marina Veterano
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Publicado:
Mie Mar 21, 2007 3:51 pm Asunto:
PROBLEMAS ENTRE HERMANOS
Tema: PROBLEMAS ENTRE HERMANOS |
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Título: PROBLEMAS ENTRE HERMANOS
Fecha: 2007-02-09 (año-mes-día)
Objetivo: Analizar los conflictos de rivalidad y competencia entre hermanos proporcionando herramientas de ayuda.
Investigadora(s): Flor Romero e Hilda Morales.
Sinopsis del programa:
Para definir la relación entre hermanos debemos hacerlo en términos ambivalentes, pues por un lado se habla del amor fraternal como una relación afectiva e intensa, en la que los hermanos deben quererse; y por el otro, el vínculo fraterno en algunos casos desencadena enemistad y antagonismo permanente. Los estudiosos de la familia afirman que el grupo familiar provee del sentido de pertenencia que todos necesitamos, por eso, aún cuando la relación entre hermanos sea conflictiva, se extrae de ésta un sentido de presencia familiar.
En este proceso de acercarse o alejarse, aceptarse o rechazarse, sentirse igual o diferente, los conflictos y descontentos entre hermanos se producen inevitablemente, aunado, por supuesto, a que los hijos siempre compiten por el cariño, aprobación y reconocimiento de los padres.
En este contexto, no hay que olvidar que la cantidad, orden, género y espaciamiento de los hermanos son situaciones importantes, pues determinan el tipo de relaciones entre ellos y cómo hacen frente a la rivalidad, celos, envidias, etc.
Bajo este panorama:
· La rivalidad se acentúa en la adolescencia, cuando actúan de manera abierta encarnando todos sus resentimientos. La rivalidad tiende a disminuir a medida que los hermanos crecen, y si persiste es más frecuente entre hermanos que entre hermanas.
· Es posible que los mayores vivan más rivalidad que sus herman@s, porque son quienes han experimentado la atención total de los padres y tendrán también que tratar con nuevos bebés en más ocasiones que cualquiera de sus hermanos. En situaciones de conflicto, los padres tienden a culpar a los hermanos mayores de lo que les ocurre a los demás, fomentando la agresividad de éstos.
· La hostilidad y rivalidad es más común entre hermanos de género diferente. Los niños tienden a copiar aquellos que ven como más parecidos a sí mismos; así, hermanos del mismo sexo están más dispuestos a actuar juntos.
· En familias numerosas, donde hay tanto varones como mujeres, la competencia por ocupar el centro de la escena se vuelve enconada y, si los padres no controlan la situación, no es raro que el hermano de en medio, sobre todo si es varón, se retire de la competencia con una autoestima demeritada.
· El hecho de tener un sólo hijo o hija crea las condiciones para la interdependencia de los hermanos y da lugar a que uno de ellos ejerza un enorme poder.
· A la larga, una rivalidad no resuelta puede ocasionar que el resentimiento se traslade, de manera inconsciente, hacia el cónyuge y los hijos.
La rivalidad puede atormentar y perseguir a un herman@ por el resto de la vida; los agravios dolorosos, las disputas por dinero y propiedades, los resentimientos, no son en la edad adulta más que versiones actualizadas o resabios de las rivalidades infantiles. Muchos de los conflictos entre los hermanos adultos nacen de lo que en la infancia es el premio más codiciado de la vida: ser los favoritos de los padres.
¿ CÓMO DISMINUIR LA RIVALIDAD ENTRE HERMANOS ?
Las buenas relaciones son las que mantienen a una familia unida, o hacen que se rompa, por ello es importante no dar por hecho que solas tendrán éxito. Los problemas de rivalidades y celos entre hermanos se pueden superar y constituir un excelente aprendizaje para la futura integración social de los hijos.
La función de los padres en cuanto al manejo de rivalidad es una tarea muy compleja, porque entran en juego no sólo la manera en que éstos interactúan con cada uno de sus hijos, sino también las vivencias que ellos a su vez tuvieron en su infancia con sus padres y las proyecciones hacia cada uno de los miembros de la familia.
Los hermanos viven en una mezcla de amores y odios, discuten, se burlan, provocan, pelean y se reconcilian bajo el “arbitraje de los padres” el cual debe contemplar:
· Evitar sostener discusiones entre la pareja delante de los hijos para que no aprendan a resolver los problemas por este medio.
· Enseñarles a expresar su punto de vista de forma aceptable sin discutir, pero con la oportunidad de exponer abierta y sinceramente sus puntos de vista, sin temor a ser criticados o ser objeto de burlas. Para tener éxito hay que adoptar una postura firme. Actuar con la máxima neutralidad en las luchas entre hermanos es la mejor recomendación a los padres, que sean justos y equitativos.
· Intentar cortar una discusión tan pronto como sea posible, antes de que se vaya de la mano. Cuanto más largas son, más expertos se vuelven los hijos en pelear y agredirse. Tras una discusión o pelea entre ellos, hacer que se pidan una disculpa entre sí y ante la familia, abriendo un espacio para la reflexión y análisis sobre su conducta y aprovechar el momento para fijar reglas.
· Ayudarles a reconocer el por qué de sus sentimientos negativos y cuando éstos son responsabilidad de sus actos.
· Evitar rechazar los celos de un hijo ya que puede ser peligroso y producir daños psicológicos. Los celos son una emoción muy dolorosa y no desaparecen necesariamente con el tiempo; de hecho si nadie presta atención la situación se vuelve peor o si se suprimen los celos, probablemente volverán a aparecer de forma escondida y disimulada.
· Evitar presionar a los hijos para que cumplan con determinadas expectativas, dejándolos que sean ellos mismos y ayudándoles a que exploten sus potencialidades
· Evitar comparaciones que generen rivalidad en los hijos parece una tarea difícil de cumplir, sin embargo, es importante dedicar a cada hijo un espacio de manera individual, es decir, momentos únicos donde se sientan queridos, protegidos y seguros del afecto de sus padres. A medida que los hermanos desarrollan su conciencia del yo y que se saben amados: “me aman porque soy yo” (sin comparaciones) tienden a desarrollar la conciencia del nosotros como familia, y es posible que entonces descubran, no obstante sus arranques de cólera, la ventajas que entraña el tener hermanos.
SUGERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
· Baum, Heike. ¡Mamá, siempre me está molestando! Cómo tratar los celos y las peleas entre hermanos, traducción J. A. Bravo, Editorial Oniro, España, 2004, 46 pp.
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