, aunque pueda decirse cualquier cosa en el calor del momento, los padres todavía juegan un papel crucial en la vida de sus hijos.

Una de sus tareas es la de suministrar una base segura para que sus hijos vuelvan. Para que esto ocurra, los padres tienen que estar de acuerdo entre sí sobre como están manejando las cosas y apoyarse el uno al otro. Generalmente es muy perjudicial cuando un padre se alía con su hijo contra el otro padre.

[yanet luz queque callo]

Cuando nos damos a la tarea de pensar acerca de lo que significa la adolescencia, se nos ocurren muchas preguntas, la primera de ellas es ¿para quién debe significar algo, para el adolescente o para el adulto? ¿para la familia, el sistema educativo, la sociedad?... Lo que sucede es que todos estamos en el meollo del asunto, el adolescente que siente, sufre y está expuesto a una serie de situaciones que muchas veces no entiende, su cuerpo que le "grita", su mente que en muchas ocasiones está turbada porque no sabe cómo manejar lo que pasa en el resto de su cuerpo, su familia (especialmente los padres¡¡¡), que según como hayan vivenciado su propia adolescencia, le entiende o está igual de aterrada que ellos y no son el sostén que deberían ser... lo que nos lleva a más preguntas y la principal de ellas es la que da fundamento a este escrito ¿qué es la adolescencia, una crisis o un duelo? y para responderla, si esto es posible¡¡; creo que hay que recorrer lo que diversos autores nos señalan y tomar una posición al respecto.

[yanet luz queque callo]

Cuando nos damos a la tarea de pensar acerca de lo que significa la adolescencia, se nos ocurren muchas preguntas, la primera de ellas es ¿para quién debe significar algo, para el adolescente o para el adulto? ¿para la familia, el sistema educativo, la sociedad?... Lo que sucede es que todos estamos en el meollo del asunto, el adolescente que siente, sufre y está expuesto a una serie de situaciones que muchas veces no entiende, su cuerpo que le "grita", su mente que en muchas ocasiones está turbada porque no sabe cómo manejar lo que pasa en el resto de su cuerpo, su familia (especialmente los padres¡¡¡), que según como hayan vivenciado su propia adolescencia, le entiende o está igual de aterrada que ellos y no son el sostén que deberían ser... lo que nos lleva a más preguntas y la principal de ellas es la que da fundamento a este escrito ¿qué es la adolescencia, una crisis o un duelo? y para responderla, si esto es posible¡¡; creo que hay que recorrer lo que diversos autores nos señalan y tomar una posición al respecto.

[piluchis]

[Blanca Aurora Hernández H]

Bien dicho está que "las palabras convencen, pero el testimonio de vida arrastra". Esto es algo que todos deberíamos tener siempre en mente para estar a la búsqueda de una conversión continua que nos ayude a dar un verdadero testimonio de vida cristiana a nuestros destinatarios.
Hace algunas semanas, en una reunión con nuestro Obispo, monseñor Rogelio Cabrera (Diócesis de Tuxtla), le escuche decir a los jóvenes que: "el joven que ha tenido un verdadero encuentro cara a cara con Cristo, le es notorio por su testimonio de vida". También exhortaba a los profesores católicos y, sobre todo, a los que laboran en colegios católicos, que se esforzaran por la vivencia de los Sacramentos pues al igual que los discípulos de Jesús, se tiene que hablar a los alumnos de todo aquello que se ha visto, oído y vivido.
Así que podemos deducir que la clave para plasmar en nosotros el estilo educador que se propone en el texto no es otra que la propia vivencia. Cuando hemos experimentado el inmenso amor que Dios nos tiene, cuando sabemos que el pecado es lo único que nos aparta de él, cuando descubrimos que Dios nos ha enviado la solución para salvarnos y que esta solución no es otra que Cristo mismo, que podemos tener plenamente en nosotros la presencia del Espíritu Santo y que hay una madre amorosa que nos acompaña siempre en María Virgen, qué cosa podrá detenernos para estar siempre dispuestos a acompañar, escuchar, orientar y formar a nuestros adolescentes.
Cuando hemos experimentado esta vivencia del encuentro con el Señor, estamos conscientes que somos instrumentos suyos y que nuestras propias fuerzas no son suficientes para lograr lo que Él espera de nosotros, sino que debemos confiar en su presencia constante y en su guía en este caminar.
¿Cómo podríamos pedir a nuestros adolescentes que vayan y vivan plenamente la Misa si nosotros mismos no estamos ahí? ¿Cómo decirles que hay diversiones sanas que no requieren de escándalos, alcohol o tabaco, si nosotros no fomentamos esas reuniones? ¿Cómo hablarle de Dios cuando nosotros mismos no le conocemos? Y quizá hasta digamos que estamos en las cosas de Dios pero nos hace falta estar con el Dios de las cosas.
Cuando se presentan situaciones difíciles, cuando a un alumno se le descompone la vida, recordemos que el único que puede recompenerla es precisamente el Dueño de la Vida y a Dios hay que hablarle de los jóvenes para así poder hablarle a ellos de Dios.
Mi anterior Obispo, hoy Arzobispo de Antequera, don José Luis Chávez, me dijo en una ocasión, cuando le pregunté ¿cómo saber si los programas de trabajo con los adolescentes eran los correctos y llenaban las expectativas de lo que ellos necesitaban y la Iglesia esperaba? Él me respondió: Las grandes decisiones se toman de rodillas y ante el Santísimo.
Oración, Formación permanente y Comunión con la iglesia, tres pilares importantes para aquellos que queremos formar a otros.
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Quiero hacer de mi vida un libro, donde esté contenida la Ciencia del amor. (Teresa de Liseux)

[Miguel Angel Rosete Moren]

Basta con remontarme un poco a mi juventud para volver a experimentar aquella soledad en la que me encontraba, sin respuestas a todas mi inquietudes, buscando en mi amigos y compañeros respuestas, porque tenia mis dudas respecto a preguntarle a los adultos, pues los sentía falsos, mecánicos y superfluos en su actuar, con ideas e intereses que me ponían de mal humor. Todo esto me hacia sentir incomprendido, sin pertenencia, no respetado, no valorado y falto de amor. Al estar recordando experimento esos mismos sentimientos, de dolor, tristeza, enojo, rabia contra todo lo que me decían mis padres, o personas adultas (profesores) pues no les creía. Sin embargo conforme fue pasando el tiempo, me di cuenta de que los consejos y ayuda que me daban mi amigos y compañeros, (a ellos le creía hasta el punto de desobedecer a mis padres) no me llevaban a una plena satisfacción, pues la satisfacción era breve y se desvanecía, pronto y además me agotaba, (no niego que al principio me gustaba y pensaba que esa era la solución) a tal punto que buscaba salidas falsas, que me causaron mucho problemas y dolor y paralelamente a las personas que me amaban y a las que no dejaba acercarse a mi. Hoy le doy gracias a Dios por que se que lo que me ayudo a salir y llegar a este día a sido por que él siempre a estado cerca de mi, por que siempre e tenido fe de su inmenso amor por nosotros. Pienso que si me ha dejado llegar a estos momentos y con este tipo de trabajo, (el cual me apasiona) es por que desea que cumpla una misión y esta es la de promover en los jóvenes la palabra de Dios, para que tengan fe y crezcan espiritualmente. Como educador debo de actuar con honestidad, con verdad y fe en que el Señor abrirá el corazón, mente y alma de nuestros alumnos para que construyan su propio destino y ser mejor hijos, alumnos, ciudadanos, e hijos de Dios.
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Cada día que veo el amanecer, es una oportunidad que Dios me da para ser mejor

[Nora Margarita]

Queridos colegas, he leído sus comentarios y realmente, todos apuntamos a algo muy real, que la misión de ser educadores es algo tan serio e importante, pues a diferencia de cualquier otra miisón, estamos formando personas, y eso hace de nuestra misión una tarea muy delicada... creo que la clave está en atrevernos a seguir la pedagogía que empleaba Jesús, que no siempre era la de enseñar, sino también la de dejarse enseñar, preguntar como si no estuviera enterado de algún suceso, como lo vemos al acercarse, preguntar y escuchar a los dos discípulos de Emaús, sólo desde esa escucha serena, paciente, va a poder darse cuenta de la situación en la que están ambos discípulos, y descubrirá lo que realmente necesitan para fortalecer su fe que empezaba a debilitarse... hagamos lo mismo, pongámonos en actitud de abajarnos cómo Jesús lo hizo, y aprender a estar, escuchar y descubrir lo que ellos necesitan, solo asi podremos ayudarlos. Tenemos que convertir nuestra mirada, para poder traspasar y descubrir el misterio que encierra cada realidad personal de nuestros adolescentes.
Atte,
Nora Margarita.
Piura - Perú

[Lucita F.H]

Muchas veces me hice esa pregunta y siempre llegue a la misma conclusión, que la vida sin una relación profunda con Dios es vacia y sin nada para dar a los demás, esta relación se inicia en la meditación de la palabra y en la oración permenente, asi como participar del banquete de la Eucarístia culmen del Amor de Dios por nosotros, alimentarnos del amor solo podra generar en nosotros amor para quienes nos rodean especialmente nuestros alumnos, que buscan precisamente AMOR. Una vez alguien me dijo: Cuando quieras hablarle a alguien de Dios, primero hablale a Dios de ese alguien............El adolescente va buscando un sin fin de respuestas, un corazón que escuche sus inquietudes sin juzgarlos, en la medida que nosotros comprendamos sus respuestas hacia la sociedad podremos adentrarnos en compartir con ellos un acompañamiento sincero y oportuno.
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Hagamos del mundo una sola Familia

[Lucita F.H]

Muchas veces me hice esa pregunta y siempre llegue a la misma conclusión, que la vida sin una relación profunda con Dios es vacia y sin nada para dar a los demás, esta relación se inicia en la meditación de la palabra y en la oración permenente, asi como participar del banquete de la Eucarístia culmen del Amor de Dios por nosotros, alimentarnos del amor solo podra generar en nosotros amor para quienes nos rodean especialmente nuestros alumnos, que buscan precisamente AMOR. Una vez alguien me dijo: Cuando quieras hablarle a alguien de Dios, primero hablale a Dios de ese alguien............El adolescente va buscando un sin fin de respuestas, un corazón que escuche sus inquietudes sin juzgarlos, en la medida que nosotros comprendamos sus respuestas hacia la sociedad podremos adentrarnos en compartir con ellos un acompañamiento sincero y oportuno.
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Hagamos del mundo una sola Familia

[Gabriella]

Comentario de la sesión 4.

A lo largo del curso he recordado situaciones y sentimientos que a lo largo de mi vida se perdieron, entre ellos toda la gama de sensaciones, sentimientos he inquietudes que embargan la etapa de la adolescencia.
Pienso que el primer paso para los educadores es que logremos una visión llena de amor (Dios) para con los adolescentes, en la cual abunde en tolerancia, respeto, paciencia y ejemplo. Teniendo clara nuestra visión podremos poner todo nuestro esfuerzo en acciones concretas que nos preparen para la empresa:

1. Mantenernos de la mano de Dios a cada instante, planteándole nuestras inquietudes por cada uno de nuestros alumnos, esto es considerando a cada uno de ellos como una persona única.
2. Estudiando y poniendo en práctica el evangelio, de esta manera los alumnos verán que sí es posible llevarlo a cabo, aquí considero un factor muy importante la autenticidad de nuestra parte, ser siempre sinceros con nosotros y si fallamos saber pedir perdón a Dios y enmendar el camino. Se trata de una lucha en la cual podemos caer constantemente, pero no estamos solos, Dios es nuestra fortaleza.
3. Interesarnos por conocer las prácticas, costumbres, anhelos, modas, inquietudes que influyen en nuestros alumnos, mediante el diálogo y escucha constante, de ellos con nosotros y entre ellos mismos.
4. Investigar en documentos de la iglesia, consultando a sacerdotes, preguntando a personas con más experiencia, los temas e inquietudes que hayamos detectado, para dar una orientación fundamentada en la doctrina de la iglesia, de esta manera tendremos más argumentos para aclarar dudas.
5. Observar, escuchar y hablar con ellos como Dios habla con nosotros. Mostrándoles que el Amor de Dios no destruye, y que cada esfuerzo que hagamos es para gloria de Dios, de quien proviene todo. Teniendo siempre presente que son adolescentes.


Gabriela Sánchez, México
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"El Señor es mi pastor nada me falta..."

[vilma pelen]

De acuerdo a la lectura, me he puesto a pensar lo importante que es pedir sabiduria a Nuestro Señor y a su Santisima Madre para que podamos brindar todo el apoyo a nuestros hijos en la etapa de la adolescencia, descubrir la mejor forma de brindarles nuestra sincera amistad independientemente que seamos sus padres, para que puedan sentirse apoyados en este proceso tan complejo, ya que esta en juego su auto-conocimiento, volvernos para ellos sus confidentes, pero creo que previo a eso hemos tenido que haber trabajado con una comunicacion constante para poder en determinado momento saber escuchar y comprender. Creo que uno de los errores en que caemos es no comprenderlos cuando se tratan de aislar, y nosotros los empujamos sin querer a que se unan a pequeños grupos donde supuestamente son mas comprendidos que en su propio hogar. Pienso que es muy importante hacerles participes desde pequeños de las Celebraciones Eucaristicas, los Sacramentos, oraciones en familia, que vayan creciendo en un ambiente religioso para que en determinado momento tambien sientan la necesidad de pedir por medio de la oracion discernimiento y sabiduria al Maestro de Maestros.

[Carolina Franco Castanedo]

Comparte tus comentarios...(Capítulo 4, Dimensión Social)

• Me doy cuenta que la adolescencia es una etapa muy hermosa, pero a la vez difícil. Por lo cual, coincido con los participantes del foro sobre la necesidad de incrementar nuestra oración, si es posible ante el Sagrario, para que Jesús, nuestro Modelo, nos guíe a través de su Espíritu Santo. Conociendo nuestra fragilidad humana, considero de gran ayuda la fortaleza que podemos recibir en la Eucaristía.
• En los momentos de prueba y dificultades como formadores,. la Virgen María, nos puede auxiliar, pues el adolescente al que tratamos de guiar es su hijo, como nosotros. Qué ejemplo me da Ella del trato sereno, maduro, ecuánime y lleno de amor, cuando, después de tres días, encuentra a su hijo (adolescente) en el Templo .
• También nuestra propia formación personal y espiritual es muy importante, tal como se mencionó en la sesión anterior. Como señala el Cardenal Poupard, estos “espíritus jóvenes andan a la búsqueda de referencias y certezas, de orientación y de metas”, Me pregunto: ¿Cómo podremos orientarlos, si nosotros no estamos bien preparados para tener respuestas claras y verdaderas a esas inquietudes?
• Para enseñar algo es muy importante nuestro testimonio. Ejemplo, si nosotros no tratamos con respeto a los adolescentes, ¿cómo exigir que ellos traten con respeto a sus compañeros, padres, autoridades, etc.?
• Creo que la carta de San Pablo (I Corintios 13) sobre la Caridad, describe muy bien lo que considero sería el trato idóneo de un educador, padre de familia, etc. hacia el adolescente. Yo sé que un ideal muy alto: (“El amor es paciente y bondadoso … no se irrita ni es rencoroso … no se alegra de la injusticia …).
• Pero creo que vale la pena intentarlo, si tomamos en cuenta lo que dice al principio la tarea de esta sesión: “…el verdadero compromiso que tenemos los educadores en formar hombres que transformen la sociedad.
• Como Psicóloga, he corroborado lo que señala el artículo: que el adolescente vive con muchas tensiones (su apariencia física, discusiones entre sus padres, dificultades económicas, calificaciones, sus habilidades o no-habilidades, su propio desarrollo, etc.). Estoy de acuerdo que para lograr tener influencia sobre el adolescente, no debemos considerar “insignificante” lo que para ellos es importante.
• En mi experiencia laboral y apostólica con adolescentes, he constatado lo que mencionan ustedes sobre la importancia de conquistar, motivar y formar a los líderes, pues de esa forma el grupo acepta más los valores que les queremos transmitir.
• Los educadores, orientadores espirituales, psicólogos, etc. somos un auxilio para los padres de familia en la tarea de educar a los hijos. Considero importante ver si existe congruencia entre los valores que el adolescente recibe en su familia, con los que nosotros tratamos de inculcar. De lo contrario el adolescente se confunde y puede despreciar uno de los dos. Por eso la importancia de formar también a los papás.
• En este capítulo nos explican con claridad la gran importancia e influencia que tiene el grupo social para el adolescente. Como madre de familia pienso que es conveniente dar la oportunidad a nuestros hijos de que se relacionen con adolescentes cuyos padres tengan valores semejantes a los nuestros.
• He visto casos en que el adolescente rechazaba los “anticuados” valores morales de sus padres, pero cuando entró a formar parte de grupos de adolescentes que viven los mismos valores que sus padres les enseñaron, les fue mucho más fácil aceptarlos.
• Este capítulo menciona los deseos que surgen en los adolescentes por transformar su mundo, y cómo se pueden canalizar dichas inquietudes a través de acciones concretas (proyectos apostólicos, acción social, etc.). Considero que esto es muy eficaz para pasar del egoísmo, crítica, pesimismo, , etc. de la adolescencia, a la entrega, interés por los demás, valorar lo que tienen (salud, familia, comodidades, formación religiosa, etc.).

Carolina Franco Castanedo de Lancaster

Guadalajara, Jalisco, México.


P.D.
Muchas gracias a Blanca Arias de Anda (de Ensenada, .-B.C., México), por compartirnos un artículo muy interesante que recibió de Catholic.Net., sobre una niña china de 11 años, asesinada por su Fe y amor a Cristo.
Ahí corroboro cómo un adolescente bien encauzado, puede ser un modelo para los adultos.

Dicho artículo conmovió a mi Directora a quien se lo pasé, quien a su vez lo compartió con otras Coordinadoras y maestras, quienes lo platicaron a sus alumnas. Posiblemente éstas lo cuenten a sus familias.

Atte. Carolina Franco

[Carolina Franco Castanedo]

Comparte tus comentarios...(Capítulo 4, Dimensión Social)

• Me doy cuenta que la adolescencia es una etapa muy hermosa, pero a la vez difícil. Por lo cual, coincido con los participantes del foro sobre la necesidad de incrementar nuestra oración, si es posible ante el Sagrario, para que Jesús, nuestro Modelo, nos guíe a través de su Espíritu Santo. Conociendo nuestra fragilidad humana, considero de gran ayuda la fortaleza que podemos recibir en la Eucaristía.
• En los momentos de prueba y dificultades como formadores,. la Virgen María, nos puede auxiliar, pues el adolescente al que tratamos de guiar es su hijo, como nosotros. Qué ejemplo me da Ella del trato sereno, maduro, ecuánime y lleno de amor, cuando, después de tres días, encuentra a su hijo (adolescente) en el Templo .
• También nuestra propia formación personal y espiritual es muy importante, tal como se mencionó en la sesión anterior. Como señala el Cardenal Poupard, estos “espíritus jóvenes andan a la búsqueda de referencias y certezas, de orientación y de metas”, Me pregunto: ¿Cómo podremos orientarlos, si nosotros no estamos bien preparados para tener respuestas claras y verdaderas a esas inquietudes?
• Para enseñar algo es muy importante nuestro testimonio. Ejemplo, si nosotros no tratamos con respeto a los adolescentes, ¿cómo exigir que ellos traten con respeto a sus compañeros, padres, autoridades, etc.?
• Creo que la carta de San Pablo (I Corintios 13) sobre la Caridad, describe muy bien lo que considero sería el trato idóneo de un educador, padre de familia, etc. hacia el adolescente. Yo sé que un ideal muy alto: (“El amor es paciente y bondadoso … no se irrita ni es rencoroso … no se alegra de la injusticia …).
• Pero creo que vale la pena intentarlo, si tomamos en cuenta lo que dice al principio la tarea de esta sesión: “…el verdadero compromiso que tenemos los educadores en formar hombres que transformen la sociedad.
• Como Psicóloga, he corroborado lo que señala el artículo: que el adolescente vive con muchas tensiones (su apariencia física, discusiones entre sus padres, dificultades económicas, calificaciones, sus habilidades o no-habilidades, su propio desarrollo, etc.). Estoy de acuerdo que para lograr tener influencia sobre el adolescente, no debemos considerar “insignificante” lo que para ellos es importante.
• En mi experiencia laboral y apostólica con adolescentes, he constatado lo que mencionan ustedes sobre la importancia de conquistar, motivar y formar a los líderes, pues de esa forma el grupo acepta más los valores que les queremos transmitir.
• Los educadores, orientadores espirituales, psicólogos, etc. somos un auxilio para los padres de familia en la tarea de educar a los hijos. Considero importante ver si existe congruencia entre los valores que el adolescente recibe en su familia, con los que nosotros tratamos de inculcar. De lo contrario el adolescente se confunde y puede despreciar uno de los dos. Por eso la importancia de formar también a los papás.
• En este capítulo nos explican con claridad la gran importancia e influencia que tiene el grupo social para el adolescente. Como madre de familia pienso que es conveniente dar la oportunidad a nuestros hijos de que se relacionen con adolescentes cuyos padres tengan valores semejantes a los nuestros.
• He visto casos en que el adolescente rechazaba los “anticuados” valores morales de sus padres, pero cuando entró a formar parte de grupos de adolescentes que viven los mismos valores que sus padres les enseñaron, les fue mucho más fácil aceptarlos.
• Este capítulo menciona los deseos que surgen en los adolescentes por transformar su mundo, y cómo se pueden canalizar dichas inquietudes a través de acciones concretas (proyectos apostólicos, acción social, etc.). Considero que esto es muy eficaz para pasar del egoísmo, crítica, pesimismo, , etc. de la adolescencia, a la entrega, interés por los demás, valorar lo que tienen (salud, familia, comodidades, formación religiosa, etc.).

Carolina Franco Castanedo de Lancaster

Guadalajara, Jalisco, México.


P.D.
Muchas gracias a Blanca Arias de Anda (de Ensenada, .-B.C., México), por compartirnos un artículo muy interesante que recibió de Catholic.Net., sobre una niña china de 11 años, asesinada por su Fe y amor a Cristo.
Ahí corroboro cómo un adolescente bien encauzado, puede ser un modelo para los adultos.

Dicho artículo conmovió a mi Directora a quien se lo pasé, quien a su vez lo compartió con otras Coordinadoras y maestras, quienes lo platicaron a sus alumnas. Posiblemente éstas lo cuenten a sus familias.

Atte. Carolina Franco

[Lia]

Claves en cuanto a la personalidad del educador: veo la necesidad del testimonio que debe dar.
Vivir lo trascendente, hasta en lo más intrascendente de una forma que le sea natural y cotidiana; vivir la oración, la responsabilidad, el compromiso, la honestidad en todo, con todos; la amistad, la confianza, el respeto, dar ejemplo de lucha por conseguir las metas.
La sinceridad, la prudencia, alegría y firmeza le abren caminos para acercarse a los adolescentes.
Es importante que sienta la vocación de educar y no prevalezcan otros motivos.
Formarse, informarse y actualizarse sobre el tema de la adolescencia.
Preparar los encuentros siendo consciente de la trascendencia de su tarea: prepararlos para que encuentren su lugar en la vida.

Pienso que si bien todo lo anterior es muy importante, no alcanza, también debe aprender a hacer que se sientan escuchados, es el primer paso para convertirse en una presencia activa ante sus preguntas.
Hacerlos sentirse amados, mediante la familiaridad en el trato, la dulzura, la amabilidad, la ternura, la confianza en ellos, dándoles la oportunidad de asumir la responsabilidad de participar en su propia formación.
Los adolescentes esperan coherencia de los adultos.

Tras haber pasado por varias experiencias, algunas dolorosas, he aprendido y me he convencido que son estas las claves que debo plasmar en mi como madre y catequista para lograr que me permitan enseñarles el camino que conduce a abrir el horizonte a las inquietudes últimas y fundamentales...desde hace tiempo mis esfuerzos se dirigen en este sentido y he comprobado que cuando fallo en alguno, sea el testimonio, la escucha, el amor o la coherencia, me lo hacen saber, ya sea con palabras, con silencios o con actitudes. Cuando siento que algo no anda bien, sé que tengo que revisar estas claves.
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Las cosas hechas con amor y buena voluntad ayudan a construir un mundo lleno de grandeza.(Juan XXIII)

[Carmela]

Queremos abrir los horizontes a nuestros alumnos, deseamos fomentar la generosidad y dar orientaciones certeras a sus inquietudes... pero ¿dónde está la clave para plasmar en nosotros este estilo de educador?

Es díficil mencionar una clave humana yo e llegado a descubrir que la mejor clave es la coherencia de vida ,hoy en día los jóvenes buscan modelsod e vida que sean coherentes , es decir es muy facil decir a los jóvenes lo que deben hacer pero muchas veces como educadores debemos dar el ejemplo , algo que Jesús siempre hizo fue ponerse el primero en todo para hacerlo , esa es la mejor clave , lo demás las estrategias que busquemos vendrán por añadidura . Los educadores debemos tener muy presente que cada joven es un mundo diferente y como tal debemos educarlos , leyendo los documentos recorde que cada santo de nuestra iglesia tuvo una forma particular pero sus formadores supieron conducirlos hasta lograr en ellso su potencialbilidadd e ser hijso de Dios .Es eso loq ue debemos buscar en cada joven mirarlos como Jesús lo haría si lo tuviera en frente .
Dios los bendiga hermanos .