Guadalupe Gómez Veterano
Registrado: 08 Sep 2006 Mensajes: 2115 Ubicación: Argentina
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Publicado:
Lun Jun 04, 2007 10:44 pm Asunto:
La soledad...
Tema: La soledad... |
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¡Hola a todos!
Quiero compartir con ustedes este texto que pertenece a un boletín católico al que estoy suscripta, en él se publican diferentes temas relacionados con el Evangelio del Domingo.
Me parece muy interesante, en vista de la comunión de los santos y de la Santisima Trinidad (Misterio en que son tres personas distintas, un solo Dios verdadero), ver este tema de la soledad, que tanto mal causa en nuestros días a muchas personas... Parto de este texto, que me pareció interesante para empezar, y a medida que pueda y consiga veré de ir publicando alguito más.
En fin, les dejo este texto, interesante como punto de partida, y para tomar conciencia de este mal social de nuestros tiempos...
Saludos, en Cristo y María.
Cita: | Llama la atención que el ser humano, para ser feliz, necesite de los demás, de otros “tú” humanos como él. Nadie puede hallar la felicidad en la soledad. Antes bien, es al quedarnos solos a lo que más le tememos, lo que menos queremos, pues una profunda tristeza y desolación nos inunda cuando nos falta alguien que nos ame y a quien podamos amar, cuando nos falta alguien que nos conozca y a quien podamos conocer de verdad, cuando nos falta esa presencia.
Mientras que la tristeza acompaña a quien se halla existencialmente solo, la alegría y la felicidad inunda el corazón de quien experimenta la comunión, la presencia del ser amado, la comunicación de las existencias. Sí, el más auténtico y profundo gozo procede de la comunión de las personas, comunión que es fruto del mutuo conocimiento y amor. Sin el otro, y sin el Otro por excelencia, la criatura humana no puede ser feliz, porque no puede realizarse verdaderamente como persona humana.
Sin duda parece muy contradictorio que la propia felicidad la encuentre uno no en sí mismo, sino “fuera de sí”, es decir, en el otro, en la comunión con el otro, mientras que la opción por la autosuficiencia, por la independencia de los demás, por no amar a nadie para no sufrir, por el propio egoísmo, aparta cada vez más del corazón humano la felicidad que busca y está llamado a vivir. Quienes siguen este camino, lamentablemente, terminan frustrados y amargados en su búsqueda, concluyendo equivocadamente que la felicidad en realidad no existe, que es una bella pero inalcanzable ilusión para el ser humano. A quienes así piensan hay que decirles que la felicidad sí existe, que el ser humano está hecho para la felicidad —es por ello que la anhela tanto y la busca con intensidad—, pero que han equivocado el camino.
¿Y por qué el Señor Jesús nos habló de la intimidad de Dios? ¿Por qué es tan importante que el ser humano comprenda algo que es tan incomprensible para la mente humana? ¿De verdad podemos comprender que Dios sea uno, y al mismo tiempo tres Personas? Sin duda podemos encontrar una razón poderosa en la afirmación de Santa Catalina de Siena: «En tu naturaleza, deidad eterna, conoceré mi naturaleza.» El ser humano es un misterio para sí mismo, y «para conocer al hombre, al hombre verdadero, al hombre integral, es necesario conocer a Dios» (S.S. Pablo VI). Conocer el misterio de Dios, Comunión de Amor, es conocer mi origen, es comprender el misterio que soy yo mismo, es entender que yo he sido creado por Dios-Comunión de Amor como persona humana invitada a participar de la comunión de Personas que es Él mismo, invitada a participar de la misma felicidad que Dios vive en sí mismo.
Así pues, lo que el Señor Jesús nos ha revelado del misterio de Dios echa una luz muy poderosa sobre nuestra propia naturaleza, sobre las necesidades profundas que experimentamos, sobre la necesidad que tenemos de vivir la comunión con otras personas semejantes a nosotros para realizarnos plenamente como personas. Creados a imagen y semejanza de Dios, necesitamos vivir la mutua entrega y acogida que viven las Personas divinas entre sí para realizarnos nosotros mismos y llegar a ser verdaderamente felices. Y el camino concreto para vivir eso no es otro sino el que Jesucristo nos ha enseñado, el de la entrega a los demás, del amor que se hace don de sí mismo en el servicio a los hermanos humanos y en la reverente acogida del otro. |
_________________ ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran... Lc. 11, 13-15
En la Iglesia hay un lugar para todos, pero en vos, ¿Hay un lugar para la Iglesia? |
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Guadalupe Gómez Veterano
Registrado: 08 Sep 2006 Mensajes: 2115 Ubicación: Argentina
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Publicado:
Lun Jun 04, 2007 11:44 pm Asunto:
Tema: La soledad... |
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Marta Ines Lopez escribió: | Guadalupe, que hermoso lo que nos has regalado!!! Verdaderamente
quien se entrega a los demás nunca sentirá soledad porque en el darse es cuando mas se recibe. Lo que pasa en estos tiempos es que muchos se hacen autistas, se encierran en si mismos, en sus propios intereses y van
perdiendo contacto con los hermanos. Y allí comienza la soledad que aflije a tanta gente cuando sería tan facil desterrarla con solo mirar un poco alrededor. Gracias por compartir esto con nosotros |
De nada, de hecho es regalito de las personas que gentilmente trabajan en estas reflexiones y me las hacen llegar por mail.
Sí, es una desgracia de nuestros tiempos... Es la paradoja: Estamos en la era de las comunicaciones y sin embargo estamos desamparados y solos...
Ya seguiré ampliando el tema.  _________________ ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran... Lc. 11, 13-15
En la Iglesia hay un lugar para todos, pero en vos, ¿Hay un lugar para la Iglesia? |
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