Kike G. Asiduo
Registrado: 24 Feb 2007 Mensajes: 322 Ubicación: Arequipa
|
Publicado:
Sab Ago 04, 2007 3:52 pm Asunto:
Re: ¿Como escuchar la llamada de Dios ?
Tema: ¿Como escuchar la llamada de Dios ? |
|
|
Laura Paredes escribió: | Me encamaría saber como se puede escuchar la llamada de Dios, por que a mi me es tan difícil.
Agradezco su ayuda
Laura |
Hola, Laura:
La pregunta que haces es muy interesante. Sin embargo, es de las complicadas, hay que reconocerlo, pues no tiene una respuesta única. Hay tantas maneras de oír la voz de Dios como personas hay en el mundo. Si tienes en cuenta que Dios es padre, entenderás lo que digo: así como cada padre de familia se relaciona de un modo particular y único con (cada uno de) sus hijos, igual hace Dios. Creo acertado decir que no hay recetas; en vez de eso, hace falta estar atentos y tener una relación muy íntima con Él.
Esto quiere decir que, en primer lugar, lo más importante para oír su voz es tener una relación cercana, íntima, muy estrecha con Él, dentro, claro está, de los canales que para ello ofrece la Iglesia (oración, apostolado, estudio de la Sagrada Escritura, sacramentos, estudio de la Tradición, etc.). Es la mejor manera.
A ese primer gran elemento, en el cual nada de lo siguiente tiene sentido, se suman algunos otros, que en líneas generales puedes decir que están en todo discernimiento. Repito: el modo en que cada uno de estos elementos se dará varía de persona a persona.
Un elemento importante es el conocimiento personal. Esfuérzate en conocerte mucho a ti misma: revisa quién eres, tu historia personal, tu coyuntura, tu historia familiar (a veces influye mucho en uno), tus características personales, tus capacidades, limitaciones, lo que te motiva, tus gustos, pasiones, tus defectos, tus problemas... Todo ello habla de un camino que podrías seguir o que no podrías seguir. Por ejemplo, si tú fueras una persona que en el pasado tuvo problemas de depresión clínicamente diagnosticada ---imaginemos---, yo no pensaría que tu vocación fuese la vida en una casa de monjas contemplativas, pues esa es una vida muy solitaria y dura, y aparentemente tu estructura psicológica no estaría diseñada para ello. Eso es un ejemplo. ¿Pero me captas la idea? Dios nos habla también (no solamente) por medio de nuestra historia personal, hacia dónde apuntan los acontecimientos de nuestra vida.
Ojo que los problemas que uno tenga no necesariamente anulan cierto camino vocacional o no. Al contrario: a veces la vocación sale al encuentro de nuestros problemas para ayudarnos a combatirlos (Dios piensa en todo, ya ves). Por ejemplo, en el caso de una persona que sufre depresión, puede ser una gran muestra de la ternura de Dios llamar a esa persona al matrimonio, pues precisamente la vocación matrimonial, la ayuda, compañía y alegría que brindan a una persona su pareja y sus hijos puede ser un buen remedio para esa depresion y esa soledad. ¿Lo ves?
Lo fundamental es conocerse uno mismo.
Otro factor importante que hay que tener en cuenta es que Dios habla a través de signos, señales, gracias... Es decir, a veces un suceso inesperado, un acontecimiento fortuito, sorprendente, quizá, medio sobrenatural; un suceso sin explicaciones aparentes, un acontecimiento que percibas como "dirigido" especialmente para ti... Son signos que a veces Dios pone en el camino para que vayamos percibiendo su plan. Sin embargo, MUCHO CUIDADO: no se trata de andar por la vida buscando signos sobrenaturales aquí y allá, fijándose solo en las cosas maravillosas o tratando de interpretar todo lo que nos pasa con esa lógica. JAMÁS HAGAS ESO. Eso conduce a muchos errores y subjetivismo (podrías acabar creando tu propia secta, ¡ja, ja, ja! ). Dios NO SIEMPRE utiliza ese método, digamos; en todo caso, si lo usa y estás atenta, haces silencio y tienes una buena relación con él, te darás cuenta, no lo dudes.
Y aquí, ya que hablamos del subjetivismo, otro elemento importante en todo discernimiento: el acompañamiento. Es FUNDAMENTAL estar acompañado en todo momento por personas prudentes y experimentadas que te ayuden con tu discernimiento. ¿Por qué? Por muchas razones. Primero, porque siempre las personas que nos miran desde fuera nos ofrecen una perspectiva muy diferente sobre nosotros mismos, perspectiva a la que muchas veces somos incapaces de acceder. Ya lo sabes: un espejo no siempre te refleja exactamente como eres: ¿no es verdad que cuando te pones un vestido que quieres que te quede perfecto no solo te miras al espejo, sino que le preguntas a alguien más cómo te ves? Lo mismo en el conocimiento personal. En segundo lugar, una persona "extra" puede ayudarte a combatir el subjetivismo. Tú puedes venir un día convencida de que Dios te dijo en oración que fundes una secta llamada La Trompeta de Sión (¡ja!). Según tú, cuando estabas leyendo ese pasaje el día anterior, tarde en la noche, tirada en tu cama, y cuando leíste esa frase sentiste un adormecimiento especial, todo se puso en tinieblas y luego experimentaste una sensación muy placentera. Tú interpretas eso como que Dios te llama a fundar ese movimiento. Y no es así: ¡simplemente te quedaste dormida leyendo! Tener a una persona prudente al lado es útil para ayudarte a discernir esas cosas. Ten en cuenta algo: si lo que tú crees que Dios te dice es algo que sientes que no podrías contar a los demás, que no podrías compartir con la comunidad (por vergüenza, miedo, etc.), entonces es muy probable que no se trate de un mensaje de Dios, sino de tu propia subjetividad.
También es básico tener a una persona experimentada al lado porque el discernimiento vocacional es un proceso que antes de ti lo han vivido millones de personas en la Iglesia, y esta ha acumulado ya alguito de experiencia en ese sentido, ¿no crees? Lo que a ti te pasa o lo que te pasará o las cosas que descubrirás probablemente ya hayan sido experimentadas por otras muchas personas antes que tú, y vale la pena saberlo, oír de ello, conocerlo, etc. Un buen consejero espiritual sabrá ayudarte, guiarte por esos caminos.
También ayuda tener a alguien al lado porque ---aunque no lo creas--- el discernimiento puede ser un proceso difícil. Conocerse a uno mismo a veces no es nada agradable. Descubrir el plan de Dios, puede inicialmente no ser tampoco agradable, pues puede ser que descubras que Dios te llama a algo que no coincide con tus planes. Tener a alguien al lado ayuda a darnos coraje, valentía y apoyo.
Te hablé de signos especiales que Dios va poniendo en el camino. Pero también te advertí (espero que lo hayas notado) que Dios no siempre habla por esos caminos. Dios normalmente no hará que bajen del Cielo cuatro ángeles con un cartel en la mano que diga: "Laura, quiero que seas monja". Normalmente no ocurre así. Dios prefiere hablar por medio de los elementos ordinarios de la vida diaria, así como nos escoge a nosotros, vasijas de barro, para cosas extraordinarias. A veces Dios te hablará por medio de su Palabra, en la Sagrada Escritura; a veces, por medio de la liturgia; a veces, en un especial e intenso momento de oración (o puede que ni necesariamente intenso); a veces, por medio de otras personas; tal vez, por medio de una canción, de una película, de un libro... Dios escoge miles de maneras. No esperes, repito, que se abra el Cielo. Basta que estés más atenta a tu alrededor. Eso sí: acompañada, como te digo, para evitar los riesgos del subjetivismo.
Precisamente, para estar atenta necesitas algo fundamental: oración, Laura. Si no estás conectada al Señor de un modo muy particular en la oración, no percibirás nada, no discernirás nada. Acuérdate de que el discernimiento es un proceso de persona a persona, en el que le preguntas al Señor qué espera de ti, por dónde quiere tu padre que camines. Para ello debes hablar con tu padre. No es un proceso en el que sumas tres o cuatro elementos y obtienes un resultado. Nones. Así no va.
Finalmente, es importantísimo hacer silencio. Si te llenas de preocupaciones, de bulla, de ansiedades, de la presión de tus propios planes, de tus criterios errados, de tus temores, te aseguro que tu discernimiento será más difícil o imposible. Anda, tranquila y ponte en las manos de Dios, atenta a escuchar su voz.
Como te digo, Dios llama a cada uno de un modo particular. Pero estos elementos que te menciono aquí son más o menos comunes en todo trabajo de discernimiento. Ojalá que te sirvan.
Ah, faltó decir quién te lo dice. Yo hace tiempo hice un trabajo de discernimiento vocacional en un movimiento católico aprobado por la Santa Sede. Hice mi discernimiento apoyado en todos los elementos que te menciono. Como resultado de mi discernimiento, entendí que Dios me llamaba a consagrar mi vida y eso hice. Pero luego de dos años, entendí que mi vocación era más bien el matrimonio, y ahora sigo perteneciendo al mismo movimiento y haciendo apostolado en él, pero apuntando al matrimonio. ¿Qué cómo es eso de que cambié mi camino? Pues es que eso también es importante recordarlo o aprenderlo: el discernimiento no dura dos semanas; puede tomar un tiempo largo, e incluso después de tomada una decisión ---según el plan de Dios---, uno sigue discerniendo, porque hasta que no hagas tu profesión perpetua como religiosa, o hasta que no des el "Sí, acepto" delante del altar en el matrimonio, uno siempre está en discernimiento).
Espero que todo esto te sirva. Saludos. _________________ Kike |
|
PriOTM Nuevo
Registrado: 26 Ago 2007 Mensajes: 3
|
Publicado:
Lun Ago 27, 2007 2:12 am Asunto:
YO DORMIA, PERO MI CORAZON VELABA
Tema: ¿Como escuchar la llamada de Dios ? |
|
|
Dios quiera que el siguiente texto sea para enriquecimiento de todos. Obviamente debemos adaptarlo a nuestro tiempo y circunstancias personales, porque es el reflejo del llamado y crecimiento espiritual y vocacional de esta sierva de Dios de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Pero como nos dejo de enseñanza el Concilio Vaticano II, los cimientos no cambian porque la base del espíritu es la misma. Y para eso permite Dios las vidas ejemplares, para que nos guiemos por el mismo camino.
LA OVEJITA DE MARÍA INMACULADA
EL PRIMER LLAMAMIENTO
Instado por las súplicas de su Madre, Jesús llama a su conocimiento y amor a la joven que arrastra la ominosa cadena de la esclavitud del mundo.
JESUS
Ven, alma querida, que soy el Amante eternal, la eterna Verdad, el Bien infinito, el único capaz de llenar el inmenso vacío de tu alma, ávida de felicidad. ¿Por qué te afanas en agradar al mundo y buscas la felicidad entre sus amadores, quienes no teniendo sino una existencia prestada y miserable, son insuficientes para responder las necesidades de tu corazón, infinito en sus anhelos? Eres la irradiación de mi inteligencia, un suspiro de mi corazón abrasado en divinos incendios del Bien infinito – que soy Yo mismo – un reflejo de mi soberana bondad, y tu felicidad la hallarás en la fusión con mi Verdad, Caridad y Bondad divinas que te reclaman.
Renuncia las vanidades mundanales, los amores profanos, los pastos vedados que el comercio humano te ofrece. Retírate de la compañía de esas ovejas insipientes – jóvenes profanas – que desatienden mis silbidos amorosos, para escuchar los cantos de sirena, y renuncian a disfrutar las delicias de mi intimidad, por el momentáneo placer que entenebrece la inteligencia, entristece el corazón y acrecienta el vacío del alma, capaz de lo infinito.
Ven a Mí, único fiel en la infidelidad de las criaturas y tu Amante verdad. Ven, que te espero, abiertos mis brazos, para estrecharte conmigo, unirte a mi corazón que late impaciente por tu posesión y fundirte en mi vida divina.
ALMA
Aquí me tienes, Jesús mío, dispuesta a responder al fin que te propusiste en mi creación y te propones en mi conservación. Quiero secundar la vocación divina con que te dignas favorecerme. Lo haré, retirándome de los espectáculos mundanales, que renuncio para siempre, y del comercio de las criaturas que pudieran comprometer mi resolución de servirte.
El tiempo que empleaba en los pasatiempos y en adornar mi cuerpo, lo consagraré a la oración, a la lectura de los libros piadosos y a la práctica de las virtudes cristianas. Tú serás en adelante el objeto de mis pláticas, mi único pensamiento, mi única aspiración, mi único tesoro. Dígnate recibirme en tu intimidad ¡Oh Jesús mío! Recógeme en tu corazón y reténme en él, para que persevere en tu santo amor y servicio hasta mi muerte; nunca jamás me separaré de tu lado. Amén.
Sierva de Dios
María de los Angeles Sorazu
Religiosa Concepcionista
OIC |
|