Luis Fernando Veterano
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Publicado:
Dom Ago 06, 2006 8:39 pm Asunto:
Encuentro personal con Cristo
Tema: Encuentro personal con Cristo |
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Encuentro personal con Cristo
Puedo asegurar que al preguntarle a cierto tipo de cristianos, con manifiesta intencionalidad, por qué pertenecen a la fe católica y no a cualquier otra, obtengo habitualmente respuestas similares: "Es cuestión de familia, quizás por haber nacido aquí...". Y con tan elemental reflexión, provoco en mi interlocutor este honesto reconocimiento: "Seguramente si naciera en otro sitio yo sería de cualquier otra cosa ". Sin grandes rodeos intelectuales, la conversación pasa después en casi todos los casos a lo que esperaba escuchar: que puesto que Dios existe y hay que darle culto, quien me habla, hace u omite éstos o aquellos ritos; cumple o se olvida de tales mandamientos y normas; pero bien podría practicar ritos distintos y estar obligado en su conducta por mucho más complicados preceptos que los cristianos, sin que sufra por ello la menor incomodidad intelectual ni de conciencia.
Así llego al meollo del provocador diálogo: hacer caer en la cuenta a la persona con quien hablo de que, en realidad, ella aún no ha decidido ser cristiana. O peor: quizá sea cristiana, pero le daría igual no serlo. Porque de hecho reconoce que, religiosamente, su vida podría haber resultado cualquier otra cosa. Y cuando uno, en el planteamiento de su vida, es cualquier cosa, es seguro que "cristiano" no es. De ahí que, si quiere, puede empezar a plantearse el asunto.
La originalidad del cristianismo radica -y es su diferencia esencial con todas las demás religiones- en que Cristo, a diferencia de los otros fundadores de religiones (Buda, Moisés, Mahoma, etc.), se colocó a sí mismo como el centro de la vida del creyente, como el origen y causante de la propia salvación. Dicho de manera menos técnica pero, sin duda, más clara: en las otras religiones es el creyente quien busca a Dios y cree alcanzar la propia salvación a través de unos ritos y del cumplimiento de unos deberes; en el cristianismo, por el contrario, es Dios quien buscó al hombre y ha salido a encontrase con él en la persona de Jesucristo ( Dios y Hombre verdadero), para convertir a quien voluntariamente desee "ser cristiano" en un hijo de Dios, libre de todo pecado. "Ninguna religión es capaz de dar al hombre esta liberación fundamental y esa dignidad divina. Por ello (los cristianos) no tenemos otro nombre en que podamos ser salvados, sino en el nombre de Cristo" (J. A. Sayés).
Por eso, para el adulto, ser cristiano consiste y pasa por tener un encuentro personal con Jesucristo. De esa relación y opción nacerá el conocimiento, el trato y la confianza. Amarle y fiarse de él, como uno ama y confía (eso es la fe) en los amigos, es primordial. Luego, como en toda amistad, deberé hacer caso, atenderé y cumpliré los compromisos adquiridos; porque, si de verdad soy amigo, me dará corte fallarle y no corresponder. Ese encuentro, insisto, debe realizarse en la intimidad de cada uno y es una opción radical que alguna vez en la vida hay que realizar. Y mientras no ocurra, uno no es de verdad de Cristo; es decir no ha decidido ni optado por ¡ser cristiano!
Si nos falta el encuentro personal con Cristo, básico para la fe, no se ha entendido nada de lo que es de verdad el cristianismo. Los sucedáneos y postizos lo reducirán a una religión más o a una estupenda ONG, con los valores y defectos que atribuyamos a esas instituciones. Y así -como argumentaba al principio- algunos seguirán confundiendo el ser cristiano con el puro afán del "cumplo-y-miento" de unos ritos, unas normas, unas pesadas obligaciones, para lograr así que la divinidad esté de nuestra parte. Sin entender que lo que vale del cristianismo no es, por decirlo llanamente, lo que hagamos nosotros, sino lo que ya de una vez y para siempre, hizo Cristo por nosotros. Pura beatería llamamos en cristiano al culto vacío de intimidad y de la interioridad, que sí reclaman necesariamente la amistad, la confianza y la fe.
Cuando se ha realizado el encuentro personal con Cristo y se conoce su mensaje, es cuando -por coherencia de amor-, surge también la necesidad del compromiso por la acción y la justicia, para llevar a cabo y afianzar su mandamiento nuevo de la fraternidad universal. De otra suerte, uno acabaría arrimando el ascua a la sardina política o ácrata que más le convenga o le convenza en cada circunstancia. Pero no será el fundamento, "porque lo que hicisteis a éstos, a mi me lo hicisteis", que es lo fetén en cristiano.
Un año más sale "el Cristo de Vigo" a la calle para encontrase con todos. La procesión es una manifestación religiosa de enorme significación social. No será, sin embargo, un acontecimiento "cristiano", para quien no se encuentre personalmente con Cristo, cara a cara, corazón a corazón.
Alberto Cuevas
Sacerdote y periodista
Fuente:http://www.farodevigo.es//secciones/noticia.jsp?pNumEjemplar=2712&pIdSeccion=5&pIdNoticia=79814 _________________ Sólo la Iglesia Católica puede salvar al hombre ante la destructora y humillante esclavitud de ser hijo de su tiempo.
G.K. Chesterton |
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