Educar es enseñar a amar y dilatar las fronteras del corazón

[llucià]

Las cosas que dice el Lic. José Antonio Calderón, me parecen muy sugerentes: son gestos que -especialmente en tiempos fuertes, como adviento o cuaresma- crean un ambiente de generosidad y preocupación por los demás, y será lo que recordarán toda la vida los alumnos, agradecidos por la buena educación que les ha influido en la vida, en la práctica diaria.
Llucià Pou

[llucià]

Lo que enseña el Lic. Fredy Martín es muy interesante, de cara a una actuación en el campo de la disciplina -en colaboración lo los padres, en sus casas- para crear una urbanidad que sin ser de una educación "versallesca" (demasiado refinada) ni puritana o hipócrita, exprese un fondo de querer bien a la gente, y favorezca tener ese buen corazón.

En este sentido es muy interesante lo que dice la lic. Lc. María Luisa Zazueta. Saludos,

Llucià Pou

[llucià]

De lo que dice la Lic. Amelia, ahí se ve cómo la imaginación puede crear dinámicas que conecten con el modo de proceder paulatino que tienen los niños a ciertas edades. De ahí me he quedado con dos cosas sobre todo: 1) que los niños necesitan que se les hable de los misterios principales de religión y de la vida, y
2) cada vez se ve más claro que una disciplina, lo que algunos llamamos un plan de vida, es necesario para un crecimiento armónico de los niños. Y dentro de ese plan u orden, que da seguridad y paz, ayudarles a que vayan incorporando prácticas de piedad adecuadas a su edad, devociones que les hará desarrollar su piedad. Saludos,
Llucià Pou

[Mayra Novelo]

Por supuesto que hay acciones que se pueden realizar en clase sobre este punto; pero mucho más que eso creo que es tema de actitud, dentro y sobre todo fuera del aula. Justamente sobre mis actitudes con los referentes y con mi propia familia, es que me ha dejado reflexionando el artículo.

Aún así creo que lo primero que debe hacer el educador es estar atento a sí mismo, y sobre todo las relaciones que establece con los referentes; la cercanía que se mantenga con ellos.

Luego, más que actividad una opción metodológica que puede favorecer las relaciones de los chicos entre sí y con el educador es el trabajo en grupos. Con la participación muy cernana y activa del educador.

Con las y los muchachos más grandes (de bachillerato por ejemplo) hemos realizado "mesas redondas" o "corrillos". El grupo no debe ser muy grande, y es mejor que haya cierta confianza ya ganada. Se plantean 3 o 4 preguntas personales (¿íntimas?) y cada uno las va contestando comparitendo con los demás y con plena libertad. Comienza el educador. Nada de lo que se hable allí se puede comentar luego. Para amar, es necesario conocer.

Con los más chicos se puede hacer actividades donde se implique dibujar, por ejemplo la familia; hacer entre todos el dibujo de "nuestra familia" o "nuestro hogar", cada uno va agregando un elemento al collage grupal.

Otra actividad sería escribir una "carta de sinceramiento con tus padres". Carta a mi madre. Carta a mi hermano. Carta a mí mismo.
Carta al profesor/a, trabajo en binas.

Ejercitar nuestra capacidad de realizar Gestos. Nos ayuda a conocernos, saber cómo se comunica el otro de manera no-verbal. Un ejercicio puede ser que cada uno piense en una emoción, sentimiento, o valor que no puede faltar en el aula, en la familia, etc. Luego en ronda, de pie, se elige a alguien al azar; éste debe colocarse frente a otro y comunicarle sin palabras la emoción, sentimiento, o valor que escogió, una vez que lo capta, debe "pasarselo" a otro más el valor, emoción o sentimiento que él mismo escogió. Del tal manera que el último debe mostrarle al resto todos los que se escogieron en el grupo.

Bueno, espero que sea lo que se solicitó.

Gracias

Gabriel Casás
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“Te amo, Dios mío, y mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida. Te amo, Dios mío infinitamente amable, y prefiero morir amándote a vivir sin amarte. Te amo, Señor, y la única gracia que te pido es amarte eternamente... ”
(Cura de Ars)

[Mayra Novelo]

formar a los jòvenes en el amor a la verdad,,, algo tan importante es tener siempre presente la forma evolutiva de cada persona, si consideramos su edad, podremos atender mejor su capacidad para comprender el amor y ponerlo en pràctica.

Ayudàndoles a iluminarse y transformarse en lo que concierne a todo su ser, poder y virtud del alma.

Porque en cada corazòn hay grados de amor, cuando intentamos educar y formar para ser personas creyentes, esperanzadas y amorosas, tenemos que recordar que los cambios perdurables se dan en las Virtudes del Corazòn, tocando las creencias de cada uno, renovando sus hàbitos, para mejorar las actitudes y el comportamiento.

porque cuando trabajamos sòlo en los hàbitos se dan cambios no perdurables, entonces viene el cansancio o desencanto de los chicos, sus padres y maestros.

La esencia del hombre verdadero es Amar como Jesùs nos ama.

"nunca queraìs una virtud por sì misma, sino en cuanto que està encarnada en nuestro Señor", que hermosa frase, siempre la tendrè en cuenta.
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“Te amo, Dios mío, y mi único deseo es amarte hasta el último suspiro de mi vida. Te amo, Dios mío infinitamente amable, y prefiero morir amándote a vivir sin amarte. Te amo, Señor, y la única gracia que te pido es amarte eternamente... ”
(Cura de Ars)

[graciela laura]

En el caso de la catequesis que realizo con adolescentes, es una
experiencia piloto, ya que este sería el segundo año que la iniciamos en
nuestra parroquia. Son jóvenes, que voluntariamente, se acercan a
prepararse a todos los sacramentos
(por eso, es catequesis de iniciación a los Sacramentos, sus edades de
14 a 18 años) y queria compartirte algunas de estas acciones prácticas:
1) En cada encuentro, comenzamos "pisando tierra": quiere decir que el
tema de fe a tratar lo vemos desde su punto de vista (qué saben ellos y
qué no, etc.) Eso les permite saber que su opinión es muy importante,
se sienten muy escuchados.
2) La participación en pequeñas dinámicas permite una mejor
integración, genera confianza y mayor apertura a la opinión de todos.
3) El momento de oración en el grupo les permite valorar la vida
comunitaria a la luz de la presencia de Dios en medio del encuentro, es
importante que participen en la preparación del altar pequeño y la lectura
de la Palabra.
4) Escuchar música anima mucho la jornada: cantos que ellos suigeren
por el mensaje de sus letras, o algun canto de la misa que
conocen...dispone el corazón!
5) Invitarlos a darse la mano en el Padre Nuestro o el beso de la paz
al final crea un clima de fraternidad my gestual, tan improtante como
los temas de cada charla.

Sencillamente, esta experiencia la hemos vivenciado y hay chicos
confirmados del año pasado, que siguen viniendo al los encuentros para
acompañar a los nuevos...a mí me ha maravillado como jóvenes, que
desconocían total o parcialmente a Jesús, cuando lo encuentran, son fieles y
fuertes en seguirlo!! Que dios bendiga tu tarea en este medio de
comunicación y a todos los que participan!

[Blanca Aurora Hernández H]

La educación en el amor, en los adolescentes es algo fundamental. Quiero compartirles algunas actividades que realizamos en la parroquia, con miras a esta educación y que, aunque es una etapa muy difícil por los cambios constantes en los chicos, la semilla va quedando. Otro de los inconvenientes es que el tiempo de reunión es de 2 horas cada semana y no hay un seguimiento en el hogar, pero tratamos de lograr que hagan conciencia de que es algo que tienen que lograr por sí mismos.
1. Trabajo en equipo. Se trata de hacer ver a los chicos que el servicio en la iglesia no es solo de "temas o misas", que también hay necesidades materiales que atender. Se les asigna, una vez al mes, algún servicio de limpieza del templo, auditorio, estacionamiento, etc. Esto les ayuda a descubrir que el trabajo en equipo es divertido y trae muchos beneficios.
2. Lectio Divina. En cada reunión realizan una lectura bíblica que reflexionan de manera personal y comparten en el grupo, se trata de descubrir los valores del evangelio y cuestionarse qué les pide Dios a la luz de su palabra. Ellos deben sacar un compromiso personal para trabajar en la semana.
3. Misión. La realización de una misión permanente ayuda a los chicos a descubrir cuánta gente se encuentra alejada de Dios y a cuestionarse sobre lo que deben hacer para ayudarlos. También les ayuda a descbrir la necesidad de la gente (enfermedad, pobreza, etc.) y a solidarizarse con la ayuda a los más necesitados recaudando víveres que llevan en las visitas subsecuentes.
4. Deporte. La vivencia del deporte les educa en la solidaridad, la comunicación, esfuerzo, responsabilidad. Además de que les ofrece sana diversión.
5. Cine forum. Se les exhibe una película que después es analizada y les lleva a un compromiso de vida.

Algunas otras actividades que nos ayudan para la educación en el amor son los talleres de sexualidad impartidos por los de Pro-vida. El club de castidad que es un grupo de chicos y chicas que hacen promesa de castidad, hasta encontrar su vocación. Su principal objetivo es enfocar sus energías hacia el servicio de la Iglesia (catequistas, lectores, coro, etc.), además de que se les encomiendan los motivos de oración de la parroquia (por la misión, el párroco, vocaciones, etc.). Se convierten en el brazo derecho del párroco para actividades que requieren de alegría y energía. Este club no solo busca no tener relaciones sexuales, sino dejar de lado la lectura de la pornografía, películas inadecuadas, pláticas, masturbación, mal vocabulario, etc.
Ciertamente todo esto requiere de un esfuerzo y dedicación constantes, pues hay momentos en que todo pareciera venirse abajo, pero son las pruebas que como formadores debemos ir superando.
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Quiero hacer de mi vida un libro, donde esté contenida la Ciencia del amor. (Teresa de Liseux)