Eagleheart Veterano
Registrado: 28 Dic 2006 Mensajes: 2245 Ubicación: México, D.F.
|
Publicado:
Mar Ene 23, 2007 5:20 pm Asunto:
Tema: Dudas mías varias (temas: Eucaristía, Purgatorio, Muertos) |
|
|
carlos_dlg escribió: | Cita: | III LA PURIFICACION FINAL O PURGATORIO
1030 Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.
1031 La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820: 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura (por ejemplo 1 Co 3, 15; 1 P 1, 7) habla de un fuego purificador:
Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo que afirma Aquél que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12, 31). En esta frase podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro (San Gregorio Magno, dial. 4, 39). |
|
Primero que nada, muchísimas gracias por el enlace que me proporcionas.
Segundo. Respecto a eso en negritas, la Biblia que yo tengo (La Biblia Latinoamericana, comentada, con el Nihil obstat de Alfonso Zimmermann C. ss. R. e Imprimatur de Manuel Sánchez B., Arzobisco de Concepción, Chile), dice en Mateo 12, 31 - 32:
"Por eso yo les digo: Se perdonará a los hombres cualquier pecado y cualquier palabra escandalosa que hayan dicho contra Dios. Pero las calumnias contra el Espíritu Santo no tendrán perdón.
El que insulte al Hijo del Hombre podrá ser perdonado; en cambio, el que insulte al Espíritu Santo no será perdonado, ni en este mundo ni en el otro."
Y en los comentarios dice:
"Ni en este mundo ni en el otro. Este es un modismo de los judíos para decir que esta calumnia es imperdonable, tanto a los ojos de Dios como de los hombres."
Lo cuál diría algo diferente (mas no contradecir) a interpretar literalmente "pecados que se perdonan en esta vida (o mundo); pecados que se perdonan en el otro mundo".
Eso pienso yo.
carlos_dlg escribió: | Cita: | 1032 Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: "Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado" (2 M 12, 46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico (cf. DS 856), para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos:
Llevémosles socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de su Padre (cf. Jb 1, 5), ¿por qué habríamos de dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo? No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos (San Juan Crisóstomo, hom. in 1 Cor 41, 5). |
|
Bueno, en todo caso, pienso que si en el Purgatorio han de terminar de purificarse y que tienen la seguridad de participar de la Gracia de Dios, no hace "falta" que oremos por ellos. No digo que no se deba hacer alguna oración o hasta una misa por ellos, creo que en todo caso, deberíamos rogar por nosotros que tenemos un destino todavía incierto. ¿Quién puede decir que alguien terminará en el Cielo (después del Purgatorio o directamente entrando al Paraíso) o en el Infierno sino dios mismo?
carlos_dlg escribió: | Con respecto a la pregunta 3, te pongo un segmento del Compendio del Catecismo de la Igleisa Católica (al cual también te pongo un link, para que lo tengas).
Cita: | 205. ¿Qué sucede con la muerte a nuestro cuerpo y a nuestra alma?
Con la muerte, que es separación del alma y del cuerpo, éste cae en la corrupción, mientras el alma, que es inmortal, va al encuentro del juicio de Dios y espera volverse a unir al cuerpo, cuando éste resurja transformado en la segunda venida del Señor. Comprender cómo tendrá lugar la resurrección sobrepasa la posibilidad de nuestra imaginación y entendimiento. |
|
Bueno, entonces ya queda claro: cuando alguien muere, su alma ya se ha separado del cuerpo.
La duda la tenía porque escuché mencionar hace tiempo que el alma salía 8 horas después de fallecer alguien, y yo me preguntaba: ¿y si me come un tiburón?
carlos_dlg escribió: | Con respecto a la pregunta 1, prefiero que alguien más responda, pues en este momento no podría darte una respuesta fundamentada. |
De todos modos, muchas gracias por tu tiempo
Salu2
PD. Y mi pregunta sigue: ¿Cómo "funciona" el Purgatorio? es decir, ¿Cómo se terminan de purificar las almas? _________________
No ceder ni un milímetro. Dies irae dies illa Solvet sæclum in favilla Teste David cum Sibylla - Quantus tremor est futurus Quando judex est venturus Cuncta stricte discussurus |
|
Leandro del Santo Rosario Moderador

Registrado: 24 Mar 2006 Mensajes: 3567 Ubicación: Buenos Aires, Argentina.
|
Publicado:
Mie Ene 24, 2007 8:02 pm Asunto:
Tema: Dudas mías varias (temas: Eucaristía, Purgatorio, Muertos) |
|
|
Eagleheart escribió: | La duda la tenía porque escuché mencionar hace tiempo que el alma salía 8 horas después de fallecer alguien, y yo me preguntaba: ¿y si me come un tiburón? |
Tu pregunta es tan inteligente como graciosa, para poner en ridículo la opinión esa. Es un absurdo eso de que el alma sale del cuerpo después de 8 horas de fallecer alguien, porque el fallecimiento consiste justamente en la separación del alma del cuerpo. Eso es la muerte: que el alma se separa del cuerpo. Es como decir que un fuego se extingue 8 horas después de haber sido apagado: un absurdo. Mientras el alma permanece en el cuerpo, la persona sigue viva. Y agrego que mientras el alma de esa persona permanezca en el cuerpo, aunque no nos aparente signos vitales, si esa persona estaba en pecado mortal, puede arrepentirse de sus pecados y salvarse, aunque ni se enteren de esto quienes rodeen el cuerpo sin vida aparente, siempre mientras permanezca el alma en el cuerpo. Porque el arrepentimiento es una operación del alma que no necesita de signos físicos manifiestos del cuerpo. Una vez que se ha producido la separación, ya no hay vuelta atrás, la elección libre por el pecado mortal es definitiva y la persona va directo al infierno.
Eagleheart escribió: | PD. Y mi pregunta sigue: ¿Cómo "funciona" el Purgatorio? es decir, ¿Cómo se terminan de purificar las almas? |
¿Cómo funciona el purgatorio? Es un fuego espiritual que se produce por el contacto de la Luz de Dios con las manchas del pecado en el alma.
La Luz de Dios disipa las tinieblas espirituales que son el efecto del pecado en el alma, y esa disipación no es instantánea como la luz física (la luz del sol o la luz eléctrica) porque el pecado fue por obstinación, es decir, el pecador estaba aferrado al pecado, mientras que las tinieblas físicas no son por obstinación de una voluntad libre. Por eso la luz del sol instantáneamente disipa las tinieblas, pero la Luz de Dios disipará las tinieblas de acuerdo a la obstinación del pecado cuyo efecto purifica.
La Luz de Dios va disipando las manchas del pecado en el alma purgante, y esa purificación es más dolorosa que el fuego físico porque el efecto del pecado en el alma es peor que el dolor físico.
El sufrimiento del purgatorio no tiene comparación con ningún sufrimiento físico. Imagínate el mayor tormento físico posible: es como un piquete de mosquito al lado del menor sufrimiento en el purgatorio. Y así comenzamos a entender cuán horrible es el pecado por más ligera que parezca la falta. Es repugnante el pecado. Debemos odiar el pecado con todas nuestras fuerzas, porque donde hay pecado, no está Dios, y donde no está Dios, no hay amor, porque Dios es Amor y todo el amor verdadero viene de Él. Y si no hay amor, hay pecado. No existe la neutralidad. O se ama o se peca. Por eso Jesús dijo que el que no está con Él, está contra Él. O sea que el que no está con el Amor (Jesús), está contra el Amor. La indiferencia misma es estar en contra del Amor, por eso Jesús nos enseña que no hay neutralidad en cuanto al Evangelio.
El mártir ardiente de amor a Dios, va cantando jubilosamente a su martirio, aunque sea echado a los leones y luego a la hoguera: eso será un piquete de mosquito en comparación con lo que habría sufrido en el purgatorio en caso de que sin martirio hubiera tenido que sufrirlo.
Es necesario que el sufrimiento en el purgatorio sea tan terrible como lo es para entender cuán horrible es el pecado. Es necesario. Así se aprende. El que va directo al cielo sin pasar por el purgatorio, lo ha aprendido perfectamente en vida, no necesita del purgatorio para aprenderlo.
Entonces, la Luz de Dios actuando sobre el alma, quemará el efecto del pecado en el alma, y esta quemazón dolerá más o menos según lo aferrado que el hombre haya estado a ese pecado, de la misma manera que físicamente lo que está más pegado cuesta más despegar o lo que está más prendido cuesta más desprender.
Una vez que la Luz de Dios haya purificado todos los efectos del pecado en el alma, la Luz de Dios reside plenamente en el hombre e ilumina sin penumbras su alma, y el alma ya está en el cielo y ve a Dios cara a cara. Ya es bienaventurado.
Eagleheart, me ofrezco para que me preguntes las dudas que te surjan acerca del purgatorio luego de que hayas leido la doctrina. Enuméralas y te responderé en cuanto pueda. Mientras tanto, te dejo con el Tratado del purgatorio de Santa Catalina de Siena, que te resultará muy provechoso a ti y a los hermanos que quieran aprender: http://www.multimedios.org/docs2/d001320/index.html Pregunta las dudas que se te ocurran luego de leer el tratado, en cuanto pueda te respondo. Antes, mientras, y luego de leerlo, rézale a Santa Catalina de Siena para que te enseñe bien. ¡Santa Catalina de Siena, ruega por nosotros!
(Advierto acerca de un error del editor del Tratado. Los títulos son agregados por el editor, y cometió un error en el título del Capítulo X: De cómo Dios utiliza el Purgatorio para hacer al alma íntegramente pura. El alma adquiere ahí una pureza tan grande que estaría bien para ella permanecer allí aún después de purgada de pecado, y ya no tuviera que sufrir. El error es que el alma cuando es purgada después de pecado, ya está en el cielo automáticamente. El editor malinterpreta cuando la santa dice que el alma es llevada al cielo luego de purificada, que es una figura que usa la santa. Teológicamente lo correcto es decir que se pasa del estado de purgatorio al estado de cielo en el mismo instante en que el alma ya no necesita purificación, pues en el mismo instante en que el alma ya no necesita purificación, ya es pura definitivamente porque ha aprobado la prueba, y por lo tanto ya es reflejo pleno de Dios, espejo de Dios, y eso es el cielo. No hay un estado intermedio entre haber terminado de ser purificado, y luego el cielo. Es una malinterpretación del editor de la figura que utiliza la santa.)
Eagleheart escribió: | la Biblia que yo tengo (La Biblia Latinoamericana, comentada, con el Nihil obstat de Alfonso Zimmermann C. ss. R. e Imprimatur de Manuel Sánchez B., Arzobisco de Concepción, Chile), dice en Mateo 12, 31 - 32:
|
Me entristece mucho ver que en las librerías católicas populares, la Biblia de la que ofrezcan más ejemplares pueda ser la Latinoamericana.
Cita: | DECLARACION SOBRE LA BIBLIA LATINOAMERICANA
Conferencia Episcopal Argentina, 1978
A todos cuantos leyeren:
Con la publicación de este “Suplemento” llega a su fin, luego de un proceso más largo de lo esperado, cuando los Obispos Argentinos manifestábamos el 30 de octubre de 1976, acerca de la necesidad de una revisión y complementación de la edición de la Biblia, llamada “para Latinoamérica”, o vulgarmente “Latinoamericana”.
Entregamos por lo mismo al conocimiento público este “Suplemento”, que esperamos, como era la consigna aprobada por la Asamblea Plenaria en aquella oportunidad, permitirá “al lector prudente y adulto manejar” aquella “edición, nacida del deseo de acercar la Palabra de Dios al pueblo, con provecho y sin peligros para su vida interior”.
Por lo tanto, y dando cumplimiento a aquella resolución, declaramos este “Suplemento” obligatorio en todo el ámbito de las Diócesis que comprende la Conferencia Episcopal Argentina, no debiendo, por lo mismo, ni los fieles usar aquella edición de la Santa Biblia sin este Suplemento, ni las librerías que se llamen católicas vender la una sin el otro.
Recordamos además que dicha edición de la Santa Biblia no es apta para el uso litúrgico en ninguna de las iglesias o capillas, ni en ninguna de las ceremonias litúrgicas que se realicen en nuestras jurisdicciones.
RAÚL FRANCISCO Card. PRIMATESTA
Arzobispo de Córdoba
Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina
Buenos Aires, 9 de diciembre de 1978.
--------------------------------------------------------------------------------
DECLARACIÓN SOBRE LA LLAMADA “BIBLIA LATINOAMERICANA”
Durante las últimas semanas hemos asistido a una polémica sobre los valores y características de la edición de la Biblia llamada “latinoamericana” o “para Latinoamérica”
Esta polémica alcanzó en los medios periodísticos una publicidad inusitada para temas de naturaleza tan especial como el que está en discusión.
La Conferencia Episcopal Argentina, en su Asamblea anual, ha encarado el estudio del asunto y cree necesario iluminar algunos puntos que se han agitado en las publicaciones de estos días.
1. — Biblia y Magisterio
Tenemos los Obispos la grave obligación de defender el valor supremo de la Palabra de Dios (Conc. Vaticano II, Dei Verbum, nº 1), a cuyo servicio está nuestro magisterio (Dei Verbum, n9 10) y el cual tiene por función conservar íntegramente, interpretar y difundir esa Palabra que encierra el misterio de nuestra Salvación.
La interpretación auténtica de la Sagrada Escritura en la Iglesia es derecho exclusivo del Magisterio jerárquico, y ningún poder, cualquiera sea su motivación, puede interferir en esta fundamental función de los Obispos, maestros de la fe y fieles servidores y custodios de la Palabra de Dios.
2. — Iglesia y Marxismo
También en este tiempo y desde distintos lugares, se ha acusado a los Obispos de cierta complacencia con el marxismo, en sus variadas formas. Con toda la firmeza que procede de nuestra responsabilidad pastoral, los Obispos, una vez más, condenamos inequívocamente la ideología y la praxis marxistas. Al hacerlo, la Iglesia sabe que está por encima de intereses políticos partidistas y que no es instrumento de ninguna cruzada.
Es la concepción marxista del hombre y de la vida la que es intrínsecamente irreconciliable con la fe cristiana. Nosotros creemos vivamente en el Dios personal que el marxismo niega; nosotros defendemos al hombre hijo de Dios, llamado a compartir su gloria, con todos los derechos que emanan de su persona y que el marxismo niega o anula.
Esta afirmación de ningún modo significa la aceptación de formas del capitalismo, condenadas por la Iglesia (Populorum Progressio, n0 26), ni de otras doctrinas que, aunque opuestas al marxismo, en su tiempo llegaron a proscribir el sagrado texto, conscientes de la oposición de la Biblia a sus principios y a su práctica.
3. — Biblia “latinoamericana”
Al referimos concretamente al problema de la Biblia “latinoamericana”, debemos, ante todo, distinguir claramente la Biblia misma, en cuanto tal, de sus distintas versiones y ediciones.
Aquélla tiene a Dios mismo como autor, y todos los libros del Antiguo y Nuevo Testamento, en todas sus partes, son sagrados y canónicos, en cuanto escritos por inspiración del Espíritu Santo (Dei Verbum, nº 11), y, en cambio, las versiones son susceptibles de deficiencias y, en todo caso, siempre son perfectibles como toda obra humana.
a) En lo que se refiere a su texto y traducción, consideramos, conforme al dictamen de los numerosos expertos consultados, que es sustancialmente fiel, a pesar de algunas objeciones que podrían hacérsele.
b) Las introducciones y notas que acompañan al texto son de diverso valor, y si bien encontramos notas explicativas que, con fidelidad y respeto, adaptan, al lector menos culto, verdades de la fe, otras, en cambio, son ambiguas, no están exentas de peligros y, algunas, referidas especialmente a la Iglesia, por su carácter desorientador, son ciertamente inaceptables.
e) Las ilustraciones, en número considerable, y teniendo en cuenta las ediciones en conjunto, señalan una línea temporalista, por lo menos equívoca, y dos de ellas merecen nuestra desaprobación por su carácter inapropiado e inconveniente, no alcanzando a desvirtuar esta connotación las leyendas que las acompañan.
4.— Suplemento obligatorio
Todo lo expuesto acontece en la llamada Biblia “latinoamericana” o “pastoral”, dándole muchas veces un carácter conflictivo y polémico que explica, en parte, la diversidad de opiniones que se han vertido acerca de ella.
Por eso, los Obispos argentinos afirmamos la necesidad de una revisión y complementación, que supere los elementos discutibles y logre salvar sus muchos aspectos positivos.
Por ello, cuanto antes, se promoverá la edición de un suplemento obligatorio para Argentina, que aclare esta situación, iniciando un diálogo, en cuanto convenga, con otros hermanos de los Episcopados de América, y estando en estrecha comunicación con los organismos pertinentes de la Sede Apostólica.
Este suplemento permitirá al lector prudente y adulto manejar esta edición, nacida del deseo de acercar la Palabra de Dios al pueblo, con provecho y sin peligros para su vida Interior.
5. — Exhortación al uso de la Sagrada Escritura
Mientras tanto, reiteramos nuestro deseo de que la Sagrada Escritura sea cada día más leída y meditada por nuestros fieles, en Iglesia y con sentido de Iglesia, “para que así adquieran la ciencia suprema de Jesucristo , ya que desconocer la Escritura, es desconocer a Cristo” (Dei Verbum, n0 25).
Estén seguros de que en ella encontrarán los caminos para superar toda división, todo enfrentamiento, tal como lo experimentamos nosotros, los Obispos, quienes, por medio de la oración asidua, del humilde reconocimiento de nuestras faltas y dejándonos penetrar por el Espíritu, que nos da la verdadera libertad interior, hemos hallado en la Biblia, en su lectura serena y meditada, la unidad, la concordia, la paz, como frutos inmediatos de ese mismo Espíritu Inspirador.
CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA
XXXIV Asamblea Plenaria
San Miguel, 30 de octubre de 1976
--------------------------------------------------------------------------------
SUPLEMENTO OBLIGATORIO
ADVERTENCIA DEL EDITOR
La Biblia Latinoamericana ha tenido varias ediciones y conoce dos formatos; uno de ellos es el manual, sobre cuya cuarta edición se elaboro el suplemento obligatorio promovido por la XXXIV Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina. El otro de los formatos, el así llamado tamaño grande, es el que quizás haya alcanzado mayor difusión en nuestro país. Por otra parte, el Nuevo Testamento de esta Biblia también conoció, separadamente, varias ediciones, con diversas láminas y, en general, acompañadas por una selección de los salmos.
Destacamos por último nuestro meticuloso respeto por las características de puntuación y redacción de los comentarlos originales; así lo hicieron los autores de este suplemento. Con todo, téngase en cuenta que en este aspecto la Biblia Latinoamericana no es siempre feliz y en los casos en que un giro de redacción afecta gravemente la gramática y amenaza la comprensión del sentido, nos hemos tomado la libertad de indicar la palabra o expresión que parece incorrecta, señalándola, como es habitual, mediante la palabra latina sic.
Es interesante advertir que las diversas ediciones de la Biblia Latinoamericana a las que nos estamos refiriendo —y para el caso la edición manual puede ser considerada doblemente una edición distinta— no coinciden necesariamente en su paginación; antes bien, rara vez lo hacen. Incluso parece que entre una y otra edición —así como entre uno y otro formato— los autores han retocado, añadido y suprimido párrafos de sus comentarios.
Por ello, atentos a las necesidades de los lectores, hemos agregado, precedido de un asterisco (*) , el número de páginas de la sexta edición (tamaño grande) de 1974; seguidamente, incluimos la mención del capitulo, capitulo y versículo o versículos, capítulos, perícopas, fragmento, grupo de libros sagrados, nota, introducción, página especial o lámina que la llamada a pie de pagina cubre en estas ediciones de la Biblia Latinoamericana. Cuando el suplemento se refiere a las introducciones o páginas especiales (a las que hemos inicialado PE) y no al comentario del texto bíblico, damos el titulo que los autores del comentario eligieron en cada caso particular y, ante su ausencia, hacemos referencia entre corchetes al párrafo comentado, de acuerdo al dictado del sentido común. A su vez, el asterisco encerrado entre corchetes señala la inexistencia de la nota comentada en la edición de tamaño grande. Cuando resulta necesario, hacemos alguna otra observación que juzgamos imprescindible para el manejo cómodo y fructuoso de este suplemento.
Finalmente, queremos señalar que la selección de láminas difiere ligeramente entre los distintos formatos y también entre las sucesivas ediciones.
De tal manera, le referencia P. 809-810, 751-752, Job 2, 11-3, 26 significará que el poseedor de la edición manual (IV edición, 1974) encontrará el comentario mencionado en las páginas 809-810 de su ejemplar; el lector que tenga en sus manos una edición del tamaño grande (vi edición, 1974), lo hallará en las páginas 751-752 de su libro, mientras que quien tenga en su poder cualquier otra edición de la Biblia Latinoamericana podrá consultar el pasaje bíblico que se menciona y comprobar de tal modo la existencia o inexistencia del comentario señalado.
Adviértase asimismo que la numeración de las páginas de estas IV edición manual y VI edición de tamaño grande no es corrida y se Interrumpe y recomienza desde el número uno (1) a partir del inicio del Nuevo Testamento: lo indicamos mediante las iniciales NT, pospuestas a los números de las páginas citadas. No sucedía así en anteriores ediciones, donde, por otra parte, los editores añadían una numeración propia y corrida de los comentarios del texto, que más tarde desapareció.
INTRODUCCIÓN
El Episcopado Argentino en su declaración del 30 de octubre de 1976, sobre la “Biblia Latinoamericana”, decía:
“a) En lo que se refiere a tu texto y traducción, consideramos, conforme al dictamen de los numerosos expertos consultados, que es sustancialmente fiel, a pesar de algunas objeciones, que podrían hacérsele.
“b) Las introducciones y notas que acompañan al texto son de diverso valor y, si bien encontramos notas explicativas que, con fidelidad y respeto, adaptan al lector menos culto verdades de la fe, otras, en cambio, son ambiguas, no están exentas de peligros y, algunas, referidas especialmente a la Iglesia, por su carácter desorientador, son ciertamente inaceptables.
“c) Las ilustraciones, en número considerable, y teniendo en cuenta las ediciones en conjunto, señalan una línea temporalista, por los menos equívoca, y dos de ellas merecen nuestra desaprobación por su carácter inapropiado e inconveniente, no alcanzando a desvirtuar esta connotación las leyendas que las acompañan.
“Todo lo expuesto acontece en la llamada Biblia “latinoamericana” o “pastoral”, dándole muchas veces un carácter conflictivo y polémico que explica, en parte, la diversidad de opiniones que se han vertido acerca de ella.
“Por eso, los Obispos argentinos afirmamos la necesidad de una revisión y complementación, que supere los elementos discutibles y logre salvar sus muchos aspectos positivos.
“Por ello, cuanto antes, se promoverá la edición de un suplemento obligatorio para Argentina, que aclare esta situación, iniciando un diálogo, en cuanto convenga, con otros hermanos de los Episcopados de América, y estando en estrecha comunicación con los organismos pertinentes de la Sede Apostólica.
“Este suplemento permitirá al lector prudente y adulto manejar esta edición, nacida del deseo de acercar la Palabra de Dios al pueblo, con provecho y sin peligros para su vida interior.”
Posteriormente, el 25 de febrero de 1977, el Cardenal Villot, Prefecto del Consejo para los Asuntos Públicos de la Iglesia, con Oficio N9 1031/77, remitió las conclusiones a las que había llegado la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe sobre esta Biblia Latinoamericana:
“La Congregación para la Doctrina de la Fe, aun considerando que en la llamada Biblia Latinoamericana la traducción de los textos originales sea fiel, es del parecer que las ambigüedades y las imprecisiones de las introducciones y de las notas deben ser eliminadas o aclaradas por la Jerarquía local y, además, que deben ser consideradas tendenciosas, y por tanto deben ser eliminadas, algunas fotografías, por ejemplo: la de los rascacielos de Nueva York con la respectiva descripción: ‘Ven que te mostraré la Ciudad Grande. Todos se han prostituido en ella...’; la de la plaza comunista de La Habana con la correspondiente descripción: ‘El creyente participa en la vida política...’; la de los oprimidos latinoamericanos con la descripción: ‘La Biblia tuvo comienzo con la liberación de una esclavitud’.”
Cumpliendo, pues, con lo prometido, se presentan ahora estos comentarios aclaratorios de las notas que puedan prestarse a errores o aplicaciones desacertadas.
Valores y ventajas
Se podrá apreciar que muchos párrafos objetables encuentran su contrapeso equilibrante en otros pasajes de esta misma Biblia especialmente editada para Latinoamérica. Ello demuestra que el arduo trabajo pastoral y exegético realizado por los autores contiene en sí mismo los anticuerpos que pueden inmunizar al lector católico frente a las frases apuradas, poco pulidas y disonantes con el conjunto. Repetidas veces, pues, este suplemento no hará más que facilitar la lectura fructuosa de la Biblia, remitiendo a su total contexto y a las mismas explicaciones contenidas en esta publicación.
No es de extrañar que los valores propios de esta edición se encuentren mezclados con material no tan perfecto. Los Obispos argentinos en su comunicado del pasado mes de octubre recordaban: “Las versiones [de la Biblia] son susceptibles de deficiencias y, en todo caso, siempre perfectibles como toda obra humana.”
Ya los mismos editores se dirigían a sus lectores, pidiendo “a cuantos lean esta Biblia, que nos escriban con absoluta confianza, seguros de que su aporte será tomado muy en cuenta y contribuirá, sin duda, a mejorar tanto la traducción como las notas explicativas” (III edición, 1972).
Con espíritu de servicio al vasto público que esta Biblia ha ido conquistando y en cumplimiento de su función de magisterio para el bien del Pueblo de Dios, el Episcopado argentino ofrece a los fieles de nuestra Iglesia Católica los “necesarios y útiles mejoramientos”, con la preocupación pastoral de que lugares aislados y poco felices no dañen “las ventajas ampliamente reconocidas” que conserva esta edición, según indica la mencionada carta del cardenal Villot.
Método utilizado
En vez de hacer un recorrido página por página a través de los textos bíblicos, se irán agrupando bajo un mismo apartado los lugares preocupantes que tienen afinidad entre sí por el tema o la tendencia que manifiestan.
Proponemos los siguientes:
1. Criterios adoptados para los diversos tipos de letra
2. Dios
3. Dios, el mal, la libertad humana
4. Colaboración de Dios y del hombre
5. Apariciones e intervenciones divinas en la historia
6. Relaciones entre el Antiguo y Nuevo Testamento
7. Profetas en el Antiguo y Nuevo Testamento
8. Israel y la Iglesia
9. La ley y la libertad
10. El Bautismo comparado con los ritos de la Antigua Ley
11. Fe y doctrina
12. Más allá de conservadores y progresistas
13. Justicia social y religión
14. Culto y vida
15. Religiosidad popular
16. Concepto de liberación
17. Visión de la historia
18. Inexactitudes y errores tipográficos
19. Fotos
Sin embargo, para facilitar la ubicación de los párrafos observados, añadimos al final un índice de los mismos, citando el lugar en que son corregidos o comentados. Queremos dejar constancia también de que en las diversas ediciones ha habido cambios, que son de dos tipos: por una parte, fueron corregidas explicaciones imperfectas: pero, por otra, se introdujeron párrafos objetables, que no existían en las versiones anteriores. Quede asentado, por consiguiente, que las presentes observaciones se basan en la edición (de bolsillo) de 1974, de la que se dice en la página de presentación: “Texto íntegro - Nueva edición - Traducción y comentarios revisados y mejorados”.
En la décima edición
Estando ya terminada la elaboración de estas notas y observaciones, llegó a nuestras manos un ejemplar de la X edición, de 1976, de la “Nueva Biblia Latinoamericana donde se ha deslizado un gravísimo error dogmático: P. 5 (NT): “No cabe lugar para dos padres [para Jesús], porque Jesús, que nace de Maria como persona humana, es el Hijo Único del Padre, nacido de Dios desde la eternidad.”
P. 84 (NT): “El día en que [Jesús] resucite de entre los muertos, su persona humana será renovada, ampliada, llena de energías diversas.”
Está solemnemente definido en los primeros Concilios Ecuménicos de la Iglesia que Jesús tiene una sola persona: la divina, y posee dos naturalezas: la divina y la humana. Afirmar otra cosa sería caer en una de las herejías más graves y antiguas sobre Cristo. |
Consíguete un ejemplar de la Biblia de Jerusalén.  _________________
+ Si rezas el rosario diario o tienes el firme propósito de comenzar esta práctica de vida de santidad, únete al grupo en el Facebook: http://www.facebook.com/group.php?gid=65358051689 +++ A.M.D.G. |
|