TonyF Asiduo
Registrado: 21 Jun 2006 Mensajes: 435 Ubicación: Ontario, Canada
|
Publicado:
Vie Oct 13, 2006 12:34 pm Asunto:
En Busca del Jesus Historico
Tema: En Busca del Jesus Historico |
|
|
En mi tiempo libre participo en varios foros
En uno de ellos que por cierto es muy anti religioso y hasta ateo propusieron esta discusion basada en el siguiente articulo
A aquellos conocedores pregunto ¿cuan realista es este articulo ?
Cita: | Hola TonyF,
ORBUS ha respondido a una discusión a la cuál estás suscrito de nombre
Sugerencias en el foro Discusiones Eternas.
Este es el mensaje que fue publicado:
***************
HOLA YO QUISIERA SOLO PONER ESTE TEMA, YA QUE HABLA SOBRE LA EXISTENCIA
DE JESUS Y POR ENDE DE DIOS
POR FAVOR LEANLO Y DIGAN QUE SI LO PONGAN:
5 Pruebas de la existencia de Jesús
En busca del Jesús histórico
¿Hay pruebas arqueológicas de Jesús?
Desde el siglo XVII algunos investigadores se han preguntado
abiertamente si Jesús existió realmente. Aducen que, al margen de los Evangelios,
las dos alusiones históricas a este personaje han sido alteradas por
los copistas cristianos con el propósito de respaldar la fe. Sin embargo
los evangelios narran sucesos, describen lugares y personajes que la
arqueología ha podido verificar piqueta en mano. Mostramos las 5 pruebas
arqueológicas de la existencia de Jesús.
Josep Guijarro
Si bien la realidad histórica de muchos personajes antiguos ha sido
comprobada a través de investigaciones bibliográficas o arqueológicas, la
de Jesucristo ha sido cuestionada e incluso calificada de ficticia por
algunos historiadores modernos en vista de la falta de pruebas
irrefutables. En efecto, casi todas las fuentes que se refieren a la existencia
del influyente líder religioso se basan en los libros y epístolas del
Nuevo Testamento –de debatible autoría y autenticidad- junto con unas
contadas referencias de historiadores de la antigüedad, que pudieran
haber sido manipulados en el proceso de transmisión hasta nuestros días.
El Nuevo Testamento es una obra formada por cuatro pequeños libros a
los que llamamos Evangelios, veintiún pequeños documentos llamados
Epístolas, es decir, cartas que estaban destinadas a diferentes comunidades
para enseñar la doctrina cristiana, y dos capítulos más: los Hechos de
los Apóstoles y el Apocalipsis, esta última una profecía sobre el fin de
los tiempos.
Los Evangelios narran la vida y la palabra de Jesús de Nazaret por
parte de sus discípulos Mateo, Marcos, Lucas y Juan pero, ¿se trata
realmente de un texto histórico? ¿Puede la Biblia, en su conjunto, referirse a
hechos qué sucedieron realmente o son tan solo una mistificación?
El relato del Éxodo que explica como Moisés liberó a su pueblo del yugo
egipcio, es mencionado ampliamente en la Biblia... Sin embargo, los
arqueólogos aun no han encontrado pruebas palpables de que tuviera lugar
realmente, es más, no hay prueba alguna de la existencia de Moisés. Aun
así, estudiosos bíblicos de la Universidad Brandeis, aseguran que el
relato del Éxodo no es una ficción.
Durante los últimos 40 años, los arqueólogos han buscado y encontrado
datos que corroboran el trasfondo histórico de los Evangelios.
En 1993, por ejemplo, unos científicos de la Universidad Unión Hebrea
de Jerusalén, encontraron una losa en las ruinas de la antigua ciudad
israelita de Dan, la cual identificaron como una piedra del siglo IX a.C.
La losa contenía una inscripción que al parecer, conmemoraba la
victoria del rey de Damasco, sobre dos de sus enemigos: El rey de Israel y la
Casa de David.
Para los escépticos, David había sido hasta entonces un personaje
mítico. El hallazgo ponía fin al debate. Existía una inscripción grabada, no
por un hebreo, sino por uno de sus enemigos, lo que confirmaba la
existencia del Rey de Israel.
¿Podemos aplicar el método a la búsqueda de un Jesús histórico?
¿Podemos identificar hoy mediante pruebas arqueológicas y textos
independientes los lugares donde predicó Jesús, los protagonistas de su Pasión y
muerte o comprobar las situaciones descritas en los evangelios?
A continuación referimos 5 pruebas que confirman que es posible.
1 Los textos históricos
La primera noticia indirecta sobre Jesús fuera de los Evangelios es
atribuida al historiador judío Flavio Josefo. Se trata del denominado
testmonium flavianum y para muchos historiadores se trata de un pasaje
manipulado por los copistas cristianos pues en él se ensalza la figura de
Jesús: “Por ese tiempo (durante el gobierno de Poncio Pilato, 18-36 d.C)
vivió Jesús, un hombre sabio si es que realmente hay que considerarlo
un hombre. Porque él realizó hazañas sorprendentes y fue maestro de un
pueblo que aceptó gozosamente la verdad. Atrajo a su causa a muchos
judíos y griegos. Él era el Mesías. Cuando Pilatos, después de haber oído
que era acusado por los hombres de más elevada posición entre nosotros,
lo condenó a morir crucificado, los que anteponían el amor por él a
todas las cosas no dejaron de amarlo. El tercer día se apareció a ellos
resucitado porque los profetas de Dios habían anunciado éstas y otras
incontables maravillas sobre él. Y la secta de los cristianos, llama!
dos así después de él, no ha desaparecido hasta hoy”
Hasta aquí la cita de Josefo en la que delata un fervor inusual. Según
documenta el periodista Pepe Rodríguez en su libro Mentiras
fundamentales de la Iglesia católica, “la obra de Flavio Josefo no aporta nada
diferente de la imagen de Jesús que dan los Evangelios(…) Parecen ser
añadidos cristianos en busca del sello de autentificación histórica que dan
los textos de Josefo”. La desconfianza se acrecenta cuando otros
historiadores judíos de la época nada saben de Jesús. Es el caso de Justo de
Tiberíades o de Filón de Alejandría que siendo coetáneo a Jesús y
habiendo escrito sobre sectas y movimientos religiosos de su tiempo no se
acuerda para nada de los cristianos.
La cita más independiente se halla en la obra Anales. Es proporcionada
por el historiador romano Tácito. Según el prestigioso autor Jesús no
fue condenado al patíbulo por haber predicado doctrinas religiosas
judías sino porque su figura, como Mesías, llevaba implícita una oposición
al poder de Roma. El texto confirma que el nazareno fue condenado a
muerte por Poncio Pilato.
2 La tumba de Caifás
Hasta hace unos años, muchos dudaban la historia del juicio de Cristo
ante el Sanhedrín (Concilio Judío). No había documentación histórica
aparte de la Biblia sobre la existencia de un individuo llamado Caifás, y
menos de que fuera un sumo sacerdote.
Este osario ha sido objeto de árduas polémicas.
Pero en noviembre de 1990 unos obreros que trabajaban en las afueras de
Jerusalén, en frente del monte Sión, dieron accidentalmente con una
cueva repleta de sepulcros. Estaba formada por una sola cámara, tallada
sobre caliza blanda durante el Período Romano Primitivo y tenía cuatro
fosas digitiformes de 1,80 m. de profundidad que partían de la cámara
principal. En una de estas fosas fueron halladas dos urnas u osarios
perfectamente conservados. Una de ellas llamaba especialmente la atención.
Tenía su cubierta abombada y una rica ornamentación; una cenefa en forma
de rama y dos círculos centrales con seis rosetones cada uno. En uno de
sus lados, toscamente grabada, se leía la inscripción Yehosef bar
Caiapha, o lo que es lo mismo: “José, hijo de Caifás”. El arqueólogo Zvi
Greenhut y el antropólogo Joe Zias concluyeron que este Caifás de la
inscripción era el mismo que se menciona en los evangelios.
Caifás fue sumo sacerdote entre el 18 y el 36 d.C. Posiblemente
consiguió esa posición al casarse con la hija de Anás, quien fue cabeza de un
poderoso clan de sumos sacerdotes (Juan 18:13) y se convirtió en el
líder de la conspiración para crucificar a Jesús. Si su última morada fue
esta urna funeraria hallada en el Bosque de la Paz, al sur de la Ciudad
Vieja de Jerusalén, se confirma que los personajes del Nuevo Testamento
no son mitos, sino seres de carne y hueso que protagonizaron los hechos
descritos en los textos.
Por desgracia los arqueólogos no fueron los primeros en entrar en el
sepulcro, éste había sido profanado en la antigüedad y sus objetos habían
sido sustraídos. Lo que sí hallaron fueron los restos de 63 individuos,
entre ellos los de Caifás, al parecer, un varón de 60 años.
http://i75.imagethrust.com/images/2Nvx/view-image/jesus-2.html
3 Inscripción Poncio Pilato
Inscripción donde se lee "Poncio Pilatos"
Hace cuarenta y un años, durante las obras de limpieza y restauración
de un teatro romano en la antigua ciudad de Casaréa, tuvo lugar otro
importante hallazgo arqueológico que confirma la existencia de otro de los
personajes del Nuevo Testamento, directamente implicado en la
crucifixión de Jesús. Se trata de una placa conmemorativa cuya importancia
radica en el nombre que se halla grabado en su superficie: “Tiberieum
Pontius Pilatus... Praefectus Iudaicae” o lo que es lo mismo: Tiberio Poncio
Pilato... Prefecto de Judea. Había pasado inadvertida por estar vuelta
del revés. La inscripción resolvía, además, la disputa entre
especialistas en torno a la autoridad que ostentaba este personaje por cuanto era
llamado prefecto y no procurador, un cargo de rango inferior aunque
acogido con entusiasmo porque se trataba del primer testimonio físico de
la existencia de un personaje destacado del Nuevo Testamento.
Poncio Pilato tenía su palacio residencial en Cesaréa Marítima, sede
del gobierno romano en la ribera oriental del Mediterráneo y sólo acudía
a Jerusalén para asistir a las grandes fiestas. Despreciado por los
judíos por haber construido un acueducto con dinero del Templo y
protagonizado varias acciones sangrientas, éstos le denunciaron ante las
autoridades romanas, siendo depuesto de su cargo por el gobernador de Siria y
enviado a Roma en el año 37.
La historia le conoce sobre todo por el proceso seguido contra Jesús,
al que aún reconociendo su inocencia, lo entregó al infame suplicio de
ser clavado en la cruz. Esto agradó a los judíos, evitó un levantamiento
popular y para confirmar su rechazo a cualquier clase de
responsabilidad, efectuó el famoso gesto de lavarse las manos. (Lucas 23:14 y Mateo
27:24).
PONER IMAJEN 3
4 La casa del apóstol Pedro
En la ribera norte del mar de Galilea se erigen las ruinas de Cafarnaum
la ciudad donde se supone que Jesús predicó a los apóstoles. Las
excavaciones arqueológicas llevadas a cabo allí durante el siglo pasado han
sacado a la luz una iglesia de planta octogonal, datada en el siglo V,
que al parecer fue erigida para venerar la Casa de San Pedro, el
“príncipe de los apóstoles”. El terreno era propiedad de los monjes
franciscanos. Entre 1968 y 1985 se realizaron diversas excavaciones sacando a la
luz complejísimos estratos. Es decir, que la iglesia bizantina había
sido levantada sobre otra estructura anterior, una iglesia-casa del siglo
IV. Los arqueólogos franciscanos Virgilio Corbo y Stanislao Loffreda
llegaron más lejos aún al comprobar como debajo existían restos de una
casa con patio del siglo I. En el estuco que recubría las habitaciones
habían sido garabateadas diversas invocaciones cristianas en arameo,
hebreo, griego, latín y siríaco que revelaban la importancia de aque!
lla sala para las primeras generaciones de cristianos. La conclusión
de Corbo y Loffreda es que se trataba de la casa del apóstol Pedro. Su
suposición se refrendaba porque cerca de allí, una manzana más al norte,
se erige una de las sinagogas más grandes del periodo bizantino. Parece
que esta construcción fue levantada sobre otra sinagoga más antigua del
siglo I. Pues bien, en las paredes de la construcción original los
arqueólogos hallaron varias inscripciones en griego y arameo con los
nombres judíos que patrocinaron la construcción: Herodes y Chalfo que guardan
semblanza con otros que aparecen en los Evangelios. Siendo así podría
tratarse de la sinagoga donde Jesús exorcizó a unos demonios (Marcos, 1,
21) y en la que impartió sus enseñanzas (Juan, 6, 59).
5 La barca de Galilea
En enero de 1986, dos miembros del kibbutz Ginnosar divisaron en
Cafarnaum el contorno de una barca enterrada. Se hallaba cubierta por el limo
de la rivera del mar de Galilea. La grave sequía que asolaba entonces
la región provocó un notable retroceso de las aguas dejando al
descubierto la primitiva embarcación.
Durante el siglo I, la pesca proporcionaba alimento y trabajo a buena
parte de los habitantes de Cafarnaum. Según documentan John D. Crossan y
Jonathan L. Reed en su reciente libro Jesús desenterrado, existía
entonces un sencillo muelle así como unos cuantos embarcaderos y rompeolas
hechos de piedras apiladas. Ese fue, con toda probabilidad, el escenario
donde Jesús impartió su ministerio.
Pues bien, con la ayuda de un dique y unas bombas los arqueólogos de la
dirección de Antigüedades de Israel reflotaron la sugestiva embarcación
y la llevaron a la orilla. Media alrededor de 2,5 metros de ancho por
7,8 metros de largo. Había sido despojada de los elementos que podían
ser reutilizados y empujada mar adentro para ser hundida. Las vasijas y
lámparas halladas en su interior así como la datación de la madera
mediante la prueba del radiocarbono permitieron concluir que era del siglo
I. Se trata pues de una de las barcas de los tiempos de Jesús, del tipo
utilizado habitualmente para la pesca o para cruzar el lago. La
imaginación se dispara con facilidad imaginando a bordo a trece personas.
Actualmente se la conoce como la “Barca de Jesús”. |
_________________ "Una vez le pregunté a Jesús: -¿Cuánto me amas? Y él me respondió: -así te amo. Y abrió sus brazos y murió por mí". elangeltuyo@yahoo.com.mx
 |
|