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A. Ma. Betania
Veterano


Registrado: 18 Feb 2006
Mensajes: 3747

MensajePublicado: Jue Oct 05, 2006 5:35 pm    Asunto: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
Responder citando

La Ra-mera del Apocalipsis, la Gran Babilonia

Los títulos de "ramera" y "Gran Babilonia" NO se refieren a la Iglesia, ¡Al contrario!

El Apocalipsis es un libro cargado de símbolos que no son fáciles de entender. Lo que sí es fácil es caer en la tentación de manipularlos para justificar cualquier opinión y para atacar al "enemigo". De esta manera algunos han querido interpretar que la Iglesia Católica es la ramera y la Gran Babilonia del libro del Apocalipsis. Utilizan principalmente el Ap 17.

"La Gran Babilonia" (v.5) es la gran ciudad del destierro de Israel en tiempos del Rey Nabucodonosor. Simboliza el poder pagano y la tribulación del Pueblo de Dios.

¿Roma?
Cuando San Juan escribió el Apocalipsis Roma era el poder pagano que oprimía al pueblo de Dios. Este pueblo es la Iglesia que ya estaba presente tanto en la ciudad de Roma como en muchas otras ciudades del imperio. Roma era una ciudad impresionante por sus riquezas y sus desenfrenos: "La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, resplandecía de oro, piedras preciosas y perlas; llevaba en su mano una copa de oro llena de abominaciones, y también las impurezas de su prostitución." (v.4)

Siguiendo esta hipótesis, Roma sería la ramera porque "con ella fornicaron los reyes de la tierra" (v.2). Estos reyes, como Herodes, se prostituían con ella para obtener poder sobre alguna provincia del imperio. Otras referencias también aplican a Roma: "se sienta sobre grandes aguas" (v.1), alusión a su dominio del mar Mediterráneo, considerado como el principal mar del mundo. Las siete cabezas de la bestia son “siete colinas” (v.9). Roma está asentada sobre siete colinas: Palatino, Capitolino, Quirinal, Viminal, Esquilino, Celio y Aventino.

¿Jerusalén?

San Juan no especifica cual es la "Gran Ciudad". Podría también referirse a Jerusalén, ya que, mientras en el Occidente “la ciudad de las siete colinas” se refería a Roma, en la cultura oriental a la que pertenece San Juan, Jerusalén era conocida como “la ciudad de las siete colinas” (Pirke de-Rabbi Eliezer, Sección 10). Estas colinas son: 1- "Escopus", 2-"Nob", 3-“el Monte de la Corrupción” o “el Monte de la Ofensa” o “el Monte de la Destrucción” (2 Reyes 23,13), 4- El original “monte Sión”, 5-la colina Suroeste también llamada "Monte Sión", 6- el "Monte Ofel", y 7- “La Roca” donde se construyó la fortaleza “Antonia”. El número siete significa perfección. En los capítulos 15 y 16 del Ap. leímos sobre las siete plagas, las siete copas, los siete ángeles...

Otros pasajes del Apocalipsis también se refieren a Jerusalén como la Gran Ciudad en forma condenatoria:

Y sus cadáveres, en la plaza de la Gran Ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma o Egipto, allí donde también su Señor fue crucificado. -Apocalipsis 11,8

La ciudad donde "también su Señor fue crucificado" no puede ser sino Jerusalén. También en Jerusalén la persecución de la Iglesia ocurría bajo la autoridad de Roma. Allí la ramera cometió las mas grandes abominaciones: la crucifixión del Redentor, la destrucción del Templo.

San Juan no especificó cual era la ciudad, quizás porque en realidad el mensaje aplica a la dos ciudades y se puede aplicar también a otras: El mundo lucha contra la Iglesia. Esta sufre pero prevalecerá. Sus mártires y santos son sus frutos.

La Iglesia de Roma y la ramera o Gran Babilonia

Los títulos de ramera y Gran Babilonia, lejos de referirse a la Iglesia, identifican a sus enemigos. La Iglesia está en oposición a la ramera y sufre martirio en sus manos. El Apocalipsis honra a la Iglesia por su fidelidad al Señor hasta dar su sangre en esta lucha.

"Y vi que la mujer se embriagaba con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús. Y me asombré grandemente al verla" Apocalipsis 17,6.

Hay un paralelo con la antigua Babilonia donde los judíos Sadrac, Mesac, Abegnego y Daniel se mantuvieron fieles ante la amenaza del martirio. Ahora es la Iglesia la que sufre en sus mártires.

San Juan escribe en el año 95 AD, cuando Domiciano perseguía ferozmente a la Iglesia. En el Apocalipsis presenta a la ramera asesina que lucha contra la Iglesia fiel que padece su persecución. Se trata de una oposición entre el mal (la ramera) y el bien (la Iglesia fiel). La "Gran Babilonia" nos recuerda al sufrimiento de Israel en el AT. Nos encontramos entonces ante un paralelo entre Israel, víctima del poder de Babilonia y la Iglesia, víctima del poder de Roma.

Pero hay también diferencias. Mientras Israel, después de la opresión en Babilonia, debe regresar a Jerusalén, la Iglesia, con el poder de Jesucristo, esta destinada a prevalecer sobre Roma (Babilonia) y desde allí ha de propagar el Evangelio por el mundo entero. La Iglesia tiene su sede en Roma pero es "católica": universal.

Es cierto que en Roma (que representa al mundo) no ha cesado de existir pecado. Está todavía dándose la lucha entre la ramera y la Iglesia. Es cierto también que el pecado del mundo contamina incluso a los miembros de la Iglesia. No estamos todavía en la Nueva Jerusalén (el cielo). Jesús advirtió que la cizaña crecería con el trigo y no sería arrancada hasta el fin del mundo.

En la visión Bíblica, los fieles viven una alianza de amor con Dios, un matrimonio místico. La infidelidad a Dios es por tanto un acto de mujer ramera, de prostituta. El Apocalipsis es una advertencia a los cristianos de no caer en esa infidelidad. Desde el principio, en la Iglesia hay santos pero también hay quienes se han pasado al bando de la ramera, actuando con infidelidad. En medio de esta lucha, la Iglesia continúa propagando el Reino de Dios y los que abren su corazón reciben la gracia. El Apocalipsis presenta a los santos y mártires como testimonio y fruto de la Iglesia que da nueva vida. En todos los siglos la Iglesia ha dado este fruto de santidad continuará hasta la segunda venida del Señor.

Este mensaje corresponde al Evangelio. Los cristianos estamos llamados a la santidad, a ser la sal de la tierra y luz del mundo. La Iglesia es como el grano de mostaza, pequeñito pero que crece y es capaz de prevalecer. Así la Iglesia sobre el imperio, hasta llegar a los confines de la tierra.

Es indiscutible que cuando San Juan escribió el Apocalipsis, ya la Iglesia estaba establecida en Roma.

1- San Pedro, cabeza visible de la Iglesia, había escrito:

"Os saluda la que está en Babilonia, elegida como vosotros, así como mi hijo Marcos"
-1 Pedro 5,13

¿Quien es la que está en Babilonia y saluda? La Iglesia de Roma. Es de notar también que en esta cita de la Biblia San Pedro llama a Marcos "mi hijo", haciendo referencia a la paternidad espiritual de Pedro.

2- San Pablo también había ya escrito su Carta a los Romanos

3- La Iglesia de Roma había ya sido coronada con el martirio de San Pedro y San Pablo. También en Roma habían muerto ya los primeros sucesores de Pedro.

Por otra parte, el Vaticano, cede de la Iglesia Católica, no ocupa ninguna de las siete colinas de Roma (v.9), ya que se encuentra al occidente del río Tiber, mientras la antigua Roma con sus colinas esta al este del río.

Quienes interpretan a la ramera como si fuese la Iglesia católica no tienen el mas mínimo fundamento bíblico. Caen en una interpretación arbitraria de Lutero, siglo XVI, para justificar su rompimiento con la Iglesia. Es interesante notar que el mismo Lutero rechazó el libro del Apocalipsis:

“…A mi parecer [el libro del Apocalipsis] no tiene ningún signo de carácter apostólico o profético…cada quien puede formar su propio juicio acerca de este libro; yo personalmente siento antipatía por él, y eso para mi es razón suficiente para rechazarlo.”
-Sammtliche Werke, 63, pp. 169-170

Si bien hemos visto que sería absurdo interpretar el Apocalipsis para condenar a la Iglesia de su época como ramera, sería igualmente absurdo interpretar una condena contra la Iglesia en los siglos posteriores, ya que se trata de la misma Iglesia y la misma lucha. Mas bien el texto continua siendo una valiosa enseñanza que nos anima a mantenernos fieles a la Iglesia en medio de los ataques que no cesan. Es una advertencia muy actual.

Ante los ataques contra los que se mantienen fieles a la Iglesia fundada por Cristo y ante los abusos de interpretación de los textos bíblicos, es importante atender a lo que el mismo capítulo nos exhorta:

"Aquí es donde se requiere inteligencia, tener sabiduría"
Ap. 17,9


Fuente: www.corazones.org

CÓMO QUISIERA QUE NO SE PERDIERA ESTE TEMA.

PAZ Y BIEN
Wink

Cita:
Nota de moderacion:

Aqui publicaremos las respuestas rapidas a las preguntas y afirmaciones mas comunes que se hacen acerca del catolicismo.

Este tema no aceptara debates en el, si surgiera alguna duda a partir de lo aqui publicado, por favor abran un tema nuevo.

Se aceptan participaciones procurando sean breves y claras, temas muy extensos, por favor publicar el tema aparte y aqui poner solo el link.

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A. Ma. Betania
Veterano


Registrado: 18 Feb 2006
Mensajes: 3747

MensajePublicado: Lun Oct 09, 2006 4:22 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
Responder citando

A. Ma. Betania escribió:
Hola queridos en Cristo:

Aquí pondré unas cositas que a veces pasamos de largo y pensamos que no estan en la Biblia o que si estan pero no les damos importancia. Muchas de ellas son bases importantes para la fe católica.

Veremos:

* MARIA MADRE DE DIOS - EL SEÑOR

Lc 1, 43 - "Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor?

Además aquí se ve claro como Sta. Isabel le tiene un respeto profundo a María, por eso esas palabras de impresión y exaltación: "Cómo he merecido yo?"

* EL "SOL" ¿ES UN SÍMBOLO PAGANO COMO DICEN ALGUNOS PROTESTANTES PARA ACUSAR A LA IGLESIA?

Porque luego dicen algunos protestantes o anticatólicos que cuando ponemos el sol cerca de una imagen de Cristo o de María o representamos la majestad del Señor con el símbolo del sol dicen que estamos adorando al dios sol Rolling Eyes , pero veremos a continuación la verdad de éste simbolo:



Lc 1, 78-79 - "Todo será por obra de la tierna bondad de nuestro Dios que nos trae del cielo la visita del Sol para alumbrar a aquellos que se encuentran entre tinieblas y sombras de muerte y para guiar nuestros pasos por el camino de la paz"

Como se puede observar Zacarías utiliza en su cántico el término "Sol" para dirigirse a Aquel que traerá la luz para los perdidos. ¿Pero que sucede ahora con algunas de las páginas protestantes o anticatólicas u otros medios como el Código da Vinci, que dicen que el sol es un símbolo pagano que los romanos adoraban y que la Iglesa "Romana" lo adoptó para darle culto al sol?...¿Por qué dicen que la Iglesia "Romana" y el Papa adora al Dio sol porque tienen sómbolos de soles en algunas capillas, catedrales o en la custodia del Santísimo?... ¡¡Porque no es por adorar al dios sol como muchos creen o hacen creer falsamente!!, sino porque esa representación o símbolos como el "sol" representa a Cristo que, como dijo Zacarías "La Visita del Sol... para alumbrar a los que se encuentran entre tinieblas."

*DE LAS MUJERES CONSAGRADAS AL SEÑOR PARA SERVIRLO EN CUERPO Y ALMA TODOS LOS DIAS DE SU VIDA.

Luego algunos dicen que porqué hay monjas o monjes en los conventos si eso no sale en la Biblia:

Jn 2, 36-37 - "Había tambien una mujer de edad muy avanzada, llamada Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Tenía ochenta y cuatro años. Después de siete años de casada, había perdido muy joven a su marido y, siendo viuda, no se apartaba del Templo, sirviendo día y noche al Señor con ayunos y oraciones.

Pero esta mujer es un caso como las mujeres que dan su vida, cuerpo y alma al señor para servirlo con oraciones y ayunos.

* EL DIABLO TAMBIEN USA DE LA PALABRA DE DIOS

Lc 4, 9-10 - "El diablo lo puso (a Jesús) sobre la parte más alta del Templo y le dijo: "Si tu eres el Hijo de Dios, tírate de aquí para abajo; porque dice la Escritura: Dios ordenará a sus ángeles que te protejan."

El día de hoy ahora cualquiera (que no tenga un Magisterio que de la única y verdadra interpretación Bíblica).. tiene biblia en la mano y te predica... y peor aún, si el diablo quizo tentar así al mismo Cristo ¿como no vamos a caer nosotros que no sabemos?.

*PEDRO

Sabemos que Pedro (como primer Papa y pasto de la Iglesia)sí recibe revelaciones y misiones especiales, por ejemplo:

Arrow Sólo él tuvo la visión del lienzo que Dios le reveló para decirle que nada de lo que creó Dios lo llame impuro (Hch 10, 10-16)

Arrow Cornelio busca a Pedro para ser bautizado (Hch 10, 19-23)

Arrow Así mismo Cornelio y otros escuchan a Pedro loq ue el Señor le ha ordenado (Hch 10, 33; 11, 13-14)

Arrow El Espíritu Santo descendió a todos los que escuchablan la Palabra de Dios por boca de Pedro (Hch 10, 44-46)

Arrow La Iglesia ora insistentemente por Pedro cuando él es encarcelado (Hch 12, 5)

(Nota: En unpasaje, Cornelio se inca frente a Pedro, pero Pedro al ver su gesto opinó que no lo hiciera puesto que le dijo que tambien es un hombre como él. Pero el gesto (que aunque Pedro se lo negó) significa que efectivamente le tenian un respeto especial a Pedro).

*LOS DIOSES NO SON LAS IMÁGENES

Hch 19, 26 - "..pero ustedes ven y oyen que no sólo en Efeso, sino en casi toda la provincia de Asia, ese Pablo convence y ha hecho cambiar a mucha gente, diciendo que no son dioses los fabricados por manos del hombre.

Luego dicen que si los católicos tenemos imagenes hechas por manos humanas, por el simple hecho de hacerlas ya son dioses. Rolling Eyes ¿Pero como es eso posible si Pablo dijo que no son dioses las imagenes que se hacen por manos de hombres? Laughing



Bendiciones en Jesus y Maria Wink

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A. Ma. Betania
Veterano


Registrado: 18 Feb 2006
Mensajes: 3747

MensajePublicado: Jue Oct 12, 2006 4:51 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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servita escribió:
Aquí dejo algunos puntos muy generales sobre los motivos que les han llevado a muchas personas el caer en alguna secta:

-Insatisfacción general en la vida.
-Baja tolerancia a la frustración.
-Descontento con la sociedad y sus normas.
-Temores para enfrentar un mundo que se presenta como caótico.
-Ausencia de propósito interno.
-Ausencia de un adecuado autocontrol.
-Necesidad de seguridad, progreso, autovaloración y poder.
-Cierta susceptibilidad a los estados de trance.
-Hallarse en estado de crisis, insatisfacción o inestabilidad a nivel de estudios, profesional, laboral, emocional, social, afectivo, etc.
-Inquietudes o especial interés por lo desconocido, esotérico y misterioso.
-Inmadurez e identidad no consolidada.
-Tendencias a la personalidad dependiente.
-Conflicto paterno o matrimonial permanente.
-Sistema familiar moderadamente disfuncional.
-Síndrome de ausencia paterna.
-Carencia de guía, dirección, control y límites paternos.
-Carencia de una atención y afectos positivos e incondicionales.
-Creer que uno no va a ser captado.

Supongo que algún anticatólico se verá identificado con algunas de ellas

Paz y Bien

SIERVO DE MARÍA

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Esther Filomena
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Registrado: 03 Ene 2006
Mensajes: 2345

MensajePublicado: Vie Oct 13, 2006 2:02 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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A menudo nos hacen a los Católicos preguntas sobre nuestra fe Católica y su relación a la Biblia. He aquí las diez preguntas más comunes y las respuestas que ayudarán a satisfacer tanto a la persona que les hace la pregunta como a ustedes mismos. Por cierto, no soy la autora de esta recopilación, solo lo encontre casi por azar en la Internet. Si alguno sabe la dirección del original, le agradecería que nos ayude a ponerla.

1.- ¿Sus creencias se encuentran en la Biblia?
Todas las creencias Católicas pueden encontrarse en la Biblia de alguna manera, ya sea simplemente o por una indicación indirecta. No es necesario de que todo esté completamente claro en las Escrituras únicamente, porque esa no es una enseñanza de la Escritura en sí.
La Escritura también señala hacia una Iglesia con autoridad y una Tradición, tal como lo indica San Pablo en su segunda carta a los Tesalonicenses: “Por lo tanto hermanos, manténganse firmes y guarden fielmente las tradiciones que les enseñamos de palabra o por carta” (2 Tes 2:15) también 1 Co 11:2; 2 Tes 3:6; 2 Tim 1:13-14; 2:2).
Cuando los primeros Cristianos tenían un desacuerdo significante, no abrían simplemente sus Biblias (las cuales ni siquiera existían en ese entonces) para decidir quién tenia razón; ellos tenían un concilio, que hacia decretos obligatorios (He 15:1-29). Los propios libros de la Biblia tenían que ser determinados por la Iglesia, y eso no sucedió hasta los finales del cuarto siglo. Por lo tanto, la tradición y la autoridad sagrada eran necesarias hasta para que nosotros podamos tener una Biblia hoy en día.

2.- ¿Por qué obedece usted al Papa?
Los Católicos creen que Jesús nombró a San Pedro como el primer líder de la Iglesia. El evangelio de Mateo tiene la indicación bíblicamás directa del papado: “Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo”(Mt 16:18-19). En base a esta declaración del propio Jesús, Pedro es claramente visto en el Nuevo Testamento como el líder de los discípulos.
Un papa puede hacer declaraciones infalibles, obligatorias bajo ciertas condiciones. Infalibilidad no significa que absolutamente todo lo que diga un Papa está libre de error.
Todos los Cristianos creen que Dios protegió a la Sagrada Escritura de error, por medio de inspiración, aunque hombres pecadores, falibles la escribieron. Nosotros los Católicos
también creemos que Dios el Espíritu Santo protege a Su Iglesia y a su cabeza de error (Jn 14:16), por medio de infalibilidad, aunque hombres pecadores, imperfectos están
involucrados en ella.

3.- ¿Por qué llama usted “Padre” a su sacerdote?
“No llamen Padre a nadie en la tierra, porque ustedes tienen un solo Padre, el que está en el Cielo” (Mt 23:9). En este pasaje, Jesús está enseñando que únicamente Dios el Padre es últimamente la fuente de toda autoridad.
Pero Él no está hablando de forma absoluta, porque de ser así, esto eliminaría hasta a los padres biológicos, el titulo “Padres de la Iglesia,” los padres fundadores de un país u organización, y así sucesivamente.
El mismo Jesús utiliza el término “padre” en Mateo (15:4-5; 19:5, 19, 29; 21:31), Juan (8:56), y varios otros lugares. En la parábola del Hombre Rico y Lázaro, Jesús realmente tiene a Lázaro utilizando la alocución “padre Abraham” dos veces (Lc 16:24, 30 – ver también He 7:2; Rom 4:12; Stgo 2:21). San Pablo también utiliza el término cuando escribe, “Pues aunque hayáis tenido 10.000 pedagogos en Cristo, no habéis tenido muchos padres. He sido yo quien, por el Evangelio, os engendré en Cristo Jesús” (1 Co 4:15 – ver también 1 Co 4:14-16), y se refiere a “nuestro padre Isaac” (Rom 9:10).

4.- ¿Por qué reza usted por los muertos?
La Biblia enseña claramente lo correcto de las oraciones por los muertos en 2 Macabeos (12:40, 42, 44-45): “Bajo la túnica de cada muerto encontraron objetos consagrados a los
ídolos de Jamnia, prohibidos por la ley a los judíos. Comprendieron entonces por qué habían muerto …[Y] rezaron al Señor para que perdonara totalmente ese pecado a sus compañeros muertos … pues si no hubieran creído que los compañeros caídos iban a resucitar, habría sido cosa inútil y estúpida orar por ellos … [O]freció este sacrificio por los muertos; para que fueran perdonados de su pecado.” San Pablo enseña esto de una manera similar: “Pero, díganme, ¿qué buscan esos que se hacen bautizar por los muertos? Si los muertos de ningún modo pueden resucitar, ¿de qué sirve ese bautismo por ellos?” (1 Co 15:29).
Esto indica oración y ayuno por los muertos. La palabra bautizo se refiere a menudo simbólicamente a penitencias (Mc10:38-39; Lc 3:16; 12:50). El apóstol Pablo también pareceestar rezando por una persona muerta, Onesíforo, en 2 Timoteo (1:16-1.

5.-¿Por qué le reza usted a ídolos (estatuas)?
Ningún Católico que conozca algo sobre la fe Católica ha adorado a alguna estatua en algún momento (tal como en la idolatría pagana). Si abrigamos la memoria de meros héroes políticos con estatuas, y aquella de los héroes de la guerra con monumentos, entonces no puede haber ninguna objeción al honrar a los santos y a los hombres y mujeres virtuosos:
“Respeten a todos, amen a los hermanos, teman a Dios y respeten al que gobierna” (1 Pe 2:17 – ver también Rom12:10; Heb 12:22-23). Las estatuas son simplemente un recordatorio visual de grandes santos y héroes de nuestra fe (Heb 11), quienes están más vivos que nosotros (2 Co 3:1, tal como es evidente por su oración: “Santo y justo Señor, ¿hasta cuando vas a esperar y a hacer justicia y tomar venganza por nuestra sangre a los habitantes de la tierra?”(Apoc 6:10 ). La intención de Dios nunca fue que los santos en el cielo fueran separados del Cuerpo de Cristo en la tierra.
Ellos están involucrados en la intercesión, tal como los santos en la tierra están y son descritos como “Innumerables son estos testigos, y nos envuelven como una nube” (Heb 12:1).

6.- ¿Por qué le confiesa sus pecados a un sacerdote?
Jesucristo le dio a sus discípulos – y por extensión, sacerdotes – el poder no solamente para “perdonar” los pecados (o sea, perdonar en el nombre de Dios), sino también de “obligar”(o sea, imponer penitencias): “Todo lo que aten en la tierra lo mantendrá atado el Cielo, y todo lo que desaten en la tierra, lo mantendrá desatado el Cielo” (Mt 18:18 – ver también Mt 16:19), “a quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, les serán retenidos”(Jn 20:23). El sacerdote sirve como representante de Diosy de su Misericordia. La confesión da un nuevo valor, confianza, y un comienzo fresco. Uno aprende humildad por esta práctica, recibe gracia adicional para poder evitar el pecado, y obtiene la seguridad del perdón que es superior a meros sentimientos. La confesión también es indicada en Mateo (3:5-6), He (19:1, y Juan (1:9).

7.- ¿Por qué adora usted a María?
Los Católicos no adoran a María. Nosotros la veneramos porque ella es la Madre de Dios el Hijo, Nuestro Señor Jesucristo. La veneración es completamente diferente de la adoración de Dios. Es el honrar a una persona, no la adoración del Dios Todopoderoso, nuestro Creador. Los Católicos creen que María es la más superior de las criaturas de Dios debido a su papel exaltado. Pero claro está, como cualquier otro ser humano, ella tenía que ser salvada por la misericordia de Dios. Ella misma dijo, “y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador” (Lc 1:47). Nosotros creemos que Dios la salvó a ella removiendo toda mancha del pecado original en el momento de su concepción (la Inmaculada Concepción). El puro hecho de que Dios tomó la carne y se hizo hombre (Jn 1:1, 14) indica que Él deseaba involucrar a los seres humanos en Su plan de salvación para el género humano. María era una persona clave para este propósito, por lo tanto esta es la razón por la cual los Católicos la honran tan altamente.

8.-¿Por qué adora usted las obleas?
Una hostia u oblea consagrada en una Misa Católica es el verdadero Cuerpo y Sangre de Cristo, no meramente pan; por lo tanto los Católicos están adorando a Jesús, no a una oblea. En el Evangelio de Juan (6:51-56), Jesús declara repetidamente que “El que come mi carne y bebe mi sangre vive de vida eterna, y yo lo resucitaré el último día”(6:54). Él está hablando literalmente, y Él es tan firme que muchos de sus seguidores objetan y Lo dejan (6:52, 60, 66).
San Pablo está de acuerdo con esta interpretación y escribe que aquellos tomando la Comunión “Por tanto, el que come el pan o bebe la copa del Señor indignamente peca contra el cuerpo y la sangre del Señor” (Co 11:27 – ver también 1 Co10:16). No pecamos contra el “cuerpo y sangre” de alguien por medio de la destrucción de una fotografía (lo cual es meramente un símbolo) de la persona.
Por otra parte, en los pasajes de la Ultima Cena (Mt 26:26-28; Mc 14:22-24; Lc 22:19 -20), nada sugiere una interpretación metafórica o simbólica. La Ultima Cena fue la fiesta judía de la Pascua. Esto involucraba un cordero de sacrificio, y Jesús se refirió a Su sufrimiento inminente (Lc 22:15-16, 18, 21-22). Juan Bautista ya Lo había llamado a Él el “Cordero de Dios” (Jn 1:29).

9.- ¿Si usted se muriera esta noche, se iría usted al cielo?

La salvación se obtiene mediante la Gracia, pero solo se puede asegurar si somos fieles y guardamos los mandamientos de Dios (Jn 2:3). Si se mueren en ese estado de gracia, tienen la seguridad del cielo. Pero para entrar al cielo, uno debe ser completamente santo, porque “nada manchado entrará en ella” (Apoc 21:27) – ver también Is 4:4; Mal 3:2-4). La limpieza y purificación de cualquier pecado restante, que nos hace aptos para la presencia sagrada
de Dios, es lo que los Católicos llaman purgatorio.
Esto está claramente indicado en las escrituras de San Pablo: “la obra de cada cual quedará al descubierto; la manifestará el Día, que ha de revelarse por el fuego. Y la calidad de la obra de cada cual, la probará el fuego. Aquél, cuya obra, construida sobre el cimiento, resista, recibirá la recompensa. Mas aquél, cuya obra quede abrasada, sufrirá el daño. El, no obstante, quedará a salvo, pero como quien pasa a través del fuego.” (1Co 3:13, 15, énfasis añadido). “Pues todos tenemos que comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir cada uno lo que ha merecido en la vida presente por sus obras buenas o malas” (2 Co 5:10, énfasis añadido).

10.-¿Está usted salvado?
Los Católicos pueden estar tan seguros como cualquier otra persona de que están en la buena gracia de Dios. El apóstol Juan dice que “Les he escrito, pues, a ustedes que creen en el Nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna” (1 Jn 5:13 – ver también Jn 5:24). Pero esta “seguridad” tiene que ser comprendida en la luz de las otras enseñanzas de Juan en el mismo libro: “Amar a Dios es guardar sus mandatos” (1 Jn 5:3, énfasis añadido – ver también 1 Jn 2:3-6), “Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca” (1 Jn 5:18, énfasis añadido). “El que ama a Dios, ame también a su hermano” (1 Jn 4:21, énfasis añadido). “En cambio quienes pecan son del diablo” (1 Jn 3:8, énfasis añadido – ver también 1 Co 6:9). Igualmente, San Pablo no considera la salvación como un evento de una sola vez, pero si como una meta para lograr, una que puede ser perdida: “Sigan procurando su salvación con temor y temblor” (Fil 2:12 – ver también 1 Co 9:27;
10:12; Gál 5:1, 4; Fil 3:11-14; 1 Tim 4:1; 5:15).


Paz y bien
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Esther Filomena
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A. Ma. Betania
Veterano


Registrado: 18 Feb 2006
Mensajes: 3747

MensajePublicado: Mar Oct 24, 2006 4:35 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
Responder citando

Andy007 escribió:
Buenas tardecitas:

Miren, tomado de una investigación ke hizo una vez A. Ma. Betania ke me pasó por e-mail. sobre la Tradición (yo se ke de aki se desglosará sobre el tema de la Tradición, y komo éstos hermanitos separados son peor ke los ídolos "tienen ojos y no ven, tampoco entienden", no aceptan ni la Tradición y ni el Magisterio, por eso tanta ekivocación por parte de ellos:

A. Ma. Betania escribió:
Dios optó por revelarse a sí mismo y darnos a conocer el misterio de su voluntad:

Que por medio de Cristo, verbo encarnado, los hombres tengamos acceso al padre en el Espíritu Santo y seamos hechos consorte de la naturaleza divina (Dei Verbum)

La Tradición de la Iglesia, orígen del Nuevo testamento y autentificadora del Antiguo ha sido siempre reconocida por la Iglesia católica como fuente de Revelación:

-Jesus hizo y dijo muchas cosas que no están escritas en los Evangelios (Jn 21, 15)

- Los apóstoles, desde el inicio proclamaron la Palabra de Jesús, vivieron y luego escribieron su testimonio. Por la vida y transmisión oral (Sagrada Tradición) y por los escrito (sagrada Escritura) jesús se hace presente en su Iglesia.

"Mantenganse firmes, guardando fielmente las tradiciones que les enseñamos de palabra y por carta" (2 Tes. 2, 25)
"Todo lo que han aprendido, recibido y oído de mí, todo lo que me han visto hacer, háganlo"(Fil 4,9)
"Lo que aprendiste de mí, confirmado por numerosos testigos, confíalo a hombres que merezcan confianza, capaces de instruir después a otros (2 Tim 2,2)

Cabe recordar un testimonio importantísimo del segundo siglo; es de San Ireneo, que vivió en los años 140-205: "En todas las Iglesias del mundo, se conserva viva la tradición de los apóstoles, pues podemos contar a todos y cada uno de sus sucesores hasta nosotros. Como sería ennumerar aquí la lista de obispos que sucesivamente han ocupado las sillas de los primeros obispos que ordenaron los mismos apóstoles, basta citar la silla de Roma, la mayor y más antigua de las Iglesias, conocida en todas partes y fundada po San Pedro y San Pablo. La Tradición de esta Sede basta para confundir la soberbia de aquellos que pos su malicia se han apartado de la verdad; pues ciertamente, la preemencia de esta Iglesia de Roma es tal, que todas las igleias que aún conservan la tradición apostólica están en todo de acuerdo con sus enseñanzas"

La tradición y la Escritura están estrechamente unidas y compenetradas; manan de la misma fuente, se unen en un mismo caudal, corren hacia el mismo fin. La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios, en cuento escrita por inspiración del espíritu Santo. La tradición recibe la Palabra de Dios, encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a sus Apóstoles, y la transmite íntegra a sus sucesores; para que ellos, iluminados por el espíritu de la Verdad, la conserven, la expongan y la difundan fielmente en su predicación. Por eso la Iglesia no saca exclusivamente de la escritura la certeza de todo lo revelado. Y así ambas se han de recibir y respetar con el mismo espíritu de devoción" (Dei Verbum 9)

La Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura de ambos Testamentos son como un espejo en el que la Iglesia peregrina en la tierra contempla a Dios" (Dei Verbum 7)

_La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios, la Sagrada Tradición es igualmente a su contemplación y al estudio. Así, la Tradición viva de la Iglesia se va enriqueciendo hasta llegar al fin de los tiempos.

_Por la Tradición la Iglesia conoce cuáles son los libros revelados (Puede establecer el "Canon" de olos Libros Sagrados), y descubre a través de la historia el mensaje propio para la vida de los hombres de cada momento y de cada cultura.

_La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios, la sagrada Tradición es igualmente la Palabra de Dios: ambas inspiradas por el Espíritu Santo, ambas interpretadas auténticamente por el Magisterio de la Iglesia.

_La Iglesia no tiene su certeza únicamente de la Escritura, la tiene también de la Tradición. Así en éste único depósito de la fe, la Iglesia vive su fidelidad al Señor y su adecuación a los diferentes tiempos.

_El Magisterio de la Iglesia (que se formó primero Antes de los Evangelios escritos o en letras) no está por encima de la Palabra de Dios, escrita y oral, sino que la sirve, enseñando solamente lo que le ha sido confiado por el señor, y lo hace con la asistencia del Espíritu Santo.

Por eso antes de que las demás iglesias que surgieron a partir de la "Reforma" de Martín Lutero, jamás alcanzaran esa plenitud como la que ha tenido la Iglesia Católica a través de los siglos.

Yo he aprendido que, si los protestantes atacan a la Iglesia por seguir una Tradición, no saben ni lo que hacen. En pocas palabras son indoctos y poco saben de historia, porque ellos incluso siguen doctrinas que la misma Iglesia católica definió, más no ellos. Un ejemplo de ello es:

1.- Para que las demás iglesias o pastores de esas iglesias digan que el Nuevo Testamento (escrito, así con sus 4 libros: mateo, Marcos, Lucas y Juan, más aparte las Epístolas y por último el Apocalipsis) es Palabra de Dios, no es porque ellos estan convencidos solos, o ellos lo digan, o porque el Espíritu Santo se los dijo al oído, o porque ellos establecieron un Canon, o porque ellos tengan la Biblia. Sino porque la Iglesia Católica lo dijo, lo prolamó y lo definió. No otra más.

2.- El orden como estan los libros del N.T lo hizo la Iglesia católica, no el protestantismo.

3.- En los concilios que hubo para esablecer el canon de las Escrituras ¿Existían los protestantes?.

4.- ¿Que criterios utilizan los protestantes para decir Evangelio escrito si y tradición no (es decir sola Escritura) si la por el Magisterio de la Iglesia esos evangelios están?.

5.- Primero fue el Magisterio, fue tomando su forma mientras la Palabra de Dios se parcticaba. Despues, mucho despues, los Evangelios escritos salieron a la Luz. Repito: Gracias a la Iglesia católica.

Espero que lo entiendas, y si tienes más dudas, me dices.


Saluditos!!


Gracias Andy por colocalo por ahi. Esto es importante

Bendiciones a todos. PAz y bien
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A. Ma. Betania
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MensajePublicado: Mie Nov 08, 2006 5:14 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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A. Ma. Betania escribió:
ICONOCLASTA
Etim.: del griego. eikon (imagen) + klaein (romper)

Herejía que rechaza como superstición el uso de imágenes religiosas y aboga por que se destruyan. Se originó con el crecimiento del Islam, religión que considera idólatras a todas las imágenes sagradas . La presión del Islam sobre los políticos precipitó la crisis.

Los iconoclastas destruían las imágenes y perseguían a quienes las venerasen.

La primera fase de los ataques ocurrieron con el emperador León el Isauriano en el año 726 y terminó con el Segundo Concilio de Nicea en el 787, el cual definió que las imágenes pueden ser expuestas y veneradas legítimamente porque el respeto que se les muestra va dirigido a la persona que representan.

La segunda fase comenzó con el emperador León V el Armenio y terminó cuando la Fiesta de la Ortodoxia fue establecida en el año 842 bajo la emperadora Teodora. San Juan Damasceno y la emperadora eran los principales defensores de las imágenes sagradas.

La Reforma Protestante reanudó los ataques contra la veneración de imágenes y reliquias por considerarla supersticiosa. El Concilio de Trento reiteró la aprobación católica a la veneración de las imágenes.
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A. Ma. Betania
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MensajePublicado: Mie Nov 08, 2006 9:24 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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CREO EN EL LAS ESCRITURAS POR LA AUTORIDAD DE LA IGLESIA CATOLICA
San Agustín de Hipona,
("En Contra de la Epistola de Mani Llamada "La Fundación" 4:5-6 [397 D.C.])

"En la Iglesia Católica, sin hablar de la sabiduría más pura, al conocimiento de la cual pocos hombres espirituales llegan en esta vida, de manera que la sepan, de la manera mas extensa, efectivamente, porque son hombres, todavía con incertidumbre (ya que el resto de la multitud de gente deriva toda su seguridad no de la agudeza de intelecto, sino de la simpleza de la fe,) - sin hablar de esta sabiduría, la cual tu no crees que está en la Iglesia Católica, hay muchas otras cosas las cuales con mucha razón me mantienen en su seno. El consenso de la gente y las naciones me mantienen en la Iglesia; así también su autoridad, inaugurada por milagros, nutrida por esperanza, engrandecida por amor, establecida por edad. La sucesión de presbíteros me mantienen en ella, empezando por el mismísimo sillón del Apóstol Pedro, a quien el Señor, después de Su resurrección, le entregó a cargo que alimente Sus ovejas [Juan 21:15-17], en sucesión hasta el episcopado presente. Y así, finalmente, también el nombre mismo de Católica, el cual, no sin razón, en medio de tantas herejías, la Iglesia ha así retenido; de manera que, aunque todos los herejes deseen llamarse Católicos, sin embargo cuando un extraño les pregunta donde se reúne la Iglesia Católica, ningún hereje se atreverá a señalarles a su propia capilla o casa. Tales son, entonces, en número e importancia los lazos preciosos que pertenecen al nombre Cristiano los cuales mantienen a un creyente en la Iglesia Católica, como con mucha razón debería ser así, aunque por la lentitud de entendimiento, o por la escasa realización de nuestra vida, la verdad no se muestre completamente por si sola. Pero contigo, no hay ninguna de estas cosas que me atraigan o me mantengan, la promesa de verdad es lo único que es ofrecido. Ahora si la verdad puede ser tan claramente probada a tal punto de no dejar posibilidad de duda, debe ponerse ante todas las cosas que me mantienen en la Iglesia Católica; pero si solamente esta la promesa sin ninguna realización, nadie me va a mover de la fe que ata mi mente con tantos lazos tan fuertes a la religión Cristiana.

[...] Si tu te encuentras con una persona que no cree aun en las Escrituras, ¿Como le contestarías si esta te dice que no cree? Por mi parte, no creeré en las Escrituras a menos que la autoridad de la Iglesia Católica me mueva a ello. Así que cuando aquellos en cuya autoridad yo he aceptado creer en las Escrituras me dicen que no crea en Maniqueo, ¿Que mas puedo hacer sino aceptarlo?. Escoge. Si tu dices, cree a los Católicos: Su consejo para mi es que no ponga mi fe en lo que tu dices; así que, creyéndoles, soy prevenido de creerte; - Si tu dices, No creas a los Católicos: Tu no puedes con rectitud utilizar las Escrituras para traerme a la fe en Maniqueo; porque fue bajo el mandato de los Católicos que yo creí en las Escrituras. - Nuevamente, si tu me dices, estabas en lo correcto al creer a los Católicos cuando ellos te dijeron que creas en las Escrituras, pero estabas equivocado al creer su vituperaciones en contra de Maniqueo: ¿Me crees tan tonto como para creer lo que a ti te da la gana y no te da la gana, sin ninguna razón? Así que es por eso más justo y más seguro, habiendo puesto a primera instancia mi fe en los Católicos, no ir a ti, hasta que, en ves de que me insistas que te crea, me hagas entender algo de la manera mas clara y abierta. Para convencerme, entonces, tienes que poner de lado las Escrituras. Si mantienes las escrituras, yo me apegaré a aquellos quienes me mandaron a creer en las Escrituras; y, en obediencia a ellos, no te creeré en lo absoluto. Pero si por casualidad tienes éxito en encontrar en las Escrituras un testimonio irrefutable del apostolado de Maniqueo, debilitarías mi consideración para con la autoridad de los Católicos quienes me dicen que no te crea; y el efecto de esto será, que yo no creeré mas en las Escrituras tampoco, porque fue a través de los Católicos que yo recibí mi fe en ellas; y así lo que sea que me traigas de las Escrituras no tendrá mas peso para conmigo. Así que, si no tienes una prueba clara apostolado de Maniqueo encontrada en las escrituras, yo creeré a los Católicos en ves de a ti. Pero si tu encuentras, de alguna manera, un pasaje claramente a favor de Maniqueo, no les creeré ni a ellos ni a ti: ni a ellos, porque ellos me mintieron con respecto a Maniqueo; ni a ti, porque me estas citando esas Escrituras en las cuales he creído bajo la autoridad de "esos mentirosos". Pero lejos de que yo no vaya a creer en las Escrituras; creyendo en ellas, no encuentro nada en ellas que me haga creerte a ti."

(San Agustín de Hipona. "En Contra de la Epístola de Mani Llamada "La Fundación" 4:5-6 [397 D.C.])

San Agustín creía y CONFIABA en la autoridad de la Iglesia Católica ¿que tanto alegan en el post de "San Agustin y la asunción de María"?.. el hecho de que San agustin no hable al respecto, no quiere decir que la asunción sea un dogma no definido en tiempos de éste santo. Sin embargo recordemos que el Espíritu Santo inspira a las personas de acuerdo al trabajo que se dediquen.

¿A qué se dedicaba san Agustín a aceptar la autoridad de la Iglesia o a negar las doctrinas?... o por que no escribió sobre algun dogma en especial ¿me dice que ese dogma no existió o que lo está negando?.

Paz y bien
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TITO
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MensajePublicado: Dom Nov 12, 2006 4:58 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Traduccion que hizo el buen Asterix ( Favor de pinchar el link):

EL TENEBROSO MUNDO DE CHICK
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Ultima edición por TITO el Dom Nov 19, 2006 7:41 pm, editado 2 veces
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MensajePublicado: Lun Nov 13, 2006 5:15 am    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Very Happy Ahh igual visiten este sitio http://www.defiendetufe.org/RespuestasCatolicas.htm creo que muy bueno ese libro... ami me ah ayudado mucho a entender y comprender muchas dudas que tenia Wink
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A. Ma. Betania
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MensajePublicado: Mar Nov 14, 2006 7:59 pm    Asunto:
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LINKS DE ALGUNOS TEMAS


Criterios para una interpretación de la Biblia conforme al Espíritu que la inspiró


RIQUEZAS DEL VATICANO

TRADICIÓN Y TRADICIONES - ¿Lós católicos se aferran a tradiciones?

DESARROLLO DEL CANON DE LAS ESCRITURAS
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A. Ma. Betania
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MensajePublicado: Mar Nov 14, 2006 9:01 pm    Asunto:
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FUNDAMENTO BÍBLICO E HISTÓRICO DE LA IGLESIA CATÓLICA-"para conocer la historia del cristianismo, es necesario dejar de ser protestante"

LOS SANTOS Y LAS RELIQUIAS EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS

LA NUEVA ERA: RELIGIÓN NEOPAGANA DEL SIGLO XXI

LA VIRGINIDAD DE MARÍA A LA LUZ DE LA VERDAD BÍBLICA

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL CELIBATO SACERDOTAL

ATACAR A LA IGLESIA!: QUÉ ESTUPIDEZ

Diez mitos sobre la pedofilia de los sacerdotes

¿SECTAS DENTRO DE LA IGLESIA?

LOS ATAQUES DE LA IGLESIA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
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TITO
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MensajePublicado: Mar Dic 19, 2006 3:51 am    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Explicando el dogma de la Inmaculada Concepción a un protestante.



Estimado hermano en Cristo, el motivo de estas líneas es darte una explicación sobre alguna de las razones teológicas que llevaron a la Iglesia Católica a proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción de la Madre de nuestro Señor Jesucristo. Aunque en realidad el dato no añade nada a lo que voy a exponerte, déjame que te diga que conozco todos y cada uno de los argumentos que te hacen rechazar ese dogma, pues yo mismo los sostuve hace años cuando, siendo protestante evangélico, me dedicaba a contradecir las doctrinas católicas en Internet. Mas la gracia de Dios pudo más que mi obcecación en agarrarme al libre examen de las Escrituras para seguir negando uno de los dogmas que, aunque te parezca mentira, más gloria da a Dios.

Tú y yo creo que coincidimos en aceptar la doctrina cristológica que nos viene dada de la Revelación y los concilios ecuménicos del primer milenio de la Cristiandad. Las misma enseña que Cristo, siendo una sola persona, es verdadero Dios y verdadero hombre. Por tanto, en su única persona coexisten la naturaleza humana y la divina. Esto pudo ser así gracias al milagro de la Encarnación.

Aunque hay matices dentro del mismo protestantismo sobre el alcance del pecado original, es igualmente cierto que todos los protestantes coinciden con la Iglesia Católica en la existencia de dicho pecado que afecta a todos y cada uno de los seres humanos desde la caída de nuestros primeros padres. Es decir, desde el mismo instante de la concepción, cuando Dios pone el espíritu del hombre en ese embrión recién engendrado, esa criatura humana contrae (no comete) el pecado original.

Cristo no contrae el pecado original por una doble razón: La unión hipostática del Hijo de Dios con el Padre y la condición de Inmaculada y llena de gracia de su Madre. Siendo Cristo una sola persona (y no dos como sostenían los nestorianos) no podía ser que el pecado anidara en su naturaleza humana de ninguna de las maneras posibles: o por generación (pecado original) o por comisión. Era conveniente pues que la virgen que habría de ser madre del Verbo hecho carne estuviera libre de pecado. Y como en ella no se daría la circunstancia de la unión hipostática con la divinidad, la única forma de que fuera libre de todo pecado era el derramamiento de la gracia divina sobre ella de una forma extraordinaria. Sólo de esa manera podía el Verbo divino encarnarse en un ser humano, su madre, puro y santo. De otra manera, la santidad divina del Hijo de Dios habría arrasado la carne de la que habría de tomar su propia carne. Habría consumido la naturaleza humana de la que habría de tomar su naturaleza humana.

María, como todo ser humano, debería haber contraído el pecado original. Y en condiciones normales, debería de haber pecado como todos los hombres, salvo los que no han alcanzado el uso de razón, pecan. Pero María no fue creada para ser un ser humano como los demás. Fue creada para ser la Madre del Salvador. En toda la historia de la Creación no hay criatura alguna llamada a desempeñar esa tarea. Y de esa condición de excepción extraordinaria parten todas las gracias que Dios derramó sobre ella. Tanta gracia dio Dios a María que el ángel de la Anunciación no pudo por menos que llamarla Kejaritomene (llena de gracia o agraciada). Tú sabes, estimado hermano en Cristo, que cuando en la Escritura se da un nombre especial a alguien, dicho nombre está señalando un aspecto esencial de la persona que lo recibe. Pues bien, el nombre de María en la Encarnación es el que te he mencionado. Y la Iglesia de Cristo ha entendido que dicho nombre indica cuál es la condición de María desde su misma concepción.

Por tanto, resumamos. Cristo es sin pecado porque es Dios y Dios, obviamente, no puede pecar. María fue redimida del pecado original en su concepción y llena de gracia para no pecar porque de ella había de tomar la carne el Verbo. Y si, como también dice la Escritura, para ofrecerse vicariamente por nosotros el Verbo no habría de tener nada que ver con el pecado, el seno materno donde se encarnó debía de ser el de una mujer sin pecado. No es tan complicado de aceptar. Es fruto de lo que dice la Escritura. Lutero así lo creyó incluso después de ser separado de la Iglesia, cuando ya era sola-escriturista. El dogma de la Inmaculada Concepción es un canto a la gracia de Dios operante en María. Los católicos así lo vemos, lo entendemos, lo aceptamos y lo proclamamos para mayor gloria de Dios.

Querido hermano, María, con todo lo bendita que es, con todo lo Inmaculada que es, con todo lo digna de honra que es, no deja de ser una criatura. Por tanto hay un abismo insondable entre ella y su Creador. Y no hay ni un solo privilegio que ella tenga que no le venga dado de su condición de esclava de Dios y Madre del Salvador. Por ello los católicos sabemos que honrar a María da gloria a su Hijo. Sabemos que amar a María es fruto del amor por su Hijo. Sabemos que bendecir a María es bendecir a su Hijo y que eso es fruto del Espíritu Santo obrando en nuestras vidas. Y sabemos que cuanto más se la honra, más se la ama y más se la bendice, más gloria recibe el Dios que es su Padre, el Dios que es su Hijo y el Dios que la cubrió con su gloria que es el Espíritu Santo.

Solo Dei gloria

Luis Fernando Pérez Bustamante



Nota de TITO:

A poco creen que iba a desperdiciar este post....

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A. Ma. Betania
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MensajePublicado: Jue Dic 21, 2006 8:26 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Un falso mito de San agustín sobre el primado de Roma

Por José Miguel Arráiz
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TITO
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MensajePublicado: Dom Dic 24, 2006 5:54 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Intercesion de los santos explicada por Dave Armstrong.

El Cuerpo Místico de Cristo, de acuerdo al Catolicismo y a la Tradición Universal Cristiana antes de la llegada le Protestantismo en 1517, tiene tres niveles de existencia, y comunicación y cooperación ( en diferentes grados ) ocurre entre todos ellos.

Los que se encuentran en la tierra invocan las oraciones de los santos en el cielo, les dan honor como Cristianos glorificados y buscan imitarlos. También piden por las almas en el purgatorio.
Los que se encuentran en el cielo piden por los santos en la tierra y en el purgatorio.

Aquellos en purgatorio pueden invocar a los santos en el cielo y piden por nosotros que luchamos contra el mundo, la carne y el diablo. Los protestantes se inclinan a pensar que no existe evidencia Bíblica para la Comunión de los Santos.


Pero en las Biblias Protestantes existen suficientes pruebas.:

1.-Apocalipsis 1:4 "Juan a la siete iglesias que se encuentran en Asia: Gracia {sea} a ustedes, y paz, de el que es, y que fue y que vendrá; y de los siete Espíritus que se encuentran delante de su trono."{cf. Ap 3:1, 4:5, 5:6}

Los siete ángeles participan con Dios al dar "gracia" y "paz", un principio anatema para los Protestantes.
Ciertos comentadores Protestantes, sabiendo aquí de cierta dificultad en su posición, buscan redefinir los "siete Espíritus" como el Espíritu Santo.

Otros comentadores aceptan estos espíritus como los siete arcángeles de la angelología Judía, como realmente ellos parecen ser.

2.-Apocalipsis 5:8 y 8:3-4 "Cuando tomo el libro, los cuatro Animales y los veinticuatro Ancianos se postraron ante el Cordero, cada uno con una citara y copas de oro llenas de perfumes {son las oraciones de los santos}."

"Otro ángel vino y se puso delante del altar, con un incensario de oro; se le dieron muchos perfumes, para que los ofreciera, con las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que esta delante del trono. (4) El humo de los perfumes subió, con la oración de los santos, de la mano del ángel a la presencia de Dios."

Los santos (los 24 ancianos son usualmente identificados como los Cristianos fallecidos) y los ángeles ponen las oraciones de los Cristianos en la tierra a los pies de Dios; esto es, ellos estas pidiendo por nosotros y actuando como intercesores intermediarios.

Esto es idéntico a la enseñanza Católica.

Los Comentaristas Protestantes tienen dificultad para dar una versión diferente de lo que aquí esta ocurriendo,colando el mosquito, racionalizando y jalando de los pelos.

Es cómico encontrar que constantemente esos comentaristas Protestante mantienen vehementemente que la perspectiva Católica no es definitivamente enseñada en ningún verso Bíblico en particular, mientras raramente ofrecen una explicación alternativa plausible o coherente!

El Protestantismo acepta el superior conocimiento de los ángeles y su habilidad para entender e influenciar nuestros pensamientos (mire 1 Cor 4:9), pero ilógicamente niegan que podamos pedirles su ayuda, ya que ellos construyen una dualidad falsa donde la invocación de cualquier ser además de Dios es de alguna manera siempre y necesariamente idolatría.

Aquí, en estos pasajes, los santos en el cielo ejercen la misma función que los ángeles.

Mas aun, si nosotros no podemos pedir a ningún tipo de ser por su intercesión, parecería que tampoco podríamos pedir unos por los otros, ya que la "invocación" de un santo o ángel significa simplemente pedirles que pidan a Dios, no como seres que son capaces de responder las oraciones por ellos mismos.

El argumento Protestante, entonces, debe de ser descartado.

3.-Apocalipsis 6:9-10"Cuando el cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los inmolados a causa de la palabra de Dios y del testimonio que tenían que dar. (10) Gritaban con voz potente diciendo "Hasta cuando, Señor santo y veraz, dejaras de juzgar nuestra sangre sobre los habitantes de la tierrra?"" {cf. Zac. 1:12}

Estos mártires es el cielo están expresando lo que es conocido como "oraciones imprecatorias", rogando a Dios juzgamiento de los malvados y la vindicación de los justos (e.g., mirar Salmo 35,69,79,109,139; Jer. 11:18 ss.; 15:15 ss.; 18:19 ss.; Jesús en Mt. 26:53). por lo tanto, los santos en el cielo están pidiendo por los Cristianos en la tierra, y, por extensión lógica, se les pueden pedir oraciones.

Ellos tienen conocimiento de los eventos que pasan en la tierra (Heb. 12:1), y están mas concientes, sin duda son mas justos (Jas 5:16), y obviamente están mas cerca de Dios que nosotros.

Ellos no necesitan poseer omnisciencia para escuchar nuestras oraciones, solamente estar fuera del tiempo.

Tiene el mismo sentido pedir sus oraciones que el pedírselas a cualquier persona en la tierra.
En realidad, la oración en el cielo fue respondida por Dios quien sostiene el final de tiempo (8:1-5).

Por lo tanto, si las oraciones de los Cristianos en el cielo son tan importantes en este caso, uno solo se puede imaginar su inmenso peso en el esquema global de las cosas.

4.- Mateo 18:10 "tengan cuidado de no despreciar ni siquiera uno de estos pequeños; por que yo les digo, Que en el cielo sus ángeles siempre contemplan la cara de mi Padre que esta en cielo." La noción de que cada persona tiene su propio ángel de la guarda, quien tiene acceso directo a Dios, es fuertemente implicada.

Si Jesús dijo que El podría haber pedido la asistencia de un ángel (Mt26:53) - y ciertamente El no lo estaría adorando por hacer esto - Entonces nosotros, que necesitamos su ayuda mas infinitamente que El, podemos hacer lo mismo sin necesariamente cometer idolatría (cualquier cosa se puede convertir en un ídolo si nosotros lo permitimos).

Tampoco deberían los Protestantes comparar la Intersección de los Santos con la comunicación con espíritus diabólicos por medio de un médium u otras técnicas ocultistas.

Esto no tiene sentido. La Comunión de los Santos no es nada mas que el reconocer que los Santos después de la muerte (y ángeles) están mas vivos que nosotros, conscientes de lo que ocurre en la tierra, deseosos de ayudarnos, en posibilidad de pedir ayuda y asistirnos con sus oraciones e intercesión.


Publicado en The Catholic Answer, Nov/Dec 1998
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Ultima edición por TITO el Dom Dic 24, 2006 6:26 pm, editado 2 veces
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TITO
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MensajePublicado: Dom Dic 24, 2006 6:06 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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El famoso HASTA (explicando un semitismo).

Mat 1:25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.



Ese "hasta" solo implica que desde que Jose la lleva a su casa ( Mateo 1:25), hasta que nace Jesus (Mateo 1:26), Jose no tuvo relaciones sexuales con Maria, pues vemos que recibe a su mujer antes de que nazca Jesus, ese "hasta" en los semitismos que se usan la Biblia no significa que despues si hubo relaciones, pues lee:

2 Samuel 6:23 Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte.

Entonces, si tomamos la palabra hasta, en el sentido que algunos le quieren dar, Mikal tuvo hijos despues de muerta!!!!!



En Hebreos 1 vemos una frase interesante aplicada a Jesus, con el uso de HASTA:

13 Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?


¿Quiere decir ese hasta que despues de poner a esos enemigos como estrado a los pies de Jesus, Dios lo va a retirar de su diestra?




Tambien hay otro caso del uso del "hasta" que desgraciadamente en la Reina Valera fue traducido dandole otro sentido y hasta suprimido, te puedo citar la Biblia de Jerusalen, pero creo que no aceptarias esa version, por lo que te pongo otra protestante en donde aparece la traduccion con el hasta, como esta en el griego:



LUCAS 2: (VERSION INTERNACIONAL)
36Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Era muy anciana; casada de joven, había vivido con su esposo siete años,
37 y luego permaneció viuda hasta la edad de ochenta y cuatro.


O SEA QUE SE CASO DESPUES DE CUMPLIR LO 85?

Tambien hay otro pasaje en el uso del "hasta" :

Mateo 28:20
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, HASTA el fin del mundo. Amén

Ahora siguiendo con su logica, ¿Quiere decir que Jesus despues del fin del mundo, ya no va estar con nosotros?

Todo lo que esta pasando en estos ejemplos solo implica que el hasta como se usa en la Biblia solo remarca una situacion, en un momento determinado, que no necesariamente puede transportarse hacia un futuro.

En el caso de Mateo solo implica que entre el que Jose recibe a Maria como mujer y el nacimiento de Jesus, no hubo relaciones, pero el hasta no nos transpota a una situacion futura.

Lo mismo el hasta de Hebreos, ahi no se da a entender que Jesus sea quitado de la diestra de Dios, o que Ana se haya casado, o que Jesus solo estara con nosotros hasta el fin del mundo y despues nos deseche.

El querer especular de mas en la interpretacion de la Biblia nos lleva a tremendos errores y hasta diria no abusos sino aberraciones para afianzar una argumentacion equivocada sobre un sencillo HASTA.
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TITO
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MensajePublicado: Dom Dic 24, 2006 6:08 pm    Asunto:
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Jose Miguel Arraiz estudia a mas profundidad el termino hasta:

“Y no la conocía hasta que ella dio a luz un hijo, y le puso por nombre Jesús.” Mateo 1,25

Ciertamente conocer se refiere a relaciones sexuales, eso no se discute. Pero aquí es importante aclarar que decir que no la conocía hasta no quiere decir que después si la conoció, sencillamente no especifica nada después. Hay que ser honestos con la Biblia y no hacerla decir lo que no dice. Aquí sencillamente el evangelista quiere hacer énfasis y dejar bien claro que Jesús nació sin intervención de José, y que no la tocó hasta su nacimiento, pero en ningún momento afirma que después si la tocó.

La palabra utilizada aquí para hasta es la palabra griega “EWS”.


Hay muchos pasajes en donde esta misma palabra es utilizada que nos pueden ilustrar que hasta no implica un cambio posterior de estado, entre estos tenemos:

“Mira que yo estoy contigo; te guardaré por doquiera que vayas y te devolveré a este solar. No, no te abandonaré hasta haber cumplido lo que te he dicho.»” Génesis 28,15

Aquí Dios promete a Jacob no abandonarle hasta cumplir las promesas que le ha hecho, pero no está diciendo que si le abandonará después de cumplirlas. ¿Por que aquí sencillamente el pasaje no se limitó a escribir "No te abandonaré"?. Sencillamente porque quería hacer énfasis en que Dios no abandonaría a Jacob antes de cumplir sus promesas, pero no estaba afirmando abandonarle después. Así mismo en Mateo 1,25 el evangelista no estaba afirmando que José conoció a María después de dar a luz, sino que estaba haciendo énfasis en que Jesús nació sin intervención de José.

Otro ejemplo claro lo vemos en el siguiente pasaje:

“Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»” Mateo 28,20


¿Esto significa que Jesús no estará con nosotros después del fin del mundo? No, el pasaje no está diciendo eso, solo esta haciendo especial énfasis en que no nos abandonará hasta el fin del mundo.

En el siguiente pasaje vemos como se afirma que la hija de Saúl no tuvo hijo hasta el día de su muerte.

“Y Mikal, hija de Saúl, no tuvo ya hijos hasta el día de su muerte.” 2 Samuel 6,23

¿Por qué no se escribió sencillamente "no tuvo ya hijos"?, ya que ¿Es que Mikal tuvo hijos después de muerta? No, no tuvo hijos, sencillamente quien escribe quiere hacer énfasis especial en que no tuvo más hijos.

Veamos otro ejemplo:

“= De David. Salmo. = Oráculo de Yahveh a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies.” Salmo 110,1

“Pues David no subió a los cielos y sin embargo dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies.” Hechos 2,34-35

¿Qué quiere decir en este caso “ews”? ¿Significa que Jesús ya no sigue ni seguirá sentado a la diestra del Padre, después que sus enemigos caigan?

Ahora detengámonos aquí con los ejemplos para no agobiar con citas, pero se pueden encontrar otros ejemplos del uso de la palabra "hasta" (EWS) sin cambio posterior de estado en:

Génesis 8,5 y 49,10;
1 Timoteo 4,13 y 6,14;
Romanos 8,22;
Filipenses 1,5.

Ahora hemos visto que Mateo 1,25 no implica que José conoció a María, ahora probaremos que no la conoció.

Comencemos por notar la forma llamativa en que el ángel se refiere a María cuando habla con José:

“Después que ellos se retiraron, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.» El se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: = De Egipto llamé a mi hijo. =” Mateo 2,13-15

Notemos aquí un pequeño detalle. Para todos siendo María la esposa de José es considerada su mujer, y aunque María es legalmente "su mujer" y es llamada así incluso antes de que convivieran en Mateo 1,20) aquí el ángel se refiere a ella como la madre del niño.

Para verlo más claro tomemos como ejemplo como el ángel se refiere a Lot y su mujer en el antiguo testamento en una situación similar:

“Al rayar el alba, los ángeles apremiaron a Lot diciendo: «Levántate, toma a tu mujer y a tus dos hijas que se encuentran aquí, no vayas a ser barrido por la culpa de la ciudad.»” Génesis 19,15

Notemos que cuando los ángeles hablan con Lot le dicen: "Toma a tu mujer y tus hijas", pero con José dice el ángel "Toma al niño y a su madre". Cosa que sería una manera impropia de expresarse ya que la mujer era considerada pertenencia del varón, pero aquí la llama "su madre" a pesar de que podría haber dicho "toma al niño y a tu mujer".

Podemos ver que cuando José la toma por mujer sencillamente está aceptando hacerse cargo de su cuidado y del cuidado del niño.

Ahora, si José conoció a María luego de nacer Jesús, cabría preguntarse ¿Cuándo? ¿Un día después de la purificación? ¿Un año después del nacimiento de Jesús? ¿Dos? ¿Tres quizá? Veamos:

En el destierro de la sagrada familia a Egipto y después de la muerte del rey Herodes, un ángel se le aparece en sueños a José ordenándole que regrese a Israel con María y el niño (Mateo 2,19-20). Ahora bien, se estima que el Mesías nació en el año 747 de la fundación del imperio romano, siete años antes de nuestra era actual; y el rey Herodes el grande murió en la primavera del año 750, es decir, en el año 4 A.C. Por tanto, ¿No es extraño que luego de pasar de dos a cuatro años, hubiera sido tiempo más que suficiente para que José y María hayan decidido tener alguno de los "cuatro hermanos" y otras "hermanas" del Señor (Mateo 13,55)?.

Pero vallamos más allá todavía, en la infancia de Jesús, específicamente a la peregrinación a Jerusalén:

“Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca. Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.” Lucas 2,41-47

En el pasaje anterior no solo no se mencionan otros hijos, sino que el hecho de que María participara en la peregrinación a Jerusalén todos los años es indicativo claro de que no tenía más hijos, ya que la mujer en estos casos quedaban exentas de la peregrinación y permanecían dedicadas al cuidado de los pequeños. ¿Es posible que María pudiera viajar todos los años hasta que Jesús tuviera 12 años si en verdad hubiera tenido los 4 hijos varones más las 3 hijas hembras que algunos le quieren asignar? Realmente no es posible

¿Cuándo conoció entonces José a María? ¿Luego de que Jesús tuvo 12 años?

Tampoco, incluso luego, tenemos otra evidencia de que José no conoció a María, al pie de la cruz:

“Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.” Juan 19,26-27

Jesús ve que su madre quedará sola y la encarga al cuidado de Juan, el discípulo amado. Más, si Jesús hubiera tenido otros hermanos no era necesario (ni legal) que Juan lo hiciera. Realmente si Jesús hubiera tenido hermanos, estos eran los que según la costumbre judía se encargarían del cuidado de su madre y no un no-miembro de la familia, aunque fuera "el discípulo amado"
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TITO
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MensajePublicado: Lun Dic 25, 2006 9:04 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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La Virgen Maria antes que Cristo????


Es frecuente que nuestros amigos evangelicos ex-catolicos digan que una de las causas que les abrio los ojos fu percatarse que en el catolicismo la Virgen Maria esta antes que Cristo.

Bueno, a lo mejor en lo que ellos creyeron que es el catolicismo puede que si, ya sea por confusion, ignorancia o malinformacion, pero para despejar la duda veamos que dice la doctrina oficial de la Iglesia en su catecismo:

II EL CULTO A LA SANTÍSIMA VIRGEN

971“Todas las generaciones me llamarán bienaventurada” (Lc 1, 4: “La piedad de la Iglesia hacia la Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano”.
La Santísima Virgen “es honrada con razón por la Iglesia con un culto especial.
Y, en efecto, desde los tiempos más antiguos, se venera a la Santísima Virgen con el título de ’Madre de Dios’, bajo cuya protección se acogen los fieles suplicantes en todos sus peligros y necesidades... Este culto... aunque del todo singular, es esencialmente diferente del culto de adoración que se da al Verbo encarnado, lo mismo que al Padre y al Espíritu Santo, pero lo favorece muy poderosamente”; encuentra su expresión en las fiestas litúrgicas dedicadas a la Madre de Dios y en la oración mariana, como el Santo Rosario, “síntesis de todo el Evangelio”.

Asi que amigo evangelico si tu pensabas que en la Iglesia Catolica se adora a Maria estabas malinformado.
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TITO
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MensajePublicado: Lun Dic 25, 2006 11:30 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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La Inmaculada concepcion.

Hay tres argumentos bíblicos que muestran este dogma:

1- La Santidad absoluta de Dios.
2- Las figuras del Antiguo Testamento referidas a María.
3- El saludo del ángel Gabriel, el día de la Anunciación.


Paso a explicarme:

1- La Santidad absoluta de Dios

Esta prueba ya la he desarrollado en este mismo foro con anterioridad, por o cual es conocida ya por ustedes. Sin embargo, la repetiré para que quede la explicación en este mismo epígrafe.

En Éxodo 3, 5 leemos: ”Yahvé dijo: Quita las sandalias de tus pies, que el lugar donde estás es tierra santa”.

Según el Éxodo, el lugar donde Dios habla y se manifiesta es un lugar santo, y lo más revelador, no puede ser tocado por nada profano. Moisés no podía mezclar el polvo de la tierra profana con el polvo del lugar donde Dios estaba hablando....por que la presencia de Dios santifica. Cristo es Dios, y su presencia también santifica, entonces, ¿Cómo iba a mezclarse el pecado en el vientre que había contenido la carne del Dios Unigénito?? Según el Éxodo, eso no podía ser, por que lo que Dios toca directamente, es para Él.

Números 4, 15: ”Cuando Aarón y sus hijos hayan acabo de cubrir el santuario y sus utensilios todos y se levante en campamento, vendrán los hijos de Caat para llevarlos, pero sin tocar las cosas santas” no sea que mueran

Dios mismo prohíbe que manos no consagradas toquen los utensilios que servían para su culto, ya que solo debían ser tocados por los sacerdotes...¿Cómo iba a permitir Dios que el vientre que había sido tocado por el Sumo y Eterno Sacerdote Jesús fuera tocado por Satanás?

1 Samuel 5, 1 y siguientes El texto es muy largo, pero en resumen: Los filisteos capturan el arca de la alianza y la ponen delante de Dagón, pero dagón cae de su altar ante el arca, y los filisteos son castigados con plagas.

Veamos algo: Si el Arca del alianza que contenía el maná, las tablas de la Ley y la vara de Aarón ( las tres son figuras de Cristo no toleraba estar cerca de profanos y pecadores...¿Cómo el vientre de María que contuvo a Cristo, pan bajado del cielo, Jesús Palabra del Padre, Jesús Sumo y Eterno Sacerdote, iba a estar en contacto con el pecado

Recordemos que el Antiguo Testamento es solo el anuncio y el Nuevo es el cumplimiento y su plenitud. Por lo tanto, la santidad de Dios se nos revela más plena en el Nuevo, con la Encarnación de Cristo.

En Lucas 19, 45-48 leemos que Jesús expulsó a los mercaderes del Templo...por que el Templo es la casa de oración. En el Nuevo Pacto, el Templo es Jesús mismo:

Juan 2, 19-21 “Destruid este templo que en tres días lo levantaré...pero Él habla del Templo de su cuerpo”

Si Jesús expulsó a hombres pecadores del Templo del Antiguo Testamento, por ser éste sagrado...¿Cómo es posible que el pecado habitara en el mismo lugar en que estuvo el Sagrado y definitivo Templo de Dios, que es Cristo???

Mateo 9, 20-23: “Entonces una mujer que padecía flujo de sangre hacía doce años, se acercó por detrás y le tocó la orla del vestido, diciendo para sí misma: Con solo que toque su vestido quedaré sana...”

Mateo 14, 36: ”Suplicándole que les dejase tocar siquiera la orla de su vestido, y todos los que le tocaba quedaban sanos”

He aquí un hecho: Los vestidos de Jesús, estaban “santificados”, ¿Qué de aquel vestido que durante 9 meses albergó al Dios Eterno?



2. Las figuras marianas en el Antiguo Testamento.

Principalmente tres:

a. Eva

María está prefigurada en Eva, la madre de nuestra raza. (Hay que recodar que los tipos son solamente sombras de los antitipos del Nuevo Testamento). María es nuestra madre por ser la madre de la Iglesia cuerpo de Cristo (Ap 12, 17). Lo que Eva perdió por desobedecer, María lo corrigió por su fe: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra (Lc 1, 3. Mientras la serpiente venció a Eva (Gn 3, 13), Dios protegió a María de su mordedura: Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto... (Ap 12, 13-16).

b. La enemistad entre la Mujer y su simiente y la Serpiente
Vemos en Génesis algo muy importante: dice la simiente suya (la simiente de la mujer) (3, 15), y la palabra griega en la versión de la Setenta es SEMENOS (semen en castellano). Entonces, ya que una mujer no tiene semen, la única mujer a quien se podría referir es a María, cuyo hijo fue concebido sin hombre, porque las demás personas nacen de mujer y hombre, de quien viene el semen. Génesis nos dice que existiría entre la mujer y la serpiente una enemistad completa y que la mujer iba a herir a la serpiente: Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya. Esta mujer (María prefigurada) está en enemistad total con el diablo. No existiría tal enemistad total si María hubiese pecado como pecó Eva. No son socios. La serpiente es fuente de todo pecado y maldad. Al fin y al cabo es Dios quien hace que María no peque: YO PONDRÉ enemistad entre tú y la mujer (Gn 3, 15).

Tabernáculo y Arca de la Alianza

También María es el Nuevo Tabernáculo. El primer tabernáculo fue detalladamente construido según Éxodo 25, 9 y 39, 42-43 para ser perfecto y sin mancha (2 Cr 7, 2). Esto prefigura a María. La gloria de Dios cubrió y llenó el primer tabernáculo (Ex 40, 34-3. Comparar esto con las palabras de Gabriel en Lucas 1, 35 donde María está cubierta con esta gloria, sobre ella bajó la gloria del Espíritu Santo.

Hay un paralelismo entre Lc 1, 35 y Ex 40, 34-35. La fuerza del paralelismo está aquí: Como la nube que envuelve la tienda de la reunión significa que el interior de la morada está lleno de la gloria del Señor, así el poder del Espíritu que desciende y cubre con su sombra a María hace que su seno quede lleno de la presencia de un ser que será Santo e Hijo de Dios. La punta de los paralelos señalados está en la equivalencia entre "la gloria del Señor" por una parte y los apelativos Santo e Hijo de Dios por otra. El niño que deberá nacer de María será de naturaleza divina.

María fue prefigurada como el tabernáculo perfectamente construido sin mancha. La traducción de los Setenta (LXX) utiliza la misma palabra y habla de la misma manera de María (el poder del Altísimo la llena en Lc 1, 35) como lo que pasó con el tabernáculo (Ex 40, 34-35).

Es claro también que Lucas quiere que veamos a María como otra arca de la alianza también construida perfectamente. Comparar también segunda de Samuel (6, 9), vemos que David dice algo semejante a lo que dice Elizabeth a María (en Lc 1, 43): ¿Cómo ha de venir a mí el arca de Yahvé?; David salta frente al arca (2 S 6, 14) como saltó de alegría Juan el Bautista frente a María (Lc 1, 44) la Nueva Arca de la Nueva Alianza que contiene a Jesús el verdadero pan de cielo (el primer arca contenía el maná). Y no es por casualidad que del arca se dice que estuvo en casa de Obed-edom geteo tres meses (2 S 6, 11), igual que se dice de María: Y se quedó María con ella como tres meses (Lc 1, 56). Así se encuentra este enlace entre el arca construida perfectamente y María en el libro del Apocalipsis: Y el tempo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo Apareció en el cielo UNA GRAN SEÑAL: una mujer vestida del sol... (Ap 11, 19-12,1).

3- El saludo del ángel Gabriel, el día de la Anunciación

Probablemente otros foristas tocarán el punto del “kecharitomene" y su relación con la Virgen María y su Inmaculada Concepción. Yo no lo haré, sino que dejaré que quien lo quiera explicar, lo explique. Yo haré uso de otra palabra del ángel el día de la anunciación, y que en cierta medida encierra este dogma.

El ángel Gabriel le dice a María:

“ Jaire kecharitomene", “Alégrate, llena de gracia”.

Jaire, que significa alégrate, es la forma como Dios quiso que se saludara a María, y no por un simple formalismo ni por etiqueta, sino por que Dios quiere demostrarnos algo: María es la Hija de Sión profetizada siglos antes por tres santos profetas: Sofonías, Joel y Zacarías.

Joel 2, 21. 27: “Suelo, no temas; alégrate y gózate, porque el SEÑOR hizo grandes cosas... Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado”.

En la profecía de Joel, dios habla al “suelo” y le invita a la alegría. ¿Qué significa este suelo? Si examinamos otros textos de las Escrituras, el suelo es fertilidad, quien da vida. Pero hay tres textos donde el “suelo” evoca a María:

Génesis 2,7: “Modeló Yahvé Dios al hombre de la arcilla...”

Dios ha tomado tierra del suelo y con ella creo a Adán. Dios tomó carne de María, y con ella llegó a existir Cristo, el Nuevo Adán.

Génesis 22, 13: Subió Abraham con Isaac al monte de Moriah para sacrificarlo....Dios impide que lo sacrifique y luego...”Alzó Abraham los ojos, y vio tras sí a un carnero enredado por los cuernos en la espesura, y tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en ve de su hijo”.

En el texto anterior, el carnero es la figura de Cristo, quien es ofrecido en sacrificio sustituto por nuestros pecados, y así como el carnero salvó a Isaac de morir, así el Nuevo Carnero nos salva de la muerte eterna. Pero hay un detalle que debemos tomar en consideración. Al igual que con Melquisedec, de ese carnero no se habla su origen. Abraham no lo había visto antes, sino que repentinamente lo vió. El carnero, sin origen, es fruto de la tierra de Moriah, por lo que simboliza esta tierra también a María, la tierra que nos proporciona el Carnero de nuestra salvación.


Éxodo 3, 1-2: “Moisés, llegado al monte Horeb, se le apareció el ángel de Yahvé en llama de fuego de en medio de una zarza....”

El fuego y la voz que salen de la zarza, son también figuras de Cristo, Verbo del Padre y luz del mundo. Lo interesante es que la Voz y el Fuego, salen de la zaza que estaba plantada en el monte de Horeb, así como el Verbo y la Luz del mundo salieron de la Virgen María.

Volviendo al profeta Joel, vemos que cando dice “Suelo, alégrate”, es una evocación directa a María, que en otras partes de la Escritura es prefigurada como “monte, suelo, tierra”, que nos produce a Cristo.

Joel 2, 21. 27: “Suelo, no temas; alégrate y gózate, porque el SEÑOR hizo grandes cosas... Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado”.

Comprueban que esa profecía se refiere a María, el hecho que la Virgen admite que en ella se cumplen esas profecías:

Lucas 1, 49 : “Por que ha hecho maravillas en mí el Poderoso, cuyo nombre es Santo”.

Entonces vemos que Joel profetiza al “suelo” que se alegre, por que el Señor hizo Maravillas.

En el Nuevo Testamento el ángel le dice a María que se alegre, y María nos muestra la causa de esa alegría: El Poderoso ha obrado en ellas maravillas.

No hay duda que Joel se está refiriendo a María en esta profecía.

Y aquí viene lo revelador de esta profecía con el dogma de la Inmaculada Concepción: “Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado”.

Claramente se profetiza que si Dios está en medio de “Israel”, éste no será avergonzado.

El Espíritu santo llenó a María, y Cristo se hace en carne en su vientre. Dios habita en medio de María, y poniendo atención a las palabras de Joel, María no podía ser avergonzada, por lo tanto, María no puede tener pecado.

Salmos 44.15 Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro.

La misma Biblia relaciona la vergüenza con el pecado. Y Dios ha declarado por medio de Joel que si él habita en medio de alguien, no habrá vergüenza, por ende, no habrá pecado.

La Trinidad completa habitó en María, según las palabras de Joel, según la misma Biblia, ¿Tendrá entonces ella pecado?


Otro texto que evoca el “Jaire” de Gabriel es:

Zacarías 9, 9: “Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador”

Pero un texto donde la Inmaculada Concepción aparece claro, es el de Sofonías:


Sofonías 3, 14-17: “Canta, oh hija de Sión; da voces de júbilo, Oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, oh hija de Jerusalén. El SEÑOR ha revocado los decretos en tu contra, echó fuera tu enemigo; El SEÑOR es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sión, no se debiliten tus manos. El SEÑOR está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cantar”.


Otro texto completamente mariano.

Al igual que con los otros textos y con Lucas, se invita a la hija de Sión a alegrarse.

Al igual que con Joel, se declara que el Señor está en medio de la hija de Jerusalén. No olvidar que el ángel Gabriel también lo declaró al decirle: “El Señor está contigo”.

Vemos que el Ave María ya había sido dicho por Joel y por Sofonías mucho antes que por Gabriel: Alégrate, que el Señor está contigo”.

Lo importante en este texto son las otras palabras de Sofonías:

“El SEÑOR ha revocado los decretos en tu contra, echó fuera tu enemigo”

Autor: Alex Grandet | Fuente: Catholic.net
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Salvación ¿Buena, Bendita y Barata?- Por José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Jue Ene 04, 2007 5:50 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Maellus haereticorum escribió:
MARANATA escribió:


quiero que me explicen eso por favor por que razon lo parten y lo entregan por los pecados. si en el libro de hebreos dice que jesus hizo un sacrificio una vez y para siempre.


Imagino que te referís a Hebreos 7, 27:

esto lo hizo una sola vez y para siempre, cuando se ofreció a si mismo

Te recuerdo que para entender las Escrituras…hay que leer todo el Capitulo en su contexto y entender:

a) de qué se habla
b) a quién se habla
c) qué quiere decir

Todo dentro del Capítulo, no sacando de contexto un versículo.

¿De que nos habla el Capítulo 7 de Hebreos?. Este Capítulo nos habla de la necesidad que tenían los Sumos Sacerdotes de la Antigua Alianza de purificarse ellos antes de ofrecer sacrificios y de su entrar contínuo a ofrecer sacrificios expiatorios, pues obviamente eran pecadores. Jesús es el perfecto Sumo Sacerdote pues no tiene necesidad de ofrecer día a día sacrificios por los pecados, esto lo hizo de una vez en el Calvario.

El Capítulo 9 versículo 12 nos lo aclara, Jesús no tiene que estar entrando y saliendo del Lugar Santísimo como el Sumo Sacerdote de Israel, Jesús entró DE UNA SOLA VEZ con su propia sangre, se está hablando de la legalidad sacrificial en la Antigua y en la Nueva Alianza. Más adelante del versículo 23 en adelante el autor de los Hebreos va aclarar como los rituales del Templo de Jerusalén eran prefigura de la NUEVA LITURGIA CELESTIAL, ya Jesús está entronizado de una vez y para siempre en el Templo celestial como nuestro Sumo Sacerdote y Mediador.

¿Invalida esto la Misa como Sacrificio? NO, de ninguna manera, veamos el capítulo 9 de la carta a los Hebreos en su versículo 23, don de dice:

"fue, pues necesario que la copia de las realidades celestiales fuese purificada con esos sacrificios. Pero las realidades celestiales mismas requieren MEJORES SACRIFICIOS"

En este capítulo y en Hebreos 8, 2-3 el autor sagrado nos hace una comparación del los sacrificios de la Antigua Alianza y el Sacrificio de Cristo y es notable que al hablar del Sacrificio de la realidad celestial lo hace en plural “ MEJORES SACRIFICIOS”. ¿Por qué no dice “mejor sacrificio”? ¿Qué “sacrificios” son estos?, ¿Por qué son MEJORES?, ¿Qué acción realiza Jesús en el cielo?.

Este sacrificio MEJOR, es la Ofrenda Eucarística, sacrificio de Propiciación.

Muchos podrán objetar que en este capítulo se habla constantemente de que “Cristo no tiene que padecer constantemente” ( Hebreos 9, 26) y que “ se presento UNA sola vez para siempre para quitar el pecado por medio del sacrificio de si mismo” pero hay que notar que aquí de nuevo está hablando de la entrada de JESUS como Sumo Sacerdote y cierto, Jesús entra una sola vez como ofrenda, pero no quiere decir que esta única y sola vez ejerce su mediación, su mediación sacrificial es activa hasta que el pecado muera en la creación y notes que en el versículo 26 al hablar de la Cruz, el autor de los Hebreos habla del sacrificio que quitó EL PECADO en singular. El sacrifico vicario de Jesús anula el pecado original de desobediencia y restituye la comunión del hombre con Dios, pero no quiere decir que quita mi pecado individual, pues si así fuera, entonces el arrepentimiento seria innecesario.

Tenemos la clave en Hebreos 2, 17

"Por eso, debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser compasivo y fiel Sumo Sacerdote ante Dios, para EXPIAR los pecados del pueblo".

¡Aquí esta la clave! Jesús Sumo Sacerdote ante el Padre cumple su función sacerdotal. ¿Cuál es esta? La misma que hacía el Sumo Sacerdote en Israel, hacer sacrificios de orden PROPICIATORIO, solo que confrontamos un pequeño problema idiomático, la palabra en Griego que se usa aquí y que la versión Reina Valera traduce como “EXPIAR” es HILASKOMAI, que es traducida en el diccionario Griego- Español como “ desenojar, aplacar, propiciar, conciliarnunca como “expiar” y es la misma que se utiliza en San Lucas 18, 13 donde la misma versión Reina Valera traduce: “ Dios se PROPICIO a mi, pecador”.

¿Mala fe de la versión protestante? Lo ignoro, pero ya sabemos que la Reina Valera traduce maliciosamente muchas palabras más que derrumban las doctrinas protestantes.

Pero definitivamente Jesús ofrece en el cielo Sacrificios PROPICIATORIOS que aplacan a Dios y lo abren a la misericordia, Jesús en su mediación crea el clima propicio a la reconciliación del hombre con Dios por medio de su Sacrificio único pero que de forma nueva y celestial se renueva día a día por nuestros pecados y que es ofrecido por la Iglesia en la Eucaristía, liturgia terrena que nos une a la liturgia celestial.

Además como dato curioso en los sacrificios expiatorios que “propiciaban” en la Antigua Alianza la víctima era comida por el sacerdote oferente (que no era el Sumo Sacerdote, sino un sacerdote que participaba de la mediación del Sumo) y también era comida por el oferente como señal de que Dios había aceptado este sacrificio, cosa que también concuerda con nuestra Eucaristía donde la víctima Jesús es comida por el Sacerdote y el oferente como señal de nuestra salvación y Pascua.

Hebreos 9 examina el Antiguo Pacto. Moisés toma la sangre de los becerros y machos cabríos para purificar el tabernáculo (9, 19-25). Bajo la Antigua Ley el sacrificio tuvo que ser repetido para la remisión de los pecados. En la dispensación Cristiana, la sangre de Cristo fue derramada una sola vez, pero es ofrecida continuamente al Padre. ¿Cómo puede ser ésto? Jesús "es el mismo ayer, hoy y por los siglos"(He 13, 8).

De hecho la Escritura dice que el Sacrificio es ofrecido desde la fundación del mundo:

Ap 13, 8: "El Cordero fue inmolado desde el principio del mundo"

El sacrifico de Cristo no está fijo en el tiempo.

Lo que Jesús hizo en el pasado es para Dios presente ahora, y Dios puede hacer que el Sacrificio de Cristo en el Calvario se haga presente para nosotros en la misa: "Todas las veces que comiéreis este pan, y bebiéreis esta copa, la muerte del Señor anuncias hasta que él venga" (1 Co 11, 26).

Los protestantes citan la Carta a los Hebreos para decir que no hay otro sacrificio. Que el sacrificio de Cristo en la cruz fue de una vez para siempre. ESTAMOS DE ACUERDO. Pero mirando más la carta a los hebreos ¿qué vemos?:


1) Hebreos pone al lado el sacrificio levítico del Antiguo Testamento, no el sacrificio memorial de Cristo instituído en la Última Cena. Los sacrificios levíticos eran parte de la Ley (He 7, 11, 18 y 28). El contexto de Hebreos 7 a 9 no se opone al sacrificio de Cristo sino del levítico.

2) El sacrificio memorial de Cristo no está bajo la Ley sino dentro de la promesa o juramento de Dios (He 7, 20-21). Es la misma distinción entre Ley y promesa que encontramos en Ro 4, 13-17; Gá 3, 15-22.)

3) Puesto que Cristo es "sacerdote para siempre" su oficio de ofrecer sacrificio continúa: viviendo siempre para interceder (He 7, 25).

Yo te pregunto: Si todos tus pecados son perdonados y estás salvado para siempre, ¿por qué Jesucristo sigue intercediendo por vos? .

La Escritura dice: "Y él es la propiciación por nuestros pecados" (la misma palabra utilizada en Romanos 3, 25 donde habla de Cristo ofreciéndose como sacrificio por los pecados). "Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre" (1 Jn 2, 1). No es solo de una vez para siempre. Su ministerio de propiciación por nuestros pecados sigue.

4) La primera intercesión al Padre tuvo lugar en la cruz. Su intercesión continúa en el sacrificio memorial. NO ES UN NUEVO SACRIFICIO sino el mismo sacrificio pero de una manera no sangrienta. Sacrificio no quiere decir morir sino ofrecerse a sí mismo ("presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo", Ro 12, 1). Es decir Cristo no derrama su sangre cómo lo hizo en el Calvario, sin embargo se ofrece al Padre en la Eucaristía. Cristo murió en la cruz "una vez para siempre" (He 7, 27), es decir para toda la humanidad en toda la eternidad. No va volver al Calvario para morir. Pero la re-presentación (hacer presente) de este sacrificio es ofrecida al Padre por su sacerdocio eterno.

5) La palabra "memoria" o "conmemoración" que utiliza Jesús en la Última Cena (Lc 22, 19; 1 Co 11, 24-25) es la palabra ANAMNESIS, que traduce la palabra hebrea AZKARAH (utilizada siete veces en el Antiguo Testamento para referir a los sacrificios: Lv 2, 2, 9, 16; 5, 12; 6, 15 y Nm 5, 26) en la Septuaginta.

Es significativo que ANAMNESIS sea solamente utilizada cuatro veces en el Nuevo Testamento, la cuarta en He 10, 3 refiriendo a un sacrificio memorial. El uso de ANAMNESIS por Jesús en Lc 22, 19 subraya, entonces, la dimensión de sacrificio de la Eucaristía. Jesús está diciendo: "cuando hagan esto, hacedlo en sacrificio memorial de mí".

6) El uso de ANAMNESIS en Lc 22, 19 es aún más significante porque subraya el aspecto de sacrificio puesto que existía otra palabra griega que Lucas hubiera podido utilizar para un memorial no de sacrificio: MNEMOSUNON (ver Mt 26, 13; Mr 14, 9; Hch 10, 4).

7) Si tomamos el argumento protestante que "no hay más sacrificio" después de la Cruz, entonces no debemos obedecer la Palabra de Dios que nos dice "hacer (ofrecer) sacrificios": de nuestro cuerpo (Ro 12, 1), de nuestros donativos (Fil 4, 18) o de alabanza (He 13, 15-16).

¿Por qué ofrecer nuestros cuerpos como sacrificio si todo está cumplido en la Cruz?


Me encantó Maellus, muy bien Smile
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Esther Filomena
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MensajePublicado: Vie Ene 05, 2007 10:16 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Testimonios no cristianos sobre Jesucristo

Los documentos históricos no cristianos que se refieren a la vida y obra de Cristo pueden dividirse en dos clases: fuentes paganas y fuentes judías.


I. Fuentes Paganas
Las fuentes no cristianas sobre la verdad histórica de los Evangelios son escasas y están contaminadas de odio y prejuicio. Existe un número de razones que se han propuesto para explicar esta condición en las fuentes paganas:
El campo en donde se desarrolla la historia de los Evangelios fue la remota Galilea; Los judíos eran percibidos como una raza supersticiosa, si damos crédito a Horacio (Credat Judoeus Apella, I, Sat., v, 100); El Dios de los judíos era desconocido e incomprensible para la mayoría de los paganos de ese período; Los judíos en cuyo seno la Cristiandad tomó sus orígenes estaban dispersos y eran odiados por todas las naciones paganas; La religión cristiana era a menudo confundida con una de las tantas sectas que habían surgido del judaísmo, y que no podría despertar el interés del espectador pagano.
Es por lo menos cierto que ni los judíos ni los gentiles sospechaban en lo más mínimo la importancia monumental de la religión de cuyo crecimiento eran testigos. Estas consideraciones dan razón de la escasez y aspereza con la que los eventos cristianos son mencionados por los autores paganos. Pero aunque los autores gentiles no nos dan ninguna información sobre Cristo y los primeros estadios de la cristiandad que no tenemos en los Evangelios, y aunque sus afirmaciones son hechas con un odio y desprecio sin disimulo, de todas formas, y sin quererlo, prueban el valor histórico de los hechos relatados por los Evangelistas. No necesitamos demorarnos mucho en un escrito titulado "Los Actos de Pilato", que debe haber existido en el siglo II (Justino, "Apol"., I, 35), y debe haberse utilizado en las escuelas paganas para advertir a los jóvenes contra las creencias cristianas (Euseb., "Hist. Eccl.", I, ix; IX, v); ni necesitamos preguntarnos si existieron realmente las tablas de censo de Quirinius.
A. Tácito
Poseemos al menos el testimonio de Tácito (A.D. 54-119) para la aseveración que el Fundador de la religión cristiana, una superstición mortífera a los ojos de los romanos, había sido ejecutado por el procurador Poncio Pilato bajo el reinado de Tiberio.; que Su religión, aunque suprimida por un tiempo, renació nuevamente no solo en toda Judea donde se había originado, pero hasta en Roma, el nudo de convergencia de todas las corrientes de maldad y desvergüenza; lo que es más, que Nerón había desviado de sí mismo las sospechas de la quema de Roma acusando a los cristianos de este crimen; que estos últimos no eran culpables del incendio, aunque merecían su destino en razón de su misantropía universal. Tácito, además, describe algunos de los horribles tormentos a los que Nerón sometía a los cristianos (Ann., XV, xliv). El escritor romano confunde a los cristianos con los judíos, considerándolos una secta judía particularmente abyecta; se puede inferir lo poco que había investigado la verdad histórica de los documentos judíos por la credulidad con la que aceptaba las absurdas leyendas y calumnias sobre los orígenes del pueblo Hebreo. (Hist., V, iii, iv).
B. Suetonio
Otro escritor romano que muestra su conocimiento de Cristo y los cristianos es Suetonio (A.D. 75-160). Suetonio consideraba a Cristo (Chrestus) como un insurgente romano que incitó sediciones bajo el reino de Claudio (A.D. 41-54): "Judaeos, impulsore Chresto, assidue tumultuantes (Claudius) Roma expulit" (Clau., xxv). En su vida de Nerón, considera a este emperador como un benefactor público por su severo tratamiento hacia los cristianos: "Multa sub eo et animadversa severe, et coercita, nec minus instituta . . . . afflicti Christiani, genus hominum superstitious novae et maleficae" (Nero, xvi). El escritor romano no comprende que los problemas con los judíos surgían del antagonismo de los mismos hacia el carácter mesiánico de Jesucristo y hacia los derechos de la Iglesia Cristiana.
C. Plinio el Joven
Importantisima es la carta de Plinio el Joven al Emperador Trajano (cerca del A.D. 61-115), en la cual el Gobernador de Bithynia consulta a su majestad imperial sobre cómo manejar a los cristianos que vivían en su jurisdicción. Por una parte, sus vidas eran confesamente inocentes, no podía probarse ningún crimen contra ellos excepto su creencia cristiana, que le parecía al romano una superstición extravagante y perversa. Por otra parte, a los cristianos no se los podía desvincular de su alianza con Cristo, a Quien celebraban como su Dios en las reuniones temprano a la mañana (Ep., X, 97, 98}. La cristiandad aparece aquí ya no como una religión de criminales, como lo hacía en los textos de Tácito y Suetonio; Plinio reconoce los altos principios morales de los cristianos, admira su constancia en la fe (pervicacia et inflexibilis obstinatio), que parece remontarse a su culto de Cristo (carmenque Christo, quasi Deo, dicere).
D. Otros escritores paganos
Los otros testigos paganos aportan rasgos importantes. Así, en el segundo siglo Luciano desprecia a Cristo y a los cristianos de la misma forma que se burla de los dioses paganos. Hace alusión a la muerte de Cristo en la cruz, a Sus milagros, al amor mutuo que prevalecía entre los cristianos ("Philopseudes", nn. 13, 16; "De Morte Pereg"). Hay también supuestas alusiones a Cristo en Numenius (Origen, "Contra Cels", IV, 51), a sus Parábolas en Galerius, al terremoto en la Crucifixión en Phlegon ( Origen, "Contra Cels.", II, 14). Antes de finalizar el siglo II el logos alethes de Celsus, citado por Orígenes (Contra Cels., passim), testifica que para esa época los hechos relatados en los Evangelios estaban generalmente aceptados como verdaderos históricamente. Sin importar cuan escasas sean las fuentes paganas sobre la vida de Cristo, dan por lo menos testimonio de Su existencia, de Sus milagros, Sus parábolas, Su testimonio de ser de carácter divino, Su muerte en la Cruz, y de las características más sobresalientes de Su religión.
II. Fuentes Judías
A. Filo Filo, que murió luego del A.D. 40, es importante principalmente por la luz que arroja en ciertos modos de pensar y fraseología que encontramos en algunos de los Apóstoles. Eusebio (Hist. Eccl., II, iv) incluso preserva una leyenda en la que cuenta que Filo conoció a San Pedro en Roma durante sus misiones con el emperador Cayo; lo que es más, que en su trabajo sobre la vida contemplativa describe la vida de la Iglesia Cristiana en Alejandría fundada por San Marcos, más que aquella de los Espesenos y Terapeutas. Pero es poco probable que Filo haya escuchado lo suficiente acerca de los cristianos como para darle un asidero histórico a estas leyendas.
B. Josefus
El primer escritor no cristiano que se refiere a Cristo es el historiador judío Flavio Josefus, nacido en A.D. 37, fue contemporáneo de los Apóstoles y murió en Roma en A.D. 94. Dos pasajes en su "Antiquities" que confirman dos hechos de las crónicas cristianas inspiradas no tienen disputa. En uno reporta el asesinato de "Juan llamado el Bautista" en manos de Herodes, (Ant., XVIII, v, 2), en el que describe además el carácter y trabajo de Juan; en el otro, (Ant., XX, ix, 1) desaprueba la sentencia pronunciada por el sumo sacerdote Ananus contra "Santiago, hermano de Jesús, Quien era llamado Cristo." Es probable por antecedente que un escritor tan bien informado como Josefus debe haber tenido una familiaridad además con la doctrina y la historia de Jesucristo. Viendo, además, que registra eventos de importancia menor en la historia de los judíos, sería sorprendente si se mantuviese en silencio acerca de Jesucristo. La consideración por los sacerdotes y fariseos no le impidió mencionar los asesinatos judiciales de Juan el Bautista y el Apóstol Santiago; su intento de encontrar la realización de las profecías Mesiánicas en Vespasiano no lo indujeron a callar sobre varias sectas judías, aún cuando sus principios parecían ser inconsistentes con las aseveraciones de Vespasiano. Uno espera, naturalmente, una mención sobre Jesucristo en Josefus. Antiquities XVIII, iii, 3, parece satisfacer esta expectativa.

Por este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio (si es que es correcto llamarlo hombre, ya que fue un hacedor de milagros impactantes, un maestro para los hombres que reciben la verdad con gozo), y atrajo hacia Él a muchos judíos (muchos griegos además. Era el Cristo). Y cuando Pilatos, frente a la denuncia de aquellos que son los principales entre nosotros, lo había condenado a la Cruz, aquellos que lo habían amado primero no abandonaron (ya que se les apareció vivo nuevamente al tercer día, habiendo predicho esto y otras tantas maravillas sobre Él los santos profetas) La tribu de los cristianos llamados así por El no han cesado hasta este día.
Este testimonio no escapó del trabajo de los críticos. Sus conclusiones pueden reducirse a tres titulares: * A)Los que lo consideran completamente falso;* B)Los que lo consideran auténtico; pero con añadidos.* C)Los que lo consideran completamente auténtico.

A)Los que lo consideran completamente falso
Primero, están aquellos que consideran al pasaje entero como falso. Las razones principales para esta visión parecen ser las siguientes:
Josefus no podría representar a Jesucristo como un simple moralista y por otra parte no podría enfatizar las profecías y expectativas mesiánicas sin ofender las susceptibilidades romanas; El pasaje arriba mencionado de Josefus parece haber sido desconocido por Orígenes y los primeros escritores patrísticos; Su lugar preciso en el texto de Josefus es incierto, ya que Eusebio (Hist. Eccl., II, vi) lo debe haber encontrado con anterioridad a las notas referidas a Pilato, mientras que ahora se encuentran luego de ellas.
Pero la falsedad del disputado pasaje de Josefus no implica la ignorancia del historiador con respecto a los hechos conectados con Jesucristo. La narración de Josefus acerca de su propia precocidad juvenil ante los maestros judíos (Vit., 2) nos recuerda la historia de la estadía de Cristo en el Templo a la edad de doce años; la descripción del naufragio en su viaje a Roma (Vit., 3) nos recuerda al naufragio de Pablo relatado en Hechos; finalmente su introducción arbitraria de un engaño practicado por los sacerdotes de Isis sobre una mujer romana, a continuación de sus supuestas alusiones a Jesús, muestran una disposición a explicar el nacimiento virginal de Jesús y a preparar las falsedades que tomaron cuerpo en los escritos judíos subsiguientes.

* B)Los que lo consideran auténtico; pero con añadidos
Una segunda clasificación de críticos no consideran a la totalidad del testimonio de Josefus concerniente a Cristo como falso pero sostienen que existe una interpolación de las partes marcadas arriba entre paréntesis. Las razones asignadas para esta opinión pueden reducirse a las siguientes dos:
Josefus debe haber mencionado a Jesús, pero no puede haberlo reconocido como el Cristo; por lo tanto parte de nuestro testo Josefiano actual debe ser genuina y parte interpolada.
Igualmente, la misma conclusión se sigue del hecho que Orígenes conocía un texto Josefiano acerca de Jesús, pero no le era familiar nuestro texto actual, ya que, de acuerdo con el gran doctor de Alejandría, Josefus no creía que Jesús fuese el Mesías. ("In Matth.", xiii, 55; "Contra Cels.", I, 47).
Cualquiera sea el peso de estos dos argumentos, se pierde frente al hecho que Josefus no escribía para los judíos, sino para los romanos; consecuentemente, cuando dice "Este era el Cristo" no implica necesariamente que Jesús era el Cristo considerado por los romanos como el fundador de la religión cristiana.

* C)Los que lo consideran completamente auténtico.
Una tercera clase de estudiosos cree que el pasaje completo acerca de Jesús, como se encuentra hoy en día en Josefus, es genuino. Los argumentos principales de la autenticidad del pasaje de Josefus son los siguientes:
Primero, todos los códices o manuscritos del trabajo de Josefus contienen el texto en cuestión; para mantener la falsificación de este texto debemos suponer que todas las copias de Josefus estaban en manos de los cristianos, y fueron cambiados de la misma manera.
Segundo, es cierto que ni Tertuliano ni San Justino utilizan el pasaje de Josefus acerca de Jesús; pero su silencio se debe probablemente al desprecio con el que los judíos contemporáneos consideraban a Josefus, y a la relativa poca autoridad que tenía entre los lectores romanos. Los escritores de la edad de Tertuliano y Justino podían apelar a testigos vivos de la tradición Apostólica.
Tercero, Eusebio ("Hist. Eccl"., I, xi; cf. "Dem. Ev.", III, v) Sozomen (Hist. Eccl., I, i), Niceph. (Hist. Eccl., I, 39), Isidoro de Pelusium (Ep. IV, 225), San Jerónimo (catal.script. eccles. xiii), Ambrosio, Casiodoro, etc., recurren al testimonio de Josefus; no deben haber existido dudas respecto a su autenticidad en el tiempo de estos ilustres escritores.
Cuarto, el silencio completo de Josefus acerca de Jesús hubiese sido un testimonio aun más elocuente del que tenemos en el presente texto; este último no contiene ninguna afirmación que sea incompatible con su origen Josefiano: el lector romano necesitaba la información de que Jesús era el Cristo o el fundador de la religión cristiana; las maravillosas obras de Jesús y su Resurrección de entre los muertos eran pregonadas incesantemente por los cristianos de forma tal que sin estos atributos el Jesús de Josefus no hubiera sido prácticamente reconocido como el fundador de la religión cristiana.
Todo esto no implica necesariamente que Josefus considerase a Jesús como el Mesías judío; pero, aun si hubiese estado convencido de su mesianismo, no se sigue por esto que se haya convertido al cristianismo. Un número de posibles subterfugios pueden haberle brindado al historiador judío razones aparentemente suficientes como para no abrazar el cristianismo.

C. Otras fuentes judías
El carácter histórico de Jesucristo también es afirmado por la literatura judía hostil de los siglos subsiguientes. Su nacimiento se considera unido a una unión ilícita ("Acta Pilati" en Thilo, "Codex apocryph. N.T., I, 526; cf. Justin, "Apol.", I, 35), o hasta adúltera de sus padres (Orígenes, "Contra Cels.," I, 28, 32). El nombre de su padre era Pantera, un soldado común (Gemara "Sanhedrin", viii; "Schabbath", xii, cf. Eisenmenger, "Entdecktes Judenthum", I, 109; Schottgen, "Horae Hebraicae", II, 696; Buxtorf, "Lex. Chald.", Basle, 1639, 1459, Huldreich, "Sepher toledhoth yeshua hannaceri", Leyden, 1705). Este último trabajo en su edición final no apareció hasta el siglo trece, por lo que brinda un relato del mito de Pantera en su forma más avanzada. Rosch es de la opinión de que el mito no comenzó antes de los fines del siglo I
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Esther Filomena
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José Miguel Arráiz
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MensajePublicado: Lun Feb 12, 2007 1:40 am    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Les comparto hermanos este breve resumen sobre el tema:

La virginidad de María en la história, recopilado por José Miguel Arráiz
http://www.apologeticacatolica.org/Maria/MariaN06.htm

Dios les bendiga
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"Para mis pies, antorcha es tu Palabra, luz para mi sendero"
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A. Ma. Betania
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MensajePublicado: Jue Mar 22, 2007 6:26 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Las principales corrientes de pensamiento contrario a la doctrina de la Iglesia Católica.

Adopcionismo: Según esta herejía, que tuvo como autor a un rico curtidor de pieles, Teodoto de Bizancio, Cristo era solamente un hombre, al que Dios adoptó como hijo en el momento de su bautismo y al que confirió una potencia divina para que pudiera llevar a cabo su misión en el mundo. Excomulgado por el Papa Víctor hacia el año 190, Teodoto fundó una secta, la cual tuvo, a mediados del siglo III, su último representante en Artemón o Artemo que enseñaba en Roma.

Una variante del adopcionismo de Teodoto de Bizancio es el error de Pablo de Samosata, que fue obispo de Antioquía, entre el 260 y el 268; éste, para conservar la unidad divina, sostenía que Jesús no era Dios sino un hombre como los demás, pero con la diferencia de que, a él, el Verbo se le había comunicado de una manera especial, inhabitando en él.

Un matiz muy distinto tiene el adopcionismo del español Elipando de Toledo y Félix de Urgel (siglo VIII), los cuales admitían la Trinidad y enseñaban una doble adopción de Cristo: una divina y otra humana; como hombre, Cristo era solamente hijo adoptivo de Dios, pero como Dios era verdadero Hijo de Dios.

Agnoetas: Secta monofisita, debida a Temistio, diácono de Alejandría (siglo VI), el cual sostenía que Cristo había ignorado muchas cosas, incluso aquellas que eran propias del conocimiento común de los hombres; en particular ignoraba el día del juicio final.

Apolinaristas: Herejes del siglo IV, que recibieron este nombre por Apolinar de Laodicea (Siria), que vivió entre el 310 y el 390; fue amigo de San Atanasio y le apoyó en su lucha contra el arrianismo. Unos años después de haber sido elegido obispo de su ciudad, Apolinar, con el objeto de poner de relieve la personalidad divina de Cristo, afirmó que Cristo no tenía un alma propiamente humana, sino que el Verbo encarnado había tomado el lugar de esta alma; por lo mismo, ya no se podía hablar más de dos naturalezas sino de una única naturaleza y de una única persona en Cristo. Fue condenado por el Papa San Dámaso en el Sínodo romano del año 377.

Arrianismo: Arrio, sacerdote de Alejandría, sostuvo, hacia el año 320, que Jesús no era propiamente Dios, sino la primera criatura creada por el Padre, con la misión de colaborar con Él en la obra de la creación y al que, por sus méritos, elevó al rango de Hijo suyo; por lo mismo, si con respecto a nosotros Cristo puede ser considerado como Dios, no sucede lo mismo con respecto al Padre puesto que su naturaleza no es igual ni consustancial con la naturaleza del Padre. Esta herejía se difundió como la pólvora y ganó pronto a un prelado ambicioso de la corte de Constantino, Eusebio de Nicomedia, que llegó a convertirse en el verdadero jefe militante del partido de los arrianos; también simpatizó con Arrio el historiador eclesiástico Eusebio de Cesarea. Arrio abandonó Alejandría el año 312 y se fue a propagar su herejía al Asia Menor y a Siria. El año 325 Constantino, preocupado por la difusión de la herejía y por las luchas internas que, a causa de ella, dividían a los católicos, convocó en Nicea el I Concilio Ecuménico, el cual condenó a Arrio y a sus secuaces, afirmando en el Símbolo llamado Niceno: "Creemos en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador de todas las cosas, visibles e invisibles. Creemos en un solo Señor Jesucristo, Hijo de Dios, engendrado sólo por el Padre, o sea, de la misma sustancia del Padre, Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho en el cielo y en la tierra, que por nuestra salvación bajó del cielo, se encarnó y se hizo hombre". El anatema contra Arrio estaba redactado en los siguientes términos: "En cuanto a aquellos que dicen: hubo un tiempo en que el Hijo no existía, o bien que no existía cuando aún no había sido engendrado, o bien que fue creado de la nada, o aquellos que dicen que el Hijo de Dios es de otra hipóstasis o sustancia, o que es una criatura, o cambiante y mutable, la Iglesia católica lo anatematiza". Tras este anatema lanzado por el Concilio, Constantino añadió la prohibición de que Arrio pudiera volver a Alejandría, algunos meses más tarde envió al exilio, a la Galia, a Eusebio de Nicomedia. Pero Arrio, aun desde lejos, no cedió en sus ataques; pronto se volvió a granjear la gracia del emperador. Campeón de la fe nicena fue Osio, obispo de Córdoba, y Atanasio, obispo de Alejandría, que soportó duras luchas y hasta el destierro intentando la extinción total del arrianismo, que se camufló de diversas maneras y se difundió entre los bárbaros germanos hasta los confines más septentrionales del Imperio: ostrogodos, vándalos y longobardos, entre los que perduró durante muchos años. Los últimos, arrianos longobardos desaparecieron hacia el 670, gracias a la habilidad de san Gregorio Magno.

Cátaros: Difundidos con sorprendente rapidez por el Mediodía de Francia, en la región de Albi (donde se hicieron muy poderosos y recibieron el nombre de albigenses) y por la Italia septentrional (donde se les dio también el nombre de Patarinos), los cátaros (del griego = puros, perfectos) constituyeron entre los siglos XI y XII la más peligrosa herejía, no sólo dentro de la Iglesia sino también dentro de la sociedad civil.

El catarismo era una extraña mezcla, sobre un fondo decididamente maniqueo, de herejías pasadas como el docetismo y el gnosticismo, y de religiones orientales. Según los cátaros más rigoristas, los dos principios del bien y del mal, siempre en perpetua lucha en el mundo, son igualmente eternos y omnipotentes; según los cátaros más mitigados, el principio del mal es una criatura de Dios, un ángel caído, llamado Satanás, Lucifer o Luzbel, y que habría creado el mundo visible de la materia, en oposición al mundo invisible de los espíritus buenos creados por el principio del bien. La creación del hombre es obra del principio del mal que logró seducir y aprisionar en los cuerpos algunos espíritus puros. Para poder salvar a estos espíritus puros encerrados en cuerpos humanos, Dios envió su Palabra por medio de un mensajero, Jesús, que era un ángel fiel y que Dios, por esta aceptación redentora, le llamó su Hijo. Jesús bajó a la tierra y, con objeto de no tener ningún contacto con la materia, tomó un cuerpo aparente y vivió y murió aparentemente como un hombre. Jesús enseñó que el camino de la salvación consiste en renunciar a todo aquello que tenga sabor carnal si quiere uno liberar el espíritu puro que está encerrado y aprisionado dentro de nosotros. Por eso es pecado no sólo el matrimonio sino también el uso de los alimentos carnales; el ideal de santidad sería el suicidio como medio para escapar y sustraerse voluntariamente a la influencia del principio del mal. Al fin del mundo, todos los espíritus se verán libres y gozarán de la gloria eterna; no habrá infierno para nadie puesto que cada uno habrá obtenido la salvación a través de reencarnaciones purificaciones.

Los seguidores del catarismo se distinguían en puros o perfectos y en creyentes. Los puros o perfectos vivían en absoluta separación de los bienes de la tierra, en rigurosa ascesis, y evitaban todo contacto carnal ("el matrimonio es un lupanar" y dar hijos al mundo significa procrear diablos: "Rogad a Dios que os libre del demonio que lleváis en vuestro seno", decía un puritano de la secta a una mujer encinta); los puros llegaban a este estado con una especie de imposición de las manos y del libro de los Evangelios. Un ritual cátaro de Lyon nos ha conservado las particularidades de este rito de los puros; la ceremonia se iniciaba con el servitium, o sea, con la confesión general hecha por todos los presentes; después, el candidato se ponía ante una mesa en la que estaba apoyado el Evangelio, y respondía a las preguntas que le hacía el decano de los perfectos o puros; después se pasaba al melioramentum, que consistía en la confesión del candidato, tras lo cual el decano le signaba con el Evangelio. Decano y candidato recitaban una estrofa del Pater noster. Después llegaba ya el consolamentum, que era una especie de promesa por parte del candidato de renunciar a los alimentos carnales, a la mentira, al juramento y a la lujuria. Al principio se les imponía el vestido negro de la secta, que podía ser sustituido por un cordón negro en tiempo de persecuciones.

Los creyentes, por su parte, debían venerar y respetar a los elegidos y alimentarlos; no estaban obligados a las abstinencias carnales; en lugar del matrimonio se les aconsejaba el concubinato, pues no teniendo éste como finalidad la procreación de los hijos, no prolongaba la obra de Satanás; sólo en el lecho de muerte podían los creyentes recibir el consolamentum, que era su regeneración.

El culto de los cátaros comprendía: la comida ritual, en la que un perfecto bendecía y partía el pan que, luego, se dividía entre los presentes; el melioramentum, que tenía lugar cada mes y consistía en una confesión general seguida de tres días de ayuno. Todas las ceremonias concluían con el beso de paz que todos los presentes al rito se daban sobre ambas mejillas.

El catarismo desapareció muy pronto debido a la feroz represión existente bajo el nombre de cruzada contra los albigenses, dirigida por Simón de Monfort y concluida con la batalla de Muret, el 12 de septiembre de 1213.

Entre los apóstoles evangelizadores de los países contaminados de catarismo es preciso recordar a San Bernardo, al obispo español Diego de Acevedo y a la Orden de los Frailes Predicadores fundada por Santo Domingo de Guzmán.

Docetismo: Herejía cristológica que aparece ya hacia fines de la edad apostólica, se difundió en los primeros años del siglo II y dejó su impronta en la mayor parte de los sistemas gnósticos. Para los docetas, la humanidad de Cristo era sólo aparente; negaban por tanto, como aclaraba San Ignacio de Antioquía a los fieles de Esmirna, que "Jesucristo hubiera verdaderamente salido de la estirpe de David, según la carne... que hubiera nacido verdaderamente de una virgen... que verdaderamente hubiera sido traspasada por clavos su carne"; que "la Eucaristía sea la carne de Cristo, la carne que ha sufrido por nuestros pecados, la carne que el padre, en su bondad, ha resucitado". (Ad Eph.).

Donatismo: Habiendo aparecido, en un principio, como un cisma en la Iglesia africana, el donatismo no tardó mucho en convertirse en verdadera herejía.

Surgió de la oposición de algunos obispos de la Numidia al nombramiento de Ceciliano como obispo de Cartago, acusado de haberse hecho consagrar por Félix de Aptonga, considerado como uno de los "traidores", o sea, de los que durante la persecución de Diocleciano habían obedecido los edictos del emperador del año 303. Entonces, un concilio de setenta obispos de Numidia depuso a Ceciliano, sustituyéndolo por Mayorino. Así nació el cisma que, dos años después, en el 315, con la elección de Donato como sucesor de Mayorino, encontró un jefe y un verdadero organizador. A pesar de la buena voluntad de hacer entrar en razón y en las filas de la Iglesia católica a los disidentes, el emperador Constantino no lo consiguió; al revés, los disidentes se hicieron cada vez más fanáticos persiguiendo a los católicos y destruyendo sus iglesias (circumcelliones). Parminiano, sucesor de Donato desde el 355 al 391, y el obispo de Cirta, Petiliano, el mayor exponente del donatismo, en tiempos de San Agustín, fueron los más fogosos defensores de la secta con las palabras y sus escritos. A pesar de la acción de tipo doctrinal de Octavio de Milevi y de San Agustín, y no obstante la intervención del emperador Honorio que los persiguió como herejes llevando, de este modo, un poco de paz a la Iglesia africana, los donatistas sobrevivieron hasta la conquista llevada a cabo por los árabes en el 650.

Su doctrina era demasiado simple; sostenían que la Iglesia visible está compuesta solamente de justos y santos y que los sacramentos son inválidos si se administran por un ministro indigno.

Encratismo: De la palabra griega enkràteia, que significa abstinencia, templanza. Doctrina de fondo ascético, cuyo más notable representante fue Taciano, en el siglo II. Partiendo del principio gnóstico de que la materia es intrínsecamente mala, consideraba como pecado la unión matrimonial, prohibía el uso de la carne y el vino, pretendía que el sacrificio eucarístico se hiciese utilizando solamente agua, y rechazaba las riquezas como pecado abominable.

En el siglo IV el encratismo volvió a tomar vida en los discípulos del asceta capadocio Eustaquio de Sebaste; fue combatido por san Anfiloquio, obispo de Iconio, y condenado en un Sínodo del año 390 celebrado en Sido de Panfilia.

Espirituales: Grupo bastante numeroso, formado en su mayoría por franciscanos exaltados que, siguiendo las ideas de Joaquín Flores (ver: Joaquinitas) y predicando la pobreza evangélica, pretendían reformar la Iglesia viciada por las cosas temporales. Francisco de Asís, "el ángel del sexto sello del Apocalipsis", según los espirituales, había sido enviado para inaugurar la tercera etapa del Espíritu Santo, en la que los franciscanos espirituales habían de instaurar el reino de Dios.

Este movimiento tuvo sus principales focos en Toscana, con Ubertino de Casal, autor de un Arbor vitae crucifixae Jesu, y en el Languedoc con Pedro de Juan Oliva, algunas de cuyas proposiciones doctrinales fueron condenadas, y con Gerardo de Borja San Donino, que escribió un Liber introductionis in Evangelium aeternum, y, finalmente, en la Marca de Ancona, con Ángel Clareno.

Euquitas: Secta herética difundida en el Asia Menor a finales del siglo IV. Defendía la unión personal del demonio con el pecador y la de Dios con el justo, en una especie de panteísmo. Sus seguidores se llamaban así porque utilizaban la plegaria para expulsar a los demonios y unirse hipostáticamente con Dios. Fueron condenados a duras represalias; así en el sínodo de Sido del año 390 y en el concilio de Éfeso del año 431.

Febronianismo: Doctrina que recibe este nombre de Febronio, seudónimo del obispo auxiliar de Tréveris, Juan Nicolás von Hontheim, autor del libro De statu Ecclesiae et ligitima potestate Romani Pontificis, etc., publicado en el año 1763. Para Febronio son sólo los obispos los únicos jueces de la fe por derecho divino; ellos son los que, con la ayuda de la potestad civil, pueden deponer al Papa si se sale fuera de sus atribuciones y competencias, puesto que el Papa no es sino un primus inter pares y la parte ejecutiva de los cánones conciliares; ninguna ley pontificia tiene valor si no es aprobada antes por los obispos. El febronianismo encontró buena acogida entre el rey José II, quien pretendió tratar como asunto de Estado todo cuanto de alguna manera guardaba relación con la organización externa de la Iglesia prohibiendo a sus obispos toda comunicación con Roma (josefismo). Las doctrinas febronianas fueron condenadas el año 1764, y de nuevo en 1766, 1771 y 1773.

Fideísmo: En oposición a la tendencia racionalista del siglo anterior, el abate Bautain, profesor de Estrasburgo y más tarde en París, defendió la incapacidad de la razón de llegar a las verdades religiosas, las cuales no pueden conocerse si no es exclusivamente por la tradición. Fue condenado el año 1831; en el Concilio Vaticano de 1870 fueron denunciados los peligros del fideísmo.

Frailes apostólicos: Fueron fundados por un franciscano, Gerardo Segarelli, que, expulsado de su orden, se puso a predicar en los territorios de Parma contra la Iglesia "receptáculo de Satanás", en nombre de la pobreza evangélica y de un misticismo panteístico. Una vez que murió el fundador, el movimiento continuó en el territorio de Vercelli bajo la guía de fray Dolcino, hasta que finalmente quedó sofocado en 1207, después de dos años de guerra.

Frailes del libre espíritu: Secta herética que se acogía, aunque exacerbándolas y exagerándolas, a las teorías de Amaury de Bène (m. 1207), maestro de teología en París, que enseñó un panteísmo sustancial: Dios está en todo y en todos y cada uno de nosotros, por ser encarnación del Espíritu Santo, no puede pecar; por lo mismo, no tiene necesidad de recibir ningún sacramento. Condenado por Inocencio III, Amaury se retractó, pero su herejía, hecha propia y desarrollada por Ortlieb, profesor de Estrasburgo, con el nombre de Frailes del libre espíritu, llegó a la absoluta negación de toda autoridad, de la ley moral y de los sacramentos, en virtud del principio de que el Espíritu Santo está en nosotros y eso basta. Entre las diversas aberraciones morales se encontraban la del amor libre, el nudismo y la magia. Los frailes del libre espíritu duraron hasta el siglo XIV.

Fraticelos o "Fraticelli": Se llamaron así aquellos espirituales que no quisieron entrar en la Orden de San Francisco y se rebelaron contra la autoridad de la Iglesia, buscando ayuda en el poder civil, primero en Colonna contra Bonifacio VIII, y después en Luis de Baviera contra Juan XXII, creando luego su Iglesia más "espiritual".


Galicanismo: El galicanismo no es ni una secta ni propiamente una herejía sino un conjunto de tendencias contrarias a las prerrogativas pontificias en Francia. Su doctrina viene compendiada en cuatro artículos de la Declaratio cleri gallicani votada el 19 de marzo de 1682 en la Asamblea general del clero, en París: 1) el Papa sólo tiene jurisdicción espiritual; el rey y los príncipes, en los asuntos temporales, son absolutamente independientes de la Iglesia; a) el Concilio es superior al Papa; 3) la autoridad pontificia en las cosas de orden espiritual debe ser moderada según los cánones y según las reglas, instituciones y costumbres del reino y de la Iglesia de Francia; 4) al Papa corresponde la preeminencia en las cuestiones de fe, pero sus sentencias y sus decretos no son irreformables sin el consentimiento de toda la Iglesia entera.

La Declaratio cleri gallicani fue condenada por el Papa Inocencio XI el 11 de abril de 1682 y, de nuevo, por Alejandro VIII el 4 de agosto de 1690; revocada por Luís XIV en 1693 fue después, a la muerte del rey, puesta de nuevo en vigor por el Parlamento de París. La definición del Concilio Vaticano de 1870 sobre la potestad y la infalibilidad pontificia dio el golpe de gracia al galicanismo.

Gnosticismo: Bajo este nombre se comprende todo un complejo de sistemas heréticos que tomaron este nombre en el siglo II y III (continuando bajo formas veladas pero con los mismos principios aún hasta nuestros días), los cuales, mediante un sincretismo filosófico-religioso, intentaron dar una explicación racional a los misterios del cristianismo.

Punto de partida del gnosticismo es el problema del mal que resuelve mediante la aceptación de un dualismo radical entre Dios y la materia. Dios, que es el ser esencialmente espiritual, capaz de desenvolverse y desarrollarse, engendró los seres espirituales y eternos como él (eones). La primera pareja de eones (sicigia), macho y hembra, procedieron directamente de Dios; las demás proceden la una de la otra por sucesiva evolución. Sucedió que, en el proceso evolutivo, los eones que conforme se iban alejando de Dios se hacían cada vez más imperfectos, un eón prevaricó y fue excluido del pléroma, o sea, de la sociedad de todos los eones. Este, a su vez, prolificó dando origen a otros eones malvados como él, y creó el mundo y al hombre; fue adorado como Dios por los hebreos, los cuales le dieron el nombre de Yahvé, el Demiurgo. Pero un eón superior puso en el hombre, a escondidas, un germen divino, el cual se vio, de este modo, prisionero en la materia y comenzó a sufrir persecución por parte del demiurgo. ¿Cómo es posible a este germen divino verse libre del cuerpo? De la siguiente manera: uno de los primeros eones superiores se encarnó, tomó la forma, el fantasma, de Jesús de Nazareth, y enseñó a los hombres, mediante su predicación, el medio de poderse salvar. Pero el Evangelio de Jesús de Nazareth, si puede convencer y ser suficiente para los ingenuos y los simples, no lo es para los demás; para éstos se requiere una gnosis más profunda del Evangelio. Los hombres, por tanto, se dividen en tres grupos: los ílicos (materiales) para los cuales no hay salvación posible; los psíquicos, que pueden salvarse con la ayuda de Jesucristo, y los pneumáticos o gnósticos perfectos, los cuales ya tienen la salvación en la gnosis y, por tanto, no tienen necesidad de salvación. Cuando la gnosis haya realizado la liberación del germen divino en el hombre y el Demiurgo sea sometido a Dios, entonces el mundo material será destruido y sobrevendrá la restauración universal. Los centros principales del gnosticismo se encontraron en Siria y Alejandría; sus maestros principales fueron Cerinto, Saturnino, Basílides y Valentino. Según San Ireneo, Cerinto debió de enseñar la distinción entre el Dios supremo y el Demiurgo. Jesús, hijo natural de María, era un hombre normal como los demás; después de su bautismo bajó sobre él una virtud especial, proveniente del Dios supremo, en forma de paloma; antes de su pasión, esta virtud que estaba en Cristo abandonó a Jesús, que sufrió y murió como todos los demás hombres, mientras que el Cristo permaneció impasible y sigue existiendo espiritualmente.

Según Cayo, Cerinto exhibía un libro de revelaciones que decía haber recibido de manos de los mismos ángeles y, según el cual, tras la resurrección de la carne, se gozará de toda clase de placeres y de voluptuosidades durante mil años.

Saturnino admitió la existencia de Dios Padre, creador de las potencias angélicas; éstas, a su vez, crearon el mundo y al hombre; pero, como quiera que el hombre creado por los ángeles no podía tenerse en pie, Dios infundió en él una centella de vida, por la que éste se sostuvo, articuló sus miembros y comenzó a vivir. Surgió, entonces, entre los ángeles creadores y el Dios supremo una lucha que se traspasó también a los hombres buenos y malos; buenos los que creían en el Dios supremo, y malos los que creían y adoraban a los ángeles creadores y, en particular, a Jahvé que era uno de los cabecillas de los ángeles. Para abatir toda la potencia angélica y para sacar a la humanidad del dominio del ángel Jahvé, Dios envió un Salvador, Cristo, que apareció en un fantasma humano, incorpóreo.

Basílides conservó esta teoría de la oposición entre el Dios supremo y los ángeles creadores, que son la trescientos sesenta y cinco emanación de los eones. Estos ángeles, con Jahvé a la cabeza, crearon el mundo, dieron la ley a los hebreos e inspiraron a los profetas. El Cristo, primero de los eones, engendrado por Dios e increado como espíritu, a fin de librar a los hombres de la esclavitud de Jahvé, apareció bajo la semejanza de Simón de Cirene, el cual fue quien, en realidad, llevó la cruz y fue crucificado puesto que el Cristo increado no podía morir.

Valentino dio otra impronta al gnosticismo. En la base de su sistema está la teoría de los eones, los cuales se interponen entre Dios y el mundo, el bien y el mal, intentando ser una conciliación. Al principio de los eones Valentino pone el Abismo, el Padre no ha engendrado, con su compañera el Silencio, de cuya unión surgió la pareja mente-verdad, y ésta engendró sucesivamente el verbo y la vida, el hombre y la Iglesia. De la pareja verbo-vida nacieron diez eones (cinco parejas de machos y hembras); de la pareja hombre-iglesia nacieron doce eones, o sea, otras seis parejas. Todos estos treinta eones formaron el pléroma que es "la sociedad perfecta de los seres inefables". El último de los eones, la Sabiduría (Sofía), fue presa del deseo de subir a la fuente del pléroma y conocer al Padre Abismo, pero fue tal y tan grande el coraje que le cogió por no poder conseguirlo que rompió la felicidad de todos los eones inferiores. De este desequilibrio nacieron todos los males, por parejas: temor e ignorancia, tristeza y llanto, etc.; al final estaban también las tres sustancias: la materia animada, la inanimada y la materia espiritual, sustancias que son, más o menos, los componentes del hombre, el cual, por esto mismo, está dividido según sustancias que lo componen en hombre material, hombre psíquico y hombre espiritual. A fin de recomponer las cosas, de la pareja eónica mente-verdad salió la pareja Cristo-Espíritu Santo. El eón Cristo descendió, en forma de paloma, hasta Jesús de Nazareth, del cual, después que hubo predicado y enseñado a los hombres la manera de verse libres de las pasiones, se marchó y subió a la perfección del pléroma en el momento de su presentación ante Poncio Pilato, permitiendo que sufriese y muriese el elemento material revestido de su apariencia.

El gnosticismo fue combatido por San Ireneo, San Hipólito Romano, Tertuliano y Orígenes.

Hermanos moravos: Surgieron de los elementos más moderados de los husitas reunidos confraternalmente en Bohemia y en Moravia con el nombre de "Frailes bohemios" o "Frailes de la ley de Cristo". Separados de la Iglesia el año 1467, no reconocían otra autoridad que la Sagrada Escritura; pronto se fundieron con los reformados. En el año 1722, algunos de los miembros se pasaron a la Sajonia y, acogidos por el conde N. L. von Zinzerdof fundaron y establecieron en aquellas tierras una comunidad político-eclesiástica independiente con culto propio y una propia constitución, que recibió el nombre del centro de Herrnhut: Conferencia de Herrhut.

Actualmente existen grupos de la Conferencia de Herrhut en Alemania, Inglaterra, Dinamarca, Holanda, Suecia, Estados Unidos y Canadá.

Husitas: Juan Hus (1369-1415), profesor y después rector de la Universidad de Praga, era un asceta animado de espíritu reformista, un predicador elocuente y un ardiente patriota. Ganado y convencido por las doctrinas de Wiclef importadas a Checoslovaquia por Jerónimo de Praga, se las hizo suyas y se sirvió de ellas para volver a encender más vivamente no sólo la lucha por la reforma de la Iglesia, sino también por un nacionalismo ciego contra el dominio germánico (ver wiclefitas). Excomulgado por Alejandro V en 1412, se rebeló apelando a Cristo y a la autoridad de la Biblia, de la que se proclamaba a sí mismo infalible intérprete; detrás de él estaba también el pueblo que le azuzaba en sus predicaciones contra el clero y contra el dominio germánico.

Fue al Concilio de Constanza del año 1414 para defender sus teorías, pero allí le condenaron como hereje y fue reducido al estado secular. El emperador Segismundo, que le había dado un salvoconducto para entrar en Constanza, lo sentenció a muerte apenas le tuvo entre sus manos (6 de julio de 1415). La misma suerte corrió su amigo Jerónimo de Praga, pocos meses después.

Tras la muerte de su jefe, los husitas se dividieron en utraquistas, porque pedían la comunión sub utraque specie, y en taboristas, más fanáticos, llamados así porque tenían su centro en Tabor. Con Juan Ziska, jefe de los taboristas, los husitas pasaron a la acción política, con "la defenestración de Praga" del año 1418, la invasión del Parlamento y la masacre de los consejeros católicos. En diciembre de 1419 los husitas buscaron un acuerdo con el emperador Segismundo, haciendo estas cuatro propuestas: libertad de predicación, comunión bajo las dos especies, pobreza apostólica del clero, castigo de los pecados mortales, como la simonía. El emperador no aceptó estas proposiciones, y ordenó una represión contra los herejes agitadores. En noviembre de 1420 los husitas guiados por Juan Ziska se apoderaron de las tropas imperiales; parecidos triunfos obtuvieron en febrero y noviembre de 1421, Juan Ziska, al que sucedió Procopio el Calvo, no menos intrépido que él como militar; de hecho, bajo su guía, los husitas llegaron a Hungría, a la Sajonia y a la Silesia. También Procopio fue al Concilio de Basilea, convocado por Martín V, a defender su tesis. Entre tanto, se multiplicaron las sectas en el seno de los husitas, como la de los milenaristas y la de los adamitas, que se entregaron a toda suerte de inmoralidades, los unos porque creían inminente el fin del mundo, los otros por llegar pronto a la perfección con el nudismo y con la promiscuidad de sexos. En 1434 Procopio fue muerto en una batalla y, desde entonces, los husitas fueron desapareciendo poco a poco.

Iconoclastas: La lucha contra el culto de las imágenes tuvo en Oriente dos fases. La primera fue promovida, y con bastante violencia, por el emperador León III el Isáurico, el año 725 con una serie de edictos que proscribían el culto y el uso de las imágenes de los santos y de los ángeles, de Cristo y de la Virgen; acabó esta fase con la muerte del emperador León IV, el año 780. A una fanática destrucción de todo un patrimonio artístico y religioso, expresión viva de la piedad popular, siguió una reacción no menos enérgica por parte de San Germán, patriarca de Constantinopla, depuesto por el emperador el año 730, y de San Juan Damasceno, los cuales, con sus escritos, no sólo refutaron la acusación de idolatría lanzada contra la Iglesia, sino que explicaron además la legitimidad y la naturaleza del culto a las imágenes; otros obispos orientales y el Papa Gregorio III condenaron el iconoclastismo. A la lucha contra las imágenes, siguió bien pronto la persecución que contó con no pocos mártires. Constantino V Coprónimo (741-775) continuó la obra de su padre; lo mismo hizo León IV (775-780), si bien este último estuvo mejor dispuesto a un restablecimiento de la paz, gracias a las instigaciones de su mujer Irene, la cual, una vez que se quedó viuda y emperatriz, convocó de acuerdo con el Papa Adriano I y con el patriarca de Constantinopla, San Tarasio, el II Concilio de Nicea (VII ecuménico), el año 787.

En este Concilio se definió la legitimidad del culto a las imágenes y se condenó el error iconoclasta en estos términos: "Decidimos restablecer, junto a la Cruz preciosa y vivífica de Cristo, las santas y venerables imágenes: o sea, las imágenes de Nuestro Señor Jesucristo, Dios y Salvador, la de Nuestra Señora Inmaculada, la santa Madre de Dios, la de los honorables ángeles y de todos los píos y santos personajes, puesto que más se pensará en ellos a través de las imágenes que los representan y más, aquellos que los contemplan, se sentirán excitados al recuerdo y al deseo de imitarlos; decidimos rendirle un homenaje y adoración de honor, no ese culto de latría que proviene y que compete sólo a Dios, sino de honor, ese honor y veneración que se presta a la Cruz preciosa, a los santos Evangelios y a los objetos sagrados; decidimos también encenderles incienso en su honor y encenderles velas, como era costumbre entre los antiguos cristianos. Puesto que el honor rendido a la imagen se traspasa al prototipo que representa y el que venera la imagen venera la persona que la imagen representa".

La segunda fase iconoclasta duró acerca de 30 años, desde 815 al 842 y fue promovida por León el Armenio (813-820) y continuada por Miguel el Balbuciente (820-821) y por Teófilo (829-842). Puso fin a esta fase la emperatriz Teodora, viuda de Teófilo, y así el primer domingo de cuaresma del año 843 fue solemnemente celebrada en Santa Sofía de Constantinopla la primera fiesta de las imágenes o fiesta de la Ortodoxia, que todavía dura hoy en la Iglesia oriental.

Jansenismo: Cornelio Jansen (1585-1638), obispo de Ypres, Holanda, dejó a su muerte un libro, el Agustinus, que fue publicado dos años después, en 1640. Las doctrinas en él contenidas habían sido ya maduradas desde el año 1620, cuando, siendo profesor en Lovaina, Jansen escribió a su amigo francés Duvergier de Hauranne, abad de Saint-Cyran, anunciándole que había descubierto la verdadera doctrina de San Agustín sobre la gracia y la predestinación. La obra fue inmediatamente condenada por la Inquisición en 1614 y, al cabo de un año, por Urbano VIII; sin embargo, encontró ardientes defensores en Duvergier de Hauranne y Antonio Arnauld, tras los cuales estaba todo el importante Monasterio de Port-Royal que se convirtió pronto en una fortaleza inexpugnable.

Inocencio X, en la bula Cum Occasione del 31 de mayo de 1653, condenó 5 proposiciones contenidas a lo largo del libro de Jansen. Dos años después, Antonio Arnauld, con la Segunda carta a un duque y semejantes, a pesar de que aceptaba la condena de las cinco proposiciones, defendió y sostuvo que tales proposiciones no se encontraban en el libro de Jansen o que, por lo menos, no correspondían al sentido que él les había querido dar (cuestión de derecho y no de hecho). Alejandro VII, con la constitución Ad Sacram beati Petri Sedem, del 16 de octubre de 1656, se decidió también por las cuestiones de hecho, declarando que las cinco proposiciones habían sido declaradas en el libro de Jansen y condenadas en el mismo sentido que él les daba. La controversia entre jansenistas y católicos se encendió todavía más con la publicación de las Provinciales de Pascal (1656-1657), y como la contienda no tenía trazas de apagarse, la Asamblea del Clero propuso un formulario que debían firmar todos los miembros del Clero, los monasterios y los conventos del reino. Las religiosas de Port Royal se resistieron y se negaron, por lo que fueron excomulgadas. La paz clementina apagó la controversia, pero pocos años después, con el Compendio de la moral del Evangelio, de Pascasio Quesnel, oratoriano (1634-1719), impreso y desarrollado en cuatro tomos de El Nuevo Testamento con reflexiones morales, el jansenismo reapareció todavía más fuerte y peligroso. Clemente XI, con la constitución Vineam Domini del 16 de julio de 1705 renovó las condenas precedentes y precisó que no bastaba el silencio obsequioso sostenido por los jansenistas, sino que se requería la adhesión interna. Con la constitución dogmática Unigenitus del 8 de septiembre de 1715 se condenaron 101 proposiciones de Quesnel. Los jansenistas se indignaron terriblemente y apelaron a un concilio general (de donde el nombre de apelantes). De este movimiento de los apelantes surgió la iglesia jansenista cismática de Utrecht el año 1723, la cual cuenta actualmente con cerca de 10.000 fieles, 30 sacerdotes y 3 obispos.

En el siglo XVIII el jansenismo encontró seguidores también en Italia; entre ellos el más famoso es Escipión de Ricci, que convocó el sínodo de Pistoya el año 1786 y fue condenado con la bula Auctorem fidei del 28 de agosto de 1794. La doctrina jansenista queda resumida en las cinco proposiciones condenadas el año 1653.

Algunos preceptos divinos son imposibles de poderse cumplir por parte de las almas justas, a pesar de sus buenos deseos y sus esfuerzos, y además falta a estas almas la gracia que haría posible su cumplimiento;
en el estado de naturaleza caída no se resiste nunca a la gracia interior;
para merecer y desmerecer en el estado de naturaleza caída no se requiere la libertad interior; es suficiente la libertad exterior o ausencia de obligación y presión externa;
los semipelagianos admitían la necesidad de una gracia interior proveniente para todos los actos, incluso para el inicio de la fe; su herejía consistía en creer que esta gracia era de una naturaleza tal que la voluntad podía, a su arbitrio, resistir u obedecer;
es semipelagiano afirmar que Cristo ha muerto y ha derramado su sangre por todos los hombres.

El jansenismo, además, afirmaba que el hombre después del pecado original está radicalmente corrompido en sus facultades naturales, no es enteramente libre de hacer el bien, puesto que está arrastrado por la concupiscencia que le induce necesariamente al pecado; y si, por otra parte, obra bien es porque no puede resistir a la gracia, la cual siempre se le da y es necesitante, irresistible y concedida solamente a los predestinados, o sea, a aquellos por los que Cristo ha muerto sobre la Cruz. Por consiguiente: "los paganos, los judíos, los herejes y otros del mismo estilo no reciben ningún influjo de Cristo"; todos los amores de las criaturas son siempre concupiscencia y, por lo mismo, pecaminosos; cada acto que no vaya movido por el amor perfecto y directo de Dios es un acto inmoral: "todo aquello que no proviene de la fe sobrenatural que obra por amor es pecaminoso".

En la historia del jansenismo, hace notar Cayré, deben distinguirse dos fases principales: en la primera, el jansenismo es ante todo un sistema teológico en torno a la gracia y a la predestinación; en la segunda fase, además, se convierte en un partido de oposición política parlamentaria, filosófico-religiosa durante un período de tiempo que va desde los últimos años del siglo XVII y que dura, con alternas vicisitudes, hasta la Revolución francesa.

Joaquinitas: Seguidores del abad cisterciense Joaquín de Flores, muerto el 20 de marzo de 1202, autor de un comentario al Apocalipsis, Apocalypsis nova, en el que anunciaba como próximo el inicio de la nueva era absolutamente espiritual del Espíritu Santo, tras aquella de la Ley o del Padre del Antiguo Testamento, o la del Hijo del Nuevo Testamento. El inicio de esta era espiritual, en la que habría dominado el Evangelio eterno con la desaparición, en la Iglesia, de toda contaminación temporal, fue fijado para el año 1260. Las ideas joaquinitas fueron condenadas en el Concilio Lateranense IV, en 1215.

Marcionismo: Es una variante del gnosticismo, que tiene como jefe a Marción, el cual, expulsado por sus ideas, de la comunidad romana, fundó una Iglesia separada que se llamó, por su nombre, marcionismo y duró hasta el siglo V. Según la doctrina de Marción, el Antiguo y el Nuevo Testamento son otra de dos diversos principios: el Antiguo Testamento procede del Dios de la justicia, creador de este mundo, mientras que el Nuevo procede del Dios de la bondad. Bajo el imperio del primero, la humanidad vivió como oprimida por la Ley y fue castigada con severidad; el Dios bueno tuvo, entonces, compasión de la humanidad y salió de su silencio enviando al Redentor. Jesucristo apareció a semejanza de un hombre para inaugurar el reino de la misericordia y del amor; no nació de la Virgen ni sufrió ni murió según la carne. Lo que sucedió en su muerte fue un acto de ira o rabia del Dios malo que para vengarse de la derrota sufrida revolvió los cielos e hizo crucificar al redentor que había tomado la semejanza de hombre. En cuanto a la ética, Marción era intransigente; no admitía el matrimonio, prohibía la carne y el vino. Contra el marcionismo lucharon Teófilo de Antioquía, Melitón de Sardes, Justino e Ireneo, pero el que llevó más a fondo la lucha fue Tertuliano. Tuvo Marción algunos discípulos; entre los más famosos se cuenta Apeles, rico en fama y fortuna, que de Alejandría pasó a Roma, donde hizo pasar por virgen y profetisa a una meretriz que iba detrás de él. En compañía de Filomena, Apeles se dedicó a hacer prosélitos; escribió las Revelaciones en las que cuenta las visiones proféticas de su Filomena, y los Silogismos. Su doctrina se distingue de la de Marción en cuanto niega el dualismo gnóstico y vuelve al monismo. O sea: existe un solo Dios eterno, necesario, omnipotente, bueno, creador de los ángeles. A un ángel rebelde debe atribuirse la creación de este mundo. En cuanto a las almas, defiende la doctrina platónica de la preexistencia; ellas, según esta doctrina, habrían sido arrojadas del cielo a la tierra y encerradas forzosamente en un cuerpo. En cuanto a Cristo, Apeles sostiene que Cristo tuvo un verdadero cuerpo, pero que este cuerpo se quedó en los cielos durante su estancia en la tierra.

Modalismo: Herejía del siglo III, según la cual en Dios sólo hay una persona como una es también su naturaleza: los nombres de Padre, Hijo y Espíritu Santo no son otra cosa sino aspectos diversos del Dios único, esto es, son modos de considerar a Dios en sus operaciones ad extra: como la creación, la encarnación, la efusión de la gracia. No existe, por tanto, Trinidad en Dios sino "monarquía" (de donde se le da también el nombre de monarquismo); y cuando decimos que el Hijo de Dios se encarnó y que sufrió pasión y muerte, es una simple manera de hablar, puesto que, en realidad, fue el mismo Padre quien sufrió y se encarnó y murió en la cruz (de donde también se les da el nombre de patripasianos). Los primeros padres de esta herejía parece ser que fueron Praxeas y Noeto, de primeros del siglo III, contra los que escribieron Tertuliano (Adversus Praxeam) e Hipólito romano (Contra Noetum); otros defensores de la herejía fueron, en Roma, Epígono, Cleomenes y Sabelio; del nombre de este último se llamó sabeliana a la secta modalista y duró hasta el siglo V combatida por Eusebio de Cesarea (Contra Marcellum y De ecclesiastica theologia) y por san Hilario de Poitiers (De Trinitate).

Modernismo: Hubo entre finales del siglo XIX y principios del XX una tentativa de adaptar la inmutabilidad del dogma católico al espíritu racionalista de los tiempos. Sus mayores y más importantes primeros representantes fueron el abate Alfredo Loisy en Francia, el ex jesuita Tyrrell en Ingraterra, H. Schell en Alemania y Rómulo Murri y Ernesto Buonaiuti en Italia.

A la oportuna condena de las sesenta y cinco proposiciones modernistas con el decreto Lamentabili del año 1907, siguió en el mismo año la encíclica Pascendi (8 de septiembre), la cual arrostraba de frente al modernismo con una tan clara y sistemática exposición de sus errores que maravilló a los mismos modernistas. Sin dar ni revelar ningún nombre, la encíclica retrataba perfectamente al modernista considerado como filósofo, como creyente, como teólogo, como crítico, como apologista y como reformador. Como filósofo, el modernista parte del agnosticismo kantiano y positivista; no sabemos nada de Dios, de su existencia ni de sus atributos, cualquier cosa que de él conozcamos sólo la podemos saber a través de la religión que es la revelación de Dios en lo íntimo de los corazones, sentimiento instintivo del alma que tiene necesidad de un ideal para vivir. Como creyente el modernista se acoge a Dios, que se revela en lo íntimo de la conciencia y del que tiene una experiencia interior (inmanentismo); por tanto, la religión es un hecho puramente subjetivo. Como teólogo, el modernista describe la propia fe, la fe subjetiva, recurriendo a los ideales de su tiempo, inventando fórmulas que se transmiten de unos a otros y que llegan así a convertirse en "tradicionales" pero que no responden a la verdadera tradición eclesiástica; son, por tanto, mudables y cambiantes como cambiantes y mudables son las ideas de los tiempos. Como historiador el modernista, aunque da un valor a los textos, los interpreta y manipula según previos conceptos filosóficos y teológicos (cuando no políticos); declara, por tanto, imposible el milagro y expurga los textos de todo aquello que tiene visos de sobrenatural; o sea, hace una historia crítica y cientificista. Con esta historia crítica y cientificista, el modernista cree ser un apologista de la religión, conciliando el cristianismo con el espíritu "moderno", e intenta una reforma de la Iglesia, en sus dogmas, sin salirse de la Iglesia. Aparte de las airadas reacciones de los modernistas de la época, el decreto de San Pío X echó por tierra las formas más "duras" con que se manifestaba la herejía de la época, haciéndola retroceder en forma y conteniendo por mucho tiempo más una de las herejías de las más peligrosas de la historia de la Iglesia.

Monofisismo: El monofisismo o doctrina de la unidad física entre la naturaleza humana y la naturaleza divina de Cristo, tuvo como primer promotor a Eutiques, monje archimandrita de un gran monasterio de Constantinopla. Había sido Eutiques un decidido adversario de Nestorio, pero empeñado en querer interpretar al pie de la letra, y no sabiendo entender bien algunas fórmulas poco felices e imprecisas de san Cirilo de Alejandría sobre la unidad de la persona en Cristo, sostuvo que, antes de la Encarnación, había dos naturalezas en Cristo; en la encarnación la naturaleza humana fue absorbida por la naturaleza divina. Denunciado por Eusebio de Dorilea al patriarca de Constantinopla Flaviano, éste le invitó a disculparse ante un sínodo, que, el año 448 le excomulgó y le depuso. Eutiques apeló al Papa y continuó propagando su herejía, contando con el apoyo de Dióscoro, obispo de Alejandría, y del emperador Teodosio II, que convocó un Concilio de Éfeso el año 449. El Papa San León Magno envió al concilio tres legados con una Instructio dogmatica, conocida con el nombre de Tomo a Flaviano, en la que afirmaba con la claridad más precisa la unidad de persona y la duplicidad de naturalezas en Cristo. Pero el Concilio, presidido por Dióscoro y custodiado por grupos armados de monjes fieles a Eutiques, no tuvo en cuenta las directrices del Papa León, rehabilitó a Eutiques y depuso a los obispos que le habían sido contrarios. El Papa convocó, entonces, rápidamente un sínodo en Roma, que condenó el procedimiento seguido en Éfeso como acto de bandidaje (latrocinium ephesinum).

Un año después, muerto Teodosio II, Marciano su sucesor, de acuerdo con el Papa, convocó un concilio en Calcedonia que tuvo lugar el año 451 bajo la presidencia de los legados del Papa; se definió el dogma en cuestión con los siguientes términos: "Uno solo y el mismo Cristo, hijo, Señor, Hijo único, con dos naturalezas sin mezcla, sin transformación y sin división alguna".

Pero los monofisitas no se desanimaron y continuaron teniendo en pie de alerta al campo católico durante muchos siglos; algunos de ellos se constituyeron en iglesias separadas no sólo de Roma sino de la misma "ortodoxia", en Siria, Mesopotamia, Egipto y Armenia.

Monotelismo: A principios del siglo VII, a fin de conciliar a los herejes monofisitas y a los católicos ortodoxos, Sergio, patriarca de Constantinopla (610-638), propuso la doctrina que afirma haber una sola voluntad y operación en Cristo. Los monofisitas de Egipto, con su jefe Ciro, patriarca de Alejandría, junto con los monofisitas de Armenia, aceptaron, los unos en 633 y los otros en 634, la doctrina de Sergio. Inmediatamente, San Sofronio, obispo de Jerusalén, denunció la herejía con la Carta sinodal de entronización del año 634, dirigida al Papa Honorio; pero Sergio consiguió ganarse al Papa para su causa y, envalentonado con este apoyo, hizo que se publicara por el emperador Heraclio la Ectesis, una profesión de fe de tendencia monotelista (638). Contra la Ectesis se levantaron protestas en Occidente y en Oriente, de modo que Constante II (641-668), sucesor de Heraclio, fue obligado en el año 648 a retirar la Extesis y sustituirla con un nuevo Decreto, el Tipo, con el que se imponía y se obligaba al silencio en torno a la cuestión de la única o doble voluntad de Cristo. El año 649 el Papa Martín I reunió un concilio en el Laterano, condenó tanto la Ectesis como el Tipo e impuso la doctrina de las dos voluntades y de la doble operación en Cristo; el emperador, entonces, hizo arrestar al Papa y lo envió desterrado al Quersoneso, donde murió el año 655. Pero la lucha contra el monotelismo no acabó aquí, llegando poco después San Máximo Confesor (580) a convertirse en el verdadero campeón. Con Constantino IV Pogonato (668-686) hubo una distensión. El emperador, de acuerdo con el Papa Agatón (678-681), en el que se liquidó definitivamente la cuestión del monotelismo: "Convenía, dice el concilio, que la voluntad de la carne fuese impulsada por la voluntad divina y le estuviese sometida. Como, de hecho, la carne es verdaderamente la carne del Verbo divino, así la voluntad natural de la carne es también la voluntad propia del Verbo divino".

Montanismo: Herejía de fondo moral ascético, en la que se vio también implicado Tertuliano. Montano, natural de la Frigia, convertido hacía poco al cristianismo del culto de Cibeles, se consideraba como si fuera el ministro del Espíritu Santo, del que decía tener visiones y revelaciones. No enseñaba una verdadera gnosis; aceptaba de buen grado todo cuanto la revelación le proponía como un hecho incontrastable y no se entregaba a puras especulaciones, como era costumbre entre los gnósticos. Su ideal era, mas bien, práctico y exclusivamente ético. En espera de la inminente parusía del Señor y de la aparición de la Jerusalén celeste, los cristianos no podían sentarse en cómodas poltronas; todo lo contrario, debían prepararse para el gran acontecimiento con una conducta austera, una ascesis en la que tuviese lugar de preferencia el Espíritu Santo y las funciones de la carne quedasen reducidas a lo más indispensable. Por lo mismo, nada de matrimonio, nada de placeres carnales, nada de afectación ni de cargos, sino sacrificio pleno y consciente en espera de la gran hora. Durante este tiempo de espera los cristianos debían dedicarse al ayuno y no caer en ningún pecado puesto que, después del bautismo, según Montano, ninguna culpa podía ser perdonada. Era, por tanto, el movimiento Montano un movimiento espiritual, una reforma moral; todo esto hubiera sido muy bello y muy hermoso si no hubiese pretendido completar la revelación cristiana diciendo que recibía como revelación de lo alto aquello que simplemente era fruto fantástico de su imaginación.

La predicación de Montano no cayó en el vacío. En torno a él comenzó a formarse un pequeño grupo de fieles; dos mujeres, Maximila y Prisca, que se llamaban a sí mismas profetisas, dejaron plantados a sus maridos y se entregaron al servicio del asceta frigio; poco después el pequeño grupo comenzó a crecer y se extendió hasta Asia como una epidemia. De Asia el movimiento se esparció también por Occidente. Los mártires lioneses escribieron al Papa, desde la prisión, para que condenara sin contemplaciones a los nuevos herejes. Hubo comunidades montanistas en Roma y Cartago, donde Tertuliano fue portaestandarte y víctima a la vez.

El montanismo se fue extinguiendo por sí mismo en la primera mitad del siglo III.

Nestorianismo: Nestorio, patriarca de Constantinopla, fue más bien el propagador y sostenedor de la herejía que lleva su nombre y que ya se había manifestado anteriormente en los escritos de Diodoro de Tarso a partir del año 378 (m. 394) y de Teodoro de Mopsuestia, su discípulo (m. 428), de la escuela de Antioquía. Habiendo llegado a ser patriarca de Constantinopla, el año 428 y embebido de las ideas de Teodoro, usó toda su elocuencia y autoridad desde la cátedra patriarcal para combatir la herejía apolinarista (ver Apolinarismo), pero negó a la Virgen el título de Madre de Dios que ya hacía tiempo se le venía atribuyendo. María, decía en sustancia Nestorio, no es madre de Dios sino de Cristo, puesto que la persona de Cristo, nacida de María, no es idéntica a la persona del Verbo engendrado por el Padre; o sea, que las dos naturalezas en Cristo no están unidas hipostáticamente (secundum hypostasin o secundum essentiam) sino en una nueva persona que no es ni la persona del Verbo ni la persona del hombre, sino la persona del compuesto. Por consiguiente, en Cristo, no se pueden atribuir las propiedades divinas al hombre ni las propiedades humanas a Dios (comunicatio idiomatum).

Contra la doctrina de Nestorio se levantó un teólogo de primerísimo orden, San Cirilo, obispo de Alejandría. Nestorio pidió el año 429 al Papa Celestino la convocación de un concilio, en el que pudiese justificarse. El Papa pidió, entonces, información también a Cirilo y, en agosto del año 430, hizo condenar en un sínodo la doctrina de Nestorio; después expidió cuatro cartas: una a Nestorio para que se retractase; otra a la Iglesia de Constantinopla; una tercera a Juan de Antioquía, que defendía y apoyaba a Nestorio y la cuarta a Cirilo con el encargo de que hiciera cumplir la sentencia del sínodo romano. Pero, como quiera que Nestorio acusaba, a su vez a Cirilo de apolinarismo, Teodosio II, de acuerdo con el Papa Celestino I, convocó el Concilio de Éfeso que condenó la doctrina nestoriana (11 de julio del año 431). La doctrina de Nestorio sobrevivió en las escuelas teológicas de Nisibis y de Edesa; más tarde se propagó por la Arabia, la India y llegó hasta la misma China. En el siglo XVI, la mayor parte de los nestorianos todavía existentes volvieron a la unidad católica; pequeños y lánguidos grupos viven todavía en algunos sitios del Irak, Siria, Persia, Irán y en la India.

Nicolaítas: San Juan Evangelista atribuye a estos herejes una doctrina, a la que llama "profundidades de Satanás" (Apoc. 2, 24), la cual, con el especioso pretexto de que conviene maltratar a la carne, fomentaba la inmoralidad y quitaba todo carácter de impureza a la fornicación. Según San Ireneo y San Clemente de Alejandría, el maestro y la cabeza de los nicolaítas fue Nicolás, uno de los siete diáconos ordenados por los apóstoles; perdidamente enamorado de una mujer, pero convencido y reprendido por los apóstoles, Nicolás acabó sus días dedicado a una vida ascética de expiación.

Pelagianismo: Defendida y sostenida por el monje bretón Pelagio, de quien recibió el nombre, difundida en Sicilia, África y Palestina por Celso, y sistematizada por el obispo de Campania, Juliano, esta herejía aparecida en los primeros años del siglo V minó al cristianismo por la base.

Sostenía la capacidad natural del hombre para conseguir la salvación; bastaba para ello el uso de la razón y de la libertad sin la intervención sobrenatural de Dios; negaba, al mismo tiempo que la sustancia y las consecuencias del pecado original, la absoluta necesidad de la gracia para realizar obras sobrenaturales. El pecado original, en el sentido en que lo entendía la Iglesia, no existía para Pelagio; el hombre, en efecto, nace sin ninguna mancha original, con la perfecta integridad de naturaleza semejante a aquella con que salió Adán de las manos del Creador; el pecado del primer hombre no acarreó ningún perjuicio o daño ni trajo consecuencia alguna para la posteridad; eso sí, fue un mal ejemplo, y en tanto puede hablarse de pecado original en cuanto los hombres pecan a semejanza de Adán. Por consiguiente: ni el bautismo es de absoluta necesidad para la vida eterna – se requiere sólo para poder formar parte de la Iglesia – ni la gracia es necesaria para las obras sobrenaturales, ni la Redención, siquiera, puede ser considerada como un rescate. La gracia es, solamente, una iluminación interior; no actúa sobre nuestra voluntad y no transforma nuestra alma; la Redención es, sin más, un reclamo, una invitación a una vida superior, pero permanece siempre exterior a nosotros, no crea nada dentro de nosotros.

Ya a los primeros asomos de esta herejía, llevada a África por Celso el año 310, el concilio cartaginés del 311 excomulgó a Celso y le obligó a recluirse en Palestina, donde se encontraba su amigo Pelagio. Si en Palestina la herejía encontró obispos complacientes, en África, la lucha conducida por San Agustín, se hizo encarnizada acabando por la condena de la herejía en el Concilio de Milevi del año 316; finalmente la Epístola tractora del Papa Zósimo que, tomando un término medio entre las definiciones de los dos concilios africanos, condenó solemnemente la herejía: esta condena fue después confirmada por el Concilio de Éfeso del año 431.

Algunas expresiones radicales de San Agustín, en la polémica pelagiana, sobre la necesidad de la gracia hicieron pensar se trataba de quitar al libre arbitrio toda participación en la obra de la salvación; por este motivo algunos monjes del monasterio de San Víctor de Marsella se creyeron en el deber de proponer la siguiente doctrina: 1) está en poder del hombre el dirigirse a Dios a pedirle ayuda, como está en poder del enfermo el acudir al médico; 2) del mismo modo la predestinación eterna depende en último análisis de la voluntad humana, ya que a ésta corresponde perseverar hasta el fin. Un discípulo de San Agustín, San Próspero de Aquitania, denunció rápidamente semipelagianismo y fue el centro de varias polémicas teológicas durante casi un siglo hasta que, finalmente, el Concilio de Orange del año 529, aprobado solemnemente por Bonifacio II, lo condenó en 532, declarando y estableciendo que el hombre caído no puede ni obtener la fe ni desearla sin la gracia proveniente; y mucho menos perseverar en el bien sin una secuela de gracias coadyuvantes, ni perseverar hasta el fin sin un don especial ligado a su predestinación.

Petrobrusianos: Seguidores de Pedro de Bruys, un sacerdote rebelde que, en los primeros años del siglo XII, declarándose auténtico representante del cristianismo y dotado de una vigorosa elocuencia, se puso a predicar contra el bautismo de los niños, contra la transustanciación, contra las imágenes, las cruces y las iglesias – puesto que a Dios se le reza en espíritu -, contra las oraciones por los difuntos y contra la obediencia a la autoridad eclesiástica. Logró obtener un cierto éxito en la Provenza y Gasconia, a pesar de encontrarse de frente con San Bernardo. Fue asesinado en Saint-Gilles du Gard, el viernes santo, por una masa enfurecida por la ofensa, que lo arrojó luego sobre la misma hoguera de cruces y crucifijos que él había preparado en la plaza del pueblo para, en ella, cocer y guisar la carne, en desprecio de los católicos.

El movimiento de los petrobrusianos continuó todavía una veintena de años bajo la guía de un ex benedictino, Enrique de Lausana, que fue condenado por el Concilio de Pisa el año 1135 y murió en la cárcel en 1145.

Quietismo: El teórico del quietismo fue un sacerdote español llamado Miguel de Molinos (1628-1696), autor del famoso libro La guía espiritual, publicado en Roma el año 1675, en el que sostenía que la perfección cristiana consiste en un completo y pasivo abandono en Dios, suprimiendo todo acto explícito de virtud y hasta todo deseo de santidad, sin oponer resistencia alguna a las tentaciones o a las acciones inmorales, antes bien, aceptándolas pasivamente tal como se presentan, puesto que para el alma, anonadada en Dios, nada puede haber que pueda ser pecado. En las casi veinte mil cartas postales escritas por Molinos, se exponen estas ideas con muchos más detalles y pormenores, poniendo, sobre todo, de relieve la ambigüedad y las consecuencias maléficas.

Condenado por Inocencio XI en 1687, molinos se retractó de los propios errores. Pero el quietismo, aunque de una manera algo mitigada, tuvo en Francia dos grandes representantes y paladines en el barnabita Francisco Lacombe y en madame Guyon: ésta logró mas tarde implicar en la doctrina al mismo Fénelon, con quien Bossuet entró en viva polémica. En 1699 Inocencio XII condenó veintitrés proposiciones sacadas del libro de Fénelon: Explicación de las máximas de los santos, poniendo fin, de este modo, a aquella que se llamó "controversia del puro amor" y que se condensaba en la primera proposición condenada: "Existe un estado habitual de amor de Dios que es caridad pura y ausente de cualquier interés propio. Ni el temor de las penas ni el deseo de la recompensa tienen aquí lugar alguno. No se ama a Dios con la idea de merecer y de alcanzar la perfección, ni para obtener la felicidad que se encuentra amándole".

Valdenses: Pedro de Vaux o Valdo o Valdez era un mercader de Lyon, nacido en el Delfinado, que del estudio de la Sagrada Escritura pasó a vivir una vida más perfecta según el ideal evangélico. Deseoso de hacer conocer la Biblia al pueblo, con la ayuda de dos sacerdotes amigos suyos, inició una traducción en lengua vulgar; pero en el año 1170, habiendo muerto improvisadamente uno de los dos sacerdotes, creyó ver en este hecho una llamada del Señor y, después de haber distribuido todo lo que tenía entre los pobres y haber abandonado a su mujer, se puso a predicar la pobreza y la penitencia por las plazas de Lyon y sus contornos, atacando también lo que llamaba las excesivas riquezas de la Iglesia y la mala conducta del clero. Alrededor de él se fueron formando grupos que se dieron el nombre de "pobres de Lyon" y que el pueblo llamó Valdenses.

La predicación de Pedro y de otros laicos arrimados a él y que sin preparación alguna pretendían explicar las escrituras, preocupó al arzobispo de Lyon, el cual les prohibió predicar. Pedro, entonces, apeló a Roma y el Papa Alejandro III, aun aprobando el modo de vivir de los seguidores de Valdo, mandó que, en cuanto a la predicación se sometiera a la autoridad episcopal del lugar. Pedro no quiso someterse y siguió predicando sin autorización de ninguna clase, de modo que el arzobispo se vio en la obligación de condenarlo. El Papa Lucio III aprobó, en el año 1184, la sentencia del prelado lionés; entonces fue cuando Pedro con todos los suyos se pasó a la herejía: negó el sacerdocio de la Iglesia, afirmó que el hombre se salva solo sin necesidad de pertenecer a ninguna Iglesia y que cada fiel es depositario del Espíritu Santo; después de esto negó la presencia real eucarística, se atribuyó el derecho de conferir los sacramentos en calidad de simple laico, no admitió otras oraciones que la del Pater Noster, mantuvo que el juramento era una blasfemia y negó a la sociedad el derecho de imponer penas y a la Iglesia el derecho de poseer bienes. El movimiento valdense se organizó en secta, con jefes propios que vivían de limosna y en perfecta castidad; se difundió y extendió por el Delfinado, la Provenza, el Languedoc, Alemania, España, Bohemia, Polonia y se asentó sólidamente en algunos valles de los Alpes Pisamonteses donde pronto Pinerolo y torre Pellice formaron el centro preferido de los Valdenses.

El año 1533, en el sínodo de Cianforan, los valdenses se adhirieron a la doctrina calvinista; por eso hoy se les considera a todos ellos como una secta protestante. Actualmente su número no supera los 50.000, de los cuales 30.000 habitan en Italia.

Viclefitas: Juan Wiclef (1324-1384), párroco de Fillingham, limosnero del rey, acumulador de beneficios eclesiásticos y maestro de teología en Oxford, escribió una serie de obras (El dominio divino, en 1375, El dominio civil, también en 1375, La Iglesia, en 1378, El orden cristiano, La apostasía y La Eucaristía, en 1379, y su obra más importante, el Trialogus, en 1382) en las que se las daba de reformador y revolucionario.

Su doctrina viene sintetizada en las 45 proposiciones condenadas por el Concilio de Constanza, el 4 de mayo de 1415. Rebelándose contra la Iglesia romana, que se había convertido en sinagoga de Satanás y cuerpo del anticristo, sostenía que la Iglesia debe ser puramente espiritual, sin jerarquía, casi sin Sacramentos y sin sacerdocio, constituida invisiblemente por los predestinados. Puesto que la soberanía pertenece solamente a Dios y el poder se ejercita bajo la autoridad de Dios y como por delegación divina, no tiene derecho alguno a la soberanía sea temporal o espiritual aquel que no se encuentre en estado de gracia; por consiguiente, el Papado, el clero, los monjes, todos ellos empecatados, no pueden representar autoridad alguna. La Biblia es la única regla de la salvación y, por eso, Wiclef no apoyó ni favoreció la traducción de la misma en lengua nacional. Además, negaba la transustanciación y la libertad humana, sosteniendo la predestinación de los elegidos y de los réprobos. Estas teorías encontraron buenos fautores en la corte inglesa, ávida de bienes eclesiásticos; encontraron también propagandistas populares que se llamaban "los curas pobres", pero que el pueblo llamaba lolardos. Condenado en el sínodo de Canterbury (mayo de 1382), Wiclef murió dos años mas tarde. Sus seguidores fueron dispersados por Enrique IV de Lancaster en los primeros años del siglo XV.
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MensajePublicado: Dom May 06, 2007 10:51 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Para los que creen que la ramera es la IC por que no contestan este cuestionario:

http://foros.catholic.net/viewtopic.php?t=25406
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LAS PAGINAS DE CRUZADO:
http://www.antisupersticion.com.mx y http://www.diadelparrillero.com.mx

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MensajePublicado: Mar May 29, 2007 4:08 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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lo que creemos los catolicos del purgatorio:

Primero tenemos que aclarar ciertos malentendidos sobre la enseñanza católica.

1) La obra de nuestra redención por la Cruz está terminada. Está absoluta y totalmente cumplida.

2) La aplicación de esta obra redentora de Cristo por el Espíritu Santo no está terminada, en nuestras vidas Dios manifiesta la obra de redención por la Cruz. Esta aplicación de los méritos que Jesús ganó por nosotros es igualmente esencial, no porque haga falta la obra de redención en la Cruz.

3) El purgatorio no da otro oportunidad a las personas después de morir. No es una segunda oportunidad. Los que van al purgatorio murieron en un estado de gracia, Son salvos. Los que mueran en estado de pecado mortal, un pecado de muerte (1 Jn 5, 16), son enemigos de Dios: no pueden hacer nada después de morir.



¿El Purgatorio en la Biblia?

http://www.apologeticacatolica.org/Masalla/Masalla06.htm

¿Qué realmente dice la Biblia Acerca del Purgatorio?

http://www.apologeticacatolica.org/Masalla/Masalla23.htm


El Purgatorio, ¿Invento de la Iglesia Católica?

http://www.apologeticacatolica.org/Masalla/Masalla21.htm
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MensajePublicado: Lun Jun 04, 2007 3:05 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Repito lo que puse en el primer post:

Cita:
Nota de moderacion:

Aqui publicaremos las respuestas rapidas a las preguntas y afirmaciones mas comunes que se hacen acerca del catolicismo.

Este tema no aceptara debates en el, si surgiera alguna duda a partir de lo aqui publicado, por favor abran un tema nuevo.

Se aceptan participaciones procurando sean breves y claras, temas muy extensos, por favor publicar el tema aparte y aqui poner solo el link.

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MensajePublicado: Lun Dic 31, 2007 7:02 pm    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Especialistas en Sagrada Escritura y respuestas bíblicas, introducen las refutaciones a 41 mitos evangélicos sobre costumbres y prácticas católicas:

http://es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/574/2546/
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MensajePublicado: Mie Feb 20, 2008 2:57 am    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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¿El Dios bíblico es un Dios terrible y sanguinario?

Infinidad de creyentes ( y por lo visto incrédulos) no pueden ocultar su asombro al constatar como el Dios bíblico parece exigir el extermino de los enemigos, tiene sed de venganza y se aira con suma facilidad.
¿Es realmente sanguinario el Dios de la Biblia?
Así parecen sugerirlo muchos textos bíblicos. Ahora bien, en ellos ¿ se refleja lo que Dios es o lo que el hombre piensa de Él?
Mas bien lo segundo. No en vano la experiencia universal atestigua que cada etnia religiosa proyecta sobre la divinidad sus más hondas vivencias y sus más vitales anhelos. Es bien sabido que el pueblo hebreo se forjo en la esclavitud, y todo esclavo, si por algo lucha con fiereza, es por la libertad.
El pueblo, una vez liberado de la opresión, comenzó a interpretar su historia con categorías religiosas. Y al hacerlo vio que debía a su Dios su libertad, que solo pudo lograr tras un sinfín de batallas y guerras, donde siempre lucho por sobrevivir. Yahvé era como su “gran general” invisible que desde su trono excelso iba derrotando y ajusticiando a todos los enemigos. El camino hacia la libertad siempre estuvo anegado de sangre. Y el pueblo judío solo consiguió ser libre porque en sus incesantes guerras nunca conoció la piedad. En el mundo antiguo jamás hubo sitio para los pusilánimes. ( ¿ Y lo hay en el actual?).
Tan trágica experiencia hizo que los israelitas fueran inmisericordes con cuantos no compartían ni su sangre ni su religión. Esta crueldad inevitable-fruto de una mentalidad primitiva- los hizo “rendir culto” al valor, al que siempre asociaban con la fuerza física. La tierra era de los fuertes. ¿Y los cielos? Allí solo podían regir los mismos criterios. De hecho el hombre bíblico no podía menos que atribuir ala divinidad cuanto él mas apreciaba. Por esos a Yahvé lo imagino como el “todopoderoso” ante cuyo ímpetu todo se debía doblegar.
Ello explica que el pueblo asociara la fortaleza divina con la crueldad. Para todo israelita ser fuerte y ser cruel eran conceptos casi sinónimos. Por eso, cuanta crueldad fue jalonando su azarosa historia se la aplico sin el menor remilgo a su Dios. De esta forma, tan sencilla y a la vez tan lógica, se fue fraguando en la conciencia del pueblo, ( y de muchos lectores actuales de la Biblia) la imagen de una divinidad sanguinaria y cruel.
Dios no es cruel. La crueldad es patrimonio exclusivo del hombre. Solo que este, al explicar religiosamente su existencia, creyó hacer honor a Yahvé ofreciéndole esa misma inmisericordia a la que él se aferraba para sobrevivir. En el fondo, el hombre bíblico no pudo ser más coherente: proyecto sobre Yahvé sus más hondas vivencias, fraguadas en el frenesí de unas luchas que lo obligaban a ser cruel. Acaso nos escandalicemos al ver como el hombre bíblico rodeo de sangre a su Dios. Mas con ello no hizo mas que ofrecerle lo que a él le iba ofreciendo la lucha por su vida.

Antonio Salas O.S.A.
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MensajePublicado: Mie Feb 20, 2008 3:00 am    Asunto: ¿Cómo explicar la ley “del herem”?
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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¿Cómo explicar la ley “del herem”?
La palabra hebrea “herem” significa anatema, inmolación, exterminio.. Y era esto lo que los israelitas suponían exigido por Yahvé siempre que conquistaban alguna ciudad o conseguían alguna victoria sobre sus enemigos. Hoy día muchos lectores de la Biblia al topar con esta escalofriante “ley del herem” no puede menos que preguntar. ¿es posible que las mujeres, los ancianos, los niños indefensos, y hasta los animales y objetos fueran exigidos como holocausto por el Dios bíblico? En realidad, esta pregunta debería formularse desde otro ángulo. ¿Como? Recordando que entre los antiguos era costumbre muy común entregar el botín de una batalla a la soldadesca desenfrenada para que apagara con él su sed de codicia, lujuria y venganza.
Esta costumbre se prestaba a tales aberraciones que la visión religiosa del hombre bíblico jamás la quiso admitir. ¿Cómo aceptar que, tras un combate, los soldados se convirtieran en aves de rapiña? ¿A quien se debían, en el fondo, las victorias? La religiosidad bíblica interpretaba cada triunfo como parte de una guerra que, siendo Yahvé su “general invisible”, debía considerarse santa. Pues bien, ello permitió esbozara una teología de “guerra santa”, donde se suponía que era Yahvé el artífice de cada victoria. Siendo así, todo botín le pertenecía.
En este contexto debe encuadrarse esa famosa “ley del herem”, que exigía inmolar todas las pertenecía de los enemigos, personas incluidas. Estas, al no aceptar la soberanía de Yahvé no merecían seguir con vida. Mas tampoco había que convertirlas en simple objeto de codicia o placer. La única forma de no contaminarse con ellas era inmolándolas a Yahvé, el cual recibía su sangre como un sacrificio que su pueblo le ofrecía como signo de gratitud.
Pero ¿puede, en realidad, Dios consentir o exigir holocaustos humanos? Digamos, al respecto, que la tradición bíblica aplica a Dios los sentimientos religiosos del hombre. Por tanto, Dios jamás exigió que los israelitas inmolaran a sus enemigos: eran ellos quienes, dada su forma primitiva de concebir a la divinidad, creían ser tales sus deseos. En el fondo la “ley del herem” solo refleja el sentimiento religioso (primitivo) de un pueblo en un contexto histórico muy difente al contexto histórico actual.
Nunca han existido modelos objetivos y únicos para expresar la fe de los pueblos. Por ello, los israelitas merecen todo respeto, ya que- a través del “herem”- pretendieron “sacralizar” personas, animales y objetos, que de otra forma solo hubieran servido para desencadenar pasiones. A la “ley del herem”hay que enjuiciarla desde el ayer, nunca desde el hoy.

Antonio Salas, O.S.A.
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MensajePublicado: Mie Mar 05, 2008 2:19 am    Asunto:
Tema: Respuestas rapidas a preguntas frecuentes...
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Los mitos bíblicos.

¿Qué se entiende por mito bíblico?

La palabra castellana viene de la griega “mitos”, que en su origen significaba “reflexión”. El mito seria, en tal caso, un juicio u opinión vertidos sobre algún hecho o realidad concreta. Sin embargo, los propios griegos llegaron a asociar los mitos con relatos en los que se refería algún hecho portentoso del pasado donde lo divino había entrado en contacto con lo humano. Y es sin duda en esta perspectiva que deben entenderse los mitos bíblicos. A juicio de la teología actual, un mito bíblico seria un relato con el que se pretende expresar alguna realidad o actuación divina expresada con lenguaje humano.

¿ Son, pues los mitos puros cuentos o leyendas?

Así se ha pensado en algunos círculos durante mucho tiempo. Tanto que acreditados teólogos del siglo pasado, al comprobar el fondo mítico de numerosos relatos bíblicos invitaron a eliminarlos, ya que cuanto contenían había sido inventado-así pensaban- por la delirante fantasía de los autores sagrados. Hoy en cambio no se piensa igual, La teología actual descubre un sin fin de relatos míticos en la Biblia, pero invita no tanto a eliminarlos cuanto a interpretarlos de acuerdo a la forma actual de entender al hombre y a Dios.
Este empeño por interpretar cada uno de los mitos bíblicos se basa en la convicción de que no son cuentos o leyendas con los que entretener o moralizar a los lectores.
Cada mito contiene alguna verdad que se desea transmitir al hombre. El significado de tales verdades no ha variado. Lo que sí se ha de interpretar con criterios de hoy es la forma como presenta el mito cada verdad.

Por lo tanto no es valido el eliminar los mitos cual si se trataran de fábulas o simples cuentos. Tampoco procede entenderlos al pie de la letra, pues la forma como presentan las verdades divinas no se ajusta en absoluto a las normas de la historia como las entendemos hoy.

Entonces: los mitos bíblicos ¿pueden reflejar hechos históricos?

Podría incluso decirse que, en cierto modo, detrás de cada mito se esconde alguna realidad relacionada con la historia. Pongamos un ejemplo:
Cuando el autor del Génesis describe el diluvio universal lo hace de forma tal que el mito impone su ley. ¿ Cómo pensar, en efecto, que las aguas cubrieran hasta los montes más altos? Hoy sabemos que esto-analizado desde una perspectiva histórica- resulta inadmisible. Sin embargo, visto el relato con óptica mítica, no deja de resultar fascinante.

¿ Cómo no sentirse atraídos por esa forma ingenua de presentar el castigo de Dios? Mas las cosa no pudieron ocurrir así. Pero ello no impide que un terrible cataclismo conmocionara de hecho a toda la humanidad. Solo así se explica que muchas literaturas antiguas-asiáticas, africanas, europeas y americanas- coincidan en evocar una castatrofe descomunal. En tal caso, podría afirmarse que el diluvio en si fue un hecho histórico, aunque sea mítica la forma de consignarlo.

El error de muchos creyentes consiste en entender los mitos bíblicos cual si lo en ellos descrito hubiera ocurrido como se lee el pasaje descrito.
Mas por otra parte no faltan los “enteradillos” que invitan a ignorar cuantas narraciones bíblicas rezuman carga mítica, ya que en ellas se falsea la verdad. El mito jamás entra en conflicto con la historia. Somos los creyentes quienes creamos tal conflicto por nuestro absurdo afán de identificarlos ( mito = historia) o bien de los “doctos” de presentarlos como irreconciliables ( mito = no historia).
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¡Ay, los que llaman al mal bien, y al bien mal;
que dan oscuridad por luz, y luz por oscuridad;
que dan amargo por dulce, y dulce por amargo! Isaías 5,20
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