Mea culpa

[Anorgi]

Señor mía Jesucristo, Dios y hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío:
por ser tú quien eres, Bondad infinita,
y porque te amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberte ofendido;
también me pesa porque puedes castigarme
con las penas del infierno.
Ayudado de tu divina gracia,
propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Amen.

Cada vez que rezo esta oración, y lo hago a diario, no puedo dejar de sentir un malestar en el alma como producto de lo que creo es falta de sinceridad con mi Dios. Y es que en dos ocasiones dice la oración “me pesa” y en cada una de ellas es por un motivo diferente. La primera por ofender a Dios, la segunda por temor al castigo que Dios pueda imponerme. Y no puedo dejar de preguntarme que es lo que predomina en mi, si el pesar por haber ofendido a Dios o el pesar por el castigo que puedo recibir. Esta sensación dura un segundo, pues rápidamente la desecho y me digo que en mi los dos pesares van un solo paquete. Pero cuando medito sobre ello me pregunto, una y otra vez, si soy sincero no sólo con mi Creador sino también conmigo mismo.
Como no creo ser un cristiano especialmente malo ni bueno, pues me tengo por un hombre vulgar, me gustaría conocer vuestro sentimientos, vuestras vivencias ante este mea culpa que entonamos con frecuencia.
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La paz del Señor sea con nosotros.
Antonio

[Pepe Incera]

Lee la parabola del Hijo Prodigo.




Constante conversion, constante conversion.

El pecado nos aleja del Padre.
El pecado es un "No" a la cara del Padre.
El pecado es reclamar la herencia e irla a gastar a paises lejanos.

Solo en la desolacion del pecado es posible añorar las delicias de un abrazo del Padre.
Volvemos a huir y volvemos a añorar.
En cada conversion, el abrazo resulta mas delicioso que el anterior.
No quisieramos desprendernos nunca de El,
pero somos hijos prodigos,
huimos y regresamos.

Un dia... ese abrazo es definitivo y perfecto.
Cuando morimos y somos llamados a su presencia.

Piensa en la Muerte.
Meditala, añorala.

Deja de prometer al Padre no pecar mas.
Pidele el don de la Gracia.

hnopp
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[enriqueellena]

La oración que publicas es muy hermosa y muy antigua, hay Sacerdotes que la consideran una verdadera reconciliación con el Señor y aconsejan rezarla todas las noches.
Creo que todo acto penitencial, rezado con devoción y conciencia de lo que decimos nos llama a reflexión sobre nuestra vida y faltas con las que hemos ofendido al Señor. Todo acto de arrepentimiento si es sincero es camino de corrección y de un nuevo propósito. Dios ama a aquellos que al confesar sus ofensas se propone una vida nueva de enmienda y de santidad.

[Beatriz]

Esta oraciòn es muy hermosa y si tù sientes que te pesa de corazòn todos los dìas que la rezas pues me parece una buena señal que la gracia de Dios està obrando en tu interior y deberias alegrarte. Me parece que no todo el que la lee siente pesar, algunos tienen la conciencia tan cauterizada que no sienten nada cuando la leen.

Una vez experimentè un "mea culpa" pero no fue por una oraciòn, sin entrar en muchos detalles estaba nadando en el mar y cuando menos pensè una corriente literalmente me arrastrò muy lejos de la orilla y por màs que yo nadaba para acercarme a la orilla el mar me empujaba màs lejos; por luchar tanto con el mar terminè agotada, yo era un trapo, no tenìa fuerzas ni para levantar un dedo, en ese momento vi una ola pequeña que venìa hacia mi y me hundiò sin yo tener siquiera fuerzas para mantenerme a flote. Allì, sumergida en el fondo del mar abrì los ojos y solo veìa agua y la oscuridad del fondo. Sentì mucho miedo y pensè que ese era mi final. En esos momentos uno piensa rapidìsimo y entre muchas cosas recordè que dìas antes habìa mentido (y no era una mentirita) y para avalar mi mentira usè el nombre de Dios para que esta perosna me creyera (yo tenìa 16 años), En ese instante sentì que Dios estaba no solo molesto conmigo sino que estaba muy triste por mi culpa. Yo le habìa provocado una tristeza muy grande. Uf! que mal me sentì. Ya no me importaba morir, ni ningùn castigo, solo me preocupaba que Dios estuviera tan triste por culpa mia. Me sentì la persona màs mala que pisa la tierra. ¿Còmo pude haber ofendido asi a la Bondad infinita? ¿Còmo no me di cuenta de lo que hacìa? queria retroceder el tiempo y cortarme la lengua para no ofenderlo pero ya era demasiado tarde...en ese momento, sumergida en el fondo del mar, desde lo màs profundo de mi corazòn le pedì perdòn a Dios, ya no me importaba el morir o el castigo, solo querìa que El me perdonara. En ese momento no me pregunten còmo pero como si algo me empujara desde los pies salì a la superficie en el preciso instante que un hombre venìa nadando, me estaba buscando y no me veìa. Me ayudò hasta llegar a la orilla. Lo curioso es que me salvò la vida y no se còmo se llama.

Despuès de esta experiencia me acerquè a esa persona y le contè que le habìa mentido, se molestò muchìsimo conmigo pero no me importò, yo solo querìa reparar el daño que habìa hecho y estar en paz con Dios. Nunca màs volvì a jurar tomando su nombre. Es muy comùn donde yo vivo el clichè: "te lo juro por Dios", todo el mundo la usa. Yo no lo hago y cuando me olvido y la uso (de tanto escucharla se te pega) pido perdòn inmediatamente y les he enseñado a mis hijos a no jurar, espero que siempre tomen en cuenta mi consejo.

Lo màs importante es que nunca me voy a olvidar la sensaciòn de haber entristecido a Dios. Ese fue mi mea culpa que me dura hasta el dìa de hoy.

DTB
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"Quien no ama, no conoce"
San Agustín

[Escoria]

Anorgi:
Te diría que es cuestión de amistad. Se ve que vas por buen camino. Para ser más claro expongo mi pensamiento así:

1. Tenemos una relación con Dios que como tú dices puede ser la de un hombre "vulgar" que no es ni especialmente bueno ni malo. La relación con Dios es imperfecta, pero existe.
2. Para clarificar los tipos de arrepentimiento, cuando lo que nos duele es haber ofendido a Dios principalmente, se llama contrición y es la actitud más correcta ante nuestras ofensas a Dios, en este caso lo que nos duele es haber ofendido a nuestro Amigo fiel, nuestro creador, redentor, etc. En este caso hemos herido el amor y eso es lo que nos duele.
El segundo tipo de arrepentimiento se llama atrición que es imperfecta pero "válida". Consiste en que lo que me mueve a pedir perdón y buscar la salvación no es el amor a Dios (sobre todo y pricipalmente) sino el miedo al castigo eterno, que por lo que leo en tu mensaje es lo que te pasa.
3. Lo que sientes más fuerte me parece que es la atrición pero en tu interior está Dios, que quiere establecer contigo una relación de amor personal, que no pide no pecar sino amar más y si caemos, si le ofendemos nos acogemos a su perdón porque sabemos que nos ama infinitamente y queremos corresponder a ese amor.

Espero que te sirva y escoriales saludos.