Foros de discusión de Catholic.net :: Ver tema - El Blog de Luis Fernando: Compasión, perdón y generosidad
Foros de discusión
El lugar de encuentro de los católicos en la red
Ir a Catholic.net


Importante: Estos foros fueron cerrados en julio de 2009, y se conservan únicamente como banco de datos de todas las participaciones, si usted quiere participar en los nuevos foros solo de click aquí.


El Blog de Luis Fernando: Compasión, perdón y generosidad

 
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Temas Controvertidos de la fe y la moral
Ver tema anterior :: Ver tema siguiente  
Autor Mensaje
guillermojuanmorado
Asiduo


Registrado: 24 Oct 2005
Mensajes: 249

MensajePublicado: Vie Nov 03, 2006 9:36 pm    Asunto: El Blog de Luis Fernando: Compasión, perdón y generosidad
Tema: El Blog de Luis Fernando: Compasión, perdón y generosidad
Responder citando

Compasión, perdón y generosidad
03.11.06 @ 21:00:00. Archivado en Evangelio, Espiritualidad cristiana
Lc 6:36-38:
"Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá."

¿Cual debe ser la característica básica de un cristiano? Reflejar el carácter de su Padre que está en los cielos. Dice la Palabra de Dios: "Sed perfectos como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto" (Mt 5,4Cool. Todos sabemos que es prácticamente imposible que en nuestras propias fuerzas podamos alcanzar la perfección. Pero la gracia de Dios nos capacita para que al menos podamos ir acercándonos a esa perfección divina. Nosotros sabemos que Dios es compasivo. Él lo ha sido con nosotros en multitud de ocasiones. Él nos pide que mostremos esa actitud compasiva con nuestros semejantes. También sabemos que Él no vino a juzgarnos y condenarnos sino a salvarnos. Y nos pide que nuestra justicia no sea implacable sino miresicordiosa. Además, el juicio se lo debemos dejar a Él. Muchas veces emitimos opiniones descalificando a otras personas y somos profundamente injustos porque no tenemos todos los datos que nos permitan el saber porqué esa persona actúa como actúa.

Y el perdón...¡ay, el perdón! Qué difícil nos es el perdonar a aquellos que realmente nos han hecho mucho daño. Pero el perdón no es una opción. Es nuestra obligación. Sabemos que Cristo puso mucho énfasis en que perdonáramos a nuestro prójimo. El Padrenuestro dice "perdónanos nuestras ofensas ASÍ COMO nosotros perdonamos a los que nos ofenden". Cuando Pedro preguntó a Cristo cuantas veces hemos de perdonar al hermano que peca contra nosotros, el Maestro respondió que siempre (eso quiere decir setenta veces siete). No es fácil el perdón. Y Dios lo sabe porque a Él le costó mucho perdonarnos con el sacrificio del Hijo en la cruz. Pero si Él pudo perdonarnos a pesar de que nosotros no lo merecíamos, Él tiene la autoridad para pedirnos que nosotros perdonemos a los que nos hacen mal.

El perdón es el camino del amor. No podemos amar al prójimo como a nosotros mismos si primeramente no le perdonamos. Y si no amamos al prójimo como a nosotros mismos, estamos fallando en el segundo mandamiento más importante de la Ley de Dios. Seamos pues comedidos en nuestros juicios y estemos siempre prestos a perdonar.

También nos pide el Señor que seamos generosos. Él nos ha dado todo, nos ha dado la vida eterna. Ahora nos pide que nosotros también demos de lo que es nuestro. A veces entendemos el dar como algo exclusivamente económico. Hay quienes piensan que dando una cantidad de dinero para determinada obra benéfica ya es suficiente. Pero Dios quiere que demos algo más que dinero. Nos pide que nos demos a nostros mismos. Que entreguemos nuestras vidas en el servicio suyo y a los demás. Eso no tiene siempre porqué ser que nos vayamos de misioneros a un país lejano. Podemos entregarnos completamente en nuestras familias, en nuestras comunidades parroquiales. Nos entregamos cuando visitamos a los que sufren y a los que han sufrido pérdidas familiares. Nos entregamos cuando dedicamos nuestro tiempo a enseñar a la gente que Dios es alguien que no está en un lugar lejano e inaccesible sino que vive en el corazón de quienes creen en Él.

Hay muchas formas de entrega. Pedid a Dios que os enseñe la mejor forma en que podáis dar a los que necesitan de vuestros servicios. La mies es mucha y faltan obreros. Y os aseguro que aquel que da, recibe mucho más. No es una fórmula matemática en la que si yo doy "x", recibo "y". No, el que sirve lleva el premio en su propia obra. Hay pocas cosas que puedan compararse al gozo de haber realizado el servicio al que Dios nos ha llamado. El premio de saber que Dios está contento porque le hemos sido fieles es mucho mayor que todo el bien que hayamos podido realizar.

Cristo acaba diciéndonos que con la medida que midamos, seremos medidos. Si eres un juez implacable no esperes otro juicio diferente al que tú emites sobre otros. Si amas poco, no esperes recibir mucho amor. Os dejo con otros versículos que nos confirman lo que Dios quiere de nosotros: Lucas 7,47; Mateo 18,23-35.

Dios nos guarde de todo mal,

Luis Fernando Pérez Bustamante

Hacer comentario • Trackback (0)


http://blogs.periodistadigital.com/coradcorloquitur.php/2006/11/03/compasion_perdon_y_generosidad
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Azzul
Asiduo


Registrado: 05 Nov 2005
Mensajes: 140

MensajePublicado: Sab Nov 04, 2006 8:06 am    Asunto:
Tema: El Blog de Luis Fernando: Compasión, perdón y generosidad
Responder citando

Hola:

Hoy llegué algo cansado de diferentes actividades, subí a mi recámara y me dispuse a descansar por unos momentos, además de la fatiga de la actividad del día, mentalmente estaba algo desmoralizado y triste... La tarde se tornó fría, nublada, de esos días con llovizna que son fríos...

En estas últimas semanas en mi mente se repetía constantemente un recuerdo doloroso, muy doloroso... Yo le había pedido a Dios que aunque el recuerdo permanezca, ya no duela, yo inisistía en que ese recuerdo dejara de ser doloroso...

Aproveché esos momentos de soledad hoy por la tarde para preguntarle al Padre de las luces, por qué ese recuerdo continuaba llegando a mi pensamientos y cada vez se tornaba más doloroso.

... Y de nuevo las lágrimas comenzaron a brotar, hasta que entendí que para disipar el dolor yo debía de perdonar a la persona que me hizo tanto daño... Yo pensé que ya la había perdonado, pero me di cuenta de que no, incluso me di cuenta de que no quería perdonarla... Había un mecanismo mental que me impedía perdonarla, era algo así como decirme a mi mismo que si la perdonaba, ella no sentiría la consecuencia de su acto... Era que cada vez que me sentía profundamente herido por aquellos hechos, en mi se incrementaban las ganas de castigarle, de echarle en cara cada vez que podía, como una especie de castigo psicológico. En pocas palabras, me negaba a perdonarla pues al perdonarla yo he creido que ella no recibiría el "castigo" por sus malos actos

Hoy me di cuenta que no sólo no podía perdonar, sino no quería hacerlo, entonces por medio de un angustiante llanto saqué fuera todo aquello mientras le decía a Dios que quería perdonar, que me ayudara a, -primero- desear perdonarla y después que en mi corazón viniera ese perdón que sólo Dios nos puede ayudar a ejercerlo... Pensé para mis adentros... "Yo debo perdonar porque esto me esta dañando, me corroe el alma y me está amargando, por eso debo perdonar, pero además porque no hay otra opción y es mi obligación como cristiano" y así le pedí a Dios su ayuda para poder perdonar...

Hoy abro este tema... y leo lo siguiente:
"el perdón...¡ay, el perdón! Qué difícil nos es el perdonar a aquellos que realmente nos han hecho mucho daño. Pero el perdón no es una opción. Es nuestra obligación."

Doy testimonio de que Dios nos habla, nos reafirma, es tanta su misericordia que a pesar de estar en toda la gloria se presta a escuchar nuestros problemas, él se inclina hacía nosotros, nos escucha con atención, y después amorosamente nos responde, como él hoy lo hizo conmigo, al leer esto sé que Dios me escuchó en mi angustia, en mi dolor y en mi desesperación... ahora que Dios amorosamente me reafirmó que me atendió, sé que me concederá la fuerza para perdonar y seguir adelante.

Yo agradezco a Dios por mucho... porque a pesar de mi miseria él me atiende con cariño.

Gracias por el tema.

_________________
Gracias por amarme a mi también
Volver arriba
Ver perfil de usuario Enviar mensaje privado
Mostrar mensajes de anteriores:   
Publicar nuevo tema   Responder al tema    Foros de discusión -> Temas Controvertidos de la fe y la moral Todas las horas son GMT
Página 1 de 1

 
Cambiar a:  
Puede publicar nuevos temas en este foro
No puede responder a temas en este foro
No puede editar sus mensajes en este foro
No puede borrar sus mensajes en este foro
No puede votar en encuestas en este foro


Powered by phpBB © 2001, 2007 phpBB Group
© 2007 Catholic.net Inc. - Todos los derechos reservados