Para descubrir la propia vocación, según un ejemplo de vida.

[Orpam Saretnoc Laverz]

Copié este relato que salió en una revista en Español, el original era en italiano.
La persona que cito la conozco personalmente, es una misionera de pies a cabeza, como se suele decir.
Espero que pensando lo podamos hacer circular para que pensemos todos, unos y otros, que Dios llama y se sirve de mil maneras ¿verdad amigos míos?

"Tenía once años y, como todos los domingos, volvía de la bendición que en aquellos tiempos se impartía en la parroquia para todos los fieles. Caminábamos en fila, oratorianas pequeñas y mayores, junto a nuestras Hermanas para volver lo antes posible a jugar aún algún partido de pelota, antes de anochecer y antes de que nos mandaran a casa. Pero aquel día S. Anna Persico, mientras caminábamos, me dirigió una pregunta inesperada, a la que no pude mentir: “¿No te gustaría hacerte religiosa?” Quedé desconcertada que ella hubiera sabido leer mi deseo, pero, con la sencillez de una niña de 11 años respondí sin más que sí, me gustaría. Y, mientras estaba ya casi todo preparado para que a primeros de octubre empezara a ir a la primera clase de enseñanza media con mis compañeras en mi pueblo de Gattinara, he aquí que, en la vuelta de una semana, me encontré en Torre Canavese para ir allí a esa clase con unas treinta nuevas compañeras que, como yo, iniciaban una nueva experiencia que daría ocasión de realizar el sueño que Dios tenía sobre mí desde toda la eternidad.
Gracias de la ocasión que se me ofrece para compartir mi alegría de ser feliz FMA misionera en Tailandia". Imelda B. (Tailandia).
La que interpela en este ejemplo es risueña, italiana, fue a una parte de América Latina, aprendió el Español y ha ido dando a todos los que ella tiene. Porque "de donde no hay no se puede sacar".

Os deseo feliz día a todas las mujeres. Que seamos "una gran mujer" al estilo de una misionera, no como los ejemplos que nos pone la tele.
¿No os parece?
Rezad por mí, acompañadme sobre todo el 13 a las 19 horas. Lo necesito. Espero que no me dejéis sola.
Orpam Saretnoc Laverz