Sesión # 11 "El Adolescente Y Su Mundo"

[Carolina Franco Castanedo]

Formación de la conciencia

Partiendo de la base de que somos educadores Católicos, para formar la conciencia de los alumnos primero hablaría de valores universales (amistad, lealtad, justicia, solidaridad, paz, responsabilidad, etc.), y cómo el practicar esto o no, afecta a las personas, a la sociedad, o al mundo. Se pueden usar ejemplos de la vida real, o noticias (guerras, desastres naturales, asesinatos en una escuela, secuestros, etc.), o se pueden hacer representaciones (los mismos adolescentes pueden hacer alguna dinámica.). para hacer más vivencial el aprendizaje de valores.
Los valores cristianos se pueden inculcar con la formación religiosa, pero algunos países no lo permiten. En ese caso los laicos podemos apoyar a las Parroquias.
En cuanto a formar la conciencia: algunos papás buscan un colegio Católico para sus hijos, (donde se habla por ejemplo del pudor y del valor de la castidad prematrimonial) pero en su casa el adolescente varón tiene acceso a películas y revistas pornográficas y a la jovencita le compran y permiten usar ropa que deja bastante al descubierto.

Formación de la voluntad

Considero importante un trabajo en equipo entre educadores y padres de familia. Por ejemplo, si la maestra procura formar la voluntad de su alumno inculcándole (con suavidad y firmeza) la responsabilidad del estudio, hábitos de orden, limpieza, modales etc., Pero en casa permiten que deje todo tirado donde sea, (“la empleada doméstica lo recogerá”), no hay llamada de atención ante bajas calificaciones o faltas de respeto, no le dan a su hijo responsabilidades, los papás no están ayudando a formar su voluntad.
En ambos casos (formación de la conciencia y de la voluntad),: los maestros pueden pedir el apoyo de los padres para buscar mayor congruencia entre lo que se enseña en el hogar y en la escuela.

Como madre de una adolescente, para mí es fundamental el que mi hija esté en un colegio Católico, donde le impartan los mismos valores humanos y cristianos que nosotros le inculcamos. Pero cuando los papás ya eligieron un Colegio laico, los maestros también pueden formar la conciencia de dichos alumnos con su testimonio de vida así como con sus palabras, para que el adolescente a prenda distinguir el bien del mal. Se pueden formar clubs para jóvenes donde además de actividades recreativas (deporte, música, pintura, etc.) haya actividades encaminadas a la formación de conciencia y aceptación de valores: (ejemplo: pasarles películas que contengan “mensajes” y valores, y comentarlas todos al final, con la ayuda de un adulto. En el colegio se les puede pedir que analicen algunas noticias del periódico o televisión, y comentar esos hechos analizando si la persona actuó bien o mal y porqué piensan eso.

Para los Católicos nuestro Modelo es Jesucristo y podemos hacer referencia a esto en la vida diaria, por ejemplo ante un acto de violencia, críticas juzgar a otros: Preguntarles: ¿Qué pensaría, sentiría, o diría? Cristo si estuviera ante esta escena? Y hacerles caer en cuenta de cómo se afectó a la otra persona con esa agresión, juicio, crítica, etc. y si les gustaría a ellos estar en su lugar. Que aprendan a pedir disculpas.

El Fundador del colegio donde trabajo tiene una frase que me agrada, que más o menos va así: “Lo que importa no es caer, mientras se ame la lucha y no la caída. “ Yo pienso que en el proceso de formar la conciencia y la voluntad del adolescente, tenemos que enseñarles a levantarse cuando caigan, (faltas contra la castidad, baja de calificaciones, riñas con compañeros), etc. Como nos está enseñando Mayra Novelo en este curso, podemos, quizá con la ayuda del alumno, diseñar un plan sencillo de mejora.

También estoy de acuerdo con el artículo en que: el conocer las cualidades, fortalezas o posibilidades de nuestro alumno así como sus limitaciones puntos débiles nos facilita el hacer un programa para su formación y superación.

El dominio sereno de las reacciones pasionales.

En este punto yo como mujer y madre, tengo que empezar por trabajar en ello, si deseo formarlo en mi hija y los adolescentes con quien trabajo. Un maestro, un padre de familia, que, aunque sin agredir “explota” fácilmente o pierde la paciencia ante pequeñeces, no puede pedir al adolescente que se controle así mismo.
Un método que usaría es: hacerlo reflexionar sobre su conducta inadecuada, y cómo debió haber actuado si estuviera más sereno y controlado. Que vea qué consecuencias negativas hubo porque no se dominó. Y hablándole de las grandes cualidades que vemos en él, sugerir que trate de tener un mayor control de sus impulsos. Cuando Cristo es nuestro Ideal, por amor a Él perdonamos, o pedimos perdón, y es más fácil la convivencia social, familiar, etc.

En cuanto a la sinceridad y coherencia de vida :

El adolescente debe ver esa virtud en nosotros sus educadores: que nuestras palabras correspondan a nuestras obras. Y ya partiendo de ese testimonio, un método sería el reflexionar con el adolescente sobre sus actos, por ejemplo porqué se molesta cuando sus compañeros no lo ayudan, si tampoco él ayuda cuando lo necesitan.

Algún comentario...

Como Psicóloga Escolar, coincido con lo mencionado en este artículo o sesión, de que a los formadores nos sirve mucho conocer a los alumnos mediante el estudio de su carácter, pero que es muy importante el no caer en juicios sobre ellos. ( quizá pensamos del alumno poco activo: “es un flojo” o del alumno que tarda más en entender una explicación, decirle : “es un burro o un tonto”. ).

Considero un reto para nosotros los educadores el procurar buscar la formación integral y la armonía de todas las facetas de la personalidad de nuestro alumno adolescente). Aunque no podamos abarcarlas todas (inteligencia, voluntad, conciencia, carácter, sociabilidad, etc.), creo que en algo podemos ayudar los formadores, ya que pasamos la mitad del día con esos alumnos. Y son almas que Dios puso en nuestras manos.

Estoy totalmente de acuerdo con nuestra compañera de foro (Martha S.) que es muy importante nuestro testimonio de vida para formar alumnos. Y coincido con el artículo, que es muy importante el encauzar al adolescente hacia grandes ideales.

Carolina Franco Castanedo, de Guadalajara, Jal.

P.D. Les pido sus oraciones para que Dios de consuelo y fortaleza al compañero de foro Juan Crespo Fernández, pues se está muriendo su esposa a causa de un accidente y él está muy triste.

[Yolanda Lomelín]

1. La formación de la conciencia
Croe que lo más importante para lograr concincia en cualquir ser humano sin importar la edad es hacerle ver los pros y contras (el bien o el mal) de sus actos y de todo lo que nos rodea. Además que para nosotros formadores cuando queremos crear concincia sobre algo en nuestros alumnos debemos de ser congruentes y creer en lo que les estamos ensñando de lo contrario para ellos no tendrá sentido.

2. La coherencia de vida: ese ser lo que se es y lo que se profesa.
Yo creo que es muy importante ser congruentes con lo que decimos y hacemos delante de nuestros alumnos para poder ser un ejemplo,"hay que predicar con el ejemplo" debemos darle sentido a las cosas cotidianas para que los alumnos puedan entender el porque de cada situación y realmente lo reflexionen y se lo crean para poder hacerlo en sus vida diaria.

3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales.
Me parece muy importante este punto porque tanto como formadores así como padres de familia somos muy exigentes con nuestros alumnos e hijos en cuanto a sus reacciones que gneralmente son muy arrebatadas y para nosotros en la mayoría d los acasos es una falta de respeto, y cuantas veces nos ha pasado que les gritmos a nuestros hijos o alumnos por cosas que no son tan importantes y nos justificamos en que estamos "estresados" por ejemplo, me parece que si nosotros como adultos no somos capaces de dar esto como ejemplo será muy difícil exigirlo a los alumnos, lo que a mí me ha resultado para no perder la cabeza es respirar profundo y pensar n yo soy el adulto y que lo que ellos esperan de mí en una situación difícil es que los apoye y no que los "acribille" y que es mejor resolver cualquier situación con serenidad para poder dar un juicio objetivo y no solo por enojo.

4. La fuerza de voluntad
Para mi el lema de "Querer es poder" es muy valioso y creo qu a nuestros alumnos debemos generarles la necesidad de este "Querer" y sus benficios y así como poner en la balanza los benficios que da esto contar las conscuencias ngativas que se pudan tener cuando dejamos de hacer lo que nos toca, para el jovn es muy difícil hacer algo sino le encuentra sentido.

5. La sinceridad de vida.
Pienso como lo mencione con anterioridad debemos ser honestos, Hablar con la verdad, Predicar con el ejemplo y con responsabilidad, vivir con los valores que se nos han inculcado, tratar de dar lo mejor de nosotros en cada cosa que hagamos dentro de nuestras posibilidades como seres humanos, aceptar nuestros errores y aceptar que no somos perfectos y que no lo sabemos todo y que siempre podemos aprender de los demas sin importar la edad, para mí es una manera de ser sinceros y de crecer como seres humanos "HUMILDAD".


Yolanda Lomelín
Querétaro, México
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[Blanca Aurora Hernández H]

1.La formación de la conciencia

La conciencia, desde la visión cristiana, es: La voz de Dios y marca en nuestra vida lo que está bien o mal. Esta conciencia debe estar regida por la moral que no es otra cosa que actitudes personales que permiten al hombre una vida recta, de verdadero cristiano.
La formación permanente ayuda al ser humano en el conocimiento de la verdad y la vivencia de su libertad; a tener criterio sobre cualquier materia; a saber distinguir perfectamente y sin error, lo bueno de lo malo.
En la actualidad existe la gran necesidad de formar a los adolescentes en este aspecto importante de la vida humana, pues la influencia exterior lo bombardea con ideas equivocadas acerca de lo bueno o lo malo, llevándolo a pensar que todo es acomodable a las necesidades del ser humano.
Es importante educar la inteligencia de los adolescentes, pues gracias a ésta podrán descubrir la verdad libremente, criterio propio. No se trata de manipular la información que se les proporcione para que piensen como nosotros pensamos o queremos. Se trata de que, a la luz del evangelio logren descubrir lo que Dios quiere para el hombre y contar la convicción de que todo cuanto Dios nos ha revelado es el estilo de vida que debemos adoptar.
La conciencia moral ordena a la persona, en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal, en relación con los planes de Dios.

2.La coherencia de vida

Muchos educadores, padres de familia, incluso catequistas, comentan a los adolescentes frases como: “no hagas lo que ves, sino lo que te digo”; transmitiendo así una incoherencia de vida, pues una vida coherente compagina a la perfección lo que piensa, lo que hace y lo dice.
Si esta coherencia de vida es difícil de encontrar en un gran número de adultos, con mucha mayor razón entre los adolescentes y todo es por falta de formación. Se ha perdido de vista la importancia en la formación de la moral cristiana, pues incluso se ha llegado a pensar que la moral es algo que está pasado de moda. No hay nada más equivocado que esto pues la moral no es una moda, mucho menos un sentimiento, es un estilo de vida a la luz del Evangelio y a través de esa vivencia se logra la coherencia de vida.
Si desde niños les enseñamos a ocultar sus sentimientos, a dar una imagen diferente de lo que se es en realidad, estamos creando hábitos nocivos para el comportamiento de la persona. Si por el contrario fomentamos la aceptación de los errores, el enmendarlos con responsabilidad, el conocimiento de la Palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia, así como la convicción de la aceptación de ambas, estaremos logrando que las nuevas generaciones retomen el vivir coherentemente.

3.Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales

Poco a poco, el adolescente se ha visto invadido por infinidad de estereotipos sociales que le invitan a la imitación, sin contar con un verdadero modelo a seguir. La falta de fortalecimiento en la fe y en la vivencia de los valores, le va llevando a buscar únicamente la satisfacción de los sentidos como una prioridad en la vida. Pareciera que lo único que importa, actualmente, es el placer por el placer y que las personas vales por lo que tienen. Ya no se le da la importancia real a los grandes ideales que benefician a la propia persona y al resto de la sociedad. El egoísmo ha sustituido a la solidaridad. Se invierte más en armamentos y guerras que en alimentación y educación. Se invita a vivir una libertad plagada de libertinaje y de falta de moral.
La propia vida ya no tiene valor a los ojos de una gran porción de la sociedad, la sexualidad ha sido rebajada a la satisfacción de la pasión, el aborto y la eutanasia se han convertido en un derecho de la persona.
Es necesario retomar el encauzamiento del razonar, reflexionar, decidir y actuar en los adolescentes. Si continuamos tomando decisiones por ellos, dándoles las cosas ya hechas, sin encaminarlos a utilizar su sentido crítico, su capacidad de pensar y reflexionar, continuaremos condicionando títeres, pues el hecho de no pensar y decidir por sí mismos bajo la visión cristiana, nos está llevando a tener adolescentes manipulados por aquellos que ostentan el poder, el tener y el placer.

4.La fuerza de voluntad

Este es quizá uno de los aspectos que más cuesta lograr en los adolescentes, pues la pereza hace presa de ellos.
La fuerza de voluntad debe educarse a través de la disciplina y la constancia, pero para ello debe despertarse el amor por lo que hacen y por los grandes ideales, enseñándoles que gracias a la fuerza de voluntad serán capaces de alcanzar sus objetivos.

5.La sinceridad de vida

Creo que este aspecto viene aunado a la coherencia de vida, aceptar su realidad es un proceso que va acompañado de formación en la fe. Los Sacramentos son un excelente medio para educar este aspecto, pues en ellos se va a encontrando la fortaleza para reconocer lo que se es en realidad y para descubrir el camino de la conversión.
El amor y el perdón creo, son partes fundamentales para lograr este objetivo, pues descubriéndose amados y aprendiendo a perdonar y a perdonarse, el adolescentes sabrá aceptar su realidad.

Propuesta:

Mi propuesta para que los adolescentes puedan vivir estos 5 aspectos, es brindarles la oportunidad de participar en un curso-taller sobre moral cristiana, con ejercicios de crítica y reflexión, así como compromisos personales.
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Quiero hacer de mi vida un libro, donde esté contenida la Ciencia del amor. (Teresa de Liseux)

[Narcisa Núñez]

Considero que todos estos elementos que sirven para formar una personalidad integral se dan desde la infancia porque con nuestro ejemplo guiamos a nuestros niños, jóvenes y porque no adultos también, en ciertas ocasiones.

1.La formación de la conciencia.

Enseñarles a los niños las obras de misericordia y que deben ponerlas en práctica con todos sus semejantes (hermanos en Cristo), ayudará a la formación de la conciencia. Porque aprenderán a servir y no esperar a ser servidos, dar amor, respeto.

2.La coherencia de vida: ese ser lo que se es y lo que se profesa.

Por ejemplo de que nos sirve ir al templo y orar de rodillas, si al salir de ahí empezamos a discutir con nuestros hermanos, familiares, amigos. De que nos sirve decir hay que dar de comer al hambriento y de beber al sediento si no lo hacemos. Tenemos que dar testimonio con nuestras vidas, tratar de llevar una vida recta como quiere nuestro Señor Jesucristo.

3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales

Respirar profundo nos ayuda a serenarnos, pensar y actuar con calma. Podremos tomar mejor nuestras decisiones.

4. La fuerza de voluntad

Para acrecentar la fuerza de voluntad desde la infancia, por ejemplo: Enseñarle a un niño andar en bicicleta, no importa si se cae, debe ser perseverante de que si lo va a lograr no importa si se le burlan, debe continuar.

5. La sinceridad de vida.

Muchas veces decimos q ser sinceros es sumamente difícil, pues no es así, el problema radica en que no hemos aprendido como decir las cosas. Una cosa es ser sinceros y otra cosa es ofender con nuestros comentarios a los demás. Debemos ser muy cuidadosos. El ser cristianos es ser sinceros pero también ser prudentes. ¿Cómo podemos lograr la sinceridad? Pues considero que sería una combinación de prudencia con no decir mentiras.


PD: Necesito comentarios, realmente no se si estoy en lo correcto.

Que el Espíritu de DIOS nos ilumine en nuestro diario caminar.


Narcisa Núñez Gallardo
GUAYAQUIL - ECUADOR

[ROCÍO SOTO NARVAEZ]

RESPUESTAS SESION 11
"Cada persona es como es, como Dios la hizo y con la historia de su vida. Puede ser una persona que tiene una fuerza de voluntad enorme, o una que tiene una voluntad débil; una con una inteligencia clara, viva, ágil, o una que hay que decirle las cosas con mucha sencillez y claridad porque no capta fácilmente las ideas. Hay la persona activa y la dada a la inactividad. El emotivo y el no emotivo. Estos rasgos constituyen el temperamento con que todo ser humano nace, pero que moldea, ajusta o perfecciona, de acuerdo a la educación y experiencias que tiene durante toda su vida, formando así su carácter y personalidad, que viene siendo la manera de ser habitual de la persona, lo que le diferencia de los demás".

Algunos elementos para formar una personalidad integral son:
1. La formación de la conciencia
2. La coherencia de vida: ese ser lo que se es y lo que se profesa.
3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales
4. La fuerza de voluntad
5. La sinceridad de vida.

De cada uno de estos elementos, propón un medio concreto para lograrlo en los alumnos, independientemente del tipo de temperamento o personalidad que estos posean.
Algún comentario...
1 Formación de la conciencia: El Catecismo de la Iglesia Católica nos habla al respecto en su numeral 1784 diciendo “En la formación de la conciencia, la Palabra de Dios es la luz de nuestro caminar; es preciso que la asimilemos en la fe y la oración, y la pongamos en práctica. Es necesario también examinar nuestra conciencia en relación con la Cruz del Señor. Estamos asistidos por los dones del Espíritu Santo, ayudados por el testimonio o los consejos de otros y guiados por la enseñanza autorizada de la Iglesia.”
Yo propongo que se le brinde casos al joven, así como que el joven ponga casos de su vida real, en los que él deba indicar como se actuaría bien a la luz de la Palabra de Dios (Iluminación), orientándolos. También, poco a poco hacerles entrar en el camino de la oración para conocer la voluntad del Señor.
2 La coherencia de vida: ese ser lo que se es y lo que se profesa: Sin lugar a dudas es un aspecto fundamental y no hay otro modo de enseñar que con el ejemplo.
3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales: En cuanto al dominio de reacciones, aconsejándole, ayudándole con ejercicios de relajación.
En cuanto a encauzarlos a grandes ideales, sería trabajar con ellos en un proyecto que ellos determinen y llevarlo a la práctica (ayuda al prójimo, mejora del biohuerto, etc)
4. La fuerza de voluntad: Dándole pequeñas tareas: levantarse a una hora determinada, realizar tal compromiso, terminar y presentar tal trabajo en un fecha fijada anteriormente, etc.
5. La sinceridad de vida.: A través de los valores de honestidad, veracidad, congruencia.
Así como realizar talleres para el conocimiento de ellos mismos.
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ROCÍO SOTO

[Alicia Podestá]

La Sinceridad es un valor que caracteriza a las personas por la actitud congruente que mantienen en todo momento, basada en la veracidad de sus palabras y acciones.

Para ser sinceros debemos procurar decir siempre la verdad, esto que parece tan sencillo, a veces es lo que más cuesta trabajo. Utilizamos las "mentiras piadosas" en circunstancias que calificamos como de baja importancia, donde no pasa nada: como el decir que estamos avanzados en el trabajo, cuando aún no hemos comenzado, por la suposición de que es fácil y en cualquier momento podemos estar al corriente. Obviamente, una pequeña mentira, llevará a otra más grande y así sucesivamente... hasta que nos sorprenden.

No todo esta en la palabra, también se puede ver la Sinceridad en nuestras actitudes. Cuando aparentamos lo que no somos, (normalmente es según el propósito que se persiga: trabajo, amistad, negocios, círculo social...), se tiene la tendencia a mostrar una personalidad ficticia: inteligentes, simpáticos, educados, de buenas costumbres...

Cabe enfatizar que "decir" la verdad es una parte de la Sinceridad, pero también "actuar" conforme a la verdad, es requisito indispensable.

El mostrarnos "como somos en la realidad", nos hace congruentes entre lo que decimos, hacemos y pensamos, esto se logra con el conocimiento y la aceptación de nuestras cualidades y limitaciones.
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Me gustaria opinar y asesorar.

[Miriam Gonzalez Rodriguez]

Para dar una respuesta concreta que aplique a todos, es lo más difícil, pues como se dice en realidad Dios nos ha creado a cada uno especial y único. Esto lo he podido ver con el grupo de niñas de catequesis que tengo actualmente y en comparación a los grupos mixtos que he tenido en años anteriores e incluso en el contorno familiar y de la comunidad en general, se ve que se podría aplicar todos los documentos de la Iglesia Católica e incluso todas las teorías sicológicas y todos lo que el mundo actual ofrece, no solo a los adolescente sino a todos en general y solo sacaría en conclusión lo siguiente: Dios ha puesto en cada corazón del ser humano la ley Divina. Un hogar en donde no se de la presencia y temor sano de Dios no podrá crear desde la infancia del adolescente esa capacidad de poder evolucionar y adquirir los conocimientos y formación que los ayude a interactuar con el mundo exterior.

La disciplina del conocimiento y el temor de Dios, llevara al adolescente a tener una buena conciencia en la que actuara moral y espiritualmente conforme a la voluntad de Dios y les hará reconocer con sinceridad que son responsables de sus actos a los cuales deberán disciplinar con voluntad propia.

[Juan José Hernández]

1.- Concidero que para la formación de la conciencia del adolecente, se debe inculcar desde los valores morales, la rectitud que se tiene que seguir, para no caer en los defectos dominantes, que tricionan y envenenan el Alma.
2.-En la coherencia de vida, hay seres que internamente son unos y externamente otros, que imitan de sus semejantes, acciones por el querer ser iguales, auque no sepan realmente lo que hacen, en este aspecto hay que trabajar con el educado, a fin de que el libre albedrío que Dios nos regalo, lo encausen con una estabilidad emocional, capaces de tomar sus propias desiciones, sin pretender imitar a nadien.
3.- Las reacciones pasionales son distintas de cada semejante, hay quien las tiene intensas o pasivas; sin embargo, su encauzamiento a los grandes ideales, se logra con saber graduarlas y para ello tenemos que tener una paz espiritual, que nuestro yo interno sea coherente, con nuestras reacciones pasionales, saber amar a nuestro projimo sin importar su naturaleza.
4.- Se dice fácil "fuerza de voluntad", sin embargo, para alcanzarla es dificil, si la persona no se encuentra equilibrada emocionalmente, se tiene que empezar por aprender a dominar nuestra mente, y no que ella nos domine, cuando se logra no hay elemento alguno que impida esa fuerza de voluntad.
5.-La sinceridad de vida comienza con uno mismo, si no somos sinceros y fieles a nuestros principios, no podemos serlos con nuestros semejantes, todos cometemos errores, pero de ellos aprendemos para mejorar nuestra vida, calidad humana que todos los católicos debemos tener.

Ciudad de México.
Juan José Hernández Aguilar.
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Juan José Hernández Aguilar

[Elena Hanon de Leon]

1. La formación de la conciencia

Podemos ayudar al joven a formar la conciencia al poner en la clase normas de vida a seguir. Cuando dialogamos y analizamos situaciones para que aprendan a diferenciar lo malo de lo bueno
Cuando les hacemos entender que la toma de decisiones trae siempre consecuencias y que si tomamos una mala decisión tendremos consecuencias dañinas. Hacer al joven responsable (reparar el daño) de las consecuencias de sus actos y aun de lo que dejan de hacer. Hacerlos reflexionar del daño a terceros que a veces sus decisiones ocasionan para que aprendan a comprender los sentimientos y los derechos de los demás. Los hacemos personas concientes al hacerlos trabajar por lograr objetivos, cuando los orientamos a que participen activamente en obras sociales pues los pone directamente en contacto con la necesidad de las personas.

2. La coherencia de vida: ese ser lo que se es y lo que se profesa.

Primeramente, creo que como formador la mejor manera de enseñar esto es dando testimonio vivo de coherencia de vida. Ser personas de una sola pieza, firmes en nuestro pensar y actuar, que no cambiemos de parecer aunque cambien las circunstancias. Nuestros jóvenes tienen que ver en nosotros y nuestro actuar que somos lo que predicamos.

3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales

Siempre hay que recordar que el mejor ejemplo es el que nosotros como padres y formadores les damos. No podemos exigir o enseñar autocontrol si nosotros mismos perdemos los estribos con ellos en la primera ocasión que ellos cometen alguna falta. También, les ayudamos a entender esto al hacerlos reflexionar de las consecuencias catastróficas que pueden acarrear al no dominar sus reacciones pasionales: daño (físico o psicológico) que ocasionan a los demás y a uno mismo. Hacerles analizar que todos los extremos son malos y que debemos aprender a respirar profundo, a pensar antes de actuar, a tratar de dejar un tiempo prudencial para recapacitar de lo sucedido, a buscar el lado bueno de las cosas, a no juzgar tan duro a los demás.

4. La fuerza de voluntad

Logramos esto siendo nosotros como padres y formadores, firmes en nuestro actuar, en nuestros principios y cumpliendo siempre lo que decimos o prometemos. Al estimularlos a ser perseverante en lo que se propongan y aún en esas actividades que no les gusten, como por decir algunas materias o el hecho de hacer tareas. Tienen que entender que lo que se comienza se debe terminar, que hay que luchar por lo que uno se propone siendo constantes, a diario. Hay que enseñarles que todo sueño requiere de un sacrificio. Hay que proponerles proyectos en los cuales ellos puedan desarrollar este aspecto, para que poco a poco ellos vayan adquiriendo esa fuerza de voluntad que se necesita adquirir para la vida.

5. La sinceridad de vida.

Insisto que la mejor manera de enseñar, es con nuestro propio testimonio: siendo sinceros, transparentes, hablando con la verdad, cumpliendo siempre lo que decimos o prometemos. Podemos enseñar también analizando con ellos situaciones en que la mentira hace daño a los demás y a uno mismo, analizando situaciones que ocurren cuando no actuamos con la verdad, para que comprendan que siempre la falta de sinceridad trae consecuencias dañinas para todos, aunque aparentemente al comienzo logren lo pensado pero siempre al final la verdad prevalece.

Elena Hanon de Leon

[Mariana Aragón de Viau]

Para formar una personalidad integral necesitamos primero sentirnos integrados como personas y con la comunidad. Esto indica que comprendemos quiénes somos -individualmente con nuestras debilidades y fortalezas... grupalmente como compañeros de una comunidad- y a dónde vamos -en qué soñamos y qué esperamos del futuro-. Imagino que al mismo tiempo aprendo a ubicarme dentro de un contexto histórico para conocer el pasado, el presente y futuro para universalizarme en el tiempo y dejar por un lado la preocupación entre vivir y morir... para comenzar a construir una identidad que supere todas las barreras humanas para alcanzar un estadio espiritual.

1. La formación de la conciencia se construye con el desarrollo de la noción de lo que mis ambientes me aportan para aprender a sentir y pensar. Cuando aprendo a detectar lo que siento y pienso, encuentro que puedo usar un discurso a través de lo que digo y hago... en ese momento, entre lo interior y lo exterior, necesito aprender a detener las formas de expresión espontáneas para evaluar mis sentimientos y pensamientos -positivos o deficitarios- para decidir cómo quiero expresarme. La evaluación ejercitada diariamente se puede convertir en una reflexión automática que cada vez más se conecta con mis valores para determinar qué tanto creo en lo que digo y hago. ¡No es tarea fácil!

2. La coherencia de vida: ese ser lo que se es y lo que se profesa. Como dije en el numeral 1... si estoy clara que lo que siento y pienso... creo en ello, puedo expresarme de manera congruente con lo cual aprendo a hacer vida mi escala personal de valores. Si mi valor superior es alcanzar la espiritualidad, pues lo que siento, pienso, digo y hago se orientarán hacia la espiritualidad. En la medida en que estos cuatro verbos se inter-relacional, en esa medida puedo sentir que mi vida es coherente.

3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales. A través de la reflexión constante y la percepción de mis sentimientos y pensamientos puedo aprender a encontrar la serenidad para decidir si me dejo llevar por las pasiones mundanas o espirituales. Existe la pasión espiritual y es aquella en la que todo mi ser actúa para alcanzarla constantemente. El problema es cuando ésta te saca de la realidad objetiva y crees que puedes hablar de la espiritualidad siempre. Buscar la espiritualidad no es malo... ¡al contrario!... es correcto buscarla pero equilibradamente entre tu humanismo y tu espiritualidad. Tienes derecho a sentir reacciones pasionales como el dolor, el enojo, la tristeza, etc. pero no tienes derecho a mantenerte en esas pasiones. Estás obligado a pasar por el túnel de las reacciones pasionales pero sin perder de vista el siguiente estadio que te sensibilice para alcanzar la espiritualidad religiosa o cristiana. Si no sientes las reacciones pasionales no aprendes a comprenderlas en los otros y tampoco te sensibilizan para buscar una respuesta alternativa que te ayude a encontrar la esperanza.

4. La fuerza de voluntad solamente se logra a través de la constancia, la toma de conciencia y la disciplina personal. Toda ella se basa en la motivación interior que mantengas para querer alcanzar un ideal y esto comienza a suceder cuando diseñas tus acciones basadas en lo que sientes y piensas. Donde también le pones una fecha específica para lograr las metas y con la cual te impulsas para seguir tomando conciencia de lo que quieres alcanzar.

5. La sinceridad de vida sólo se logra cuando soy honesta conmigo misma. Cuando reconozco mis debilidades y mis fortalezas y aprendo a aprovechar las oportunidades y controlar las amenazas las cuales generalmente sólo se logran a través de la profunda confianza y fe que tienes de Dios. De allí que termine mi reflexión con la forma en que le pido a Dios todos los días por mi familia y yo: Líbranos de los peligros y protégenos de las tentaciones

[ROBERTO GIL FIGUEROA]

1.- Formación de Conciencia.

Para lograrse una formación de conciencia es necesario la formación en la investigación correspondiente, el hábito de buena lectura y la oración frecuente.

Aspectos a considerar:
-Investigar en la diversidad de valores universales.
-Crear y/o adoptar sus propios valores

2.- Coherencia de Vida.

A falta de lo anterior, cristianamente no existe coherencia en los procederes de nuenstra vida diaria, por lo tanto:

Aspectos a considerar:
-Investigar las diferentes características de la personalidad
-Identificación del sí mismo

3.- Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento.

Cuando una persona no sabe enfocar sus reacciones ante las circunstancias o tribulaciones presentadas, es recomendable presentarse con el especialista y/o profesional.

Aspectos a considerar:
-Percepción y razón de ser de su conducta
-Autogobierno de su comportamiento.

4.- La Fuerza de Voluntad.

-Autoestima-Automotivación
-Autorealización

5.- La Sinceridad de Vida.

-Aprender a renacer del agua y del espíritu(reencontrarse con Dios, nuestro Padre).
-Aprender a verse con el espejo de la interioridaad y no el del exterior
-Aprender a hacer su propio proyecto de vida.

A todo lo anterior propuesto, es fundamental y necesario, que el educando a formar, experimente vivencialmente y lo comparta con sus compañeros de grupo, aqui es muy importante la apertura que se tenga por parte del formador, a que él logre crear su propia presentación.
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" EL QUE TENGA OIDOS QUE OIGA "

[chezroberto]

Personalmente tomo el tercer punto para trabajarlo con un adolescente, ya que el dominio pasional no solo involucra la parte sexual, sino como actúa el, con qué pasión en el quehacer de sus diferentes actividades, y a partir de allí lograr encausarlo a los grandes ideales.
La voluntad, la sinceridad, la formación de conciencia se domina a partir del dominio de las pasiones.-

[Evangelina M. de Terrazas]

Sesión # 11 El Adolescente y Su Mundo

Amados hermanos y hermanas en Cristo: ¡Paz en sus corazones!
Un saludo cariñoso y fraterno, y ruego a Dios por todos ustedes.

Creo que para formar un carácter y una personalidad, es necesario tener una Visión Cristiana que parta de mis convicciones, y siento que es necesario impartir a los formandos, una formación integral como condición esencial para que cada uno alcance su madurez humana y cristiana.
Esta formación abarca la dimensión espiritual, intelectual, apostólica y humana.
Cierto es que los rasgos de caracterología constituyen el temperamento con que todo ser humano nace, pero que puede moldear, ajustar o perfeccionar, de acuerdo a la educación y experiencias que vive durante toda su vida, formando así su carácter y personalidad, que en sí, es la manera de ser habitual de la persona, y lo que le diferencia de los demás.
"El hecho de que el temperamento esté fundamentalmente determinado por la herencia, no supone que sea inmodificable y esto es importante de tener en cuenta".
Es necesario conocer los rasgos generales de los caracteres tipo del formando, para que el formador los tenga como guía para su observación; pero, si se debiera privilegiar algún elemento en el hombre para su formación, ésta tendría que ser el alma. “Lo que constituye al hombre es principalmente el alma, forma sustancial de su naturaleza. De ella dimana, en último lugar, toda la vida humana; en ella radican todos los dinamismos psíquicos con su propia estructura y su ley orgánica”.
En el orden moral y religioso: el hombre es obra de Dios, hecho a su imagen y semejanza. La personalidad del hombre resulta incomprensible si se desconoce esta verdad. El hombre está llamado a perfeccionar su naturaleza según el plan divino.

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• ¿Por qué y para qué formar una conciencia a través de una Visión Cristiana?
• ¿En qué nos apoyamos para sentir la necesidad de formar almas?

Respecto al tema expuesto:
Finalmente, de cara a un supuesto dinamismo radicado en las profundidades del psiquismo (es decir, del inconsciente o del subconsciente), al cual se debería el origen de todas las religiones, Pío XII afirma que, éste deriva más bien de las facultades superiores del hombre, sobre todo “del conocimiento claro y cierto de Dios por medio de su revelación natural y positiva”.

Situaba la cuestión del sentimiento de culpa, tan caro a los psicoanalistas, considerándolo como “la conciencia de haber violado una ley superior, cuya obligación, sin embargo, se reconocía: conciencia que puede convertirse en sufrimiento e incluso en perturbación psicológica”.
Este sentimiento de culpa no es una realidad de orden puramente psíquico, sino más bien, y sobre todo, religioso, lo cual no excluye que pueda existir una patología del mismo. “En todo caso, es seguro que la culpabilidad real no se curará con ningún tratamiento puramente psicológico”.
Sería falaz pretender borrar el sentido de culpa negando la existencia de una falta real. La solución se encuentra en el perdón de la falta por la contrición del que la cometió y la absolución sacramental del sacerdote: “aquí es la fuente del mal, es la falta misma la que se extirpa”.
Otra tendencia de nuestro tiempo es la simplificación, la cual conduce a menudo a mutilaciones del orden moral; se llega incluso a negar, por ejemplo, que exista una ley moral natural, estable y objetiva, y se tiende a afirmar que en definitiva todo es lícito. Hay que ver, si esta actitud es justificada, sobre todo a la luz de sus frutos, si no lleva a anular la noción de bien y de mal.

Así, el criterio de distinción entre el bien y el mal “se hace puramente hedonista (concupiscente, sensualista, gozador), utilitario, estético, higiénico”. De este modo, tal conciencia “goza de un optimismo falaz y peligroso, semejante al de aquel que ya no consulta a la verdadera y propia conciencia humana, y vive sin escrúpulos, feliz de poder concederse a sí mismo cualquier cosa deseable y posible”.

¿Para qué sirve la conciencia?
Se refugiará quizá en la corrección legal; “¿bastará esto para asegurar al hombre su verdadero destino eterno?, ¿qué diremos de cuantos han sofocado la propia conciencia moral en aras de una propia libertad irracional, una libertad pasional, venal o cruel, o en cualquier caso un desenfreno rebelde a la ley divina?”
Analizando un poco la época en la que vivimos, constatamos que son tiempos en los que es muy fácil la desorientación de los criterios morales. Estamos asistiendo a una desorientación gigantesca de la conciencia individual y social, hasta el punto de que a muchos les resulta difícil distinguir los límites de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, lo permitido y lo prohibido, lo honesto y lo deshonesto en la esfera individual, familiar, social, política y religiosa.

Entonces, existe la real urgencia de formar Conciencias Rectas.
Hay muchas expresiones que se han empleado para describir la conciencia que nos pueden ayudar a entender mejor lo que es: «El núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que éste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto más íntimo de aquélla» (GS, 16); el patio interior en el cual el hombre capta aquello que es bueno y aquello que es malo, la sede de las relaciones del hombre con Dios. Es aquella facultad que revisa nuestros actos conscientes y libres para dar luz verde si son buenos o encender la roja si son malos. Ciertamente, esto no es del todo correcto pero nos puede servir como ilustración para estar concientes de la importancia de la formación de una conciencia recta.

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Algunos elementos para formar una personalidad integral son:

1. La formación de la conciencia.
R:Creo en que la formación de una conciencia recta, no puede transmitirse ni asumirse en un solo momento, ni bajo un solo concepto en concreto; sino que deberá ser paulatinamente, y bajo el estudio de la Doctrina Católica, los Evangelios, los Documentos y orientaciones de la Iglesia, los Valores y las Virtudes Cristianas a través de una formación constante.

La conciencia pone en juego las potencias superiores del hombre: su mente y su voluntad; por ella el hombre es dueño de sus actos.
Es necesario volver a la conciencia moral, pues nos encontramos inmersos en un ambiente que nos distrae y nos impide recurrir a la propia conciencia; así, el hombre vive condicionado por su entorno.
Gracias a la voz de la conciencia, el hombre se puede liberar de las tentaciones que surgen de su propio ser, “vulnerado a causa del pecado original”.
Una conciencia bien formada deberá ir acompañada siempre de tres actitudes esenciales: Sinceridad, Autoconvicción y Responsabilidad.
Entonces, necesitamos formar una conciencia recta y un cultivo constante de las virtudes sociales.

Formar una recta conciencia supone alcanzar tres objetivos:
• Educar la conciencia para que sea capaz de abrirse a los valores objetivos asimilándolos como propios, percibiendo el bien y el mal como algo por hacerse o evitarse.
• Fortalecer el influjo de la conciencia sobre la voluntad, llevando a la persona a hacer el bien y evitar el mal.
• Formar la conciencia para emitir juicios rectos sobre la bondad o maldad de los actos y ponerlos en práctica.

Pasos a seguir:
• Primero: Abrir la conciencia a la ley como norma objetiva, educar una conciencia recta que sabe a dónde va y qué es la verdad.
• Segundo: Saber que esto requiere de trabajo y esfuerzo, para que la conciencia sea guía de la voluntad.
• Es necesario un trabajo de formación de la voluntad y de los estados de ánimo, para lograr en la persona una ecuanimidad que le lleve a realizar lo que le pide la conciencia en cualquier circunstancia para hacer el bien, y por convicción, evitar el mal.
• Lo más importante, es el juicio ulterior sobre lo hecho. Aquí es donde se juega de modo definitivo la formación o deformación de la conciencia. El que ha obrado mal y toma las medidas necesarias para reparar su falta y para pedir perdón, ha dado un paso firme en le formación de su conciencia, mientras que el que la acalla, puede llegar a dañarla hasta que tal vez sea incapaz de reaccionar ante el bien y el mal.
• Finalmente, habituarse a la coherencia o constancia en el actuar, como pide la conciencia.

Diversas ayudas:
• Reflexionar con ellos antes de actuar, inducirlos a pensar siempre en lo que están haciendo, el porqué y el para qué lo están haciendo, y meditar en las consecuencias para ellos y los demás, y cómo se sentirán después de hacerlo.
• Alertarlos a no dejarse guiar por instintos, sino por convicciones, sin tomar en cuenta lo que otros digan o hagan, o lo que esté de moda.
• Plantearles claramente los principios que deben cumplir.
• Animarles, guiarles y testimoniarles, el llevar una profunda vida de oración y sacramental, especialmente la confesión, así, iluminarán la inteligencia y fortalecerán la voluntad conformándolas con el plan de Dios.
• Enseñarles a hacer un buen examen de conciencia y un inventario de sus actos todas las noches.
• Animarlos a pedir ayuda y consejo, acudiendo con frecuencia a un Sacerdote o a un laico bien formado.
• Promover en ellos la virtud de la sinceridad, para que sean capaces de llamar a las cosas por su nombre, ante ellos mismos, ante Dios y ante quien dirija su alma. * Los problemas en el campo de la conciencia se presentan, cuando se empiezan a encontrar justificaciones fáciles para no hacer el bien o, lo que es peor, para hacer el mal.
• Animarlos a obrar siempre de cara a Dios con el único deseo de agradarle, sin utilizar otros criterios de aceptación social para justificarse. Un acto sólo será bueno si agrada a Dios.
• Animarles a pedir ayuda al Espíritu Santo, ya que la relación con él será la mejor luz para la conciencia.
• La oración les hará ver todo desde Dios y desde el punto de vista de su amor que pide siempre lo mejor, la perfección, para sus creaturas.
• Ayudarles a sostenerse en Dios, y a no desanimarse ante sus fallas; aprendiendo que ante las caídas, lo mejor es comenzar de nuevo.
• Ayudarles a comprender que lo peor que pueden hacer es, pactar con los fracasos y las desviaciones del comportamiento aceptándolos como irremediables e inevitables.
• Ayudarles a reparar con amor el mal que se ha hecho y comenzar a construir de nuevo.
• Ayudarles a formar hábitos de buen comportamiento: programar el tiempo, saber qué quieren, y qué van a hacer en cada momento.
• Exigirse el fiel cumplimiento del deber, no permitirse ningún fallo conscientemente aceptado.
• Ayudarles a cumplir su responsabilidad detalladamente, no sólo superficialmente.
• Ayudarles a amar el bien por encima del mal y a no envidiar a quienes se rebajan a un nivel inferior, aunque esto pueda atraerles.
• Hacerles ver en todo momento lo bueno que adquieren al vivir el bien, aunque implique trabajo y renuncia.
• Brindarle un ideal valioso, recordándoles que el ideal más valioso y grande es Jesucristo, tanto en lo espiritual como en lo humano.

En conclusión, podemos decir que la brújula más segura en todo este campo moral es la adhesión fiel a la voluntad de Dios, compendio supremo de la ley natural y la ley revelada.
En fin, hay tantos puntos más de sumo valor que tratar para la formación de la Conciencia, que es imposible tratarlos en este espacio.

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2. La coherencia de vida: ese ser lo que se es y lo que se profesa.
R.- La coherencia de vida, -“ese ser lo que se es”-; primeramente para mí es, percibir, descubrir en lo más íntimo “la esencia misma de mi ser”. “El ser”, creado por Dios a imagen y semejanza suya. Asumir la dignidad y condición de hija de Dios y como tal, actuar por consecuencia por su amor eterno y gratuito.

“Lo que se profesa” por convicción: A imitación de Cristo, hacer lo que Él hacía, contemplar a los demás a través de sus ojos, amar oblativamente y ser apóstol para servir a mi prójimo a través de su Corazón, preferencialmente al más necesitado. Estar revestido de Dios a través de la oración; fortalecerme a través de los Sacramentos, portando el uniforme de la gracia, donde quiera que vaya. Testimoniar mi fe, con mi vida, criterios, palabras y obras de acuerdo al Evangelio, como hija de Dios y heredera de su Gloria.

La coherencia se entiende, como la constancia en actuar como pide la conciencia. No basta percibir que algo es bueno o malo, hay que saber dirigir la voluntad a hacer lo bueno, y evitar lo que no se debe hacer.
Percibir que es bueno, ser paciente y amable con los demás es insuficiente; esta percepción debe llevarme a acoger a los demás con bondad y delicadeza al hermano difícil, aún que me sienta cansado o de mal humor.
Coherencia de vida, es vivir la Verdad. Verdad en el comportamiento y en la vida; es vivir como se cree, es el tener coherencia de vida con la fe que se predica y con la vocación que se ha elegido. Verdad en el ser, verdad en el pensar, verdad en el hablar, verdad en el obrar; verdad metafísica, verdad lógica y verdad ética, aplicadas al comportamiento de la persona humana: todo un programa de vida, para exponerlo a los formandos.

Coherencia: Verdad del ser.
Es la primera exigencia ética del hombre: ser aquello que ya es y debe llegar a ser más plenamente: identificarse con su ser de persona inteligente, libre, responsable, dotada de individualidad, puesta en medio del mundo entre otras personas como ella, con un origen, un fin, una trascendencia y un sentido. Ya el mero vivir la verdad del propio ser natural, permite al hombre elevarse sobre todo el universo material y sobre los demás seres visibles de modo incomparable.

Coherencia: Verdad en el pensar.
Nuestra mente está hecha para percibir la verdad. Inclinación natural que no ahorra la dura disciplina del juicio y del discernimiento, del análisis y de la síntesis, para:
• Aprender a pensar con verdad, para buscar la verdad allí donde no se manifieste a primera vista.
• Cuando hablamos de ascesis de la inteligencia, nos referimos al respeto de la verdad.
• Al pensar disciplinado y orgánico que respete la realidad y el ser de las cosas tal y como han salido de las manos de Dios Creador.
• Y la realidad de los misterios tal como Él nos los ha revelado y han sido interpretados auténticamente por el Magisterio de la Iglesia.
• ¡Pobre servicio prestaríamos a los hombres sin esta seriedad, disciplina y responsabilidad ante la verdad!

Coherencia: Verdad en el hablar - transparencia:
• El verbum mentis, reflejo del ser real, ha de ser proferido en la palabra humana, que a su vez ha de reflejar el juicio de la mente.
• Se trata de las afirmaciones de orden ético: la veracidad, la sinceridad, el candor, la lealtad y la franqueza con nuestros semejantes.
• La verdad de nuestras palabras, hacen de ellas el vehículo de lo que pensamos.
• Por medio de ellas hacemos partícipes a los demás de lo que llevamos dentro: la palabra surge como puente que hace transparente a los demás nuestro corazón, la intimidad de nuestra persona, y no una cortina de humo o un esbozo de niebla que la oculta. Sería una perversión que rompería el contacto con las personas, haciendo de cada una isla hosca e inaccesible a los demás.

Coherencia: Verdad del obrar- No hay doblez.
La verdad hay que vivirla.
• Hacer la verdad ante todo de cara a Dios, nuestro remunerador, a cuya imagen hemos sido creados.
• Hacer la verdad ante Jesucristo, nuestro Redentor, Verdad encarnada.
• Hacer la verdad de cara a la Iglesia, viviendo coherentemente la fe que profesamos.
• Hacer la verdad de cara ante nuestra Congregación o Instituto, en un esfuerzo leal por integrar mente, corazón, obras, según su espíritu.
• Hacer la verdad de cara a nuestros semejantes, en un clima de sinceridad, autenticidad, justicia, lealtad, fidelidad, equidad, benevolencia y comprensión.
• Hacer la verdad es vivir a Cristo, es no admitir titubeos, reticencias mentales, apartados postales, cotos privados al margen de las grandes exigencias de nuestra vocación de mujeres y hombres consagrados.
• Además se pierde esa unión del alma con Dios; Dios no puede vivir en una persona doble.
• Con la sinceridad nos mantenemos en el camino hacia el fin: Dios, y alcanzamos la paz de la conciencia.

“La convicción”
• La convicción es como la hermana de la sinceridad.
• Convicción es hacer las cosas porque yo quiero hacerlas y con un gran amor a Dios.
• Se actúa por convicción porque ha interiorizado sus principios, sus normas, sus certezas.
• La hipocresía es un derivado de la insinceridad.
• Se es hipócrita cuando se tiene dos caras. Cuando, por un lado, te sonríe y por otro te come, te critica, te difama.
• Eso no debe darse en una persona llamada al amor, llamada a ser otro Cristo.
• La hipocresía hace al hombre odioso ante Dios y causa repugnancia a las almas, pues ella es madre del fingimiento, de la doblez y también tiene por padre al diablo, señor de la mentira.
• Ella provoca, en quien la vive, insatisfacción, carencia de identidad humana y priva de la posibilidad del diálogo espontáneo y sencillo con Dios y de una relación humana cordial y recta con los demás.

En conclusión, la Coherencia de vida es, ser auténticos, sinceros, veraces, transparentes, que todos puedan ver a través de nosotros a Dios, ya que no hay nada que esconder; ser un reflejo de Cristo en la vida de nuestros hermanos, este ser siempre uno mismo a pesar de las influencias exteriores.

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3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales.
R.- Para lograr este objetivo, requiere de una atención y un adiestramiento adecuados. Enseñarles a conocer el orden recto entre su mundo instintivo, los sentimientos y emociones.
Incluyen la susceptibilidad a la estimulación emocional, la velocidad e intensidad con que habitualmente se reacciona; la cualidad del estado de ánimo dominante y sus características; son un fenómeno de la naturaleza emocional de un individuo que condiciona sus reacciones psicológicas y fisiológicas a los estímulos.

Respecto al tema expuesto:
El fin terapéutico no justifica un comportamiento inmoral, ni en los médicos ni en los pacientes, por ejemplo, dando rienda suelta a los impulsos e instintos sexuales.
El hombre es responsable y libre, “tiene la posibilidad objetiva y subjetiva de obrar según estas reglas”.
Una terapia indirecta “y a la acción del psiquismo consciente sobre el conjunto de la actividad imaginativa y afectiva”, con lo cual se evitarían las desviaciones morales a las que conduce la escuela antes citada, y se lograría influir sobre la dinámica de la sexualidad.
Supuestamente reducirían drásticamente la autonomía del hombre. “El que estos dinamismos ejerzan su presión sobre una actividad no significa necesariamente que ellos la obliguen”.

Para ello no debe ponerse a merced de sus instintos, sino de las normas morales objetivas, “que se imponen a su inteligencia y a su voluntad y que le son dictadas por su conciencia y por la revelación”.
Los dinamismos del inconsciente y del subconsciente no son irresistibles; es posible, en gran medida, dominarlos, sobre todo para el sujeto normal; pero no así, el que, el hombre “libre y conscientemente, someta sus facultades racionales a los instintos inferiores”.
Por una parte ésta rechaza la moral “clásica”, que se presenta como un sistema demasiado complejo y demasiado rígido. “El hombre moderno quiere una moral moderna”.

El tema de la tentación de la carne, la cual, como toda tentación, resulta de dos estímulos: el interior (de las pasiones sensuales) y el exterior o ambiental, el cual hoy “se ha vuelto más insistente que nunca, más seductor, más excitante, más invasor”.

Este ambiente ofrece solicitaciones a la fragilidad de la carne, entendida en sentido moral como “todo aquello que se refiere a la indisciplina de la sensualidad”; lo que se refiere “al placer animal, a la voluptuosidad, al cuerpo pasional que atrae hacia sí al alma y la rebaja a sus propios instintos, la captura, la ciega”.
Los estudios psicoanalíticos sobre los instintos humanos, y especialmente sobre la neuropatología y sobre la sexualidad, han proporcionado una terminología científica a la experiencia empírica común de las pasiones eróticas; algunos los han exaltado como nuevos y verdaderos descubrimientos del hombre”.

La Castidad.
La victoria sobre la tentación de la carne es posible”, lo cual se encuentra en contraste con la opinión de ciertos psicólogos contemporáneos:
• Nos encontramos hoy con la persuasión común, favorecida por la complicidad de la misma naturaleza de esta tentación, de que es imposible superarla.
• De que la castidad es una utopía, de que es tolerable, incluso instructiva quizás, la experiencia de su dominio sobre nuestro espíritu, sobre nuestro equilibrio moral, honesto y puro”.
• Así, el hombre “cae pronto en la tentación de rebajar arbitrariamente el nivel de la ley moral, de poner en duda su exigencia y hasta su existencia...”.
• La castidad, tema que hoy se hace “invadente y obsesivo”, que antes se trataba a menudo con excesivo recato, y hoy de modo desenfrenado: en el campo científico, el psicoanálisis; en el campo literario, el erotismo obligado; en el campo publicitario, la bajeza seductora...”.
• Hay que caer en la cuenta de que “vivimos en una época en que la animalidad humana degenera frecuentemente en una desenfrenada corrupción; se camina en el fango”.
• El Santo Padre llama a la impureza por su nombre: se trata del “dominio de los instintos y de las pasiones del hombre animal sobre el hombre racional y moral”.
• Es un desorden grave en nuestro ser humano, que es complejo y compuesto; desorden que fácilmente desciende a lo más bajo”.
• ¿A qué conduce? no se pueden silenciar los peldaños inferiores hacia los que se dirige nuestra sociedad resbalando sobre la llamada libertad de los sentidos y de las costumbres. Son las grandes cuestiones que no la hacen ni fuerte, ni gloriosa: la anticoncepción, el aborto, la infidelidad al amor conyugal, el divorcio...
• Luego, tras de la iniciación del placer sensual, brota la droga... Es la vida del hombre la que está en juego; es el amor verdadero el que va a la decadencia”.

• ¡No es así, hermanos e hijos queridísimos! Si se quiere se puede conservar casto el propio cuerpo y el propio espíritu”.
• Dios no nos pide algo imposible “cuando se pronuncia con extrema severidad sobre esta materia”.
• No estamos libres de la debilidad humana, pero “se nos da la gracia para superarla con relativa facilidad”.
• “Es muy hermoso ser puros. No es un yugo, es una liberación. No es un complejo de inferioridad, es una elegancia, gallardía del espíritu; no es una fuente de ansiedad y de escrúpulos, es una madurez de criterio y de dominio de sí...”.

Para la gracia de Dios no hay tiempos o límites de actuación, por ello, todo ser humano, en cualquier etapa de su vida, es perfectible.

La emotividad: es una disposición cuya esencia consiste en vibrar interiormente con mayor o menor intensidad frente a los estímulos. Y este estímulo que puede hacer vibrar de amor a los jóvenes y dominar serenamente las reacciones pasionales y encausarlas a los grandes ideales es, “Jesucristo” resucitado y resucitador, presente en sus Vidas. Mostrarles al amigo que no sabe fallar, a Aquel que viene a sanar sus heridas, a aceptarlos tal como son, y que ha donado su vida para que sean libres y felices. Mostrarles a María, como modelo de pureza, de fe, de humildad, y encausarlos a la imitación de Cristo y María.
El hombre, cuando utiliza como debe las energías espirituales que están a su disposición, es capaz de vencer las dificultades que se oponen a la observancia de la ley moral.

Comentario:
Entre los jóvenes que entrevisté, estaban algunos muchachos de la JUFRA (Juventud Franciscana) y mi mayor alegría fue, que ellos habían hecho el voto de castidad hasta que terminaran su carrera, e irían castos al matrimonio, lo cual quiere decir que Jesucristo siempre será la respuesta. Cuando el cuerpo y la mente están inmersos en Dios, no hay cabida al maligno.

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4. La fuerza de voluntad
R.- No es un valor físico. No por ser fuerte, se es un hombre de voluntad. No es capricho al que se le sirve fiel y ardientemente o la terquedad en una postura elegida, sin saber de antemano sus consecuencias.
La voluntad es, la facultad del alma que nos mueve a actuar para conseguir un bien concreto, un ideal; con constancia y con todas las fuerzas.
Voluntad es determinación, firmeza en los propósitos, solidez en los objetivos y ánimo frente a los propósitos. Significa tener la intención de hacer algo, aunque cueste.
La palabra voluntad procede del latín voluntas-voluntatis, que significa querer. Es un acto intencional, de orientarse con decisión hacia algo que considera positivo y valioso.

La voluntad es la facultad, que permite al hombre realizar sus fines, ejecutar lo que le viene presentado por la razón.
Cuando la voluntad es auténtica, la persona decide y se pone a trabajar con todo su ser para lograr sus metas.
Donde hay autenticidad de la voluntad uno se aferra a la decisión tomada, especialmente en aquellos momentos en que peligra el ideal fijado. Aumenta la intensidad del querer: se quiere entonces con todos los recursos a disposición. El hombre con una voluntad auténtica es el que se engrandece ante las dificultades, cuya fuerza aumenta con los obstáculos.

La voluntad es pieza clave del edificio de la personalidad. Desde el punto de vista natural, el valor de un hombre depende, en gran parte, del grado en que logra forjar su voluntad. Sólo en ésa podrá imprimir un rumbo determinado a su vida, guiando y dominando todo su ser; será libre en la medida en que sea señor de sí mismo, en la medida en que guíe, encauce y domine sus pasiones, sentimientos e instintos, y actúe, por encima de las circunstancias externas, de acuerdo con los criterios que le presenta la razón iluminada por la fe.
Los beneficios de la gracia, las demás cualidades humanas... todo queda gravemente comprometido si falta el sostén de la voluntad.

Los principales elementos para educar la voluntad:

La motivación.
De aquí surge toda la disposición para el esfuerzo. Una fuerte y clara motivación es el mejor punto de partida para conseguir la voluntad y aplicarla, aunque al principio, el camino sea siempre áspero y costoso.
Motiva la felicidad que da el deber cumplido, la satisfacción de ver los esfuerzos recompensados, alcanzar el premio esperado.

La motivación viene de la claridad de ideales y para ello un excelente aliado es el “Modelo de Identidad”, alguien que reúna los atributos que se desea alcanzar. Contar con una persona ejemplar, completa, digna de ser imitada empuja a superar las dificultades y obstáculos que diariamente se presentan en este proceso de conquista. La gran motivación para nosotros, no puede ser otra que el amor a Cristo y su Reino. Sólo él es quien puede sostener, alentar y mantener la decisión de seguir por el camino de los grandes ideales.

La constancia:
Habiendo tomado una determinación concreta, la constancia conduce a no interrumpir nada ni darse por vencido, a pesar de las dificultades que surjan.
La constancia es el seguir queriendo todos los días. No basta con decir un quiero explosivo y lleno de emoción, sino hay que seguir queriendo todos los días.
Punto importante es ser un hombre de amplias miras, saber mirar hacia adelante, con la ilusión de alcanzar la cima deseada y por eso se mantiene firme, inalterable.

Medios para la formación de la voluntad:
Ejercitarla en querer el verdadero bien, quererlo con constancia y con eficacia. A veces, al hablar de la formación de la voluntad, se piensa en la represión. La formación de la voluntad requiere dominio de sí, pero no se trata de una acción puramente negativa, "rechazar"; se trata, ante todo, del "querer". El esfuerzo es para que la voluntad esté polarizada por el amor a Dios y por la identificación con Cristo como modelo; formar personas que amen mucho a Dios y que sepan plasmar este amor en hechos reales.
Es necesario recordar que en toda esta obra se deben tener siempre presentes los
motivos: el amor a Dios, la imitación de Cristo, la formación de una personalidad auténtica y madura. Esto es importante cuando consideramos el hecho de que la formación de la voluntad es uno de los campos más costosos en toda formación humana.

En la vida cotidiana, ocasiones para formar la voluntad:
• Renunciar al propio capricho optando responsablemente por el cumplimiento del deber.
• Renunciar a los propios planes individuales optando libremente para seguir la vida familiar.
• Renunciar a dejarse llevar por el cansancio, el pesimismo o los sentimientos negativos y optar libremente por un camino de serenidad y control de sí.
• Renunciar a una vida llena de comodidades y optar por la austeridad de vida aun en cosas pequeñas, triviales.

Otros modos de entrenar diariamente la propia voluntad para que llegue a ser eficaz y constante:
• No retractarse con demasiada facilidad de las resoluciones tomadas.
• Exigirse llevar a término toda obra iniciada.
• Poner especial atención en los detalles que exigen esfuerzo, como cuidar el orden en casa y en la oficina, la puntualidad, cuidar las palabras a la hora de hablar.
• Esforzarse en el aprovechamiento del tiempo, la dedicación al estudio, al trabajo y a la oración.

El medio por excelencia:
“Voluntad de Dios”. Decía Santa Margarita María de Alacoque: “Por encima de todo, conservad la paz del corazón, que es el mayor tesoro. Para conservarla, nada ayuda tanto como el renunciar a la propia voluntad y poner la voluntad del corazón divino en lugar de la nuestra”. Aunque lo sabemos, también sabemos cuánto cuesta. Hemos experimentado la paz que nos trae la seguridad de que estamos haciendo la Santísima Voluntad de Dios, pero es una paz que es realmente premio. Porque se trata de una orientación fundamental de toda la vida.
San Alfonso de Ligorio dice: “Nuestra conformidad con la voluntad divina debe ser entera, sin reserva y constante. Esta es la cima de la perfección, y a ella, repito, deben tender todas nuestras acciones, todos nuestros deseos, todas nuestras oraciones”.

Entonces, la voluntad tiene que ser formada para que sea eficaz y logre lo que pretende.
El formador debe aplicarse y aplicar en la formación de los adolescentes, una voluntad fuerte, dócil a la inteligencia, eficaz y constante en querer el bien, tenaz frente a las dificultades, y capaz de gobernar y encauzar con suavidad y firmeza todas las dimensiones de la persona.

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5. La sinceridad de vida.
R.- La sinceridad es la virtud que nos lleva a decir siempre la verdad y a mostrarnos al exterior tal y como somos interiormente, manifestando la verdad en palabras y conformando éstas con el pensamiento y las obras.
La virtud de la sinceridad, nos ayuda a decir la verdad en todos nuestros actos y pensamientos. ¨ La sinceridad es una virtud relacionada íntimamente con la verdad.

Meta:
Nuestra meta es que los jóvenes trabajen honestamente por la verdad, y que entiendan que la sinceridad no se limita a no decir mentiras, sino que abarca todos los aspectos de la vida, tanto externos con palabras y acciones, como internos con intenciones, pensamientos y actitudes.
Es el momento de iniciar a los jóvenes en la búsqueda de valores más altos que les lleven a mantenerse firmes a pesar de las dificultades, por lo que debemos ayudarles en la formación de una recta conciencia que les conduzca a buscar la verdad y vivir de acuerdo con ella.

¿Por qué nos interesa fomentar la virtud de la sinceridad?
• Porque el joven, se decidirá a trabajar por la verdad y poner esfuerzo sincero en buscarla, cuidarla y defenderla.
• Porque el joven percibirá que hacen falta personas que adquieran un sincero y verdadero compromiso con la verdad y optará por ser una de esas personas.
• Porque el joven comprenderá que la mentira es decir algo falso con intención de engañar a alguien que tiene derecho a la verdad. El joven aprenderá que si cae en la mentira lo debe enmendar inmediatamente, ya que la mentira y la simulación no llevan a nada bueno, y pueden ser el paso hacia mentiras y consecuencias mayores.
• Porque el joven adquirirá la fortaleza para no aceptar la mentira por comodidad, sensualidad, pereza, falso prestigio.
• Porque el joven descubrirá y experimentará la serenidad que da el hablar y actuar con la verdad, a pesar de lo que pueda costar. El joven comprenderá que no debe avergonzarse de dar testimonio sincero de la verdad.
• Porque el joven descubrirá que la verdad y la sinceridad implican la vivencia de otras virtudes como son la humildad, la sencillez, la fidelidad, la prudencia y se dedicará a adquirirlas para poder vivir en la verdad.
• Porque el joven valorará a las personas que dicen la verdad y actúan conforme a ella, descubrirá que son aceptadas y queridas y tienen más amigos pues son dignas de confianza y optará por hacer lo mismo en su propia vida.
• Porque el joven comprenderá que no gana nada engañando a los demás, que el daño se lo hace a sí mismo, y que la sinceridad consigo mismo le ayuda a rectificar sus errores y ser mejor.
• Porque el joven estimará los ejemplos de la verdad en la historia.
• Porque el joven aprenderá a reconocer lo bueno que hay en él mismo y en los demás, y a reconocer lo bueno o malo que hace, sin tratar de engañar culpando a otros.
• Porque el joven asimilará que la verdad se opone a la mentira, a la simulación (mentir con los hechos); a la hipocresía (pasar por lo que no se es); a la jactancia (atribuirse excelencias que no se poseen o elevarse sobre lo que uno es); a la falsa humildad (cuando se niegan cualidades y merecimientos que en realidad se tienen); a la adulación (consiste en engañar a una persona hablando bien de ella, con el objeto de sacar algún provecho); a la locuacidad (hablar con ligereza, con el peligro de apreciaciones inexactas o injurias, que pueden llevar con facilidad a la calumnia o a la difamación); al juicio temerario, a la maledicencia, a la calumnia, la simulación, la duplicidad, a las posturas superficiales que conducen a fórmulas o actitudes vacías o a la imitación de otras personas.
• Porque el joven aprenderá a ser sincero con Dios, consigo mismo y con los demás. Si no somos sinceros con nosotros mismos no podemos tener una conciencia formada que ame el bien y rechace el mal, y si no somos sinceros con los demás, la convivencia humana se torna imposible.
• Porque el joven descubrirá en el examen de conciencia y la dirección espiritual medios seguros para conocernos sinceramente y poder mejorar.

Vivir la sinceridad significa:
• Comprometerse en conocer la verdad escuchando a los padres, maestros, sacerdotes o las personas que nos pueden ayudar a ser mejores.
• Comprometerse a defender la verdad mediante el testimonio de vida.
• No decir mentiras a papás, maestros, amigos, ya que la mentira no trae consigo nada bueno y nos puede llevar a mentiras mayores.
• Hablar con la verdad aunque a veces cueste.
• Enmendar lo más pronto posible el daño causado por una mentira.
• No valerme de la mentira para salir de las dificultades o librarme de mis responsabilidades.
• No valerme de la mentira para que los demás piensen algo bueno de mí. Hablar y portarme de acuerdo con la verdad sin avergonzarme de lo que digan o piensen los demás.
• Reconocer sincera y humildemente cuando me he equivocado sin tratar de justificarme o culpar a otros.
• Llamar a las cosas por su nombre, reconociendo lo bueno como bueno, y lo malo como malo, sin tratar de adaptarlo a lo que me conviene ni aceptar que todo es relativo cuando sabemos que existen verdades objetivas e imperecederas.
• Saber guardar una confidencia.
• Percatarme de que al engañar a los demás me hago mayor daño a mí mismo.
• Reconocer sinceramente lo que soy desarrollando al máximo todas mis cualidades.
• Decir sólo cosas buenas de los demás, evitando a toda costa la maledicencia ni aceptando que se hable mal de otra persona en mi presencia.
• Hablar sólo lo bueno que me consta, sin inventar cosas buenas o malas sobre los demás o de mí mismo.
• Hacer las cosas que digo, y no decir una cosa y hacer otra.
• Comportarme de la misma manera en todos lados y con todas las personas, evitando la simulación o la hipocresía.
• No hacer cosas aparentemente positivas solamente por imitar a otras personas y quedar bien con ellas buscando provecho propio.
• Tener cuidado de todo lo que digo.
• Ser siempre el mismo, así esté solo o acompañado. Ser fiel a mis convicciones siempre, sin importar con quién o en dónde estoy.
• Preparar sincera y profundamente mi confesión.
• Realizar con delicadeza y sinceridad conmigo mismo un examen de conciencia cada día para ver cuánto de positivo hubo y en qué cosas puedo aún mejorar.

Qué facilita la vivencia de esta virtud en los jóvenes:

• El avance en su capacidad intelectual que le permite al joven distinguir entre lo real y lo imaginario. La vida de fantasía empieza a obedecer a la razón.
• La capacidad de los jóvenes de entender reglas y comprender que la mentira es ajena a esas reglas.
• El gran avance que se da en su desarrollo moral le permite al joven distinguir el bien y el mal, a la luz de la inteligencia.
• El gran avance en el área de memoria que permite al niño aprender con más eficacia.
• El desarrollo en las habilidades de comunicación que le posibilitan entenderse verbalmente con los adultos y con sus compañeros.
• El temperamento emotivo puede llevar a “sentirse bien” al vivir con sinceridad y por ello buscar la virtud. Claro que después habrá que fundamentarse más en la razón y trabajar la voluntad.
• La percepción de sí mismo como alguien confiable por ser sincero. La necesidad psicológica de aceptación favorece la vivencia de esta virtud, como medio para ser aceptado por los demás. Debe trabajarse para llevar a los jóvenes a mantenerse en su postura de defensa de la verdad a pesar de que en ocasiones lleve al rechazo del grupo o de alguna persona.
• La participación en actividades deportivas como interés primordial en esta edad porque el joven asimilará la sinceridad y la honestidad como vital en las reglas de los juegos o deportes.
• La formación de una recta conciencia porque facilita la vivencia de la virtud al dar a los jóvenes conceptos claros de lo que está bien y lo que está mal.
• La vivencia de las virtudes de la humildad, la sencillez, la fidelidad porque llevan a cumplir lo prometido, conformando así a la persona con base en los hechos.
• La vivencia de la virtud de la prudencia al impedir confundir la sinceridad con la ingenuidad imprudente o doblez.

Qué dificulta la vivencia de esta virtud:

• El ambiente social que no siempre favorece la sinceridad, por lo que esto nos dificulta su enseñanza y vivencia.
• La necesidad que el joven experimenta de reafirmarse socialmente puede hacer peligrar la verdad y la sinceridad al poner en juego la aceptación de los demás.
• El desarrollo moral cuando es básicamente situacional puede dificultar la vivencia de la virtud, ya que su honestidad podría variar según las circunstancias.
• El desarrollo de habilidades de comunicación y una sinceridad mal entendida puede llevar a caer en el chisme.
• El temor a una consecuencia negativa ya previsible de alguno de sus actos, hará que el joven tienda a la mentira para evitarla.
• Las relaciones pobres con los padres y maestros pueden llevar al niño a mentir para llamar la atención.

COMENTARIO:
En realidad, estas potencias y virtudes, están intrínsecamente unidas y entrelazadas y ninguna puede caminar sin la otra; y son fuente de otras virtudes. Esta formación integral a los muchachos, puede ser trascendental en sus vidas para formar sus almas, su carácter y personalidad.
Otra cosa que quiero comentar, es que, he observado cómo la acción de Dios en el alma, puede romper con todo patrón de comportamiento negativo en un momento. Son excepciones, pero lo he presenciado algunas veces.

+ + +
Reciban todo mi amor en Cristo y Dios los bendiga en los Corazones Misericordiosos de Jesús y María.
_________________
En Jesús y María
Evangelina


"JÉZU, UFAM TOBIE"

¡Por su Dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero!

[Odin]

De cada uno de estos elementos, propón un medio concreto para lograrlo en los alumnos, independientemente del tipo de temperamento o personalidad que estos posean.

Perdón por la demora.

Algunos elementos para formar una personalidad integral son:

1. La formación de la conciencia.
 El formar la conciencia va íntimamente ligada a la formación moral y ética de la persona, por tanto es necesario desde infancia dejar claro cuales serán, los comportamientos y conductas que se deben asumir, (por ejemplo es positivo que los muchachos participen de la construcción del manual de convivencia de su institución, de los parámetros de comportamiento que son permitidos en el aula de clase y los que no, ya que esto los hará sentir participes, se sentirán identificados con los mismos y reconocerán la importancia y el efecto que sus actos positivos tienen dentro del grupo, de igual manera, serán ellos mismos los que valoraran la incidencia negativa de su falta de responsabilidad dentro del mismo grupo y actuaran de conformidad a unos principios morales que buscan el bienestar de todos. De esta manera iremos formando la conciencia en nuestros jóvenes.

2. La coherencia de vida: ese ser lo que se es y lo que se profesa.
 La formación en el ser coherentes se logra si realizamos un acompañamiento cercano, permanente de las actitudes y comportamientos de nuestros jóvenes, llevándolos constantemente a que revisen y evalúen sus acciones, reconociendo que las motivo, no permitiendo dualidades o ambivalencias entre ese decir y hacer. Sabemos que es muy complicado aún, como adultos en ocasiones caemos en esta situación pero si estamos atentos podremos ayudar a nuestros jóvenes a alcanzar avances significativos en este aspecto. Ojo no se trata de juzgar y estar con el dedo sentenciando y gritando a los cuatro vientos que tal o cual fallo y que “predica pero, pero no aplica”, todo lo contrario es estar allí como amigo y a través del diálogo poner al joven frente al espejo, frente así mismo y llevarlo a reconocer sus deficiencias, pero a la vez brindarles las herramientas para mejorar.

3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales.
 Como jóvenes se tiende a dejarse guiar por la pasión. Les digo yo a mis alumnos “Se quieren tomar toda la vida en un solo trago, hasta el fondo y sin pensar que pueda pasar el día de mañana, es más el mañana no existe para ellos” y ellos complementan diciendo “a tomar, a rumbear y fregar que este mundo se va a acabar”. Triste y peligrosamente la gran mayoría de los jóvenes piensa así.

La mejor manera que yo he encontrado para formar en mis estudiantes este aspecto, es mostrar y dar a conocer situaciones de otros jóvenes que a la edad de ellos, se han dejado llevar por la pasión (extrema alegría, tristeza, rabia, desilusión, etc.) tomaron las decisiones incorrectas, que los llevaron a ser muy desdichados, que los hicieron sufrir y les causaron mucho dolor a ellos y a sus familias.

Esto permite reflexiones muy interesantes entre los muchachos, y genera gran inquietud frente a los comportamientos que tienen y sus maneras de reaccionar frente a las situaciones que se les presentan.

4. La fuerza de voluntad.
 La disciplina y el autoconocimento son claves en este aspecto, si me conozco como persona, es decir cuales son mis fortalezas, si reconozco mis debilidades y falencias seré capaz de controlar y manejar mejor mi vida. Esto es cuestión perseverancia, al ser conciente de las cosas que me hacen daño o mis malos hábitos se me facilitarán las cosas. “La palabra al oído” al estilo de Don Bosco ha sido la clave para mi en la formación de la voluntad de mis alumnos, el acercarse a ellos cuando están en su territorio (el patio de recreo), y preguntar como van las cosas, un llamado de atención de manera afectuosa frente a ciertas fallas que hemos notado, estas palabras irán calando como la gota que cae suave y persistentemente en la piedra.

5. La sinceridad de vida.
 Algo que le insisto a los muchachos en todo momento es que uno puede engañar con facilidad a los demás, algunas personas se convierten en maestros del engaño, pero uno no puede engañar todo el tiempo y a todas las personas. Por eso es importantísimo tener una vida en rectitud, es por ello que los elementos anteriores nos llevarán a esa vida en recta, honesta e intachable. El empezar por no engañarse a si mismo, como muchos lo pretenden hacer, el obrar en rectitud empezando por las cosas que parecen más sencillas, pero que son muy importantes y en ocasiones son las que más trascienden.

Mario Alejandro Angarita Mendoza
Bogotá - Colombia

[Samia Karime]

Muy Buen día para todos ustedes hermanos muy queridos en Cristo Jesús.

A continuación voy a proponer un medio concreto para desarrollar cada uno de los siguientes elementos en un adolescente. Voy a hacerlo desde el punto de vista cristiano aprovechando el tinte de nuestro curso =)

1. La formación de la conciencia:

Considero que lo más importante es lograr que el adolescente tenga el conocimiento del bien y del mal, de tal manera que sea capaz de diferenciarlos. Nosotros sabemos que la conciencia es la noción que tenemos de las sensaciones, pensamientos y sentimientos que se experimentan en un momento determinado. Es la comprensión del ambiente que nos rodea y del mundo interno a los demás. Para que el adolescente forme su conciencia y pueda comprender su entorno, debe conocerlo plenamente y madurar en este conocimiento para tener control sobre sus propias actitudes y evitar la confusión que el mundo de hoy crea para evitar también la ruptura de la conciencia.

La conciencia se forma mediante la práctica de las virtudes, y el desarrollo de los múltiples valores que existen para engrandecer al hombre, también la oración me parece que es de gran ayuda.

Es muy peligroso permitir que nuestros adolescentes y jóvenes fracturen su conciencia porque pierden la noción del plan de Dios, pierden incluso el temor de ofenderlo y llegan al grado de no saber distinguir entre lo bueno y lo malo…percibiendo los antivalores como parte de la normalidad del mundo aunque sean éstos totalmente contrarios a la voluntad de Dios.


2. La coherencia de vida: ese ser lo que se es y lo que se profesa:

Para que la vida tenga sentido y merezca la pena ser vivida, es preciso reflexionar con frecuencia, de modo que vayamos eliminando los detalles de contradicción o de incoherencia que vayamos detectando, que son obstáculos que nos desvían del camino ideal que cada uno de nosotros nos trazamos.

Lograr ser coherentes en lo que decimos y lo que hacemos y somos, es una de las metas más difíciles de alcanzar pero no es imposible sobretodo si estamos de la mano del Señor en una vida sacramental activa.

Lo primero que debe hacer el responsable de la enseñanza del adolescente para lograr coherencia de vida en el alumno, es poner el ejemplo y demostrar en su persona que es posible igualar la palabra y la obra a la luz del Espíritu Santo.


3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales

Este punto esta relacionado con la renuncia a la propia voluntad y a las pasiones que cada persona tiene y que generalmente están desordenadas y sin freno.

Dominar las reacciones pasionales es uno de los frutos de Espíritu Santo que San Pablo nos menciona en el libro de Gálatas, capítulo 5 versículo 22 y solo se puede lograr en la medida en que limitemos nuestros deseos y nos acostumbremos a reprimir ciertas pasiones. Es muy importante no darnos gusto en todo y enseñar a los alumnos de la misma manera.

Está comprobado que para dejar de pensar en nuestras necesidades personales, necesitamos pensar en las necesidades de los que están a nuestro alrededor en el camino…si servimos a los demás podremos olvidarnos de nuestras pasiones.

Así lo manifiesta la Madre Teresa de Calcuta en esta oración que quiero compartirles:

Señor, cuando tenga hambre, dame alguien que necesite comida;
Cuando tenga sed, dame alguien que precise agua;
Cuando sienta frío, dame alguien que necesite calor.
Cuando sufra, dame alguien que necesita consuelo;
Cuando mi cruz parezca pesada, déjame compartir la cruz del otro;
Cuando me vea pobre, pon a mi lado algún necesitado.
Cuando no tenga tiempo, dame alguien que precise de mis minutos;
Cuando sufra humillación, dame ocasión para elogiar a alguien; Cuando esté desanimado, dame alguien para darle nuevos ánimos.
Cuando quiera que los otros me comprendan, dame alguien que necesite de mi comprensión;
Cuando sienta necesidad de que cuiden de mí, dame alguien a quien pueda atender;
Cuando piense en mí mismo, vuelve mi atención hacia otra persona.

4. La fuerza de voluntad:

Podemos contribuir a fortalecer la voluntad con el juego de los retos. Consiste en hacer retos que vayan en contra de nuestros malos deseos, es decir, proponer actividades que promuevan los valores pero que sabemos de antemano que al adolescente y al ser humano en general no le gustan. Esto ejercita la voluntad y la fortalece pero si se hace como retos y haciendo equipos, acumulando puntos y con la motivación de un premio.

5. La sinceridad de vida:

Esta es también la parte mas difícil pues vivimos en un mundo de mentiras, se miente siempre, se miente para quedar bien…cuando Cristo nos enseñó a vivir en la verdad y El mismo se llama Camino, Verdad y Vida.

Podemos hacer un ejercicio de pago por mentira…y al final comprar juguetes y llevarlos a una casa hogar. Creo que si les cuesta dinero, pueden pensar más antes de mentir.

COMENTARIO FINAL:
Es fundamental que nos unamos en el fortalecimiento de los valores del Reino de los Cielos, que es un reino de paz, de esperanza, de respeto, de solidaridad, de amor, de generosidad, de comprensión. Si empezamos a actuar, podremos mejorar nuestro entorno, no cambiar el mundo pero sí la realidad que nos rodea.

ANIMO HERMANOS PORQUE AÚN SOMOS MUCHAMOS LOS QUE LUCHAMOS EN LA BÚSQUEDA DE LA SANTIDAD Y EL SEÑOR NO NOS ABANDONARÁ JAMÁS!!!!

QUE EL SEÑOR LOS BENDIGA EN TODO LO QUE HAGAN Y DERRAME SU AMOR Y SU LUZ EN SUS VIDAS =)

Ing. Samia Karime Abrin Peralta
Desde Nuevo León
“Yo soy la esclava del Señor, hágase en mí según Su Palabra”

[mariaclaverias]

LA FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA empieza con la vida misma. Nuestros padres nos enseñan lo bueno y lo malo y de hecho nos enseñan a ser concientes con nuestros actos. La conciencia nos dice si hacemos mal o bien y nosotros los educadores debemos reforzar esa formación de la conciencia en nuestros jóvenes teniendo nosotros mismos conciencia de que esa es nuestra labor.

LA COHERENCIA DE VIDA es actuar de acuerdo a lo que decimos, por eso debemos actuar bien y ser cuidadosos de lo que se dice. Hablar de una forma y actuar de otra diferente desequilibra al joven que aprende, ya que al no ver coherencia en nuestra vida pensaría que estamos bromeando o peor burlándonos de ellos.

LOGRAR EL DOMINIO DE SI MISMO en algunos casos es difícil, pero se logra con esfuerzo y voluntad, practicando ejercicios de autocontrol, pensando bien antes de hablar y por supuesto invocando una oración a Dios antes de tocar un tema o problema difícil.

LA FUERZA DE LA VOLUNTAD solo nos la da Dios, por eso debemos orar para que El nos de fuerza para sacar esa voluntad que muchas veces la tenemos bien guardada.

LA SINCERIDAD DE VIDA es solo ser original, no imitar aunque la sociedad nos lo pida, tenemos que inculcar en nuestros jóvenes que vivan lo mejor posible todos los puntos mencionados en mayúsculas y que no maten su autenticidad.

[Miguel Angel Rosete Moren]

Como bien lo plantea todo ser humano nace con un temperamento y adquiere su carácter, a través del aprendizaje en sus interrelaciones con otras personas. (sus padres, familiares, escuela, trabajo, clubes, iglesia…) adquiriendo así su personalidad con la que vivirá por el resto de su vida. Al plantearse esta hipótesis considero entonces posible modelar la personalidad del adolescente para que viva como el Señor quiere que vivamos. Siendo la adolescencia una etapa difícil para nuestro jóvenes pienso que una de las estrategias para ayudarlos es el dialogo directo con ellos, buscando siempre enfocarlos en estas cinco dimensiones. Que como lo sabemos están íntimamente relacionadas entre ellas.

1. La formación de la conciencia.
Cuando revisamos en las sesiones anteriores que el joven piensa que es el centro de atención, que no se siente querido y que se opone sistemáticamente a todo lo que represente autoridad. Generalmente presenta una actitud negativa y difícil de tratar, sin embargo creo que es posible que con el dialogo reflexione y nos explique como se siente y que piensa, y que se atreva a ponerse en los zapatos de otros para que tenga una mejor visión de lo positivo o negativo de sus acciones, y con esto poco a poco ir ayudándole a formar su conciencia.

2. La coherencia de vida: ese ser lo que se es y lo que se profesa.
Como formador es importante como primer paso ser coherente entre lo que digo, pienso y lo que hago. Ya que los jóvenes durante esta etapa en la que efectúan la transición de la infancia a la adultez y la cual es muy dolorosa para ellos, necesitan de modelos coherentes que les permita avanzar y superar las dificultades de la adolescencia y alcanzar poco a poco la madurez para que vaya actuando de acuerdo con su apariencia de adulto, en relación con los demás. Es importante que viva de acuerdo con su madurez moral y espiritual, donde ponga el bien común por encima del personal.

3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales.
El adolescente va sufriendo cambios afectivos que se manifiestan por su curiosidad por el sexo opuesto, en un principio su tendencia pasional es solamente de carácter fisiológico. Pero también en otras necesidades quieren respuestas rápidas e inmediatas. Debemos fortalecer la voluntad que le ayudara a formar el carácter y a saber posponer la gratificación o el estimulo o la simple curiosidad. Así mismo durante esta etapa sus ideales de cómo arreglar el mundo y la sociedad o sus preocupaciones por su aspecto físico, por los valores, por las emociones, por las vocaciones, basados en hipótesis faltas de experiencia, debemos orientarlos fortaleciendo las facultades superiores (la inteligencia y la voluntad) que los lleve a ejercer su libertad con responsabilidad.

4. La fuerza de voluntad.
Siendo la voluntad facultad superior, nuestros adolescentes tienen la necesidad y nosotros la responsabilidad de que como formadores les orientemos para que fortalezcan la voluntad de una forma inteligente, ya que esta le señala lo que es bueno y la voluntad lo escoge, pero el adolescente debe de ejercitarla día a día con firmeza y constancia e incorporarlo como a su forma de vida y con ello darse cuenta de que tiene con que enfrentar los problemas de la vida.

5. La sinceridad de vida.
Leí en uno de los artículos de los compañeros que como educadores todos los días luchamos con los medios de comunicación y con un mundo globalizado en el que el consumismo el la marca a lograr por nuestros jóvenes, pero en la que para sentirse parte de este mundo deben de ser plásticos y falsos, características que ellos creen deben de vivir para ser felices, sin embargo son mas infelices que nunca. Motivo por el que hay que fortalecer el valor del agradecimiento a Dios por darnos la vida y hacerlos reflexionar que cada día es una oportunidad de hacer algo por los demás, y de que se den cuenta de que los pequeños detalles como la amistad, solidaridad, gratitud con la fe y oración nos permitirá llevar un vida real y sincera.
_________________
Cada día que veo el amanecer, es una oportunidad que Dios me da para ser mejor

[Pili2]

Algunos elementos para formar una personalidad integral son:

De cada uno de estos elementos, propón un medio concreto para lograrlo en los alumnos, independientemente del tipo de temperamento o personalidad que estos posean.

1. La formación de la concienciaándoles a leer, el evangelio, documentos de la Iglesia, artículos sobre los valores, sobre lo bueno y lo malo. es decir, LECTURAS que les ayuden a tener buen criterio frente a las circunstancias de la vida.

2. La coherencia de vida: Enseñándoles a reflexionar sobre su actuar en la jornada diaria, a fis de fomentar en ellos, un examen de conciencia diario que los haga reflexionar si han actuado de acuerdo a sus principios católicos o se han dejado llevar por miedos, el que dirán, etc. Así se irán conociendo e irán actuando poco a poco de acuerdo a sus principios, con coherencia.

3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales: Enseñarles a pensar antes de actuar, a no dejarse llevar por lo que el cuerpo les pide, a no ser esclavos de su cuerpo sino "SEÑORES DE SÏ MISMOS". A través de los dicho en el punto anterior, el examen de conciencia, podrán conocerse a sí mismos, lo que les ayudadrá a ver cuando se dejan llevar por las pasiones y de esta manera a dominarse, a quererse, a encauzarlas.

4. La fuerza de voluntad : Enseñarles vencer los obstáculos y no que los obstáculos los venzan a ellos. A ver que las cosas hay que "ganarlas" a no buscar lo fácil, sino a buscar lo que vale la pena, a luchar por lo que se quiere; y que eso lleva vencer obstáculos externos e internos. Esto es muy importante, ya que muchas veces al primer obstáculo se vencen, se desmotivan; por ello es importante hacerles ver que "TODO LO BUENO CUESTA" y es más valorable.

5. La sinceridad de vida: A ser sencillos, mostrarse tal como son y dejarse "moldear" como dice la canción: "Como el barro en manos del alfarero".


Gracias una vez más por enseñarme una vez más a amar mi profesión.

[MUSICDOCENTE]

1. La formación de la conciencia

BUSCAR ESPACIOS EN LA DINÁMICA DIARIA EN LA QUE ELLOS SE FORMULEN PREGUNTAS PRÁCTICAS DE CONSCIENCIA, ES DECIR, POR EJEMPLO... HOY QUÉ HARÉ PARA MEJORAR EL AMBIENTE DEL GRUPO?, CUÁNTO TIEMPO DEDICARÉ AL TRABAJO EFECTIVO?, ES DECIR, PREGUNTAS QUE LE PERMITAN A ÉL DARSE EL TIEMPO DE PENSAR Y REFLEXIONAR SOBRE SU ACTITUD Y ACTIVIDAD DIARIA.

2. La coherencia de vida: ese ser lo que se es y lo que se profesa.

ACOMPAÑARLOS UN DÍA A LA SEMANA CON EL SANTISIMO Y AYUDARLES POR MEDIO DE UN CUESTIONARIO Y ORACIÓN FRENTE AL SANTISIMO EN LA CAPILLA. CUESTIONARIO QUE LE FORMULEN PREGUNATS DE SU REALIDAD, CUMPLO CON MIS OBLIGACIONES DE ALUMNO?, AYUDO A MI MAESTRA EN EL CONTROL DEL GRUPO?, SOY BUEN AMIGO?, PROCURO EL ORDEN?, SOY RESPONSABLE EN MI TRABAJO EN EL SALÓN?, AYUDO A MI MAMÁ EN LA CASA?... ES DECIR, PREGUNTAS QUE LE UBIQUEN EN SU REALIDAD Y SU COMPROMISO CON LA MISMA.

3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales

CHARLAR CON ELLOS Y PEDIRLES QUE DESCRIBAN EN UN PAPEL MOMENTOS EN LOS QUE HAN SENTIDO UN FUERTE DESEO DE HACER ALGO QUE NO ESTÁ PERMITIDO, SOBRE TODO CUESTIONES PRÁCTICAS DENTRO DEL SALÓN DE CLASES, IMPULSOS DE GRITAR, JUGAR, GOLPEAR, HUMILLAR, ETC. ESTO CON LA FINALIDAD DE QUE POSTERIORMENTE Y DE CARA A UNA REFLEXIÓN REAL, ELLOS MISMOS DESCRIBAN LAS POSIBLES SITUACIONES POSITIVAS QUE PUEDEN FRENAR ESOS ACTOS. EXPONERLES CASOS REALES DE NUESTRA SOCIEDAD EN LA QUE QUEDE EXPLÍCITO QUE EL AUTODOMINIO ES VITAL Y QUE CUANDO NO SE HACE PRESENTE, ES DESASTROSO EL DESENLACE.

4. La fuerza de voluntad

AYUDAR A ALGÚN COMPAÑERO QUE NO ENTIENDA BIEN UN TEMA O UN EJERCICIO.
MEDIAR SUS GANAS DE TOMAR AGUA.
ACUDIR DIARIAMENTE A VISITAR AL SANTISIMO 5 MIN. DURANTE UNA SEMANA.


5. La sinceridad de vida.

CHARLAR CON SUS PAPÁS SOBRE LO OCURRIDO EN SUS DÍAS DE TRABAJO.
COMENTAR SITUACIONES Y PEDIRLES CONSEJO SOBRE SUS DUDAS.
AYUDAR A SUS COMPAÑEROS A MEJORAR SU CONDUCTA.
ACERCARSE A SUS MAESTRAS Y PREFECTO ANTE CUALQUIER CONFLICTO.
PROCURAR SIEMPRE LA VERDAD.


COMENTARIO.


HE INSISTIDO MUCHO EN MIS PROPUESTAS EN EL RESPETO Y LA INVOLUCRACIÓN DEL ALUMNO CON SUS COMPAÑEROS YA QUE SON SU REALIDAD MÁS CERCANA Y MÁS INFLUYENTE. ME PARECE MUY IMPORTANTE DESPERTARLES LA CONSCIENCIA DE LA CO-RESPONSABILIDAD, LO QUE DEJES DE HACER AFECTARÁ AL GRUPO TAMBIÉN.
_________________
Víctor Manuel García Carpio
León Guanajuato México
TotusTuusMusica
www.myspace.com/victorgarciacarpio

[juandonatto]

Dentro de las acciones para fortalecer estos elementos de la personalidad integral consideraria las siguientes:
1.-formacion de la conciencia : la iglesia a traves del catecismo nos enseña que deber de todo bautizado la formacion de su conciencia moral y religiosa , y yo estoy seguro que es la familia el mejor lugar para esta formacion de la conciencia , mas alla de las parroquia y escuelas que son complemetarias a esta formacion. Se debe implementar programas adecuados en las parroquias para formar y educar a los padres de familia para que ellos sean protagonistas en la educacion moral y religiosa de sus hijos.
2.-coherencia de vida:Cristo es el mejor testimonio de ello,ver en sus acciones esa coherencia de lo que piensa, siente y obra nos llevara a reflexionar lo que significa ser cristiano.
3.-Dominio sereno de las reacciones pasionales y del encauzamiento de grandes ideales: San Pablo nos dice que debemos dominar nuestras `pasiones para estar mas cerca a Cristo,creo que esta tercer elemento es consecuencia de las dos primeras ,la templanza, la prudencia, la sensatez,la oracion entre otras haran que la persona asuma una reflexion siempre sobre las acciones, una distincion entre lo que quiere Dios para nosostros .
4.-La fuerza de voluntad.- en las tres tentaciones a Cristo, el da respuesta con tres afirmaciones biblicas , estoy seguro queesa fortaleza y serenidad que demuestra es por esa seguridad que nos da su palabra.
Dios les dice muchas veces a sus seguidores:NO TEMAS QUE YO ESTOY CONTIGO....es alli donde creo que debemos buscar que los niños y jovenes rescaten que todo lo pueden hacer si estan con Dios.Que con esfuerzo y sacrificio de puede hacer y construir grandes ideales.
5.-Sinceridad de vida.-La aceptacion de uno mismo con sus virtudes y sus defectos nos hara sentirnos verdaderos,aceptarse para poder aceptar a los demas nos hara ser mas sinceros con nosotros y con los demas.
_________________
para construir una cultura de paz,hay que compartir experiencias y propuestas

[juandonatto]

Dentro de las acciones para fortalecer estos elementos de la personalidad integral consideraria las siguientes:
1.-formacion de la conciencia : la iglesia a traves del catecismo nos enseña que deber de todo bautizado la formacion de su conciencia moral y religiosa , y yo estoy seguro que es la familia el mejor lugar para esta formacion de la conciencia , mas alla de las parroquia y escuelas que son complemetarias a esta formacion. Se debe implementar programas adecuados en las parroquias para formar y educar a los padres de familia para que ellos sean protagonistas en la educacion moral y religiosa de sus hijos.
2.-coherencia de vida:Cristo es el mejor testimonio de ello,ver en sus acciones esa coherencia de lo que piensa, siente y obra nos llevara a reflexionar lo que significa ser cristiano.
3.-Dominio sereno de las reacciones pasionales y del encauzamiento de grandes ideales: San Pablo nos dice que debemos dominar nuestras `pasiones para estar mas cerca a Cristo,creo que esta tercer elemento es consecuencia de las dos primeras ,la templanza, la prudencia, la sensatez,la oracion entre otras haran que la persona asuma una reflexion siempre sobre las acciones, una distincion entre lo que quiere Dios para nosostros .
4.-La fuerza de voluntad.- en las tres tentaciones a Cristo, el da respuesta con tres afirmaciones biblicas , estoy seguro queesa fortaleza y serenidad que demuestra es por esa seguridad que nos da su palabra.
Dios les dice muchas veces a sus seguidores:NO TEMAS QUE YO ESTOY CONTIGO....es alli donde creo que debemos buscar que los niños y jovenes rescaten que todo lo pueden hacer si estan con Dios.Que con esfuerzo y sacrificio de puede hacer y construir grandes ideales.
5.-Sinceridad de vida.-La aceptacion de uno mismo con sus virtudes y sus defectos nos hara sentirnos verdaderos,aceptarse para poder aceptar a los demas nos hara ser mas sinceros con nosotros y con los demas.
_________________
para construir una cultura de paz,hay que compartir experiencias y propuestas

[tatianatapia]

Actividad SESION 11
Algunos elementos para formar una personalidad integral son:

1. La formación de la conciencia
Distinguir el bien del mal, lo que conviene y es mejor de lo indeseable, en cualquier persona esto se educa por medio de la razón, el conocimiento de la Palabra de Dios, educando al joven para que pueda asumir las consecuencias de sus acciones y ayudarle a orientar sus acciones por medio de la voluntad encaminada a hacer realidad esta capacidad de obrar de acuerdo a nuestros valores que se refuerzan por los hábitos que debe aceptar el joven como un medio de encauzar sus fuerzas para desarrollarse como ser humano. Hábitos que al principio pueden ser sencillos, como levantarse a una hora fija y tener una hora fija para la oración, hasta convertirlos en costumbres, en virtudes que nacen con pequeños esfuerzos que van acumulando cualidades con el tiempo y con ayuda de la oración y confianza en Dios, en su misericordia, en su experiencia como algo tan proximo y cercano, enseñandole al joven que Jesucristo el el mismo siempre y dando testimonio de nuestra experiencia con nuestro ejemplo de vida y relación propia con Dios.

2. La coherencia de vida: ese ser lo que se es y lo que se profesa.
El joven debe analizar sus actividades, logros y dificultades, por año, semana, mes y día en un ejercicio de reflexión donde se le invite a reflexionar en los motivos por los cuales ha tenido aciertos o reveses y haciendo notar en ello la tendencia de actitudes que suele tener y le han facilitado o dificultado los objetivos a los que ha querido llegar, ayudarle con esto a que sea el medio para aprovechar los puntos fuertes y sacar provecho de otras capacidades, pude ser una actividad grupal, incluso hay un juego de mesa que se llama “Escrúpulos¨” este juego inserta a las personas en diferentes situaciones y por turno se pregunta a cada jugador que haría en tal situación, se puede hacer algo semejante y analizar entre todos diversas situaciones que pongan a los participantes a reflexionar en base a una situación dada las diferentes formas de actuar y medir las consecuencias de cada respuesta…. Se puede meditar en situaciones concretas en la historia actual de México y como según la posición del personaje repercute en la sociedad… analizar algunas anécdotas, hay un libro que se llama “Un ejemplo para cada día”, del P. Eliécer Sálesman, Editado por el Apostolado Bíblico Católico, de ahí podemos tomar situaciones para poder llevar a cabo estas reflexiones y por supuesto de la Biblia, en los Evangelios. Acostumbrar al grupo a analizar las situaciones concretas que se comentan en la calle, en las noticias, en la escuela, para habituarlos ha hacerlo en su vida personal y familiar.

3. Dominio sereno de las reacciones pasionales y su encauzamiento a los grandes ideales.
Hay un refrán que dice: Una cosa es sentir y otra consentir, es propio de la adolescencia sentirse temendamente influidos por el grupo, enamorarse a primera vista, sentir la tristeza con mayor intensidad y la alegría pero todo esto puede tener un cauce como sería aprovechar esa gran energía para estudiar, para las artes, para crear una canción, para hacer un deporte, para aprender a tocar un instrumento musical. Creo que es importante que el joven entienda los cambios por los cuales atravieza, que sepa que es parte importantede su desarrollo y que significan que es una persona sana, que es normal en todos los jóvenes y que lo asuma como parte de su naturaleza, con alegría, ofreciendole a Dios todas estas capacidades, aprendiendo destrezas nuevas.

4. La fuerza de voluntad
Esto va muy relacionado a las convicciones, el amor es una fuerza que nos hace superar obstáculos, creo que el conocimiento del amor de Dios nos aporta esto, Un retiro de jóvenes, recuerdo que fui invitada a uno y toda la influencia que este tuvo en mi vida fue extraordinaria, muchos iban a la fuerza, no se imaginaban la experiencia que tendrían y el conocimiento y acercamiento a Nuestro Señor Jesucristo que Tendríamos, era un retiro mixto, era algo fuera de serie y esta experiencia de Dios, en un momento de mi vida donde ni de broma hubiera ido a una clase de catequesis, me transformó y a todos los que incluso fueron a la fuerza.

5. La sinceridad de vida.
Esto es propio del joven, no busca la hipocresía, es idealista por excelencia, por muy malas experiencias que uno tenga, creo que tiene que ver con el deseo de ser mejor, pero se tiene que afinar con nuestro ejemplo, promoviendo una actitud en el grupo de respeto a las ideas de los demás. Ellos estan en la búsqueda de la verdad pero no saben a quien hacerle caso, es el momento de que se den cuenta que tienen una conciencia y que ella puede ir encausada con la luz de Cristo, enseñarles a razonar: No pueden existir dos verdades a la vez, Hay teorías que dan una explicación de las cosas en base a un método racional y científico, son teorías en tanto no se ha comprobado ninguna pero hay certeza en ellas, sin embargo las teorias tienen un fundamento y una no puede excluir a otra, por eso hay que enseñarles lo que hay detrás de los libros de texto y su tendencia a parcializar la realidad, y no solo en ello, hay que ayudarles a descubrir que en los medios de comunicación hay manipulación… Darles estas herramientas del conocimiento y analizar las propuestas de diferentes autores con respecto a un tema. (por ejemplo las diferentes concepciones que se tienen de sexualidad y las implicaciones que esto implica en la vida práctica) además de otros temas.

[Marìa Bonnin]

Queridos Hermanos en Cristo, para responder estas sesiones he conjugado el estudio del material de apoyo suministrado. En tal sentido respondo a la interrogante de:¿ a travès de cual medio concreto pienso pueda hacer posible formar, en esos mis hijos, mis alumnos de Medicina General Integral, mis pacientes, una personalidad Integral?.
Mi respuesta es EDUCANDO, en el sentido transmitido en el curso precedente , Educar es ampliar las fronteras de nuestros corazones. A travès de la Palabra, la busqueda de la Verdad, el conocimiento profundo de nuestra Persona Humana, en las dimensiones: Biològicas, Psicològicas, Social y Espiritual. ( Fuentes de Informaciòn La Palabra de Dios, Las diferentes Ciencias )
Cada educando descubrirà los pre-juicios que le limitan para llegar a la verdad, descubrirà la importancia de la buena utilizaciòn de la Iniciativa, sus Virtudes,su Voluntad, a fin de lograr orientar sus actitudes de vida hacia su Dignificaciòn Humana, Valoraciòn y consecuente donaciòn a sus semejantes de sus mùltiples dones, logrando el Bien Comùn.
Todo esto teniendo en cuenta que la Coherencia de Vida ( Pensamiento-Palabra-Acciòn) son la fuerza fundamental de motivaciòn al logro del Bièn Comùn.
Marìa Bonnin.