¿Cómo celebrar?

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos foreros Manolo Cotero que no te localizo desde hace tiempo, Bodhisattva, Emery, Emakume, Elizabethluna, Uchiha Yami; Don Fierrin, Francisco Duran Tobías, Matías Catalá, Susana Riquelme, Cecilia Lebrija, Roberto Misael de quienes hace tiempo espero respuesta a mi correo; Bersabé peruana, Benito castellano, he encontrado un párrafo que se publicó en la revista internacional que he citado otras veces, me parece que nos puede ayudar en nuestras celebraciones, personas distintas del mundo (como todos somos) nos dicen qué hacen para celebrar cada día el amor de Dios. Veamos, pues:

"¿Cómo celebrar?
Intento participar de forma activa. Empleo también la imaginación para ayudarme a hacer más vivo el encuentro con Jesús, con Dios Padre. Soy consciente de la presencia viva de Dios Padre en medio de nosotros. La conciencia de estar con mis hermanas en la oferta de nuestro trabajo, fatiga y lucha de la vida me da ánimo. Es Jesús Eucaristía quien nos da el sentido y la fuerza para caminar a lo largo de los días de la vida.
Martha Tso – China

En mi vida personal y comunitaria la oración litúrgica es fundamental. No es posible vivir en profundidad sin gustar cada día el pan de la Palabra y de la Eucaristía. Creo en la fuerza de la oración del Oficio Divino y de la celebración eucarística; muchas veces encuentro en estos momentos de oración la solución para mis diifultades personales y para los retos de la vida comunitaria. Maria José de Asis – Brasil

La oración litúrgica me ayuda a conocerme a mí misma a la luz de Dios y a reforzar mi relación con Él. Siento que esta oración comunitaria refuerza la unidad y construye la comunidad en espíritu y verdad. Durante la Eucaristía me abandono a mi misma con todas mis fuerzas y debilidades, éxitos y fracasos. Este acto de abandono me ayuda a aceptarme a mí misma, a los demás y los acontecimientos por amor de Jesús. Sahaya Sangeetha – India

Para mí la oración litúrgica es el ápice, lo máximo; lo más hermoso. Es el encuentro con Dios. Cada mañana me asombra, porque un Dios se hace alimento para su criatura, para mí, para mis hermanos, para quien lo quiere. No hay nada más grande. Haz que lo entienda. Como los habitantes de Betania decían: “Sin celebrar no podemos vivir”, asi también yo. Giovanna Sarasin – Italia

Para mí es el alimento fuerte de la jornada, que me permite rumiar y dar sabor a lo que hago. Para la comunidad se hace fuerza de comunión y el mejor modo de celebrar lo que vivimos. Elba Montaldi - Uruguay".

A esta última persona, argentina, que responde, la conocí, la he visto alguna vez en fotografía y sé que lo que escribe lo vive.

Nuestras celebraciones -decía un periodista- ¿cómo las ven los que vienen por vez primera a nuestro grupo?
No está mal la pregunta para cada cual ¿verdad?

Orpam Saretnoc Laverz