Agustin Sanchez Diaz Asiduo
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 221 Ubicación: Malaga-España
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Publicado:
Dom May 06, 2007 10:47 am Asunto:
Presbit
Tema: ¿Estamos resucitados? |
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¿Resucitados? Cierto que celebramos la resurrección de Cristo no solo en la Eucaristía sino en todos los Sacramentos, pero la vida total de Jesús no fue solo su triunfo sobre la muerte, sino que además de ser “viernes santo” antes era vida cotidiana, y de tal forma que a su vida “privada” “oculta” en Nazaret dedicó el mayor tiempo de su paso entre nosotros siempre como el Maestro.
Todos solemos mirar a Cristo como “solo el resucitado”, es, sí, la cumbre de su triunfo, y base de nuestr5a fe, pero antes de llegar a él, Jesús tiene una larga existencia y en ella siempre es el modelo.
Ya pasó el tiempo en que a numerosos Santos se les veía como tales desde el vientre de su madre.
El cristiano, tal vez, debe aprender tanto o más de la vida ordinaria de Jesús que de sus milagros, muerte y resurrección, aunque esta deba ser la meta de la obra consumada.
Ser cristiano no es triunfar brillantemente y siempre y en todo, es hacer sencillamente bien lo que hacemos todos los días. trabajar, sufrir, amar.
Así haremos que sea cierto lo que dice Vd.: “Cristo vive y yo me lo encontré”.
La nueva evangelización no es más que un acomodarse, necesario, a los nuevos modos de progreso de cada época, pero siempre es lo mismo, es el mismo evangelio que debemos vivir sin pretensiones del gozo exclusivo de la resurrección, sino en aquella vida “oculta cotidiana” donde Cristo “vive y yo me lo encontré”.
La proyección de la fe cristiana, la evangelización absolutamente necesaria y en estos tiempos más urgente, tiene como base la vivencia íntima y continua de ese “me lo encontré”. Santa teresa dice que Dios andaba entre los pucheros.
“Nuestra infelicidad permanente, escribía Papini, es la prueba de que la experiencia del viejo mundo resultó fallida; que nos es hostil la naturaleza; que el pasado no tiene razón; que el vivir como bestias y según los instintos elementales de las bestias apenas embellecidos y barnizados de humanidad, es lo mismo que pudrirse en el descontento y resolverse en la desesperación”
Por ello Jesús afirma: El que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. Jn. 3,3.
Cada día, y en cada cosa humana revestida de la fe, por simple que sea, está nuestro gozo de la resurrección, nuestro renacer.
Un saludo, hermano, pues somos hijos de Dios en el Hijo de María que con José modulaban lo humano de Cristo. |
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