El camino de la oración interior

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos foreros, Judit, Lolita, Menchu, Linda, Lourdes, Manel catalanes; Josephine africana, Carmen aragonesa; Rosaria, Leonilde M., Margherita italianas; Lucía navarra, Ludivina salmantina, Luis Miguel, Benita navarra en el foro de Jóvenes y de Comunicadores he puesto unos comentarios sobre la Palabra de Dios (del artículo que allí cito), pero ahora en concreto (como hoy pone Catholic en la primera página) pensando en la oración os transmito unas reflexiones de los Obispos del Quebec.

Después del título de este mensaje dicen así:
Es el camino de la interioridad, el camino del corazón. No obstante las apariencias, quizás es el camino más frecuentado. Sondeos recientes indican que de diez siete jóvenes afirman que rezan, mientras que la mayoría no va a las iglesias.
La oración es a menudo la práctica íntima primaria, la que el Espíritu hace que surja del corazón, quizás mucho antes que otras actividades.
También es la práctica más vital, la que a veces se conserva largo tiempo después que las otras se han olvidado. La oración alimenta, enseña a sacar del propio pozo, de la propia fuente.

Leer esto es como una suave fragancia que te envuelve ¿no lo véis vosotros así, amigos?

Sí, orar es acercarse al gozo íntimo, a la paz, a la serenidad.
Estoy viviendo una pena que no puedo comunicar, pero ayer, a un cierto punto tuve un consuelo interior como si me dijeran:
¡Vamos! porqué angustiarte, ves adelante, ofrece, sonríe, sigue tu camino.
Sí, hay que llevar la cruz que nos toque, por nuestra vida.
Hoy leyendo un comentario al Evangelio recalcaba esta idea. Cuando uno se determina a seguir a Jesús, puede encontrar incluso en la familia, en los que te rodean, personas que no piensen como tú. ¿Qué hacer?
Ir adelante, con la ayuda de la oración ¿o no?
Porque contradicciones las encontraremos siempre ¿cómo nos santificaríamos sino?
Cuando a Don Bosco santo le decían que pasaba por un camino de rosas (lo que se veía por fuera, en un sueño suyo) él sabía que le pinchaban las espinas que llevaban las rosas.
¡Menudo ejemplo! La apariencia no ve el interior. Dios sí. ¿Verdad amigos?

Orpam Saretnoc Laverz