Orpam Saretnoc Laverz Veterano
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Publicado:
Mar Jun 19, 2007 10:48 am Asunto:
Eutanasia... ¿buena muerte?
Tema: Eutanasia... ¿buena muerte? |
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Queridos amigos míos, he enviado recientemente este artículo breve sobre el tema del título, pensé ¿lo mando a los foros? y así hago, porque creo que no necesita comentario. Me parece bueno.
Ha ido al mundo de Lengua Española, incluidos algunos lugares de EE.UU.
Aquí puede darnos pie a comentar con alguien o a discutir, reflexionar y quizás "mejorar" en algo lo que nos rodea ¿no os parece amigos?
Eutanasia es una palabra griega que significa literalmente buena muerte. Hoy por eutanasia se entiende cada acción u omisión cumplida para poner término a la vida de un enfermo incurable o terminal, de un anciano, de un sujeto deformado o portador de minusvalía con el fin de evitarle sufrimientos físicos o psíquicos.
Los que sostienen tal práctica retienen que es derecho a tutelar una muerte naturalmente digna. Y aquí nace el equívoco porque ésta se identifica como muerte sin dolor. Definir una muerte digna como natural no significa abandonar al paciente a la naturalidad del acontecimiento, sino que se refiere a la dignidad humana con la adecuada asistencia médica, humana y espiritual. En efecto, las patologías pueden ser incurables, pero los pacientes son siempre “curables” (cuidarse de ellos).
Presentar la eutanasia como la respuesta más “humana” a una situación de grave sufrimiento altera el concepto mismo de humanidad que no puede prescindir de la defensa y de la promoción de la persona humana. El discurso paliativo, sea como fuere, permanece estéril si no se es consciente de que el sufrimiento es una experiencia que implica al hombre en todas sus dinámicas y que, por lo tanto, el dolor no debe sólo ser soportado y aliviado sino antes que todo aceptado. No se trata de resignación, sino de dar una respuesta de sentido al dolor, a través del sostén psicológico, religioso, familiar, médico, de relación y luego también farmacológico-terapéutico.
Hay quien afirma que la dignidad de la vida, es decir, el hecho de que vale la pena de ser vivida, es una valoración subjetiva unida al juicio de calidad sobre la vida misma; pues un individuo podría considerar que en condiciones de no-autosuficiencia no vale la pena vivir, o bien que un recién nacido con espina bífida es demasiado comprometido su nacimiento, o que un ser humano de pocas células pueda ser sacrificado por el bien de la ciencia, o que un paciente en estado vegetativo no debe ser alimentado e hidratado a costa del contribuyente.
Pero está claro que un mundo que aplasta a los débiles no es un mundo de libertad, sino más bien un mundo totalitario. Es evidente que es necesario hacer el tránsito lo más sereno posible para los enfermos, a través del uso correcto de la terapia del dolor.
El momento exacto del inicio y del final son verdaderamente inaprehensibles, indeterminables y escapan ciertamente de los confines del método experimental. Lo que acontece es algo profundo e interior que se ve cuando ya ha acaecido, a un nivel no físico que sólo la mirada de la inteligencia puede comprender, aún sin ver. Aquí entra en juego lo trascendente. Aquí, sólo quien tiene en la mano nuestra vida puede intervenir.
Con un abrazo y deseándoos a todos y a cada uno ¡buenos días!
Orpam Saretnoc Laverz
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