edwinb Nuevo
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Publicado:
Vie Ago 03, 2007 6:05 am Asunto:
Un verdadero Camino Espiritual..
Tema: Un verdadero Camino Espiritual.. |
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En una sociedad, donde los niveles de urgencia son estresantes, es común confundir el camino espiritual con la suma de rituales, técnicas, iniciaciones e información que son sinónimos del esoterismo actual.
Digo confundir, porque mientras una vida espiritual es el nivel de conciencia que se tiene acerca del propio Ser, el otro es la suma de practicas o conocimientos en muchos casos en pro de una espiritualidad más social y de mostrar o vender, que un trabajo de interiorización real. Así lo indica el maestro Eckhart Tolle, en su libro “Una Tierra Nueva”, de 2005, cuando afirma que “el grado de "espiritualidad" de la persona no tiene nada que ver con sus creencias, sino todo que ver con su estado de conciencia. Esto determina a su vez la forma como actúan en el mundo y se relacionan con los demás”.
El presente escrito no pretende quitarle el mérito al ejercicio esotérico, más sí busca discernir entre quienes viven con sus ejercicios y prácticas como medallas al mérito, y quienes con o sin conocimientos, técnicas o ejercicios, logran trascender todo esto y se entregan a una vida, vivida desde el corazón y en pro del mismo, al servicio de la vida y no del ego. Por ejemplo, Mahatma Gandhi señalaba que “en concreto, hay que consagrarse al servicio de los demás, ya que el único medio de encontrar a Dios es salir a su encuentro en su creación y no formar con ella más que una sola cosa”.
Una práctica deja de ser espiritual cuando ese queda en lo superficial y no se profundiza. Deja de ser espiritual, cuando se quiere vivir en paz con los demás, pero el mundo interno esta hecho trizas, (es obvio que si lo interno no está bien, no esperemos otra cosa de lo externo).
Deja de ser espiritual, cuando de muchas formas se le pide al “banco del universo”, por más de esto, o de lo otro, dinero, estatus, estabilidad, afecto, salud, más, más, más, más, pero, ¿qué tanto se le está abonando?
Una práctica deja de ser espiritual, cuando al terminar una sesión de oración, Yoga, Reiki, Misa, Taichi, limpieza, Qikong, Tantra, Sermón, meditación, Oración, y un largo etcétera, se sale criticando a aquel porque no lo hizo, o al otro, porque lo hacía muy bien, o al encargado, por esto o aquello. Quien ve en los demás problemas, sólo ve un espejo de su propia situación.
De nada sirve decirse espiritual si cuando de camino a casa el clima no gusta y se critica, y una vez en el hogar las cosas no cambian mucho, en cuanto a la pareja, los hijos, empleados, y vecinos ¡Todo tiene un pero!, ¡el afán de un porqué!, y la necesidad de una explicación.
Quizás fue buena práctica mientras duró, pero mala su aplicación, porque nunca existió.
El maestro Zelig decía refiriéndose a la meditación, y parafraseando a su propio Maestro, que “45 minutos en remojo, y el resto del día poniéndose al Sol”.
Cuán obtusa es la percepción de espiritualidad, si la limitamos al ejercicio de las prácticas, si la dejamos en el “dientes pa´fuera” del profesar un credo y no vivirlo, si lo encasillamos en la ortodoxia personal de hacerse dueño de la única verdad y poseedor de lo único correcto.
Una vida espiritual no se lleva por momentos, es un ejercicio continuo, un ejercicio nutrido por los beneficios que da el actuar desde el corazón, no con orgullo; más sí con humildad, no criticando; más sí aceptando, no con quejas y reclamos; más sí en respeto y afecto hacia sí mismo y hacia los demás.
Quien está en un camino espiritual vive la unidad tras todas las cosas, sabe que su entorno es el reflejo de sí mismo, entiende que en la Unidad, el daño al otro sólo es el daño en su contra.
Es un Trabajo de responsabilidad en el que no se buscan excusas para huirle a la vida (trabajo, amigos, vicios, técnicas, conocimiento), por lo contrario; se busca vivirla con mas entereza, donde las circunstancias por buenas o malas que parezcan sólo son el flujo de la vida misma, y no castigo o reprimenda, “qué hice yo para merecer esto”, o el acostumbrado “de malas” con que siempre se califica.
Y a quien pregunte cómo empezar a hacerlo, no siendo amigo de dar consejos, la respuesta más sabia que me han dado es “observa tu vida, acéptala, y ámala” ¿Cómo empezar a hacerlo?, dentro de miles de textos existentes, me atrevo a recomendar un sencillo libro, no como un acto propagandístico, porque entre ese mar de literatura, es de los pocos, que no da información y tampoco invita a alimentar la mente con más conocimientos.
Se titula “Los 4 acuerdos”, de Miguel Ruiz y afirma que: “No te tomes nada personalmente”, “Se impecable con tus palabras”, “No hagas suposiciones” y “Haz siempre lo máximo que puedas”. (El texto completo se consigue en www.ahoranews.com)
Ser impecable con tus palabras significa “hacer el esfuerzo para no mentir, diciendo lo que en verdad piensas y hablando con integridad hará tu vida más feliz y tus relaciones más fuertes”.
No tomarse nada personalmente es que “cuando seas inmune a las opiniones y acciones de otros, entonces no pasarás tu tiempo preocupándote innecesariamente”. Es difícil no hacerlo, pero bueno es intentarlo.
No hacer suposiciones es dejar de lado la costumbre de “creernos lo que suponemos lo tomamos personal, y podríamos terminar creando un drama en nuestras vidas”.
Don Miguel dice que debemos ser claros en lo que queremos y en lo que creemos haciendo preguntas expresándonos honestamente.
Y el cuarto acuerdo es Hacer siempre lo mejor que se pueda. “Aplicando esta máxima a todas nuestras acciones terminará con las preocupaciones porque no tendremos dudas si es que pudimos hacerlo mejor, ya hicimos lo mejor que pudimos, no hay necesidad de sentirse culpable”.
Si aplicamos estas máximas podremos acercarnos a una verdadera práctica espiritual. No olvidemos palabras sabias de los grandes maestros como Jesucristo, cuando decía que había que predicar y aplicar y estas del maestro Zelig:
“¿De qué sirve la vida, si sólo le sirven al ego, contracción y sentimiento de separación, siempre escogiendo desde el punto de vista “yo necesito”, “yo amo”, “yo deseo?”. Todos quieren trascender y hallar la divina iluminación, pero les digo yo, devotos de la luz, ¿cómo puede ocurrir cuando sus templos son casas de citas, cuevas de calumnia, y están desplomadas hasta el piso?”.
http://corazoncosmico.org/foro/viewtopic.php?t=85
*Edwin Bernal Holguín
edwin.bernal@gmail.com |
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