*Primavera Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 2918 Ubicación: España
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Publicado:
Vie Jun 30, 2006 11:22 am Asunto:
Tema: Siete hijos y ministra del gobierno alemán |
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Hola chicas!!
Mirad, si alguien le queda tiempo, después de dedicarse a sus hijos, esposo y hogar, en cuerpo, ALMA, corazón e inteligencia, Y LE QUEDA TIEMPO, para dedicarse a otros menesteres pues, ESTUPENDO, ¡Adelante!, de todo corazón se lo digo, pero cuidado con su salud, jajaja.
Sí, me río, porque estoy “estresada”, jajaja, chicas, incluso ayer, me puse a llorar en plena calle. Sí, como os lo cuento. Me levanté a las seis y media, luego tuve que hacer un documento oficial por un asunto. Cuando quería imprimirlo, resulta que como el ordenador central, POR UNA VEZ EN LA VIDA, estaba CERRADO, por la noche (pobrecito con lo que trabaja) pues no pude imprimirlo, y puse "cancelar", y claro que se me cancelo, porque resulta que, con las prisas, no puse guardar, y TUVE QUE VOLVER A ESCRIBIRLO: !Buaaaa!
Luego, como necesitaba la firma de mi amado esposo, me dijo: "Cariño, si no te das prisa, tengo que irme, me espera un cliente", y yo dándome prisa, (os lo prometo) pero también, vuelta a lo mismo a la hora de imprimirse. Bueno es que no me entere que era por lo del ordenador central, hasta más tarde, cuando se levantaron los hijos. Pero antes, aún se lo mande como documento a un correo de mis hijas para que ella lo imprimiera en el ordenador, (otro ordenador, que no es el central, ¡Buuuaaa! lloro, porque aún no nos habíamos dado cuenta.) Bueno, al final, mi hija, que es lista, se dio cuenta. Mi esposo diciéndose que se iba ¡ya!. Lo firmo dentro del coche. Más Buuuaaa!
Continuo. Se levantaron todos, y como la secadora estaba estropeada, hacia más de tres semanas, y que al reclamarla a los quince días, me dicen que resulta que les pidieron la pieza a Alemania, ero que resulta que se olvidaron en el paquete de llevarla, luego resulta que al cabo de otra semana, llamo otras vez y resulta que sí, había llegado la pieza, pero esta vez, resulta que se EQUIVOCARÓN DE PIEZA, Buaaa. Ese día, me di cuenta de como, no hay secadora y tienen que tender la ropa afuera y resulta que como, no estamos preparados, pues, no tenemos el suficiente cordel para colgar ropa, así que mientras se espera que se seque, y que a veces se olvida, el encargado de la ropa, y como el encargado de la ropa, varia al medio día y pasa a otro encargado. Es decir, hay el encargado de la mañana y el de la tarde, pues resulta que, NO SE SABE COMO NI QUIEN, (Como siempre pasa en las familias de más de dos hijos) pues, como os digo, amigas mías, pues resulta que unas piezas de ropa se quedaron sin tender y se estropearon. (ahora no recuerdo como se dice en castellano, pero es eso que les sale algo verde, a entender. Buuuaaa, de nuevo) Y al enterarme de esto, PUES SENCILLAMENTE ME OLVIDE DE LA CARIDAD Y DE LOS BUENOS MODALES. Llame a los que me reparaban la secadora, les dije que NECESITABA LA SECADORA, me dijeron que era normal que la necesitara. Les dije que no tenía preparado para tender, y me dijeron que era normal, que a todas las personas les pasaba, les dije, Somos la familia, X, que hace tantos años que les compramos loe electrodomésticos y que viene a repararlos, que ya somos amigos casi-íntimos del servicio técnico, que tengo tantos hijos. Y con su calma habitual, me dijo, que sí, que nos conocía, claro. Le dije que hacia tres semanas y dos días que estaba sin secadora. Me dijo que hubo problemas con la pieza (todo en voz muy calmada). Y ¡Zas! perdí los estribos (luego, sí, ya me fui a confesar. Pero los perdí) Les dije que NO ME CREÍA TODO ESE ROLLO DE LA PIEZA, que eran excusas, que nos tenían abandonados y que les DENUNCIARIA AL SERVICIO DE CONSUMIDORES. Con su calma y desinterés habitual, me dijo que bien, que si quería que fuera a recoger yo misma la secadora, sin arreglar. Y, LES COLGE EL TELEFÓNO. Llame a los del servicio de consumidores; estuve escuchando, eso que se a puesto de moda: el que te hable un contestador y te diga que pulses teclas, depende de lo que precises, y luego te dicen lo que necesitas, y te dicen que tengas a mano los albaranes de entrega.
¿¡ABARANES DE ENTREGA!? ¡Jamás me ha dado Juan, el del servicio técnico, los albaranes ¿de qué? Si "casi" soy la madrina de bautizo de su hija (es un decir) porque lo conozco de años A. A los de la casa no tanto, es decir, nada, pero al técnico: CLARO, si siempre que viene termina tomando un poco de bizcocho casero, que hacemos DOS cada día, porque, es mas sano y más barato que las magdalenas comerciales. Y Colgué. Sí, amigas, colgué porque NO TENGO ALBARÁN COMPROBANDE DE QUE SE LLEVARAN MI SECADORA HACIA TRES SEMANAS Y DOS DÍAS. Buaaa. Juan, el técnico, no me da jamás nada de papeles, solo cuando pago que doy dinero y firmo además.
Estaba furiosa, con todos los que encontraba de mis amados hijos, cuando llegó mi amado esposo, y cuando vino mi buen Yerno, a todos se lo conté.
Luego, por la noche, al pensar en mi día: (porque, como cada día, hasta llegar a la noche, no tengo casi ni tiempo para pensar) y además, tener que pensar que has pecado, pues ara esto, necesito más tiempo. Así que me di cuenta de que aunque sé que no se comportaron bien la CASA donde tenían mi secadora, pues, YO ME PORTE MUY MAL, PERO QUE MUY MAL, AL FALTAR A LA EDUCACIÓN. Me vi una pequeña cosa que no es nada, ante Dios y Mamá María, al que cada día: TANTAS PERSONAS LOS OFENDEN y ellos AMAN y dan PAZ a todos. Me puse a llorar de mi insignificancia; y me vi a años luz de mi deseada: SANTIDAD.
A la mañana siguiente, a primera hora, llamé a la casa de venta y reparaciones de electrodomésticos, y les dije:
"Buenos días, soy la Sra. X. (Me dijeron: "diga", con la misma voz, indiferente) les llamo para pedirles perdón por mi actitud de ayer. ¿Me perdona?
Ay! Como cambió la actitud de la persona que estaba al otro lado del aparato, me dijo: "No se preocupe, mujer, a todos nos pasa tener un mal día".
Y, me puse a llorar. Sí, pero lloraba por ser tan mala, porque en realidad esa persona cuando yo era humilde ella se volvió "humana" y dejando su voz indiferente, me trato con mucho cariño, ante mi pecado.
Me dijo: "No llore, mujer. Ocurre que no teníamos la pieza, pero ya ha llegado ahora mismo, y mañana, a más tardar mañana pasado le llevaremos su secadora".
Le di las gracias y le volví a decir: de corazón, claro: ¿Me perdona usted? yo quiero ser muy buena, pero me porto tantas veces mal. Lo siento mucho. ¿Me perdona?
Y siguió: "No hace falta que me pida perdón, todos tenemos un día malo. No llores mujer".
Luego, tuve que ir diciéndoles a todos que fui yo la que me porte mal, con el asunto de la secadora, al hablar sin caridad, que esto no estaba nada bien. Incluso mi buen yerno, tuvo compasión de mí. Y ya saben, todos, que tienen que rezar para que sea santa.
Pues volviendo, oh, queridas amigas, al día de ayer. Pues cuando estaba escribiendo el documento por segunda vez, a eso se las 8,05 de la mañana, suena el teléfono, y sigue sonando. Rece al ángel de la guardia de todos, para que alguien de mi familia lo cogiera, (somos 14 en casa) pero, NADIE LO COGÍA, y se que alguno ya estaba "en funcionamiento", y, tuve que levantarme yo, e ir hacia el aparato. Contesté, y mi voz, parecía dormida. Claro, aún no había hablado con nadie, estaba con MI DOCUMENTO ( de estos que dicen: EXPONGO y SOLICITO. Es decir, de estos que te los tienes que currar bien)
Y, ¡MILAGRO EN PRIMERA PLANA! Era Juan, el técnico de la secadora, que me decía que me la llevaría por la mañana y lo que costaba la reparación.
Bien!!! Aleluya! la secadora, volvía a casa. Por fin bajaría el montón de ropa que tenemos para lavar.
Si no hubiera estado tan frustrada por tener que repetir el documento, que se me borró, y porque mi esposo, ya se iba, hubiera podido saborear la llegada de la secadora. Pero, NO TENIA TIEMPO.
Y ahora mismo, estoy gastando tanto tiempo en contarles todo esto, pero ya que he empezado voy a terminarlo, pero no os hagáis ilusiones de que os cuente muchas cosas más, de mi familia, de otros días: ¡NO TENGO TIEMPO!
¡Por fin! el dichoso DOCUMENTO, estaba firmado. Le pedí a una de mis hijas, que iba a la tienda, que saliera y se fuera a mandar un fax, del documento.
Un fax ¿Cuál será el número? ¡Dios!
Llamé al organismo oficial y... Me contestaron. Vaya sorpresa más agradable. ¡Yuupííí!
Les pregunté el número. Mientras tanto, en el salón se empezó a escuchar, muy fuerte, unas canciones muy divertidas: ¡Ya estaban todos mis hijos levantados!
Casi no entendí el número de FAX, pero, al repetírselo, pidiendo antes, disculpas por la música de fondo, pues sí, lo entendí. ¡Gracias a Dios!
Vino uno de los peque, que no encontraba su ropa limpia que ponerse, que resulta que ayer se había olvidado de poner la sucia en el lugar acordado, con la hermana que se ocupa (esta semana) de que la ropa, cada día, de los peques esté limpia y planchada, y que no falte ningún zapato. O, los zapatos, se pierden tanto, sobre todo en verano. ¡Es horrible!
Le dije: "Cariño, busca a X, que esta semana le toca a ella". Me dijo: "Esta durmiendo, mamá".
¡Está durmiendo aún! (respiré hondo. Por algo leí MADRES... CON SONRISA. jajaja) Me lo tome con calma. Claro, sólo estábamos a la mañana. Le dije: "Hazme un favor, cariño, ve a despertarla, dile: Despiertate X son las x h. mamá me lo ha dicho".
En el momento, que me estaba haciendo mi zumo de naranja y limón (natural, desde luego, sino el Sr. X -mi amado esposo- le da algo) viene llorando otra amada hija.
"Mamá, estaba escribiendo mis deberes al ordenador, y me he ido a poner una lavadora, y cuando he vuelto al ordenador, estaba allí X, y estaba escribiendo, y he perdido lo que yo estaba escribiendo, y me ha dicho que la culpa es mía, porque me he ido sin poner "guardar". Es la segunda vez que me lo hace. Ya pasó lo mismo, hace algunas semanas con un trabajo de teoría de deporte.
Le dije:"Te comprendo, cielo, (la abrace y la bese) debes sentirte muy mal. Hablaré con X, debería fijarse en lo que hay en el ordenador, antes de ponerse ella. No llores, anda, que eres muy bonita cuando no lloras"
Como cumplo con mi palabra, tuve que ir a hablar con mi amada hija, que ahora estaba en el ordenador.
Veo llegar a la "bella durmiente". Le digo: "Buenos días, bella durmiente,(nos besamos) por favor podrías prepararme una taza de leche con una cucharada de café descafeinado y otra cucharada de café con cafeína y me pones dos pastillas de sacarina. Gracias. Por cierto, ya tienes que volver a amasar el pan (nos hacemos el pan, cada día, y mi hijo X, hace la primera amasada a las 7h. de la mañana)
Ay, llaman al teléfono... nadie lo coge. Sí, ¡Aleluya! alguien lo ha cogido. Y oigo: "Mamá es de la tienda"
Antes de subir al piso de arriba, le digo a mi "bella durmiente". "Cariño, X, debes de preparar la ropa de la peque. Ayer te olvidaste de ella"
Y dice, mientras me voy marchando... "Es que no me dejó la suya..."
Yo ya estoy arriba, y me encuentro con la "chica del ordenador" y le digo:
"Tengo que hablar contigo, cariño. No te vayas muy lejos, please..." No recuerdo si me respondió, yo ya estaba cogiendo el auricular.
Resulta que hay tres clientas y dos de ellas quieren el mismo vestido, es decir, igual, para ir de damas de honor.
Cuelgo. Llamo al fabricante (porque además de hacer vestidos a medida, como no damos abasto, pues hemos tenido que ir comprando a varios fabricantes)
Resulta que le doy la referencia, el color y la talla. Van a mirarlo, y ¡NO HAY! Le digo que me diga que es lo que tiene en stok y que sea igual y de un precio similar o que tenga dos de iguales. Me los va diciendo. Lo voy anotando. Quedamos que me hará un paquete, que me llegará mañana y que si algo no me gusta, que se lo devuelve. Le digo, riendo, "Ay, Vanesa, sabes que me gusta todo lo que me envías, y que se vende muy bien". Me pregunta que si tengo su catálogo, para hacer mejor los pedidos, le digo que no, me dice, porque no me "pegas gritos", María José, guapa, cuando no te sirvo bien. Le digo, pero Vanesa, si tu eres muy buena y eficiente y siempre me sirves bien. Los vestidos se "van volando". Nos reímos, contentas, y me asegura que en el paquete de mañana, me los servirá.
Ay, me miro y veo que aún no me he vestido, que voy con camisón y batín. Miro la hora, y recuerdo que tengo cita con un proveedor de flores como complementos de los vestidos, que tengo que elegir unas para un vestido de novia, precioso, que estamos haciendo, y que tiene casi tres metros de cola. Miro también, y encima de la mesa tengo una tela negra, de una falda, cortada, que debo poner a punto de prueba. Me voy para mi dormitorio, para ducharme y vestirme, y veo la cama sin hacer. Respiro hondo. Antes de entrar en el baño, beso los pies del crucifijo que tenemos en colgado en la pared, y beso en la cara la imagen de mi Mamá María. De lejos se sigue oyendo la alegre música.
Antes de entrar en el baño. Oigo una voz, a través de la puerta queme dice:
"Mamá, dice X, que vendrá a comer a las 14h. en vez de las 13h."
Le digo: "Gracias, cariño, díselo a X, que es la responsable de la cocina esta semana, para que lo tenga en cuenta. Gracias"
"¡Mamá, mamá! X, no nos hace clase. Ya ha pasado la hora, y no viene a la biblioteca, y estamos cansados de esperarla. Ayer ya no nos hizo clase porque estaba escribiendo sus cosas. ¡Tenemos que hacer clase hoy!"
Le digo, desde dentro: "Díselo"
Contesta: "Ya se lo he dicho y dice que no puede hoy!!!"
"Por favor, déjame irme a ducharme, X"
Y en este momento recordé, que no llame a la tienda para decirles lo de los vestidos iguales.
Salgo de mi dormitorio, aún vistiendo mi camisón y mi batín de algodón blanco. Busco el teléfono.
"Mamá, ya se lo he dicho y no me hace caso"
"Perdona, cariño debo telefonea. Tienes que tener paciencia con tu madre. Un momento"
Llamo al teléfono a la tienda y están comunicando.
En este momento recuerdo que recibí un mensaje en mi móvil el día 27 que me hacia saber que nos servían el ADSL. durante ese día para la tienda. Me levanto y busco mi móvil. ¿Dónde está mi bolso? ¿Dónde lo deje? Pienso y pienso, y una voz me dice: "Mamá, para que lo sepas, se ha terminado la pasta dentífrica y no me he podido limpiar los dientes".
¡Horrible! Recuerdo las caries. Ir al dentista y la factura del mismo.
"Cariño, ve a buscar otro dentífrico en donde guardamos la compra"
"He ido, pero no hay"
Pregunto: "¿Tenemos lista de lo que nos falta?" Y recuerdo que hice comprar la libreta pero que aún no la he dejado al lado del teléfono de la entrada. Pienso: Tengo que acordarme de hacerlo. Y digo: "Bien cariño, gracias por decírmelo, acuérdate de volvérmelo a decir por la tarde, es que ahora no tengo tiempo. Gracias".
"Luego, si tengo caries, no es porque no me limpio los dientes" Dice y se va, tranquilo.
Pasa por allí, mi amada hija X. "Oye, por favor, X, debes ir a la biblioteca, te esperan para que les hagas clase".
Otra hija, me dice: "Mamá, aun no se ha descongelado la carne y tengo que empezar a hacer la comida ¿que hago?".
"Ay, es que me olvide de hacerla descongelar ayer. ¡Soy un desastre! Mira, haz un sofrito de cebolla, mucha cebolla y pon un botecito de tomate, y luego pon la carne, aunque no esté descongelada, y ponle un vasito de vino y un litro de caldo, dos cucharaditas de sal, y cierras la olla de presión. Cuando hierve, miras 20 minutos, y ya estará, luego les añades las lentejas y dos cucharadas más de sal, unas hojas de laurel. Vas al jardín a buscarlo. ¿Sabes lo donde está la planta de laurel, verdad?"
"No"
"Pregúntaselo a X, y te lo enseñara. Y coges cuatro hojas de laurel, las limpias y se las añades a la olla y pones más caldo hasta cubrirlo todo y tres dedos más, y la vuelves a cerrar y que hierva esta vez, tres minuto. pero que sean, tres minutos, es muy importante que sean tres, y ya estará".
Suena el teléfono. Lo coge mi hija X, y por lo que oigo que contesta, veo que es para mi. Y le digo que me lo pase.
Es el representante de las flores, que le ha salido un impedimento y no puede venir, y que vendrá mañana a la misma hora.
Al girarme, veo la falda negra que tengo que poner a punto de prueba, y suspiro.
Quiero ir en busca de móvil, y me acuerdo que estaba hablando sobre las clases, pero la "señorita profesora" ha desaparecido.
¡Vaya por Dios! Tengo el móvil sin batería. ¡Esta muerto! Lo pongo a cargar. Lo pongo también en marcha, y pasa una hija que está barriendo y me hace que me aparte. Veo el mensaje de lo del ADSL. Me levanto, voy en busca de un papel y bolí, vuelvo, y anoto el tel. que me dan para informarme más. Llamo (es gratuito) paso a esperarme un rato y puedo por fin hablar: ¿dónde esta el Modem de ADSL, para la tienda? Me dicen que está entregado y que hay una firma ilegible, como recibido. Le digo que no puede ser, porque NO LO TENEMOS. Esta vez, recordando, lo de la secadora y que tuve que ir anteayer a confesarme, ME PORTO BIEN. Y hablando de la secadora. ¡Allí llega!
¡Bien!
¿Cuánto me ha dicho que costaba la reparación?
Pero sigo hablando con la telefonista por lo del Modem.
Hay alegría en casa: ¡HA LLEGADO LA SECADORA! Todo son bienvenidas para Juan.
Sigo con el tema del Modem, le digo que si hay la firma, que nos diga de quien es, por favor. Me dicen que llamaran a la "plataforma para tener más información", que llame dentro de dos horas.
Quiero ir a por la secadora. ¡Horror! aún no me he duchado ni vestido.
Paso a mi dormitorio.
Oigo: "¡Mamá!"
Digo: "¡No estoy para NADIE. ¡Tengo que vestirme!"
Me aseo, y me visto. Me peino, me hago un recogido, a toda marcha, y salgo.
"¡Mamá, ha llegado la secadora!"
Voy en busca del dinero. ¿Qué cantidad era?
Veo por fin a mi secadora. Sí, es la mía, tiene las mismas marcas de haberle saltado la pintura. Sí, las mismas, que dice mi amado esposo, que me las pintará, un día.
"Qué bien Juan, que me la haya traído. No sabe lo que la hemos echado en falta"
Juan es una persona, que no le gusta que le "ayuden" en su trabajo: ni a recoger el cabe. Y mientras va recogiendo, me dice: "Tuvimos problemas con la pieza" (cosa que no me creo, pero callo)
Le digo: "Ya le he traído el dinero. Son x"
Se ve que he entendido mal y que faltan céntimos. Me voy a buscarlos y se lo entrego. Firmo el albarán, (jajaja) y nos despedimos. Pero esta vez, no le he dado propina, ni ha habido bizcocho.
¡Ya tenemos secadora!
Busco a la "señorita profesa" y le digo lo de la clase.
"Mamá, no puedo hacer clase, porque resulta que ayer quedamos que hoy iriamos a X ¿Recuerdas? Me dijiste, a primera hora."
"Sí, lo recuerdo, cariño, bien. Otra cosa. Por favor, otra vez ve con más cuidado cuando vayas al ordenador, porque se ha borrado lo de tu hermana X. Y claro, esta frustrada. ¿Tendrás más cuidado?"
"Lo tendré, mamá. ¿Nos vamos ya?"
"Un momento, cariño, que tengo que hacer una llamada a la tienda"
Llamo a la tienda. "Los vestidos llegarán mañana..."
Al colgar, me acuerdo que tenía que hacer otra llamada.
"El Sr. Jorge. Buenos días, es para el pedido de vestidos de comunión..."
Llega mi hija la que le toca la cocina esta semana, con un plato de lentejas semí-cocidas, para que las pruebe, si ya están. Le digo que se espere, con la cabeza y una sonrisa.
Termino de hablar, y el platito de lentejas sigue delante de mi. Las pruebo y le digo que aún le faltan unos tres minutos, por lo menos.
Sigue la música en el salón, que aun que está fuerte, como la casa es grande, pues, es soportable. Esta vez suenan rancheras. Una voz masculina dice: "... de pena muero..."
Llaman de la tienda. Me dicen que han vendido dos vestidos: ¡Están todas muy contentas! Hay alegría. "¡¡Buen trabajo, hijas. SOIS FANTÁSTICAS". Y tapando un poco el auricular grito: "¡¡Oíd, todos: Se han vendido dos vestidos!!"
"¡Biiiieeeennnn!" "¿Cuánto dinero es mamá?" Pregunta el asesor de finanzas. Jajaja
Les digo a las de la tienda, que tienen el teléfono, manos libres. "¡¡Sois las mejores, jajaja!! ¡Os quiero! ¡Muchas gracias!"
"Mamá estamos terminando de poner a punto de prueba el vestido de la señora X. ¿La telefoneamos, para darle cita?"
"Sí"
Al colgar, recuerdo el asunto del Moden, no recibido. Llamo a telefónica. Y les digo que aún que no hemos recibido el Modem, si ya tenemos las llamadas gratis, por el hecho de "tener" ADSL. Que esta era la oferta a la que nos acogimos. Me dicen que sí, que desde el día 28.
Voy a pintarme la cara, y nos vamos con mi amada hija X, al recado que debíamos ir. Al llegar allí, al ser un organismo oficial: Registro de la propiedad intelectual, resulta, que a las 13h. no atienden ya al público. Son las 13,11h. ¡Esos funcionarios!
Al salir de allí, y en plena calle, me puse a llorar.
Me dice mi amada hija: "Mamá ¿estás estresada?"
Pensé: ¿Yo? ¿Yo, estresada? Si ha sido una mañana normal, en una madre de familia númerosa, que desea santificarse junto a su buen y maravilloso esposo, con su MATRIMONIO.
¿Yo, estresada?
Y me puse a llorar y a desahogarme de un montón de quejas. Mi cariñosa y magnifica hija, me abrazo, (en plena calle) y nos besamos. Seguí llorando, porque no podía parar. Creo que la actitud del funcionario, sin corazón, ante su HORARIO, y yo que NO TENGO HORARIO, desencadeno una pena grande en mi corazón. Yo lo doy todo, pero hay personas que no saben dar, y existen: ¡Once minutos! ¡Por Dios!
Tuvimos que coger el coche - que no tiene aire acondicionado, sino que se acondiciona al ambiente que hay, jajaja - hacer varios kilómetros, buscar aparcamiento, donde no existe. Ir a pie, en pleno sol, cruzando calles y calles. Llegar a la oficina, ancha y confortable, con aire acondicionado y no fue capaz de saltarse el horario, por caridad. Fue frío como su aire acondicionado. Eso sí, nos dio, un papel donde dice su horario al público: "de lunes a viernes, de 9h. a 13h." pero se olvidaron de poner que si vas a la hora que ha salido a tomar su "café", tiene que esperar, hasta que regrese. Pero once minutos, no los dan aunque se lo pidas, por favor. ¡Dios!
Y lloré.
¡Dios es maravilloso! _________________ *Primavera
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Ultima edición por *Primavera el Mie Jul 05, 2006 7:33 pm, editado 1 vez |
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