Más suicidios que muertos en accidentes.

[Luis-Carlos]

Periodico la Razón.

Miércoles, 31 de enero de 2007


Accidentes y suicidios

Santiago MARTÍN


El Instituto Nacional de Estadística acaba de informar de que en el pasado año los muertos por suicidio en nuestro país superaron, por primera vez, a los muertos por accidentes de tráfico: 3381 y 3332, respectivamente. Y eso que no se contabilizan como suicidios muchos que sí lo son, por decisión de los familiares.
Me resulta llamativo que, para frenar la sangría que representan los accidentes se esté poniendo tanto empeño (carné por puntos, campañas publicitarias...) y que no se haga nada para evitar los suicidios. ¿Por qué? No encuentro otra causa más que una mala concepción de la libertad, por un lado, y un sentimiento de vergüenza colectiva, por otro. Los suicidios son vistos, en el fondo, por muchos, como una decisión personal que hay que respetar. Incluso, en el marco de la legalización de la eutanasia, se llega al extremo de propugnar leyes que los consideren un derecho y no faltan personas que ayudan a los suicidas a acabar con su vida, como recientemente pasó en Alicante con una anciana, cuyo hijo denunció a los que habían colaborado en el suicidio de su madre. Además, la sociedad prefiere mirar para otra parte, pues cada suicidio-al margen de los motivos del que toma esa decisión- es una crítica estridente a la propia sociedad, representa un fracaso en la pretensión que ésta tiene de convertirse en un paraíso de felicidad para sus moradores; como muchos no encuentran esa felicidad y ya no tienen la fe suficiente para apoyarse en ella, unido a uno u otro tipo de enfermedad que debilita su razón, se quitan la vida. ¿Qué habría que hacer?: Dar razones a todos para luchar. Esas razones pueden y deben ser simplemente humanas. Pero con mucha frecuencia vemos que éstas no son suficientes. Falta la fe y por eso cuanto más secularizado está un país, más suicidios hay. Hace falta volver a escuchar a Jesús cuando nos dice: «Venid a mí los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré».
_________________
-“Voy a destruir su Iglesia” “Je detruirai votre eglise!” (Napoleon).
- No, no podrá. ¡Ni siquiera nosotros hemos podido hacerlo!”- (respuesta del cardenal Consalvi).

[uge-uge]

¿A qué país te estás refiriendo?