¿Hasta cuando os he de soportar?

[jabes]

Si tú en ocasiones sientes que estás llegando al límite de lo que puedes llegar a soportar, tal como yo me he sentido y vengo sintiendo reiteradas veces en último tiempo, y no has hallado aún el descanso para tu alma, la solución a tu agotamiento y una esperanza para tu situación, dé jame decirte que estamos en la mejor de todas las compañías, ya que Cristo mismo ha estado también en esta situación, y la Biblia afronta el tema ministrándonos con palabras llenas de sabiduría divina.

La frase que titula esta reflexión ha pasado por mi mente varias veces, pero no es de allí que la he tomado, sino de la Palabra de Dios, Jesucristo ha hecho esta pregunta en (Mateo 17:17) y el hecho que Él haya dicho esto, siendo que sabía lo que soportaría y estaba dispuesto a dar hasta la última gota de su preciosa sangre por soportarnos y darnos una oportunidad a nosotros, demuestra que Él era hombre, sintiendo como nosotros y consecuentemente también mostrándose como aquel quién puede entendernos a nosotros. Él ha expresado esto debido a la falta de fe, pero también de la perversión que percibía, no solamente en "la gente" sino que también en sus propios discípulos, los más cercanos a Él (al menos en cuanto al aspecto de la incredulidad).

Pero sigamos explorando que más nos enseña el Nuevo Testamente acerca del soportar. Encontraremos en (Romanos 15:1-2) Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación. Una exhortación a aquellos que se sienten más fuertes de soportar a los débiles, pero soportarnos mutuamente, y no solamente entre hermanos en la fe.

A quienes trabajan por la causa del evangelio, siendo que lo hacen no por su propia voluntad ni para lograr nada, sino porque Dios mismo les ha dado una visión, les ha dado los talentos y dones necesarios para llevar adelante Su Obra, reconocer que hay un precio que debemos pagar, tomemos conciencia de ello, y tengamos presente que no estamos obligados a hacerlo, ya que Dios nos ha dejado libre albedrío para escoger a quien o que queramos seguir. (1 Corintios 4:12-13) Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos. Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos.

No esperemos recibir a cambio nada, no exijamos una respuesta, aún si otros nada hacen si no es por dinero o gloria y honra humana, sigamos el ejemplo de Pablo tal como lo ha escrito en (1 Corintios 9:11-12) Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material? Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.

Y si ello no nos convence, pues hagámoslo por amor, por ese amor que decimos tener y proclamamos, el amor que nuestra vida cristiana debiera reflejar, tal como lo podemos ver en (1 Corintios 13:7) Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta

Teniendo presente que estamos llamados a mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, es necesario que actuemos con humildad y mansedumbre, con toda paciencia y amor: (Efesios 4:2-3) con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;

No mostrándonos como los muy espirituales en nuestro hablar solamente, sino que (Colosenses 3:12-13) Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

¿Sientes amor extremo por aquellos que aún no están en el redil? Imitemos el ejemplo que nos ha dado el apóstol Pablo en (2 Timoteo 2:10) Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. No hay nada especial ni espectacular en recibir el justo castigo por las macanas que hacemos, por nuestra negligencia, pereza, falta de interés, promesas que no cumplimos... pero si sufrimos por hacer el bien, estemos persuadidos que Dios nos lo tendrá muy en cuenta, tal como el apóstol Pedro lo ha descrito: (1 Pedro 2:20) Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.

Y finalmente, aunque seguramente hubiera mucho más para agregar al respecto de todo, uno de los mensajes a las 7 iglesias en el Apocalipsis, dirigida a la que estaba en Éfeso reconoce que no ha sido en vano la fidelidad de ella (Apocalipsis 2:2-3) Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.

Querido amigo o amiga, hermana o hermano, quizás tú al haber visto el título de esta reflexión y visto quién la ha escrito, te sientas identificado por cuanto en alguna ocasión has esperado algo de mi y has recibido una respuesta que no esperabas, o no has recibido respuesta, has exigido algo sin haber tenido el derecho de hacerlo, no has respondido de la manera en que se suponía que se esperaba... en fin, quizás pienses que esto lo he escrito por ti. Si es así, dale la Gloria a Dios, pues Él a través de esto ha obrado en tu vida y en la mía, hoy puedo reconocer esto y estarle agradecido, por todos aquellos a quienes me toca soportar, a quienes me tocará seguir soportando por amor a Dios y a Su pueblo.

[Sitibundo]

¡Paciencia! Hermosa ciencia del alma.
Definición: Virtud que consiste en sufrir sin perturbación del ánimo los infortunios y trabajos. O espera y sosiego en las cosas que se desean mucho.
Es el arte de saber esperar sin pereza y sin desesperación. Es la ciencia que nos enseña a valorar sin prisas y sin pausas nuestro camino hacia el Reino de Dios.
"Necesitas paciencia para cumplir la Voluntad de Dios y así alcanzar lo prometido" (Hebr 10, 36). "... Con toda paciencia soportándonos unos a otros" (Efe 4, 2) "Que el Señor guíe vuestros corazones hacia el amor de Dios y la paciente espera de Cristo" (2 Tes 3, 5) "Todo cuanto fue escrito en el pasado se escribió para enseñanza nuestra para que con paciencia mantengamos la esperanza". (Rom 15, 4) "No se retrasa el Señor en el cumplimiento de la promesa, como algunos suponen, sino que usa vuestra paciencia, no queriendo que unos perezcan, sino que todos lleguen a la conversión" (2 Pe 3, 9).
Bendiciones.
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Quieren abnegar su Gracia