Cuantotiempo más, podremos vivir

[Van Gogh]

El tiempo, si, el tiempo. Cuan largos pueden ser los años, no lo sé, pueden ser una eternidad en el corazón sin amor, o una gota en medio de la inmensurable eternidad del alma de aquel quien ama sinceramente. Si, el amor, puede transformar ese quantum espacio-tiempo en sólo un fragmento, de echo, los seres humanos sólo vivimos un grano en medio del trigal, sólo somos una espiga esperando a ser cegada cuando el tiempo sea preciso, que nos ha hecho creer que viviremos eternamente, cuando la muerte no es un horizonte sino es una vuelta de esquina, nada sabemos acerca de eso pero es tan palpable como la vida misma.

Ese misterioso cosmos, madre de todos los misterios de toda una era, la humana, tan apacible como una tarde soleada en la playa, pero tan incierto y tempestuoso como navegar mar adentro, nuestro bote en ocasiones amenaza con naufragar en medio de altamar cuando corremos la aventura incierta de nuestras vidas, la de navegar en busca de nuevos mundos, de horizontes nuevos, o sólo podemos quedarnos a la vera de la orilla observando y contemplando la majestuosidad del océano. Qué tanto podemos vivir, qué tanto puede nuestra ciencia y tecnología alargar nuestra existencia y escapar a nuestro destino, no podemos escapar del designio de los cielos y aun hay cosas que escapan a nuestra inteligencia, cosas inexplicables que jamás entenderemos, tan intangibles pero inmanente, presentes en nuestra existencia y que están a la orilla del camino, dejando caer sus misteriosas hojas, cual árboles en los meses de otoño.

El lago refleja la luna llena en primavera, cuando el cielo despejado la invita a salir y juntos consuman su romance a la vista de las aguas tranquilas de aquel manantial, así como nuestra vida se refleja en la eternidad y vemos como nuestra existencia transcurre en círculos, cometiendo una y otra vez los mismos errores, una y otra vez, por toda la eternidad, pareciera que la humanidad está condenada a ser víctima de si misma, y así nuestro romance con el tiempo se hecho tempestuoso y tan fino que la más leve trama de nuestro amor amenaza con cortarse cada vez que cometemos las mismas tonterías, somos unos necios, es verdad, nuestro amor nunca se consumara hasta que nos destruyamos a nosotros mismo, cuando la ruinas de nuestras ciudades caigan sobre nosotros mismo y el polvo de nuestro pasos se mezcle con nuestro aliento, así las cenizas de nuestros hogares tendrán un lugar en nuestras vidas y nos recordaran que destruimos nuestro hogar. Las hojas caerán entonces de los árboles y el rocío no cubrirá más los pétalos de las flores y estas antes de exclamar su último suspiro abrirán sus corolas y expulsaran sus últimos granos de polen, en una última lagrima de amor y tristeza, esperando que sean la esperanza de un nuevo renacer, acariciaran por última vez nuestro rostro y tal vez será el perdón para humanidad viciada que se destruye a si misma, un último llanto y una última canción antes de el telón caiga y la función terminé, será la última lluvia que caerá sobre los campos y aguardará nuevamente hasta que llegue la hora, será pues el último espectáculo, pero la humanidad no se irá si un último destello y cual estrella que muere en el firmamento lanzará un último haz de brillante luz y antes de morir tocará la última sinfonía, será el final, pero si ha de serlo será un final que valga la pena, la última melodía del amor y entonces nuestros ojos se cerraran eternamente y descansaremos en el sepulcral silencio de la muerte y la noche caerá sobre nuestras almas.
_________________
El hombre debe encontrar su verdad y defenderla con pasión