Maellus haereticorum Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 1775
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Publicado:
Vie Abr 13, 2007 3:00 am Asunto:
Tema: se solicita opinion y/o explicacion |
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Para entender este relato extraño de la lucha de Jacob con un misterioso personaje, al que el patriarca reconoce carácter sobrehumano, debemos tener en cuenta la situación psicológica de éste.
En la noche precedente al encuentro temido con su hermano se halla invadido de oscuros presentimientos, teme lo peor, la matanza general. Dios le conforta con una visión nocturna en la que se simula la “lucha” (La palabra hebrea 'abaq (“luchó”) es un juego de palabras con Yaboq, el torrente donde tiene lugar la visión) de un ser superior con el propio patriarca, el cual no se deja vencer aunque es herido en la lucha.
Algunos autores suponen que el ángel que luchó con Jacob es el ángel protector y representante de los derechos de su hermano Esaú. Sería como su doble, como en el libro de Daniel se habla del “príncipe de Grecia” y del “príncipe de Persia,” representantes de los intereses de Grecia y de Persia, que eran vencidos por el representante de los intereses del pueblo judío, Miguel (Dan 10, 13s.). En este caso, el ángel — representante de los intereses de Esaú — sería vencido por Jacob, lo que era una prenda de la victoria moral de éste sobre aquél al día siguiente, cuando lograra cambiar los sentimientos de hostilidad en sentimientos de fraternidad.
Oseas se hará eco de esta victoria de Jacob: “En el seno suplantó a su hermano, y en su edad madura luchó con Dios, luchó con el ángel y le venció” (Os 12, 4). El hombre misterioso con el que lucha Jacob le pide que le deje marchar al salir la aurora (v.21). Jacob reconoce en el hombre que le ha herido en el muslo a un ser sobrehumano, y le pide su bendición (v.27). Esta bendición le será otorgada, pero antes le va a cambiar el nombre de Jacob (que incluye la idea de suplantador y trapacero) por el de Israel, que va a ser símbolo de sus victorias futuras, pero sin artimañas innobles: Jacob se llamará Israel, porque “ha luchado con Dios y con hombres y ha vencido” (v.29). El autor juega con el sentido del verbo sarah (ser fuerte, prevalecer, o también luchar). En este sentido, Israel habría que traducirlo por “Dios (Elohim) es fuerte, vence o lucha,” como Ismael (Yahvé oye). Pero el autor sagrado le da una interpretación más simbólica: “ser fuerte con Elohim, luchar con el...”. En el contexto, la idea del nuevo nombre está relacionada con la idea de victoria en el futuro, de la que las luchas anteriores (con Dios y con los hombres, Labán y Esaú) son una garantía.
Jacob quiere también saber el nombre de ese ser sobrehumano que ha luchado con él y le ha herido (v.30); pero no le es satisfecha su curiosidad, porque no comprenderá la naturaleza del que habla con él, y así debe quedar en el misterio la identificación del ser misterioso que luchó con él. Por toda respuesta recibió su bendición y desapareció. Jacob reconoce en ello la mano de Dios, y así llamó a aquel lugar Panuel, diciendo: “yo he visto a Dios cara a cara” (v.31). La traducción más exacta parece ser “cara de Elohim”, como traducen los LXX.
Jacob al día siguiente se sintió cojear por el golpe recibido en el muslo. Era una prueba de que todo lo que le había pasado durante la noche no era pura ilusión, sino un hecho que era garantía de otros que iban comprendidos en el nombre de Israel que se le había impuesto. Y con esta anécdota se relaciona la costumbre en Israel de no comer “el tendón femoral de la articulación del muslo” (v.33). En la legislación mosaica no se dice nada de esto, aunque sí en la Mishna.
El episodio de la lucha misteriosa de Jacob junto al Yaboq señala el punto cambiante de su carrera, en cuanto que en adelante el elemento espiritual prevalecerá sobre el natural, al contar ante todo más con la ayuda divina y menos con los recursos de su fuerza y habilidad...; hasta entonces el patriarca había creído poder obtener por medios humanos, fuerza, trabajo, astucia, la realización de las promesas recibidas...; en adelante sabrá que la ayuda divina, obtenida por la plegaria, le asegurará de un modo más eficaz el triunfo.
Bibliografía:
- Biblia Comentada por Colunga y García O. Cordero, pág. 193-194.
- Frazer, El folklore dentro del Antiguo Testamento, pág. 224.
¡¡¡Cristo ha resucitado!!!
¡¡¡Verdaderamente ha resucitado!!! _________________
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