¿Con los ojos en el Cielo? Ojo con ser tan literales

[María Esther]

Apreciados hermanos en Cristo:

De cuando en cuando - y últimamente con mayor frecuencia - aparecen los profetas de desgracias espantando la Esperanza que debemos tener en la Misericordia de Dios.

Miles de pseudo-videntes y autodenominados profetas, locucionistas e "instrumentos" proclaman, a voces, la venida de grandes castigos, de tremendas tribulaciones y catástrofes espantosas amparados en una frase bíblica: "el final de los tiempos".

Ciertamente lo que está Escrito se cumplirá, y vendrá el Señor en Su Gloria a separar los buenos de los malos. Entonces los buenos habitarán con Dios en la Jerusalén Celestial y los malos estarán, por siempre, en el Infierno. Y vendá "un cielo nuevo y una tierra nueva". De eso no hay duda.

Pero varios epígrafes recientes me han hecho pensar en un fenímeno en particular: las "peregrinaciones" al "Jardín de María" ubicado a pocos kilómetros al noroccidente de Bogotá. En este sitio se reunen varios "instrumentos del Cielo" para dar mensajes ambiguos a los fieles que asisten. Mientras el llamado a la conversión, el ayuno y la santidad son inminentes, los mensajes milenaristas se entremezclan hábilmente junto con supuestas "manifestaciones milagrosas" en el cielo.

Los primeros sábados de cada mes miles de peregrinos ascienden por la colina que conduce al llamado "Jardín de María" y entre el rezo del Santo Rosario y de la Coronilla de la Misericordia se espera alguna manifestación maravillosa que acompañe los supuestos mensajes.

Todos miran al sol y, aunque jamás he visto una verdadera "danza" como la que ocurrió en Fátima o las que, eventualmente suceden en Medjugorje, la mayoría asegura que el sol se mueve. Es cuestión de intentarlo bajo la propia responsabilidad: si miramos el sol fijamente lo veremos cambiar de color con el riesgo de perder la retina. También se espera un fenómemo local llamado "la escarcha". A eso de las cinco de la tarde, con el cielo despejado y libre de smok (el sitio está casi libre de contaminación) algunas veces se puede observar una fina lluvia dorada que cae y desaparece casi por completo. Se trata de simple rocío verpertino coloreado, graciosamente, por el "sol de los venados", aquel color ocre rojizo característico que adquiere el sol al atardecer.

Hasta hace algunos años se celebraba una Eucaristía para terminar la reunión pero, gacias a la intervención del Obispo de la Diócesis de Facatativá, quien considera que no hay nada sobrenatural ni en los videntes ni en los fenómenos que dicen suceder, se suspendieron después de algunas desobediencias solucionadas satisfactoriamente.

Al terminar la jornada la gente se retira sonriente y satisfecha: el sol bailó (dicen los que lo han visto) la escarcha celestial cayó y desapareció (el rocío que conocen muy bien los campesinos de la región y que los acompaña durante el ordeño...) y, probablemente gracias a la Oración muchos llegarán a sus hogares con un ánimo nuevo de amar y servir a Dios.

Pero cuando los fenómenos no se dan o el día está nublado, ¡no hay mensaje! Esta ha sido una coincidencia que yo misma he constatado y muchos otros me han comentado. Entonces la gente abandona el lugar apesadumbrada y molesta...

Buscando señales en el cielo nos quedamos sin la capacidad para mirar las necesidades de nuestro alrededor. ¡Cuánto bien podríamos hacer si viviéramos cada día como si fuera el último!: amando a Dios, entregándonos al prójimo, obedeciendo y sirviendo a la Iglesia, rechazando las costumbres paganizantes de esta pobre sociedad conformada por nosotros mismos.

Cuánta verdadera conversión habría en nuestros corazones si fuéramos capaces de discernir las verdaderas marcas del demonio: la sensualidad desordenada, el culto al dinero, la falta de caridad, el aborto y los crimenes silenciosos que cada día son perpetrados por nuestros hermanos, la desobediencia, la soberbia, la maledicencia...

Dejemos de mirar al cielo (en el sentido literal) y elevemos, cada día, nuesto corazón al Señor. Confiemos en su misericordia y no juguemos a interpretar el Apocalipsis con criterios extraños y acomodados. Si leemos con atención el último Libro de la Biblia encontraremos un mensaje de esperanza: la salvación. Esperemos, si, la resurrección. Perseveremos y demos testimonio desembarazándonos de tantas "profecías" que nos roban la Paz. Y remitámonos al Magisterio. El Juicio recto de la Iglesia ha de iluminarrnos para no caer en creencias que, por el momento, no tienen un aval definitivo de la Iglesia.

Mientras tanto obedezcamos al llamado de Cristo: renunciemos a nosotros mismos, abracemos amorosamente nuestra creuz y sigámosle. Ese es el camino seguro al Cielo. Nuestra Madre Santísima nos ayudará dispensando las gracias necesarias para vivir santamente y, así, poder recibir un día la recompensa definitiva.

[adelina]

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Gracias Maria Esther !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Subo el tema para los que no lo han leído, pues es una maravillosa reflexión, que verdad has dicho, me recuerda al autor de un libro que tengo sobre la Oración el P.Muñoz Peña , dice que mucha gente reza en la espera y búsqueda de experiencias "sensibles", como lo que nos has mencionado....

[Bruno]

Cierto Maria Esther, muchas gracias por esta bella reflexion.

Esperanza en Cristo.
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* Misero Servidor de Cristo

+ Como la suave brisa de Verano, asi es el soplo del Espíritu Santo

[Evangelina M. de Terrazas]

María Esther, amada hermanita en Cristo: ¡Paz en tu corazón!
En verdad, hay tantas falsas apariciones y falsos profetas que es necesario pisar con mucho cuidado, para no tropezar con torpeza.
Ay tanta sed de novedades que, siento que las verdaderas revelaciones privadas, se ponen en tela de duda, o no les dan importancia. Hay personitas que siempre están insatisfechas, que siempre quieren más, venga de donde venga, y corren tanto peligro, pues siento que muchas veces son arrastradas por la curiosidad o por el morbo, que nada tiene de santo.
Como esta historia que comentas, existen tantas, y lo más triste es que ahí van las personitas siguiendo a otras tantas, y si tenían poca fe, al contemplar la charlatanería, la pierden totalmente.

Gracias por compartirnos estas palabras que encierran una gran realidad.

Un saludo cariñoso y fraterno.
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En Jesús y María
Evangelina


"JÉZU, UFAM TOBIE"

¡Por su Dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros
y del mundo entero!