María José, Jonatán, antes de dormir

[Orpam Saretnoc Laverz]

Les dije, mejor dicho, a él le dije: Esta noche antes de dormirte dile al Señor: Mira, yo no creo en ti, pero tú crees en mí, me amas, ¿por qué no me lo das a entender? Quizás no lo haría, pero no por eso no iba a decírselo si creí conveniente hacerlo ¿no os parece a vosotros?
La voz de Giuliana de Norvich llega así diciéndonos: "Ningún ser creado podrá comprender cuánto y qué dulcemente, y con qué ternura somos amados por nuestro Creador". Chicos, amigas, a mí esto me encanta. ¿Qué buscamos tú y yo?, pues ser amados, Él, Dios nos ama ¿por qué no le damos gracias mediante la oración, al menos antes de irnos a descansar, no dejar nunca de decirle lo de Jonatán: Tú me quieres, Señor, haz que me dé cuenta. Orpam Saretnoc Laverz

[Evangelina M. de Terrazas]

Amados hermanos y hermanas: ¡Paz en sus corazones!

PLEGARIA PARA LA NOCHE

Padre mío, ahora que las voces se silenciaron y los clamores se apagaron, aquí al pie de la cama, mi alma se eleva hacia Ti para decirte:
Creo en Ti, espero en Ti, te amo con todas mis fuerzas. Gloria a Ti, Señor.

Deposito en tus manos la fatiga y la lucha, las alegrías y desencantos de este día que quedó a trás.

Si los nervios me traicionaron, si los impulsos egoístas me dominaron, si di entrada al rencor o a la tristeza, ¡Perdón, Señor! Ten piedad de mí.

Si he sido infiel, si pronuncié palabras vanas, si me dejé llevar por la impaciencia, si fui espina para alguien, ¡Perdón, Señor! No quiero esta noche entregarme al sueño sin sentir sobre mi alma, la seguridad de tu misericordia, tu dulce misericordia enteramente gratuita, Señor.

Te doy gracias, Padre mío, porque has sido la sombra fresca que me ha cobijado durante todo este día. Te doy gracias porque -invisible, cariñoso, envolvente- me has cuidado como una madre, a lo largo de estas horas.

Señor, a mi derredor ya todo es silencio y calma. Envía el ángel de la Paz a esta casa. Relaja mis nervios, sosiega mi espíritu, suelta mis tensiones, inunda mi ser de silencio y serenidad.

Vela sobre mí, Padre querido, mientras me entrego confiado al sueño, como un niño que duerme feliz en tus brazos.

En tu nombre, Señor, descansaré tranquilo. Así sea.


Que tengan buenas noches, amados hermanos.
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En Jesús y María
Evangelina


"JÉZU, UFAM TOBIE"

¡Por su Dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero!