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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Mie Jul 05, 2006 6:19 am Asunto:
Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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Queridísimos hermanos en Cristo:
Sabemos que nuestras almas en gracia están verdaderamente habitadas por la Santísima Trinidad. Es el concepto teológico de Inhabitación Trinitaria, lo que la querida Beata Sor Isabel de la Trinidad llamaba "el Cielo en la Tierra" consciente de que toda alma en gracia es un verdadero Cielo por que en ella habita Dios, Uno y Trino.
Lo sabemos, lo estudiamos, lo enseñamos pero ¿lo vivimos?
Hace unos poos días por falta de vigilancia, por falta de oración, por verdadera tontería y por dejarme llevar por mis propios deseos y pasiones, perdí la gracia. ¡Cuánta vergüenza y dolor he sentido, ahora más que nunca! Más aún por que, al estar mis dos chiquitas en vacaciones y aún con gripe, solo podré acercarme a la Confesión el fin de semana (espero que el sábado).
Pero esta dolorosa experiencia vivida esta vez con la plena consciencia de quien, por propia voluntad, ha perdido el más grande tesoro, me ha servido de mucho: he anhelado verdaderamente a Dios.
¿Cómo explicarlo? Una vez perdida la gracia me sentí vacía, tristemente sola, abandonada en un desierto amorfo, lúgubre, desolado. ¡Cuánto amo a Dios, ahora lo se! Y cuanto he sufrido por haberlo alejado de mi.
Me acojo a Su Misericordia y confío en que ya me habrá perdonado... lo deseo verdaderamente...
No se escandalicen, por favor. Esto lo vivimos miles de bautizados día a día, segundo a segundo. ¡Cuántas veces nos acercamos a la Confesión con el ánimo de recobrar la amistad con Dios pero sin haber experimentado la dolorosa y real separación de Él! Por eso escribo esta confesión sin hacer alusión al pecado que me robó la gracia, claro está, sino haciendo hincapié en la realidad que muchas veces no experimentamos.
Muchas, muchísimas veces, me he acercado al Confesionario para lavar mis culpas, pero jamás me había sentido tan triste. Me alegra, sin embargo que a pesar de mi nada y de mi extrema miseria, el Señor se haya dignado regalarme una Contrición Perfecta, un dolor vivo por haberlo ofendido, una tristeza profunda por haberme separado de La Vid, mi Señor amadísimo.
De alguna manera, al sentirme vacía de Dios, separada de Su Gracia, he experimentado, por contraposición, lo que significa realmente la Inhabitación Trinitaria: no son solo palabras o conceptos, no se trata de intelectualizaciones de una realidad sobrenatural aprendida a fuerza de leer, de escuchar ardientes predicaciones, de repasar lo que otros, ricamente adornados con gracias extraordinarias, han dicho. Es una Verdad que pocas veces (al menos yo) estamos diepuestos a ahondar.
Y es que la Gracia, siendo un don gratuito que nace de la Infinita Misericordia de Dios, requiere de nuestra voluntad que libremente se orienta hacia Dios. Esa es la verdadera libertad de los hijos del Creador, desear y trabajar por la Unión con Él.
El pecado esclaviza, veja al hombre y lo rebaja, lo despoja de un Dios que desea hacer de él Su Templo, Su Hogar, Su Cielo. La Gracia, por el contrario, libera, llena, ilumina, prepara el alma para ser verdadera y gozosa Habitación de la Trinidad Santa.
¡Con cuanto amor me acercaré al sacerdote, vehículo de Perdón Divino, cuando pueda acercarme al Sacramento de la Penitencia!¡Con cuanto gozo recibiré a mi Jesús Sacramentado en mi corazón cuando me haya reconciliado con Dios! Cuánto verdadero agradecimiento brotará de mi corazón, en ese momento, lleno de Dios...
Por favor, hermanos queridos: vigilen y oren para no caer en tentación. Cuiden el tesoro de la Gracia y vivan gozosos sabiéndose habitados por Dios Uno y Trino. Hagan de sus almas hermosos jardines floridos, esfuércense para arrancar las malezas que ahogan las flores sobre las que se paseará Dios. Invoquen a la Madre Santísima para que Ella misma lleve a su Hijo hasta esos corazones henchidos de amor y eterna gratitud para Quien, a pesar de nuestra miseria, desea Morar en nosotros. |
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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Mie Jul 05, 2006 6:21 am Asunto:
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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La inhabitación trinitaria es la presencia de la Santísima Trinidad en el alma del que está en gracia de Dios.
El valor teológico de esta afirmación: es una verdad de fe divina y católica.
El testimonio de la Sagrada Escritura es claro y constante. Y va desde las promesas y afirmaciones más genéricas hasta las afirmaciones más contundentes, por ejemplo:
Si alguno me ama... mi Padre le amará y vendremos a él y en él haremos mansión (Jn 14,23)
Dios es caridad, y el que vive en caridad permanece en Dios, y Dios en él (1 Jn 4,16)
¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?... El templo de Dios es santo y ese templo sois vosotros (1Co 3,16-17)
¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios? (1Co 6,19)
Vosotros sois templo de Dios vivo (2Co 6,16)
Guarda el buen depósito por la virtud del Espíritu Santo, que mora en nosotros (2Tim 1,14).
Cf. también Rom 8,9-11
En el Magisterio encontramos entre otros testimonios:
El Símbolo de Epifanio, obispo de Salamina (año 374): “creemos en el Espíritu Santo que... habita en los santos” (Denzinger-Hünermann -en adelante: D-H- 44).
Trento, al hablar de la atrición (= contrición imperfecta) dice que “es un don del Espíritu Santo, que todavía no inhabita, sino que mueve solamente” (D-H, 1678).
Dice León XIII: “Dios, por medio de su gracia, está en el alma del justo en forma más íntima e inefable, como en su templo; y de ello se sigue aquel mutuo amor por el que el alma está íntimamente presente a Dios, y está en él más de lo que pueda suceder entre los amigos más queridos, y goza de él con la más regalada dulzura. Y esta admirable unión, que propiamente se llama inhabitación, y que sólo en al condición o estado, mas no en la esencia, se diferencia de la que constituye la felicidad en el cielo, aunque realmente se cumple por obra de toda la Trinidad, por la venida y morada de las tres divinas Personas en el alma amante de Dios Vendremos a él y haremos mansión en él (Jn 14,23), se atribuye al Espíritu Santo. Y es cierto que hasta entre los impíos aparecen vestigios del poder y sabiduría divinos; mas de la caridad, que es como una nota propia del Espíritu Santo, tan sólo el justo participa” (D-H, 3330b-3341).
Pío XII, en la Mystici Corporis: “Adviertan que aquí se trata de un misterio oculto, el cual, mientras estemos en este destierro terrenal, de ningún modo se podrá penetrar con plena claridad ni expresarse con lengua humana. Se dice que las divinas Personas habitan en cuanto que, estando presentes de una manera inescrutable en las almas creadas dotadas de entendimiento, entran en relación con ellas por el conocimiento y el amor, aunque completamente íntimo y singular, absolutamente sobrenatural” (D-H, 3814).
Se puede ver, en el Indice Sistemático de Denzinger-Hunermann: F2ca.
En cuanto a la Tradición es testigo frecuentísimo de esta verdad. Así los Santos Padres griegos: Bernabé (R. 36), Ignacio de Antioquía (R. 40), Hermas (R. 89), Taciano (R. 158), Ireneo (R. 219, 251), Afraates (R. 683), Atanasio (R. 770, 780), Cirilo de Jerusalén (R. 813), Basilio (R. 944), Dídimo (R. 1071), Juan Crisóstomo (R. 1186), Cirilo de Alejandría ((R. 2107, 2114). También los Padres latinos: Novaciano (R. 607), Hilario (R. 872), Agustín (In Io. 75ss; De Trinitate, 15,17-19), etc.
Igualmente la tradición litúrgica. Por ejemplo, el himno Veni Sancte Spiritus: “Altissimi donum Dei... Dulcis hospes animae”.
El texto citado de Pío XII, que se apoya en Santo Tomás, señala que la inhabitación envuelve dos cosas:
1º Una presencia física de las personas divinas, que hacen y conservan en nosotros la gracia (y los demás dones sobrenaturales); se la denomina también presencia dinámica.
2º Una presencia intencional que no es otra cosa que la potestad de gozar de Dios por los actos de la inteligencia y de la voluntad en modo sobrenatural y amigable. Por esto León XIII la llama “cierta anticipación o incoación del gozo eterno” y que difiere del mismo “sólo en condición y estado”.
La inhabitación consiste en esa presencia de Dios que se realiza por la gracia y por la operación de la creatura; es el modo que señala Dios como propio de los santos (por encima de la presencia de inmensidad por la cual Dios está presente en todas sus creaturas): “Dios está en las cosas de dos modos. Uno, como causa eficiente; es el modo como está en todas las cosas creadas por Él. Otro, como el objeto de la operación está en el operante... De este segundo modo Dios está especialmente en la creatura racional, que lo conoce y ama en acto o en hábito. Y como esto la creatura racional lo tiene por la gracia... se dice que está de este modo en los santos por la gracia”. Escribe Régnon: “Es la presencia substancial y personal del Espíritu Santo quien nos santifica formando en nosotros su impronta. Sin duda, la gracia habitual no es el Espíritu Santo, así como la impronta en la cera no el sello impresor. Pero la presencia del sello es necesaria tanto para formar la impronta como para conservarla. Pues el alma es como el agua que no guarda la figura impresa sino en tanto que el sello permanece en ella como una especie de virtud informante”. Por tanto, “la gracia santificante es una cualidad que afecta la substancia misma del alma. Pero... esta cualidad, que informa el alma, es el resultado inmediato de la Trinidad como el color de una flor es el resultado de la presencia de la luz”. Entonces, si la producción y la conservación de la gracia santificante es el efecto de la venida en nosotros de la Santísima Trinidad, la inhabitación de las divinas personas debe corresponder con esta venida misma y preceder, al menos lógicamente, la producción de la gracia. En nuestro lenguaje indigente e incapaz de expresar adecuadamente las realidades divinas, una sola palabra puede designar de una manera suficientemente clara esta suerte de presencia: presencia de ser mismo de la Divinidad, presencia ontológica.
Por tanto, Dios se une a los justos por la gracia de un doble modo:
1º como principio: causando y conservando en nosotros la gracia, que es la razón de nuestro ser y obrar sobrenatural;
2º como término, en cuanto se da para ser gozado por el alma, ya sea de modo actual o habitual, por el conocimiento y el amor que proceden de la gracia.
Así las Personas divinas se hacen presentes causando y conservando la gracia; esta presencia manifiesta en cierto modo al alma las divinas Personas, las cuales, de este modo se hacen objeto del conocimiento y del amor.
Por tanto, la inhabitación es un hecho ontológico y psicológico, y antes ontológico que psicológico.
Hay, pues, por parte de la Trinidad, como un abandono de sí y una invitación a gozar amigablemente de la presencial del amigo. Es lo que enseña Santo Tomás: “no se dice que poseemos verdaderamente sino aquello de lo cual libremente podemos usar y disfrutar”.
Este efecto, que existe sólo en las almas de los justos, es un efecto asimilador, que imprime en el alma una imagen de la Trinidad mucho más perfecta de la que ha dejado en el alma el acto creador. Llega incluso a reproducir los rasgos más particulares de las personas divinas. Esto por la ley de la apropiación: el don de sabiduría, que nos hace conocer a Dios, es propiamente representativo del Hijo; y el amor de caridad que nos permite amar a Dios es propiamente representativo del Espíritu Santo.
Padre Miguel Ángel Fuentes.
Instituto del Verbo Enarnado
Fuente: http://teologoresponde.com.ar/Casos/inhabitacion_trinitaria.htm |
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Gabaon Constante
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 796
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Publicado:
Jue Jul 06, 2006 1:01 am Asunto:
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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Dios te bendiga María Esther.
No sabes lo que me impresionó leer tu "confesión", no te lo imaginas. Uno a veces no termina de alncanzar a ver todo lo que el Señor les deja a otros observar a través de la ventana de nuestro testimonio... Dios te bendiga.
¿Sabes qué me ha hecho enamorarme de Dios cada vez más... con locura? Cuando descubrí que ese arrepentimiento, ya sea contrición perfecta o atrición, me lo regala él... nunca me puedo explicar cómo es que Dios luego de que cometo la desfachatez de expulsarle (por así decir) de mi vida con un pecado mortal, no pierde tiempo en venir a redarguir mi corazón, a convencerme de pecado y a permitirme experimentar su vacío... ¿por qué me ama tanto? Jesús!!!, bendito seas por siempre...
En el Amor de Jesús.
Gabaon. _________________ "Con toda mi alma te anhelo en la noche, y con todo mi espíritu por la mañana te busco." (Isaías 26, 9) |
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Gabaon Constante
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 796
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Publicado:
Jue Jul 06, 2006 1:07 am Asunto:
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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Dios te bendiga María Esther.
Tímidamente, por lo que has dicho respecto a la lectura y a leer a otros sobre estas cosas, te recomiendo un libro de Matthias Scheeben llamado "Las Glorias de la Gracia Divina". Lo empecé a leer y suspendí su lectura para leérmelo en un retiro, Scheeben es un gran teólogo del siglo XIX, pero este libro es devocional-espiritual, una exhortación para que cuidemos el estado de Gracia y aumentemos la gracia santificante que tenemos. Suspendí su lectura hasta que pueda conseguir tiempo para un retiro de muchos días porque es algo demasiado impresionante para leerlo en el trajín del día a día.
En el Amor de Jesús.
Gabaon. _________________ "Con toda mi alma te anhelo en la noche, y con todo mi espíritu por la mañana te busco." (Isaías 26, 9) |
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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Jue Jul 06, 2006 4:17 am Asunto:
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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Querido Gabaon:
Expresas hermosamente la infinita gratitud que debe llenar nuestras almas.
Dios, siendo infinitamente justo es infinitamente misericordioso. ¡Cuántas demostraciones de amor verdadero, profundo, dulce, comprensivo, exigente, manso, humilde!!!
Si: Bendito sea Dios, Alabanza y Gloria al Señor Uno y Trino por siempre! |
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Pepa Veterano
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 4183
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Publicado:
Jue Jul 06, 2006 4:31 am Asunto:
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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Gabaon escribió: | Dios te bendiga María Esther.
Tímidamente, por lo que has dicho respecto a la lectura y a leer a otros sobre estas cosas, te recomiendo un libro de Matthias Scheeben llamado "Las Glorias de la Gracia Divina". Lo empecé a leer y suspendí su lectura para leérmelo en un retiro, Scheeben es un gran teólogo del siglo XIX, pero este libro es devocional-espiritual, una exhortación para que cuidemos el estado de Gracia y aumentemos la gracia santificante que tenemos. Suspendí su lectura hasta que pueda conseguir tiempo para un retiro de muchos días porque es algo demasiado impresionante para leerlo en el trajín del día a día.
En el Amor de Jesús.
Gabaon. |
Es un libro magnífico; recomiendo fervorosamente su lectura. Gracias, Gabaon, por recomendarlo, y recordármelo. _________________ No os engañéis: de Dios nadie se burla. |
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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Jue Jul 06, 2006 4:36 am Asunto:
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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Mañana mismo comienzo a buscarlo.
Yo, por mi parte, recomiendo a todos la Obras Completas de la Beata Sor Isabel de la Trinidad, Carmelita descalza, profunda escritora, enamorada de las Tres Personas Divinas de cuya Inhabitación tenía plena consciencia, por gracia divina, y quien murió a la corta edad de 26 años tras una vida completa y silenciosamente entregada a Dios como Alabanza de Gloria. |
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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Jue Jul 06, 2006 9:23 pm Asunto:
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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Gracias a todos mis hermanitos y hermanitas.
Aunque siento este terrible vacío me gozo en la espera de mi Amado. Estoy como en el Purgatorio: esperando el momento feliz de poder estar unida a Él.
¡Qué gran misterio el le ña Gracia, don de Amor de Dios! Y nosotros tan chiquitos, tan indignos y pobres que, sin merecerlo, somos visitados por este Infinitamente Majestuoso Rey!!!
Recemos muchos, hermanos queridos, por que muchas almas experimenten verdadera sed de Dios. |
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Igneo Constante
Registrado: 29 May 2006 Mensajes: 807
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Publicado:
Jue Jul 06, 2006 9:39 pm Asunto:
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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María Esther, me has recordado aquella expresión de:
Tarde te ame harmosura....
yo te buscafa afuera, en el mundo, sinsaber que estabas dentro de mí...
Creo que fue Sn Agistin queien lo dijo.
Aqui de lo tenemos que estar alertas es que cuando caemos y estamos concientes de que hemos perdido ese contacto con Dios el enemigo del alma trata de aprovechar la situación para que sintamos que Dios ya no se ocupa en nada de nosotros y nos ha abandonado completamente.
Somos nosotros los que no alejamos de El, pero aún así el nos sostiene.... el sigue ahí, ofendido y maltratado, pero sigue ahí se oscurece en nosotros su precencia, pero de alguna manera y aunque muy en grado diferente sigue suficientemente cerca. Si hacemos caso de esta común tentación del enemigo caemos en un circulo vicioso que el enemigo aprovecha para apartarnos más y más.
Dios sin embargo, es ese Padre amoroso y paciente que como en el caso del hijo prodigo espera con anelo ver la silueta en el horizonte de nuestro regrezo y sale a nuesto encuentro aún antes de que terminemos de llegar para abrazarnos y recuperar la union. |
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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Jue Jul 06, 2006 9:57 pm Asunto:
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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Hermosisimas palabras y con qué profundidad, querido Igneo.
"Te he amado demasiado tarde, belleza siempre antigua y siempre nueva; te he amado demasiado tarde. Tu estabas dentro y yo fuera; y quí era donde te buscaba. Tu estabas conmigo y yo no estaba contigo; y Tus Obras, que sin Ti no habrían existido, me retenían lejos de Ti. Daba vueltas alrededor de ellas buscándote; pero deslumbrado por ellas me olvidaba de mí mismo..."
San Agustín Soliloquios |
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Igneo Constante
Registrado: 29 May 2006 Mensajes: 807
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Publicado:
Jue Jul 06, 2006 10:08 pm Asunto:
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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¡¡¡¡¡ESO, ESO!!!!!
tu si te la sabes bien...Bien y completa.....
¡que pena! cómo me atrevo, sabiendo que soy tan ignorante, a participar de estas cosas y ademas a hacerlo tanto?
Gracias |
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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Jue Jul 06, 2006 10:12 pm Asunto:
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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Jejeje...
No, ¡Ya quisiera citar de memoria a San Agustín!
Es que, simplemente, tengo memoria literaria... es decir que recuerdo con facilidad dónde he leido las cosas y este fragmento, en partuicular, está en un Devocionario que contiene la Novena al Espíritu Santo basada casi exclusivamente en San Agstín y en San Bernardo!!!  |
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Igneo Constante
Registrado: 29 May 2006 Mensajes: 807
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Publicado:
Jue Jul 06, 2006 10:32 pm Asunto:
Tema: Perder la gracia... y desear ardientemente a Dios |
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Pues de todos modos, María Esther, que bueno que lo has puesto como va
y gracias. |
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