Freddo Esporádico
Registrado: 19 Feb 2007 Mensajes: 79 Ubicación: México...
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Publicado:
Sab Abr 21, 2007 6:06 pm Asunto:
Para algunos hispanos, emigrar a EU significa dejar su fe...
Tema: Para algunos hispanos, emigrar a EU significa dejar su fe... |
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Antes que nada, no se si este tema debería ir aquí o en el foro de Católicos Hipanos en EUA, pues este tema puede ir en ambos. Se lo dejo al criterio de los moderadores si dejan este tema aquí o lo cambian...
Cita: | RICHMOND, Virginia.- En las tardes de domingo, cuando la iglesia católica de la localidad celebra la misa para los católicos de habla española, Edgar Chilin está jugando futbol en una liga con cientos de otros jugadores de origen hispano.
Cuando era un niño en Guatemala, Chilin iba a misa todos los domingos. Sin embargo, luego de haber inmigrado a Estados Unidos hace 25 años, él y su familia perdieron el hábito de ir a la iglesia. "Nosotros le rezamos a Dios cuando sentimos la necesidad de hacerlo", dijo, pero cuando cenismo aquí, a Estados Unidos, no sentimos esa necesidad".
Una ola de investigaciones muestra que porcentajes cada vez mayores de hispanos están abandonando la iglesia, lo cual deja entrever a investigadores que junto con la asimilación, llega una medida de secularización.
Diversos estudios muestran que el segmento de origen hispano en Estados Unidos presenta justamente las mismas probabilidades que otros estadounidenses de identificarse como personas "sin religión", y de no afiliarse con una iglesia. Quienes se describen como seculares son, sin lugar a dudas, una pequeña minoría entre los hispanos al igual que la población estadounidense en general. Pero, contrariamente a muchos de los estadounidenses no hispanos que se identifican como seculares, la mayoría de los hispanos dice que fueron religiosos en otra época.
La Iglesia Católica Apostólica, el hogar religioso de la mayoría de los hispanos, está experimentando el mayor éxodo. Si bien muchos católicos se unen a iglesias evangélicas o pentecostales, la investigación reciente muestra que muchos de ellos dejan de ir a la iglesia por completo.
"La inmigración a Estados Unidos significa que tienes la libertad de crear tu propia identidad", dijo Keo Cavalcanti, sociólogo por la Universidad James Madison en Harrisonburg, Virginia, así como coautor de un reciente estudio que encontró una tendencia hacia la secularización entre hispanos en Richmond. "Cuando la gente llega a este lugar, se percata de que el despliegue pro forma.. de religiosidad no es esencial para que les vaya bien".
un estudio aparte entre 4000 hispanos, que será divulgado en este mes por el Foro Pew sobre Religión y Vida Pública y el Centro Hispano Pew, encontró que ocho por ciento de ellos dijo "no tener religión", porcentaje similar al 11 por ciento registrado por la población estadounidense en general. De los hispanos que informaron no tener religión alguna, dos tercios dijo que en otra época habían sido religiosos. Además, 39 por ciento de los hispanos que dijo no tener religión solían ser católicos.
Los hispanos provenientes de Cuba fueron el grupo más secular en Estados Unidos, con 14 por ciento, seguidos por centroamericanos, con 12 por ciento, puertorriqueños y dominicanos con nueve por ciento, y los sudamericanos con ocho por ciento, según datos del sondeo. Los mexicanos en Estados Unidos tenían al menos la misma probabilidad de decir que no tenían religión, con siete por ciento.
Un sondeo de opinión de mayores dimensiones, conocido como el Sondeo de Identificación Religiosa, estudio de 50,000 adultos, incluidos 3,000 hispanos, encontró que el porcentaje de hispanos que se identificó como gente sin religión creció en más del doble de 1990 a 2001, pasando de seis a 13 por ciento.
Este cambio está ocurriendo aun cuando muchos hispanos inmigraron desde países tradicionalmente religiosos, donde los días de santos y festivales marcan el paso del tiempo, y las abuelas reúnen a su progenie cada domingo para ir a misa.
"Ellos vienen aquí, adoptan el estilo de vida estadounidense, y una parte de dicho estilo consiste en dejar la religión", dijo Ariela Keysar, directora adjunta del Instituto para el Estudio del Secularismo en la Sociedad y Cultura en el Trinity College de Hartford, en Connecticut.
Cada año, Diana Lemus -- agente de bienes raíces y propietaria del Happy Mart, bullicioso mercado en Richmond -- hace resoluciones de Año Nuevo que incluyen hacer más ejercicio, salir de sus deudas, ser mejor madre e ir a la iglesia una vez por semana.
Lemus, inmigrante de primera generación, dijo que había logrado cumplirlas todas en este año, con la excepción de ir a la iglesia. De hecho, ella pasa las mañanas del domingo en el gimnasio. Ella dijo pensar que su fe es importante, pero también comentó que quizá se ha vuelto "demasiado materialista".
"Necesito a Dios en mi vida, pero, le dije al pastor, me da sueño", relató. "Tienes que permanecer en la iglesia de 1:30 a 5:00 de la tarde. Quizá si los servicios fueran más cortos, más entretenidos "
Al igual que Lemus muchos hispanos en Richmond dijeron que aun cuando ya no asistían al a iglesia, su religión seguía siendo de importancia para ellos. Esto confirma hallazgos de investigaciones en cuanto a que los hispanos que dijeron no profesar religión alguna representante un pequeño subgrupo; muchos más hispanos están llevando vidas más bien seculares, pero se siguen identificando como católicos o cristianos.
Este fenómeno es similar al de los "judíos culturales", destacó Roberto Suro, el director del Centro Hispano Pew. "Puedes albergar sentimientos muy firmes con respecto a la Virgen de Guadalupe y creer que tus hijos deben ser bautizados, e incluso así no participar en la iglesia católica o convertirla en un importante factor de tu vida", dijo Suro.
Richmond y el colindante condado de Chesterfield tienen poblaciones hispanas de crecimiento acelerado y diversas, con inmigrantes del Caribe, Centroamérica, Colombia y México. Algunos acaban de llegar a Estados Unidos, pero muchos han estado en Estados Unidos desde hace muchos años y se reubicaron aquí provenientes de estados del noreste y el sur de este país, atraídos por los empleos en el área, viviendas relativamente accesibles y receptivos gobiernos locales.
El aumento en la población de origen hispano se ha traducido en una proliferación de iglesias. Sin embargo, incluso cuando sus propias iglesias están prosperando, algunos ministros hispanos destacan que la mayoría de las personas de origen latinoamericano a las ellos que se acercan no están interesadas.
"La iglesia no es muy popular", dijo Francisco Hernández, quien es pastor junto con su esposa, Connie, de la Iglesia de Dios Alfa y Omega, iglesia pentecostal con 400 integrantes. "La mayoría no asiste, y quienes sí lo hacen, van una sola vez".
Cuando le preguntaron la razón de lo anterior, respondió que era difícil vender las estrictas normas de su iglesia, agregando: "A la gente le atrae una religión superficial".
Quizás esto sea cierto. Algunas mujeres jóvenes de origen hispano dijeron que ellas evitaban estrictas iglesias de evangélicos porque ahí las mujeres eran vistas con recelo por vestir pantalones o usar maquillaje. Sin embargo, muchos más hispanos dijeron que ellos sencillamente estaban demasiado atareados para acudir a cualquier iglesia. Destacaron que el domingo es un día laboral, o es su único día libre para lavar ropa, ir al mercado, hacer mandados y relajarse.
Antes de que Mirna E. Amaya y su marido compraran su restaurante, Palacio Latino, hace tres años -- y cuando ella vivía en Maryland--, ella solía ir a misa cada domingo. Hoy día, ella cuenta que está trabajando mucho como para ir, aun cuando nota que sí la extraña.
"En El Salvador, la gente va la iglesia porque no hay mucho más que hacer", destacó Amaya.
Aunado a lo anterior, ella dijo que algunas de sus amigas habían dejado de ir debido a que se desilusionaron de la Iglesia Católica tras los escándalos de abuso sexual por parte de sacerdotes. No obstante, ella hizo hincapié en que aún prefería a la Iglesia Católica Apostólica. La parroquia más cercana, la Iglesia Católica de San Agustín, se ha esforzado considerablemente para atender a los hispanos. Ofrece misas en la lengua española, clases de inglés, una camioneta médica, asistencia laboral y una comunidad instantánea para recién llegados que se sienten solos. La misa dominical, en castellano, se oye solamente de pie.
Y sin embargo, el pastor, Monseñor Michael Schmied, también el vicario del Apostolado Hispano de la diócesis, dijo: "Mi temor es la fuerza de la secularización, la influencia de la americanizada cultura popular. ¿Tiene la tradición espiritual de la iglesia, católica y protestante, la fuerza necesaria para soportar las influencias secularizadoras de la cultura?"
Jesús Cerritos, empleado de la construcción, de 37 años de edad, que emigró de México hace 18 años, dijo que él pasaba sus fines de semana haciendo mandados, yendo a Wal-Mart y viendo televisión. Sus hijos, de nueve y 11 años de edad, le dicen que la iglesia es aburrida y que ellos no tienen ganas de ir, pero Cerritos alberga sentimientos encontrados.
"Aquí, la gente se vuelve más materialista", dijo Cerritos. "La cultura de este lugar en verdad está seca. No hay tradiciones".
Si él aún viviera en su estado natal de Guanajuato, dijo, "probablemente yo sí iría la iglesia". |
Fuente: http://noticias.prodigy.msn.com/internacional/articulo.aspx?cp-documentid=4723042
Pues personalmente es una situación triste, que además de dejar su hogar, familia, su patrimonio y muchas otras cosas, tengan que abandonar también la fe. Claro que como dicen, es la minoría de los que emigran para allá, pero es algo que va en aumento... |
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