En el Crisol

[María Esther]

Queridos hermanos en Cristo:

Yo pensaba que tenía Fe... ¡Si! Estaba convencida de que mi Fe era inamovible (¡qué soberbia!) y me atrevía a dar consejos, a exhortar a otros en el amor, en la entrega... incluso me deleitaba escribiendo sobre el dolor que purifica... "pensaba" constantemente en la imitación de Cristo, especialmente en el hogar... ejerciendo la caridad con los demás, con los más próximos. ¿Lo recuerdan?

Pero un buen Día Dios me dijo sin palabras, en ese silencio Suyo que creí reconocería en cualquier circunstancia: "Querida mía... es hora de pasar de la teoría a la práctica. Hablas bonito y hasta puedes mover a otros porque así Yo lo he querido... pero es hora de que pruebes un poco tus palabras".

¿Mi familia?¿La seguridad de un esposo, de un hogar estable? Si... Dios conoce muy bien la intimidad de mi corazón.Muchas veces dije a otros: "Dios exige entregas... da lo que Él te pide". Pues bien: las entregas han de ser verdaderamente significativas... y a veces nos guardamos cosillas pensando que el Señor lo ignora. Yo me guardé ese amor por mi esposo, lo pensé mío, incluso llegando a ser soberbia al afirmar: "Jamás será tocada mi familia". Lo pensaba y lo repetía aún inconscientemente.

Durante estas vacaciones la coraza que quise crearme simplemente desapareció. ¿Por qué? Porque Dios así lo dispuso: sentí tristeza sin desesperación; lloré dulcemente sin rabia. Pude refugiarme en los brazos de mi Divino Esposo y hasta reclamarle por la forma como ha permitido que mi familia se estremezca... que mis hijitas lloren. De pronto comencé a entender que es la Voluntad de Dios... así de simple.

La Paabra de Dios es viva, es actual. La Fe es probada en la más profunda dificultad, en medio de las tinieblas más espesas. De otra forma el amor no se acrisola ni brilla. Y el único amor que libera es el amor a Dios. Lo demás viene por añadidura.

Me repetí cientos, miles de veces: si estoy con Dios nadie estará en cointra mía... pero aún así temía. Hoy, en medio del temor que me acompañla, algo más poderoso parece emerger del mismo centro de mi alma: la convicción de que Dios me ama. Ya no son solo palabras. Es una sensación de dulzura indescriptible que no deseo dejar ir.

Mis hijas sufren mucho la ausencia de su padre pero rezan por su regreso. Yo no tengo idea de qué cosa haré, de cómo enrentaré todos los retos que se me plantean... pero sigo pidiendo, orando. Ya no es una oración temblorosa... no. Es una oración llena de confianza EN DIOS y solo en Él.

¿Ya lo había dicho? Probablemente... pero eran palabras que aún no tomaban cuerpo en mi corazón. Eran palabras de aliento sin mucha convicción.

¿Saben queridos hermanos? He regresado un poco más alegre. Y es cierto: el ayer y el mañana, solo pertenecen a Dios.

Dios los bendiga a todos.

[Lily]

Querida Maria Esther,

Me da gusto saber que estas mas tranquila y quiero aprovechar para darte las gracias por recomendarnos el sitio http://www.abandono.com/Abandono/Colombiere/colombiere_001.htm

Sabes? Una amiga muy querida lo leyó, ella no está casada sin embargo le encantó, me dijo que para ella ese sitio fue un parteaguas, su vida se divide entre antes de leer ese sitio y despues. Comprendió muchas cosas.

Confieso que yo sólo lo había recomendado y no lo había leido, despues de lo que me dijo mi amiga lo leí y me encantó. Es aprender a aceptar absolutamente TODO lo que Dios nos manda. Claro que es mas facil escribirlo que hacerlo, es facil aceptar los pequeños inconvenientes diarios de la vida pero dificil aceptar algo tan fuerte como la separación familiar o cualquier otra perdida.

En fin, sólo quiero recordarte que revises ese mismo sitio que tu misma nos recomendaste, y, a los que nos leen, que tambien se animen y lo lean.

Te mando un gran abrazo a ti y a tus hijitas.

Lily

[patricia dalli]

Maria Esther cuanto duele saber y palpar el Amor de Dios, la llama en nuestro corazon , pero a la vez el sentir el dolor del mundo en los brazos de Jesus
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Solo necesitas conocer la fe catolica para comprender que es la verdadera religion que Nuestro Padre fundo

[María Esther]

Queridas Lily y Patricia:

¡Que gusto volver a verlas! No saben la falta que me hicieron, así como todos los demás amigos de este precioso Hogar.

Si... abandono y confianza.

Creados a imagen y semejanza de Dios... a Él debemos asemejarnos voluntariamente incuso en el dolor. Dulce dolor que nos asemeja a Cristo, nuestro Salvador.

No puedo más que darle gracias... ¡Cuánto me ama mi Señor!

Les comparto unas imagenes de la preciosa Villa que me hizo recordar, por gracia de Dios, lo que significa amar en salud y en enfermedad, en alegria y en tribulación... Villa de Leyva, para que se animen y la visiten.



Vista de la Iglesia Mayor y parte de la Plaza Principal


Iglesia del Carmen, donde Dios me habló en su dulce silencio...

[María Esther]

Una aclaración:

Si... Dios me habló en su dulce silencio. Lo hizo de la forma como siempre lo ha hecho conmigo... sin pronunciar, aparentemente, Palabra alguna.

En esa preciosa Iglesia que puede tener más de dos siglos, mientras las Hermanas Carmelitas cantaban ocultas tras la reja lateral al Presbiterio, me sentí tan llena de tristeza que estallé en lágrimas. No hubo sollozos... solo lagrimas que bañaron mis mejillas lentamente sin que mis chiquitas se dieran cuenta.

No puedo describir lo que sentí: todo el sufrimiento represado emergió de pronto para lavar mi alma. Y, al mismo tiempo, quise ser amada... infinitamente amada. Rogué a Dios que me regalara la gracia del Sacramento de la Penitencia pues poco tiempo antes la rabia me había llevado a enojarme gravemente con mi Señor.

No acababa de implorarle cuando salió de la Sacristía un Sacerdote joven que se encaminó al confesionario. Lo seguí casi a carrera y cuando apenas acababa de tomar asiento yo ya estaba dispuesta a arrodillarme. Corrió la ventanilla para escucharme y me confesé entre lágrimas. ¿Cómo es posible que existan católicos que se resistan al dulce bálsamo del Perdón Sacramental? Verdaderamente quien actúa es Cristo en persona del Sacerdote. Es Él quien recibe nuestro arrepentimiento, quien sana las heridas, quien con breves palabras da consejos profundísimos.

Salí reconfortada y regresé al lado de mis hijas que me esperaban en brazos de mis hermanos. Era la Fiesta de la Epifanía. El Sacerdote oficiante salió poco después y volví a sentir que Dios me hablaba. Un Padre Carmelita, tabién joven, oficiaba exhortando al amor, a la confianza. Durante la Homilía habló de la fidelidad en el amor aun cuando todo parezca adverso; habló del perdón y rogó por las familias destrozadas, por los esposo ausentes y por las esposas e hijos sufrientes.

Antes del Ofertorio invitó a la Asamblea a ofrecer la Eucaristía por aquel familiar, amigo, conocido... alejado de Dios que estuviera haciéndonos sufrir. Incliné la cabeza y rogué por mi esposo... y sentí tanto amor y compasión como jamás había sentido. Mis hijas se acercaron y rodeándome con sus bracitos se apoyaron en mi pecho rogando por su padre. Mis papás y hermanos hicieron lo mismo...

Cuando terminó la Eucaristía uno de mis hermanos me dijo: "María: ese sacerdote es muy especial. Hable con él mientras me quedo con las chiquitas en la plazoleta". Esperé a que bajara del presbiterio y lo alcancé unos cincuenta pasos antes de la salida. Iba de afán pues tenía que vender empanadas para ayudar a los niños huérfanos. Sin embargo se detuvo y mirándome con unos dulces ojos transparentes, como de niño, de detuvo. Alcé mi mano mostrándole la alianza y simplemente le dije: "Padre... me abandonó hace dos meses". Se detuvo en seco, puso su mano sobre mi cabeza y rogó al Señor: "Dios Santo: tu conoces el corazón de estos esposos, el corazón del esposo ausente que..." De repente se detuvo y apretando su mano contra mi abeza comenzó a orar en lenguas en voz muy baja. Luego, con autoridad, dijo: "Yo conjuro, con la Autoridad de Cristo, el Hijo Único de Dios, toda relación inapropiada en este esposo. Señor... te suplico que restaures este Matrimonio y le des paz y felicidad a esta hija que tanto amas". Me bendijo e imprimió un castísimo beso en mi mejilla.

Una ráfaga fresca me invadió. Mi Señor, mi Esposo me abrazaba en silencio y repetía sin palabras "Yo te amé primero... Yo te amo... confía".

Al salir de la Iglesia vi a mis hijas felices jugando en el pradito. Eran ya pasadas las siete de la noche y el clima estaba expléndido. El cielo cuajado de millares de diminutas estrellas y mi corazón lleno de Dios.

[Aneu]

Que bonito testimonio, entiendo tus sentimientos es maravilloso sentirse amada, no se que vaya a pasar pero estoy segura que serà para bien de tu familia.

Te admiro eres muy fuerte y estas en gracia de Dios, te envio un gran abrazo y muchos besos para ti y tus princesas

Aneu

[Jaimevelbon]

Bienvenida María Esther!!!

Te recibimos con los brazos abiertos.
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MCC 517
Catequista.....yo?????

[María Esther]

Gracias amigos queridos:

El amor de Diops es maravilloso. Jamás nos deja y si permite que nos etrellemos contra el mundo es siempre para nuestro bien.

Yo tampoco se qué va a pasar. Intento vivir un día a la vez, paso a paso.

Esta mañana me levanté con una sensación de angustia muy fuerte pero al ofrecerle mi vida, nuevamente a Dios por las manos de Nuestra Madre, la tranquilidad regresó.

Arreglo mi casa, me ocupo de mis hijas. Hago llamadas buscando los contactos para conseguir ese empleo que tanto necesito y, aunque aún muchos están de vacaciones y parezco desanimarme, vuelvo a tomarme de la Mano de mi Señor para caminar lentamente a donde me lleve.

No pudeo temer. Creo que temer ahora sería insultar la infinita Providencia de un Dios que es Padre y Esposo de las esposas abandonadas. Un Dios que me amó primero... si... esta verdad debo repetirla una y otra vez cuando la tristeza parece querer atraparme: Dios me amó primero y en sus designios está mi felicidad y la de mis hijas.

Poco a poco comienca a clarear. La noche es oscura, mucho más de lo que había imaginado. Pero se que el alba está cercana y sonrío. Miro hacia el frente y, aunque me duele vislumbrar un futuro separada del amor de mi legítimo esposo, rechazo el temor y me empino para mirar un poquito más alla: junto con Dios nada malo puede suceder.

Ya he vivido dos meses y medio separada de Carlos, privada de su compañía, de sus palabras, de su amor... y no he muerto, no he enfermado, no he enloquecido como mi pobre esposo esperaba. He dormido, he comido, he caminado, he amado.

Hoy amo un poco más que ayer pero también un poco menos que mañana.

La Oración, la confianza plena en el Señor y el ofrecimiento de las mortificaciones y temores que supone esta situación han sido (aunque, la verdad sea dicha no he sido muy constante) mi defensa, las armas con que Dios me ha investido para afrontar todo esto.

[Elizabeth M.A.]

Hola manit aMaria Esther que alegria tenerte de regreso !

Bendito y Alabado sea Nuestro Señor al seguir guiandote y fortaleciendote dia a dia...

...no tengo mas que decirte que te queremos mucho!!!
Recibe un abrazote de oso por este año nuevo que comienzas ...ya veras todo lo bonito que te tiene Dios preparado.

Sonrie ...no olvides hacerlo! y mucho menos olvides que cuentas con todos nosotros que somos tu familia.

p.d. TE ADMIRO ... Y DOY GRACIAS A DIOS PORQUE ME PERMITE CONOCERTE DIA A DIA YA QUE APRENDO ALGO NUEVO DE TY.

[María Esther]

Querida Elizabeth:

Wow... qué abrazotorte. Si casi me ahogas de tanto amor!!!

Gracias. Jamás me he sentido tan amada, tan delicadamente cuidada por Dios a través de mis amigos, de mis familiares, de personas que a pesar de la distancia se unen a mi en el Corazón de Cristo.

Aquí estoy de nuevo para hacerle frente a todo esto.

Se que Dios tiene hermosos consuelos destinados para mis hijas y para mi... y también para mi esposo. Ruego por Carlos, porque sea rodeado del casto amor de sus amigos, por que encuentre personas que lo quieran bien y lo aconsejen. ¡Está tan solo! Eso puedo sentirlo... lo se... mi pobre esposo atraviesa un desierto slito. Quisiera acompañarlo y lo hago de la única forma en que me es, por ahora, permitido: con mi amor y oración.

[*Primavera]

María Esther, buena:

Eres un alma privilegiada, sufres teniendo a Dios, y Dios te llena y te llenará con su amor y sus maravillas.

¡Eres preciosa! Oh, alma destinada a la santidad.

¡Ánimos!

¡Todo lo puedes en Cristo que te fortalece!

¡Sigo a tu lado, unidas en la oración!

¡Dios es maravilloso!
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*Primavera
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http://www.catholicosonline.com

[monik]

Al igual que todos me alegro por tu regreso y sigo rezando, confiando que todo ésto pasará. Dios te bendiga

[Aneu]

Estas en mis oraciones querida amiga, tienes mucha fortaleza y seguro que tu fe fortalecerá más y más...además del buen ejemplo que eres.

Un gran abrazo para ti y tus pequeñas.

Aneu

[deMaria]

Maria Esther, muchas gracias por tu testimonio,por tu sinceridad y sencillez.Yo experimenté hace poco que realmente "el dolor duele"y que no es solo teoría, es realidad, y Dios permite que esto ocurra porque sus caminos son misteriosos...no puedo comprenderlo todo,solo Él sabe.
Te pondré en mi oración,querida hermana...
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"En Dios vivimos, nos movemos y existimos"

[María Esther]

Queridas hermanitas:

Gracias por sus palabras.

Últimamente me he sentido más alegre, pero con una alegía inocente, de esas que nada esperan y esperan todo.

Me explico: cuando era niña me desesperaba cuando mis padres me negaban aquello que deseaba. Hacía pataletas, loraba, me hacía la indiferente y luego intentaba "comprarlos" con carantoñas y buen comportamiento. Pero al ver que nada lograba me detenía a meditar y encontraba que ellos tenían sus razones: o me darían lo pedido en un tiempo prudencial o, simplemente, me lo negarían por mi bien.

Solo entonces la calma volvía a mi y esperaba confiada en la correcta decisión de mis padres.

Ahora es igual. Hice de todo: recé, prometí, lloré, me enfurecí, leleé con Dios y luego traté de conquistarlo con carantoñas.

Pero Él es mi Padre y realmente sabe lo que necesito. Es solo cuestión de esperar y confiar.

La Confianza todo lo vence, y la confianza va unida a la paciencia.

Es una sensación nueva, algo así como el anticipo de una verdadera libertad. No comprendo aún bien qué es lo que Dios está haciendo en mi vida. Pero poco a poco la imagen del caos me abandona para dar paso a un cierto orden.

Y me siento amada, infinitamente amada por un Dios que sigue de cerca mi caminar pues Él mismo es el Camino. Me siento mimada por un Dios Esposo que ha comenzado a llenar con Su Dulzura el lugar que dejó mi esposo. Me siento valorada, respetada, dignificada. Y no tengo cómo agradecerlo.

Si nada de esto hubiera pasado no habría tenido la oportunidad de experimentar el Amor de Dios con toda su fuerza, el perdón y la Misericordia. No habría podido volver sobre mi vida para recuperar lo abandonado, para restaurar lo dañado, para ver nuevamente las inmensas riquesas que Dios me regala a cada instante.

Seguiría siendo madre y esposa, pero oscurecida poco a poco en medio de tantas cosas que amenazaban con alejarme de Dios. Y Dios es celoso... ¡claro que lo es! Y tiene derecho. Siempre le juré que Él era mi Único Amor, mi Primer Amor, mi Amr Verdadero... pero actuaba de otra forma comenzando a crearme ídolos que surgían del natural apego del amor humano.

Ahora debo conciliar las cosas: Dios primero y el amor debido a mi esposo después. Como ya no puedo expresarlo en lo concreto, debo amarlo a través de Dios. ¡Amor perfecto!

Dios los bendiga

[Profesora]

María Esther, me alegra ver que te encuentras un poco más reconfortada y que bueno que todo tu amor y toda tu confianza la dedicas a Dios.

Te mando con cariño esto:



El Señor es mi pastor; nada me falta.

Él me hace descansar en verdes pastos,
me guía a arroyos de tranquilas aguas,
me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos,
haciendo honor a su nombre.

Aunque pase por el más oscuro de los valles,
no temeré peligro alguno,
porque tú, Señor, estás conmigo,
tu vara y tu bastón me inspiran confianza.

Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos;
has vertido perfume en mi cabeza,
y has llenado mi copa a rebosar.

Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis dias,
y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré.



DIOS TE BENDIGA
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A JESUS POR MARIA.