Omar_Perú Asiduo
Registrado: 13 Feb 2006 Mensajes: 171 Ubicación: Lima, Perú
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Publicado:
Vie Jun 02, 2006 6:57 pm Asunto:
El amor no es amado
Tema: El amor no es amado |
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Ayer me quedé hasta tarde trabajando en la oficina. Cuando vino el guardían a despedirse, me di cuenta que la hora se me había pasado, quizá inconcientemente buscaba olvidarme de la cita que supuestamente habría pospuesto Karim para hoy...
En fin, lo que quiero remarcar es que era una noche extremadamente fría. Me pusé una chompa de lana y sobre ella una casaca de cuero, y así salí a enfrentar la calle, aunque estaba bien protegido sentía que el frío traspasaba todo aquel abrigo, como una espada de hielo que cortaba hasta mis huesos.
Ya en el paradero se me acercó una niñita de unos tres años a ofrecerme caramelos, yo no tenía una moneda pequeña para darle, así que le di una moneda regular. Y la niña se fue contenta con la moneda entre sus manos. Yo seguí fumando mi cigarrillo y pensaba: Acaso habré hecho mal en darle una moneda a esta niña? Será acaso que esta monedita la protegerá del frío? o calmará su hambre?? o más aún, le dará el amor que ella necesita???
Así que la seguí con la mirada y grande fue mi sorpresa cuando la vi con otro niñito, más pequeño que ella, que mordía insistentemente una manzana sin poder atravezarla con sus dientes. Me acerqué más a ver quien cuidaba a estos dos pequeños y era un niño de unos doce años, que solo estaba vestido por un polito manga corta.
Le pregunté hasta qué hora pensaban quedarse ahí, y me dijo que en cuanto terminen de vender lo que tenían, se irían. Pero era invisibles para las personas.
Lo dudé un minuto. Pero al fin les dije: Vamos a comer una hamburguesa... Y los llevé a comer, les dije pidan lo que deseen y el chico me constestó: lo que Usted diga está bien... Así que pedí hamburguesas para todos, les pregunté qué iban a tomar, y la niña emocionada pidió una gaseosa (soda), les serví a todos, les puse sus platitos, le di el pan en la boca y le limpié la carita que se le manchaba con las cremas.
Comimos y nos reimos un buen rato, hasta que llegó un cuarto niño, este se había mojado el pantalón, porque se había ido a buscar un baño y seguramente no lo había encontrado, por que tenía un olor desagradable. Pero aquel olor desagradable, era el olor de Dios, así que lo invité a sentarse con nosotros, y yo con ellos, en medio.
Pronto aquel mal olor se me olvidó de la cabeza, pero los que estaban en las otras mesas comenzaron a levantarse de sus asientos, a poner cara de asco y a retirarse mortificados. Yo ví sus rostros de asco para con estos pobres niños de Dios, y no pude comprenderlo: le dije a una que se iba, "no puedes hacer esto, son niños de Dios!!!" casi en tono suplicante!
Finalmente nos marchamos. Pero antes de irnos le pregunté al niño mayor su nombre. Y me dijo: Me llamo Jesús...
Tuve que marcharme pronto para ocultar mi llanto, todo el camino estuve pensando, nadie quiere a Jesus porque es pobre, porque está lleno de mocos, porque pide limosna en la calle, nadie quiere a Jesús, le tienen asco, yo mismo cuantas veces he pasado a su lado sin fijarme en él siquiera para darle una mirada.
Mi pobre Jesús está en calle, como un niño pobre, sintiendo frío, pero saben? Aceptaba tan contento cualquier cosa que le daba "lo que Usted diga está bien...", así es Jesús, es mi Dios y a la vez es un mendigo!
Aún ahora, cada vez que recuerdo que mi Señor está afuera, como un pobre y nadie puede verlo, no puedo reprimir las lágrimas...
El amor no es amado, el amor no es amado, el amor no es amado... Este pensamiento martillea mi cabeza, no me deja en paz, me hace buscarlo con desesperación, yo quiero Jesús amarte, al menos yo, quiero acompañarte.
Yo soy un pésimo cristiano, siempre ando de caídas en caídas, me doy vergüenza de mi mismo porque soy tan debil, aunque me esfuerzo al máximo, siempre llega un momento en que igual caigo... Y de esa manera le ofendo a Dios, que es un niño pobre que nunca se defiende, a quien le hieren todos mis pecados, y aunque le duelen, cuando me vuelvo hacia su mirada me sonríe, aunque su rostro aún esté sangrante por mi última torpeza!
Y ayer mi Dios me mostró nuevamente lo insondable de su amor, me dijo: Omar, estoy vivo! Siempre estoy contigo! ¿qué haces buscando más amor que el mío?
He escrito todo esto, para que alguno de ustedes quiera regalarse a sí mismo, este regalo precioso que es conocer a Jesús vivo. Si abrimos un poquito los ojos del alma, lo encontraremos en cada esquina, brindandonos la oportunidad de amarlo, como un mendigo.
El amor no es amado. Francisco de Asis, recién te comprendo. _________________ Abrazos,
Omar |
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