Compartir mi experiencia para alumbrar la esperanza.

[Vicente A.]

Hola, perdonen que me presente así; mi nombre es Vicente. Pertenezco a la parroquía del Corazón de María y vivo en el mismo edificio donde está su templo.

Solo quería compartir con Ud el inmenso gozo en el que me hallo, pues, despues de "muchas batallas interiores y de muchos años de búsqueda entre las tinieblas" por fin he visto la Luz y he estado "allí"; lo he visto con mis propios ojos y es inmenso: ESTA TODO LLENO DE LUZ Y ES MARAVILLOSO.

No sabría expresar con palabras lo que he sentido, tan solo que cuando estaba con un pie en el borde del abismo, un peso inmenso como el de todo el universo se ciño sobre mí y en esa hora de sufrimiento interior inenarrable, una pequeña estrella de luz acudio a mi, se fue haciendo mas grande y acabé siguéndolo por una estraña abertura de luz que dio paso a una majestuosa visión : Era como estar flotando en el espacio, sin peso, sin miedo; todo era PAZ y estaba lleno de estrellas. Había mucha LUZ, MUCHÍSIMA, BLANCA y no venía de ningún punto en concreto, si no que simplemente lo abarcaba todo y de todo provenía. No se, es muy extraño pues es algo diferente a cuanto conocía. Y allí había gente (aunque no pude ver sus caras puyes era como si no pudiera enfocar la vista en sus rostros) y me miraban y alguno me habló (cosas personales) y me explico mi vida y la de los míos. Vi pasar mi vida y comprendí, y lloré, y reí y ahora ya no tengo Fe; Tengo certeza y solo me mueve su palabra.

El infierno de mi vida se enderezó y bebí del agua del la vida (que fresca y dulce es cuando se ha tenido la gargante seca tanto tiempo) a cambio solo se me pidió que compartiera la experiencia con quienes pudiera interesar; que se lo dijera a todo el mundo. Por eso me hallo aquí, por obediencia y agradecimiento al cielo y a nuestro Señor Dios del Universo que ha querido tocarme con su dedo y extender su infinita caridad, su infinito amor, su infinito perdón y su infinita luz en este pobre corazón: por compartir mi gozo con quienes buscan, para que sepan que pese a que las tinieblas puedan parecer espesas, tan solo se trata de una ilusión: Sigan caminando, la Luz está a las puertas.

Se donde he estado y con quién he estado y se que Él está aquí y no va a permitir que los suyos se pierdan. Quien tenga Fe en la Palabra dada por Dios, que se alegre como yo me he alegrado. La esperanza ahora no es grande si no infinita.

Le pido a Dios que la misma Luz que me ha querido mostrar a mí; a este pobre pecador que se ha arrastrado por la vida buscando el amor entre los escombros del hombre, la muestre al mundo entero y la extienda sobre él sanámdolo como a mi me ha sanado. La misma Santa Paz que ha extendido sobre mi casa se la deseo yo al mundo entero. Señor, padre, a si te lo ruego y le ruego a nuestra madre protectora del cielo que nos lleve por el caminito que mi a mi me mostró, para que todos podamos gozar del inmenso gozo de la Luz de la Paz.

Con amor infinito y verdadero
Vicente Alberto Pérez Bautista