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cantos litúrgicos
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Esther Filomena
Veterano


Registrado: 03 Ene 2006
Mensajes: 2345

MensajePublicado: Lun Ene 22, 2007 1:14 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

altxor escribió:
Sinceramente a la iglesia de mi pueblo van cuatro beatas. Como mucho van 20 personas, contadas.


Pues esas personas son las que cuentan.

Lo de "beatas" lo dices con desprecio? Creo quien es piadoso merece admiración en lugar de nombres algo despectivos.
altxor escribió:
El cura tiene la mala costumbre de hacer misas larguísimas, soporíferas y llenas de ritos que en el resto de las parroquias se realizan en días señalados. (soltar incienso, echar agua.....)



Parece un buen sacerdote, que hace lo que es su deber y reconoce que el valor de la Misa siempre es el mismo, aunque no sea fiesta. Convendría que todos aprendamos eso.

altxor escribió:
Por eso, en mi pueblo, la gente va a misa los días señalados. Y si canta la coral, van más. Ya se sabe, que el aburrimiento con música es menos aburrimiento.


Es la gente "muy moderna" que cree que la Misa es para "distraerse" en lugar de algo precioso que nos alimenta y que merece TODA nuestra atención, conocerla para apreciarla.

NO, NO NO es un espectáculo para poner contentos a los parroquianos.


Se canta para "alabar" a Dios para "adorarlo" NO para que se distraiga el público.

altxor escribió:
Tratar de que cambie el cura las misas, es como tratar que el cielo se ponga en lugar de la tierra. Le comentaron las catequistas que a ver si hacía las misas más amenas, que los niños se aburrían, y contestó que Amena es una compañía de móviles. Y tan pancho se quedó.


Lo que parece díficil es tratar de cambiar el corazon de la gente, para que entienda que solo se puede ser feliz teniendo a Dios contento.

Si quieren "entretener" a los chicos fuera de la Misa es el lugar aconsejado, luego de la celebracion en otro recinto, en la catequesis, en la plaza, hagan titeres, payasos, circo si quieren. LA MISA NO ES MOMENTO PARA DISTRAER A LOS CHICOS, sino para que cultiven el alma, hay que enseñarles a querer la Misa, a entender que se ofrece el SACRIFICIO de Cristo, de DIOS que se hace presente, un Dios que nos ama y solo nos pide a lo sumo una hora. Que es una hora a la semana????


altxor escribió:
La gente que va a misa va con el marcha puesta. Son gente mayor y no andan para innovaciones.


Si, es lo clásico, la gente mayor va a Misa, porque o recuerda la devocion aprendida por años, o porque recién se acuerda que se le paso la vida, y se da cuenta que estamos de paso en esta vida.

Qué lindo sería que Jóvenes y viejos, se dieran cuenta de eso.

Una hora mas o menos a la semana!

altxor escribió:
Yo ahora, estoy haciendo un curso de religión en otro pueblo. El cura es más ameno y da gusto oirle, la verdad. Pena que tenga que ir en coche y que mi marido no esté por la labor de llevarme los domingos.
En cuanto haga más calor, iré en bici, que da gloria andar por los naranjos en bici.
Un saludo en Cristo


Te felicito que aprendas y si lo haces bien, quiza tu tambien querrás (Dios mediante) una Misa larguisima y con todos "esos ritos" que parecen ser tan aburridos ahora para ti...


Paz y bien
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Esther Filomena
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Gaudeamus
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Registrado: 27 Dic 2005
Mensajes: 260
Ubicación: Campana (Buenos Aires)

MensajePublicado: Lun Ene 22, 2007 3:59 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

Una pena que nos fuimos totalmente de tema.

Bueno, por ahi alguien lee las ponencias anteriores y podamos volver, porque era interesante y, ademàs, un poco la mèdula de los problemas que afrontamos hoy día respecto de la musica sacra.

Saludos,
Omar
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Esther Filomena
Veterano


Registrado: 03 Ene 2006
Mensajes: 2345

MensajePublicado: Lun Ene 22, 2007 4:42 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

Gaudeamus escribió:
Una pena que nos fuimos totalmente de tema.

Bueno, por ahi alguien lee las ponencias anteriores y podamos volver, porque era interesante y, ademàs, un poco la mèdula de los problemas que afrontamos hoy día respecto de la musica sacra.

Saludos,
Omar



Pido disculpas por ello, pero no puede dejar de aclararse al hermano que la Misa no es un espectáculo publico y que los cantos no tienen el fin de distraer a los asistentes, sino alabar a Dios y ayudar a adorarle.

Paz y bien.
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Esther Filomena
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altxor
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Registrado: 19 Ene 2007
Mensajes: 847
Ubicación: Valencia

MensajePublicado: Lun Ene 22, 2007 5:35 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

1) La palabra beata jamás la digo con desprecio
2) Se puede alabar a Dios sin bostezar
3) Un pastor ha de saber ganarse a sus ovejas.

Yo tocaba antes de casarne en una iglesia. Siempre estaba a rebosar, la gente disfrutaba ( y te aseguro que no era un circo).
Las misas de niños, eran geniales, se aprendía que Dios es alegre.
Ahora vivo a 700 kms y las cosas no son así.
3) Los ritos a los que yo me refiero, son los de echar incienso en todas las misas, y echar agua (no me acuerdo del nombre).

Palabra de una meapilas como yo, que si digo que es soporífero es cierto.
Un saludo en Cristo
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http://fauramcarmen.blogspot.com/
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joseantonio
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Registrado: 13 Ene 2007
Mensajes: 4

MensajePublicado: Lun Ene 22, 2007 8:12 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

altxor escribió:
Sinceramente a la iglesia de mi pueblo van cuatro beatas. Como mucho van 20 personas, contadas.
El cura tiene la mala costumbre de hacer misas larguísimas, soporíferas y llenas de ritos que en el resto de las parroquias se realizan en días señalados. (soltar incienso, echar agua.....)
Por eso, en mi pueblo, la gente va a misa los días señalados. Y si canta la coral, van más. Ya se sabe, que el aburrimiento con música es menos aburrimiento.
Tratar de que cambie el cura las misas, es como tratar que el cielo se ponga en lugar de la tierra. Le comentaron las catequistas que a ver si hacía las misas más amenas, que los niños se aburrían, y contestó que Amena es una compañía de móviles. Y tan pancho se quedó.

La gente que va a misa va con el marcha puesta. Son gente mayor y no andan para innovaciones.

Yo ahora, estoy haciendo un curso de religión en otro pueblo. El cura es más ameno y da gusto oirle, la verdad. Pena que tenga que ir en coche y que mi marido no esté por la labor de llevarme los domingos.
En cuanto haga más calor, iré en bici, que da gloria andar por los naranjos en bici.
Un saludo en Cristo


que fuerte!!!!!!!!!!!!!!!
si beato significa F E L I Z!!!!! haber cuando nos enteramos.....
lo peor de todo es un cura como ese de tu pueblo.... yo conozco a uno que e4s igualito, igualito que ese, pero en España en una aldeilla perdida.....puf
sobre el cura aconsejarte que debes de tener en cuenta que es el mismo Dios Padre quien le ha puesto en el gobierno de esa parróquia, por algo será.....muchas veces no somos capaces de ver o "adivinar" cual es la misión a la que estos sacerdotes tan "pesados" están llamadado en nuestras iglesias.... y te aseguro que lo mejor es ser sinceros con ellos.
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Esther Filomena
Veterano


Registrado: 03 Ene 2006
Mensajes: 2345

MensajePublicado: Lun Ene 22, 2007 9:03 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

altxor escribió:
1) La palabra beata jamás la digo con desprecio


Entonces no lo remarques, di mejor "personas piadosas". Así como te expresas, es peyorativo.
altxor escribió:
2) Se puede alabar a Dios sin bostezar


Por supuesto que sí, cuando se toma conciencia de lo que se está haciendo. Cuando algo no te interesa bostezas. (Me ha sucedido hasta en el circo y se supone que es divertido).

altxor escribió:
3) Un pastor ha de saber ganarse a sus ovejas.


No un pastor ha de guíar y cuidar a sus ovejas y ha de hacerlo con amor. No ha de dejarse llevar por las ovejas, ni hacer cosas indebidas, solo por darles gusto.

El pastor así como un padre, debe guiar y aconsejar a los hijos para que sean como Dios manda, hombres derechos y justos. En este caso un buen pastor se esfuerza, porque el mensaje de Cristo llegue a todos, y aunque acudan pocos, incentivar para que vengan mas con el ejemplo. No poniendose a desvirtuar la doctrina y menoscabar de tal modo la Liturgia, que hasta se torna irreconocible. Que de hecho a provocado poco a poco, que el fiel relaje cada vez mas, no solo su asistencia a Misa, si no la fe y las costumbres.

altxor escribió:
Yo tocaba antes de casarne en una iglesia. Siempre estaba a rebosar, la gente disfrutaba ( y te aseguro que no era un circo).
Las misas de niños, eran geniales, se aprendía que Dios es alegre.
Ahora vivo a 700 kms y las cosas no son así.
3) Los ritos a los que yo me refiero, son los de echar incienso en todas las misas, y echar agua (no me acuerdo del nombre).

Palabra de una meapilas como yo, que si digo que es soporífero es cierto.
Un saludo en Cristo


Pues que maravilla, pero no se ven los frutos, en ti.

De que sirve una Misa a "rebosar" si solo es una "costumbre divertida"?

Se nota que no te preocupa mucho lo que puede agradar a Dios, ni de comprender a tu Sacerdote, lo que quieres es que te distraiga (bueno eso es lo que parece). Y no, la Misa no es para divertir, es la Celebración de Sacrificio de Cristo, por lo tanto, debe ser adecuada a ese menester con mucho respeto y solemnidad, porque es para Dios.

Por supuesto que nada de lo que hagamos podrá estar a Su nivel, pero hemos de esforzarnos.


Por cierto, Dios es alegre y es bueno. Pero no por ello deja de ser Dios, por tanto el hombre aunque se asemeje, no puede andar de igualado, faltando a lo mas elemental del culto debido a Dios: el respeto.

Paz y bien
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Esther Filomena
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altxor
Constante


Registrado: 19 Ene 2007
Mensajes: 847
Ubicación: Valencia

MensajePublicado: Mar Ene 23, 2007 12:59 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

Yo creo que esta discusión es la evidencia de que vivimos cada uno al otro lado del Oceáno.
Los frutos no se ven en mi? Ni pretendo siquiera semejante cosa.
Pero no creo que seas tú precisamente la que tenga que decirlo, digo yo.

Conozco a muchos sacerdotes que opinan que más de cuarenta minutos de misa, la parroquia se distrae. Y si la mayoría son de sermón, es inhumano tratar de prestar atención.
Entiendo que el cura no lo hace aposta, aunque le han dicho varias veces que acorte los sermones.
Yo soy historiadora y no por eso voy soltando rollos de historia a la gente que me ve. La iglesia no es para hacer historia. Y en el caso de este cura, te cuenta la historia desde el SXI. Para cuando llega al SXXI ya ni sabes qué está contando.
Está bien que los sermones sirvan para la corrección fraterna. Pero tampoco es que no haya una palabra amable para los parroquianos. No somos tan malos, digo yo.

En cuanto al uso de beata, pues yo lo uso tal y como es. También digo cementerio y manicomio. Lo políticamente correcto, me da exactamente igual. Mi palabra significa lo que es, si la usara con términos peyorativos usaría las comillas, que para eso están.

Ah, y para distraerme, me distraigo solita cantidad. No necesito de nadie que me distraiga. Yo lo que quiero es que la misa no me aleje de Dios y se vaya por los naranjos dirección playa.
Y quiero también un buen crucifijo en el altar, (yo por pedir, que no quede), para al menos, tener algo que decirle.

Enfin, con mi bonita voz de niño cantor de Viena, no voy a contestar más.

Antetodo, por favor, pido el respeto que yo doy a los que se dirigen a mi

Un saludo en Cristo
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raquel08
Veterano


Registrado: 02 Oct 2005
Mensajes: 2485
Ubicación: mexico

MensajePublicado: Mie Ene 24, 2007 1:36 am    Asunto: Re: Formacion del clero...
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

Gaudeamus escribió:
raquel08 escribió:
* formar liturgicamente a los coros para que se desempeñen correctamente en los oficios religiosos
* asi mismo formarlos musicalmente para que no desentonen tanto, a Dios se le debe dar lo mejor
*los sacerdotes deberian de preocuparse un poco mas por la parte musical de la eucaristia, pues recordemos que tambien se evangeliza cantando


Raquel, creo que lo dramático de este momento es que, al menos en muchas partes, los sacerdotes ya no están formados en absoluto.
No pensar que sean musicos o que sepan solfear; simplemente: què sacerdote sabe cantar el prefacio o la bendición? Los viejos se van muriendo y los jóvenes que se van ordenando no han mamado año a año el ambiente propicio para poder valorar la música sacra.

Yo tuve un párroco, santo varón, muy enganchado con toda la reforma litúrgica, pero fue formado en un buen seminario y en una época donde decir: pregon pascual, visperas, salmodia, era moneda corriente. Entonces se entusiasmaba rápidamente con las propuestas, porque en el fondo sabía de que le hablabas.
Hoy dia trato con curas de muy buena voluntad. Pero NO conocen nada... entonces ¿cómo se van a entusiasmar?
Desandar lo andado, sobre todo en ciertas partes como Latinoamerica, va a costar, y mucho, en mi opinión.

Saludos,
Omar


perdonaras que hasta ahora conteste este aporte pero tengo poco tiempo para entrar a los foros.

no se en realidad donde vivas por lo cual no podria juzgar respecto al aspecto musical de ese lugar, pero en una cosa estoy de acuerdo contigo, si el sacerdote no esta formado musicalmente hablando dificilmente podra entusiasmarse con la formacion de los coros de sus comunidades; esto te lo digo por que mi parroquia pasa por un trance mas o menos parecido; nuestro anterior vicario, licenciado en musica se preocupaba mucho por el aspecto musical de la eucaristia y de el aprendimos a amar la musica y a usarla para la adoracion y exaltacion de Dios de forma correcta, hace ya algunos años le dieron una parroquia y se fue, pues bien el vicario que le sustituyo no sabe de musica sacra por lo tanto cuando se le habla de la formacion de los coros dificilmente podremos obtener respuesta a nuestras inquietudes el se preocupa mas por la formacion liturgica, que por cierto tambien es muy bueno, pero tambien como musicos nesecitamos de otro tipo de formacion.

pero si de verdad queremos formarnos como verdaderos musicos para la adoracion de Dios es importante buscar; por ejemplo yo siempre busco algun taller o curso o conferencia respecto al tema y me acerco a mis amigos seminaristas que me pueden ayudar a ser mejor musico, creo sinceramente que no hay escusa para no crecer como musico.

_________________

Omnia possum in Eo qui me confortat et suficit mihi gratia Dei qui potens est
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Esther Filomena
Veterano


Registrado: 03 Ene 2006
Mensajes: 2345

MensajePublicado: Mie Ene 24, 2007 5:53 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

altxor escribió:
Yo creo que esta discusión es la evidencia de que vivimos cada uno al otro lado del Oceáno.
Los frutos no se ven en mi? Ni pretendo siquiera semejante cosa.
Pero no creo que seas tú precisamente la que tenga que decirlo, digo yo.

Conozco a muchos sacerdotes que opinan que más de cuarenta minutos de misa, la parroquia se distrae. Y si la mayoría son de sermón, es inhumano tratar de prestar atención.
Entiendo que el cura no lo hace aposta, aunque le han dicho varias veces que acorte los sermones.
Yo soy historiadora y no por eso voy soltando rollos de historia a la gente que me ve. La iglesia no es para hacer historia. Y en el caso de este cura, te cuenta la historia desde el SXI. Para cuando llega al SXXI ya ni sabes qué está contando.
Está bien que los sermones sirvan para la corrección fraterna. Pero tampoco es que no haya una palabra amable para los parroquianos. No somos tan malos, digo yo.

En cuanto al uso de beata, pues yo lo uso tal y como es. También digo cementerio y manicomio. Lo políticamente correcto, me da exactamente igual. Mi palabra significa lo que es, si la usara con términos peyorativos usaría las comillas, que para eso están.

Ah, y para distraerme, me distraigo solita cantidad. No necesito de nadie que me distraiga. Yo lo que quiero es que la misa no me aleje de Dios y se vaya por los naranjos dirección playa.
Y quiero también un buen crucifijo en el altar, (yo por pedir, que no quede), para al menos, tener algo que decirle.

Enfin, con mi bonita voz de niño cantor de Viena, no voy a contestar más.

Antetodo, por favor, pido el respeto que yo doy a los que se dirigen a mi

Un saludo en Cristo


Respeto, lo tienes al menos de mi parte. Participamos en un foro, y en un foro vas a encontrar de todo, especiamente opiniones opuestas. Y no tiene que ver de donde seamos, o tambien tienes prejuicios?

Los Sacerdotes son gente elegida, que no siempre nos gusta, pero en lo posible y mientras guarden la enseñanza de la Iglesia, merecen TODA nuestra consideración y respeto.

Si explica historia y tu ya sabes, otros quizas no. Por algo dice lo que dice, y sus sermones son útiles en este caso aunque solo sirvan para ponerte a prueba la humildad, la paciencia y la consideración.

Puedes no estar de acuerdo conmigo, pero al menos te sirve para reflexionar.


Me conformo con lo dicho.

Paz y bien
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Esther Filomena
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Jose Durán
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Registrado: 02 Feb 2007
Mensajes: 6

MensajePublicado: Vie Feb 02, 2007 7:27 pm    Asunto: Canto en la liturgía
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

Buenos días soy nuevo en este foro, pero me parecío interesante vuestra
apreciación. El problema a veces radica en muchos sacerdotes son muy
flexibles en lo relacionado a los cantos y otros no se actualizan. En mi
país se está cuidando mucho esto con las nuevas generaciones de
Sacerdotes. Envío algunos puntos que deben ser considrerados relacionados al
canto liturgigo (la mayor parte esta en el Orden Sagrado del Misal
Romano):

La música no puede ser mundana, es decir tomada de una melodía no hecha
originalmente para la liturgía.
El canto de inicio abre la celebración y debe motivar e invitar a a la
asamblea, el mensaje puede variar según el tiempo liturgico.
El canto de piedad debe ser expresamente :Señor ten piedad y Cristo ten
piedad, pues así consta en el misal y se se va acantar debe contener lo
que dice el misal. Nos son catos de piedad por que dicen perdoname,
perdon o algo similar. Estos son actos penitenciales que pueden ser usados
para la procesión del miercoles de ceniza, una jornada e incluso la
adoración al Santísimo.
El Gloria, que es un legado de la Iglesia Cristiana primitiva, es una
doxología mayor. Debe contener la letra del misal. No puede ser cortado,
como hacen algunos coros. Están permitidos: el Gloria Giombinni, El
Gloria Gregoriano, El gloria delos niños de Cesareo Gabaraín, el Gloria al
Señor. No esta permitido el Gloria Aleuya(este no esta completo y su
melodía es de una marcha de guerra norteamericana)
El Aleluya se canta todo el año, excepto en cuaresma.
El Salmo de preferencia debe ser cantado, o al menos debe cantarse la
antífona.
El ofertorio debe expresar la entrega de dones (pan y vino) o la
entrega misma de la persona. La segunda estrofa del Saber que Vendras está
prohibida pues dice: "El odio de los que mueren sin fe...", obviamente no
podemos ofrecer a nuestro Señor el odio. Cuando el Sacerdote termina
copn la purificación (momento que en limpia el caliz) el coro o cantante
debe concluir el canto de ofertorio. Muchos Coros creen que han ido a
dar un concierto y siguen cantanado haciendo esperar al celebrante.
(Sólo en misas solemnens o especiales donde se incienza el altar el coro
debe prolongar el canto).
La comunión concluye el Sacerdote ha dado a todos la comunión y
retorna al altar. Ahí debe concluir el Coro y repetar el silencio que exige
la liturgía para entrar en dialogo con Dios.
O tras cosas más.

Debo finalmente decir lo siguiente: peor que un coro que cante
desafinado o desentonado es aquel que no predica o vive lo que canta. Estos
grupos no se diferencian más de otro grupo de canto mundano a nos ser por
que cantan en el templo. Muchos coros no viven un testimonio católico:
no comulgan en la misa, no guardan la atención al evangelio, si hay un
guitarrista esta "jugando" con las cuerdas de la guitarra en plena
celebración o su presencia allí no es por una vocación de servicio si no
por que estando allí se siente el mas importante dentro de un grupo.

Disculpen lo extenso que he sido. Gracias
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juanmaria
Asiduo


Registrado: 28 Dic 2006
Mensajes: 344

MensajePublicado: Vie Feb 02, 2007 8:01 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

Cita:
La música no puede ser mundana, es decir tomada de una melodía no hecha
originalmente para la liturgía.
El canto de inicio abre la celebración y debe motivar e invitar a a la
asamblea, el mensaje puede variar según el tiempo liturgico.
El canto de piedad debe ser expresamente :Señor ten piedad y Cristo ten
piedad, pues así consta en el misal y se se va acantar debe contener lo
que dice el misal. Nos son catos de piedad por que dicen perdoname,
perdon o algo similar. Estos son actos penitenciales que pueden ser usados
para la procesión del miercoles de ceniza, una jornada e incluso la
adoración al Santísimo.
El Gloria, que es un legado de la Iglesia Cristiana primitiva, es una
doxología mayor. Debe contener la letra del misal. No puede ser cortado,
como hacen algunos coros. Están permitidos: el Gloria Giombinni, El
Gloria Gregoriano, El gloria delos niños de Cesareo Gabaraín, el Gloria al
Señor. No esta permitido el Gloria Aleuya(este no esta completo y su
melodía es de una marcha de guerra norteamericana)
El Aleluya se canta todo el año, excepto en cuaresma.
El Salmo de preferencia debe ser cantado, o al menos debe cantarse la
antífona.
El ofertorio debe expresar la entrega de dones (pan y vino) o la
entrega misma de la persona. La segunda estrofa del Saber que Vendras está
prohibida pues dice: "El odio de los que mueren sin fe...", obviamente no
podemos ofrecer a nuestro Señor el odio. Cuando el Sacerdote termina
copn la purificación (momento que en limpia el caliz) el coro o cantante
debe concluir el canto de ofertorio. Muchos Coros creen que han ido a
dar un concierto y siguen cantanado haciendo esperar al celebrante.
(Sólo en misas solemnens o especiales donde se incienza el altar el coro
debe prolongar el canto).
La comunión concluye el Sacerdote ha dado a todos la comunión y
retorna al altar. Ahí debe concluir el Coro y repetar el silencio que exige
la liturgía para entrar en dialogo con Dios.
O tras cosas más.

Debo finalmente decir lo siguiente: peor que un coro que cante
desafinado o desentonado es aquel que no predica o vive lo que canta. Estos
grupos no se diferencian más de otro grupo de canto mundano a nos ser por
que cantan en el templo. Muchos coros no viven un testimonio católico:
no comulgan en la misa, no guardan la atención al evangelio, si hay un
guitarrista esta "jugando" con las cuerdas de la guitarra en plena
celebración o su presencia allí no es por una vocación de servicio si no
por que estando allí se siente el mas importante dentro de un grupo.

Disculpen lo extenso que he sido. Gracias


Cita:
El canto de piedad debe ser expresamente :Señor ten piedad y Cristo ten
piedad
ES cierto, estoy cansado de que se cante cualquier cosa menos el Kyrie.
Cita:
El Gloria, que es un legado de la Iglesia Cristiana primitiva, es una
doxología mayor. Debe contener la letra del misal. No puede ser cortado,
como hacen algunos coros

Ni que hablar de esto!!! Estoy harto de escuchar un gloria que no es el que se debe cantar, esto me da mucha indignación.
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"Primum, propter quod in unum estis congregati ut unianimes habitetis in domo et sit vobis anima una et cor unum in Deum"(REGULA AD SERVOS DEI)
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hannah
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Registrado: 18 Ene 2007
Mensajes: 12
Ubicación: españa, santiago de compostela

MensajePublicado: Vie Feb 02, 2007 8:18 pm    Asunto: cantos liturgicos
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

queridos hermanos paz y bien , hermano duran , me encanto tu reflexion y la enseñanza sobre los cantos e la liturgia , yo soy cateuista mi marido y mi hijo mayor tocan la guitarra en misa (yo conoci a mi marido cuando estabamos en un grupo juvenil y el ya se encargaba de los cantos de la misa) tanto mi marido como mi hijo se preocupan de saber las lecturas del dia para poder elegir los cantos mas adecuados (siempre consultando al sacerdote)siempre le recuerdo a mi hijo que estar en el coro de la iglesia es una gran responsabilidad frente a los hermanos , que debe dar ejemplo por estar a la vista , por asi decirlo , por acusa de su ministerio . las cosas no son siempre asi , yo presencie misas donde los coros cantan maravillosamente y en el momento de la homilia se retiran afumar a la puerta del tempo por ejemplo , o no comulgon ni rezan ninguna aclamacion , y el sacerdote tan contento porque cantan "bien" prefiero la gente que desafina y canta con devocion. es mi manera de pensar, vi en el foro gente que parece agredirce por pensar de otra manera , no creo que porque estemos de un lado o del otro del oceano las cosas sean diferentes , yo soy argentina y vine a vivir a españa con mi famila teniendo ya 30 años y creo que las cosas no son tan diferente (algunas). soy digamos mueva en los foros y me encanta este porque aprendo mucho gtracias a todos por enseñarme.
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Jose Durán
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Registrado: 02 Feb 2007
Mensajes: 6

MensajePublicado: Vie Feb 02, 2007 11:11 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

Buenas tardes. Gracias por los comentarios escritos anteriormente. Estuve leyendo opiniones diversas y me gustaría aportar, si se puede, algo adicional:

En Concilio Vaticano II se dió una mayor participación activa a la asamblea en la Liturgía y consecuentemente en los cantos. Por eso ya no se acosumbra decir : "Voy a escuchar Misa", lo correcto es: "Voy a participar de la Misa". Por eso el ministerio del Canto debe ayudar a y motivar a la Asamblea. La comunión (Comun - union) no se da sólo en la Eucaristía, también se da en el Canto.

Es cierto existen cantos cuya línea melódica son más simples que otros. (Debo resaltar que para quien medita y atiende el mensaje de la canción no la encuentra obsoleta). Pero toda canción esta sujeta arreglos de voces (el canto puede ser polifónico), contrapuntos, voces paralelas, arreglos instrumentales, etc. Pero debe repetarse la melodía original y de preferencia el ritmo, para no quitar la uniformidad y permita una participación activa de todos los fieles independientemente de la comunidad de donde provengan, es decir que uno no se vea imposibilitado de cantar por que el coro x "cambió" la melodía. En caso de cantar al unísono debe tenerse cuidado con la impostación y la vocalización. Un consejo para los coros (tengo cierta experiencia dirigiendo grupos corales) para mejorar el canto es:

Abran lo boca grande, esto da más potencia a la voz y evita que uno cante con la nariz. Un ejercicio muy bueno es introducir los tres dedos del medio de la mano a la boca de manera vertical (que el indice toque los dientes de arriba y el anular los de abajo) pronunciar fuertemente las vocales: aaaHHH, eehh, etc. Es bueno para "calentar" y vocalizar.

La partitura u hoja de canto a la altura de los ojos, no a la altura del estomago pues se inclina la cabeza y no trabajaba el diafragma.

Las mujeres no cruzar las piernas, pues no trabaja el diafragma.

De preferencia cantar de pie.

Tener cuidado con el tono de los hombres y las mujeres. Muchas veces las mujeres tienden a cantar en el tono de los hombres. Si se va cantar al unisono (todos una misma melodía sin separar voces) buscar una nota comoda para las mujeres (generalmente las sopranos llevan la melodía).

Antes de empezar cantar estirar los brazos, las piernas. Se debe estar relajado y no tenso.

Y algo muy importante:

Terminar los ensayos con una oración. Debemos tener en cuenta nuestro Ministerío y para quién es nuestro canto. El coro evangeliza a través del canto.

Gracias por vuestra atención.
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raquel08
Veterano


Registrado: 02 Oct 2005
Mensajes: 2485
Ubicación: mexico

MensajePublicado: Sab Feb 03, 2007 2:26 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

muy formativos los comentarios que he visto, me hubiese encantado poder compartir este dialogo en musicos catolicos pero la moderacion ha visto correcto este tema aqui.

respecto a los diversos comentarios puedo decir que por desgracia los coros estamos devaluando nuestro ministerio, es importante una buena voz pero es aun mas importante una buena actitud frente a esta gran oportunidad que se nos da para ser luz para los fieles, no podemos ser solo cantores a misa se va a participar no solo a cantar.

un pequeño comentadio que me parece que Jose Duran pudo haber olvidado que el canto de Gloria tambien se deja de cantar en el tiempo de adviento.

respecto a los carntores que como decian hacen otra cosa durante la homilia, esos no son cantores simplemente quieren exibirse frente a los demas y toman la misa como un show, por lo menos es lo que yo pienso.

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Jose Durán
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MensajePublicado: Sab Feb 03, 2007 4:22 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
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Tienes toda la razón, gracias por esta observación. El Gloria no se canta tanto en Adviento como Cuaresma, excepto en el adviento cuando se celebra una solemnidad como lo es el 08 de diciembre día de la inmaculada concepción y en la Cuaresma en el Jueves Santo donde se conmemora la instución por parte de Jesús de dos Sacramentos: La orden Sacerdotal y la Eucaristía.
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evangelizador_3
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MensajePublicado: Mie Mar 14, 2007 4:21 am    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

Motu Proprio
TRA LE SOLLECITUDINI
Del Sumo Pontífice Pío X
Sobre la Música Sagrada

Entre los cuidados propios del oficio pastoral, no solamente de esta Cátedra, que por inescrutable disposición de la Providencía, aunque indigno, ocupamos, sino también de toda iglesia particular, sin duda uno de los principales es el de mantener y procurar el decoro de la casa del Señor, donde se celebran los augustos misterios de la religión y se junta el pueblo cristiano a recibir la gracia de los sacramentos, asistir al santo sacrificio del altar, adorar al augustísimo sacramento del Cuerpo del Señor y unirse a la común oración de la Iglesia en los públicos y solemnes oficios de la liturgia.

Nada, por consiguiente, debe ocurrir en el templo que turbe, ni siquiera disminuya, la piedad y la devoción de los fieles; nada que dé fundado motivo de disgusto o escándalo; nada, sobre todo, que directamente ofenda el decoro y la santidad de los sagrados ritos y, por este motivo, sea indigno de la casa de oración y la majestad divina.

Ahora no vamos a hablar uno por uno de los abusos que pueden ocurrir en esta materia; nuestra atención se fija hoy solamente en uno de los más generales, de los más diflciles de desarraigar, en uno que tal vez debe deplorarse aun allí donde todas las demás cosas son dignas de la mayor alabanza por la belleza y suntuosidad del templo, por la asistencia de gran número de eclesiásticos, por la piedad y gravedad de los ministros celebrantes: tal es el abuso en todo lo concerniente al canto y la música sagrada.

Y en verdad, sea por la naturaleza de este arte, de suyo fluctuante y variable, o por la sucesiva alteración del gusto y las costumbres en el transcurso del tiempo, o por la influencia que ejerce el arte profano y teatral en el sagrado, o por el placer que directamente produce la música y que no siempre puede contenerse fácilmente dentro de los justos límites, o, en último término, por los muchos prejuicios que en esta materia insensiblemente penetran y luego tenazmente arraigan hasta en el ánimo de personas autorizadas y pías; el hecho es que se observa una tendencia pertinaz a apartarla de la recta norma, señalada por el fin con que el arte fue admitido al servicio del culto y expresada con bastante claridad en los cánones eclesiásticos, los decretos de los concilios generales y provinciales y las repetidas resoluciones de las Sagradas Congregaciones romanas y de los sumos pontífices, nuestros predecesores.

Con verdadera satisfacción del alma nos es grato reconocer el mucho bien que en esta materia se ha conseguido durante los últimos decenios en nuestra ilustre ciudad de Roma y en multitud de iglesias de nuestra patria; pero de modo particular en algunas naciones, donde hombres egregios, llenos de celo por el culto divino, con la aprobación de la Santa Sede y la dirección de los obispos, se unieron en florecientes sociedades y restablecieron plenamente el honor del arte sagrado en casi todas sus iglesias y capillas. Pero aún dista mucho este bien de ser general, y si consultamos nuestra personal experiencia y oímos las muchísimas quejas que de todas partes se nos han dirigido en el poco tiempo pasado desde que plugo al Señor elevar nuestra humilde persona a la suma dignidad del apostolado romano, creemos que nuestro primer deber es levantar la voz sin más dilaciones en reprobación y condenación de cuanto en las solemnidades del culto y los oficios sagrados resulte disconforme con la recta norma indicada.

Siendo, en verdad, nuestro vivísimo deseo que el verdadero espíritu cristiano vuelva a florecer en todo y que en todos los fieles se mantenga, lo primero es proveer a la santidad y dignidad del templo, donde los fieles se juntan precisamente para adquirir ese espíritu en su primer e insustituible manantial, que es la participación activa en los sacrosantos misterios y en la pública y solemne oración de la Iglesia.

Y en vano será esperar que para tal fin descienda copiosa sobre nosotros la bendición del cielo, si nuestro obsequio al Altísimo no asciende en olor de suavidad; antes bien, pone en la mano del Señor el látigo con que el Salvador del mundo arrojó del templo a sus indignos profanadores.

Con este motivo, y para que de hoy en adelante nadie alegue la excusa de no conocer claramente su obligación y quitar toda duda en la interpretación de algunas cosas que están mandadas, estimamos conveniente señalar con brevedad los principios que regulan la música sagrada en las solemnidades del culto y condensar al mismo tiempo, como en un cuadro, las principales prescripciones de la Iglesia contra los abusos más comunes que se cometen en esta materia. Por lo que de motu proprio y ciencia cierta publicamos esta nuestra Instrucción, a la cual, como si fuese Código jurídico de la música sagrada, queremos con toda plenitud de nuestra Autoridad Apostólica se reconozca fuerza de ley, imponiendo a todos por estas letras de nuestra mano la más escrupulosa obediencia.


Instrucción acerca de la música sagrada.


I. Principios generales

l. Como parte integrante de la liturgia solemne, la música sagrada tiende a su mismo fin, el cual consiste en la gloria de Dios y la santificación y edificación de los fieles. La música contribuye a aumentar el decoro y esplendor de las solemnidades religiosas, y así como su oficio principal consiste en revestir de adecuadas melodías el texto litúrgico que se propone a la consideración de los fieles, de igual manera su propio fin consiste en añadir más eficacia al texto mismo, para que por tal medio se excite más la devoción de los fieles y se preparen mejor a recibir los frutos de la gracia, propios de la celebración de los sagrados misterios.

2. Por consiguiente, la música sagrada debe tener en grado eminente las cualidades propias de la liturgia, conviene a saber: la santidad y la bondad de las formas, de donde nace espontáneo otro carácter suyo: la universalidad.

Debe ser santa y, por lo tanto, excluir todo lo profano, y no sólo en sí misma, sino en el modo con que la interpreten los mismos cantantes.

Debe tener arte verdadero, porque no es posible de otro modo que tenga sobre el ánimo de quien la oye aquella virtud que se propone la Iglesia al admitir en su liturgia el arte de los sonidos.

Mas a la vez debe ser universal, en el sentido de que, aun concediéndose a toda nación que admita en sus composiciones religiosas aquellas formas particulares que constituyen el carácter específico de su propia música, éste debe estar de tal modo subordinado a los caracteres generales de la música sagrada, que ningúín fiel procedente de otra nación experimente al oírla una impresión que no sea buena.

II. Géneros de Música Sagrada.

3. Hállanse en grado sumo estas cualidades en el canto gregoriano, que es, por consiguiente, el canto propio de la Iglesia romana, el único que la Iglesia heredó de los antiguos Padres, el que ha custodiado celosamente durante el curso de los siglos en sus códices litúrgicos, el que en algunas partes de la liturgia prescribe exclusivamente, el que estudios recentísimos han restablecido felizmente en su pureza e integridad.

Por estos motivos, el canto gregoriano fue tenido siempre como acabado modelo de música religiosa, pudiendo formularse con toda razón esta ley general: una composición religiosa será más sagrada y litúrgica cuanto más se acerque en aire, inspiración y sabor a la melodía gregoriana, y será tanto menos digna del templo cuanto diste más de este modelo soberano.

Así pues, el antiguo canto gregoriano tradicional deberá restablecerse ampliamente en las solemnidades del culto; teniéndose por bien sabido que ninguna función religiosa perderá nada de su solemnidad aunque no se cante en ella otra música que la gregoriana.

Procúrese, especialmente, que el pueblo vuelva a adquirir la costumbre de usar del canto gregoriano, para que los fieles tomen de nuevo parte más activa en el oficio litúrgico, como solían antiguamente.

4. Las supradichas cualidades se hallan también en sumo grado en la polifonía clásica, especialmente en la de la escuela romana, que en el siglo XVI llegó a la meta de la perfección con las obras de Pedro Luis de Palestrina, y que luego continuó produciendo composiciones de excelente bondad musical y litúrgica.

La polifonía clásica se acerca bastante al canto gregoriano, supremo modelo de toda música sagrada, y por esta razón mereció ser admitida, junto con aquel canto, en las funciones más solemnes de la Iglesia, como son las que se celebran en la capilla pontificia.

Por consiguiente, también esta música deberá restablecerse copiosamente en las solemnidades religiosas, especialmente en las basílicas más insignes, en las iglesias catedrales y en las de los seminarios e institutos eclesiásticos, donde no suelen faltar los medios necesarios.

5. La Iglesia ha reconocido y fomentado en todo tiempo los progresos de las artes, admitiendo en el servicio del culto cuanto en el curso de los siglos el genio ha sabido hallar de bueno y bello, salva siempre la ley litúrgica; por consiguiente, la música más moderna se admite en la Iglesia, puesto que cuenta con composiciones de tal bondad, seriedad y gravedad, que de ningún modo son indignas de las solemnidades religiosas.

Sin embargo, como la música moderna es principalmente profana, deberá cuidarse con mayor esmero que las composiciones musicales de estilo moderno que se admitan en las iglesias no contengan cosa ninguna profana ni ofrezcan reminiscencias de motivos teatrales, y no estén compuestas tampoco en su forma externa imitando la factura de las composiciones profanas.

6. Entre los varios géneros de la música moderna, el que aparece menos adecuado a las funciones del culto es el teatral, que durante el pasado siglo estuvo muy en boga, singularmente en Italia.

Por su misma naturaleza, este género ofrece la máxima oposición al canto gregoriano y a la polifonía clásica, y por ende, a las condiciones más importantes de toda buena música sagrada, además de que la estructura, el ritmo y el llamado convencionalismo de este género no se acomodan sino malísimamente a las exigencias de la verdadera música litúrgica.


III. Texto litúrgico.

7. La lengua propia de la Iglesia romana es la latina, por lo cual está prohibido que en las solemnidades litúrgicas se cante cosa alguna en lengua vulgar, y mucho más que se canten en lengua vulgar las partes variables o comunes de la misa o el oficio.

8. Estando determinados para cada función litúrgica los textos que han de ponerse en música y el orden en que se deben cantar, no es lícito alterar este orden, ni cambiar los textos prescriptos por otros de elección privada, ni omitirlos enteramente o en parte, como las rúbricas no consienten que se suplan con el órgano ciertos versículos, sino que éstos han de recitarse sencillamente en el coro. Pero es permitido, conforme a la costumbre de la Iglesia romana, cantar un motete al Santísimo Sacramento después del Benedictus de la misa solemne, como se permite que, luego de cantar el ofertorio propio de la misa, pueda cantarse en el tiempo que queda hasta el prefacio un breve motete con palabras aprobadas por la Iglesia.

9. El texto litúrgico ha de cantarse como está en los libros, sin alteraciones o posposiciones de palabras, sin repeticiones indebidas, sin separar sílabas, y siempre con tal claridad que puedan entenderlo los fieles.


IV. Forma externa de las composiciones sagradas.

10. Cada una de las partes de la misa y el oficio deben conservar musicalmente el concepto y la forma que la tradición eclesiástica les ha dado y se conservan bien expresadas en el canto gregoriano; diversa es, por consiguiente, la manera de componerse un introito, un gradual, una antífona, un salmo, un himno, un Gloria in excelsis, etc.

11. En este particular obsérvense las normas siguientes:

A) El Kyrie, Gloria, Credo, etc., de la misa deben conservar la unidad de composición que corresponde a su texto. No es, por tanto, lícito componerlos en piezas separadas, de manera que cada una de ellas forme una composición musical completa, y tal que pueda separarse de las restantes y reemplazarse con otra.

B) En el oficio de vísperas deben seguirse ordinariamente las disposiciones del Caeremoniale episcoporum, que prescribe el canto gregoriano para la salmodia y permite la música figurada en los versos del Gloria Patri y en el himno.

Sin embargo, será lícito en las mayores solemnidades alternar, con el canto gregoriano del coro, el llamado de contrapunto, o con versos de parecida manera convenientemente compuestos.

También podrá permitirse alguna vez que cada uno de los salmos se ponga enteramente en música, siempre que en su composición se conserve la forma propia de la salmodia; esto es, siempre que parezca que los cantores salmodian entre sí, ya con motivos musicales nuevos, ya con motivos sacados del canto gregoriano, o imitados de éste.

Pero quedan para siempre excluidos y prohibidos los salmos llamados de concierto.

C) En los himnos de la Iglesia consérvese la forma tradicional de los mismos. No es, por consiguiente, lícito componer, por ejemplo, el Tantum ergo de manera que la primera estrofa tenga la forma de romanza, cavatina o adagio, y el Genitori de allegro.

D) Las antífonas de vísperas deben ser cantadas ordinariamente con la melodía gregoriana que les es propia; mas si en algún caso particular se cantasen con música, no deberán tener, de ningún modo, ni la forma de melodía de concierto, ni la amplitud de un motete o de una cantata.


V. Cantores

12. Excepto las melodías propias del celebrante y los ministros, las cuales han de cantarse siempre con música gregoriana, sin ningún acompañamiento de órgano, todo lo demás del canto litúrgico es propio del coro de levitas; de manera que los cantores de iglesia, aun cuando sean seglares, hacen propiamente el oficio de coro eclesiástico.

Por consiguiente, la música que ejecuten debe, cuando menos en su máxima parte, conservar el carácter de música de coro.

Con esto no se entiende excluir absolutamente los solos; mas éstos no deben predominar de tal suerte que absorban la mayor parte del texto litúrgico, sino que deben tener el carácter de una sencilla frase melódica y estar íntimamente ligado el resto de la composición coral.

13. Del mismo principio se deduce que los cantores desempeñan en la Iglesia un oficio litúrgico; por lo cual las mujeres, que son incapaces de desempeñar tal oficio, no pueden ser admitidas a formar parte del coro o la capilla musical. Y si se quieren tener voces agudas de tiples y contraltos, deberán ser de niños, según uso antiquísimo de la Iglesia.

14. Por último, no se admitan en las capillas de música sino hombres de conocida piedad y probidad de vida, que con su modesta y religiosa actitud durante las solemnidades litúrgicas se muestren dignos del santo oficio que desempeñan. Será, además, conveniente que, mientras cantan en la iglesia, los músicos vistan hábito talar y sobrepelliz, y que, si el coro se halla muy a la vista del público, se le pongan celosías.


VI. Órgano e instrumentos.

15. Si bien la música de la Iglesia es exclusivamente vocal, esto no obstante, también se permite la música con acompañamiento de órgano. En algún caso particular, en los términos debidos y con los debidos miramientos, podrán asimismo admitirse otros instrumentos; pero no sin licencia especial del Ordinario, según prescripción del Caeremoniale episcoporum.

16. Como el canto debe dominar siempre, el órgano y los demás instrumentos deben sostenerlo sencillamente, y no oprimirlo.

17. No está permitido anteponer al canto largos preludios o interrumpirlo con piezas de intermedio.

18. En el acompañamiento del canto, en los preludios, intermedios y demás pasajes parecidos, el órgano debe tocarse según la índole del mismo instrumento, y debe participar de todas las cualidades de la música sagrada recordadas precedentemente.

19. Está prohibido en las iglesias el uso del piano, como asimismo de todos los instrumentos fragorosos o ligeros, como el tambor, el chinesco, los platillos y otros semejantes.

20. Está rigurosamente prohibido que las llamadas bandas de música toquen en las iglesias, y sólo en algún caso especial, supuesto el consentimiento del Ordinario, será permitido admitir un número juiciosamente escogido, corto y proporcionado al ambiente, de instrumentos de aire, que vayan a ejecutar composiciones o acompañar al canto, con música escrita en estilo grave, conveniente y en todo parecida a la del órgano.

21. En las procesiones que salgan de la iglesia, el Ordinario podrá permitir que asistan las bandas de música, con tal de que no ejecuten composiciones profanas. Sería de apetecer que en tales ocasiones las dichas músicas se limitasen a acompañar algún himno religioso, escrito en latín o en lengua vulgar, cantado por los cantores y las piadosas cofradías que asistan a la procesión.


VII. Extensión de la música religiosa.

22. No es lícito que por razón del canto o la música se haga esperar al sacerdote en el altar más tiempo del que exige la liturgia. Según las prescripciones de la Igiesia, el Sanctus de la misa debe terminarse de cantar antes de la elevación, a pesar de lo cual, en este punto, hasta el celebrante suele tener que estar pendiente de la música. Conforme a la tradición gregoriana, el Gloria y eI Credo deben ser relativamente breves.

23. En general, ha de condenarse como abuso gravísimo que, en las funciones religiosas, la liturgia quede en lugar secundario y como al servicio de la música, cuando la música forma parte de la liturgia y no es sino su humilde sierva.


VIII. Medios principales.

24. Para el puntual cumplimiento de cuanto aquí queda dispuesto, nombren los obispos, si no las han nombrado ya, comisiones especiales de personas verdaderamente competentes en cosas de música sagrada, a las cuales, en la manera que juzguen más oportuna, se encomiende el encargo de vigilar cuanto se refiere a la música que se ejecuta en las iglesias. No cuiden sólo de que la música sea buena de suyo, sino de que responda a las condiciones de los cantores y sea buena la ejecución.

25. En los seminarios de clérigos y en los institutos eclesiásticos se ha de cultivar con amor y diligencia, conforme a las disposiciones del Tridentino, el ya alabado canto gregoriano tradicional, y en esta materia sean los superiores generosos de estímulos y encomios con sus jóvenes súbditos. Asimismo, promuévase con el clero, donde sea posible, la fundación de una Schola cantorum para la ejecución de la polifonía sagrada y de la buena música litúrgica.

26. En las lecciones de liturgia, moral y derecho canónico que se explican a los estudiantes de teología, no dejen de tocarse aquellos puntos que más especialmente se refieren a los principios fundamentales y las reglas de la música sagrada, y procúrese completar la doctrina con instrucciones especiales acerca de la estética del arte religioso, para que los clérigos no salgan del seminario ayunos de estas nociones, tan necesarias a la plena cultura eclesiástica.

27. Póngase cuidado en restablecer, por lo menos en las iglesias principales, las antiguas Scholae cantorum, como se ha hecho ya con excelente fruto en buen número de localidades. No será difícil al clero verdaderamente celoso establecer tales Scholae hasta en las iglesias de menor importancia y de aldea; antes bien, eso le proporcionará el medio de reunir en torno suyo a niños y adultos, con ventaja para sí y edificación del pueblo.

28. Procúrese sostener y promover del mejor modo donde ya existan las escuelas superiores de música sagrada, y concúrrase a fundarlas donde aún no existan, porque es muy importante que la Iglesia misma provea a la instrucción de sus maestros, organistas y cantores, conforme a los verdaderos principios del arte sagrado.

IX. Conclusión.

29. Por último, se recomienda a los maestros de capilla, cantores, eclesiásticos, superiores de seminarios, de institutos eclesiásticos y de comunidades religiosas, a los párrocos y rectores de iglesias, a los canónigos de colegiatas y catedrales, y sobre todo a los Ordinarios diocesanos, que favorezcan con todo celo estas prudentes reformas, desde hace mucho deseadas y por todos unánimemente pedidas, para que no caiga en desprecio la misma autoridad de la Iglesia, que repetidamente las ha propuesto y ahora de nuevo las inculca.

Dado en nuestro Palacio apostólico del Vaticano en la fiesta de la virgen y mártir Santa Cecilia, 22 de noviembre de 1903, primero de nuestro pontificado.
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Gaudeamus
Asiduo


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Ubicación: Campana (Buenos Aires)

MensajePublicado: Mie Mar 14, 2007 4:07 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

raquel08 escribió:


respecto a los carntores que como decian hacen otra cosa durante la homilia, esos no son cantores simplemente quieren exibirse frente a los demas y toman la misa como un show, por lo menos es lo que yo pienso.


Hola Raquel.

Las aspiraciones que deberíamos tener, deben ser las mejores, como dirìa mi primer obispo "ad altiora et maiora": buenos cantantes, en lo posbible músicos, piadosos, de comunión frecuente...

Sin embargo, los caminos de Dios son insondables: he conocido gente "profana" que se acercaba al coro sólo por cantar, sin importarle mucho lo que pasaba en el altar. Luego de un tiempo fueron, sin quererlo, por supuesto, compenetrándose de la Liturgia, y hoy día podría decirse que son personas piadosas.

Personalmente trato de tener mucha paciencia, tanto con los desafinados, como con los muy afinados "protagonistas" o poco creyentes. Ambas cosas son nefastas para la música en el templo.

Sin embargo, nada me quita de la cabeza que para formar parte de un coro, mucho más para dirigirlo; o como se dice ahora: para formar parte de un ministerio de música, hay que tener mínimas condiciones musicales.
Con la sola piedad y la desafinación, salvo milagro, no se llega a ninguna parte...

Saludos,
Omar
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raquel08
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MensajePublicado: Mie Mar 14, 2007 6:37 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
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Omar muy apreciable tu observacion, pero yo no me referia a aquellos nuevos integrantes mas bien a quellos que ya teniendo un tiempo considerable en este ministerio todavia no logran enterder la verdadera naturaleza y oportunidad que se nos brinda y toman los coros como simples plataformas para algo mas importante y a la primera oportunidad y sin importarles nada dejan el ministerio.

no lo digo sin fundamento por lo menos aqui he conocido varias personas que estuvieron el coros diversos y cuando era el momento de la homilia se salian a fumar o a platicar, claro sus voces eran ecepcionales pero en cuanto encontraron una mejor "oferta" que solo pertenecer a un coro parroquial sin mas se fueron y ahora hasta graban disco de musica sacra.

tambien puedo decir que he visto muy buenos elementos que llevan años sirviendo en este ministerio y que son riqueza para todos nosotros que no tenemos tanta experiencia como ellos.
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Gaudeamus
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Registrado: 27 Dic 2005
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MensajePublicado: Mie Mar 14, 2007 8:08 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
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raquel08 escribió:

Aqui he conocido varias personas que estuvieron el coros diversos y cuando era el momento de la homilia se salian a fumar o a platicar, claro sus voces eran ecepcionales pero en cuanto encontraron una mejor "oferta" que solo pertenecer a un coro parroquial sin mas se fueron y ahora hasta graban disco de musica sacra.


Leyéndote, pensaba, Raquel: ¿no será que a veces "las parroquias" invierten muy poco y nada en "música sacra"?

He visto a más de un párroco dejar sin trabajo a un músico con cualidades y trayectoria sencillamente porque "llegó alguien que, bueno... no lo hace tan bien, ni es tan formado... pero lo hace por la mitad que el otro (en el mejor de los casos) o gratis... ¡Total! ¡Esto no es un concierto... Es para alabar al Señor!"

No nos engañemos. Estas situaciones encierran un grave peligro: si realmente se afirma que se valora la música sacra se debe invertir razonablemente en ella. Sino es puro discurso.

Saludos,
Omar
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MensajePublicado: Mie Mar 14, 2007 8:54 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

Gaudeamus escribió:
raquel08 escribió:

Aqui he conocido varias personas que estuvieron el coros diversos y cuando era el momento de la homilia se salian a fumar o a platicar, claro sus voces eran ecepcionales pero en cuanto encontraron una mejor "oferta" que solo pertenecer a un coro parroquial sin mas se fueron y ahora hasta graban disco de musica sacra.


Leyéndote, pensaba, Raquel: ¿no será que a veces "las parroquias" invierten muy poco y nada en "música sacra"?

He visto a más de un párroco dejar sin trabajo a un músico con cualidades y trayectoria sencillamente porque "llegó alguien que, bueno... no lo hace tan bien, ni es tan formado... pero lo hace por la mitad que el otro (en el mejor de los casos) o gratis... ¡Total! ¡Esto no es un concierto... Es para alabar al Señor!"

No nos engañemos. Estas situaciones encierran un grave peligro: si realmente se afirma que se valora la música sacra se debe invertir razonablemente en ella. Sino es puro discurso.

Saludos,
Omar


Estoy de acuerdo contigo.
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Rubén
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raquel08
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MensajePublicado: Jue Mar 15, 2007 2:49 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
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aqui solo una cosa que creo que omiti y se ha transgiversado, por lo menos en esta parriquia aquel que desea desempeñarse como cantor de musica liturgica no es contratado y mucho menos se le da una gratificacion, o sea las personas de los distintos coros simplemente servimos a Dios por amor a Dios.

Claro que ya como un coro constituido y en eventos no populares se cobra una modica cantidad para las diversas necesidades del grupo.

pero creo que hay algo de verdad en tus palabras, los sacerdotes prestan poca o nada de atencion a este ministerio a pesar de ser uno de los mas importantes en la celebracion eucaristica y que si es bien ejecutado puede dar un gran realce a la misa tanto armonicamente como espiritualmente, pero si no es ejecutado debidamente puede ser un gran dolor de cabeza para los feligreses lo cual los desconcentra de su encuentro con Dios.

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evangelizador_3
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MensajePublicado: Sab Mar 17, 2007 3:18 am    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
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LA MUSICA SACRA
Quirógrafo de Juan Pablo II sobre la música sacra.
En el centenario del Motu Proprio «Tra le sollecitudini»
Por Juan Pablo II el 3 de diciembre, 2003


1. Impulsado por el vivo deseo de «mantener y procurar el decoro de la casa de Dios», mi predecesor san Pío X publicó, hace cien años, el motu proprio Tra le sollecitudini, que tenía como objeto la renovación de la música sagrada en las funciones del culto. Con él quiso dar a la Iglesia indicaciones concretas en ese sector vital de la liturgia, presentándolas «como código jurídico de la música sagrada»1. También esa intervención formaba parte del programa de su pontificado, que había sintetizado en el lema: «Instaurare omnia in Christo».
El centenario de ese documento me brinda la oportunidad de recordar la importante función de la música sagrada, que san Pío X presenta como medio de elevación del espíritu a Dios y como valiosa ayuda para los fieles en la «participación activa en los sacrosantos misterios y en la pública y solemne oración de la Iglesia»2.

La especial atención que se ha de dedicar a la música sagrada, recuerda el santo Pontífice, deriva del hecho de que «como parte integrante de la liturgia solemne, la música sagrada tiende a su mismo fin, el cual consiste en la gloria de Dios y la santificación y edificación de los fieles»3. Interpretando y expresando el sentido profundo del texto sagrado al que está íntimamente unida, es capaz de «añadir más eficacia al texto mismo, para que (...) los fieles se preparen mejor a recibir los frutos de la gracia, propios de la celebración de los sagrados misterios»4.

2. El concilio Vaticano II utilizó este enfoque en el capítulo VI de la constitución Sacrosanctum Concilium sobre la sagrada liturgia, donde se recuerda con claridad la función eclesial de la música sagrada: «La tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte necesaria o integral de la liturgia solemne»5. El Concilio recuerda, asimismo, que «los cantos sagrados han sido alabados tanto por la sagrada Escritura como por los Santos Padres y los Romanos Pontífices, quienes en los últimos tiempos, empezando por san Pío X, han expuesto con mayor precisión la función ministerial de la música sagrada en el servicio divino»6.

En efecto, continuando la antigua tradición bíblica, a la que se atuvieron el mismo Señor y los Apóstoles (cf. Mt 26, 30; Ef 5, 19; Col 3, 16), la Iglesia, a lo largo de toda su historia ha favorecido el canto en las celebraciones litúrgicas, proporcionando, según la creatividad de cada cultura, estupendos ejemplos de comentario melódico de los textos sagrados en los ritos tanto de Occidente como de Oriente.

También ha sido constante la atención de mis predecesores a este delicado sector, con respecto al cual han recordado los principios fundamentales que deben animar la producción de música sagrada, especialmente si está destinada a la liturgia. Además del Papa san Pío X, hay que recordar, entre otros, a los Papas Benedicto XIV, con la encíclica Annus qui (19 de febrero de 1749), Pío XII, con las encíclicas Mediator Dei (20 de noviembre de 1947) y Musicae sacrae disciplina (25 de diciembre de 1955), y por último Pablo VI con sus luminosos pronunciamientos diseminados en múltiples intervenciones.

Los padres del concilio Vaticano II no dejaron de reafirmar esos principios, con vistas a su aplicación a las nuevas condiciones de los tiempos. Lo hicieron en un capítulo específico, el sexto, de la constitución Sacrosanctum Concilium. El Papa Pablo VI proveyó después a la traducción de esos principios en normas concretas, sobre todo por medio de la instrucción Musicam sacram, publicada, con su aprobación, el 5 de marzo de 1967 por la entonces Sagrada Congregación de Ritos. Es necesario referirse constantemente a esos principios de inspiración conciliar para promover, en conformidad con las exigencias de la reforma litúrgica, un desarrollo que esté, también en este campo, a la altura de la tradición litúrgico-musical de la Iglesia. El texto de la constitución Sacrosanctum Concilium, en el que se afirma que la Iglesia «aprueba y admite en el culto divino todas las formas artísticas auténticas dotadas de las debidas cualidades»7, encuentra los criterios adecuados de aplicación en los números 50-53 de la instrucción Musicam sacram que he mencionado 8.

3. En varias ocasiones también yo he recordado la valiosa función y la gran importancia de la música y del canto para una participación más activa e intensa en las celebraciones litúrgicas9, y he destacado la necesidad de «purificar el culto de impropiedades de estilo, de formas de expresión descuidadas, de músicas y textos desaliñados, y poco acordes con la grandeza del acto que se celebra»10, para asegurar dignidad y bondad de formas a la música litúrgica.
Desde esta perspectiva, a la luz del magisterio de san Pío X y de mis demás predecesores, y teniendo en cuenta en particular los pronunciamientos del concilio Vaticano II, deseo proponer de nuevo algunos principios fundamentales para este importante sector de la vida de la Iglesia, con la intención de hacer que la música litúrgica responda cada vez más a su función específica.
4. De acuerdo con las enseñanzas de san Pío X y del concilio Vaticano II, es preciso ante todo subrayar que la música destinada a los ritos sagrados debe tener como punto de referencia la santidad: de hecho, «la música sagrada será tanto más santa cuanto más estrechamente esté vinculada a la acción litúrgica»11. Precisamente por eso, «no todo lo que está fuera del templo (profanum) es apto indistintamente para franquear sus umbrales», afirmaba sabiamente mi venerado predecesor Pablo VI, comentando un decreto del concilio de Trento12, y precisaba que «si la música —instrumental o vocal—, no posee al mismo tiempo el sentido de la oración, de la dignidad y de la belleza, se impide a sí misma la entrada en la esfera de lo sagrado y de lo religioso»13. Por otra parte, hoy la misma categoría de «música sagrada» ha ampliado hasta tal punto su significado, que incluye repertorios que no pueden entrar en la celebración sin violar el espíritu y las normas de la liturgia misma.

La reforma llevada a cabo por san Pío X tendía específicamente a purificar la música de iglesia de la contaminación de la música profana teatral, que en muchos países había contaminado el repertorio y la praxis musical litúrgica. También en nuestro tiempo se ha de considerar atentamente, como puse de relieve en la encíclica Ecclesia de Eucharistia, que no todas las expresiones de las artes figurativas y de la música son capaces de «expresar adecuadamente el Misterio, captado en la plenitud de la fe de la Iglesia»14. Por consiguiente, no todas las formas musicales pueden considerarse aptas para las celebraciones litúrgicas.

5. Otro principio enunciado por san Pío X en el motu proprio Tra le sollecitudini, principio por lo demás íntimamente relacionado con el anterior, es el de la bondad de las formas. No puede haber música destinada a la celebración de los ritos sagrados que no sea antes «arte verdadero», capaz de tener la eficacia «que se propone la Iglesia al admitir en su liturgia el arte de los sonidos»15.
Y, sin embargo, esa cualidad por sí sola no basta, pues la música litúrgica debe responder a sus requisitos específicos: la plena adhesión a los textos que presenta, la consonancia con el tiempo y el momento litúrgico al que está destinada, y la adecuada correspondencia a los gestos que el rito propone. En efecto, los diversos momentos litúrgicos exigen una expresión musical propia, siempre idónea para expresar la naturaleza propia de un rito determinado, ya proclamando las maravillas de Dios, ya manifestando sentimientos de alabanza, de súplica o incluso de tristeza por la experiencia del dolor humano, pero una experiencia que la fe abre a la perspectiva de la esperanza cristiana.

6. Conviene destacar que el canto y la música requeridos por la reforma litúrgica deben responder también a exigencias legítimas de adaptación e inculturación. Sin embargo, es evidente que toda innovación en esta delicada materia debe respetar criterios peculiares, como la búsqueda de expresiones musicales que respondan a la implicación necesaria de toda la asamblea en la celebración y eviten, al mismo tiempo, cualquier concesión a la ligereza y a la superficialidad. También se han de evitar, en general, las formas de «inculturación» elitistas, que introducen en la liturgia composiciones antiguas o contemporáneas que quizá tienen valor artístico, pero que utilizan un lenguaje incomprensible para la mayoría.

En este sentido, san Pío X indicó —usando el término universalidad— otro requisito de la música destinada al culto: «Aun concediéndose a toda nación —afirmó— que admita en sus composiciones religiosas aquellas formas particulares que constituyen el carácter específico de su propia música, este debe estar de tal modo subordinado a los caracteres generales de la música sagrada, que ningún fiel procedente de otra nación experimente al oírla una impresión que no sea buena»16. En otras palabras, el ámbito sagrado de la celebración litúrgica jamás debe convertirse en un laboratorio de experimentaciones o de prácticas compositivas y ejecutivas introducidas sin una esmerada verificación.

7. Entre las expresiones musicales que responden mejor a las cualidades requeridas por la noción de música sagrada, especialmente de la litúrgica, ocupa un lugar particular el canto gregoriano. El concilio Vaticano II lo reconoce como «canto propio de la liturgia romana»17 al que es preciso reservar, en igualdad de condiciones, el primer puesto en las acciones litúrgicas con canto celebradas en lengua latina18. San Pío X explicó que la Iglesia lo «heredó de los antiguos Padres», lo «ha conservado celosamente durante el curso de los siglos en sus códices litúrgicos» y lo «sigue proponiendo a los fieles» como suyo, considerándolo «como modelo acabado de música sagrada»19. Por tanto, el canto gregoriano sigue siendo también hoy elemento de unidad en la liturgia romana.

Como ya había hecho san Pío X, también el concilio Vaticano II reconoce que «no se excluyen de ninguna manera otros tipos de música sagrada, especialmente la polifonía, en la celebración de los oficios divinos»20. Por tanto, es preciso examinar con esmero los nuevos lenguajes musicales, para experimentar la posibilidad de expresar también con ellos las inagotables riquezas del Misterio que se propone de nuevo en la liturgia y favorecer así la participación activa de los fieles en las celebraciones 21.

8. La importancia de conservar e incrementar el patrimonio secular de la Iglesia induce a tener especialmente en cuenta una recomendación específica de la constitución Sacrosanctum Concilium: «Promuévanse diligentemente las scholae cantorum, especialmente en las iglesias catedrales»22. A su vez, la instrucción Musicam sacram precisa la función ministerial de la schola: «El coro, capilla musical o schola cantorum merece particular atención por el servicio litúrgico que cumple. Su tarea ha cobrado mayor importancia y relieve por las normas del Concilio que se refieren a la reforma litúrgica; le corresponde cuidar la ejecución debida de las partes propias, según los distintos géneros de cantos, y favorecer así la participación activa de los fieles en el canto. Por tanto, (...) tiene que haber un coro o capilla musical o schola cantorum, formada cuidadosamente, en particular en las catedrales y demás iglesias mayores, en los seminarios y casas de estudio de los religiosos»23. La función de la schola sigue siendo válida, pues desempeña en la asamblea el papel de guía y apoyo y, en ciertos momentos de la liturgia, tiene un papel específico.

De la buena coordinación de todos —el sacerdote celebrante y el diácono, los acólitos, los ministros, los lectores, el salmista, la schola cantorum, los músicos, el cantor y la asamblea— brota el clima espiritual correcto que hace que el momento litúrgico sea verdaderamente intenso, participado y provechoso. Así pues, el aspecto musical de las celebraciones litúrgicas no puede dejarse ni a la improvisación ni al arbitrio de las personas, sino que debe encomendarse a una dirección bien concertada, respetando las normas y las competencias, como fruto significativo de una adecuada formación litúrgica.

9. Por tanto, también en este campo urge promover una sólida formación tanto de los pastores como de los fieles laicos. San Pío X insistía particularmente en la formación musical de los clérigos. También el concilio Vaticano II hizo una recomendación en este sentido: «Dése mucha importancia a la enseñanza y a la práctica musical en los seminarios, en los noviciados de religiosos y religiosas, y en las casas de estudios, así como en los demás institutos y escuelas católicas»24.

Esa indicación espera realizarse plenamente. Por consiguiente, considero oportuno recordarla, para que los futuros pastores puedan adquirir una adecuada sensibilidad también en este campo.
En esa labor formativa desempeñan un papel especial las escuelas de música sagrada, que san Pío X exhortaba a sostener y promover25, y que el concilio Vaticano II recomienda constituir donde sea posible26. Fruto concreto de la reforma de san Pío X fue la erección en Roma, en 1911, ocho años después del motu proprio, de la «Pontificia Escuela superior de música sagrada», que se convirtió luego en el «Pontificio Instituto de música sagrada». Además de esta institución académica, ya casi centenaria, que ha prestado y presta un cualificado servicio a la Iglesia, hay muchas otras escuelas instituidas en las Iglesias particulares, que merecen ser sostenidas y potenciadas con vistas a un conocimiento y una ejecución cada vez mejores de buena música litúrgica.

10. Habiendo reconocido y favorecido siempre la Iglesia el progreso de las artes, no hay que maravillarse de que, además del canto gregoriano y la polifonía, admita en las celebraciones también la música más moderna, con tal de que respete tanto el espíritu litúrgico como los verdaderos valores del arte. Por eso, se permite a las Iglesias en las diversas naciones valorizar, en las composiciones destinadas al culto, «aquellas formas particulares que constituyen el carácter específico de su propia música»27. En la línea de mi santo Predecesor y de cuanto estableció más recientemente la constitución Sacrosanctum Concilium28, también yo, en la encíclica Ecclesia de Eucharistia, quise permitir las nuevas aportaciones musicales, mencionando, junto a las inspiradas melodías gregorianas, «los numerosos, y a menudo insignes, autores que se han afirmado con los textos litúrgicos de la santa misa»29.

11. En el siglo pasado, con la renovación llevada a cabo por el concilio Vaticano II, se produjo un desarrollo especial del canto popular religioso, del que la Sacrosanctum Concilium dice: «Foméntese con empeño el canto popular religioso, de modo que en los ejercicios piadosos y sagrados y en las propias acciones litúrgicas puedan resonar las voces de los fieles»30. Este canto es particularmente apto para la participación de los fieles no sólo en las prácticas de devoción, «según las normas y preceptos de las rúbricas»31, sino también en la liturgia misma. En efecto, el canto popular constituye «un vínculo de unidad y una expresión de alegría de la comunidad en oración, fomenta la proclamación de la única fe y da a las grandes asambleas litúrgicas una solemnidad incomparable y sobria»32.

12. Con respecto a las composiciones musicales litúrgicas, hago mía la «ley general», que san Pío X formulaba en estos términos: «Una composición religiosa será tanto más sagrada y litúrgica cuanto más se acerque en aire, inspiración y sabor a la melodía gregoriana, y será tanto menos digna del templo cuanto más diste de este modelo supremo»33. Evidentemente, no se trata de copiar el canto gregoriano, sino más bien de hacer que las nuevas composiciones estén impregnadas del mismo espíritu que suscitó y modeló sucesivamente ese canto. Sólo un artista profundamente imbuido del sensus Ecclesiae puede intentar percibir y traducir en melodía la verdad del misterio que se celebra en la liturgia34. Desde esta perspectiva, escribí en la Carta a los artistas: «¡Cuántas piezas sagradas han compuesto a lo largo de los siglos personas profundamente imbuidas del sentido del misterio! Innumerables creyentes han alimentado su fe con las melodías que surgieron del corazón de otros creyentes y que han pasado a formar parte de la liturgia o que, al menos, son de gran ayuda para el decoro de su celebración. En el canto la fe se experimenta como exuberancia de alegría, de amor, de confiada espera en la intervención salvífica de Dios»35.

Es, pues, necesaria una renovada y profunda consideración de los principios en que deben basarse la formación y la difusión de un repertorio de calidad. Sólo así se podrá permitir a la expresión musical servir de manera apropiada a su fin último, que «es la gloria de Dios y la santificación de los fieles»36.

Sé bien que también hoy existen compositores capaces de ofrecer, con este espíritu, su indispensable aportación y su competente colaboración para incrementar el patrimonio de la música al servicio de una liturgia vivida cada vez más intensamente. Les expreso mi confianza, unida a la exhortación más cordial para que pongan todo su empeño en acrecentar el repertorio de composiciones que sean dignas de la altura de los misterios celebrados y, al mismo tiempo, adecuadas a la sensibilidad actual.

13. Por último, quisiera recordar una vez más lo que san Pío X disponía en el plano operativo, para favorecer la aplicación efectiva de las indicaciones dadas en el motu proprio. Dirigiéndose a los obispos, prescribía que instituyeran en sus diócesis «comisiones especiales de personas verdaderamente competentes en cosas de música sagrada»37. Donde se aplicó la disposición pontificia, no faltaron los frutos. Actualmente son numerosas las comisiones nacionales, diocesanas e interdiocesanas que dan su valiosa aportación a la preparación de repertorios locales, tratando de realizar un discernimiento que tenga en cuenta la calidad de los textos y de las músicas. Deseo que los obispos sigan secundando el compromiso de esas comisiones, favoreciendo su eficacia en el ámbito pastoral38.

A la luz de la experiencia madurada durante estos años, para asegurar mejor el cumplimiento del importante deber de reglamentar y promover la sagrada liturgia, pido a la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos que intensifique la atención, según sus finalidades institucionales39, al sector de la música sagrada litúrgica, valiéndose de las competencias de las diversas comisiones e instituciones especializadas en este campo, así como de la aportación del Instituto pontificio de música sagrada. En efecto, es importante que las composiciones musicales utilizadas en las celebraciones litúrgicas respondan a los criterios oportunamente enunciados por san Pío X y sabiamente desarrollados tanto por el concilio Vaticano II como por el magisterio sucesivo de la Iglesia. Desde esta perspectiva, confío en que también las Conferencias episcopales realicen esmeradamente el examen de los textos destinados al canto litúrgico40, y presten especial atención a valorar y promover melodías que sean verdaderamente aptas para el uso sagrado41.
14. Igualmente en el plano práctico, el motu proprio, de cuya promulgación se celebra el centésimo aniversario, afronta también la cuestión de los instrumentos musicales que se pueden utilizar en la liturgia latina. Entre ellos, reconoce sin vacilación la prioridad del órgano de tubos, estableciendo oportunas normas sobre su uso42. El concilio Vaticano II acogió plenamente la orientación de mi santo predecesor, estableciendo: «Téngase en gran estima en la Iglesia latina el órgano de tubos como un instrumento musical tradicional, cuyo sonido puede añadir un esplendor admirable a las ceremonias de la Iglesia, levantando poderosamente las almas hacia Dios y hacia las realidades celestiales»43.

Sin embargo, es preciso constatar que las composiciones actuales utilizan a menudo módulos musicales diversos, que no carecen de dignidad. En la medida en que ayuden a la oración de la Iglesia, pueden constituir un valioso enriquecimiento. Con todo, es necesario vigilar a fin de que los instrumentos sean idóneos para el uso sagrado, convengan a la dignidad del templo, sean capaces de sostener el canto de los fieles y favorezcan su edificación.

15. Deseo que la conmemoración del centenario del motu proprio Tra le sollecitudini, por intercesión de su santo autor, juntamente con la de santa Cecilia, patrona de la música sagrada, anime y estimule a cuantos se ocupan de este importante aspecto de las celebraciones litúrgicas. Los cultivadores de la música sagrada, dedicándose con renovado impulso a un sector de tan vital importancia, contribuirán a la maduración de la vida espiritual del pueblo de Dios. Por su parte, los fieles, expresando de modo armonioso y solemne su fe con el canto, experimentarán cada vez más a fondo su riqueza y se esforzarán por traducir sus impulsos en los comportamientos de la vida diaria. Así, gracias al compromiso concorde de pastores de almas, músicos y fieles, se podrá alcanzar lo que la constitución Sacrosanctum Concilium califica como verdadero «fin de la música sagrada», es decir, «la gloria de Dios y la santificación de los fieles»44.

Que también en esto sea ejemplo y modelo la Virgen María, que supo cantar de modo único, en el Magníficat, las maravillas que Dios realiza en la historia del hombre. Con este deseo, imparto a todos con afecto mi bendición.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el 22 de noviembre, memoria de Santa Cecilia, del año 2003, vigésimo sexto de mi pontificado.
———————————
1 Pii X Pontificis Maximi Acta, vol. I, p. 77.
2 Ib.
3 Ib., n. 1, p. 78.
4 Ib.
5 Concilio ecuménico Vaticano II, constitución sobre la sagrada liturgia Sacrosanctum Concilium, 112.
6 Ib.
7 Ib.
8 Cf. Sagrada Congregación de Ritos, instrucción sobre la música en la sagrada liturgia Musicam sacram, 5 de marzo de 1967, nn. 50-53: AAS 59 (1967) 314-316.
9 Cf., por ejemplo, Discurso al Instituto pontificio de música sagrada en el 90° aniversario de su fundación, 19 de enero de 2001, n. 1: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 26 de enero de 2001, p. 4.
10 Audiencia general del 26 de febrero de 2003, n. 3: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 28 de febrero de 2003, p. 12.
11 Sacrosanctum Concilium, 112.
12 Discurso a los participantes en la asamblea general de la Asociación italiana Santa Cecilia, 18 de septiembre de 1968: Insegnamenti VI (1968) 479.
13 Ib.
14 Juan Pablo II, carta encíclica Ecclesia de Eucharistia, 17 de abril de 2003, n. 50: AAS 95 (2003) 467.
15 Motu proprio Tra le sollecitudini, 2, p. 78.
16 Ib., pp. 78-79.
17 Sacrosanctum Concilium, 116.
18 Cf. Musicam sacram, 50.
19 Tra le sollecitudini, n. 3, p. 79.
20 Sacrosanctum Concilium, 116.
21 Cf. ib., 30.
22 Ib., 114.
23 Musicam sacram, 19.
24 Sacrosanctum Concilium, 115.
25 Cf. Tra le sollecitudini, 28, p. 86.
26 Cf. Sacrosanctum Concilium, 115.
27 Tra le sollecitudini, 2, p. 79.
28 Cf. Sacrosanctum Concilium, 119.
29 Ecclesia de Eucharistia, 49.
30 Sacrosanctum Concilium, 118.
31 Ib.
32 Juan Pablo II, Discurso al Congreso internacional de música sagrada, 27 de enero de 2001, n. 4: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 2 de febrero de 2001, p. 3.
33 Tra le sollecitudini, 3, p. 79.
34 Cf. Sacrosanctum Concilium, 112.
35 Juan Pablo II, Carta a los artistas, 4 de abril de 1999, n. 12: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 23 de abril de 1999, p. 11.
36 Sacrosanctum Concilium, 112
37 Tra le sollecitudini, 24, p. 85.
38 Cf. Juan Pablo II, carta apostólica Vicesimus quintus annus, 4 de diciembre de 1988, 20: AAS 81 (1989) 916.
39 Cf. Juan Pablo II, constitución apostólica Pastor bonus, 28 de junio de 1988, n. 65: AAS 80 (1988) 877.
40 Cf. Juan Pablo II, carta encíclica Dies Domini, 31 de mayo de 1998, n. 50: AAS 90 (1998) 745; Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, instrucción Liturgiam authenticam, 28 de marzo de 2001, n. 108: AAS 93 (2001) 719.
41 Cf. Institutio generalis Missalis Romani, editio typica III, 393.
42 Cf. Tra le sollecitudini, 15-18, p. 84.
42 Sacrosanctum Concilium, 120.
44 Ib., 112
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RENUEVA EN NUESTRO TIEMPO LOS PRODIGIOS COMO DE UN NUEVO PENTECOSTES
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Armando Ramírez Álvarez
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Mensajes: 33
Ubicación: Antofagasta Chile

MensajePublicado: Lun Mar 19, 2007 2:58 am    Asunto: cantos e invitacion de nuestro Papa
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

creo que toda esta controversia en la que hoy nos vemos llamados los Católicos, no nos debe impedir ver que es una invitación a reflexionar hoy sobre el tema del tipo de canto, y de la forma como me preparo “durante la semana” para el encuentro y celebración con Cristo vivo, pero al igual que algunos lo plantean o bien riñen, ¿porque excluir en el rito y canto la lengua nativa de celebración?. Lo otro es introducir un fuerte elemento de "desconocimiento o ignorancia" a lo que celebramos, en tal situación que una característica de muchos Católicos es una carencia de real compromiso a conocer su fe y ritos. He leído en parte el documento de nuestro Papa, y creo que la radicalidad acerca de lo que se ha planteado, lo han puesto preferentemente los comentaristas y seudo eruditos o estudiosos que se han evidenciado, en medios televisivos y también a través de Internet, con sitios de controversia, en lo que su claro afán es de alentar la controversia, en lugar de precisar.
Sin descalificar, me sorprende el planteamiento que sobre el mismo tema argumentan algunos participes de este foro, donde como sustento pretenden sostener y afianzar, que tal visión o posición argumentada, debe ser atendida ya que es lo que en lo determinado me parece por el Papa Pio X, sin embargo en esta misma línea argumental omite o desconoce que lo que sobre la misma materia con el correr de los años se desarrolló el Concilio Ecuménico Vaticano II, durante el Pontificado de Juan XXIII cuyo especial propósito fue el de hacer patente la misión apostólica y pastoral de la Iglesia, y “conducir a todos los hombres, mediante el resplandor de la verdad del Evangelio, a la busqueda y acogida del amor de Cristo que està sobre todas las cosas”; a continuación y sobre esta misma materia nuestro anterior Santo Padre, Juan Pablo II, ordeno la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, mismo en el que fue claro y explicito en sus puntos 1156, al 1158, en relación al tema del canto y acompañamientos, sobre lo cual afortunadamente es de una claridad tal, que toda interpretación se transforma en una manipulación que solo daña el crecimiento e integración de los pueblos que aún continúan en nuestra América descubriendo a Jesús y siguiéndole.
Es probable y no dejo de reconocer que puede ser de mayor calidad al oído más fino, la música Gregoriana y los cantos en Latín y en lo posible interpretados por coros polifónicos, pero no es menos cierto que no podemos por ejemplo excluir el tipo de canto e interpretación que representan la raíz y origen de mi pueblo altiplanico, con su ritmo y cadencia, que es toda creación pura y transparente de Dios.
En cuanto a la pretendida Universalidad que debe reconocer a la lengua del Latìn, debo reparar y recordar a uno de los intervinientes, que hoy en día la lengua universal se dice que es el Ingles, por lo tanto si el argumento es la pretendida Universalidad, la misa debiera ser ejecutada en Ingles.
Finalmente les puedo alentar que nuestro Papa Benedicto XVI, en su Sacramentun Caritatis, y apartado 42 textualmente dice, "El hombre nuevo conoce el cántico nuevo. El cantar es función de alegría y, sí lo consideramos atentamente, función de amor", luego sigue " El Pueblo de Dios reunido para la celebración canta las alabanzas de Dios. La iglesia en su bimilenaria historia, ha compuesto y sigue componiendo música y cantos que son un patrimonio de fe y de amor que no se ha de perder. Ciertamente, no podemos decir que en la liturgia sirva cualquier canto. A este respecto, se ha de evitar la fácil improvisación o la de introducción de géneros musicales no respetuosos del sentido de la liturgia. Como elemento litúrgico, el canto debe estar en consonancia con la identidad propia de la celebración. Por consiguiente, todo -el texto, la melodía, la ejecución- ha de corresponder al sentido del misterio celebrado, a las partes del rito y a los tiempos litúrgicos. Finalmente si bien se han de tener en cuenta las diversas tendencias y tradiciones tan loables, deseo, como han pedido los Padres sinodales, que se valore adecuadamente el canto Gregoriano como canto propio de la liturgia romana”.
Si pueden ver, lo que en definitiva, según mi modesta percepción, nos está pidiendo, es que no excluyamos considerar según la ocasión lo amerite, la interpretación de cantos Gregoriano, así como la introducción de algunos pasajes en latín, según sea la ocasión, el resto, solo obedece a pasiones descontroladas y no haber entendido o leído a lo que nuestro Papa nos está invitando.

A los diferentes grupos que participan entregando su canto, con respeto y entrega a no desanimar y para todos, lo principal es prepararnos durante la semana, en forma consecuente con nuestro Cristo, para celebrarle con alegría y pocos tormentos en la misa de domingo.
Con afecto
S. Armando Ramírez Álvarez
Antofagasta Chile
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Sende
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Mensajes: 41

MensajePublicado: Lun Abr 09, 2007 4:40 am    Asunto: que razón tienes rauqel.
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

Mira, en latinoamérica, existe en muchas creencias de seudomusicos, que creen poder hacer lo que creen. Sólo dañan el verdadero oficio divino del canto. Se tiene la idea de que si llega un MÚSICO con formación litúrgica y que es apto para las notas musicales, se piensa de antemano que es un engreido y no se le queiere tomar en cuenta. sólo el sacerdote que se dá cuenta de su preparación, es que a veces lo impone para que dirija, cosa que les agrada a interpretes musicales sin conociemientos reales, tanto de música, como de músicam sacram.

Además, el problema se agraba más, si el músico capacitado para tal efecto, resulta ser mujer. Con inteligencia hay que saber como manipular la situación en favor de las comunidad involucrada en la liturgia y en la música sagrada.

ATTE: SENDE
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Gaudeamus
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MensajePublicado: Lun Abr 09, 2007 6:02 am    Asunto: Que razon tenes, Sende!
Tema: cantos litúrgicos
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Una vez me suscribí a un grupo de Internet llamado MUSICA CATOLICA, hay dos o tres en yahoo. Era gente de todas partes, pero especialmente de USA hispana y Caribe.

El primer ASUNTO que encontré fue: "¿Cuales son los requisitos para ser un buen músico católico?". Ya habian habido varias intervenciones, que leí detenidamente.

Con sorpresa constaté que entre las primeras cualidades mencionadas estaban las virtudes morales y el liderazgo. Digo con sorpresa, no porque no me parezca que un musico no debe ser buen cristiano... Todo cristiano debe ser buen cristiano. :) Eso se descarta. Un mùsico también! Pero en ningun momeno se hablaba de las cualidades musicales INDISPENSABLES para ser un músico (a mi me gusta decir) "de Iglesia".

Bueno... me presenté y, tratando de ser lo más cordial y humilde posible, en mi calidad de "forista nuevo", expuse mi punto de vista. Para ser musico de iglesia hay que ser, ante todo MUSICO. Y esto seria una redundancia si todo fuese como debe ser. Pero no es asi: en nuestras iglesias se cuida y se invierte en cualquier cosa, menos en cultivar la música liturgica. Y bueno, asi estamos.

Si le encargamos a una persona no idónea en materia musical y liturgica la atención de una misa o de un sacramento en una parroquia es lógico que esta salga mas o menos. Pero parece que, en muchos lugares... en Latinoamérica, sobre todo, pero en muchos lugares de Europa y USA también, parecería que no importa.

Al final fue tanta la resistencia "ideológica" de ese grupo, que terminé retirándome, dándome cuenta de que era yo el que desentonaba con el contexto...

Saludos!
Omar
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raquel08
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Mensajes: 2485
Ubicación: mexico

MensajePublicado: Jue Abr 12, 2007 8:21 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

bien Omar como dices es importante ser musico pero debemos recordar que el musico catolico debe ante todo ser tambien buen catolico, es inverosimil cantarle a Dios si no lo hacemos con verdadera devocion, si bien es cierto que musicalmente hablando muchos creemos que con un ahi se va es suficiente pero la realidads nos revasa, cuando nos comprometemos en un ministerio tan hermoso como es el canto religioso debemos entender que la parte musical es muy importante y tambien seremos blanco de miradas por lo tanto no solo debo ser buen musico tambien debo ser ejemplo de buen catolico.

espero haber hecho comprender mi punto de vita, seguimos conversando.

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Omnia possum in Eo qui me confortat et suficit mihi gratia Dei qui potens est
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PabloPira
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MensajePublicado: Vie Abr 13, 2007 1:55 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

Hola,

raquel08 escribió:
...y tambien seremos blanco de miradas por lo tanto no solo debo ser buen musico tambien debo ser ejemplo de buen catolico...


Que razón tienes con esto Raquel. Esto es un problema serio para todos los que participamos activamente en cualquier ministerio... ESTAMOS EN VITRINA.

Si la hija de alguien tiene un hijo fuera de matrimonio, pues nadie se entera... pero si resulta ser la hija de un ministro extraordinario de la Eucaristía se vuelve un escándalo.

Si el panadero riñe con su esposa, a nadie le importa. Pero si la esposa del panadero es catequista, ya oigo "y esta como nos va a decir que hacer si ni su casa puede mantener en orden".

Si el hijo de Pancho es malo para los estudios, pues es problema del niño y de Pancho. Pero si Pancho es el músico de la Iglesia... se oye "en vez de estar todos los sábados practicando, debería estar ayundado a su hijo a repasar".

Pero eso no los es todo. Aunque estemos atrás, también estamos en un escenario: nos oyen nuestros hermanos y --mas importante-- NOS OYE DIOS. Esto nos obliga a hacer bien nuestra música. Para hacerla bien es necesario que seamos buenos músicos: de los que estudian y practican. De los que pasan horas solitarias corrigiendo ese defectito técnico que hace que la música no sea perfecta... que rechina la cuerda cuando pasamos de la séptima posición a la primera, que queda algo sordo el bajo cuando tocamos un acorde de Si bemol... que el anular llega ligeramente adelantado o atrasado a su cita cuando tocamos arpegiado... a veces creemos que sólo unos cuantos se dan cuenta, "pero tu padre que ve en lo secreto todo lo ve" y para él es esa música.

JP
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raquel08
Veterano


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Mensajes: 2485
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MensajePublicado: Vie Abr 13, 2007 10:10 pm    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

[size=15exacto, por que somos hijos de Dios pero tambien somos por nuestro ministerio blanco de todo tipo de criticas tenemos una doble mision, ser buenos musicos y ser buenos catolicos.

por que nadie le presta atencion a aquel grupo que esta riñendo pero si este grupo es de algun ministerio de la iglesia entonces si que es un gran escandalo por lo cual no debemos ser motivo de escandalo o lo que es lo mismo la ropa sucia se lava en casa.
[/size]
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Omnia possum in Eo qui me confortat et suficit mihi gratia Dei qui potens est
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Gaudeamus
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Registrado: 27 Dic 2005
Mensajes: 260
Ubicación: Campana (Buenos Aires)

MensajePublicado: Dom Jun 17, 2007 7:28 am    Asunto:
Tema: cantos litúrgicos
Responder citando

Queridos Raquel, Pablo y demás miembros del Foro que participan de este asunto tan apasionante para los músicos de iglesia.

Quiero redondear brevemente mi opinión:

Todo cristiano está llamado a la Santidad, sin excepción. Desde el Santo Padre hasta el último bautizado ayer a la tarde. Todos.

Cada ministerio, el de la música, el de los lectores, el de la caridad, el sacerdotal, cualquiera de ellos... `¡TODOS! Serán más eficaces y perfectos cuanto seamos mas santos y cercanos a Jesucristo, y compenetrados del Espíritu Santo estemos. ¡¡Verdad!!

PERO: si los que se encargan, dejemos ya la música, de cualquier cosa si los que se encargan, no se preparan debidamente, no poseen la idoneidad necesaria. La cosa no funciona. Tal vez esto se emparente con el refrán: a Dios rogando y con el mazo dando... Smile

Llevado a nuestro terreno: si las parroquias, y mucho más las catedrales, no tienen personas realmente formadas en las disciplinas musicales y en la liturgia, es casi seguro que la eficacia del servicio prestado fracasará. Yo creo que no nos terminamos de convencer de esto...

Me parece se ha instalado el pensamiento de que para la el Sagrado Ministerio de la Música en el Templo hace sólo falta buena voluntad y oración... ¡Buena voluntad y oración hace falta siempre y en todo lugar!
Pero para un servicio tan importante y estimado por la Iglesia es necesario disponer de personas FOR-MA-DAS. Smile

Para terminar me pregunto: si la construcción de una nueva iglesia se la encargamos a un arquitecto; si la formación de nuestro clero se la encargamos a los presbiteros y laicos más doctos; ¿por qué se PIENSA que la música puede ser hecha por cualquiera que tenga la simple condición de la buena voluntad?

Ojalá haya podido ser lo suficientemente claro, de modo que no me vuelvan a responder una y otra vez: "Sí, pero es necesario que sean buenas personas"; a esto lo doy por descartado y como condición más que necesaria, por supuesto.

Pero para responder a esa famosa encuensta del Foro de Miami: "Qué es lo indispensable para ser un buen músico de Iglesia" Yo creo que la respuesta número uno es: debe ser músico o al menos debe querer serlo en un corto plazo

Gracias por la paciencia de leer esto. Las reiteraciones fueron ex profeso, dado que hay conceptos que se han arraigado de tal modo que las intuí necesarias...

Saludos,
Omar
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