No sólo palabras, sino corazón y cabeza

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos foreros, Sara, Carolina, Lolita R., Mercé C., catalanas; Felipe burgalés, Bernardette francesa, Rosalba brasileña, Annunziata, Piera italianas, Clelia, Mª Josefa castellana, Jeannine, Julia castellana, Ángeles G., Mª Rosa, Pilar oscenses hay unas ideas que me parecen muy buenas y os las quiero comunicar.
¿Cómo ayudar a los jóvenes, el título ya dice ¿verdad? pero además los Obispos del Quebec nos dejan unas reflexiones respecto a los jóvenes:

Con guías aptos - titulan ellos - y dicen:
Proponer la fe, hoy como ayer, significa invitar a los jóvenes a comprometerse en los caminos de la esperanza cristiana. Significa dar los primeros pasos, trechos de camino con ellos. Significa crear un clima, un ambiente que les dé el gusto de creer y el deseo de continuar.
Con este fin se necesitan guías aptos. Hombres y mujeres que conozcan los caminos que hemos recordado antes, que los hemos recorrido, que sabemos de sus alegrías y dificultades. Guiar o iniciar, siempre es llevar por un camino sembrado de obstáculos, asegurando que conduce a buen fin, que ha sido óptimo para nosotros. Significa marcar las etapas, establecer las pausas, revisar el camino recorrido, medir la distancia que queda para superar.

Y siguen diciendo los obispos, respecto a los que queremos ir con los otros, por el camino de la vida.

Personas que les invitarán, ímplicita y explicitamente, a hacer un trecho de camino en la misma dirección. No se tratará necesariamente de grandes testimonios o de astros de la fe. Serán casi siempre personas cercanas, creyentes ordinarios que osarán darles razones de vivir y esperar, a pesar de todo. Para los jóvenes, serán sus padres, los parientes, cristianos y cristianas de la parroquia, amigos, educadores y animadores, compañeros y compañeras en movimientos, y muchos otros testimonios que podrán encontrar también por casualidad en la escuela, en los lugares de diversión, en sus viajes.

Como vemos es bien sencilla la vida del que quiere acompañar al otro, siendo o formando parte de una de esas personas arriba citadas.
Como educadores, como amigos, como animadores, como personas cercanas ¿podemos hacer algo por el bien, por la felicidad del otro?
Hoy he oído a un apóstol en la red que decía que haciendo el bien a otro uno se siente bien.

¿Estáis de acuerdo amgios míos?

Orpam Saretnoc Laverz