Pasos a Seguir en el proceso de oración

[Pedro Juan Adorno Rolón]

La madre Teresa de Calcuta decía que un Cristiano debe realizar ( 6 ) pasos fundamentales para alcanzar la misericordia de Dios y por ende la Salvación:

1.) Silencio interior – Silencio en busca de un encuentro con nosotros mismos que nos hace reconocer quienes somos cada uno de nosotros para el Señor. ¿Qué es lo que Dios espera de mí ? y qué es lo que yo le estoy dando.

2.) En ese silencio interior, automáticamente entramos en la Oración. La Oración que es el medio de comunicación directa con ése Padre Amoroso que nos escucha pacientemente y nos consuela y nos dá fortaleza. Donde le expresamos todas nuestras preocupaciones , donde le confiamos todo a él y él sin duda alguna nos escucha y nos habla.

3.) En ésa confianza que adquirimos mientras dialogamos con Dios, es que obtenemos la Fé. La Fé que es una virtud sobrenatural por la cual creemos firmemente todas las verdades reveladas por Dios y enseñadas por la Iglesia. Y como son reveladas por Dios, no por los hombres, creemos firmemente en sus promesas.

4.) Dentro de las cosas reveladas por Dios, por medio de su hijo Jesucristo, está el Amor. El amor incondicional de Dios Padre hacia nosotros. ( Ver 1-juan 4,7-10 ) Si tal es el amor de Dios por nosostros, También nosotros debemos amarnos mutuamente, dando todo incondicionalmente tal y como Jesucristo lo hizo y nos enseñó a hacerlo.

5.) Una vez que tengamos esa Fé que nos llena de Amor, entonces nos dedicamos al Servicio. Por que una fé sin obras es una fé incompleta ó muerta. El servicio u obra es un complemento de la Fé y el Amor. Jesús nos enseñó que no debemos buscar el ser servido sino servir. ( Ver Juan 13, 12-17 ) “ Aquel que quiera ser grande que se haga el más pequeño.” El más pequeño ante los hombres. Dejando a un lado el orgullo, las posiciones, los puestos. Desprendiéndose totalmente de sí para ser de los demás.

6.) Cuando hayamos realizado éstos ( 5 ) pasos anteriores, entonces alcanzaremos la Paz. La paz que nos promete Cristo. La paz de que hemos cumplido con el mandato de Dios y por consiguiente tendremos la recompensa, que es la Salvación.