¿Confesarse directamente con Dios?

[anna77]

¿Confesarse directamente con Dios?

Ver también: Confesión de los pecados

La confesión de los pecados con un sacerdote es parte del designio de Dios para perdonarnos.

La institución del sacramento de la confesión por Jesucristo aparece claramente en el Evangelio de San Juan. Cristo resucitado da poder a los apóstoles para perdonar pecados en nombre de Dios. Al conferir el sacramento de la confesión, la Iglesia ha sido fiel a Jesucristo desde el principio.

Veamos Juan 20,19-24:
"Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.» Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»

Es importante notar que Jesús vinculó la confesión con la resurrección (su victoria sobre la muerte) con el Espíritu Santo (necesario para creer y actuar con poder) y con los apóstoles (los primeros sacerdotes).

Entonces nos confesamos con un sacerdote por obediencia a Cristo. Es Dios quién perdona y tiene potestad para establecer los medios para otorgar el perdón.

Vemos que uno de los apóstoles (Tomás), al no estar presente, no creía que Cristo había resucitado. Entonces tampoco creería que les había encargado el perdón de los pecados. Oremos para que nuestros hermanos, como Santo Tomas, crean y lleguen como el a ser santos.

[Agustin Sanchez Diaz]

Esta pasada semana he estado en Covadonga, al visitar la Basílica vi a un Sacerdote en el Confesionario, me acerqué y confesé.
Es cierto que no es frecuente que los Sacerdotes “esperen” en tan humilde y “sublime” tribunal para impartir el perdón del Dios del Amor.
¿La confesión pasó de moda? No. Pero todos los invitados al Convite eucarístico parece que escuchan la voz de Jesús: “tomad y comed todos de él”. ¿Y toman el alimento porque también Jesús repite hoy: “vosotros estáis limpios por las palabras que os he hablado.”?
La Iglesia admite que si se ha de comulgar, hágase, y después se debe confesar.
¿Por qué los Sacerdotes antes de la Misa no están en el Confesionario?
¿Será voz de Dios la postura del Pueblo de acercarse a comulgar porque la primera parte de la Eucaristía es una confesión pública no solo ante Dios y los Santos, sino también ante los hermanos y ante tu Sacerdote?
¿En la Eucaristía nos damos todos la paz y el único que no la da, perdonando, es Dios?
---


Es verdad que Jesús dijo: “A quienes perdonéis sus pecados les serán perdonados y a quienes se los retengáis, le serán retenidos”. Y en consecuencia dice el Concilio, que “para obtener el perdón de los pecados es menester acudir de alguna manera al poder que la Iglesia tiene para perdonarlos”.
¿Fundados en estas palabras, no podemos pedir que la Eucaristía sea un Sacramento de reconciliación, de perdón, de encuentro amoroso con Dios? ¿Pero no es así, siendo la actualización de la Encarnación, de la Predicación, de la Cena del Señor y de su inmolación por nuestros pecados en la Cruz, y todo en presencia de su Sacerdote?
Porque, ¿acaso el “Memorial” no es el Sacramento de tu penitencia, Señor, al que yo me uno con una confesión pública: Yo pecador me confieso... y tu Vicario Sacerdote, ( que es “acudir de alguna manera al poder que tiene la Iglesia para perdonar”), y es aquí tu voz sacramental, tu poder visible de perdón y porque que asumiste nuestros pecados unes tu voz a la de tu Sacerdote y pides al Padre con todos nosotros : Dios tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados... y tú añades hoy como ayer: “Padre, perdónalos”, por que yo estoy en ellos y ellos están reunidos en mi nombre y en mí?
¿Es todo esto un acto intranscendente? ¿Esta Sacramentalidad solo es una ceremonia piadosa? ¿No condenaste el farisaísmo que centra la santidad en el extremado cumplimiento de las leyes, cuando si hay amor, hay perdón, aún entre los hombres, y la ley no tiene ya aplicación? Pero, además, ¿no estamos ante tu Vicario en el Sacramento de los Sacramentos que compendia todo tu mensaje, perdón y amor?
¿No te damos aquí el consuelo que no tuviste allí, siendo este “aquí” aquel allí, al que yo me uno aunque sea con fe tenue por la repetición semanal, pero me uno a tu plenitud de amor al Padre celebrado con un Banquete Eucarístico, donde Tu suples mis deficiencias ante Él?
¿Sólo en la confesión, divina Sacramento, eres Sacramento de amor que perdona a pesar de mi siempre débil propósito de enmienda, y no aquí en tu Sacramento de Redención que es donde el Padre da su abrazo porque el perdón, en Tí, está ahora y aquí siempre consumándose?
Por otro lado, ¿es tan fácil cometer con plenitud un pecado mortal?
¿La redención solo es perdón del pecado, o, también, mediante ello, esencialmente, como en este Sacramento, es recobrar el dialogo de amistad con Dios como queremos y hacemos Tu y yo en este momento?
Si recupero, aquí, ese dialogo amoroso, previo “lavatorio en esta tu Cena”, y no me confieso otra vez, ¿El Padre me condenaría?
¿Si al pie de tu Cruz te hubiese manifestado mi amor, me habrías mandado a tus discípulos para que me perdonasen? ¿El padre del hijo pródigo envió a su hijo a un juez para recobrar al hijo?
¿Acaso estamos ante un Sacramento más para una gracia particular concreta, o ante el Sacramento de los demás Sacramentos, fuente y raíz de todos ellos?
¿Las cosas que se nos dicen en la liturgia de tu “Memorial”: paz, perdón, amor, unión, sólo son así como metáforas de tu amor, de tu perdón, de tu paz y de tu redención? ¿No tienen valor real y sí es tu Memorial verdadero y tu Cena renovada de plena ternura?
“El Señor esté con vosotros. Y con tu espíritu”. ¿Sólo son palabras? ¿Sólo palabras?
Creo, Señor, que el poder de perdonar pecados, la esencia de tu misión, está en este Sacramento, primariamente ministerio memorial de tu búsqueda, donde siempre repites: Padre perdónalos. ¿Y siendo la confesión un Sacramento sublime, no será para ciertos pecados muy graves: (idolatría, homicidio, adulterio); para recibirte fuera del Sacramento de tu Memorial; para alcanzar una mayor perfección; para una constancia personal y visible de tu perdón..... y para la hora de la muerte ya que no puedo ir a tu Casa? ¿No hacían algo así en los primeros siglos de tu reino? ¿Quien se confesaba entonces?
En los evangelios, según Orígenes, se perdona el pecado: Por el bautismo, por el martirio, por la limosna, por la confesión a los hermanos, por la conversión, por la caridad y en séptimo lugar por la laboriosa y dura penitencia con lágrimas no avergonzándose de manifestar su pecado a un Sacerdote del Señor.
Lo más extraño es que una ley esté regulando el amor de mi hermano Cristo en su Cena y sangrante en la Cruz, hoy Memorial, siendo el acto “singularísimo” de tu presencia para mi “conversión y caridad”, y que por ello comienza con un lavatorio penitencial de confesión ante tu Vicario el Sacerdote y los hermanos, renovando mi compromiso bautismal y dando una limosna como símbolo de querer cumplir tu mandato: amaos como yo os he amado.
Tu gran y mi gran Sacramento de encuentro y reconciliación.
Este es tu dialogo Sacramental con el hombre. ¿Y hablar contigo en el Sacramento de redención con amor, no es perdón? Aquí mi corazón desea ser con menor o mayor fervor, “amor filial de Dios, amor de madre para los hermanos, y solo juez conmigo mismo”.

[Hini]

Le pido que, por favor, no ponga mas mensajes en este foro y así no tener que borrarselos.

Este foro, como dice la presentacion del mismo, es EXCLUSIVO PARA SACERDOTES

Gracias

[danielzx3]

Bueno, la idea o mensaje principal no es que veamos que principio es el correcto, asi como los fariseos hacian, decian, pensaban, conocian, cosas por cultura o por ignorancia , eso no significa que eran correctas.

Mas que confesarse es arrepentirse y saber que nosotros no somos nada en este mundo, mas sin embargo que siendo a imagen y semejanza de Dios tenemos muchos motivos para ejercer su voluntad,

Confesion es reconocer y ese reconocer es humildad, todos en un momento dado hemos confesado algo fuerte como sea, pero una cosa es la ley de Dios y la otra la del hombre, que sin un correcto conocimiento de la Palabra de Dios sus reglas tienen deficiencias.
_________________
Como joven me agrada el eco de union y webs como estas alientan la cultura catolica,ademas cultural en cuanto a ideas paralelas.
Que nos llama a:
El Amor en todo su esplendor al que nos llamo Jesus

[Agustin Sanchez Diaz]

Danilzx3
Respuesta
No he querido contestar antes a tu intervención, porque no es mi intención acaparar espacios, dando lugar a que los Sacerdotes que están en el foro, den respuestas a preguntas. Tu dices que una cosa es la Ley de Dios y otra la del hombre y que estas pueden tener deficiencias.
En principio es cierto, a no ser que la Iglesia proclame una definición. Pero aún así, cabe opinar si de una doctrina concreta de la Sagrada Escritura, manteniendo lo definido por la Iglesia, no se puede ampliar, de alguna manera, la mencionada definición, que sin anular lo anterior adquiera un más amplio sentido.
La potestad de perdonar los pecados, Cristo no determina cómo debe hacerlo la Iglesia, tanto para esto como para los demás Sacramentos es la Iglesia la encargada de exponer y señalar esos sacramentales que acompañan al Sacramento instituido por Cristo.
No podemos ir contra las leyes de la Iglesia, qué somos nosotros, pero sí podemos influir en una ambientación que radica y está ya en las costumbres del Pueblo de Dios, para que la Iglesia oficialmente pueda ir acomodándose cada día a su tiempo. Pero si el Magisterio habla hay que acatarlo.