enriqueellena Invitado
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Publicado:
Sab Jun 09, 2007 7:45 pm Asunto:
Tema: Simbología numérica |
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«La Luz de la Palabra»
Reflexiones en torno a la Biblia porporcionados por el Equipo Diocesano de Pastoral Bíblica de la Diócesis de San Juan de Los Lagos
¿CÓMO HEMOS DE ENTENDER LOS
NÚMEROS EN LA BIBLIA?
La Biblia y las matemáticas.
Cuando hablábamos de la edad de los patriarcas, en un artículo reciente de este periódico, hace dos semanas, en cierta manera tratábamos el asunto del significado que la cultura bíblica le da a los números, sin embargo hoy queremos abordar de manera más directa el tema de los números y su significado en la Biblia.
Si leyéramos en el periódico que una niña murió a los cuatro años o que se derrumbó un edificio de diez pisos, sin duda que todos entenderíamos el significado de tales cifras. Expresan precisamente la edad de la niña y la cantidad exacta de pisos del edificio. En cambio, si leemos en el Evangelio que Jesús curó a un hombre que llevaba 38 años enfermo (cf Jn. 5,5), o que recogieron 7 canastas luego que fue la multiplicación los panes (cf Mc. 8, , la cosa cambia. Ya no estamos tan seguros de que se refiera a los años que el hombre estuvo enfermo, o a la cantidad de canastas que en verdad se recogieron aquel día.
Es que para nosotros el número tiene un sentido muy distinto del que tenía para los antiguos orientales. Mientras nosotros lo usamos normalmente para indicar la cantidad de algo, para la mentalidad bíblica los números podrían expresar no una, sino varias realidades bien distintas: cantidad, simbolismo, mensaje... es decir el número tiene en la Biblia una gama de denotaciones y connotaciones,(significados objetivos y de contexto), es “gemátrico”.
Cuando el número expresa cantidad.
Lo primero que puede expresar un número en la Biblia es cantidad. En esto se asemeja al uso que le damos nosotros diariamente.
Por ejemplo cuando se nos dice que el profeta Elías predijo un sequía de 3 años en Israel (cf 1 Re.18,1), o que el rey Josías gobernó 31 años en Jerusalén (cf 2Re. 22,1), o que Salomón puso 12 gobernantes encargados de mantener el palacio un mes cada uno (cf 1Re. 4,7), o que Betania, la aldea donde Jesús resucitó a Lázaro, distaba 15 está Dios (= 3km) de Jerusalén (cf Jn. 11,1 . Es evidente que ninguno de estos números es simbólico ni encierra un mensaje oculto. Simple y llanamente se refiere a la cantidad de años, personas o distancias mencionadas en el texto.
Así como estos, son posibles identificar muchos otros números con los cuales la Biblia ofrece informaciones y datos históricos concretos, y que expresan únicamente cantidad, duración. No hay lugar para la confusión: lo que el número dice, eso mismo quería decir el autor.
Sentido simbólico.
Pero los números bíblicos tienen un segundo sentido: el simbólico. Un número simbólico es aquel que no indica una cantidad, sino expresa una idea, un mensaje distinto, que lo supera y lo desborda.
No siempre es posible saber por qué “tal” número significa “tal” cosa. La asociación entre ambas realidades a veces es desconocida. Por eso, estos números no son “razonables”, y resultan difíciles de comprender para nosotros, occidentales, prisioneros de la lógica y la matemática. Aunque la Biblia no explica nunca que simboliza cada número, los estudios han logrado averiguar algunos de sus símbolos y han podido aclarar muchos episodios bíblicos que se han vuelto más comprensibles.
El número 1 simboliza a Dios, que es el único. Por ello indica exclusividad, primado, excelencia. Así, cuando Jesús le contesta al joven rico “¿Por que me preguntas por lo bueno?; 1 solo es el Bueno” (cf MT. 19,17). Y sobre el matrimonio: “Ya no son dos, sino 1 sola carne; y lo que Dios unió no lo separe el hombre” (Cf. Mt. 9,6). ¿O cuando dice: “El Padre y yo somos 1” (cf Jn. 10,30). También cuando Pablo expresa “Todos ustedes son 1 en Cristo Jesús” (cf Ga. 3,2 . “Hay 1 solo Señor, 1 sola fe, 1 solo bautismo, 1 solo Dios” (cf Ef. 4,5). En todos estos casos, el 1 simboliza el ámbito divino.
En cambio, el 2 representa al hombre, pues en el hay siempre dualidad, división interior por culpa del pecado. Esto aclara algunos enigmas del Evangelio. Por ejemplo según Marcos, Jesús curó a un solo endemoniado en Gerasa (cf 5,2); pero según Mateo, eran 2 (cf Mt. 8,2 . Según Marcos sanó a un solo ciego en Jericó, llamado Bartimeo (cf 10,46): pero Mateo, eran 2 los ciegos (cf 20,30). Según Marcos en el juicio contra Jesús se presentaron “algunos” falsos testigos (cf 14,57); pero Mateo aclara que eran 2 (cf 26,60). ¿Quién está contando la verdad?. Ambos, pues mientras Marcos nos da la versión histórica, Mateo usa el número simbólico.
El número 3 expresa “totalidad”, quizás porque 3 son las dimensiones del tiempo: pasado, presente y futuro. Decir 3 equivale a decir “la totalidad” o “siempre”. Así los 3 hijos de Noé (cf Gn. 6,10) representa a la totalidad de sus descendientes. Las 3 veces que Pedro negó a Jesús (cf Mt. 26,34) simbolizan todas las veces que Pedro le fue infiel. Las 3 tentaciones que Jesús sufrió del Diablo representan todas las tentaciones que Él tuvo durante su vida. Y a Dios en el Antiguo Testamento se le llama el 3 veces Santo, el que tiene toda la santidad (cf Is. 6,3). En la misa decimos “Santo, Santo, Santo”, durante el rezo del “ángelus” repetimos tres veces el “gloria al Padre...
El 4 y el 5
El número 4 en la Biblia simboliza el cosmos, el mundo, ya que 4 son los puntos cardinales. Así, cuando se dice que en el Paraíso había 4 ríos (cf Gn. 4,10), significa que todo el cosmos era el Paraíso antes del pecado de Adán y Eva. O sea se trata de un sitio determinado, como piensan algunos que todavía lo andan buscando en algún lugar de oriente. Y cuando Ezequiel llama al Espíritu de los 4 vientos para que sople sobre los huesos secos (cf Ez. 37,9), no es que haya 4 vientos, sino que invoca a los vientos de todo el mundo. Y cuando el Apocalipsis cuenta que el trono de Dios se sienta sobre 4 seres (cf 4,6), quiere decir que se asienta sobre todo el mundo, que la Tierra entera es el trono de Dios.
El 5 significa “algunos”, “unos cuantos”, una cantidad indefinida. Así, se dice que en la multiplicación de los panes Jesús tomo 5 panes (=algunos panes). Que en el mercado se venden 5 pajaritos por dos monedas (=algunos pajaritos). Que Isabel, la madre de Juan el Bautista, luego de su embarazo se escondió en una casa por 5 meses (=algunos meses). Que la samaritana del pozo de Jacob tenia 5 maridos (=varios maridos). Jesús emplea frecuentemente el 5 en sus parábolas en este sentido indefinido: las 5 vírgenes prudentes y la 5 necias, los 5 talentos, las 5 yuntas de bueyes que compran los invitados al banquete, los 5 hermanos que tenía el rico Epulón. Y Pablo, habla del don de lenguas, dice: Prefiero decir 5 palabras (=algunas pocas) comprensibles, que 10.000 en lenguas” (cf 1Co. 14,19).
El siete, número preferido de los autores bíblicos
El número 7 tiene el simbolismo más conocido de todos. Representa la perfección. Por eso Jesús dirá que se debe perdonar al hermano hasta 70 veces 7. También puede expresar la perfección de mal, o el sumo mal, como cuando Jesús enseña que si un espíritu inmundo sale de un hombre puede regresar con otros 7 espíritus peores, o cuando el Evangelio cuenta que el Señor expulsó 7 demonios de María Magdalena.
Por su sentido de perfección, ésta cifra aparece referida frecuentemente en las cosas de Dios. El Apocalipsis es el que más lo emplea: 54 veces para describir simbólicamente las realidades divinas: la 7 Iglesias de Asia, los siete espíritus del trono de Dios, las 7 trompetas, los 7 candelabros, los 7 cuernos, y 7 ojos del Cordero, los 7 truenos, las 7 plagas las 7 copas que se derraman. Muchos se equivocan cuando toman este número como si fuera una cantidad o un tiempo reales.
Por su parte el número 10 tiene un valor mnemotécnico (esto significa que al ser 10 los dedos de las manos, resulta fácil recordar esta cifra). Por eso son 10 los mandamientos que Yahvé dio a Moisés (podrían haber sido más), las 10 plagas que azotaron a Egipto. También por esta razón se ponen solo 10 antepasados entre Adán y Noé, y 10 entre Noé y Abraham, aun cuando sabemos que existieron muchos más.
Otro número simbólico es el 12. Significa “elección”. Por esos se hablará de las 12 tribus de Israel, cuando en realidad el Antiguo Testamento haba de más de 12; pero con esto se quiere decir que eran tribus “elegidas”. Igualmente se agrupan en 12 los profetas menores del Antiguo Testamento. También el Evangelio mencionará 12 apóstoles de Jesús, que resultaran ser más de 12 si comparamos sus nombres; pero se los llama “Los Doce” porque son los elegidos del Señor . Asimismo Jesús asegura tener 12 legiones de ángeles a su disposición (cf Mt. 26,53). El Apocalipsis hablara de 12 estrellas que coronan a la Mujer,(la iglesia fundada en el testimonio de los 12 apóstoles), 12 puertas de Jerusalén, 12 ángeles, 12 frutos del árbol de la vida.
Otros números con mensajes
El número 40 también tiene un simbolismo: representa el “cambio” de un periodo a otro, los años de una generación. Por eso el Diluvio dura 40 días y cuarenta noches (pues es el cambio hacia una nueva humanidad). Los israelitas están 40 años en el desierto (hasta que cambia la generación infiel por otra nueva). Moisés permanece 40 días en el monte Sinaí, y Elías peregrina otros 40 días hasta allí (a partir de los cual sus vidas cambiarán). El profeta Jonás precisa la destrucción de Nínive en 40 días (para darles tiempo a que cambien de vida). Jesús ayunará 40 días (porque es el cambio de su vida privada a su vida pública).
Por su parte el número 1000 significa multitud, gran cantidad. En el libro de Daniel se dice que el rey dio una gran fiesta con 1000 invitados (cf Dn 5,1). El Sal. 90 sostiene que 1000 años para nosotros son como un día para Dios. Salomón ofreció 1000 sacrificios de animales en Gabaón (cf 1 Re. 3,4), y tenía 1000 mujeres en su harén (cf 1Re. 11,3).
Finalmente quedan algunos otros simbolismos menores. Como cuando san Lucas cuenta que Jesús eligió a 70 discípulos para enviarlos “a todos los lugares y sitios por donde El tenía que pasar” (Lc. 10,1). No está dando una cifra real, sino simbólica, ya que según Génesis 10, el total de pueblos y naciones que existían en el mundo eran 70. Lucas, hombre de mentalidad universalista, al decir que Jesús mando 70 misioneros, quiso decir que los mando para que el Evangelio llegara a todas las naciones del mundo.
También san Juan tiene en su evangelio un mensaje numérico cuando cuenta que en la pesca milagrosa los apóstoles obtuvieron 153 peces (cf Jn 21,11). ¿Por qué tanto interés en dejar registrado este detalle sin importancia? Es que en la antigüedad se creía, entre los pescadores, que 153 era el número de peces que existía en los mares. El mensaje es clarísimo para los lectores: Jesús vino a salvar a gente de todas las naciones, razas y pueblos del mundo (otros han dado un significado teológico a esta cifra).
¿Y los números que faltan?
Pero no todos los números bíblicos son simbólicos. En cada caso hay que preguntarse: ¿esta cifra indica cantidad o encierra un mensaje?
Por ejemplo, cuando se dice que 4 personas llevaron un paralítico ante Jesús en una camilla, evidentemente el 4 no es simbólico sino real: la camilla tenia 4 extremos, y era la forma mas práctica de poder transportarla. Y cuando leemos que Pablo se embarco en la ciudad de Filipos y después de 5 días llego a Tróade, no hay que pensar en un simbolismo de 5; mas bien era el tiempo que en ese entonces tomaba un viaje entre ambas ciudades.
El sentido “Gemátrico”.
Otro sentido que puede tener un número en la Biblia es el “gemátrico”. ¿Qué significa esto? Es una particularidad de las lenguas hebrea y griega. Mientras en castellano escribimos los números con ciertos signos (1,2,3), y las letras con otros diferentes (a,b,c), en hebreo y griego se emplean las mismas letras del alfabeto para escribir los números. Así, el 1 es la letra A (Alfa y Alef). De cualquier palabra se puede obtener siempre una cifra. El número así obtenido se llama “gemátrico”.
Esta posibilidad que ofrecían las lenguas bíblicas daban lugar a juegos ingeniosos y entretenimientos originales, ya que cada cifra podía haber escondida una palabra. La Biblia trae varios ejemplos de estos juegos.
Así, Génesis 14 cuenta la invasión de Palestina por cuatro poderosos ejércitos del Oriente, que se llevaron prisioneros a Lot, sobrino de Abraham. Cuando el patriarca se entera, reúne 318 personas, sale en persecución de aquellos, logra derrotarlos, y rescata a Lot. Ahora bien ¿pudo en verdad Abraham, con solo 318 personas, vencer a los cuatro ejércitos mas poderosos de la Mesopotamia? Hay que ser muy ingenuo para creerlo. A menos que este número signifique algo. En efecto, sabemos que Abraham tenia un sirviente heredero de todos sus bienes, llamado Eliécer (cf Gn. 15,2). Si ahora sumamos los números que corresponden a las letras hebreas de este nombre, tenemos: E(=1) + L(=30) + I(=10) + E(=70) + Z(=7) + r(200) =318. (Los valores asignados corresponden al alfabeto hebreo, por eso una misma letra puede tener distintos valores.) Con lo cual se habría querido decir que Abraham salió a combatir con todos sus herederos; y que sus herederos, es decir la descendencia de Abraham, será siempre superior a sus enemigos.
El éxodo y los antepasados de Jesús
En el libro de los Números hay otro ejemplo. Se cuenta que en el éxodo de Egipto salieron 603.550 hombres, sin contar las mujeres, los ancianos y los niños. De ser esto cierto, habría que calcular que salieron unas tres millones de personas de Egipto, cantidad desorbitada, probablemente jamás alcanzada por la población de Israel en toda su historia. Pero si sustituimos las letras de la frase “todos los hijos de Israel” (en hebreo: is kl bny ysr’1) por sus correspondientes valores numéricos, da precisamente 603.550. Con lo cual, diciendo que salieron 603.550 el autor quiso afirmar que salieron todos los hijos de Israel.
San Mateo también trae un de estos juegos. Divide a los antepasados de Jesús en tres series de 14 generaciones cada una, y agrega al final: “El total de generaciones son: desde Abraham a David 14 generaciones; desde David hasta el destierro14 generaciones; desde el destierro hasta Cristo 14 generaciones” (cf 1,17). Pero esto es imposible. Mateo pone solo tres nombres para cubrir los 430 años de esclavitud en Egipto. Y solo dos ascendientes para llenar los tres siglos entre Salomón y Jesé.
Es que a propósito confeccionó artificialmente estas listas para que dieran solo 14 generaciones, ya que 14 es el número gemátrico del rey David: D (=4) + V (=6) +D (=4) = 14. Y como se esperaba que el futuro Mesías fuera descendiente de David, el evangelista quiso decir que Jesús es el”tripe David”, y por lo tanto el Mesías total, verdadero descendiente de David.
El mas famoso juego bíblico de gematría lo trae el Apocalipsis, con el número 666 de la Bestia (cf Ap. 13,19). El mismo libro aclara que se trata de la cifra de un hombre. Y quien se oculta detrás de esta no es otro que el emperador Nerón, ya que si transcribimos “Nerón César” en hebreo obtendremos: N 9=50) + R (=200) + W (=6) + N 9=50) +Q (=100) + s (=60) + R(+200) =666.
Y el Verbo se hizo escritura
A ningún cristiano le resulta extraño que Jesús, la Palabra de Dios, se haya hecho hombre. Menos aun que haya vivido como un hombre de su tiempo. Al contrario, es normal imaginarlo vestido con túnicas del siglo I, alimentándose con las comidas de su época, y utilizando los medios técnicos y de movilidad de entonces.
Pero en cambio a mucha gente le cuesta entender que la Biblia, que también es Palabra de Dios, se haya encarnado en la cultura e idioma de entonces. Piensan que hablar como nosotros, con nuestras expresiones y nuestra mentalidad. Y no es así. Como Cristo se encarnó en un hombre de hace 2000 años, la Biblia también habla como la gente de hace 2000 años. Y así como resultaría ridículo imaginar a Jesús de saco y corbata, viajando a Jerusalén en taxi, y transmitiendo sus sermones por radio, también es ridículo interpretar la Biblia literalmente con nuestras categorías mentales, como hace mucha gente. Debemos situarnos en la mentalidad y cultura de los judíos de aquella época. (esto, amablemente se lo podemos recordar a quienes tocan nuestras puertas para “explicarnos la Biblia”).
De esta manera, cuando nos encontramos con números o cifras en la Biblia, debemos preguntarnos si se trata de una cantidad, un simbolismo, o un número gemátrico. Esto nos ayudará a desentrañar mejor el sentido de la Palabra de Dios y con ella, el mensaje que tiene para nuestra propia vida.
Y cuando digo: ¡100 gracias por su finísima atención!, les digo que les estoy infinitamente agradecido por haber llegado hasta el final en la lectura de este largo pero interesante artículo. ¡Bendito Seas Señor!. |
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